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hortalizas y flores
TierraAdentro
marzo-abril 2004
Moisés Escaff G.
Ingeniero Agrónomo, M.S.
[email protected]
Mabel Muñoz S.
Ing. Administración Agroindustrial
INIA La Platina
l cultivo de la cebolla (Allium cepa
L.) ocupa la mayor superficie entre
las especies hortícolas del país y,
por las exportaciones, corresponde a la
principal generadora de divisas del rubro.
En Chile se dispone de las condiciones
naturales y las tecnologías disponibles para
alcanzar altos rendimientos y calidad, sin
embargo existen pocos antecedentes de
algunos factores que podrían incrementar
aún más la productividad y el resultado
económico, como son la densidad de plantación y la distribución de las plantas.
E
La competencia como
herramienta
38
La presión de la población afecta de
manera importante las características de
las plantas. A medida que el número de
plantas aumenta por unidad de superficie,
cada una comienza a competir por
determinados factores esenciales para el
crecimiento.
Cuando la densidad se encuentra por
debajo del nivel de competencia, el incremento de los individuos no tiene efectos
sobre ellos y el rendimiento por unidad de
superficie se eleva en razón directa con el
aumento de la población. El concepto de
rendimiento debe ser interpretado en términos cuantitativos y cualitativos, ya que
el valor global no se refiere exclusivamente
a la masa total sino que se relaciona con
la calidad de aspectos como tamaño, color,
forma o apariencia, entre otros.
La competencia puede ser utilizada
para obtener tamaños determinados de un
órgano de la planta. Este hecho se basa
en que las partes vegetales responden a
incrementos de presiones poblacionales a
través de una disminución del tamaño y/o
número de los órganos vegetales.
Dado que la mayor parte de los cultivares hortícolas no son genéticamente muy
estables en cuanto a tamaño, lo que permite
MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD Y RENTABILIDAD EN CEBOLLA:
Distancias y distribuci
cambian el rendimiento y c
El sistema tradicional de cultivo de cebolla puede modificarse de manera importante
para manejar aspectos como el número de unidades que se obtienen por hectárea, su
peso y tamaño. Los resultados prácticos confirman los estudios realizados en INIA La
Platina en cuanto a que al aumentar la población de plantas por unidad de superficie
los rendimientos se incrementan y disminuye del tamaño de los bulbos. Al bajar la
densidad de plantación se produce el efecto contrario.
mejorar con más eficiencia la uniformidad
es el control del otro elemento básico que
influye en dicho aspecto: el ambiente.
El correcto espaciamiento asegura un
producto de un tamaño determinado,
obtenido en la época adecuada y, por lo
tanto, con el máximo beneficio.
Sistema tradicional
Se ha calculado que los agricultores
plantan en promedio una densidad cercana
a las 278.000 plantas por hectárea, lo que
permite cosechar alrededor de 200.000
cebollas. Pese a que los estudios han
demostrado la influencia de la distancia
de plantación sobre la producción y el
tamaño del bulbo de la cebolla, la población
y distribución de las plantas es un factor
considerado invariable por muchos
productores, independientemente del tipo
de suelo, de su fertilidad natural y de las
prácticas de cultivo.
La forma de manejo de la cebolla en
Chile es una de las más tradicionales dentro
de las hortalizas. No obstante, existen
avances significativos en técnicas de control
de malezas y fertilización. Actualmente la
incorporación del riego tecnificado,
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hortalizas y flores
marzo-abril 2004
Riegos tecnificados como el riego por aspersión
y el riego por goteo pueden llevar a modificar
la distribución y densidad de plantas por hactárea.
ión
calibres
especialmente por goteo, aspersión y pivote
central, permite realizar cambios en la
distribución tradicional de las plantas de
manera de facilitar las labores.
Un sistema productivo del cultivo de
la cebolla ya ha sido estudiado y
recomendado por INIA La Platina,
(www.inia.cl/hortalizas). En él se incluye
las distancias de uso corriente con un
sistema de riego tradicional, es decir
distancia entre surcos de 0,5 y 0,6 m y
sobre la hilera de 10 a 12 cm, en camellones
con doble hilera de plantas. Este sistema
tradicional se caracteriza por impedir la
entrada de cualquier elemento mecanizado.
