FAMILIA Y FELICIDAD UN CíRCULO VIRTUOSO

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FAMILIA
y felicidad
un círculo
virtuoso
María Elena Arzola G.
Eugenio Cáceres C.
ROSITA CAMHI P.
Diego Farren G.
James J. Heckman
Andreas Hein W.
Sergio Urzúa S.
Eduardo Valenzuela V.
prólogo
cristián larroulet V.
Libertad y Desarrollo
FAMILIA Y
felicidad
un círculo
virtuoso
Libertad y Desarrollo
FAMILIA y
felicidad
un círculo
virtuoso
PRÓLOGO:
EditorA:
CRISTIÁN LARROULET V.
ROSITA CAMHI p.
COLABORADOres:
María Elena Arzola g.
Eugenio Cáceres c.
ROSITA CAMHI p.
Diego Farren g.
Andreas Hein w.
James J. Heckman
Sergio Urzúa s.
Eduardo Valenzuela v.
Libertad y Desarrollo
FAMILIA y
felicidad
un círculo
virtuoso
I.S.B.N. xxx-xxxx-xx-x
Registro Propiedad Intelectual N˚ xxxxxx
Publicado en Santiago de Chile.
Primera edición: octubre de 2007.
© Fundación Libertad y Desarrollo
Alcántara 498, Las Condes, Santiago.
Teléfono (56 2) 3774800
E-mail: [email protected]
http://www.lyd.org
Diseño: Alejandra Urzúa Infante
Impreso en Quebecor World Chile S.A.
Libertad y Desarrollo
Índice
Prólogo Cristián Larroulet V.
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I. REALIDAD DE LA FAMILIA EN CHILE 21
1. Tendencias de la familia en Chile Rosita Camhi P. 23
2. La familia en Chile: bases para la definición
de políticas públicas Eugenio Cáceres C.
55
II. FAMILIA Y FORMACIÓN DE CAPITAL HUMANO 97
3. Familia y habilidades como determinantes de logros 99
económicos y sociales James J. Heckman y Sergio Urzúa S.
4. Familia y logros escolares Rosita Camhi P. y M. Elena Arzola G.
143
I II. FAMILIA Y CONDUCTAS DE RIESGO 177
5. Padres involucrados y uso de las drogas:
un análisis empírico Eduardo Valenzuela V.
179
6. Familia y conductas de riesgo juvenil
Andreas Hein W. y Diego Farren G.
211
Libertad y Desarrollo
PRóLOGO
FAMILIA Y felicidad. un círculo virtuoso.
Libertad y Desarrollo
Por Cristián Larroulet V. *
La familia es la mejor escuela para enseñar valores a los niños,
el lugar más adecuado para que desarrollen su inteligencia emocional y
un arma eficaz para alejarlos de las conductas de riesgo. La familia tiene
un rol fundamental en la formación de círculo virtuoso del capital humano
de un país y en los futuros logros económicos y sociales de las personas.
Asimismo, es fundamental en la creación de capital social gracias a lo cual
los países son capaces de responder mejor a sus desafíos de convivencia y
resolución de sus problemas.
Todos queremos que nuestros hijos tengan mayores logros
en la vida y estos se basan en el desarrollo de dos tipos de habilidades: las
cognitivas, como lo son la inteligencia analítica y los conocimientos a cuya
formación contribuyen tanto el colegio como la familia, y las no cognitivas,
como lo son la inteligencia emocional, la disciplina y la persistencia, las que
se desarrollan fundamentalmente en el seno de la familia.
* Economista Pontificia Universidad Católica de Chile, Master of Arts en Economía Universidad
de Chicago, Estados Unidos. Director Ejecutivo de Libertad y Desarrollo y profesor de la
Universidad del Desarrollo.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
Las diferencias en los logros que es posible obtener en la vida
pueden estar influidas en gran medida por las características de la familia en
la cual se han desarrollado las personas. Entre éstas, influyen tanto la condición social y económica de la familia como la estructura y los cambios que
ella puede enfrentar a lo largo del tiempo. La evidencia empírica ha ido demostrando que la desintegración de la familia dificulta el logro de igualdad de
oportunidades en los niños y trae más pobreza.
Este es el enfoque que se le ha querido dar a este libro al
Libertad y Desarrollo
cual han contribuido destacados investigadores y académicos, incluyendo
dentro de ellos al Premio Nobel de Economía James J. Heckman, cuyas investigaciones acerca de los factores que influyen en la formación de capital
humano van a la vanguardia mundial y en donde la evidencia es aún escasa
en nuestro país, aun cuando en otros países ha sido ampliamente estudiada
y debatida. Este enfoque resulta fundamental para desarrollar nuevas y mejores políticas públicas que fortalezcan a la familia de manera real, alejando
la discusión desde el prejuicio de una u otra ideología y promoviendo su rol
esencial en la sociedad.
Desde hace algún tiempo, se observa en nuestro país una
tendencia cada vez más marcada a promover una mayor injerencia del Estado en asuntos de trascendencia familiar a través de instrumentos que han
ido debilitando aspectos tales como el rol de los padres en la educación de
sus hijos o en las posibilidades de opción por lo que crean más conveniente
para ellos. La evidencia mundial muestra que estas políticas, sustentadas la
mayoría en el Estado de Bienestar Europeo que ofrece protección en todos
los aspectos de la vida de las personas, terminan desincentivando el rol que
las familias y sus integrantes suelen ejercer. Ellas suponen modelos homogéneos de comportamiento familiar desconociendo además todas aquellas lealtades, solidaridades y obligaciones interpersonales que constituyen
el entramado mismo de la vida familiar y civil. De este modo, se termina
desplazando el rol de la familia por funcionarios y servicios estatales, des-
conociendo la diversidad de los aportes que la familia y las organizaciones
intermedias de la sociedad han tenido en nuestra cultura y el la formación
de capital social.
En su primera parte, este libro hace un diagnóstico de la
realidad de la familia en Chile y las tendencias que han ido ocurriendo en
esta materia. A partir de esta realidad se plantean algunas propuestas para
fortalecer su rol en nuestra sociedad.
Libertad y Desarrollo
Las tendencias en materia de familia muestran cambios
que se han ido acentuando en la última década. Los principales pueden
resumirse de la siguiente forma: hogares más chicos, menos hijos, menos
matrimonios, más convivencias, más hogares a cargo de una mujer, más
separaciones y más nacimientos fuera del matrimonio. A ello se suma una
sociedad que está envejeciendo y donde hay más personas que viven en
hogares unipersonales. Aun así la familia matrimonial con ambos progenitores es el tipo de familia que predomina: cerca del 60% de los hogares está
constituido por matrimonios, según el último Censo del 2002.
Un mayor detalle de estos cambios se analiza en el primer capítulo, donde Eugenio Cáceres, investigador de la Universidad de los Andes,
caracteriza la situación actual de la familia en Chile, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, dando cuenta de las transformaciones que esta
ha experimentado en las últimas décadas. La sociedad chilena le asigna una
gran importancia a la familia, lo que queda reflejado en diversas encuestas
de opinión pública. Estas señalan que para la mayoría de los chilenos la
familia es muy importante y la vía más valorada para alcanzar la felicidad de
las personas, aun cuando también hay otros estudios que señalan que la familia hoy debe cumplir mayores exigencias y expectativas lo que ocasiona
tensiones y problemas en su interior. Al analizar las principales tendencias
demográficas en nuestro país, el autor concluye que estamos muy cerca
de lo que se denomina invierno demográfico por la caída de la tasa de natalidad y fecundidad que hoy alcanza a 1,9 hijos por mujer, bajo lo mínimo
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necesario para la reposición de la población. Las tendencias familiares denotan cambios importantes en la composición de los hogares. Entre estos,
destaca: familias más chicas con un promedio de 3,6 personas, un aumento
de los hogares unipersonales o personas viviendo solas, los que alcanzan a
un 12% del total, más parejas casadas o convivientes sin hijos (27%) o con
un solo hijo (32,5%).
Por su parte, a pesar de que la población le otorga alta valoración al matrimonio como compromiso para toda la vida, se registra una
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disminución de los matrimonios y un aumento de las convivencias, que han
llegado a un 11% de la población total, así como un aumento de las nulidades que hoy representan un 11.5 por cada 100 matrimonios.
También el autor analiza el comportamiento de la situación
de la mujer. Ha aumentado su participación en la población económicamente activa, que hoy alcanza al 37%, hay más mujeres con educación superior, constituyendo un 47% de la actual matrícula universitaria. Esto por su
parte habría incidido en la menor tasa de fecundidad, que alcanza a 1,6 hijos
para las mujeres que trabajan fuera del hogar y 2,7 para quienes permanecen en sus casas. Se registra una mayor proporción de jefas de hogar, 31,5%
de los hogares según el último censo.
La mayor aspiración de las mujeres por ingresar al mercado
laboral les ha generado un dilema importante. Una encuesta de opinión
pública efectuada por Libertad y Desarrollo (2007) muestra que la mayoría
de la población manifiesta una opinión favorable a que la mujer trabaje fuera del hogar, pero al mismo tiempo sin descuidar la formación y educación
de los hijos, por lo que la principal aspiración parece ser el poder compatibilizar ambos aspectos.
Los cambios en las familias plantean interrogantes que aún
no tienen respuestas en términos de las políticas públicas que resulten más
apropiadas. Así el autor plantea aquellas que se relacionan con ¿quiénes
tendrán los niños necesarios para el desarrollo? ¿quién los criará? ¿cómo
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libertad y desarr o ll o
serán los hijos educados sin padre? ¿quién se hará cargo de los ancianos?
¿debe intervenir el Estado y cómo?
A partir de esto el autor plantea bases conceptuales para definir políticas públicas familiares y efectúa algunas propuestas para nuestro
país. Estas están orientadas principalmente a facilitar la integración familiar
a través de una mejor interacción de los propios miembros de la familia, sustentadas en la educación, formación y orientación familiar. Estas políticas de-
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bieran sustentarse en aspectos que respeten y promuevan la autoridad de los
padres en la educación de sus hijos, mantengan el rol subsidiario del Estado
en esta materia, formar padres de familia idóneos y más espacios en la comunidad que faciliten la calidad de vida familiar.
Por su parte, propone incentivar el rol de la familia como generadora del sustento demográfico del país, promover formas de conciliación
de vida familiar y laboral, mayor flexibilidad laboral, vivienda digna que permita un desarrollo adecuado de la vida familiar, protección a sus miembros
de adicciones como alcohol, tabaco y drogas, consolidar la institución matrimonial como base de la constitución familiar y potenciar el reconocimiento y
ventajas para los hijos y la sociedad, de familias bien constituidas.
Con el objeto de dar un orden de magnitud a las tendencias
que se están registrando en Chile, en el segundo capítulo Rosita Camhi,
investigadora de Libertad y Desarrollo, analiza las principales tendencias
de la familia chilena, en términos comparativos con lo que ocurre en otros
países de similar o mayor desarrollo que el nuestro. La tasa de crecimiento
poblacional que alcanza a 1,2 personas por cada 100 habitantes nos sitúa al
mismo nivel de otros países latinoamericanos como Argentina o Brasil y es
inferior a lo que ocurre en EE.UU. (0.8), Noruega y Francia (0.4) o Irlanda (1.2).
Por su parte, la tasa de fecundidad o el promedio de hijos por mujer que es
actualmente de 1,9 hijos, bajo el nivel de reemplazo, resulta inferior a la registrada en otros países latinoamericanos como Argentina (2.4), México (2.5)
o Brasil (2.2). Esto está incidiendo en un aumento del índice de vejez, donde
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se estima que de un total de 1,7 millones de habitantes mayores de 60 años
el año 2002, llegaremos a 3 millones el 2020. Esto indudablemente planteará
nuevas demandas a nuestra sociedad que hasta ahora no han sido consideradas con suficiente énfasis a nivel de las políticas públicas.
Al analizar la conformación de los hogares en el país, se constata que la mayoría, cerca del 60%, están conformados por parejas casadas aún
cuando en los estratos de menor nivel socioeconómico son mayores las convivencias (48% están casados y 13% conviven). Aún así, los matrimonios han
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ido disminuyendo en nuestro país, desde una tasa de 8 a 4 por mil habitantes
según los últimos Censos y la edad media de los contrayentes ha aumentado
desde 24 a 26 años para mujeres y desde 27 a 29 años para los hombres.
Los nacimientos fuera del matrimonio constituyen hoy tal vez
el problema más importante en materia familiar, dado que han ido aumentando en forma impactante, alcanzando a un 54% en la actualidad, cifra que
además resulta bastante superior a otros países de mayor desarrollo como
Irlanda, Estados Unidos o Italia. No obstante hay que tener presente que
esta cifra está influida por la fuerte caída de la natalidad de mujeres casadas
y la mantención de dicha tasa en mujeres no casadas. Dentro de esta cifra,
el grupo de mayor riesgo está constituido por las adolescentes, que en su
gran mayoría terminan desertando del colegio y con ello ven reducidas sus
posibilidades de surgimiento socioeconómico futuro. Actualmente, estos
alcanzan a 13% del total de nacimientos del país.
Respecto de la participación laboral de la mujer, que es uno
de los aspectos que influye en las tendencias familiares actuales, esta resulta inferior a la registrada en otros países latinoamericanos como Brasil y
bastante inferior que la de países desarrollados. Ello obedecería a diversos
factores como percepciones culturales respecto de su rol en el hogar y cuidado de los hijos, pero también la existencia de diversas restricciones laborales que hacen más costosa la contratación de mujeres, así como la falta de
alternativas de cuidado infantil en los grupos de menor nivel socioeconó-
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mico. Es aquí donde la mujer enfrenta mayores restricciones para trabajar,
lo que se manifiesta que en este grupo solo una de cada 4 mujeres trabaja,
mientras que en el estrato de mayores ingresos lo hace una de cada dos.
Un aspecto que privilegiaría el trabajo femenino es la posibilidad de contar
con mayores alternativas de trabajos a tiempo parcial, como ocurre en los
países mas desarrollados donde esta participación es superior. En Chile, sólo
el 20% de las mujeres trabaja menos de 30 horas a la semana, siendo esta
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proporción más del doble en países como Japón, Estados Unidos, Australia
o el Reino Unido. Este antecedente ilustra cómo las rigideces que hoy posee
nuestra legislación laboral incide indirectamente en las oportunidades de
empleo de las mujeres.
Otro aspecto destacado por la autora de este capítulo es la relación entre familia y surgimiento socioeconómico y cómo la desintegración
de la familia dificulta el logro de igualdad de oportunidades en los niños y
trae más pobreza. Datos para nuestro país muestran que los hogares a cargo
de una mujer han aumentado a través del tiempo, alcanzando el año del último censo a 1,3 millones de hogares. Una característica de dichos hogares es
que no estarían conformados en su mayoría por mujeres jóvenes con hijos, ya
que el 60% de las jefas de hogar son mujeres mayores de 45 años. Tal como
lo que se ha constatado en otros países, la incidencia de pobreza es mayor en
estos hogares. Al año 2003, la pobreza en hogares con jefa mujer alcanzaba al
27%, mientras que en hogares con jefe hombre, dicha cifra era del 19%.
Sobre la base de estos antecedentes, la autora propone una
serie de políticas públicas destinadas a fortalecer el rol de la familia, sustentadas en un marco subsidiario del Estado que potencien el rol familiar, tales
como el derecho/deber preferente de los padres a educar a sus hijos y la
promoción de la libertad de enseñanza. En este marco se sugiere establecer
fondos públicos para el desarrollo de programas pro familia a través de organizaciones de la sociedad civil o vinculadas a distintas creencias religiosas
y políticas tributarias que establezcan incentivos para la familia, relaciona-
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das con reformular la actual Ley de Donaciones y con rebajas de la carga
imponible de gastos que vayan en beneficio familiar.
La segunda parte del libro se relaciona con el rol de la familia
en la formación de capital humano. En una sociedad que hoy se distingue
como sociedad del conocimiento, el capital humano es uno de los principales componentes con que se instalan las empresas y las personas en el
medio social. Capital humano son todas las habilidades y cualidades que
la persona genera y desarrolla durante su vida y que la llevan a realizar su
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trabajo de manera más productiva, eficiente y eficaz. En términos económicos, la parte más importante de la formación integral del capital humano se
produce en las familias.
