CUANDO GANAR NO LO ES TODO CUANDO GANAR NO LO ES TODO CUANDO GANAR NO LO ES TODO CUANDO GANAR NO LO ES TODO CUANDO GANAR NO LO ES TODO Existe una frase que todos hemos escuchado alguna vez, y es “lo importante es participar”. Recuerdo cómo, en más de una ocasión, al decir alguien de mi alrededor o yo mismo esta frase, algunas personas rebatieron rápidamente la misma casi hasta enfado. Sus argumentos, entonces, fueron así como “si no juegas para ganar entonces no ganarás nunca”, o “se juega para ganar”. Alguno iba más allá y afirmaba tajantemente “ganar lo es todo en la competición”. Autor: Héctor Sanz Navarro • Coach de Deportistas y Entrenadores de Élite • Coach para la Vida. 128 • Experto EDICIONen 72 Coaching Deportivo (Universidad Camilo José Cela) Coaching Deportivo © Artículo publicado en www.futbol-tactico.com Coaching Deportivo Coaching Deportivo EDICION 72 129 Ahora me gustaría echar un vistazo a la realidad, tal cual es. La realidad es que para que exista lo que conocemos como competición se necesitan rivales o contrincantes, alguien contra quien competir. Soy consciente que lo que voy a escribir en estas breves líneas le puede “escocer” a más de uno, e incluso es muy probable que muchos, al leer esto, discrepen totalmente acerca de mi visión sobre el deporte o la competición; en cualquier caso asumo cualquier crítica como positiva y espero, también, que a algunos otros les aporte algo esta, mi visión. Vamos a ello. Hemos dicho, hace un instante, que también compites contra ti mismo – cuando tratas de superarte - , sin embargo parece esto último no ser suficiente para el ser humano, de ahí que busquemos rivales con los que competir, y por tanto, tratar de ganar y quedar por encima, como si esto demostrase algo. Sucede que, por desgracia, vemos en muchas competiciones – con demasiada frecuencia, dicho sea de paso – situaciones llenas de frustración, sufrimiento, tristeza, ira, rabia e incluso grandes dosis de agresividad. Lo que nos lleva a presenciar tales situaciones no es más que la excesiva importancia que se le ha otorgado a la competición. Así, si no hay rival no hay competición. Me gustaría que ahora, si has sido o eres deportista, trates de recordar un día en el que, llegado al lugar donde ibas a jugar o a competir, te encontraste con que el rival no vino o no se presentó. Medios de comunicación, aficionados y empresas varias, han convertido el fútbol en un grandísimo negocio, donde se mueven cantidades auténticamente mareantes. Hoy en día es habitual que un jugador profesional tenga una nómina de 250.000 euros al año, siendo muchos también los que llegan al millón anual. Si te ha sucedido alguna vez, recordarás que en aquel momento había dos grupos de jugadores: los que se alegraron por tener el juego por ganado al no haberse presentado el rival, y los que se entristecieron por no haber podido disfrutar del juego. Si fuiste de estos últimos, seguramente recordarás el sentimiento de vacío o decepción que sentiste en aquel momento, al ver que no ibas a poder jugar. Nos hemos acostumbrado a escuchar estas cifras, de ahí que ahora, al escucharlas o leerlas, nos parezcan de lo más normal. No obstante indican algo claro, y es lo que decía al principio: la gran relevancia que ha cobrado – en este caso hablamos del deporte rey, el fútbol – la competición. Así es, acabas de verlo claro: el “rival” es un colaborador. Sin rival no hay juego, sin colaborador no hay posibilidad de desarrollar lo que más te gusta hacer, jugar y disfrutar jugando, ni existe la oportunidad de mejorar tus habilidades, probar cosas nuevas o ver hasta dónde te ha hecho progresar todo el duro entrenamiento al que te has estado sometiendo. Pero veamos qué quiere decir competir…y si es la mejor opción. Competir quiere decir rivalizar con alguien para conseguir un fin, esto es lo que básicamente significa. Yo compito contigo por un trozo de pan, por un trofeo o por un millón de euros. Desde bien pequeñitos, en el colegio, nos enseñan a competir. Sí, así es, nos enseñan a competir haciendo exámenes, comparando a ver quién es el que saca las mejores notas. Esto indica la profunda gratitud que, si actuásemos con coherencia, sentiríamos hacia nuestro “rival colaborador” por poder compartir el juego. ¿Entonces en realidad es competir o es compartir? Nos enseñan a competir desde bien pequeños, cada vez que nos dicen que estudies mucho para así, el día de mañana, poder ganarte bien la vida (curiosa frase esta) y así optar a cosas a las que otros no podrán optar, etc, etc. Como decía al principio, vemos miles de patadas a destiempo en los partidos; vemos ira descontrolada en ocasiones con golpes de todos los colores, vemos rabia hacia el rival como si éste fuera un problema en lugar de lo que realmente es, una bendición. Después nos explican que competir te ayuda a crecer en autoestima (siempre que ganes, claro), te ayuda a superarte a ti mismo – es decir, compites también contra ti mismo, doble competición – y que te servirá para ser más fuerte en otros aspectos. 