6. Ecosistemas Todos los organismos que viven en nuestro planeta, sean plantas o animales, forman parte de grandes sistemas organizados llamados ecosistemas y dependen de los mismos para subsistir. Estos ecosistemas terrestres, acuáticos o marinos mantienen las condiciones que permiten la vida en la Tierra y nos han provisto desde siempre de alimentos y materia prima, pero también de servicios ecológicos fundamentales, como son la captación del agua de lluvia y su infiltración a los manantiales, acuíferos, lagos y ríos de los que obtenemos el agua para todas nuestras actividades. Los ecosistemas son también captadores del bióxido de carbono, que se produce al quemar combustibles fósiles, y producen oxígeno y ayudan a regular el clima. Mantienen los suelos, evitando la erosión y las catástrofes por deslaves e inundaciones. Cuando un ecosistema, como un bosque o una selva se modifica, no sólo perdemos las especies que lo constituyen sino, además, perdemos esos servicios que son tan esenciales para nuestras vidas. En una superficie de casi dos millones de kilómetros cuadrados, México presenta una gran variedad de relieves que conforman un complejo mosaico de paisajes (ver mapa ecosistemas de México). 6.1 Desiertos Localización Los desiertos en México se distribuyen en el norte (Península de Baja California, Chihuahua y el noroeste de Sonora y Sinaloa), y centro del país (el Altiplano y el Valle de Tehuacan, en Puebla) y ocupan un poco más de la mitad de su territorio. Principales características El paisaje del desierto no es sólo un mar de arena sin vida, en él podemos encontrar una variedad de ambientes. Dunas de arena, pedregales, montañas que en su base se hallan los piedemontes, cuencas desérticas que descienden hacia los valles o playas. Por sus contrastes en su relieve, estos lugares tienen distintos grados de humedad y albergan comunidades vegetales y animales bien diferenciadas. Temperaturas extremas superiores a los 50 grados centígrados durante el verano e inferiores a cero en las noches son comunes, las lluvias son escasas e irregulares pero cuando se presentan suelen ser torrenciales. En el desierto sólo pueden sobrevivir las especies que presentan adaptaciones asombrosas a la escasez de agua y a las temperaturas extremas. Vegetación Las cactáceas y los agaves o magueyes son las plantas más típicas de estos ecosistemas. Son más abundantes en las áreas pedregosas de los desiertos porque son los sitios en donde se retiene mayor cantidad de agua. Matorrales sin espinas y mezquites ocupan las áreas cercanas a las montañas. Con las primeras lluvias, líquenes, musgos y helechos reverdecen rápidamente y cambian la coloración del paisaje. Árboles como el cirio y arbustos como el ocotillo o la gobernadora, que pierden sus hojas durante la época de secas, crecen en las cuencas de los valles. En las dunas sólo crecen plantas, como el girasol del desierto, 1 que son capaces de soportar la movilidad de la arena y su acción erosiva gracias a su larga raíz y su rápido crecimiento. Fauna En las montañas y piedemontes, cañadas, acantilados, rocas y cuevas se encuentran los más diversos animales del desierto. Aquí viven el borrego cimarrón y el venado, donde buscan refugio de sus depredadores naturales, el puma y el coyote. También abundan las liebres y ardillas entre los cactus y matorrales espinosos. Algunas lagartijas, como el monstruo de gila, animal venenoso, y las iguanas habitan en las zonas bajas de las montañas. Un habitante que distingue a la fauna del desierto es la víbora de cascabel, que se alimenta de roedores y anfibios. No es sorprendente que en los arroyos y lugares donde se concentra mayor humedad podamos ver la presencia de sapos y ranas. Caracoles, tarántulas, hormigas y chapulines son comunes en el ecosistema, sobre todo después de las esporádicas lluvias. Muchas especies de aves usan las cactáceas y las inflorescencias de los agaves para anidar y obtener su alimento. El zopilote, el halcón, el gavilán y la aguililla son las aves que surcan constantemente los cielos del desierto en busca de una presa para llevar alimento a sus polluelos. Los habitantes del desierto Diversos grupos indígenas han sabido adaptarse a las duras condiciones de vivir en el desierto. El ejemplo más notable son los seris, profundos conocedores del desierto, llevaron una vida seminómada basada en la recolección, la caza y la pesca. Se distribuían a lo