www.netpol.es LESIONES ¿A qué Policía no se le ha dado el caso de llegar a una pelea en una zona de copas y se ha encontrado a uno o varios implicados con cortes, sangre y lesiones de diversa consideración? ¿Quién no ha dudado en si procedía o no la detención en esos casos? Está claro que cuando hay fractura de algún hueso, ha habido apuñalamientos o el médico de las asistencias te dice que el estado del lesionado es grave, no hay duda en la detención del autor que se encuentre presente…. Pero ¿qué pasa cuando las lesiones no son tan claras? ¿Cuándo no sabemos si las mismas deben seguir un tratamiento y si dicho tratamiento está dentro del tipo penal? El delito de lesiones es uno de esos delitos con los que nos encontramos cientos de veces y en los que, sin duda, más dudamos. Y eso es porque la formulación del Código Penal es abierta y poco clara, debiendo acudir a la jurisprudencia en muchísimas ocasiones para determinar lo que es y lo que no es delito, distinguiéndolo de la mera falta. En el actual Código Penal se encuentra regulado en el art. 147 y siguientes del texto legislativo. Nos vamos a basar en éste artículo 147, puesto que policialmente, el 49 | P á g i n a www.netpol.es resto de articulado referente a las lesiones (mutilación, pérdida de miembros, etc.) no plantea dudas. Así: Artículo 147 C.P.: 1. El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión que menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental, será castigado como reo del delito de lesiones con la pena de prisión de seis meses a tres años, siempre que la lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico. La simple vigilancia o seguimiento facultativo del curso de la lesión no se considerará tratamiento médico. Con la misma pena será castigado el que, en el plazo de un año, haya realizado cuatro veces la acción descrita en el art. 617 de este Código. 2. No obstante, el hecho descrito en el apartado anterior será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses, cuando sea de menor gravedad, atendidos el medio empleado o el resultado producido. 50 | P á g i n a www.netpol.es Como vemos, la acción consiste en causar una lesión que menoscabe su integridad física corporal, su estado de salud física o su estado de salud mental. El problema consiste, desde el punto de vista operativo, en determinar cuándo procede la detención al encontrarnos ante un delito o simplemente filiar y dejar marchar por tratarse de una falta de lesiones. Operativamente, el delito de lesiones en la mayoría de los casos, lo encontramos en zonas de ocio donde se producen peleas y reyertas en donde el Policía tiene que valorar hechos objetivos para determinar, en pocos minutos, si procede o no la detención del autor de los hechos, aunque también nos encontramos ante éste dilema en riñas familiares, discusiones de tráfico, etc. El principal indicio para determinar si nos encontramos ante un delito o una falta de lesiones nos lo dan los miembros de los servicios asistenciales que acuden al lugar a realizar la primera cura. Así, aunque los facultativos últimamente tienden a no valorar la gravedad de las lesiones como hacían antes, sí que nos indican si procede el traslado a Centro Hospitalario, si a su juicio procederá dar puntos o no al perjudicado, e incluso en algunos casos, nos dan su opinión sobre la gravedad de las lesiones. Esto es un fuerte indicador de nuestra actuación posterior. Pero solamente es eso: un indicador. El Policía debe basarse principalmente en sus conocimientos 51 | P á g i n a www.netpol.es jurídicos, en la experiencia y en el sentido común para valorar la situación y proceder en consecuencia. Hay muchos mitos sobre el particular. El tema de los puntos de sutura requeridos para una sanidad completa de la víctima genera una amplia controversia en esas mini reuniones que, a pie de calle, inciden en la determinación de la actuación operativa correcta, cuando los policías tienen que valorar los datos que tienen en su mano. “Para ser considerado delito tienen que darle X puntos de sutura” (rellene el lector el número de puntos que sustituya a la X en ésa ecuación, según haya oído a unos u otros compañeros o jefes en éstos casos)… Tres puntos, cinco puntos y hasta diez puntos son los que se encuentran en el top ten de los mitos que he escuchado a lo largo de mi carrera profesional. La realidad es que UN SOLO PUNTO DE SUTURA (no de aproximación) constituye ya por sí solo un acto quirúrgico que se encuentra encuadrado perfectamente en el tipo penal, por lo que nos encontraríamos ante un delito de lesiones del tipo básico. Otra cosa sería que luego, ante la menor gravedad de las lesiones efectivas, se aplicara el tipo penal atenuado del artículo 147.2 en lugar del básico, pero policialmente eso no tiene relevancia. 