James J. Heckman, Premio Nobel de Economía, quien en
una conferencia dictada en Buenos Aires, en la Universidad Torcuato di
Tella, señalaba que “el capital humano –las habilidades de la gente– es el ingrediente esencial de las economías modernas y de su éxito” y agregaba que
“la nueva economía está basada en las habilidades de la gente, tal como la
vieja economía estaba basada en el músculo y el sudor… Se necesitan habilidades de distinto tipo para operar y crear la nueva tecnología que guía a la
economía a escala mundial”. También señalaba que “estudios recientes de-
muestran que aunque las escuelas son importantes, igual de importantes o
aún más importantes son las familias y la capacitación en el lugar de trabajo”
y que “las habilidades que se le imparten al niño por parte de los padres –la
madre y el padre– juegan un rol sumamente importante… la falacia número
uno en la política de capital humano es que las habilidades se producen en las
escuelas… no es así… las escuelas tienen que trabajar con lo que las familias
y la comunidad les proveen.”
Por esta razón, en el tercer capítulo, escrito por James J. Heckman, y Sergio Urzúa, de la Universidad de Chicago y Northwestern, respectivamente, resume una investigación donde se demuestra como las habilidades
cognitivas y no cognitivas pueden explicar el desempeño educacional, labo-
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ral y social de las personas y donde tanto la familia como la educación juegan
un importante rol.
Este trabajo presenta resultados relacionados con el rol de
ambas dimensiones de habilidad sobre un amplio rango de variables educacionales, laborales y sociales. Fue elaborado a partir de información obtenida de la Encuesta Longitudinal de Jóvenes representativa de una cohorte
de individuos nacidos entre los años 1957 y 1965 en los Estados Unidos que
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contiene información de seguimiento de las historias educacionales, laborales y familiares de cada individuo.
Presenta evidencia concluyente sobre rol de las habilidades
cognitivas y no cognitivas como determinantes del éxito económico y social de los individuos. El desarrollo de ambos tipos de habilidades permiten
incrementar la productividad en el mercado laboral, aumentar los logros
educacionales y disminuir la probabilidad de caer en comportamientos
riesgosos como lo es el consumo de drogas, participación en actividades
ilegales y embarazo juvenil.
Demuestra que para muchas variables asociadas al desempeño laboral y educacional, un cambio en la habilidad no cognitiva (que
fundamentalmente se desarrolla en la familia) puede tener un efecto similar
o mayor que el producido por un cambio comparable en las habilidades
cognitivas que se aprenden principalmente en la escuela. Así, del análisis
se puede desprender que dos jóvenes con el mismo nivel de habilidades,
pueden obtener distintos puntajes en las pruebas de conocimiento. Un
ejemplo en nuestro país puede estar dado por resultados en la PSU; los
que dependerían no solo de lo aprendido en el colegio, sino también del
ambiente familiar adecuado para desarrollar ese aprendizaje.
En otro tipo de comportamientos sociales, como es el caso
del consumo de marihuana, el estudio demuestra que aumentos de habilidades no cognitivas reducen su consumo en forma significativa y que
las habilidades cognitivas no son tan importantes en este caso. Lo mismo
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ocurre en la determinación de las decisiones de matrimonio y fertilidad durante la adolescencia para las mujeres. Son los cambios en habilidades no
cognitivas las que tienen un mayor efecto en la probabilidad de permanecer soltera y sin hijos a los 19 años.
En el caso de Chile, donde aún hay muy poca evidencia sobre este tema, los autores destacan la necesidad de contar con más fuentes de información de calidad que permitan entender mejor el papel de
las distintas habilidades de los individuos, los que serían determinantes de
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los resultados educacionales, laborales y sociales de las personas. De este
modo se podrían diseñar políticas públicas más precisas y eficientes, con
las positivas consecuencias de largo plazo sobre los resultados socioeconómicos de la población.
En el capítulo siguiente, Rosita Camhi y María Elena Arzola,
investigadora de Libertad y Desarrollo, presentan los resultados de una
investigación denominada Familia y Logros Escolares, cuyo objetivo fue
comprobar si la conformación familiar, así como el apoyo que los padres
otorgan a sus hijos, tiene algún impacto en el rendimiento escolar. Elaborada sobre la información contenida en las bases de datos de las Pruebas SIM-
CE del Ministerio de Educación, aplicadas el 2002 a los 4º Básicos y el 2003 a
segundo medio, demuestra que la mayor parte de nuestros escolares viven
en hogares con padre y madre en el hogar (76% de los estudiantes en 4º
Básico y 68% en segundo medio). Asimismo, demuestra la existencia de una
relación positiva entre el rendimiento escolar, medido a través del puntaje
obtenido en el SIMCE, y pertenecer a una familia donde están presentes
ambos progenitores. Al comparar los puntajes obtenidos por escolares que
viven en este tipo de familias, con aquellos obtenidos por niños con otras
conformaciones familiares, los primeros resultan superiores y este resultado
es estadísticamente significativo. Esta tendencia se mantiene al analizar los
resultados según estrato socioeconómico, incluyendo el de mayor pobreza.
Sólo en escolares pertenecientes al quintil de mayores ingresos, las diferen-
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libertad y desarr o ll o
cias de puntajes de la prueba SIMCE tienden a no ser significativas, lo que
puede deberse a que en esos hogares, aun cuando falte el padre o la madre,
hay mayores recursos materiales para apoyar los niños cuando presentan
problemas de aprendizaje o de comportamiento escolar. También se demuestra que en aquellos hogares donde falta uno de los progenitores, la
presencia de abuelos u otros parientes pueden constituir un buen apoyo al
rendimiento escolar.
Libertad y Desarrollo
Un importante hallazgo del estudio, obtenido para el promedio de los alumnos de 4º Básico, es que al contrario de lo que podría
esperarse, los escolares cuyas madres trabajan tiempo completo o tiempo
parcial fuera del hogar, tienden a obtener puntajes similares en lenguaje y
matemáticas que aquellos cuyas madres no trabajan. Sin embargo, en el
grupo de menor nivel socioeconómico la relación anterior es inversa. En
este grupo la presencia de la madre en el hogar es más importante, ya que
los niños cuyas madres trabajan todo el día fuera del hogar tienden a obtener menores puntajes en la prueba SIMCE.
Otra interesante conclusión que la investigación demuestra
es que padres más involucrados que apoyan más a sus hijos en la tarea
educacional y que tienen expectativas más altas para ellos, independientemente del estrato de donde provengan, es una variable que incide positivamente en los logros escolares y por lo tanto es un aspecto importante de
fomentar en los padres de familia.
En la tercera parte se presentan dos importantes trabajos
empíricos relacionados con la conformación familiar y el apoyo parental y
su incidencia en las conductas de riesgo juvenil.
En el primero de ellos, Eduardo Valenzuela, Director del Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica, analiza la importancia que tiene el comportamiento de los padres en la prevención del uso de
alcohol y drogas entre los adolescentes. También se presenta información
complementaria de la influencia que puede tener la estructura familiar y los
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amigos en tales conductas. Actualmente se ha demostrado que una de las
variables más poderosas en la orientación del comportamiento adolescente
es la capacidad de los padres de conocer, atender y supervisar las actividades
que los hijos hacen y las relaciones que estos establecen.
Los datos de este estudio provienen de las encuestas nacionales de drogas en población escolar, 2001-2003, que realiza periódicamente el Consejo Nacional para el Control de Drogas y Estupefacientes
(CONACE). Este organismo ha elaborado una escala de padres involucra-
Libertad y Desarrollo
dos que incluye distintos elementos de atención, cuidado y control parental que se construye a partir de declaraciones que entregan los propios
alumnos acerca del comportamiento de sus progenitores. Los resultados
empíricos de esta investigación, confirman el papel central que juegan los
padres en la prevención del uso de alcohol y drogas ya que se obtuvo una
relación perfectamente lineal entre el grado de involucramiento y prevalencias de consumo de sustancias adictivas, con lo cual mientras mayor
es la supervisión y control parental menor es la prevalencia de dicho consumo de dichas sustancias. En este trabajo, la estructura familiar incide en
el sentido demostrado en la investigación empírica pertinente: aquellos
que viven con ambos padres obtienen un grado de apoyo parental más
alto que quienes viven con madre sola o con madres con pareja distinta
del padre. Sin embargo, además de ello también demuestra que es importante la calidad de la relación con el padre y la madre que declaran los
alumnos, ya que cada punto adicional de apoyo y supervisión parental, va
acompañado de una reducción proporcional de consumo sea de alcohol,
marihuana o cocaína.
El autor plantea algunas implicancias de política pública que
surgen de esta investigación. La prevención de drogas en los adolescentes
requiere incorporar decididamente a los padres en programas de aprendizaje
de control de riesgo adolescente, aspecto que a menudo es olvidado en los
planes institucionalizados de prevención de alcohol y drogas.
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libertad y desarr o ll o
En el último capítulo, Andreas Hein y Diego Farren, investigadores de la Fundación Paz Ciudadana, presentan una trabajo relacionado
con familia y conductas de riesgo juvenil. Este estudio fue elaborado a partir
de una muestra de 1.277 adolescentes que cursaban entre séptimo básico
y cuarto medio en colegios subvencionados de la comuna de Recoleta. La
investigación consulta a los jóvenes por conductas de riesgo, tales como
escaparse de la casa, cometer delito, portar armas, consumir drogas, robo o
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peleas en el colegio. Esta información es luego contrastada con la estructura familiar de los adolescentes y con indicadores de funcionalidad familiar,
que consultan acerca de aspectos tales como conflictos en el hogar, quién
pone las reglas, comunicación dentro de la familia, maltrato o negligencia
parental, consumo de alcohol o drogas en el hogar.
El trabajo demuestra que estructuras familiares monoparentales, reconstituidas o padres ausentes muestran mayores prevalencias de
las conductas de riesgo señaladas que aquellos hogares con familias biparentales. Sin embargo, el efecto de la estructura familiar sobre estas conductas también se encuentra influido por las características de funcionamiento
del grupo familiar. La funcionalidad de la familia, medida a través de los
indicadores señalados, es también importante en la prevalencia de conductas delictivas en los jóvenes, por cuanto las familias disfuncionales tienden a
obtener mayores índices de conductas de riesgo.
El autor plantea también algunas implicancias de políticas
que permitan prevenir conductas de riesgo. Considera que si bien las intervenciones orientadas a la familia se consideran necesarias, son complejas
de llevar a cabo, debido a las dificultades para intervenir en el ámbito privado de las familias. En este sentido se plantea que las intervenciones de
fortalecimiento familiar deben darse en forma descentralizada en el ámbito
local y ser planteadas a pequeña escala.
Asimismo, plantea que es necesario explorar nuevas y mejores alternativas de apoyo a la familia, especialmente respecto del desarrollo
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de mejores estilos de relación con los hijos. Esto implica alternativas tales
como: entrenamiento en habilidades para padres en grupos de alto riesgo,
entrenamiento conductual a padres para disminuir interacciones negativas
con los niños, terapia familiar cuando se manifiestan problemas en las relaciones familiares.
En síntesis, este libro contiene un conjunto de antecedentes
empíricos acerca de la familia en Chile que demuestra su enorme contribución al desarrollo en el más amplio sentido de la palabra. De esta forma, el
Libertad y Desarrollo
texto contribuye a demostrar con antecedentes objetivos lo que las encuestas señalan en la percepción de la población: la familia es la fuente principal
de la felicidad de las personas. Estamos seguros que al realizar esta edición
contribuimos a que te tome mayor conciencia sobre el rol fundamental de
la familia y a estimular futuras investigaciones sobre ella en nuestro país.
Asimismo, para promover el adecuado diseño de políticas públicas que no
desalienten a la familia. Por el contrario, esas políticas deben dar mayor relevancia a su aporte en la formación de capital humano y de capital social, no
pretendiendo sustituirla con el Estado benefactor.
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libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I REALIDAD DE
LA FAMILIA en chile
Libertad y Desarrollo
1 TENDENCIAS DE LA FAMILIA EN CHILE
Libertad y Desarrollo
Rosita Camhi P.*
* Economista de la Universidad de Chile, Investigadora Programa Social de
Libertad y Desarrollo en Políticas Sociales, Mujer y Familia.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
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Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo
I ntroducción
En nuestro país en las últimas décadas, se han registrado importantes cambios en la composición de la familia. En parte estos
cambios han ido ocurriendo por el proceso de desarrollo y por la
creciente incorporación de la mujer al mercado laboral. Hoy los hogares son más pequeños, principalmente de tipo nuclear, donde las
mujeres tienen en promedio 1,9 hijos. Los matrimonios disminuyen,
las convivencias son mayores y los niños nacidos fuera del matrimonio superan a los que nacen dentro de él. A ello se suma la baja de
la natalidad y un creciente aumento de la población adulta mayor, lo
que está ocasionando un envejecimiento de la población.
El presente estudio parte por analizar las distintas tendencias
en materia de estructura y composición familiar y las compara con
indicadores para distintos países con el objeto de dar un orden de
magnitud de las tendencias que se están registrando en Chile. Luego
se analizan algunos factores que estarían teniendo gran incidencia
en la conformación de las familias, como la caída en la tasa de natalidad, el fuerte aumento de los nacimientos fuera del matrimonio y
dentro de ellos, el embarazo adolescente. Otro aspecto considerado
dice relación con la participación laboral de la mujer que en Chile es
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Libertad y Desarrollo
aún baja en relación con otros países latinoamericanos y el mundo
desarrollado y los factores que estarían condicionando dicha participación.
A continuación se analiza la relación entre estructura familiar y
surgimiento socioeconómico y la mayor incidencia de pobreza que
se da en los hogares encabezados por una mujer. Por último se plantean algunas propuestas de políticas públicas en materia de familia
orientadas a fortalecer su rol en un marco subsidiario del Estado.
26
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I . principales tendencias de la familia chilena
1. Crecimiento poblacional
Desde mediados de los ‘60, el país comenzó a reducir sus tasas
de fecundidad. A ello se sumó la disminución de la mortalidad, lo
que se tradujo en una baja del ritmo de crecimiento de la población
que se acrecienta a contar de los años ‘70. La tasa promedio anual de
crecimiento alcanza a 1,2 personas por cada 100 habitantes, con una
fuerte reducción desde el año 1992 cuando alcanzó a 1,6. Esta tasa
nos sitúa al mismo nivel que otros países latinoamericanos como Argentina o Brasil y por debajo de países como Colombia y México. Sin
embargo, nuestra tasa de crecimiento poblacional es superior a la de
países desarrollados como EE.UU. y aquellos de Europa (Gráfico 1).
La tasa global de fecundidad o el número de hijos por mujer, también ha registrado un fuerte descenso, desde 2,6 hijos por mujer en
1992 a 1,9, según el último dato disponible (2003). La fecundidad de
reemplazo de la población es de 2 hijos por mujer; por consiguiente
de seguir disminuyendo esta tasa, no repondremos nuestra población,
incrementándose el envejecimiento. Nuestra tasa de fecundidad es inferior a la de otros países latinoamericanos, y se encuentra en niveles
cercanos a EE.UU. o Europa, donde se registra un grave proceso de
envejecimiento de la población (Gráfico 2 y 3).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
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Gráfico 1
Crecimiento Poblacional: Tasa Promedio Anual
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No
o
da
id
an
Ir l
Un
1,6
Fuente: ONU: Statistics Division Database 2002–INE.
Gráfico 2
Tasa Global de Fecundidad
(N˚ Hijos por Mujer)
3–
2,4
2,5 –
2 – 1,9
1,5 –
1,9
1,6
2
1,8
1,8 1,8
2,6 2,5
2,2
1,9
1,1
1–
0,5 –
03
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20
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0–
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Re
Libertad y Desarrollo
in
o
US
A
1,8 –
1,6 –
1,4 –
1,2 –
1–
0,8
0,8 –
0,6 – 0,4
0,4
0,4 –
0,2
0,2 –
-0,1
0–
-0,2 –
Fuente: ONU: Statistics Division Database 2002 –INE.
En otros términos, hay una tendencia al envejecimiento de la
población, que se irá acentuando en los próximos años. Estimaciones del INE muestran un aumento del Índice de Vejez. De 36 adultos
mayores por 100 menores de 15 años el 2000, se estima llegaremos a
una tasa de 50 el 2010 y de 70 el 2020. Actualmente, los mayores de
60 alcanzan a un 11,4% de la población nacional, cerca de 1,7 millones
de habitantes. De este total, 57% son mujeres y 43% son hombres.