largo de las costas de Sonora y las islas Tiburón y San Esteban, ahora su población está constituida por cerca de 500 personas y viven de manera sedentaria en los poblados de Punta Chueca y Desemboque frente a la isla Tiburón en Sonora. El conocimiento que tenían de la naturaleza se refleja en el aprovechamiento que dieron a los recursos de la región. Alimento, manufactura de utensilios, medicinas y construcción de refugios temporales y viviendas son ejemplos de ello. Ahora sus actividades son la pesca y la elaboración de artesanías, como las figuras de palo fierro, cestos y collares de conchas. Las zonas áridas de nuestro país son ahora aprovechadas para la ganadería extensiva. Pero el auge ganadero tiene consecuencias negativas para la vegetación del desierto. De esta actividad deriva un uso extensivo del suelo por el sobrepastoreo y la erosión que provoca en ellos. 6.2 Bosques Localización Los bosques en México se ubican en la Sierra Madre Oriental y Sierra Madre Occidental, en la parte norte de Baja California y Monterrey, atraviesan todo el eje neovolcánico, y en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca y Chiapas encontramos los llamados bosques de niebla. Principales características 2 Son ecosistemas formados por árboles que permanecen con hojas todo el año. Los bosques forman un mosaico de ambientes con diversas altitudes, suelos y climas. Las sierras que recorren a lo largo el país y lo atraviesan en su parte central se levantan imponentes para formar una barrera entre los desiertos del altiplano y las vertientes del pacífico y Golfo de México. En algunos sitios alcanzan alturas considerables de más de 3,000 metros de altura. Vegetación En las partes altas de las sierras los árboles que distinguen el paisaje boscoso son los pinos y encinos. Los bosques más exuberantes de México se encuentran en la Sierra Madre Occidental y la Tarahumara; pinares, encinares, abetos y oyameles crecen densamente sobrepasando en algunos lugares los 20 metros de altura. Los madroños con sus colores rojizos, así como los musgos y líquenes que cubren los troncos, cambian el colorido al bosque para dar un espectacular contraste. Nuestro país tiene la mayor diversidad de especies de encino del mundo. En la sierra Tarahumara se pueden encontrar el encino dulce, el rojo y el blanco. Fauna Una gran variedad de animales viven en estos ecosistemas. Más de 200 especies de mamíferos habitan en los bosques de México. Viven allí tlacuaches, musarañas, murciélagos, armadillos, conejos, liebres, roedores, primates diversos, carnívoros como el puma y otros animales herbívoros como los venados. Grandes mamíferos como el oso negro, que habita los bosques de Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Sinaloa, Durango y San Luis Potosí, de hábitos solitarios consume insectos, nueces, bayas y otros frutos, y también se alimenta de carne cuando logra atrapar roedores y aves. Otros habitantes del bosque son las aves, como el guajolote silvestre y las cotorras de la sierra. Los habitantes Los purépechas son uno de los grupos étnicos que se han establecido en los bosques de la Cordillera Neovolcánica, desarrollando una cultura estrechamente ligada con los recursos de su entorno. Diversas plantas silvestres, así como liebres, venados, peces y aves formaron parte de su dieta. A pesar de múltiples presiones, tanto pasadas como actuales, estos indígenas han conservado su forma de vivir y sus costumbres. Antiguos pobladores del estado de Michoacán, y parte de Guanajuato y Jalisco, actualmente se hallan restringidos al norte de Michoacán, con una población de aproximadamente 80 mil indígenas. Las actividades practicadas por los purépechas en el uso múltiple de sus recursos naturales, basadas en la caza, la pesca, la recolección, la crianza de animales y la agricultura, son un buen ejemplo de asegurar el sustento y evitar el deterioro del ambiente. Los bosques liberan oxígeno y protegen los suelos, el agua dulce y dan cobijo y sustento a las especies terrestres. La destrucción de los bosques se traduce en la pérdida del patrimonio biológico; cuidarlos significa favorecer la producción de oxígeno y asegurar el abastecimiento de agua. 6.3 Selvas secas 3 Localización Se encuentran en las regiones cálidas de México y dominan las planicies costeras del Pacífico, el Bajío, la Península de Yucatán y porciones del Altiplano. Principales características Son bosques