220-65829 Ref. NO PROCEDE RECURSO DE APELACIÓN ANTE

220-65829
Ref.
NO PROCEDE RECURSO DE APELACIÓN ANTE DECISIONES PROFERIDAS POR ESTA
SUPERINTENDENCIA.
Me refiero a su escrito radicado en esta Entidad con el número 467.151-0, a través del cual, previo un juicioso
análisis de los artículos 50 (1); 51 y 52 del Código Contencioso Administrativo, formula, en síntesis, el siguiente
interrogante:
Si el recurso de reposición precede ante el mismo funcionario que tomó la decisión, tratándose de un
acto proferido por el Superintendente Delegado con base en qué normatividad el mismo es resuelto por
el superior jerárquico de aquél, esto es por el Superintendente de Sociedades, y qué efectos tiene el
acto administrativo sancionatorio frente al artículo 50 del Código Contencioso Administrativo?.
Teniendo como base la escuela de interpretación exegética, el Código Civil colombiano hace suyos dos principios.
Así, mientras el artículo 10 idem expresa que cuando las disposiciones tengan una misma especialidad o
generalidades, y se encuentren en el mismo código, la disposición a aplicar es aquella consignada en el artículo
posterior; el segundo, artículo 27 dispone que si el sentido literal de una ley es claro, no se debe desatender el
mismo con el pretexto de consultar su espíritu.
El Código Contencioso Administrativo contiene en su parte inicial las reglas de derecho que orientan el
procedimiento a seguir ante las autoridades para el trámite y decisión de los diferentes asuntos que sean sometidos
a su consideración, para lo cual igualmente las subdivide en dos etapas procesales diferentes; las de las actuaciones
administrativas y las de la vía gubernativa, haciéndose así parte de los denominados procedimientos
administrativos.
La primera va desde la iniciación de un trámite por cualquiera de los medios contemplados en el artículo 4º., hasta
su decisión, bien por actos definitivos o la ocurrencia del silencio administrativo, que en la reglamentación es un
acto ficto. La segunda etapa o vía gubernativa, se inicia con los recursos y termina con la decisión y notificación de
la decisión que los resuelve, por lo que puede afirmarse que existe acto administrativo, entendido éste como la
emisión de voluntad de la autoridad administrativa con el propósito de que produzca efectos jurídicos; y como tal,
cobijado por la presunción de legalidad o de legitimidad, que es una prerrogativa de la que gozan los actos
administrativos y que significa que presumiblemente éstos se atemperaron a todas las reglas y se respetaron las
normas que enmarcaron su expedición.
Bajando al tema objeto de consulta, el Decreto 1080 de 1996, por el cual se reestructura la Superintendencia de
Sociedades y se dictan normas sobre su administración y recursos, en el artículo 3º. señala su estructura interna; a
su turno el numeral 16, del artículo 4º. ibidem, le atribuyen al Superintendente de Sociedades la facultad de asignar
y distribuir las competencias de las distintas dependencias administrativas. Consecuente con lo anterior, y de
acuerdo a los términos de su escrito, la multa a que alude fue impuesta por la Superintendente Delegada para la
Inspección, Vigilancia y Control, en atención a que de conformidad con la Resolución emanada de esta Entidad
Número 1397 de 1998, ésta se encuentra facultada por el Superintendente de Sociedades para suscribir los actos
administrativos que "impongan multas a quienes violen la ley y los estatutos o incumplan instrucciones de la
Superintendencia", mientras que en aplicación del artículo 4º numeral 10 del Decreto 1080, la facultad para desatar
los recursos de reposición contra actos proferidos por el Superintendente Delegado para la Inspección, Vigilancia y
Control, está en cabeza del Superintendente de Sociedades.
Otras disposiciones que deben asimismo considerarse son las contenidas en el numeral 8º. del artículo 150 de la
Constitución Política, según el cual corresponde al congreso, mediante ley, expedir normas a las cuales debe
sujetarse el Gobierno para el ejercicio de las funciones de inspección, vigilancia y control que le señala la propia
Carta Fundamental.
A su vez, el artículo 189, numeral 24 ibidem, prevé que corresponde al Presidente de la República, como Jefe de
Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa, ejercer, de acuerdo con la ley, la inspección, vigilancia y control
sobre las "...sociedades mercantiles...", función ésta que, según lo prescrito en el artículo 82 de la Ley 222 de 1995,
la ejerce el Presidente de la República por conducto de la Superintendencia de Sociedades en los términos de las
normas legales vigentes.
Conforme a lo establecido en el inciso segundo, numeral 2º del artículo 50, del Código Contencioso Administrativo,
no habrá apelación de las decisiones de los superintendentes y representantes legales de las entidades
descentralizadas o de las Unidades Administrativas Especiales que tengan personería jurídica (Subraya para
llamar la atención).
Según lo preceptuado en los artículos 38, numeral 2º, literal c) y 82 de la Ley 489 de 1998, las Superintendencias
con personería jurídica, como es el caso de la Superintendencia de Sociedades, integran la Rama Ejecutiva del
Poder Público en el orden nacional, del sector descentralizado por servicios y, por ende, son entidades
descentralizadas cuyos actos administrativos no son susceptibles del recurso de apelación. Por consiguiente, tales
actos adquieren firmeza en los términos previstos en el artículo 62 del Código Contencioso Administrativo y dan
lugar al agotamiento de la vía gubernativa en los eventos señalados en el artículo 63 ibídem.
En este orden las cosas, es dable concluir que las superintendencias no tienen superior jerárquico y que el
Presidente de la República frente a ella tiene un control de tutela, lo cual es diferente, ya que tal circunstancia no
implica el poder de revocar actos administrativos, situación no predicable cuando existe poder jerárquico.
En estos términos espera la Superintendencia haber resuelto su inquietud, y se le hace saber que los alcances del
concepto expresado son los contenidos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.