Educación diferenciada: una opción por la igualdad La pluralidad

Educación diferenciada: una opción por la igualdad
La pluralidad de opciones es enriquecedora y una sociedad en la que todos siguen el mismo modelo educativo, a parte
de empobrecerse, no respeta la mínima libertad, que es la esencia de la democracia.
La educación diferenciada en democracia
Previamente conviene hacer una precisión terminológica: “igualdad” –que exige asegurar una igualdad de oportunidades para
chicos y chicas- no se opone a diferencia, porque si no fuese así sería también contradictorio hablar de pluralidad y de
democracia. Por tanto, la educación diferenciada no se opone necesariamente a la iguald. Es mas: la coeducación no es
garantía de igualdad, y en cambio muchos estudios llevan a pensar que la diferenciación educativa en definitiva favorece
una igualdad efectiva . Tenemos, además, el convencimiento de que la escuela diferenciada no discrimina ni segrega,
igual como tampoco es discriminatorio destinar durante un período de tiempo mas recursos públicos a escuelas con un
alto porcentaje de hijos de inmigrantes (y a las otras no), o el apoyo y promoción de unas prácticas deportivas con
evidentes postulados diferenciales por razón de sexo.
Antes de entrar en materia, haría falta una breve reflexión de carácter antropológico: las diferencias entre hombre y mujer
(no solo sexuales, y no solo de género) son un dato natural que afecta a toda la persona y que hay que tener en cuenta
antes de decidir el “como” educamos. Al mismo tiempo que constatamos diferencias, es necesario siempre recordar la
igual dignidad de mujer y hombre. Dadas estas diferencias, parece totalmente justo educar en la diversidad, si se
comprueba que de esta manera chicas y chicos desarrollan mejor sus respectivas posibilidades . Un sistema para
hacerlo posible puede ser la organización escolar diferenciada.
La educación diferenciada en la legislación
El artículo 27, 1 de la Constitución dice: " Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza ."
I el 27, 6: "Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a
los principios constitucionales." En el artículo 14 se lee: " L os españoles son iguales ante la ley, sin que pueda
prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social."
Por otra parte, según el artículo 10.2 de la Constitución, " las normas relativas a los derechos fundamentales -como es el
caso de la LODE- se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España ".
En el caso que nos ocupa, destaca Convención de la UNESCO relativa a la lucha contra las discriminaciones en materia
de enseñanza del 14 de diciembre de 1960, que fue aceptada por España el 20 de agosto de 1969; en el artículo 1 se
señala que “se entiende por discriminación cualquier distinción, exclusión limitación o preferencia fundada en la raza, el color,
el sexo, el idioma, la religión, las opiniones políticas o de otra índole, el origen nacional o social, la posición económica o el
nacimiento, que tengan por finalidad o por efecto destruir la igualdad de trato el ámbito de la enseñanza y, en especial:
(...) a reserva de lo previsto en el artículo 2 de la presente Convención, instituir o mantener sistemas o centros de
enseñanza separados por personas o grupos (...)” Y en el artículo 2 se lee “(...) las situaciones siguientes no serán
consideradas como constitutivas de discriminación en el sentido del artículo 1 de la presente Convención: a) La creación o el
mantenimiento de sistemas o centros de enseñanza separados para los alumnos de sexo masculino y para los de sexo
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femenino, siempre que estos sistemas o centros ofrezcan facilidades equivalentes de acceso a la enseñanza,
dispongan de un personal docente igualmente cualificado, de locales escolares y de un equipamiento de igual calidad, y
permitan seguir los mismos programas de estudio o programas equivalentes. B) La creación o el mantenimiento, por
motivos de orden religioso o lingüístico, de sistemas o centros separados que proporcionan una enseñanza conforme a
los deseos de los padres o tutores legales de los alumnos, si la participación es estos sistemas o la asistencia a estos
centros es facultativa, y si la enseñanza que se imparte se ajusta a las normas que las autoridades competentes
puedan haber fijado o aprobado, particularmente para la enseñanza del mismo grado (...)” . Este artículo 2 de la
Convención fue ratificado en 1999 por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU.
También hay que destacar el artículo 26,3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948: “ Los padres
tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que se dará a sus hijos .” Y en el artículo 2: “ Toda persona
tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin ninguna distinción de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de cualquier otro tipo, origen nacional o social, posición económica, nacimiento, o cualquier otra
condición ”.