que están constituidos por un gran número de especies de árboles, sin que ninguno de ellos muestre un predominio definitivo sobre los demás. Se caracterizan porque sus árboles pierden sus hojas durante la temporada de secas para dar paso a la floración para reproducirse. En contraste, durante la época de lluvias los árboles sin hojas se transforman en selvas exuberantes pero de poca altura. Vegetación Está constituido por bosque espinoso y árboles típicos de la selva baja como las “burseras” y por árboles tropicales que pierden sus hojas durante la época de sequía para reducir al mínimo el consumo de agua y evitar que ésta se evapore. Alcanzan alturas de entre ocho y quince metros y cubren las pendientes pronunciadas y las áreas montañosas ubicadas entre los 400 y 1,200 metros de altura. La alta diversidad vegetal es característica de esta selva; se conocen 182 especies de árboles, 152 de bejucos, 175 de herbáceas y 25 de epifitas. Resaltan las leguminosas con más de 110 especies; muchas de las cuales son consideradas “forrajes verdes” por ser alimento de buena calidad para el ganado. Fauna Los animales que habitan estas selvas son de origen eminentemente tropical; jabalíes, venados, iguanas y aves son cazados por felinos como el jaguar y el gato montés. En lugares poco perturbados se pueden encontrar otros felinos como el ocelote y el tigrillo. En las zonas bajas de la selva el tapir, el grisón y el oso hormiguero buscan alimento hurgando entre la hojarasca y las riberas de los ríos. Y entre las hojas de los árboles se puede escuchar la impresionante voz del mono aullador y los ruidosos cantos de los loros. Los habitantes El grupo étnico que con más éxito logró asentarse en las condiciones de este ecosistema fueron los mayas del norte de la península de Yucatán. Poseedores de una gran cultura, nos han dejado un legado de conocimientos matemáticos, astronómicos y biológicos que han asombrado al mundo por su exactitud. El uso y manejo que hicieron de sus recursos naturales les permitió, y aún les permite, vivir en regiones cálidas donde el régimen de lluvias da paso a una temporada de secas que dura varios meses. En la estrategia maya de subsistencia destacan los profundos conocimientos que han heredado de generación en generación y que se ven reflejados en los huertos familiares o solares. Estos sistemas productivos juegan un papel preponderante en la vida de los mayas. Son áreas para el cultivo de árboles, hortalizas, plantas comestibles, medicinales y ornamentales y son zonas de crianza de cerdos y aves de corral. De esta manera, las familias garantizan la autosuficiencia alimentaria. 4 Pero también numerosos grupos étnicos y mestizos se han establecido en estos ambientes, como es el caso de los mixtecos, que viven en la región de Pinotepa en Oaxaca. Ellos tienen como eje de abastecimiento la milpa; combinan en torno a ella otras prácticas como la ganadería, la silvicultura, la caza, la pesca, la recolección y la extracción de flora y fauna. Además del maíz, destacan dentro de estos sistemas agrícolas la calabaza, el frijol, diversas especies de chile, jitomate, cacahuate, sandía, jícama, camote, chirimoya, chicozapote y diversos cítricos, como la naranja, la mandarina y el limón. En estos ambientes es común la agricultura de temporal del tipo de roza, tumba y quema, combinada con la agricultura llamada “chague”, que aprovecha la humedad que se queda atrapada en las depresiones o valles de las sierras y cordilleras y se inundan total o parcialmente, o en áreas cercanas a ríos y lagos. En la cuenca del río Balsas, en los estados de Guerrero y Michoacán, comunidades indígenas obtienen de la palma diversos productos: del fruto alimentos, medicinas de la hoja tierna, y elaboran además diferentes utensilios domésticos como cestas, cinchos, petates y sombreros. México es el país que más insectos comestibles tiene; sus principales fuentes de proteína animal la obtienen de la caza de mamíferos y aves, pero sobre todo de la recolección de insectos. Destacan de entre ellos las hormigas (escamoles), los gusanos de maguey, las chinches y los chapulines. Estos insectos tienen altos contenidos de proteínas y son por ello un extraordinario alimento nutritivo. En nuestro país, más de una cuarta parte de su población utiliza la leña como su principal recurso de energía. Este uso desmedido de la leña para cocinar, calentar agua y obtener iluminación