Al año 2020 se estima que los adultos mayores serán alrededor de 3
millones de personas.
28
libertad y desarr o ll o
Gráfico 3
Población Mayor de 60 Años (Porcentaje sobre Población Total)
30 –
25
25 –
20 –
15 –
21
20
18
16
15
15
14
11
10 –
8
11
8
7
5–
02
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20
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Re
Libertad y Desarrollo
US
A
0–
Fuente: ONU: Statistics Division Database 2002–INE.
2. Conformación de los hogares
La mayor parte de los hogares se encuentran conformados por
parejas casadas (58%). En los hogares de menor nivel socioeconómico, sin embargo, muestran mayor vulnerabilidad: hay una menor
proporción de matrimonios (48%), más convivencias, más solteros y
más viudos (Gráfico 4).
Respecto de los matrimonios, éstos han registrado un fuerte
descenso entre 1992 y el 2002. La tasa por 1.000 habitantes se redujo a la mitad (desde 8 a 4). Esta tasa resulta superior a la de Argentina, pero ha llegado a niveles inferiores a la de países del mundo
desarrollado. Por ejemplo, es casi la mitad de la tasa que registra
EE.UU. (7,8). Sin embargo, en este país, también se registran altas tasas de divorcios y con ello, segundos o subsiguientes matrimonios.
A la baja tasa de matrimonios, se suma el aumento de la edad media de los contrayentes, que aumentó entre 1992 y el 2002, desde
24 a 26 años para las mujeres y desde 27 a 29 años para los hombres
(Gráfico 5).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
29
Gráfico 4
Estado Civil del Jefe de Hogar:
Total Hogares y 20% de Menor Nivel Socioeconómico
70% –
60% –
50% –
58%
total hogares
menor nse
48%
40% –
30% –
20% –
10%
10% –
Casado
14%
8% 7%
Convive
Separado/
anulado
18%
10%
Soltero
14%
Viudo
Fuente: INE, sobre datos Censo 2002.
Gráfico 5
Tasa de Matrimonios por 1000 hab.
5
5.3
4.7 4.6
5.3
5
5.5
4.7
4
02
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20
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3.4
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US
A
9–
7.8
8–
7–
6–
5–
4–
3–
2–
1–
0–
Re
Libertad y Desarrollo
0% –
13%
Fuente: ONU Database 2002, Chile–Reg. Civil.
3. Divorcio y separaciones
Según datos censales del año 2002, un 5,2% de la población mayor
de 15 años se encuentra separado o anulado, habiendo aumentado
desde un 3,8% el año 1992. Los datos de nulidades se mantuvieron estables durante los ‘90. La tasa de nulidad (sobre 10.000 parejas casadas)
evoluciona desde 23 en 1990 a cerca de 25 el 2004.
30
libertad y desarr o ll o
Cuadro 1
Tasa de Nulidad por cada 10.000 parejas casadas
1988
1990
1995
2000
2003
23,5
23
24,2
25,5
24,6
Al comparar nuestras tasas de nulidades y separaciones con aquellas de otros países, su nivel es bastante cercano a las registradas en
países latinoamericanos y bastante inferior a las de países europeos o
de EE.UU. (Gráfico 6).
Gráfico 6
Tasas de Divorcio en Países (Por 1.000 hab.)
6–
5–
5
3,8
4–
2,8
3–
2,5 2,6
2–
0,9 0,8
1–
0,3
0,8
0,3 0,4 0,3 0,5
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o
m
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US
A
0–
Di
Libertad y Desarrollo
Fuente Herrera S. , Valenzuela E. (2006), Estimación sobre datos INE y CASEN.
Fuente: ONU–Database–2000– Chile Censo 2002.
4. Nacimientos dentro y fuera del matrimonio
Los nacimientos fuera del matrimonio presentan una tendencia ascendente a través del tiempo y son uno de los problemas que
debiera ocupar la atención de las políticas públicas, dado que una
buena proporción de estos niños debe vivir su niñez sin padre en
el hogar, lo que acarrea mayor vulnerabilidad social y pobreza. Evolucionan desde cerca de un 20% en la década de los ‘60, a 35% en
los ‘80, 40% en los ‘90 y de ahí se acelera esta tendencia, hasta llegar
a 54% el año 2003. Paradojalmente, hoy en día están naciendo más
niños fuera del matrimonio que dentro (Gráfico 7).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
31
Gráfico 7
Evolución de Nacimientos dentro y fuera del Matrimonio:
1900–2003 (porcentajes)
100% –
fuera
dentro
80% –
60% –
40% –
20% –
Libertad y Desarrollo
0% –
1900
1910
1900 1930 1940 1950 1960
1970
1980 1990 2000 2003
Fuente: Sobre datos INE de Anuarios de Estadísticas de Nacimientos
Datos históricos muestran que en nuestro país, tradicionalmente
se ha constatado una tasa relativamente alta de nacimientos fuera
del matrimonio. Es probable que este patrón se haya dado también
en los restantes países latinoamericanos. Desde 1900 hasta 1930, se
estima que éstos fluctuaban en torno al 30%, después de lo cual comienzan a descender hasta su nivel más bajo a principios de los ‘60,
alcanzando cerca del 20%, para iniciarse nuevamente una tendencia
creciente que se acentúa en los últimos años. El Gráfico 8 muestra
datos comparativos sobre nacimientos fuera del matrimonio al año
1997 para algunos países de Centro y Sud–América. Ese año, la tasa
de nacimientos extramaritales en Chile era de 48%, bastante cercana
a lo que ocurría en varios países de la región (Gráfico 8).
Al comparar los datos de nacimientos fuera del matrimonio de
Chile con las cifras de países desarrollados, se tiene que el porcentaje actual (54%), es bastante superior al registrado en países como
Grecia, Italia, Irlanda o EE.UU., pero cercano a tasas de países como
Suecia que registra una tasa similar a la de Chile (Gráfico 9).
32
libertad y desarr o ll o
Gráfico 8
Nacimientos fuera del Matrimonio en Países Latinoamericanos
(porcentaje del total de nacimientos)
53
55 –
53
48
50–
48
46
45 –
44
42
40 –
35 –
30 –
25 –
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Ar
Fuente: Países ONU: Demographic Yarbook:
Focusing on the Family 1990–1998, Chile, datos 1997.
Gráfico 9
Nacimientos fuera del Matrimonio en Países (Porcentaje del total de nacimientos)
60 –
54
54
50 –
45
40
40 –
38
33
28
30 –
20
20 –
9
10 –
4
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Su
Libertad y Desarrollo
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20 –
Fuente: Chile INE 2003, Otros Países: Nacional Vital
Statistics Report– USA– Vol. 48, N° 16, Oct. 2000.
Al analizar a través del tiempo la tendencia de los nacimientos entre mujeres casadas y no casadas, partiendo del año 1960, se constata
una fuerte caída de la natalidad en las mujeres casadas. Entre 1960 y el
año 2003, el número de nacidos por 1.000 mujeres casadas cayó a menos de la cuarta parte. En cambio, la tasa de nacimientos en mujeres
no casadas se mantuvo estable (Gráfico 10 y Cuadro 2).
Por consiguiente, se puede desprender que la caída de la natalidad de las mujeres casadas podría explicar el aumento del indicador
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
33
de nacimientos fuera del matrimonio, puesto que se reduce la base
del total de nacimientos sobre los cuales se calcula la proporción de
quienes nacen de madres no casadas.
Gráfico 10
Nacimientos según Estado Civil de la Madre
(nacidos vivos por 1000 mujeres)
3000 –
no casadas
Casadas
2500 –
2000 –
Libertad y Desarrollo
1500 –
1000 –
500 –
0–
1960
1970
1980
1990
2000
Fuente: Larrañaga, O. (2006). Sobre datos INE– Anuarios de Estadística Vitales.
Cuadro 2
Tendencias de la Natalidad en Chile 1960–2003
(Nacimientos por 1.000 mujeres)
Año
Casadas
No Casadas
1960
258,9
48,5
1965
217,7
53,3
1970
159,4
49,0
1975
138,3
45,7
1980
115,6
46,9
1985
97,0
55,8
1990
102,7
60,8
1995
85,1
56,5
2000
68,9
55,2
2003
59,4
53,1
Fuente: Larrañaga O. (2006). Sobre datos
INE– Anuarios de Estadística Vitales.
34
2003
libertad y desarr o ll o
Gráfico 11
Madres según Edad y Estado Civil
(porcentajes)
56,3
60 –
54,1
casadas
50 –
solteras
40 –
33,5
31,1
30 –
20 –
10 –
Libertad y Desarrollo
0–
34,9
convive
29,8
18,3
9,6
15–19
5,2
3,1
0,7
20–24
separada
22
promedio
Fuente: Larrañaga O. (2006).
Sólo el 10% de las madres adolescentes (menores de 20 años),
se encuentra casada, el 56% continúa soltera y el 33,5% convive. Esta
situación cambia a mayor edad de las madres. Para el promedio de
madres con hijos, se tiene que el 54% se encuentra casada, el 22%
convive, el 18% se encuentra soltera y sólo un 5% está separada o
anulada (Gráfico 11). Otro aspecto interesante es que del total de nacimientos fuera del matrimonio, el 54% son primeros hijos y el 46%
son segundos o sucesivos hijos (2003).
Al analizar el perfil socioeconómico de una cohorte de mujeres jóvenes con hijos (Larrañaga O., 2006), se concluye una mayor
vulnerabilidad para aquellas madres que permanecen solteras. En
primer término, el 96% de ellas vive allegado a un hogar principal,
probablemente el de sus padres donde son acogidas, no conformando entonces hogares nucleares madre-hijo. Asimismo, se concluye que las madres solteras trabajan en una mayor proporción
que las casadas, probablemente por estar allegadas a un hogar
donde otras personas pueden hacerse cargo de sus hijos mientras
trabajan (Cuadro 3).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
35
Cuadro 3
Perfil Socioeconómico de Mujeres de 20 a 24 Años con Hijos
Casadas
Solteras
36%
96%
Viven en núcleo secundario
Ingreso per cáp. hogar (miles pesos 2003)
Libertad y Desarrollo
Caen en el 40% más pobre
83
70
49%
60%
N˚ Promedio de Hijos
1,3
1,1
Estudian
6%
17%
Años Escolaridad
10,5
9,4
Trabajan
30%
52%
Fuente: Larrañaga O.(2006), excluye viudas y mujeres que conviven.
Dentro de los nacimientos fuera del matrimonio, el grupo
de mayor riesgo está constituido por las adolescentes, ya que en su
gran mayoría terminan desertando del colegio y con ello ven reducidas sus posibilidades de surgimiento socioeconómico futuro. Los
nacimientos de madres adolescentes tienden a estabilizarse en los
últimos años y alcanzan a 13,4% del total, habiendo tenido su punto
más alto entre 1998 y el 2000 (Gráfico 12).
Gráfico 12
Evolución de Nacimientos en Madres Adolescentes (Porcentaje del total de nacimientos)
16,0 –
15,3
15,0 –
14,0 –
13,0 –
15,4
14,2
13,1
13,1
1990
1992
13,5
13,4
12,0 –
11,0 –
1994
1996
1998
Fuente: INE – Anuario de Estadísticas Vitales.
36
libertad y desarr o ll o
2000
2003
Como se señaló, más del 90% de nacimientos de madres menores de 20 años ocurre fuera del matrimonio; la gran mayoría de
las madres adolescentes, un 77%, pertenece a los hogares de menor
nivel socioeconómico (quintiles I y II), correspondientes al 40% más
pobre de la población.
Gráfico 13
Distribución de Madres Adolescentes fuera del Colegio
por Quintiles de Ingreso
Libertad y Desarrollo
50% –
45%
40%–
31.5%
30% –
20% –
15.3%
7.5%
10% –
0% –
0.7%
I
II
III
IV
V
Fuente: CASEN 2003.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
37
Libertad y Desarrollo
I I . Participación laboral de la muj er y familia
La participación laboral de la mujer ha ido creciendo a través del
tiempo en Chile hasta alcanzar en la actualidad a un 37% de las mujeres sobre 15 años, según el último Censo 2002. Información mas
reciente (INE) muestra que esta tasa no ha aumentado sustancialmente, alcanzando el 2006 a 38,5%.
Gráfico 14
Evolución de Participación Laboral de la Mujer
(% mujeres sobre 15 años)
40 –
35 –
30 –
25 –
20 –
15 –
10 –
5–
0–
37
28
22
1982
1992
2002
Fuente: INE, Censos de Población y Vivienda.
Aun así, la participación laboral femenina resulta inferior a la registrada en otros países latinoamericanos, como Brasil y bastante
menor que la mayoría de los países desarrollados. Ello obedecería
a diversas razones: restricciones laborales que hacen más costosa la
38
libertad y desarr o ll o
contratación de mujeres (como derecho a sala cuna, fuero maternal,
licencias por hijo menor de 1 año), menor experiencia cuando se han
dedicado sólo a tareas domésticas y cuidado de los hijos y por falta
de alternativas de cuidado infantil (Gráfico 15).
Gráfico 15
Participación Laboral en Países
(Porcentaje en población mayor de 15)
70 –
50 –
40 – 37
39
37
44
39
51 52
48 49
54
60 60
30 –
20 –
10 –
a
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0–
Ar
Libertad y Desarrollo
60 –
Fuente: PNUD: Informe del Desarrollo Humano 2005. Chile: datos INE.
La participación laboral de la mujer está también influida en
nuestra sociedad por percepciones culturales, respecto de su rol en
el hogar y cuidado de los hijos. Esto significa que probablemente la
mayoría de las mujeres con hijos aspiran a compatibilizar el trabajo
con su rol en la familia. De acuerdo a nuestros patrones culturales,
son por lo general las mujeres quienes asumen un rol más importante en las tareas domésticas, apoyo escolar a los hijos y otras tareas
relacionadas con la familia, como el cuidado de ancianos, controles
médicos y traslado a los colegios, aspectos que requieren un tiempo
que no es menor.
Estudios de opinión muestran que la población percibe esta situación. Según muestra una encuesta reciente de Libertad y Desarrollo
(2007), la mayoría de los encuestados tiene una opinión bastante favorable al trabajo de la mujer, pero al mismo tiempo considera importante la presencia de la madre en el hogar. El 69% de los encuestados
manifiesta acuerdo en el caso de que el trabajo sea de tiempo parcial
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
39
y como contrapartida, el 74% está en desacuerdo con que la mujer
trabaje tiempo completo fuera del hogar. Gráfico 16
Percepciones Respecto del Trabajo de la Mujer
pensando en mejor futuro para los hijos…
Libertad y Desarrollo
80 % –
70% –
60% –
50% –
40% –
30% –
20% –
10% –
0% –
74%
69%
de acuerdo
medianamente
de acuerdo
42%
38%
en desacuerdo
ns/nc
17% 14%
12% 12%
0%
Lo mejor es que
la madre trabaje
tiempo parcial
19%
2%
Lo mejor es que
la madre trabaje
tiempo completo
fuera del hogar
1%
Lo mejor es
que la madre
no trabaje
En el grupo socioeconómico bajo es donde se hace mas costoso
para la mujer el trabajar y su incorporación muchas veces depende
de las necesidades familiares. Así en un período de mayor desocupación que afecte al jefe de hogar tienden a buscar un empleo, pero
cuando estos encuentran trabajo por la recuperación de la actividad
económica, vuelven al hogar. Esto se refleja al considerar la participación laboral según quintiles de ingreso. En el primer quintil mas
pobre una de cada cuatro mujeres trabaja en cambio en el quintil
mas rico lo hace una de cada dos. Si se analiza el tiempo dedicado al trabajo, se concluye que al
igual que en el caso de los hombres, la mayoría de las mujeres trabaja
en jornadas bastante extensas y en general en trabajos de jornada
completa. Sólo un 20% de las mujeres declara trabajar menos de 30
horas semanales (Gráfico 17).
Encuesta Familia y Rol de los Padres LyD, Tema Público No.820, mayo del 2007
Según Encuesta CASEN 2003
40
libertad y desarr o ll o
Gráfico 17
Chile: Horas Trabajadas Hombres y Mujeres
(porcentajes)
45 o más
37,1
33,1
41–45
42,4
37,6
10,3
9,8
31–40
10,2
Menos
30 hrs.
0
5
19,5
10
15
20
25
30
35
40
45
Fuente: Encuesta CASEN 2003.