De la LODE (Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación, de 1985) destacamos el artículo 20: " 1. Una
programación adecuada de los puestos escolares gratuitos, en los ámbitos territoriales correspondientes, garantizará
tanto la efectividad del derecho a la educación como la posibilidad de escoger centro docente. 2. La admisión de los
alumnos en los centros públicos, cuando no existan plazas suficientes, se regirá por los siguientes criterios prioritarios:
rentas anuales de la unidad familiar, proximidad del domicilio y existencia de hermanos matriculados en el centro. En
ningún caso habrá discriminación en la admisión de alumnos por razones ideológicas, religiosas, morales, sociales de
raza o nacimiento. " El artículo 22: " 1. En el marco de la Constitución y con respeto de los derechos garantizados en el
Título Preliminar de esta Ley a profesores, padres y alumnos, los titulares de los centros privados tendrán derecho a
establecer el carácter propio de los mismos. " Y el artículo 52: " Los centros concertados tendrán derecho a definir su
carácter propio de acuerdo con la establecido en el artículo 22 de esta Ley ." Y en el artículo 53 : " La admisión de
alumnos en los centros concertados se ajustará al régimen establecido para los centros públicos en el artículo 20 de
esta Ley ."
En consecuencia, ateniéndonos en primer lugar al principio de que una ley no puede contradecir otra de rango superior,
y dado el contenido del artículo 2º del la Convención de la UNESCO de 1960, la diferenciación escolar por sexo, siempre
que la finalidad no sea la exclusión de un grupo sino la de dar nuevas posibilidades a la enseñanza, no constituye
discriminación. Y por tanto, la no admisión de un alumno o alumna en un centro por razón del sexo, cuando este centro
tiene especificado en su carácter propio que está dedicado al otro sexo, es conforme a derecho.
Otro aspecto a valorar es la jurisprudencia que se ha generado en este tema en los últimos años. Un conocido
sindicato recurrió en Asturias contra una orden del MEC de 9-5-1997 que otorgaba el concierto a algunos centros
privados, por entender que en estos se discriminaban alumnos en el proceso de admisión por razón del sexo (escuelas
con educación diferenciada), lo cual vulneraba el artículo 14 de la Constitución. El recurso fue resuelto en sentencia de la
Audiencia Nacional el 20 de diciembre de 1999, y desestima todas las pretensiones del recurso: " La Ley Orgánica
8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación, desarrolló el artículo 27, 1 de la Constitución Española que
reconoce, a la vez, la libertad de enseñanza y el derecho a la educación. (...) En su preámbulo, establece una
interpretación amplia de la libertad de enseñanza como concepto complejo que abarca todo el conjunto de libertades y
derechos de la educación e incluye la libertad de los padres de elegir centro docente (...) Pues bien, dentro de este
contexto, el hecho de que en un centro docente se impartan enseñanzas sólo a niños o sólo a niñas, no puede
considerarse que suponga una discriminación por razón de sexo desde el momento en que los padres o tutores pueden
elegir, dentro de un entorno gratuito de enseñanza, entre los diversos centros existentes en un determinado territorio
(...) "
Con anterioridad, el 1981, el Tribunal Constitucional español, en su interpretación y aplicación del artículo 14 de la
Constitución, ya sentenció que este artículo " no prohibe toda diferencia de trato en el ejercicio de los derechos y libertades:
la igualdad es sólo violada si la desigualdad está desprovista de una justificación objetiva y razonable, y la existencia de
dicha justificación debe apreciarse en relación a la finalidad y efectos de la medida considerada, debiendo darse una
relación razonable de proporcionalidad entre los medios empleados y la finalidad perseguida " (sentencia de 2 de julio de
1981). Y es causa plenamente razonable (como declara la Convención de la UNESCO contra las discriminaciones en el
ámbito de la enseñanza) la escuela diferenciada por razón de sexo; diferencia que no discrimina; diferencia que muchos
pueden entender legítimamente que responde de manera mas adecuada a diferencias de personalidad, de estilo, de
ritmo, de maduración, y que reclama procesos educativos en parte igual y en parte diferentes (y por eso separados). Y en
otra sentencia del Pleno del Tribunal Constitucional de 27 de junio de 1985 se lee: " el término 'carácter propio' no
supone forzosamente que haya de interpretarse en todo caso como limitado a aspectos morales y religiosos, excluyendo
cualquier otro aspecto ".
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La posibilidad de limitar un centro a alumnos de un mismo sexo es algo que se puede incorporar al carácter propio de
aquel centro, como una opción educativa perfectamente compatible con todo el ordenamiento y que la libertad de fijación
de un carácter propio ha de respetar. Los conciertos educativos no pueden cambiar el carácter propio de los centros
escolares: eso sería inconstitucional. El dinero público se destina al pago de los gastos que genera el alumno en el
ejercicio de su derecho a la educación y de esta manera hace efectiva la libertad de enseñanza, que no se limita solo a
los ricos. Los conciertos educativos no son una forma de contrato administrativo de gestión de servicios públicos, sino un
sistema para financiar la enseñanza básica y constitucionalmente obligatoria, y por tanto gratuito; y no pueden ser
discriminatorios.
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