LAS REFORMAS DE SOLÓN En torno al 600 aC., Atenas estaba adentrada en una grave crisis a nivel económico, social y político. Es entonces cuando aparece la figura de Solón (638 aC - 558 aC), poeta y legislador griego, considerado uno de los “Siete sabios de Grecia” por su sabiduría política práctica, convertido a mediados del s. IV aC. en un símbolo de la ideología democrática. Solón ocupa un lugar excepcional dentro la historiografía antigua aun cuando tan sólo conocemos su figura a través de los fragmentos de su obra poética y de lo que dicen otros autores como Aristóteles o Plutarco. Solón pertenecía a la familia aristocrática de los Medóntidas, que se dedicaba posiblemente a actividades comerciales. Plutarco dice que en 594 aC. Solón fue escogido magistrado supremo (arconte) en relación con un acontecimiento de política exterior como fue la recuperación de Salamina, lucha exhortada por una de sus elegías. Por lo visto, Solón dirigió la guerra y el triunfo que Atenas obtuvo en ella afianzó su autoridad y le permitió, como mediador y árbitro de la vida política, llevar a cabo una serie de reformas que abarcaron toda la organización social, intentando controlar así el desorden civil, producto de las leyes de Dracón y de la esclavitud por deudas de muchos campesinos. Antes de todo, hay que tener en cuenta que, en general, sólo se han conservado referencias por parte de diferentes autores, como por ejemplo Heródoto, Aristóteles y Plutarco, que se limitaron a indicar de qué trataban cada una de las leyes pero que, en ningún momento, se ha conservado el texto de las leyes. Solón reformó la constitución de Atenas haciendo varias medidas que fueron cruciales para el éxito que tuvieron finalmente las reformas democráticas de Clístenes, un siglo después, pues facilitaron la transformación del estado aristocrático en una oligarquía de base económica que fue el preludio de la democracia de Atenas. Probablemente, Solón fue el primero en conceder parte del poder judicial al pueblo. Entre sus medidas destacan la anulación de las deudas de los campesinos áticos y la liberación de las tierras, la abolición de la esclavitud por deudas, que proporcionó una cierta protección legal a los ciudadanos más humildes contra la explotación. Solón puso rentas a los plutócratas y concedió un margen adecuado de poder y responsabilidades a los ciudadanos moderadamente ricos, remodeló el calendario, reguló el sistema de pesas y medidas, introdujo la Heliaia (juicio por jurado) y creó el Consejo de los Cuatrocientos (Boulé) y el Consejo del Areópago. La reforma más importante atribuida a Solón es la del sistema timocrático que consistió en una reorganización general de la jerarquía social determinando en función de ella la participación en los cargos políticos y militares. Así, la población libre ática, excepto los metecos, quedó distribuida en cuatro clases censitarias (tele) que tenían como base la riqueza expresada en medimnos, una medida de producción agrícola que equivalía a 51,80 l. los áridos y 40 l. los líquidos. De esta forma, la posición superior la ocupaban los pentakosimédimnoi, ciudadanos que poseían 500 medimnos, seguidos por los hippeis o caballeros, que eran quienes poseían más de 300 medimnos o tenían la capacidad de costear un caballo. A continuación seguían los zeugitas con más de 200 medimnos y, por último, losthetes, pequeños campesinos y artesanos con ingresos inferiores a los 200 medimnos. En la descripción de Aristóteles (Constitución de los Atenienses, 7, 2), éste sugiere que esta división existía previamente, al menos en líneas generales, y que el único grupo que faltaría sería el de los pentakosimédimnoi. Aun cuando en las fuentes se dejan claras las relaciones existentes entre la riqueza y la categoría social, no se explica, en cambio, cómo se estimaban las rentas ni cómo se establecían las equivalencias entre las mismas medidas de productos diferentes, que seguramente tendrían un valor diferente, puesto que los productos líquidos, al necesitar un proceso de elaboración tienen costes mayores. Por otra parte, en época de Solón, los sectores económicos de producción industrial y comercial habían llegado a una gran extensión y desarrollo, ello nos hace preguntarnos cómo se contabilizaba y se evaluaba la riqueza que no provenía directamente de la agricultura, aunque es lógico pensar que debía existir alguna forma que evaluara todo tipo de riqueza. Esta división