En países como Japón, EE.UU., Australia o el Reino Unido, más del
40% de las mujeres trabaja menos de 30 horas semanales, lo que explicaría en buena medida la mayor participación laboral femenina.
En ellos, también existe una mayor oferta de trabajos por horas,
por algunos días a la semana, por medio día, o desde el hogar, que
son los más demandados por las mujeres con hijos, por cuanto permiten compatibilizar en mejor forma trabajo y familia.
Gráfico 18
Mujeres que Trabajan Menos de 30 Hrs. En Países
il e
20
Ch
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21
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24
Es
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28
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35
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40
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n
pó
41
41
US
A
45 – 42
40 –
35 –
30 –
25 –
20 –
15 –
10 –
5–
0–
Ja
Libertad y Desarrollo
hombres
mujeres
Fuente: OECD Employment Outlook 2004.
Dato, USA Worldbank Gender Stats 2000. Chile: CASEN 2003.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
41
Libertad y Desarrollo
I I I . FA M I L I A Y S U R G I M I E N T O S O C I O E CO N ó M I CO Las diferencias en los logros que es posible obtener en la vida
pueden estar influidas en gran medida por las características de la familia en la cual se han desarrollado las personas. Entre éstas, influyen
tanto la condición social y económica de la familia como la estructura y los cambios que ella puede enfrentar a lo largo del tiempo. La
evidencia empírica ha ido demostrando que la desintegración de la
familia dificulta el logro de igualdad de oportunidades en los niños
y trae más pobreza.
Las investigaciones recientes en capital humano, entre ellas las
efectuadas por James J. Heckman (2003), Premio Nobel de Economía,
muestran que en el proceso de formación de capital humano, junto
con la educación, el rol de la familia es un elemento importante que
influye en la formación de habilidades cognitivas y no cognitivas de
los niños las que a su vez son determinantes en el futuro desempeño
socioeconómico que estos puedan lograr.
Irarrázaval I. (1995), en uno de los pocos estudios sobre el tema
efectuado en Chile, demuestra que dentro de la población pobre,
aquellos que logran superar sus condiciones de pobreza más fácilmente tienen como característica principal el pertenecer a una familia “habilitada”, como lo define el autor. Estas familias son aquellas
que presentan mayores niveles de estabilidad y armonía entre sus
42
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
miembros y donde hay una mayor proporción de parejas casadas
dentro de ellas.
La evidencia recopilada a través de las ciencias sociales ha demostrado ampliamente la asociación entre la estructura familiar y su
incidencia en la pobreza de las familias. Quienes han contraído matrimonio tienen una mayor capacidad generadora de ingresos por la
sencilla razón de que hay dos potenciales trabajadores en la familia.
A ello se suma el hecho de que las mujeres casadas pueden obtener
ingresos más altos por tener mayor educación que aquellas madres
solteras, pues una proporción considerable de estas últimas han tenido hijos en la adolescencia y han desertado de la educación.
Datos para nuestro país muestran que los hogares a cargo de
una mujer han aumentado a través del tiempo, alcanzando el año
2002 a 1,3 millones de hogares.
Gráfico 19
Evolución de Hogares a Cargo de una Mujer
(porcentaje del total de hogares)
35 –
31.5
30 –
25 –
20 –
20.3
21.6
1970
1982
25.3
15 –
10 –
5–
0–
1992
2002
Fuente: INE, datos censales.
Al considerar la estructura según edades se tiene que más del
60% de las jefas mujeres son mayores de 45 años, por consiguiente
se trataría en muchos casos de mujeres separadas o viudas con hijos
adolescentes o adultos y no con niños pequeños (Gráfico 20).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
43
Gráfico 20
Jefas de Hogar según Edad
40 –
29,7
30 –
28,8
22
20 –
Libertad y Desarrollo
0–
9,8
9,5
10 –
15–29
30–44
45–59
60–74
75+
Fuente: INE, datos censales.
La incidencia de pobreza es superior en aquellos hogares con
jefa mujer. Así el 9,6% de los hogares con jefa mujer cae en la indigencia versus un 4,6% de los hogares cuyo jefe de hogar es hombre;
lo mismo ocurre en la población pobre no indigente donde los hogares a cargo de una mujer presentan mayores niveles de pobreza
(Gráfico 21).
Gráfico 21
Chile Pobreza en Hogares con Hijos según Jefatura de Hogar
(porcentaje)
30 –
27
25 –
20 –
14,8
15 –
10 –
5–
0–
17,4
19,4
jefe hombre
jefa mujer
9,6
4,6
indigente
pobre no
indigente
pobreza
total
Fuente: Encuesta CASEN 2003. Hogares con al menos un hijo menor de 18 años.
Otro aspecto importante de destacar es que en todos los estratos
socioeconómicos, los ingresos de los hogares con jefa mujer son inferiores a aquellos en que el jefe de hogar es hombre, por lo tanto dichos
hogares presentan una mayor vulnerabilidad socioeconómica.
44
libertad y desarr o ll o
El Gráfico 22 muestra los ingresos promedio mensuales en hogares con hijos según quintiles o estratos de ingreso, comprobándose
importantes diferencias en todos ellos, aun cuando, las brechas de
ingreso jefe hombre-jefa mujer resultan superiores en los quintiles
de mayores ingresos.
Gráfico 22
Chile: Ingreso Promedio Mensual en Hogares con Hijos según Quintiles Libertad y Desarrollo
(miles $ nov. 2003)
2.500 –
1.442
1.500 –
1.000 –
500 –
0–
jefe hombre
jefa mujer
1.934
2.000 –
118 93
I
227 183
351 300
II
III
586 472
IV
566
V
387
promedio
Fuente: Encuesta CASEN 2003.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
45
Libertad y Desarrollo
I V. conclusiones
1. Las tendencias en materia de familia muestran cambios importantes que se han acentuado en la última década. Los principales cambios pueden resumirse de la siguiente forma: hogares
más chicos, menos hijos, menos matrimonios, más convivencias, más hogares a cargo de una mujer, más separaciones y
más nacimientos fuera del matrimonio. Aun así la familia matrimonial con ambos progenitores es el tipo de familia que predomina en nuestra sociedad: cerca del 60% de los hogares está
constituido por matrimonios, según el último Censo del 2002. A
ello se suma una creciente incorporación de la mujer al mercado laboral, que tiene efectos importantes en los hogares: como
mayor disponibilidad de recursos económicos, mayor grado de
autonomía de la mujer en las decisiones familiares y reasignación de roles en relación a tareas domésticas y cuidado de los
hijos al interior de la familia.
2. Estos cambios se pueden explicar como parte del proceso de
desarrollo que ha ido viviendo el país y como parte de un proceso cultural que está ocurriendo en las sociedades occidentales
46
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
y que también ha influido en nuestro país. Aun así, la familia sigue siendo la fuente principal de protección y felicidad para las
personas. Al preguntar a los chilenos cuál es su mayor fuente de
felicidad, el 71% señala que la mayor satisfacción en su vida es la
vida familiar.
3. Las tendencias descritas deben ser contrastadas con evidencia que muestra cada vez en forma más frecuente, a través de
estudios realizados tanto en el extranjero como en Chile, los
efectos positivos que la familia tiene en la formación del capital humano y el capital social La desintegración de la familia
dificulta el logro de igualdad de oportunidades y acarrea más
pobreza. Acarrea más problemas en la educación de los niños,
como menor rendimiento y deserción escolar, más problemas
de comportamiento y mayor incidencia de conductas antisociales en los jóvenes.
4.
Es, por consiguiente, importante desarrollar políticas públicas que
fortalezcan a las familias. Estas políticas deben darse en un marco
subsidiario, apoyando y acogiendo a las familias que presentan
problemas y necesidades y no a través de políticas de corte universalista generadas a partir del Estado que reemplacen el rol de
las familias. Estas políticas que se han llevado a cabo en países
con grandes sistemas de bienestar terminan desincentivando el
rol de sus integrantes y disminuyendo su libertad de elección, ya
que se sustentan en políticas y programas que suponen modelos
homogéneos de comportamiento familiar.
5.
No debiera haber subsidios diferenciados para hogares unipersonales. Éstos deben distribuirse por pobreza. Por ejemplo, una
madre pobre casada que trabaja y se esfuerza por su familia
debe tener la misma prioridad en el ingreso a jardín infantil que
una madre pobre soltera.
CIMAGROUP, Estudio La Felicidad de los Chilenos, mayo 2006.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
47
En el caso de la mujer, la inserción laboral no es sólo un problema relacionado con el mercado del trabajo, sino también con las
posibilidades de conciliar en mejor forma la familia y el trabajo.
Considerando el problema actual de baja natalidad, nuestra sociedad debiera comenzar a avanzar en cuanto a lograr políticas
orientadas a conciliar en mejor forma ambos aspectos.
Libertad y Desarrollo
6.
48
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
V. propuestas
1.
Difundir a través de los medios de comunicación social información respecto del rol fundamental que ocupa la familia en
la sociedad.
2.
Incentivar el deber/derecho preferente de los padres a educar
a sus hijos, respetando las diversas creencias religiosas y valóricas, tanto en la elección de colegios, la educación sexual o
matrimonial.
3.
Promover la libertad de enseñanza, defendiendo el derecho
de los padres de todos los sectores sociales a decidir a qué
establecimiento enviar a sus hijos.
4.
Establecer fondos públicos para el desarrollo de programas
pro-familia a través de organizaciones de la sociedad civil y
organizaciones vinculadas a iglesias o creencias religiosas, en
áreas tales como:
– prevención de la violencia intra familiar y promoción de relaciones sanas al interior de la familia
– orientación pre-matrimonial y fomento del matrimonio en parejas que conviven
– programas de ayuda a parejas en crisis
– programas de prevención y tratamiento de alcoholismo y drogadicción
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
49
– programas de educación sexual generados y elegidos a nivel
de cada colegio por los padres y apoderados.
– programas de acogida a adolescentes embarazadas.
Libertad y Desarrollo
5.
6.
Para fomentar la participación laboral de la mujer:
– promover flexibilidad laboral que permita compatibilizar en
mejor forma trabajo y familia.
– más alternativas de cuidado infantil mientras la madre trabaja,
a través de una subvención que abarque diversas modalidades de atención según necesidades de las madres.
– fomento de programas de micro crédito que incentiven el trabajo por cuenta propia o desde el hogar.
– medidas generadas a partir de las propias empresas que permitan negociar en forma mas libre a trabajadores y empleadores que podrían estar relacionadas con mayores posibilidades
de arreglos de horarios de trabajo, como por ejemplo, que un
número de horas de trabajo anual puedan ser utilizadas (tanto
por hombres como mujeres) para llevar los hijos al médico,
reuniones de colegio u otros trámites familiares.
Políticas tributarias en beneficio de la familia
– Reformular la Ley de Donaciones de modo de mejorar incentivos tributarios a las organizaciones, a empresas y personas naturales que desarrollen programas en beneficio de personas
y familias necesitadas. De este modo se puede dar un fuerte
incentivo a las organizaciones de la sociedad civil que desarrollen programas pro-familia.
– Establecer incentivos tributarios para la familia. En esta perspectiva, son muchas las medidas económicas y tributarias que
se podrían implementar con el objeto de incentivar la formación de familias. Las normas vinculadas a los impuestos que
afectan a las personas debieran estar pensadas en una dimensión más amplia que la meramente económica y, como parte
de la responsabilidad del Estado, debieran enfocarse, entre
50
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
otras cosas, a la preservación y fomento de la familia como
núcleo central de la sociedad. Algunas de las medidas podrían
propiciarse a través de una reforma tributaria y, en definitiva,
serían un logro para las familias que quieren que la política tributaria del gobierno sea justa y que no los penalice por tomar
decisiones, tales como casarse y tener hijos. Estas medidas no
necesariamente significan un perjuicio económico para el Estado; por el contrario, son medidas que muchas veces van a
permitir un ahorro frente a otros problemas sociales asociados
a la desintegración de la familia que deberá terminar enfrentando el país.
Algunas medidas tributarias relacionadas con el ámbito familiar que podrían ponerse en práctica son:
– Fusión de declaraciones. Una declaración de impuesto a la
renta conjunta implicaría que un matrimonio estaría informando en un solo formulario, las rentas y deducciones de
los dos individuos combinadas. Esta fusión de declaraciones
actúa como premio a la estabilidad de las parejas formales,
para los casos en que uno de los cónyuges tuviese rentas
superiores al otro y en que la suma de las rentas pudiese
reducir la tasa marginal impositiva de la pareja.
Con esto se evitaría el efecto discriminatorio de la ley actual
que se genera cuando sólo un miembro de la pareja lleva
el sustento económico y el otro se dedica a la familia a diferencia de las parejas que se reparten el sostén económico y
la preocupación por la familia.
– Rebajas de la carga imponible. Esto significa poder rebajar de
la base imponible a través de la creación de créditos específicos, gastos como los dividendos pagados para el financiamiento de la vivienda familiar, gastos de escolaridad de los
hijos (mensualidad y matrículas), gastos médicos elevados
en que incurra la familia, etc.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
51
Libertad y Desarrollo
R eferencias b i b liogr á ficas
52
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libertad y desarr o ll o
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f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
53
Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo
2 La Familia en Chile: Bases para la Definición
de Políticas Públicas
Eugenio G. Cáceres C.*
*Master en Matrimonio y Familia de la Universidad de Navarra, España.
Director de Investigación y Relaciones Internacionales y Académico del
Instituto de Ciencias de la Familia de la Universidad de los Andes.
Este texto corresponde, parcialmente, al presentado por el autor en el XII°
Congreso de la Fundación Ciencia y Vida “La Familia, Clave del Desarrollo”
realizado en la Universidad Católica de Valencia, España, con ocasión
del V° Encuentro Mundial de Familias, julio del 2006, actualizado con la
información pertinente publicada en el periodo julio 2006 – mayo 2007.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
55
Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo
I ntroducción
Por su carácter esencialmente integrador, presente en su propio
origen humano, la familia hoy es sujeto y objeto de ciencia. Como tal,
su análisis conjuga diversas visiones teóricas especializadas.
El entendimiento de la familia como la primera instancia obligatoria donde las personas reciben su formación insustituible para el
desempeño de sus funciones en la vida social, significa que lo que
se haga o no se haga por ella, influirá necesariamente en el mejor
desarrollo de las naciones y países.
Hoy son múltiples y muy variadas las definiciones de familia y
se habla acerca de ella sin precisar el concepto dando así cabida a
entendimientos que para nada reflejan su carácter originado en la
propia naturaleza humana que se expresan en la formulación de políticas públicas que atentan contra ella y promueven su disolución o
su reemplazo por otras formas que no respetan su esencia y estructura básica.
El aparente consenso en que es la familia quien otorga el mejor
ámbito de formación humana no se manifiesta, a veces, en términos
consistentes en las acciones nacionales por lo que el diseño y puesta
en práctica de políticas públicas que la fortalezcan de manera real,
es una de las tareas importante que, actualmente, corresponden a la
sociedad chilena.
Interesa entonces analizar y definir qué corresponde realizar en
términos públicos como integración de los esfuerzos privados y estatales, como orientaciones generales para que la familia, real y efec-
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
57
Libertad y Desarrollo
tivamente sea según la fórmula aristotélica “una convivencia querida
por la misma naturaleza para los actos de la vida cotidiana, es decir,
algo basado en la propia naturaleza para cumplir el fin para el que ha
sido querida, que no es otro que el de la conservación de la vida individual (satisfacer sus necesidades físicas y espirituales) y la de la especie
(engendrar y educar nuevos hombres)” y sea también ratificada “como
la unidad de convivencia humana más antigüa y fundamental para la
sociedad y el estado”.
Los desafíos que enfrenta la familia del futuro no pueden mirarse
desde el prejuicio de una ideología y sí requieren hacerlo desde el
conocimiento de su ser y de sus funciones analizados desde la perspectiva de diferentes áreas del conocimiento, asumiendo ella misma
la misión de demostrar en lo concreto, la auténtica naturalidad de su
ser, como espacio primario de convivencia humana en que el “nosotros de relación interpersonal” constituye su estilo más propio y, de ahí,
derivar su proyección social referida desde siempre a la triple constitución del hombre como ser personal, ser familiar y ser social.
En esta referencia, este estudio caracteriza la situación actual de
la familia en Chile en términos cuanti-cualitativos, utilizando antecedentes estadísticos y de estudios realizados por diversas agencias
interesadas en los temas vinculados a la familia para, posteriormente,
establecer el correspondiente diagnóstico y pronósticos generales.