tiene un impacto negativo en la cobertura vegetal del ecosistema. Una práctica adecuada se da cuando se respetan los ritmos de recuperación de la vegetación, pero si se sacrifica a las especies arbustivas o arbóreas se torna en una práctica depredadora. La destrucción de la cubierta vegetal es una de las principales causas que producen cambios profundos en el equilibrio de los ecosistemas. El suelo desnudo de vegetación y hojarasca se vuelve permeable y queda expuesto a la acción mecánica del agua de lluvia, lo que sumado a la insolación y a la temperatura, contribuyen a la pérdida de suelo. Este proceso erosivo fomenta las inundaciones, agota los yacimientos subterráneos y arrastra todo lo que deposita en las partes bajas 6.4 Selvas húmedas Localización Se distribuyen en la planicie costera del Golfo de México y el sureste del país; principalmente en los estados de Veracruz, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y algunas zonas de Oaxaca y Chiapas. Principales características La presencia de grandes cantidades de agua es, quizás, la característica distintiva de estos ambientes naturales. Son las regiones más lluviosas y donde se encuentra más de la mitad del agua dulce que fluye en el país. Estos bosques están caracterizados por la presencia de árboles que superan los treinta metros de altura y porque la mayoría conserva sus hojas a lo largo del año, razón por la que también se les conoce como selva siempre verde. Los 5 ecosistemas tropicales como las selvas húmedas son de los sistemas vivos más complejos y diversos del planeta. Vegetación La riqueza de plantas que viven en las selvas húmedas es sorprendente. La alta diversidad de especies vegetales que aquí viven permite diferenciar tres capas o estratos. En las copas de los árboles más grandes lo exuberante de sus hojas forma un techo o dosel, que impide que penetren los rayos de sol a las capas inferiores y atrapa la humedad que se evapora. Son comunes los amates, el zapote, la caoba y el cedro rojo. A la sombra de estos enormes árboles, crecen en un segundo estrato con alturas que van de entre ocho y 25 metros el palo mulato, la casia y el aguacatillo y diversos arbustos. Debido a la alta concentración de humedad que se encuentra en esta capa de la selva, infinidad de plantas como orquídeas, bromelias y lianas crecen en los troncos y ramas de los árboles. En el estrato inferior, arbustos, helechos y musgos se abren paso entre la hojarasca que cae constantemente de los estratos superiores. Fauna La selva húmeda es el hogar de felinos como el jaguar, el puma y el ocelote. Tapires, jabalíes, osos hormigueros y tepezcuintles recorren los estratos inferiores de la selva en busca de alimento o para escapar de sus depredadores. Entre las ramas de los árboles son comunes monos araña, aullador, mico de oro y aves con plumajes de vivos colores, como los tucanes, loros y guacamayas. La venenosa serpiente nauyaca y especies de sapos, ranas, salamandras e infinidad de invertebrados –insectos, escarabajos, hormigas, mariposas– hacen de este ecosistema el más diverso del planeta. Los habitantes En estos ambientes naturales se desarrollaron importantes culturas; los olmecas en la porción sur del Golfo de México y los mayas en las selvas de Chiapas y de la península de Yucatán. En la actualidad, descendientes de los antiguos pobladores, principalmente mayas, se encuentran en la selva húmeda. En el sureste de México se extiende una zona tropical cubierta por selvas siempre verdes y que se conoce como selva Lacandona, cuyo nombre deriva de un grupo indígena que desde hace muchos años ha vivido en ella: los lacandones. Se estima que poblaciones de muchos miles vivían aprovechando los recursos naturales que generosamente se dan en este ambiente. Estos pueblos indígenas conservan costumbres y tradiciones milenarias y son poseedores de un gran acervo de conocimientos y prácticas relacionadas con el ambiente en el que viven. Sin embargo, en la actualidad el número de sus pobladores ha disminuido notablemente. La extracción de recursos de las selvas tiene una larga historia. Aproximadamente en el año de 1820 se inicia la explotación de maderas preciosas. Para 1880 la explotación maderera se expandió y la tala de la selva se convirtió en negocio de gran envergadura. A principios del siglo veinte prácticamente toda la selva fue explorada, medida y fraccionada. Sin embargo, en los últimos cincuenta