EL SAHARA ESPAÑOL capas superiores primeramente, y más tarde la de las capas más profundas. E n tales condiciones, la planta se ve obligada a vegetar con una humedad de un i por 1 0 0 en el suelo y una atmósfera muy seca. A causa de la casi carencia de agua en el suelo y de vapor de agua en la atmósfera, la planta no sólo no se puede beneficiar ni de la temperatura elevada ni de la luz intensa, sino que estos factores incluso se tornan desfavorables y limitan el desarrollo de la vegetación. La insuficiencia hídnca imposibilita, asimismo, a la planta para beneficiarse de la fertilidad del suelo. E n efecto, los suelos del desierto contienen, en general, bastantes elementos minerales para la nutrición de las plantas, y aquéllos son con frecuencia virtuaimente fértiles. Tales elementos minerales pueden renovarse por ascensión a partir de las capas del terreno más profundas. Por esta razón, la vegetación del desierto, cualquiera que sea su subestrato, tiene ampliamente aseguradas sus necesidades en elementos nutricios minerales. Pero estos recursos del nutrimento vegetal no pueden ser utilizados sino a condición de que haya suficiente agua para posibilitar su absorción. Esta insuficiencia hídrica constituye en este medio un factor inhibitorio y limitante con relación al rendimiento, que de otra forma podría obtenerse. A pesar de la fertilidad potencial de estos suelos, la planta vegeta mal y con suma dificultad en ellos. La insuficiencia de agua desencadena toda una sene de consecuencias desfavorables que agravan la hostilidad del medio enfrente de la expansión de la vegetación. E l aire seco absorbiendo la humedad de las capas superficiales del suelo provoca una continua ascensión de agua que arrastra consigo los cuerpos minerales disueltos en ella. E n virtud de esta corriente ascendente, las sales se desplazan de las capas profundas a las superficiales, y de este modo el suelo resulta enriquecido en elementos minerales dé condición nutricia para la planta. Pero juntamente con ellos ascienden las sales nocivas (cloruros, sulfates, carbonates) en tal cantidad, que la concentración de las aguas subterráneas aumenta, y esto hace que disminuya la capacidad de absorción de tales soluciones por las raíces. La presencia de sales nocivas viene a sumarse a la falta de agua, lo que repercute en la esterilidad de los suelos desérticos, que quedan convertidos en no aptos para la vida vegetal A consecuencia de todo esto (escasez de agua, evaporación intensa por causa de la elevada temperatura y concentración anormal de sales nocivas