Se describen y explican las bases conceptuales que se estiman han
de constituir el marco teórico necesario de considerar en la definición de las políticas públicas, entre éstas se destaca el entendimiento
de la familia como un “asunto público” que integra intereses, propósitos y acciones privadas y estatales, que apunten a la solución de los
déficit y también a la consolidación de los aspectos positivos identificados en el análisis.
58
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I . L A FA M I L I A E N C H I L E
. ¿Relevancia o cuestionamiento?
Los antecedentes y resultados entregados por diversos estudios
realizados en Chile coinciden en la importancia que la sociedad chilena le asigna a la familia.
La encuesta efectuada en octubre del 2001 por MORI (1) señala
que un 96% de los chilenos considera a la familia como lo más importante de sus vidas y otro estudio, el ADIMARK-Diario El Mercurio
de ese mismo año (2), indica que el 70% de los mayores de 18 años
manifiesta que el propósito principal de la vida en familia es “tener
amor para ser feliz en compañía” en tanto según el reciente Estudio
Mundial de Valores-Chile 2006 (3), una alta mayoría la considera
como “el lugar en que se confía y se es feliz” y que existe en los jóvenes
“una alta aspiración a construir familia” identificándola como el principal elemento de felicidad.
En la Encuesta Nacional de la Familia DESUC-PUC de 1998 (4), un
98,8% indicaba a la familia como lo más importante en sus vidas, el
81% se declaraba satisfecho con su vida familiar y similar porcentaje
estimaba como lo más importante el tener una familia unida. En el
Estudio Mundial de Valores-Chile 2006 recién mencionado, el 71% de
los encuestados señala a la vida familiar como el elemento que les
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
59
Libertad y Desarrollo
genera mayor satisfacción, similar porcentaje al obtenido en la encuesta Collect-Visión Humana (5) mismo estudio que indica que un
91% considera que “tener una familia unida” es lo esencial y la principal motivación en sus vidas.
En el anterior Estudio Mundial de Valores-Chile 2000 (6) se estimaba a la familia como más importante que los amigos, los estudios,
el trabajo y la religión y en el del 2006, el 90% de los chilenos señala
que la familia es “muy importante en sus vidas”. En una crónica de la
Revista Capital titulada “La felicidad en Chile” (7) se da cuenta que es
la familia el componente social que hace más felices a los chilenos,
se la señala como “la principal fuente de alegría” y es la vida familiar el
factor que se considera más incide en ella y en la reciente encuesta
efectuada por el Instituto Libertad y Desarrollo (8), se establece que
es la familia “la vía que más se valora para alcanzar la felicidad” con una
anotación de 9,4 puntos sobre un máximo de 10. Según este mismo
estudio, cabe destacar que, en general, se percibe una escasa contribución de las distintas instituciones de la sociedad al fortalecimiento
de la familia aún cuando un 56% señala a las iglesias y credos religiosos como las instituciones que más apoyan a la familia en tanto
cerca de un 90% considera que es poco o nada la contribución del
gobierno, de l os parlamentarios y de los tribunales de justicia.
También en la Encuesta Bicentenario PUCCh-ADIMARK (9) el 84%
de los encuestados señala estar de acuerdo o muy de acuerdo con
la expresión “las personas deben permanecer en contacto con su familia
más cercana aún cuando no tengan mucho en común” y otro 70% estima que “en general, lo paso mejor con mi familia que con mis amigos”.
Cabe agregar que el 67% señala también estar de acuerdo o muy de
acuerdo con que “las personas deben permanecer en contacto con su
familia más lejana (tíos, sobrinos, primos) aún cuando no tengan mucho en común”.
Sin embargo, en la Encuesta Nacional PNUD-2001 (10), a la
pregunta “usted diría que en la actualidad las familias en Chile son…”, el
31% señala que son fuente de crisis y otro 28% la indica como fuente
60
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
de tensiones y problemas en tanto el 24% la identifica como un refugio frente a los problemas y otro 15% como un lugar de amor.
Algunos autores, entre otros Valenzuela, Tironi y Scully (11), señalan esta contradicción como más aparente que real indicando que
se origina en la mayor necesidad que se siente de la familia lo que
representa para ella mayores exigencias y expectativas que no está
en condiciones de cumplir.
La consecuencia natural es entonces la búsqueda de definiciones y la constitución de una agenda pública que acerque esas expectativas con la realidad ya que los problemas que ésta no resuelve
-los de salud, educación, justicia y empleo entre otros- recaen como
nuevas demandas sobre la familia colocada también en nuevas circunstancias culturales. Ha de cuidarse, eso sí, que el “cómo son” las
cosas no prime sobre lo que ellas “deben ser”, teniendo en cuenta
que la reingeniería social que incide en la familia no puede dejar de
lado lo que está en su propia naturaleza y esencia.
. Comportamiento demográfico general
En el caso de Chile, si consideramos los resultados del Censo
2002 (12) y su comparación con el Censo 1992 y anteriores (12), bien
puede decirse que ellos son del todo consistentes con las políticas
de población aplicadas a partir de los ‘60 y que los especialistas entienden como el mayor cambio social que se haya dado en Chile en
los últimos veinte años.
En lo más general, la población total es de 15,2 millones de habitantes cifra menor a la esperada en las proyecciones oficiales y un
50,7% son mujeres de las cuales casi el 50% está en edad fecunda.
En el cuadro siguiente se comparan los antecedentes poblacionales más significativos de los dos últimos censos (12) aplicados en
el país cuyo análisis identifica con claridad la posición de “transición
demográfica” en que se encuentra el país.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
61
Libertad y Desarrollo
INDICADORES
CENSO 1992
CENSO 2002
Población Total
13,4 millones
15,2 millones
Tasa de Crecimiento Vegetativo
1,6 %
1,2 %
Tasa de Fecundidad
2,4 hijos/mujer
2,2 hijos/mujer
Población Menor 15 años/Población Total
29%
26%
Población 15-59 años/Población Total
62%
62%
Población Mayor 60 años/Población Total
9%
12%
Esperanza de Vida Mujeres
76 años
79 años
Esperanza de Vida Varones
71 años
73 años
Tamaño Promedio Familia
4 personas/hogar
3,6 personas/hogar
Cantidad de nacimientos en el año
296.000
240.000
En lenguaje técnico, Chile está muy cerca de lo que se denomina
“invierno demográfico”, es decir, reducción de la tasa de fecundidad
situada en el nivel de reemplazo, también reducción de la mortalidad
y aumento de la esperanza de vida.
Ha caído el crecimiento vegetativo de la población y los datos
más actuales acerca de la tasa de fecundidad la colocan en 1,9 hijos
por mujer (en la década de los ’60 era de 5.3), es decir, bajo la tasa de
reposición con una significativa disminución de la cantidad de nacimientos del orden del 15% en el período intercensal 1992–2002. Las
proyecciones realizadas por el INE con base en los datos 2002, indican que la cantidad de niños menores de 15 años disminuirá en casi
un 6% para el 2010 y en un 9% para el 2020 (13). A futuro representa
un fuerte impacto en la estructura del mercado laboral e incremento
de la dependencia.
Por otra parte, en similar período intercensal 1992–2002, la cantidad de parejas casadas o convivientes sin hijos aumentó de un 22,6%
a un 26,7% y de aquéllas con un solo hijo, de un 28,9% a un 32,5%, en
tanto disminuyeron las con cuatro hijos (de un 6,3% a un 3,9%) y las de
cinco hijos de un 1,8% a un 0,9%. Cabe destacar que las familias con un
hijo representan el 20% en Estados Unidos, el 27% en el Reino Unido, el
28% en Francia, el 34% en Italia y el 28% en España (14).
62
libertad y desarr o ll o
En los últimos treinta años casi se ha duplicado la población pero,
su caracterización interna es muy diferente según los antecedentes
que se consignan a continuación.
Libertad y Desarrollo
3. Comportamiento de hogares
Es relevante el incremento de los hogares unipersonales (gente
que vive sola) que ahora constituyen el 12% del total. El 57% son nucleares completos en los que habitan padres e hijos (en casi un 80%
de ellos sólo viven hasta cuatro personas) y un 22% son extensos en
que viven otras personas adicionales al núcleo familiar (12). Ha aumentado significativamente su equipamiento, aspecto este último
que se presenta como elemento significativo del progreso y de la
mejor calidad de vida acentuando así la concepción materialista con
que se entiende la modernización.
Existen , millones de hogares con alto grado de equipamiento,
un 8% tiene refrigerador, un 79% dispone de lavadora y un 87% de
televisión a color, dándose lo que algunos identifican como “culto al
hogar”, convertido éste en un refugio frente a la incertidumbre y a la
mayor competencia exterior, en tanto otros analistas indican que “se
ha cambiado hijos por equipamiento”.
. Comportamiento de la nupcialidad
Ha variado, en el período intercensal 1992-2002 (12), la participación relativa en la población total de las personas según su estado
civil según se expresa en el cuadro siguiente.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
63
ESTADO CIVIL
CENSO 1992
CENSO 2002
Casados/población total
51,8 %
46,2 %
Solteros/población total
33,6 %
34,6 %
Convivientes/población total
5,7 %
8,9 %
Viudos/población total
5,2 %
5,2 %
Separados/población total
3,4 %
4,7 %
Anulados (Divorciados)/población total
0,3 %
0,4 %
Libertad y Desarrollo
En el período mencionado se casó un 6% menos de personas y
los varones que antes se casaban a los 27 años ahora lo hacen a los
29 en tanto las mujeres se casaban a los 24 y ahora a los 26. Además,
la duración media de los matrimonios al anularse o divorciarse es hoy
cercana a los 10 años en tanto en 1980 era de 11 años y en 1998 era de
12 años. (12) (15).
En ese mismo período de tiempo disminuyó el número de matrimonios en un 28% y las nulidades matrimoniales (en Chile existe
divorcio sólo desde 2004 y las nulidades pueden asimilarse a él) aumentaron en un 136% con una tasa creciente de 3.6 nulidades por
cada 100 matrimonios a una de 11.5 (12) y durante el 2005 se registraron 1.186 demandas de divorcio y en el período enero-julio 2006 ya
hay 4.419 presentadas. En todo caso, en la encuesta recién mencionada aplicada por el Instituto Libertad y Desarrollo (8) un 70% le otorga una alta valoración al matrimonio “como compromiso para toda
la vida” y también como institución en tanto existe igualdad con un
47% en torno a considerar si las personas casadas son más felices que
aquéllas que no lo están.
Cabe destacar el incremento de la convivencia que se estima alcanzaba en el 2005 un 11% y señalar que se han promulgado una serie de disposiciones legales que “reconocen”, todavía indirectamente,
las uniones de hecho. En la Encuesta Bicentenario (9) un 53.7% dice
estar de acuerdo o muy de acuerdo con que “las parejas que conviven
deberían casarse cuando deciden tener hijos” y un 42.7% “aconsejaría a
sus hijos que no convivan antes de casarse”.
64
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
Asimismo, en esta Encuesta destacan los resultados obtenidos
en el sentido que un 77,4% dice estar de acuerdo o muy de acuerdo
con que “el matrimonio es un compromiso para toda la vida” y sólo un
28,9% con que “cuando hay niños de por medio, los padres deben permanecer juntos aún cuando no se lleven bien”. En el estudio de Libertad
y Desarrollo (9) un 55% considera que “da lo mismo estar casado que
convivir”, un 64% considera que los convivientes debieran casarse si
tienen hijos y un 66% de las respuestas manifiesta estar de pleno o
parcialmente de acuerdo con que los hijos pueden criarse bien con
un solo progenitor presente.
.
. Comportamiento de la situación de la mujer
Su participación al interior de la población económicamente activa ha crecido y actualmente cerca de un 35% de ellas ejerce acciones
laborales remuneradas. Asimismo, se ha incrementado su participación como “jefa de hogar” de un 25.3% a un 31.5% entre ambos censos
(12). La cantidad de mujeres que ingresa a la educación superior, casi se
ha duplicado, de un 8.6% a un 15.7%, constituyendo un 47% de la actual matrícula universitaria. Esta información es relevante si se la coloca
en el futuro inmediato en lo que respecta a una participación laboral
fuera del hogar ya que en el rango de edad 18-55 años la tasa de fecundidad es de 1,6 hijos para las mujeres que trabajan fuera del hogar y de
2,7 para las que permanecen en sus casas.
Su expectativa de vida es ahora de 79 años y en este período de
vida pueden realizarse muchas y diversas cosas. La limitación de los
nacimientos que genera tiempos y periodos de vida en los cuales las
mujeres pueden tener otros tipos de ocupación y ejercer otras actividades, el acceso a la educación de nivel terciario, la especialización
e innovación tecnológica que incide fuertemente en las actividades
hogareñas resueltas ahora con equipamiento que libera tiempo y
esfuerzos y facilitan la labor doméstica, la incorporación al trabajo
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
65
Libertad y Desarrollo
social con carácter de voluntariado y la cada vez más deteriorada
imagen social que conlleva la labor doméstica son los componentes
de un cambio radical que incide fuertemente en un nuevo esquema
de convivencia familiar.
En el estudio ENOP-CEP del 2002 (16) se consultó acerca de la
aprobación o rechazo de las siguientes aseveraciones “Considerando
todo lo bueno y todo lo malo, la vida familiar se resiente cuando la mujer
trabaja a tiempo completo” y “Una madre que trabaja puede establecer
una relación tan cálida y sólida con sus hijos como una madre que no
trabaja” y el 81% señaló estar de acuerdo con la primera y el 47%
con la segunda. En el mismo estudio en una escala que va de 1 a 20
puntos, la receptividad a la idea que la mujer trabaje fuera del hogar
tuvo un puntaje de 9,7.
En otro estudio, el de ADIMARK-Club Mujeres Empresarias del
2002 (17) a la pregunta de “cuán exitosas se sienten las mujeres como
madres y como parejas”, las respuestas de las que trabajan jornada
completa fuera de la casa son de un 51% y un 34% respectivamente,
las de quienes trabajan por jornada parcial son de un 56% y un 40% y
las de quienes están sólo en el hogar son de un 68% y un 49%.
En el estudio “Mujeres Profesionales y Ejecutivas” publicado en
junio 2004 en la revista Capital (18), sobre una muestra de 700 mujeres que desarrollan actividades laborales fuera del hogar, algunos de
sus resultados relevantes indican que el 40% trabaja más de 9 horas
diarias fuera del hogar y otras 2 horas en labores domésticas y que
un 18% comparte con sus hijos entre 1,5 y 2,5 horas/día, un 11% más
de 4 y un 2% menos de una hora. Otras apreciaciones de carácter
cualitativo son las que se vinculan con los grados de satisfacción con
lo que hacen (un 52% dice estar altamente satisfechas con el trabajo,
un 65% con el hogar y un 57% con la vida personal) y con la solicitud
de mayor flexibilidad laboral (aplicación de trabajo por objetivos y
por eficiencia y no sólo por disponibilidad horaria o física).
En la Encuesta Bicentenario, entre otros aspectos, considerando
los porcentajes que representan estar de acuerdo y muy de acuerdo,
66
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
se tiene un 62% respecto a las aseveraciones “la familia se descuida si
la mujer tiene un trabajo de tiempo completo”, un 54% respecto a “los
hijos se benefician si la mujer trabaja”, un 49,1% respecto a “es mejor
para la familia si el hombre trabaja y la mujer se queda en la casa” y sólo
un 37,5% respecto a “una madre que trabaja establece una relación
igual de cerca con sus hijos que una mujer que trabaja”. Cabe señalar
que la información desagregada por nivel socio-económico muestra
la mayor receptividad al trabajo femenino en el sector ABC1 y referida
a la edad, en el rango 18–24 años. Por otra parte, en el estudio de Libertad y Desarrollo la mayoría de los encuestados manifiesta opinión
favorable a que la mujer trabaje fuera del hogar pero, el 69% anota
que debiera ser sólo por tiempo parcial.
. Comportamiento de la vida familiar
En el estudio mencionado en (2) en el capítulo relativo a los
estilos familiares, se indica que entre los padres nadie se reconoce
como familia autoritaria y se identifican más con el estilo sobre protector (un 66,8%) y con el estilo democrático, en tanto un 46% busca
determinar un estilo distinto al de sus progenitores y la aspiración
general es llegar a implementar un estilo democrático que incluya
elementos de jerarquía y con oportunos momentos de autoridad y
de sobreprotección. En general, destacan un alto individualismo en
los hijos, un tercio de los padres no castiga a sus hijos y se preparan
para una más larga convivencia con los hijos adolescentes y adultos.