años las selvas húmedas de México es cuando han sentido su más grave destrucción. A partir de la década de los sesenta diferentes grupos humanos han 6 colonizado estos ambientes buscando nuevas formas de vida. Desde entonces, madereros, campesinos y ganaderos han devastado, en muy poco tiempo, uno de los lugares más ricos en especies naturales de nuestro planeta. Las selvas cubrían alrededor de ocho por ciento de la superficie del país, aproximadamente 15 millones de hectáreas. No obstante, se estima que en la actualidad el 90% de esta superficie ya no existe como selva, sino que las selvas han sido taladas para ser usadas como zonas de cultivo poco productivo y transformadas en pastizales para la ganadería extensiva, que resulta poco eficiente pues una hectárea de selva en el que antes vivían diversas especies vegetales y animales en la actualidad se utiliza para producir una o dos cabezas de ganado. 6.5 Humedales, ríos, lagos y lagunas Localización Los humedales cubren una superficie muy pequeña del país. Se encuentran en los manglares de la costa del Pacífico, las ciénegas de los desiertos del Altiplano y los pantanos de la planicie costera del Golfo de México. Asimismo, aproximadamente 320 ríos y 70 lagos mayores a las 1000 hectáreas se localizan en el territorio nacional. Principales características Son cuerpos de agua dinámicos y altamente productivos que proveen de hábitat, alimento, refugio y áreas de crianza y reproducción a infinidad de especies de aves, anfibios, reptiles, peces e invertebrados. Estos ambientes son la transición entre el agua y la tierra. Son criaderos naturales en los cuales la materia orgánica proveniente de los ríos sostiene un sinnúmero de organismos en sus primeras fases de desarrollo y a otros a lo largo de toda su vida. En estos ecosistemas habitan comunidades diversificadas y ricas en especies nativas de plantas, mamíferos, peces, crustáceos moluscos e insectos que encuentran en sus aguas refugio y alimento. Son además el sustento para actividades productivas como la pesca ribereña y de esparcimiento. Vegetación Las lagunas costeras tienen comunicación permanente o eventual con el mar, lo que permite la mezcla de agua dulce proveniente de los ríos con el agua marina acarreada por la marea. La alta cantidad de nutrientes aportados por los ríos a las lagunas, sostiene a un considerable número de especies vegetales y animales. Diversas especies de algas, manglares, pastos marinos y de pantano constituyen la vegetación que crece en estos ambientes. En las lagunas y zonas costeras de aguas tranquilas crecen en sus fondos arenosos praderas de pastos marinos, en sus orillas bordeando la laguna se encuentra el mangle en donde viven moluscos, camarones, jaibas y peces y una gran cantidad de especies de aves acuáticas. Fauna 7 Las lagunas costeras de ambos litorales son sitios de anidación y descanso para muchas especies de aves migratorias. Las lagunas de la costa occidental de la Península de Baja California son el hogar invernal de la ballena gris, mamífero marino que puede llegar a medir 15 metros de longitud y pesar hasta 40 toneladas. Las aguas de estas lagunas, poco profundas, templadas y tranquilas son el lugar idóneo para el cortejo y apareamiento y para el nacimiento de los ballenatos. Durante el otoño, la ballena gris se encuentra en los fríos mares de Bering en el norte del Continente Americano, de donde migra hasta llegar a finales de noviembre y principios de diciembre a las lagunas costeras de la Península de Baja California en una espectacular travesía de más de 10000 kilómetros; permanecen hasta marzo en estas lagunas después de haber parido a sus crías y que los ballenatos y sus madres hayan ganado peso y fuerza para emprender el largo regreso al norte del continente. De las 40 lagunas que existen en el Golfo de México, la Laguna de Tamiahua y la Laguna Madre, ambas localizadas en la región noreste, son dos de las más grandes del país. Estas lagunas son el sustento de la pesca de jaibas y moluscos y diversas especies de peces, como el pámpano, el pargo y la corvina. En la cordillera volcánica que atraviesa el país desde Nayarit a Veracruz se localizan diversos lagos que han sido la atracción de los habitantes del pasado y el presente. Chapala, Cuitzeo y Pátzcuaro son ejemplos que ilustran la diversidad de plantas y animales que viven en estos ecosistemas. Peces, anfibios y reptiles con altos