Variar las distancias
Como una forma de variar el sistema
tradicional y evaluar el comportamiento
del cultivo, se realizó un ensayo en San
Vicente de Tagua Tagua, 6ª Región. Se
utilizó el cultivar de guarda Dorada INIA,
sembrado en junio y trasplantado en
octubre. El establecimiento se realizó en
mesas, las cuales fueron regadas por
aspersión o por cinta de goteo. La
fertilización aportó nitrógeno (160 kg/ha)
y fósforo (90 kg/ha).
Los tratamientos estaban determinados por la distancia entre hileras, que
fue de 15 y 20 cm, establecidas en mesas
de 1,4 m de ancho y con distancias sobre
la hilera de 5; 7; 10 y 12 cm, o sea entre
236.800 y 710.000 plantas por hectárea.
La cosecha, en marzo, inició el proceso
de curado. En la posterior evaluación se
midió el número y peso de bulbos,
separados en los siguientes calibres
comerciales: 46 a 59; 60 a 75; 76 a 90; 91
a 104 y 105 mm o más. Si bien es cierto
que todos los calibres son comerciales,
existen preferencias dependiendo del
mercado de destino del producto. El
mercado interno prefiere cebollas de
tamaños entre los calibres 60 y 104 mm.
Sin embargo, el mercado europeo, principal
comprador de cebolla chilena requiere
calibres principalmente de 76 a 90 mm.
Estados Unidos generalmente prefiere
calibres grandes. Por lo tanto, la elección
de la distancia de plantación va a depender
del mercado, pero dentro de ciertos límites,
que permitan también tener los mejores
rendimientos por hectárea.
La respuesta de la cebolla a la
distancia entre y sobre la hilera con
distribución en mesa fue independiente
una de la otra, ya que estadísticamente no
hubo interacción entre ellas. En otras
palabras, la distancia sobre la hilera es un
factor que se debe considerar en forma
independiente de la distancia entre las
hileras.
A mayor distancia sobre la hilera
disminuyó el número de cebollas comerciales, pero aumentó el peso promedio de
los bulbos (figura 1).
El tamaño de los bulbos está
relacionado con las características propias
del cultivar y el manejo del cultivo mismo.
En este sentido, el efecto de número de
plantas por unidad de superficie ha sido
estudiado por diversos autores que
coinciden en señalar incrementos en los
rendimientos al aumentar la población por
unidad de superficie, aunque esto produce
una disminución del tamaño de los bulbos.
La obtención de un mayor diámetro
de los bulbos o calibres mayores es clara
al disminuir la población por hectárea, lo
que se refleja en su mayor peso. El aumento de peso con poblaciones menores
se debe a que hay una competencia más
tardía entre las plantas y a que las plantas
pueden lograr la conformación globosa
típica del cultivar.
Al variar las distancias entre las hileras
de 20 a 15 cm, aumenta el número de bulFigura 1. Número de bulbos comerciales (miles/ha) y peso promedio de los bulbos
(g) obtenidos con distintas distancias de plantación sobre la hilera.
600
Nº bulbos/ha (miles)
500
Peso promedio (g)
400
300
200
100
0
5
7
10
Distancia sobre hilera (cm)
12
Figura 2. Efecto de la distancia entre hileras de cebolla sobre el número de cebollas
comerciales (miles) y peso promedio de los bulbos (g).
500
Nº cebollas comerciales (miles)
Peso promedio bulbos (g)
400
300
200
100
0
15
Distancia entre hilera (cm)
20
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Cuadro 1
Densidad de plantación de cebollas
en mesas
Distancia sobre
N° teórico de
la hilera (cm)
plantas/ha
5
710.000
7
506.940
10
355.000
12
295.000
15
236.785
% del rendimiento ton comercial/ha
Figura 3. Efecto de la distancia de plantación sobre la hilera y su relación con el
calibre de los bulbos de cebolla Dorada INIA (% del rendimiento del peso).
100
Calibres
90-104
75-90
60-75
45-60
45
80
60
40
20
0
5
7
10
Distancia sobre la hilera (cm)
12
Figura 4. Efecto de la distancia de plantación entre la hilera sobre el calibre de los
bulbos de cebolla Dorada INIA (% del rendimiento en peso).