52 | P á g i n a www.netpol.es Esta afirmación no es gratuita, sino que la avala el Tribunal Supremo y otros órganos judiciales en diversas sentencias, y para ello analizamos los siguientes aspectos y declaraciones judiciales: • Concepto de “Primera asistencia”: La primera asistencia facultativa equivale al INICIAL DIAGNÓSTICO O EXPLORACIÓN MÉDICA (SSTS 1021/2003, de 7 de julio; 898/2002, de 22 de mayo y 1689/1999, de 27 de septiembre). Aquí nos encontraríamos a los actos médicos que realiza el SAMUR o el Médico de Urgencias al que acude la víctima. • Concepto de “Tratamiento médico”: Se debe entender por tratamiento a los efectos del art. 147 CP, LA PLANIFICACIÓN O ESTABLECIMIENTO DE UN CONJUNTO O ESQUEMA DE ACTUACIONES de carácter médico o quirúrgico que, en relación con un menoscabo de la salud física o mental, se consideran objetivamente necesarias para la curación, para la reducción de sus consecuencias o para la recuperación, en la medida en que en cada caso sea posible según el estado de la ciencia y las peculiaridades del caso concreto, prescritas por un Médico, con independencia de que se acuerden o impongan en el curso de la primera asistencia o ulteriormente, y de que la actividad posterior en que consistan se lleve a cabo por el propio Médico o se encomiende a sus auxiliares sanitarios o 53 | P á g i n a www.netpol.es incluso al propio lesionado. Las predichas actuaciones pueden consistir en el sometimiento a determinadas actuaciones médicas o médicoquirúrgicas, en la administración de fármacos o en la realización de determinados comportamientos, quedando excluidos del concepto el mero seguimiento o vigilancia de la evolución de la lesión. Resumiendo y aclarando: 1) Conjunto o planificación de unas actuaciones médicas. 2) Puede realizarlas ése médico, otro, otros facultativos de menor rango o el propio lesionado (ingesta de medicación paliativa, como la prescripción de antiinflamatorios cada X horas). 3) Este tratamiento no necesariamente debe ser prescrito posteriormente a la “Primera asistencia”, es decir: el médico de urgencias puede prescribir directamente un tratamiento a seguir por el paciente para su sanación y recuperación. Ejemplos: • La víctima va al Centro Asistencial y el médico explora y simplemente elabora el oportuno parte médico, dándole el “alta” sin más: estaríamos ante una falta de lesiones, ya que no se ha 54 | P á g i n a www.netpol.es prescrito un tratamiento que deba seguir para su sanación. • La víctima acude al Centro Asistencial y el médico explora, cura y prescribe un tratamiento a seguir durante tres, cinco, veinte o los días que haga falta para, a su juicio, conseguir una sanación de las lesiones causadas: Delito de lesiones. Lo decisivo, por lo tanto, es que la prescripción médica sea necesaria para la curación. En el mismo sentido, la STS 98/2007, de 16 de febrero, que añade que existe tratamiento, desde el punto de vista penal, en toda actividad posterior tendente a la sanidad de las personas, si está prescrita por el Médico, incluida la administración de fármacos o la fijación de comportamientos (antiinflamatorios, reposo, etc). Insisto en que no es necesaria que la prescripción médica sea posterior en el tiempo a la “Primera Asistencia”, porque, como dice la STS 1100/2003, de 21 de julio, si la primera asistencia es de tal importancia que por sí sola lleva consigo la planificación de unas atenciones facultativas a realizar en tiempo posterior, tal primera asistencia ya es tratamiento médico a los efectos de que hayan de sancionarse los hechos como delito del art. 147 y no como falta del 617.1. Y, en fin, recogiendo en buena medida la anterior doctrina, la STS 1469/2004, de 15 de diciembre señala que el concepto de tratamiento médico parte de la 55 | P á g i n a www.netpol.es existencia de un menoscabo a la salud cuya curación o sanidad requiere la intervención médica con planificación de un esquema de recuperación para curar, reducir sus consecuencias, o, incluso, una recuperación no dolorosa que sea objetivamente necesaria y que no suponga mero seguimiento facultativo o simples vigilancias. Es, pues, una planificación de un sistema de curación o de un esquema médico prescrito por un titulado en medicina con finalidad curativa. Aunque ese tratamiento tendente a la sanidad del lesionado lo decida o prescriba un Médico o facultativo sanitario, no entorpece para que la actividad de materialización posterior la realice el propio Médico o la encomiende a auxiliares sanitarios, o incluso se imponga al paciente a través de