porcentajes de especies endémicas dan testimonio de la importancia de estos ambientes. Actualmente un alto porcentaje de estas especies se encuentran dentro de las categorías de especies raras, amenazadas o en peligro de extinción. Otros cuerpos de agua dulce son los cenotes. La mayor parte del territorio yucateco está caracterizado por no tener ríos, el agua de lluvia que cae sobre la península se infiltra a todo un laberinto subterráneo de túneles, grutas, cavernas y cenotes. Los cenotes son depósitos de agua dulce, únicos en el mundo y representan el hábitat de una fauna que está caracterizada por una gran riqueza biológica. En los ríos habitan comunidades que tienen una gran riqueza de especies de plantas, moluscos, crustáceos, insectos, anfibios, reptiles y mamíferos que son el sustento alimentario y comercial de muchas familias. Los habitantes En parte del estado de Tabasco se encuentra un territorio cubierto por lagos, lagunas y pantanos que se conoce como los pantanos de Centla. En la actualidad, indígenas chontales de esta región siguen utilizando las áreas inundables para la producción de sus cultivos. Este sistema de cultivo conocido como “marceño“, similar a las chinampas de la cuenca de México en Xochimilco, representa su sustento. En estas áreas de cultivo siembran, además del maíz, plantas como calabaza, pepino y frijol. Sorprende la alta productividad de estos cultivos que dan hasta nueve toneladas de maíz por hectárea, una de las más altas de México. El manejo que hacen los chontales de su entorno acuático les ha permitido sobrevivir en armonía con la 8 presencia permanente de agua y no en contra de ella. Al igual que los chontales, otros grupos como purépechas, huaves y lacandones, por citar algunos que hacen un uso racional de los ecosistemas naturales, son ejemplos que debemos aprender, así como de los conocimientos y herramientas que nos ayuden a utilizar racionalmente lo que nos proporciona la naturaleza. Para conocer el valor económico de los servicios ambientales que nos proporcionan los sistemas acuáticos es necesario entender los costos y beneficios que dan a la sociedad. Toda la diversidad de plantas y animales que encontramos en estos ecosistemas representan recursos que sustentan la alimentación y permiten el comercio de muchas familias. 6.6 El mar y las islas Localización Las costas de México están bañadas por las aguas de dos océanos; el Pacífico y el Atlántico. En su litoral occidental, desde Baja California hasta Chiapas, incluyendo el Golfo de California, las aguas del Pacífico llegan a estas costas, y por el litoral oriental las aguas del Atlántico tocan el Golfo de México, desde Tamaulipas a la península de Yucatán y el Mar Caribe en Quintana Roo. Principales características México posee más de 11 mil kilómetros de litorales, en los que se distribuyen cerca de 216 islas, así como una gran cantidad de islotes, rocas, cayos y arrecifes. El clima, el relieve submarino, los patrones de corrientes, la temperatura y la salinidad, así como la flora y la fauna marinas y sus recursos pesqueros difieren notablemente en las aguas de ambos litorales. En el litoral occidental la plataforma continental es muy angosta (entre cinco y diez kilómetros), sus aguas tienen influencia principalmente de dos corrientes marinas: la de California, proveniente del norte con aguas templadas y ricas en nutrientes, y la de Costa Rica, de aguas cálidas que vienen del ecuador. En el Golfo de México y Mar Caribe la plataforma continental varía de diez a 150 kilómetros. Frente a las costas de Quintana Roo las aguas del Mar Caribe avanzan hacia el norte, llegan al Golfo de México a través del canal de Yucatán y se divide formando varios flujos, de los cuales los que circulan al Golfo de México describen giros que varían en extensión y sentido según la época del año. En los litorales mexicanos confluyen grupos de organismos de aguas templadas del norte del continente y tropicales del sur. El Pacífico de México Si recorremos las playas del litoral occidental en sentido norte-sur encontramos que las aguas más productivas de México se localizan en la costa occidental de la Península de Baja California. La influencia de la corriente de California, rica en nutrientes, le da esta característica que permite la abundancia de recursos pesqueros de esta región. Las especies que destacan por su importancia comercial son: la langosta, el abulón y el sargazo gigante. 