Cuando se tienen problemas, un 75% señala que sí conocen los
problemas de los otros miembros de la familia, un 7% que no y un
18% que depende y para resolverlos, un 75% señala que se resuelven
al interior de la familia sin ayuda externa y que el padre recurre a la
esposa para su solución, que la madre recurre poco a su esposo pero,
sí a su propia madre y a los amigos o a nadie y que los hijos recurren
a la mamá, muy poco o nada al papá.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
67
Libertad y Desarrollo
También se consultó acerca del tiempo que se vive en familia y
todos estiman que se dedica a la familia menos tiempo del que se
debiera y quisiera, todos piden tener la posibilidad de pasar mayor
tiempo con la familia y un 68% declara que de tenerlo lo utilizaría “en“
y “con” la familia (los padres señalan que el mayor tiempo disponible lo
utilizaría con la esposa y con los hijos en tanto las madres indican que
con los hijos).
La aplicación de la encuesta TU-SU acerca del funcionamiento familiar cuyo cuestionario se aplica a los hijos adolescentes y a
los padres del mismo grupo familiar, realizada por Valdés, Serrano y
Rodríguez (19), a la pregunta acerca de “con qué está satisfecho en la
vida”, los padres responden en un 90,3% que con su familia y en un
68,3% que con ellos mismos, en tanto los adolescentes lo están en
un 83,6% con su familia y un 65,7% con ellos mismos. En la misma
encuesta, a la pregunta acerca de “qué consideran importante en sus
vidas”, las respuestas son las que siguen:
ASPECTOS
HIJOS (“TU” %)
PADRES (“SU” %)
Tener una familia unida
97,2
98,8
Realización laboral
92,7
95,1
Creer en Dios o ser superior
85,5
94,4
Nivel de estudios
92,0
92,5
Influencia sobre los demás
65,3
49,6
Tener una vida sexual activa
51,7
53,4
Tener dinero
49,9
34,3
Y respecto a la percepción que se tiene acerca del “funcionamiento familiar” las respuestas son:
68
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
FUNCIONAMIENTO FAMILIAR
HIJOS (“TU” %)
PADRES (“SU” %)
Nos unimos para enfrentar los problemas
83,4
72,6
Pasamos el tiempo juntos
78,8
57,9
Se consideran las ideas de los hijos
72,0
55,0
Nos pedimos ayuda unos a otros
71,0
63,4
Expresamos lo que sentimos
74,1
55,3
Nos turnamos tareas y responsabilidades
61,2
50,8
Y acerca de cómo se consideran algunos elementos de la “comunicación familiar”,
CONCEPTOS
HIJOS (“TU” %)
PADRES (“SU” %)
Es expresión de sentimientos
75,0
51,6
Intuye cómo me siento
68,9
68,5
Puedo comentar mis problemas
77,2
67,8
Y acerca de “cómo se aprecian las relaciones al interior de la familia”
CONCEPTOS
HIJOS (“TU” %)
PADRES (“SU” %)
Muy cercanas
80
80
Bastante cercanas
15
11
Poco cercanas
3
5
Nada cercanas
2
2
Por otra parte, en la encuesta aplicada por Libertad y Desarrollo (8) se aprecia la relevancia que se le concede en los hogares
con hijos a la realización de actividades familiares como “contribución
importante al mejor desarrollo y educación de los hijos”, entre las cuales
destacan las ejercidas al interior del hogar como “cenar juntos” (un
66%) u “otras actividades” (un 72%). Además, un 54% de los padres
señala que siempre controlan los que sus hijos ven en la televisión y
en internet y reclaman ejercer en propiedad el rol que les correspon-
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
69
de en la educación de la sexualidad de sus hijos a la inversa de las
recientes políticas públicas asumidas por el gobierno.
En el “Estudio Adolescentes 13–18” publicado por la revista “Hacer
Familia” en diciembre 2003 (20), se encuentran respuestas como las
que se consignan en en el cuadro siguiente:
Libertad y Desarrollo
ASPECTOS
POCO
NADA
Satisfacción con la vida familiar
MUCHO
62%
BASTANTE
27%
8%
3%
Se siente querido
72%
21%
5%
2%
Estrictez del padre
22%
32%
32%
14%
Estrictez de la madre
17%
37%
38%
8%
Nivel de exigencia de los padres
35%
21%
44%
2%
Nivel de castigo por parte de los padres
6%
25%
19%
50%
Buena comunicación familiar
12%
68%
15%
5%
Tiempo de comunicación diaria familiar
53%
33%
9%
5%
Otros datos se refieren a los siguientes aspectos:
A la pregunta “¿a qué le asignan los adolescentes mucha y bastante importancia?”, en la que podían marcar varias respuestas, un 97%
contesta que a la familia, un 83% al trabajo y al estudio, un 63% a los
amigos, un 56% al servicio al prójimo, un 55% al tiempo libre y un 38%
a la religión.
A la pregunta “¿qué importancia le asignan al matrimonio?”, un 27%
indica que es muy importante, otro 52% que es sólo importante y un
17% que es poco importante y a la pregunta “¿qué piensan respecto al
matrimonio?”, un 53% señala que “es imposible que dure toda la vida”,
otro 45% que “ ello sí es posible” y el restante 2% no responde.
A la pregunta “¿qué piensan respecto a su futura familia?”, un 81%
está de acuerdo con que “los dos trabajen y compartan por igual las tareas familiares”, otro 12% estima que “la mujer trabaje menos y se ocupe
del hogar” y el 7% restante estima que “sólo debe trabajar el hombre”.
Asimismo, el 48% de los varones y el 47% de las mujeres están de
acuerdo con el concepto “la mujer sí necesita tener hijos para su rea-
70
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
lización” y el 47% y 51% respectivamente están de acuerdo con que
“no los necesita”.
A la pregunta acerca de “¿a quiénes más y menos se admira?” las
respuestas relativas a los padres indican que un 40% admira más a la
mamá, un 14% al papá y un 10% a ambos en tanto un 10% señala que
a quien menos admira es al papá.
Las conclusiones generales del estudio realizado en septiembre 2003 por ADIMARK “Sobre el trabajo y la familia: la mirada de
los niños” y comentado por el Families and Work Institute (21), se vinculaban a que los niños varones echan más de menos a sus padres
que las niñas mujeres, que los menores de ambos sexos están menos satisfechos con el tiempo que pasan con sus papás que con sus
mamás y que cuando la mamá está en casa algunos de ellos tienen
mejor rendimiento en el colegio.
Se comentaba, además, que más allá de cumplir las tareas domésticas, la “nana” es percibida como una madre sustituta o “segunda
mamá” pues asume responsabilidades de crianza y control y que las
madres que trabajan son tan bien evaluadas en su rol materno como
las que están todo el día con sus hijos.
Al respecto, un 68,9% de los niños encuestados estuvo de acuerdo con las expresiones “es mucho mejor para la familia si el hombre
trabaja y la mujer se hace cargo de la casa y de los hijos”, “cuando yo sea
grande quiero trabajar y que mi señora se quede en la casa” y “la mamá
también tiene derecho al éxito en la vida; la mamá igual puede trabajar
porque tiene que tener sus cosas privadas; es injusto que no pueda trabajar porque tiene derecho a la fama”.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
71
Libertad y Desarrollo
I I . D I AG N Ó S T I CO Y P R O N Ó S T I CO
Los antecedentes descritos y explicados en el capítulo anterior
cubren aspectos cuantitativos y cualitativos acerca de la situación de
la familia en Chile cuya síntesis con carácter de diagnóstico señala:
– un comportamiento demográfico que señala con claridad la
reducción de la fecundidad hasta el límite o bajo la reposición
demográfica;
– la disminución, postergación y prolongación de la nupcialidad;
– la maternidad tardía y también precoz, es decir, aumentan la
edad promedio del primer parto y el embarazo adolescente);
– el incremento de la maternidad fuera del matrimonio, en el 2005
el 52% de los niños chilenos nacieron en esta condición;
– la limitación y autocontrol de la natalidad y de la mortalidad;
– el aumento de las convivencias:
– la disminución del tamaño de las familias;
– la nueva composición de hogares con incremento de los unipersonales y disminución de los nucleares y de los extensos y
– la cada vez mayor participación de la mujer en el mercado laboral extra-doméstico y en la jefatura de hogar.
Los mayores efectos que con seguridad se tendrían con esta nueva estructura de la población y de la familia chilena se vinculan con :
72
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
– la clara inversión de la tradicional pirámide de edades por el angostamiento de su base (en el período intercensal 1992-2002
nacieron 500.000 niños menos en el rango de edad 0-15 años) y
por el crecimiento de sus tramos superiores;
– los ajustes en la estructura económica (una población activa
cada vez menor deberá sostener a una población pasiva cada
vez mayor y una menor base productiva y menor fuente de ingresos tributarios junto a escasas posibilidades laborales para
la tercera edad), con la mayor demanda de servicios de salud
en cobertura y en tipos de enfermedades que quizás obligue
a una mayor carga estatal;
– la mayor demanda de atención y de nuevos servicios de salud
vinculados a la presencia cada vez mayor de la tercera y cuarta edad que implicará ampliar la cobertura en cantidad y en
tipos de enfermedades con el consecuente aumento del financiamiento estatal y de la participación privada; al respecto
es interesante lo expresado en la Encuesta Bicentenario (9) en
que un 65,3% señala estar de acuerdo o muy de acuerdo con
que “cuando los padres envejecen, deberían esperar que los hijos
se hagan cargo de ellos económicamente” y un 50,3% con que
“cuando los hijos se van de la casa, no deberían esperar que sus
padres los sigan apoyando económicamente”;
– el incremento de las conductas de riesgo en los adolescentes
(un 21,7% de los adolescentes 13-15 “han pensado seriamente en
la posibilidad de suicidarse en el último año” (22);
– los ajustes culturales y psicológicos originados en situaciones
como la de padres solos frente a la educación de sus hijos o
padres ausentes en ella, con énfasis en la sobreprotección y
consecuente pérdida de autoridad parental o el infantilismo
dentro del hogar que representa la búsqueda de orientación
externa que no se encuentra (“donde están los padres no hay
decisiones que asumir y donde hay decisiones que asumir no están los padres, son los hijos huérfanos de padres vivos”) y
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
73
Libertad y Desarrollo
– una menor estabilidad social con posibles consecuencias de infidelidad, ruptura conyugal y familiar y violencia intrafamiliar.
Otras posibles preguntas que aún no tienen respuesta en términos de políticas públicas que busquen resolver las dificultades futuras
enunciadas se relacionan con ¿quiénes tendrán los niños necesarios
para el desarrollo?, ¿quién los criará?, ¿cómo son los hijos educados
sin padre?, ¿cuáles debieran ser esas políticas públicas hoy ausentes
y en torno a éstas qué hace el estado o qué debe hacer el estado y
cuáles serán sus nuevos desarrollos? y por otra parte, ¿quiénes generarán la riqueza necesaria? y ¿quiénes cuidarán a los ancianos?
Respecto a las políticas públicas, si se entiende a la familia como
un asunto público en el contexto que se formula más adelante, su
definición no corresponde sólo al estado ya que a éste le cabe sólo
un rol subsidiario. Las reingenierías sociales vigentes tienden a intervenir en los ámbitos que son más propios de las personas y de
los grupos sociales intermedios en cuestiones que son del absoluto
dominio de ellos y no consideran que al estado le corresponde sólo
la tarea de generar y entregar las mejores oportunidades para su correcto desarrollo.
En la perspectiva de futuro y en la referencia de la familia real y
efectivamente concebida como “unidad básica social”, surgen otras
preguntas que también debieran expresarse en acciones públicas.
En términos de su presencia social, ¿cuáles son sus formas y si éstas
pasan por decisiones estatales o por su creciente privatización o representan el quiebre o la consolidación de su institucionalización o
significan el quiebre o el fortalecimiento del matrimonio como su
fundamento principal? y en términos de su presencia interior, ¿otra
vez cuáles son sus formas y si éstas pasan por la consolidación de
sus relaciones internas de conyugalidad, de parentalidad-filiación y
de fraternidad o si se estima una mejor coordinación con la escuela
o si se requiere un ejercicio efectivo de la autoridad parental y una
mejor educación del sentido de amar y de servir o por la conjunción
de todos estos componentes?
74
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I I I . P O L Í T I C A S P Ú B L I C A S FA M I L I A R E S :
B A S E S CO N C E P T UA L E S
. La familia como asunto público
Se entiende la familia como “asunto público” o “cosa pública” en
que la connotación de lo público no se vincula de modo exclusivo a
lo “estatal” como suele entenderse, sino más bien a la integración de
los esfuerzos que los sectores estatal y privado realizan en torno a un
tema relevante para la sociedad en la que se insertan.
Así entonces el entendimiento de lo que son “políticas públicas”
en la referencia de los autores Lynn (1980), Dye (1984), Peters (1986)
y Tamayo (1997) citados por Ochoa (23) se vincula, en este caso, al
conjunto específico de acciones determinadas con el propósito de
generar determinados efectos o influencias en la vida de los ciudadanos referido a la manera en que los problemas colectivos son conceptualizados y atraen su atención prioritaria. Requieren el análisis
de los procesos de formulación y de ejecución de la intervención
pública con el propósito explícito de mejorar los resultados, los procesos de decisión, las características de los actores participantes y las
relaciones entre su elaboración, proposición, decisión e implementación relativas a la asignación de valores en una sociedad.
Entre los muchos problemas existentes, se asumen aquéllos que
los que decide, privados y estatales, son capaces de tratar con las va-
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
75
Libertad y Desarrollo
riables y recursos disponibles o aquéllos que preocupan a la sociedad
en un momento preciso o aquellos establecidos por una específica
agenda institucional inserta en una muy particular circunstancia.
Se trata entonces de otorgar valor público a la familia y la
pregunta es entonces “cómo hacerlo” teniendo como referencia básica cuál es su propósito en cuanto su propio ser, a las personas que
la constituyen y al medio social al que se proyecta en la referencia de
las diferentes demandas diferentes y de las capacidades para satisfacerlas. Expresado de otra manera, cuáles son las intervenciones que
se requieren para otorgarle tal valor público.
Respecto a la familia son variadas y múltiples las áreas de acción en que ellas pueden darse. Entre otras, la pobreza y los subsidios
para neutralizarla, el matrimonio, la natalidad, la salud, la justicia, la
mujer, las relaciones exteriores, la educación, la vivienda, la educación sexual, el género, la homosexualidad, la igualdad de los hijos, el
divorcio, la vivienda y las pensiones.
Cabe reiterar que, de todas maneras, estas intervenciones han
de estar siempre ligadas a las características que se entienden como
las más significativas, entre otros, de los enfoques antropológico, sociológico, jurídico y desarrollista respecto a la familia que interactúan
con carácter de integración y de complementariedad.
. El enfoque antropológico de la familia
y su proyección social
Sabemos que el hombre es naturalmente social y hablar de la persona humana es hablar de familia y como única especie “ex-céntrica”
capaz de poner su interés en un “otro” más que en sí mismo. Para él la
convivencia es una necesidad, no existe el hombre independiente de
la sociedad y su enlace con su medio social es la familia donde nace.
En ella convive con los seres que lo crearon y que lo educan hasta
alcanzar grados diversos de autonomía y autosuficiencia. Cuando, gra-
76
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
dualmente, va siendo dueño de su propio ser, puede entonces “convivir” con los demás y cruzar otras existencias con la suya, de un modo
personal y plenamente humano.
Si la persona humana es “co-existencia-con”, es decir existencia
consigo misma y también con otros, es apertura desde la intimidad
que se expresa en el dar y en el aceptar. Como tal es también familiar
y en esta dimensión, social. Si ser persona es entre otras cosas el poder
decir “soy de mí mismo” o “yo soy mío” para, desde ahí, ser de otro, en
otro y con otro, con ello se otorga autopertenencia en la voluntad y
autoconciencia en la inteligencia, atributos con que el hombre opera
su naturaleza con afán de perfección. Estas particulares condiciones
que lo orientan hacia lo “bueno”, constituyen algo originario y se configuran como uno de sus trascendentales.
