PALABRA QUE DA VIDA HABITANDO CORAZONES SER SANTOS… SER FELICES…

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PALABRA QUE DA VIDA
-Reflexionemos-
HABITANDO CORAZONES
SER SANTOS… SER FELICES…
COMO SAN MARTÍN DE PORRES
MARTÍN
ESA PRESENCIA PERPETUA SUYA OBRARÁ A PARTIR DE LA LLEGADA DE
SU ESPÍRITU, EL PARÁCLITO, EL ABOGADO, EL DEFENSOR, EL QUE TODO
LO FECUNDA, ÉL MISMO HABITANDO LOS CORAZONES DE TODA LA HUMANIDAD.
MARTES 27 DE MAYO DE 2014
Del Evangelio según san Juan 16, 5-11
Jesús dijo a sus discípulos: - «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de
ustedes me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberles dicho esto, la
tristeza les ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que les digo es la verdad:
les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el
Defensor. En cambio, si me voy, se los enviaré. Y cuando venga, dejará
convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy
al Padre, y no me verán; de una condena, porque el Príncipe de este mundo
está condenado.»
LECTURAS COMPLEMENTARIAS:
HECHOS 16, 22-34 - A ESO DE MEDIA NOCHE, PABLO Y SILAS ORABAN CANTANDO
HIMNOS A DIOS. LOS OTROS PRESOS ESCUCHABAN. DE REPENTE, VINO UNA SACUDIDA TAN VIOLENTA QUE TEMBLARON LOS CIMIENTOS DE LA CÁRCEL. LAS PUERTAS
SE ABRIERON DE GOLPE, Y A TODOS SE LES SOLTARON LAS CADENAS
SALMO 137 - SEÑOR, TU DERECHA ME SALVA
MARTES 6TA. SEMANA PASCUA - El Maestro se está despidiendo de los suyos. El ambiente de esa cena última sobreabunda
en miedo y en tristeza; es que toda despedida implica dolor, y en el
caso del Señor, la certeza de su derrota aparente en la cruz y su
muerte demuele el corazón de los discípulos. Jesús se dispone a
amar hasta al extremo a Dios y a los suyos, y esa fidelidad total
tiene su horizonte definitivo en el regreso a su Padre. Por ello mismo su misión encontrará pleno sentido y se consumará regresando
a la casa de Abba de donde vino, por ello mismo es conveniente
que Él se vaya.
PARA REFLEXIONAR
FUERZA Y DINAMISMO
La partida de Jesús, en la manera ilógica en que se desarrolla el
Reino, implica una presencia suya más plena y permanente. Esa
presencia perpetua suya obrará a partir de la llegada de su Espíritu, el Paráclito, el Abogado, el Defensor, el que todo lo fecunda, Él mismo habitando los corazones de toda la humanidad.
Su nueva presencia -Espíritu Santo- es fuerza y es dinamismo. Nadie podrá quedarse quieto ni paralizado por
miedos o comodidades.
Es Espíritu de verdad y por ello Espíritu de justicia, posibilitando
en los corazones de mujeres y hombres fieles discernir lo que es
justo de lo que no lo es, lo que es de Dios de lo que se le opone,
lo que acrecienta la vida de lo que la socava.
En aquellos que se dejan transformar acontece el juicio porque
todo ha de salir a la luz. Dios no condena -Dios es amor y
salvación-, más somos nosotros los que solemos elegir
senderos de muerte y olvido, dilapidando el regalo mayor
de la existencia.
El Espíritu impulsa y anima.
Habrá que atreverse a la irreverencia de vivir en plenitud con su
fuerza, con todo y a pesar de todo, la terrible rebelión de ser
felices con Dios y con los hermanos.
PARA ORAR
Te damos gracias, Padre, por el don de tu Espíritu,
que es la presencia para siempre de Jesús entre nosotros.
Gracias también porque revisaste el proceso de Cristo.
Así el Espíritu atestigua a Jesús como Hijo tuyo
y vencedor del pecado, del mal y de la muerte.
Cristo resucitado fundamenta nuestra fe y esperanza;
y el Espíritu nos recuerda sus palabras de vida,
especialmente en el duro momento de la prueba.
Por eso nunca estamos solos en nuestra soledad.
¡Gracias, Señor! Creemos en ti, y con el gozo del Espíritu
torrentes de agua viva brotan de nuestro corazón. Amén.
PARA ACTUAR
– Siempre tendremos de nuestro lado y en
nuestro interior a ese Abogado magnífico, savia de nuestras
existencias, para que impere la justicia de Dios que es la Misericordia, fruto primero y mayor de la Gracia.
EL RITO DE LOS INDIOS CHEROKEE
¿Conoces la historia del rito en el paso de la infancia a la juventud de los indios Cherokee? Cuando el niño empieza su adolescencia, su padre lo lleva al bosque, le venda los ojos y se va
dejándolo solo.
Él tiene la obligación de sentarse en un tronco toda la noche y
no puede quitarse la venda hasta que los rayos del sol brillan de
nuevo en la mañana.
Él no puede pedir auxilio a nadie. Una vez que sobrevive esa
noche, él ya es un hombre.
Él no puede platicar con los otros muchachos acerca de esta
experiencia, debido a que cada chico debe entrar en la masculinidad por su cuenta.
El niño está naturalmente aterrorizado. Él puede oír toda clase
de ruidos… Bestias salvajes que rondan a su alrededor, lobos
que aúllan, quizás algún humano que puede hacerle daño.
Escucha el viento soplar y la hierba crujir, sentado estoicamente
en el tronco, sin quitarse la venda, ya que es la única manera
en que puede llegar a ser un hombre.
Por último, después de esa horrible noche, aparece el sol y el
niño se quita la venda… es entonces cuando descubre a su padre sentado junto a él.
Su padre no se ha ido, ha velado toda la noche en silencio, sentado en un tronco para proteger a su hijo del peligro sin que él
se de cuenta.
De la misma forma, nosotros nunca estamos solos. Aun cuando
no podamos verlo, en medio de las oscuridades de la vida,
nuestro Padre Celestial está a nuestro lado, velando por nosotros, sentado en un tronco.
Cuando vienen los problemas y la oscuridad, lo único que tenemos que hacer es confiar en Él, algún día vendrá el amanecer y
lo veremos cara a cara tal cual es.
«Si no me voy, no vendrá a ustedes el Defensor»
Enmarca todo supuesto “desastre”
con estas palabras: “En cinco años,
¿esto importará?
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