9 Este último encuentra en estas aguas su desarrollo para formar densos bosques de esta alga que llega a crecer hasta 40 metros de longitud. De este recurso se extrae una sustancia que es muy apreciada en la industria farmacéutica y de alimentos congelados. Enfrente de estas costas existen varias islas de origen volcánico. Destacan por su ubicación, tamaño y riqueza biológica las islas Coronados, Guadalupe, Cedros y Santa Margarita. En ellas la vegetación y la fauna es muy diversa. Su vegetación está constituida principalmente por plantas desérticas, aunque en algunas de ellas, sobre todo las que se localizan a la altura del centro y sur de la península, crecen manchones de mangle. Aquí podemos encontrar varias especies de mamíferos marinos, como focas, elefantes y lobos marinos que arriban a las playas de guijarros y arena de estas islas en busca de refugio, descanso, reproducción y para el nacimiento de sus crías. Diversas aves se pueden ver anidando en estas islas. Sobre las ramas de los mangles las fragatas hacen sus nidos, otras aves como las garzas, cormoranes ibis y playeritos viven en estos ambientes. Entre la Península de Baja California y la costa de Sonora, Sinaloa y Nayarit se encuentra uno de los lugares más sorprendentes de la Tierra por su gran riqueza de vida marina, el Golfo de California. En este mar es frecuente ver cetáceos, conocidos comúnmente como ballenas, de aguas templadas y tropicales. Aquí se encuentran el 35% de las especies de cetáceos que se conocen en el planeta. Desde la ballena azul, que es el animal más grande que ha existido sobre la Tierra, hasta la vaquita marina, que está considerado como el cetáceo más pequeño del mundo, especie endémica que sólo se encuentra en la porción norte del Golfo de California. En estas aguas se obtiene la mayor parte de sardina y anchoveta que se captura en México, y más del 50% de camarón, la pesquería más importante del país por su alto valor comercial. En las aguas de este mar se localiza uno de los archipiélagos menos perturbado de la Tierra. Más de cien islas, cada una con combinación propia de características geológicas, climáticas y biogeográficas de diferentes edades y orígenes conforman este archipiélago. En ellas las plantas y animales provienen de diferentes sitios. Predomina la vegetación desértica, con adaptaciones para vivir en condiciones climáticas extremas que se presentan en ellas. No existen grandes mamíferos, excepto en isla Tiburón, en donde hay coyote, venado y borrego cimarrón. En casi todas hay pequeños roedores, reptiles e invertebrados. En las playas de las islas, que son por lo general rocosas, con algunas ensenadas y bahías arenosas, es común observar lobos marinos. Estas playas son los sitios preferidos por estos animales para la reproducción. En todo el golfo se estima una población de 25 a 28 mil individuos de esta especie. Una gran cantidad de aves se pueden ver en las islas del Golfo de California. Casi todas son especies marinas migratorias. Es común observar grandes colonias de anidación en ellas. En Isla Rasa, pequeña isla no mayor a un kilómetro de largo, anidan año con año más de 350 mil gaviotas plomas y aproximadamente 50 mil golondrinas de mar elegantes. En isla Partida anidan 550 mil petreles y en San Pedro Mártir 30 mil bobos de patas azules y de vientre blanco. En algunas islas la introducción de especies no nativas, como las cabras, han dañado considerablemente la vegetación. Otras especies introducidas como gatos y roedores han tenido un impacto negativo en poblaciones locales de anfibios, aves y reptiles, debido a que 10 se alimentan de ellos o de sus nidadas, lo que ha disminuido las poblaciones de estas especies. Las costas que van de Jalisco a Chiapas presentan un patrón de corrientes que están regidas por la corriente costera de Costa Rica, de aguas cálidas y baja salinidad, lo que influye en forma notoria para que los organismos que allí viven sean predominantemente tropicales. En las costas de esta región se captura casi la mitad del total nacional de pesca de atún. Aquí opera una de las flotas atuneras más grandes del mundo. De las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo, seis se distribuyen en México. Varias playas de esta región son el sitio donde arriban para depositar sus huevos; por desgracia, la captura ilegal y el saqueo de los nidos han causado que sus poblaciones tengan un