Es en la familia donde cada individuo tiene la auténtica oportunidad de desarrollarse como ser humano y constituirse como persona. Es la estructura antropológica en la que confluyen diferentes
personas, cada una de ellas con muy diversas características y con la
doble condición de sujeto que da y que recibe, en un contexto de
relaciones humanas que colaboran en la consecución de sus propias
identidades personales de cónyuge, de padre, de madre, de hijo y
de hermano. Bien puede decirse entonces que persona y familia son
consustanciales y que, desde siempre, “caminan indisolublemente
unidas”. En el Documento “40 ONG’s sobre la Familia” (24) se la señala
como “la revelación al hombre de la identidad del hombre” y como “el
encuentro de cada ser humano con su origen y la revelación de que este
origen puede constituir una co-identidad biográfica entre los sujetos, un
ámbito de humanización, una comunidad permanente de afectos y copertenencias personales”.
En este contexto, las relaciones constitutivas de la familia se articulan en términos de singularidad, de soberanía y propiedad, de
historia y de co-biografía que la estructuran y conforman como el
primer nivel de organización de la condición social del hombre.
La familia es de todas maneras, el ámbito en que la persona se
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
77
Libertad y Desarrollo
hace tal, el hábitat en que la persona nace, crece y muere y en el cual
se le reconoce por el simple hecho de sólo serlo. La familia recoge la
naturaleza familiar de la persona y es también, en lo principal, el lugar de instalación del hombre en la sociedad. En tanto el ser familiar,
marcado por su propia naturaleza y también por la de las personas
que lo integran, se constituye con fines trascendentes (el bien de los
cónyuges y la generación y educación de la prole), el existir familiar
se expresa en una modalidad de convivencia que sigue circunstancias culturales externas e internas y se adecúa a las características de
las personalidades que confluyen en él.
. El enfoque sociológico de la familia
y el principio de la subsidiaridad
La definición tradicional de la familia como “núcleo fundamental
de la sociedad” o “célula original de la vida social” explica su relación
con la sociedad de la cual es unidad básica en términos de desarrollo
y de experiencia. Esta natural comprensión acerca de lo que es la
familia como elemento primario natural, ha existido desde siempre
a través del tiempo y su forma se ha configurado según las condiciones culturales prevalecientes en una determinada circunstancia
espacio-temporal.
La concepción de la familia como “unidad básica” significa que es
desde ella que se constituyen las otras unidades sociales por delegación de roles o de funciones, nunca a la inversa, enfatizando fuertemente el significado auténtico de la subsidiaridad. Ésta incluye la no
interferencia del estado ni de otras sociedades en las acciones que
se ejecutan por iniciativa y responsabilidad de las personas y de los
grupos sociales intermedios. En cambio, al estado sí le corresponde
sostener y ayudar a los grupos de orden menor con subsidios que potencien y actualicen sus capacidades y coordinar o apoyar sus actividades cuando sea necesario.
78
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
La propia dignidad humana exige respetar y defender la libertad
y autonomía de las personas y de las asociaciones intermedias como
parte relevante del bien común. Una estructura social superior no
debe interferir en la vida interna de un grupo social inferior ni privarlo
de sus competencias; a la inversa, debiera colaborar en sus necesidades y en coordinar su labor con otros entes sociales en la perspectiva
del bien común.
La familia es anterior a la sociedad civil y tiene prioridad de derechos respecto a ésta y al estado. Sus fines naturales –el bien común
de la especie humana y el de sus miembros– son superiores a los del
estado quien debe reconocerle los derechos naturales que posee.
Cualquier esfuerzo subsidiario que éste asuma podrá referirse sólo a
aquellas áreas o materias en las cuales no exista participación de los
particulares ni de sociedades intermedias y deberá ser necesario para
el bien común con carácter de de estímulo y no de intervención.
La subsidiaridad se contrapone al colectivismo: protege la autonomía de las personas y de las comunidades locales, limita la fuerte
participación estatal en la vida social, armoniza las relaciones de las
personas con la sociedad y cuida los derechos de los pueblos en las relaciones entre las sociedades particulares y la universal. Existe la “soberanía de la familia” que la afirma como poseedora de derechos propios
y garantiza su estabilidad y supervivencia. La familia es desde el inicio y
no el resultado de un consenso social posterior o de un contrato social
manejado por los hombres.
Sin embargo, la reingeniería social vigente amenaza a la familia
en la referencia de la contraposición de “lo natural” versus “lo cultural” colocando el análisis en una perspectiva antropológica de cabal
contradicción. Lo natural es lo que entrega la propia vida y constituye la esencia del hombre y de la familia, ambos con derechos que
les corresponden por sus mismas y propias naturalezas sin que les
sean otorgados por institución humana alguna a quienes, simplemente, les toca reconocerlos. Aún cuando se reconoce a la familia
como “base de la sociedad”, la concepción que hoy se tiene y difunde
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
79
Libertad y Desarrollo
de ella, de hecho conduce a su sistemática relativización y se minimiza la profundidad y respetabilidad de sus derechos. Se dejan de
lado sus funciones sociales más propias como son las de su rol en
la perspectiva de la procreación, su responsabilidad permanente en
la comunidad y su rol en la educación integral de los niños y no se
considera su carácter subsidiario anterior al del estado.
Lo anterior es parte de un proyecto cultural y político dirigido
contra la familia y contra la vida apoyado en las tres conocidas tesis
que señalan que la familia no es un bien necesario pues es obstáculo
para el bienestar del individuo, que la familia es indefinible y ya no
existe “la familia” en singular sino “las familias” en plural y que la familia
corresponde a un consenso social modificable pues ni ella ni el matrimonio tendrían carácter natural.
Este proyecto cultural choca frontalmente con el pensamiento
de la familia como una institución natural que no está ligada ni a una
época ni a una cultura específica y que tiene un rol que no puede ser
sustituido en cuanto a la preparación de los futuros ciudadanos.
Corresponde entonces enfatizar el que la familia continúa siendo un bien necesario y que ella no es obstáculo para el bienestar
individual y entenderla en su definición natural tradicional más que
vincularla a ciertos consensos sociales modificables, además de reconocer que es la familia a quien debe la sociedad su existencia y no
ésta quien la origina y condiciona.
. El enfoque educativo de la familia:
derecho y deber parental
Los fines naturales del matrimonio, obviamente extensivos a la
familia, desde siempre se han establecido en todo de acuerdo a su
propio carácter natural y al amor conyugal. En relación al bien de los
esposos, se estima que la mutua colaboración que se origina es la de
una comunidad de vida y amor establecida como relación interper-
80
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
sonal para el mutuo perfeccionamiento espiritual y material y participación en la obra común conyugal. En relación a la generación y
educación de la prole prima el concepto tomista del “hijo educado”,
generado en la comunidad conyugal como su fin natural. El matrimonio es el núcleo de la familia y tiene su fundamento en la unión plena
de las diferencias del varón y de la mujer como expresión consistente
del amor conyugal que tiende, necesariamente, a una finalidad procreadora. Los hijos son el bien resultante del amor conyugal que los
une en cuanto, potencialmente, son padre y madre.
La educación es el principio constituyente del orden social pues
interviene en la prioridad del cambio moral personal sobre el de las
estructuras sociales, en la erradicación de la pobreza y de la marginalidad, en las exigencias y desarrollo integral de la sociedad actual, en
el desempeño laboral y en la constitución de las ecologías humana y
ambiental. Esta significativa tarea que tiende a la formación personal
en orden a su fin último y al bien de la sociedad, se constituye como
un derecho básico del hombre y ha de ser integral.
El deber correlativo a este derecho corresponde a la familia en primer término y luego a la sociedad. Si los padres han dado la vida a sus
hijos, tienen entonces la obligación de educarlos como derecho-deber
original y primario y se les reconoce como los primeros y principales
educadores. Este derecho-deber trasciende la educación doméstica
y se aplica también en la libertad que han de disponer para elegir las
escuelas en que se complemente la educación de sus hijos. En este
proceso contarán con todas las ayudas que con afán subsidiario, la sociedad y el estado puedan entregarles.
El deber educativo de los padres está presente en su propio ser
de origen y se convierte así también en un derecho que en todo debe
ser respetado por las otras instancias que puedan participar en la educación. Tienen la prioridad, no sólo cronológica y de hecho, sino que
natural y ontológica de ser los primeros educadores ligada a un derecho irrenunciable que es anterior a los derechos del estado y de la
sociedad y como tal, inviolable por parte de toda potestad terrena.
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. El enfoque jurídico de la familia: el derecho
inalienable del hombre a ser tratado como hombre
Libertad y Desarrollo
Los derechos de la familia son los derechos del hombre que les
corresponden por sus propias naturalezas, esto es, no les son otorgados por instituciones humanas las cuales deben, simplemente,
reconocerlos. El derecho natural como fundamento de los derechos
humanos y de los de la familia recoge lo inherente a la naturaleza
de la persona humana y a la familia como grupo primario natural y
confluyen en ellos los conceptos de persona, de vida, de libertad y
de bienes fundamentales.
Si bien la familia como tal es sujeto de derechos como comunidad natural y jurídica, también se considera la posibilidad que los
derechos personales que el hombre trae a la familia puedan desplegarse, socialmente, a través de ella reafirmándola como el natural
enlace del hombre con su medio social. Es el hombre el principio en el cual se generan y fundamentan
los Derechos Humanos y por ende, los de Familia y así lo reconocen
los enunciados y considerandos en que se basan todas las declaraciones, pactos e instrumentos de ratificación internacionales. En ellos
se señala la presencia de una libertad social que exige al estado inhibirse frente a la persona y a la familia en lo que son sus campos
propios pero, a la vez, le solicita que preste y coloque las condiciones
para una eficaz acción y la cooperación para el mejor desarrollo de
la dignidad humana.
El ser persona otorga un especial estatus derivado de su propia
naturaleza y la hace sujeto de derechos y deberes fundamentales
que merecen reconocimiento, respeto y protección por parte de la
sociedad y de los estados. El primero de los derechos del hombre
es el derecho a ser tratado como hombre y de éste derivan todos los
demás extensivos a los de familia.
Diversos enunciados y catálogos de derechos humanos reconocen como uno de los principales, el de elegir su estado de vida, el de
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Libertad y Desarrollo
fundar una familia y el de gozar de todas las condiciones necesarias
para la vida familiar. Otros categorizan los derechos familiares e incluyen, entre éstos, el matrimonio y la procreación y la decisión por
el número de hijos y su educación, el de la posesión de los bienes
suficientes para ello y el de la inviolabilidad del hogar.
Otras referencias se abren a futuras determinaciones de nuevos
derechos humanos y de familia según su carácter histórico y por
ende, dinámico y abierto. En estos casos, lo relevante es no perder
las características esenciales de dignidad, libertad y singularidad de
la persona humana y de la familia que por ser de su naturaleza, son
intransables e insoslayables. Conviene prever asimismo, la interferencia de los derechos humanos y de familia con teorías y posiciones
relativistas que sin aparentes contradicciones vitales, atentan a veces
contra los esenciales derechos de las personas, incluso aquéllas que
están por nacer.
. El enfoque desarrollista de la familia:
los conceptos de persona y de capital humano
Se dificulta la aceptación de conceptos como los de “recursos humanos” y “capital humano” como calificaciones posibles de la persona
humana pero, de hecho, la familia ha sido, es y será parte y partícipe
del desarrollo por estar integrada por personas y por ser la más relevante formadora de capital humano. Debiera entonces satisfacerse la
necesidad de su incorporación a los mejores niveles que tal desarrollo
pueda alcanzar y por ello la promoción auténtica de la familia pasa por
el pleno reconocimiento de su dignidad y por la promoción de sus
capacidades y de su libertad de oportunidades.
El plantear a la familia como capital humano no corresponde a
una visión reduccionista generada en los simples análisis económicos
sino que representa la actual y más amplia connotación de capital que
incluye, además de lo físico y de lo financiero, también lo humano, lo
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Libertad y Desarrollo
organizacional y lo social. Todavía es escaso el reconocimiento social
y económico pero, es fundamental la participación de la familia en
el desarrollo nacional en la formación y consolidación del capital humano, operado con inteligencia y con voluntad, como el insumo que
implica la capacidad individual, la formación y transmisión de valores
y experiencias y también las capacidades de juicio, de decisión y de
relación. En una sociedad que hoy se distingue como sociedad del conocimiento, el capital humano es uno de los principales componentes
con que se instalan las empresas y las personas en el medio social.
Capital humano son todas las habilidades y cualidades que la persona genera y desarrolla durante su vida y que representan que realiza
su trabajo de manera más productiva, eficiente y eficaz y de él y de su
adecuada formación depende el crecimiento de la economía. En términos económicos, la parte más importante de la formación integral
del capital humano se produce en las familias así como la cobertura
del costo económico y social de dicha formación. Existe también un problema de lenguaje que es propio de las condiciones socioeconómicas y culturales que asignan sólo a los activos el
total de la creación de riqueza. El cabal entendimiento de la actividad
económica debiera incluir los trabajos remunerados y los no remunerados, reconociendo así las largas e intensas jornadas laborales que
representa la actividad familiar. Es errada la concepción y la aplicación
de ciertos indicadores que no reflejan actividades relevantes de nuestra sociedad, en este caso las relativas a la formación y cuidado de los
hijos y a la administración del hogar las que por ausencia de reconocimiento, socialmente se devalúan y desprestigian.
El enfoque social general refiere las funciones sociales como el
conjunto de necesidades que la sociedad tiene, necesariamente, que
satisfacer para poder sobrevivir y por ello se dan en todas las sociedades y en todos los tiempos. En este contexto, suelen asignarse como
funciones básicas a la familia las de reproducción, crianza integral de
los niños, quehacer del hogar, apoyo emocional y económico. Ninguna de ellas se desarrolla en términos exclusivos y su ejercicio, en tér-
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Libertad y Desarrollo
minos de oportunidad y magnitud, ha variado radicalmente según las
circunstancias históricas y, de hecho, son ejercidas simultáneamente,
ocupando una buena parte del tiempo familiar.
Existen economistas que han creado y desarrollan líneas de investigación que valoran el trabajo doméstico y lo insertan como factor del desarrollo, entre ellos Gary Becker y James J. Heckman, ambos
Premios Nobel de Economía. Éste último, en una conferencia dictada
en Buenos Aires (25), señalaba que “el capital humano –las habilidades
de la gente– es el ingrediente esencial de las economías moderna y de
su éxito” y agregaba que “la nueva economía está basada en las habilidades de la gente, tal como la vieja economía estaba basada en el músculo y el sudor… se necesitan habilidades de distinto tipo para operar
y crear la nueva tecnología que guía a la economía a escala mundial”.
También señalaba que “estudios recientes demuestran que aunque las
escuelas son importantes, igual de importantes o aún más importantes,
son las familias y la capacitación en el lugar de trabajo” y que “las habilidades que se le imparten al niño por parte de los padres –la madre y el
padre– juegan un rol sumamente importante… la falacia número uno
en la política de capital humano es que las habilidades se producen en
las escuelas… no es así… las escuelas tienen que trabajar con lo que las
familias y la comunidad les proveen.”
Por otra parte, en lo que respecta al quehacer del hogar, debieran incluirse todas aquellas actividades que tienen que ver con su organización interna y todas aquéllas que se relacionan con lo que se
hace fuera de él para complementar su cabal atención. Con bastante
frecuencia, en muchas circunstancias culturales, más de un tercio o a
veces casi la mitad de la vida de la mujer transcurre en acciones relacionadas con el quehacer del hogar como la función que se constituye
en la estructura central a la cual se subordinan las otras actividades. A
pesar de la importancia que esta función tiene en la vida femenina, en
la mayoría de las ocasiones es mirada con un sentido peyorativo en la
cual su imagen social aparece deteriorada. Así entonces, lo económico
está referido a las múltiples y variadas tareas que se cumplen en la ad-
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Libertad y Desarrollo
ministración del hogar y del presupuesto familiar, al aporte financiero
adicional que significa el trabajo remunerado y muchas veces al ingreso único que representa la manutención directa del hogar por parte
de la mujer constituida en su jefe.