130 EDICION 72 Coaching Deportivo Desde hace ya demasiado tiempo se ha instaurado el ganar a toda costa, y esto incluye olvidarse de la importancia que tiene el hecho de que enfrente tengamos a un grupo de jugadores que comparten con nosotros sus habilidades e ilusiones. © Artículo publicado en www.futbol-tactico.com Coaching Deportivo 131 EDICION 72 Ojo, con todo esto no estoy queriendo decir que salgamos todos al campo de la manita y nos demos besos y abrazos durante todo el partido. Lo que estoy queriendo decir es que el respeto hacia el rival ha de ser máximo, y no como un tópico más, sino como una realidad consciente en la que se comprende realmente que es gracias al rival que existe juego y existe entretenimiento. Desarrollar canteras de jugadores conscientes de la importancia de compartir, colaborar y cooperar, en lugar de grabarles a fuego que lo único importante en la vida es ganar, esto dará lugar a un escenario deportivo/competitivo totalmente distinto al actual, y recordemos que el deporte y la competición es el espejo donde se miran millones de personas en todo el mundo. En más de una ocasión nos hemos sorprendido a la par que maravillado con gestos que llamamos “deportivos”, como dejarse meter un gol por haber metido uno injusto, o simplemente echar el balón fuera de banda para que un rival sea atendido por los servicios médicos, o darle la pelota a un rival para que enceste una canasta que significará el momento más feliz de su vida, etc, etc. Como decía, es curioso que a este tipo de escenas se les cuelgue la etiqueta de “gestos deportivos”, cuando no son en absoluto lo habitual en el deporte; es precisamente por lo poco que suceden que nos maravilla tanto cuando las vemos. Así, pasamos de querer ganar y ganar y ganar, a querer competir de manera sana y respetando al rival desde la gratitud del que se sabe ayudado. Y vuelvo a preguntarte, ¿no sería mejor verlas en todos y cada uno de los partidos y competiciones? Hace algunos meses le preguntaba a mi padre, que llegó a jugar en Segunda División unos cuarenta años atrás, cómo era el fútbol cuando él era joven. Más o menos este fue el diálogo que compartimos: • Yo: Papá, cuando tú jugabas a fútbol…¿se movía mucho dinero? • Papá: No, para nada. En aquella época se pagaba a pocos jugadores, y a mí en concreto no me pagaban nada. No es como ahora, que se pagan esas cifras tan grandes. • Yo: Entonces si no se pagaba como ahora, ¿por qué jugaban la mayoría de jugadores incluído tú? • Papá: Pues para divertirnos y pasarlo bien. La mayoría jugábamos solo para eso, aunque sí había algunos que se ganaban un sueldo con ello, pero no como ahora. En un mundo totalmente roto, en el que la ¿Qué necesidad hay de que, para que separación, la exclusión y la división están alguien gane, otro haya de perder? totalmente presentes mires donde mires, y fruto de la competitividad continua, la única salida hacia una humanidad mejor ¿Qué necesidad tiene el ser humano de nace en el extremo opuesto, la unión desde demostrar que uno es mejor que otro? la colaboración y cooperación, donde no existen ganadores o perdedores, sino personas con gustos o ideas afines con la intención de compartir todo ello para el máximo disfrute de todos, para el máximo desarrollo de todos y teniendo en cuenta a todos. No se trata tanto en sí de cambiar la competición, sino de cambiar la manera en la que se entiende la misma y en la que se desarrolla. Llenar los estadios de valores positivos, en lugar de llenarlo de valores negativos. 132 EDICION 72 Coaching Deportivo © Artículo publicado en www.futbol-tactico.com Coaching Deportivo 133 EDICION 72 Rescato este fragmento de nuestra conversación porque ilustra justo lo que explicaba. A medida que el dinero fue entrando en el juego, el pasarlo bien y divertirse fue saliendo del juego…y con ello muchos valores positivos. Existe un deporte bastante peculiar en alguna parte del mundo, el chinlone. Veamos algo más sobre el mismo: “Chinlone es el deporte tradicional de Birmania. El chinlone es una combinación entre deporte y baile, un equipo sin contrincante. Aunque el chinlone no es un deporte competitivo, se dice que es el deporte de balón con más competitividad. El fin no es perder o ganar, sino ver quién ejecuta las destrezas más bonitas con la pelota. Un único equipo de seis jugadores se pasan la pelota entre ellos con los pies y rodillas mientras van andando en círculos. Uno de los seis jugadores se mete dentro del círculo y empieza a hacer movimientos que se encadenan con otros, haciendo una especie de baile mientras hace virguerías con la pelota. Los demás jugadores le ayudan si se le escapa la pelota, pero sólo con un golpe. Si la pelota cae al suelo, el juego empieza de nuevo.” Es un deporte, como has leído, en el que lo que se busca es hacerlo bonito y disfrutar con el espectáculo. Esto no quita que sea un deporte muy antiguo, nada más y nada menos que 1500 años de antigüedad. Y si te estás preguntando si este deporte tiene profesionales del mismo, la respuesta es SÍ. Te animo a ver vídeos del mismo en Youtube, te sorprenderá. En un mundo en el que se han intercambiado las prioridades, en donde el dinero ha subido a la prioridad número uno y el ser humano ha sido relegado al número dos, es el momento de darle la vuelta y volver a lo coherente. El mundo sin personas felices no prospera ni medra, se estanca y se pudre. La unión hace la fuerza, y unidos es cuando se saca adelante cualquier proyecto, ya sea familiar, deportivo, empresarial…o de toda una humanidad. 134 EDICION 72 Coaching Deportivo © Artículo publicado en www.futbol-tactico.com Coaching Deportivo 135 EDICION 72