rápido decremento, que ponen a estas tortugas en la lista de animales en peligro de extinción. En esta región existen aproximadamente 26 islas, entre las que destacan las que conforman el archipiélago de Revillagigedo. La más conocida es isla Socorro, que se localiza a 700 kilómetros del puerto de Manzanillo; en ella la vegetación que allí existe es una combinación de las selvas secas de la costa occidental de México. No existen mamíferos nativos, pero hay una población de borregos introducidos. Esta isla está habitada por un destacamento de marinos encargados de vigilar y proteger la soberanía del archipiélago y sus aguas adyacentes. El Golfo de México y Mar Caribe Las costas de golfo abarcan desde la desembocadura del Río Bravo, en la frontera con los Estados Unidos de América hasta Cabo Catoche en la Península de Yucatán, y se distingue, a diferencia del litoral del Pacífico, por tener extensas playas arenosas. En el Golfo de México, particularmente en la sonda de Campeche, que se localiza frente a la costa occidental de la Península de Yucatán, se captura más de la mitad de peces del país, como el pargo, el huachinango, el mero y la sierra, la tercera parte del camarón, el 40% de moluscos como el ostión y el 20% de túnidos. En este mar se localizan 35 islas, sin contar aquellas que están dentro de las lagunas costeras. En su mayoría están formadas por arrecifes coralinos y arena, son de poca altura y escasa vegetación. Sobresale Isla del Carmen, que enmarca a la Laguna de Términos en Campeche. Es la más poblada de México, con más de 170 mil habitantes. Sustenta su economía en la industria de la pesca del camarón. Es la base de operación de más de 200 barcos camaroneros. Tres especies de camarón: café, rosado y blanco son capturados para su exportación. Esta pesquería es la que más divisas aporta al país. Sin embargo, su forma de captura por medio de redes de arrastre ocasiona en el ambiente mucha destrucción. En contraste con el Golfo de México, las costas del Mar Caribe tienen una plataforma costera muy estrecha. El fondo desciende bruscamente hasta alcanzar en pocos kilómetros grandes profundidades. Frente a las costas de Quintana Roo y Belice se extiende en forma paralela a la costa la segunda barrera arrecifal más grande del mundo, sólo superada por la gran barrera arrecifal de Australia. Los arrecifes son considerados como la comunidad marina con mayor diversidad de formas de vida, equivalente a las selvas tropicales siempre verdes. La estructura de un arrecife está compuesta fundamentalmente por corales duros y blandos, algas calcáreas, esponjas y tubos de gusanos poliquetos. Entre los animales que constituyen 11 los arrecifes coralinos se encuentran todos los grupos de animales marinos y algunos vegetales. Las innumerables oquedades y túneles que se forman entre los corales son el refugio y hogar de cangrejos, camarones, caracoles, gusanos y una gran variedad de peces multicolores. En este mar tropical se encuentran varias islas formadas por arrecifes coralinos o por el mismo material calizo de la Península de Yucatán. Isla Contoy está formada por dunas cubiertas de arbustos y árboles. Es el sitio de anidación de gaviotas, pelícanos, fragatas y tortugas marinas, como la de carey. La presencia de agua dulce y su tamaño propiciaron el establecimiento de poblaciones en las islas Mujeres y Cozumel. En las últimas décadas el turismo ha provocado en estas islas alteraciones en plantas y animales, tanto terrestres como marinos. Este mar también provee recursos marinos. Entre la barrera arrecifal y la costa se forma una laguna arrecifal, lugar poco profundo y aguas claras de fondo arenoso donde crecen praderas de pastos marinos. En estos sistemas lagunares viven diversas especies de invertebrados marinos, como la langosta y el caracol. En el caribe mexicano existen tres especies de langosta espinosa que es explotada comercialmente. Su pesquería contribuye con el 33% de la producción nacional. Bibliografía consultada Cantú, A, F. Eccardi, E. Lira, J. Ramírez, M. Serrato y A. Zavala. 1991. México diverso. Un encuentro con su naturaleza. ISSSTE. México. Eccardi, F. y V. Toledo. 2003. México naturaleza viva. Lunwerg. España. Mittermeier, R. A., P. Robles Gil y C. Goesttch. 1997. Megadiversidad. Los países biológicamente más ricos del mundo. Cemex. México. p. 503 Ramamoorthy. T. P., R. 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