la prescripción de fármacos o a medio de la fijación de comportamientos a seguir (dietas, rehabilitación, etc.). Para comprobar si realmente nos hallamos ante un tratamiento médico no debemos pasar por alto la flexibilidad del art. 147 CP a la hora de prever las penas para el delito básico de lesiones, en el que advertimos la existencia de un número segundo, que permite suavizar la pena para aquellos casos en que no obstante existir tratamiento médico, el hecho no revistiere especial gravedad, circunstancia que aconseja no ser excesivamente rigurosos a la hora de establecer exigencias o condicionamientos en la delimitación del concepto de tratamiento médico, si no queremos que se 56 | P á g i n a www.netpol.es produzca una desprotección del bien jurídico que la Ley quiere tutelar. Ejemplo: “Al lesionado se le prescribió el uso de un collarín cervical y es indudable que ello no obedeció a medidas precautorias o cautelas con proyección en el futuro, sino que fue consecutivo a la lesión y, dada su naturaleza, medio necesario o de todo punto conveniente para evitar el dolor y obtener la sanidad lo más rápidamente posible.” A nadie pasa por alto, por muy escasos conocimientos médicos que posea, que para un esguince cervical resulta esencial, en términos generales (con exclusión de casos de especial gravedad), la inmovilización de las vértebras cervicales, en una determinada postura, función que cumple el collarín prescrito. En lo concerniente a la ingestión de fármacos (analgésicos y antiinflamatorios) es indudable que no iban a estar tomándose sine díe, sino conforme a un plan médico que estableciera unos límites en su dosificación y administración que el paciente debe seguir, haciendo él mismo notar cualquier contratiempo, complicación o efecto secundario que advierta, con objeto de que el propio Médico pueda variar, intensificar o suprimir el tratamiento inicialmente impuesto, si lo estima conveniente. 57 | P á g i n a www.netpol.es ¿QUÉ SE HA CONSIDERADO Y QUÉ NO SE HA CONSIDERADO TRATAMIENTO MÉDICO? Se ha considerado tratamiento médico: • La inmovilización de un tobillo o la colocación de collarines cervicales (STS 1441/2004, de 9 de diciembre [LA LEY 10694/2004], con cita de abundante jurisprudencia). • Recurrir a medicación posterior: La STS 411/2009, de 17 de abril [LA LEY 49555/2009], señala que el tratamiento médico se integra también cuando se haya recurrido a medicamentos necesarios para controlar un determinado proceso posterior a una herida, siempre que el paciente pueda sufrir efectos secundarios que comportan un riesgo de una perturbación no irrelevante para la salud. • El tratamiento del dolor y la necesidad de reposo para permitir la curación también configuran una gravedad de la lesión que no justifica la atenuación de la pena que, en definitiva, el art. 617 CP prevé para simples malestares corporales que carecen de relevancia patológica (169/2008, de 8 de abril [LA LEY 74069/2008]). • Los puntos de sutura, sea cual sea el número aplicado (STS 751/2007, de 21 de septiembre). No se ha considerado tratamiento médico: 58 | P á g i n a www.netpol.es • Las simples vigilancias o seguimientos facultativos (880/2008, de 17 de diciembre [LA LEY 244042/2008]). • Tomar analgésicos durante tres días (STS 724/2008, de 4 de noviembre), si bien la misma Sentencia destaca que no faltan, sin embargo, resoluciones que estiman que la ingesta de fármacos o analgésicos sí puede integrar el concepto de tratamiento médico, si bien en la mayoría de los casos se trata de lesiones acompañadas de otros menoscabos físicos objetivados mediante el oportuno dictamen médico (con cita de las SSTS 91/2007, 12 de febrero, 38/2005, 28 de enero, 1469/2004, 15 de diciembre, 1049/2004, 24 de septiembre, 523/2002, 22 de marzo y 1632/1999, 14 de enero). • La ayuda de un gabinete psicológico (STS 1436/2004, de 13 de diciembre, si bien la STS 1020/2007, de 29 de noviembre, tras confirmar que el tratamiento psicológico impuesto por un psicólogo clínico, a pesar de su importancia y de sus posibles efectos beneficiosos para aquel a quien se aplica, no puede identificarse a efectos penales con el tratamiento médico quirúrgico exigido por el tipo, pues en la interpretación que del mismo ha realizado la doctrina y la jurisprudencia (SSTS 1406/2002, de 27 de julio y la 55/2002, de 23 de enero, 2259/2001, de 23 noviembre, entre otras), señala como uno de los 59 | P á g i n a www.netpol.es requisitos el que la prescripción sea realizada o establecida por un Médico como necesaria para la curación, matiza que el tratamiento psicológico estará incluido en la mención legal cuando haya sido prescrito por un Médico, Psiquiatra