también sirvió de base para distribuir las organizaciones militares entre los ciudadanos: los pentakosimédimnoi deberían proporcionar todo tipos de suministros en tiempos de guerra, los hippeis prestaban sus servicios en la caballería, los zeugites formaban la infantería pesada, los hoplitas, y debían de ir a la guerra con el armamento completo costeado por ellos y, por último, los thetes, servían en la infantería ligera (gimnetes) y en la flota. Aún así, lo más importante de esta reforma es que la división censitaria sirvió para determinar los derechos políticos de los ciudadanos, estableciendo que lospentakosimédimnoi y los hippeis tuvieran acceso a todas las magistraturas, es decir, que tuvieran plenos derechos políticos, activos y pasivos, por lo tanto, podían escoger y ser escogidos para cualquiera de los órganos de gobierno, incluido el arcontado. Los zeugites, en cambio, tenían limitados sus derechos puesto que no podían formar parte ni del arcontado ni del Areópago, mientras que los thetes tan sólo tenían acceso libre a una asamblea desprovista de poderes reales y ejecutivos y no podían ser escogidos en ninguna magistratura. Posiblemente, la frase “a aquellos que pertenecían a los thetes sólo les concedió que formaran parte de la asamblea y de los tribunales” (Constitución de los Atenienses, 7, 8) sea de época posterior ya que algunos autores consideran que, si esto fuera cierto, quienes no intervenían en la guerra como combatientes podían decidir sobre ella en la asamblea. Los órganos de gobierno a los que hace referencia Aristóteles son el Areópago y el Consejo de los Cuatrocientos. El Areópago conservó su carácter de tribunal supremo en los asuntos criminales más importantes y ostentaba, aun cuando de forma imprecisa, el dominio y el control del estado ateniense. Era un cargo vitalicio que estaba formado por aristócratas, familias poderosas y por los que habían sido arcontes, puesto que éste era un cargo anual. En su composición se modificó el acceso ya que, teóricamente, podían entrar ciudadanos no eupátridas, pertenecientes a las dos primeras clases. Las funciones administrativas que tenía pasaron a la asamblea y a la Boulé. El Consejo de los Cuatrocientos o Boulé se cree que fue un nuevo órgano creado por Solón, formado por cuatrocientos ciudadanos, cien por clase social. Aun cuando existen dudas sobre cuáles eran sus funciones, se cree que se ocupaba de proponer leyes y de preparar las reuniones de la ekklesia. No obstante, la Boulé tan sólo es mencionada por Aristóteles y por Plutarco, quienes no especifican entre quiénes se escogían los miembros ni cómo se escogían ni cuánto tiempo duraba su mandato. Esto, sumado a que no se tiene más información de que existiera otro consejo fuera del Areópago hace que la mayoría de historiadores modernos se muestren escépticos respeto su existencia. Con esta reforma, Solón abolió el privilegio de la aristocracia a acceder al arcontado exclusivamente por el derecho de nacimiento y posibilitó a aquellos artesanos y comerciantes con recursos participar en la vida política por medio de un sistema de equivalencia en ganado o en dinero, aun cuando este último aspecto ha sido cuestionado al no existir un acuerdo sobre la difusión de la moneda en aquella época. Los eupátridas perdían así buena parte de la exclusividad del poder viéndose obligados ahora a compartirlo con nuevos ricos de apellido plebeyo. La finalidad de la reforma se acostumbra a concretar en el deseo de incrementar la capacidad militar ateniense aumentando el número real de jinetes y hoplitas, obligados a dar prestación, aun cuando su efecto sobre la sociedad ateniense fue más bien el incremento de la competitividad. Solón intentó complacer a todos los sectores sociales pero las reformas no satisficieron a ninguno de éstos, implicados en la stásis: los eupátridas, no aceptaban la pérdida de privilegios y de dinero, deseaban volver a la situación anterior; el campesinado exigía el reparto de tierras; y los sectores no aristocráticos (zeugitas) no se resignaban a que los aristoi continuaran conservando una considerable influencia política mediante el arcontado. Por todo ello, Solón se vio obligado a abandonar Atenas hasta que se calmaran los ánimos. Aún así, sus reglas y normas quedaron vigentes hasta en torno el año 570 aC. BIBLIOGRAFÍA -BLÀZQUEZ, J. M., LÓPEZ MELERO, R. y SAYAS, J. J. 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