100
Calibres
90-104
75-90
60-75
45-60
45
80
% del peso/ha
40
bos comerciales, sin variar en forma significativa el peso promedio de los bulbos,
calculado a partir del peso de las cebollas
comerciales cosechadas en cada una de
las distancias sobre las hileras (figura 2,
página 39).
Por otra parte, la distribución de los
calibres resultó afectada en forma
significativa por la distancia sobre la hilera,
siendo más altos a mayores distancias
(figura 3), pero no varió con la distancia
entre las hileras (figura 4).
Los resultados anteriores coinciden
con los estudios de diversos autores y trabajos anteriores realizados en La Platina,
en cuanto a que los rendimientos se incrementan al aumentar la población por unidad
de superficie, aunque esto produce una
60
40
20
0
15
Cm entre hilera
disminución del tamaño de los bulbos y
viceversa.
No se encontró variación del período
vegetativo entre los tratamientos, a pesar
de que algunos autores señalan que las
densidades altas promueven una maduración más temprana de la cebolla. La
contradicción puede deberse a que las
poblaciones utilizadas no fueron tan grandes como para que se manifestara este
efecto, es decir el espacio disponible por
planta fue suficiente, aún en las mayores
poblaciones, para el desarrollo natural de
los bulbos durante todo su ciclo vegetativo.
De estos resultados se desprende que
para la elección de la distancia de
plantación se debe considerar el mercado
de destino de la cebolla. La distancia
adecuada para cebollas que van a Europa
y para el mercado interno, debe ser de 10
cm sobre la hilera. Pero si se destina al
mercado de los Estados Unidos se debe
preferir la distancia de 12 cm.
Frente al desarrollo de tecnologías
–especialmente de riego presurizado,
como el goteo o aspersión– es posible
modificar la distribución de las plantas
disponiéndolas en mesas o camas de
plantación con 4 ó 5 hileras, de acuerdo a
las facilidades de mecanización que se
tenga. Esto significa que si el tractor tiene
un ancho de1,2 a 1,4 m entre ruedas, la
mesa se debe dejar de 1 m de ancho. La
disposición indicada permite, al contrario
del sistema tradicional, entrar con mayor
facilidad a la plantación para realizar las
aplicaciones de pesticidas, fertilizantes e
incluso mecanizar la cosecha, entre otras
ventajas.
Ventajas económicas
Como demostró el ensayo, se puede
aumentar la densidad de plantación del
sistema tradicional y mantener buenos
calibres comerciales. Esto, sin incremento
del costo de plantación pues normalmente
debiera ser el mismo al poner 100.000
cebollas más por hectárea.
Cuadro 2
Precios promedios de los bulbos de cebolla entre los años 2001 y 2003 por
cada cien unidades
20
Fuente: ODEPA, 2004.
Distribución de cebollas en mesas.
hortalizas y flores
marzo-abril 2004
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considerado por lo general como el máximo
periodo de guarda.
La figura 5 muestra como ejemplo el
impacto sobre los ingresos del cambio de
una densidad tradicional a una tecnificada,
en dicho mercado. Como se señaló, en el
primer caso se logran 200.000 cebollas por
hectárea, en tanto que con el sistema
mejorado se pueden obtener 335.000 (a
una distancia de 10 cm sobre la hilera, ver
cuadro 1). Castigando la última cifra en un
20% por pérdidas en limpias, uniformidad
y pestes (aspectos que también se podrían
superar), se obtienen 280.000 cebollas, o
sea 60.000 más por hectárea respecto de
la práctica común. La diferencia en las
entradas brutas, de acuerdo a los precios
promedio, iría desde un millón de pesos
por hectárea en marzo hasta sobre un millón y medio en septiembre.
Figura 5. Ingreso bruto de cebollas plantadas con densidades tradicionales y tecnificadas.
8.000.000
Pesos
Tecnificadas
6.000.000
Ingresos
densidad
tradicional
4.000.000
Ingresos
densidad
tecnificada
Diferencia
2.000.000
El cuadro 2 muestra los precios
promedios en el mercado interno obtenidos
por la venta de cebolla tipo valenciana
desde la cosecha hasta septiembre,
0
rzo
Ma
ril
Ab
io
to
bre
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Se
Meses de guarda
yo
Ma
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41
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