o no, pues en eso la Ley no distingue, y constituyen cuestiones organizativas ajenas al marco legal. Lo relevante es que la prescripción de ese tratamiento psicológico efectuado lo sea por un Médico o lo encomiende a los profesiones en la materia objeto del tratamiento (SSTS 355/2003, de 11 de marzo, 625/2003, de 28 de abril, 2463/2001, de 19 de diciembre), o psicólogos para la aplicación de la correspondiente terapia, en aquellos casos en que éstos están facultados para prestarla y sea más conveniente para el paciente. • Los puntos de aproximación, que requieren una primera intervención sin tratamiento médico posterior LOS PUNTOS DE SUTURA Y DE APROXIMACIÓN: Como hemos visto en el epígrafe anterior, los puntos de aproximación, si no necesitan actividades complementarias más allá de su retirada y vigilancia (que es lo normal) NO constituyen tratamiento médico, por lo que no se podrían encuadrar en la figura delictiva del artículo 147.1 del Código Penal. 60 | P á g i n a www.netpol.es Sin embargo, los puntos de sutura, cualquiera que sea su número, en los que hay un procedimiento de costura, según reiterada doctrina de esta Sala, constituye por sí solo un tratamiento quirúrgico, aunque únicamente lo sea de cirugía menor (STS 751/2007, de 21 de septiembre), encuadrado por tanto en el tipo penal. Tratamiento quirúrgico: Por tratamiento quirúrgico debe entenderse la realización de cualquier intervención médica de esta naturaleza (cirugía mayor o cirugía menor), que sea objetivamente necesaria para reparar el cuerpo humano o para restaurar o corregir cualquier alteración funcional u orgánica producida por las lesiones (STS 1021/2003, de 7 de julio). En sentido análogo, las SSTS 1682/2000, de 31 de octubre y 1531/1998, de 9 de diciembre, entre muchas otras) consideran que “Los puntos de sutura se consideran tratamiento quirúrgico (STS 871/2008, de 17 de diciembre; ATS 1618/2008, de 4 de diciembre; STS 1021/2003, de 7 de julio, y STS 1100/2003, de 21 de julio, entre otras muchas), aunque fueran dados en la primera asistencia” (1432/1999, de 8 de octubre). En el mismo sentido, la STS 1441/2004, de 9 de diciembre, establece que es posible que en una sola 61 | P á g i n a www.netpol.es asistencia se imponga, diseñe y practique un tratamiento médico o incluso quirúrgico. ¿CABE LA TENTATIVA DE DELITO DE LESIONES? En principio, como en todos los llamados delitos de resultado, nada se opone a la posibilidad teórica de la tentativa en el delito de lesiones. Será preciso acreditar la concurrencia de los requisitos exigidos para el delito consumado excepto el resultado, que, por definición, no ha sido alcanzado. Sin embargo, habida cuenta de las exigencias contenidas en el art. 147 CP para que una determinada lesión sea considerada constitutiva de delito y no de falta, es necesario acreditar más allá de toda duda que, en el caso de que el resultado perseguido por el autor, según se desprende de su acción, se hubiera alcanzado, la curación de las lesiones causadas habría necesitado tratamiento médico o quirúrgico (1327/2003, de 13 de octubre). Ejemplos de tentativa de lesiones: • “A” apunta con una pistola a la pierna de “B”, disparando sin producirse la detonación por causas ajenas a su voluntad (fallo de la munición, intervención de un tercero…). En principio no se apreciaría una tentativa de homicidio por no apuntar a partes vitales, pero si es objetivamente apreciable que, de producirse el disparo, habría 62 | P á g i n a www.netpol.es causado lesiones de entidad suficiente para que hipotéticamente fuera necesario un tratamiento médico o quirúrgico para su sanación. • “A” tira una piedra o intenta golpear con un palo, un bate, una barra de hierro a “B”, objetivándose (por ejemplo con sus manifestaciones) que su intención no era matarle (“te voy a partir las piernas”). Por causas ajenas a su voluntad no se producen las lesiones, pero ha realizado los actos necesarios para causarlas. EN QUÉ INFLUYE EL USO DE MEDIOS PELIGROSOS? ¿Se convertiría en un delito de lesiones los menoscabos físicos que, de no haberse usado, serían meras faltas por el simple hecho de usarse en su causación medios peligrosos? Del tenor literal del artículo 148 deducimos que no, ya que dicho artículo explicita “las lesiones previstas en el apartado 1 del artículo anterior…” lo que implica que primero deben producirse las que por entidad tengan que considerarse lesiones, para luego aplicar la agravante de uso de medios peligrosos (entre otros). Recordemos que nos encontramos ante un delito de resultado, donde el resultado es lo definitorio del tipo, exigiéndose su causación para la apreciación del delito. 63 | P á g i n a