Debe cuidarse eso sí la introducción de políticas públicas que
representan incentivos perversos como lo muestra la experiencia
internacional de la intervención del estado en política familiar con
resultados gravemente contraproducentes. En artículo divulgado
por la agencia ZENIT (26) en mayo 2005, se comentaban las solicitudes que muchas organizaciones sociales y académicas han planteado a sus gobiernos para cambiar las políticas sociales vigentes de
entregar subsidios preferenciales a los hogares monoparentales por
la entrega de mayores apoyos a las parejas casadas y a sus familias
como mejores opciones de protección frente a los actuales y futuros
riesgos sociales, especialmente los de delincuencia, de violencia y
de adicciones, citando los casos del Reino Unido, Estados Unidos de
Norteamérica e Irlanda.
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I V. P O L Í T I C A S P Ú B L I C A S FA M I L I A R E S :
P R O P U E S TA S PA R A C H I L E
Por ser la familia un tema transversal, necesariamente, las políticas públicas que puedan determinarse en torno a ella, no corresponden a un solo o exclusivo sector social o productivo sino que en
todos éstos pueden identificarse parámetros de acción estatal y/o
privada que, teniendo en cuenta las bases conceptuales expuestas,
tiendan a resolver los aspectos deficitarios que presenta la familia
en Chile y también a consolidar aquéllos con positivos desarrollos
según se indicó en este estudio en el diagnóstico y pronóstico de la
situación familiar en el país.
Debiera otorgarse prioridad de atención a aquellos temas que
según éstos constituyen aspectos críticos que ya inciden e incidirán
con mayor impacto en el desarrollo cultural nacional y en los cuales la
oportunidad de las acciones remediales tienen carácter de urgencia.
Son los vinculados a la formación e intervención ciudadanas, al comportamiento demográfico, a la conciliación “vida familiar-vida laboral”,
a la vinculación “mujer-trabajo”, a la vivienda, a la salud y a la institucionalización y protección del matrimonio.
Una adecuada identificación de las acciones posibles está incluida en el proceso que durante el año 2005 realizó el Colegio de
Ingenieros de Chile A.G. a través del estudio “Proyecto País, Chile
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
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Libertad y Desarrollo
2010–2020” y en el cual se estimó perfilar propuestas de políticas
públicas atingentes al mejor desarrollo integral del país, en la perspectiva del próximo Bicentenario de la Independencia. Entre las 72
comisiones de trabajo que abarcaron el amplio espectro de actividades nacionales y sectoriales, se constituyó Comisión Familia en la que
participó el autor de este artículo.
En el informe entregado (27) se definió como Misión, “en la familia, entendida como la célula primaria y fundamental de la sociedad
humana, constituida por la unión matrimonial de un varón y de una
mujer, se formarán las personas que protagonizarán el progreso moral,
espiritual y material de la comunidad” y como sus Temas Básicos la referencia de la formación del mejor capital humano posible, las tareas
de “desarrollar virtudes que contribuirán a la realización individual más
plena de las personas” y de “desarrollar virtudes humanas que contribuirán a mejorar su aporte al incorporarse al tejido social con hábitos que
beneficien a la comunidad”.
En el contexto de los temas prioritarios y de la misión y tareas básicas enunciados, pueden ordenarse los objetivos cuya descripción
incluye, a modo de ejemplo, algunas de las acciones a ejecutar.
. En torno a la formación e intervención ciudadana
– Facilitar la integración familiar y su incorporación al medio social a
través de la mejor interacción entre los miembros de la familia, en
un ambiente favorable para la posterior integración de la persona a
la sociedad, que incluye como acciones posibles las de incorporar en los currículo de los diversos niveles educativos tópicos referidos a la persona, el matrimonio y la familia, promover cursos
y talleres de formación y orientación familiar en las empresas,
desarrollar campañas comunicacionales, educar en la prevención de la violencia intrafamiliar, ayudar a parejas en conflicto o
con hijos en problema, aplicar procesos de mediación familiar y
efectuar talleres sobre habilidades de comunicación.
– Respetar la autoridad de los padres en la educación de los hijos
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manteniendo el carácter subsidiario del estado en esta materia
que incluye como acciones posibles las de fortalecer el protagonismo familiar y la autoridad de los padres revalorizando el
rol paterno en la formación de los hijos y su contribución a las
labores domésticas.
– Formar padres de familia idóneos que incluye como acción posible la de incorporar en el currículo escolar los temas de paternidad responsable e importancia de la familia.
– Desarrollar espacios en la comunidad que faciliten la actividad
cultural de la familia, que incluye como acciones posibles las
de crear premios y concursos en que participen matrimonios
o padres e hijos en actividades artísticas o culturales, incrementar los lugares públicos de recreación de calidad, premiar
a empresas que fomentan la actividad cultural y deportiva y
crear y apoyar a organismos comunitarios que favorezcan el
esparcimiento familiar y su acceso a la cultura.
. En torno al comportamiento demográfico
– Incentivar el rol de la familia como generadora del sustento demográfico del país, que incluya como acciones posibles las de formular e implementar programas de fomento de la natalidad,
promover modalidades para ayudar a las familias numerosas
a través de ajustes tributarios o subsidios directos, promover
la constitución de asociaciones de familias numerosas, facilitar
los procesos de adopción y las inmigraciones externas e internas, determinar ayudas fiscales para el empleo de responsables de familias numerosas y para el cuidado de parientes
ancianos.
. En torno a la conciliación “vida familiar-vida laboral”
– Promover la constitución de empresas en que la familia no sea sólo
objeto de asistencia social sino que un insumo relevante en la administración de sus recursos humanos, que incluye como acciones
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Libertad y Desarrollo
posibles las de formular y consolidar sistemas de acreditación
de empresas estatales y privadas como “familiarmente responsables” e implementar códigos de buenas prácticas.
– Fomentar en la familia la educación en valores que dignifiquen el
trabajo y su proyección social, que incluye como acciones posibles las de educar en valores en los diversos niveles de enseñanza y promover la familia desde las empresas incluyendo la
creación de departamentos de familia que apoyen su desarrollo y el mayor conocimiento de las relaciones familiares de sus
trabajadores por parte de los empleadores.
. En torno a la vinculación “mujer-trabajo”
– Mejorar las condiciones del rol de la mujer en la familia con el consecuente reconocimiento social que incluye como acciones posibles las de crear instancias públicas que otorguen validación
social al trabajo propio del hogar (por ejemplo su incorporación en las cuentas nacionales y en el cálculo del PGB), facilitar
el rol activo del marido y de la mujer en el hogar respetando
sus diferencias, valorar en los medios de comunicación social
la dignidad de la mujer y su trabajo no remunerado, incorporar el trabajo en el hogar en las modalidades provisionales
vigentes y establecer subsidios especiales para la madre que
cuida a sus hijos considerando que la posible remuneración
de esta labor se financia con el menor costo social, estatal y
privado en guarderías, menor delincuencia juvenil y menores
adicciones.
– Compatibilizar el doble ejercicio laboral de la mujer, dentro y fuera
del hogar, que incluye como acciones posibles las de flexibilizar las jornadas laborales para apoyar la maternidad, generar
incentivos tributarios orientados a que la mujer tenga mayor
libertad para decidir cuánto tiempo dedica a cada una de sus
dos labores, otorgar largos permisos postnatales, establecer
centros de ayuda abiertos toda la jornada, definir franquicias
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tributarias para la mujer, establecer el cómputo de los años
dedicados en casa al cuidado de los hijos y otorgar amplias
licencias en caso de enfermedad de éstos.
. En torno a la vivienda
– Crear la infraestructura necesaria para la vida familiar teniendo
como base una vivienda digna, que incluye como acciones posibles las de favorecer el acceso a ella desarrollando programas
para su mantención y mejora en los que la familia y la comunidad sean los protagonistas, mejorar los subsidios y créditos
existentes incluyendo la ampliación de la vivienda cuando crece la familia, financiar proyectos de investigación sobre la construcción de viviendas adecuadas al desarrollo de la vida familiar
que contemple un diseño apto para la adecuada convivencia
familiar y promover la existencia de espacios comunitarios y públicos que acojan la vida familiar.
. En torno a la salud
– Proteger a todos los miembros de la familia de las adicciones (drogas, alcohol, tabaco) y delincuencia, que incluye como acciones
posibles las de desarrollar campañas de prevención con amplia
colaboración de las familias, incentivar su participación como
agente protector de las conductas de riesgo infantil, juvenil y de
adultos.
– Proteger a todos los miembros de la familia de influencias perniciosas, locales y foráneas, que incluye como acciones posibles
las de facilitar el que las mismas familias eviten la imposición
de modelos familiares que consideren lesivos para su integridad moral y crear conciencia en la comunidad para oponerse
a quienes auspicien programas y publicidad que atenten contra la familia.
– Crear mecanismos de protección ante la ofensiva de los medios de
comunicación que distorsionan la realidad, influyendo negativa-
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mente en la formación de la juventud que incluye como acciones posibles las de promover asociaciones de telespectadores,
comprometer a las empresas en el patrocinio de mensajes que
posibiliten la adecuada comprensión del amor y el matrimonio
y la edición de programas de televisión y de prensa escrita de
apoyo a la familia y a su desarrollo, generar consorcios de sitios
de Internet de apoyo a la familia y promover la responsabilidad
social empresarial de los avisadores.
Libertad y Desarrollo
. En torno a la institucionalización
y protección del matrimonio
– Consolidar la institución matrimonial como base de la constitución familiar que incluye como acciones posibles las de incentivar y promover el matrimonio, obtener la formalización
matrimonial de las uniones de hecho y de modalidades de
seguro social familiar (ahorros previsionales matrimoniales
y familiares), crear redes de apoyo a las que concurran organismos estatales y privados en los niveles nacional, regional y
municipal, estudiar cambios en la ley de matrimonio civil que
fortalezcan un vínculo más duradero y faciliten la validación
civil del matrimonio religioso, fomentar la creación de fundaciones y ONGs que tengan por misión fortalecer la familia,
mejorar los servicios de educación pre y post-matrimonial y
establecer consorcios entre organismos estatales e instituciones privadas y redes de apoyo a la familia que favorezcan su
estabilidad en las diversas etapas del ciclo vital familiar.
– Potenciar el reconocimiento social de las familias bien constituidas,
que incluye como acciones posibles las de desarrollar campañas comunicacionales a favor de la familia constituida sobre el
compromiso matrimonial, difundir las ventajas que representan para los hijos y la sociedad una familia bien constituida y
difundir la mayor productividad y bienestar de los empleados
en aquellas empresas que tienen políticas pro-familia.
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R E F E R E N C I A S B I B I L O G R A F I C A S
(1) Encuesta MORI (Consultora Market&Opinion Research International), octubre 2001.
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(4)Encuesta Nacional de la Familia, Instituto de Sociología de la P. U. Católica
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(5)Encuesta Collect–Visión Humana, Informe de Prensa Diario El Mercurio,
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(6)Estudio Mundial de Valores Chile 2000, Informe de Prensa
(7) “La felicidad en Chile”, Revista Capital N° 180, mayo 2006, pág. 54-68, artículo elaborado sobre resultados de la encuesta aplicada por Consultora
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(8)Encuesta Libertad y Desarrollo “Percepción de la Importancia de la Familia y el Rol de los Padres”, Informe Interno e Informe de Prensa Diario El
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(9)Encuesta Bicentenario PUCCh-ADIMARK, Informe de Prensa Diario El
Mercurio, Sección Reportajes, octubre 2006, www.emol.com/noticias/documentos/pps/encuesta_bicentenario_nov06.pps
(10) Encuesta Nacional PNUD–2001
(11) Valenzuela J., Tironi E., Scully T., editores, “El eslabón perdido, familia, modernización y bienestar en Chile”, Aguilar Chilena de Ediciones S.A., marzo 2006
(12)Censos de Población y Vivienda 1960, 1970, 1982, 1992 y 2002, Instituto
Nacional de Estadísticas, INE-Chile y Anuarios y Compendios Estadísticos
INE-Chile, ediciones anuales período 1960-2002
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
93
Libertad y Desarrollo
94
(13) Instituto Nacional de Estadísticas, INE-Chile, Proyecciones de Población
2002-2020, Informe de Prensa Diario La Tercera, 04/08/06
(14) “Childhood in Europe”, London School of Economy y otros, Informe de
Prensa Diario La Tercera, 22/10/06
(15) Informe de la Comisión Nacional de Familia 1990, publicado en 1993
(16) Estudio Nacional de Opinión Pública del Centro de Estudios Públicos,
ENOP-CEP, “Mujer, trabajo y familia”, diciembre 2002 (Puntos de Referencia
N° 269, septiembre 2003) y ENOP-CEP “La mujer chilena hoy: trabajo, familia y
valores”, mayo-junio 1995
(17) Estudio ADIMARK–Club de Mujeres Empresarias, 2002
(18) “Mujeres Profesionales y Ejecutivas”, Revista Capital N° 159, junio 2004, pág.
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Consultora Synchromy
(19) Valdés M., Serrano T. y Rodríguez J., “Características del Funcionamiento
Familiar que predicen Conductas de Riesgo en Adolescentes y sus Familias”,
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(20) “Estudio Adolescentes 13-18”, separata Revista Hacer Familia N° 100, diciembre 2003, realizado por la Consultora Market&Opinión Research International, MORI
(21)“Sobre el trabajo y la familia: la mirada de los niños 8-12”, Revista YA–El
Mercurio, octubre 2004, elaborado sobre resultados de la encuesta aplicada por la Consultora ADIMARK
(22) Encuesta Mundial de Salud Escolar, OMS 2004
(23) Ochoa G., “Políticas Públicas, una aproximación a su definición”, documento
interno del Consejo Superior de Educación, Chile, octubre 2005
(24) “Documento sobre la Familia de las 40 Organizaciones No Gubernamentales, 1994”, Documentos del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Navarra, Serie Especial, 1995
(25) Heckman J., “Inversión en capital humano y pobreza”, conferencia dictada en
el Centro de Evaluación y Estudios en Economía Social para el Alivio de la
Pobreza, Universidad Torcuato di Tella, Buenos Aires, Argentina
(26) “Cambios en las políticas sociales y tributarias”, Boletín Zenit, 21 de mayo
2005 en “www. zenit.org”
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Libertad y Desarrollo
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Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo
II FAMILIA Y FORMACIÓN
DE CAPITAL HUMANO
Libertad y Desarrollo
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3 FAMILIA y habilidades COMO DETERMINANTES DE LOGROS ECONÓMICOS Y SOCIALES
James J. Heckman *
Sergio Urzúa S. **
James J. Heckman es Profesor del Departamento de Economía de la
Universidad de Chicago. Recibió el premio Nobel de Economía en el
año 2000. También es profesor e investigador de University College de
Londres y American Bar Foundation. Obtuvo su Doctorado (PhD) en
Economía en 1971 en Princeton University.
**
Sergio S. Urzúa es profesor asistente del Departamento de Economía
de Northwestern University e investigador asociado del Instituto de
Investigación de Políticas de la misma universidad. Obtuvo su Doctorado (PhD) en Economía en 2007 en la Universidad de Chicago.
Este trabajo en un extracto del artículo: The Effects of Cognitive
and Non-cognitive Abilities on Labor Market Outcomes and Social
Behaviour, cuyos autores son James J. Heckman, Jora Stixrud y Sergio
Urzúa. Fue publicado en Journal of Labor Economics, v. 24, n. 3, 2006, por
la Universidad de Chicago.
*
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Libertad y Desarrollo
I ntroducción
Este trabajo presenta recientes resultados que demuestran
como habilidades cognitivas y no-cognitivas pueden explicar el
desempeño educacional, laboral y social de las personas. En el desarrollo de este tipo de habilidades tanto la familia como la educación juegan un importante rol. El enfoque empírico descrito en
este capítulo corrige una variedad de problemas que son típicamente omitidos en la literatura (problemas de error de medida,
aproximaciones imperfectas y problemas de doble causalidad).
Los resultados indican que las habilidades no-cognitivas afectan
las decisiones educacionales, y también salarios, dado el nivel educacional. Las decisiones educacionales y de empleo, la experiencia
laboral y la selección de la ocupación son determinadas tanto por
habilidades cognitivas como no-cognitivas. Estas dos habilidades
también aparecen como importantes determinantes de una amplia variedad de comportamientos, como por ejemplo la incidencia
en el consumo de cigarrillos y marihuana, la participación en actividades delictuales y las decisiones de fertilidad durante la adolescencia. Este trabajo también describe las implicancias sobre el
diseño de políticas públicas de estos resultados.
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101
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I . H a b ilidades Cogniti vas y N o - Cogniti vas
como D eterminantes de los R esultados E conómicos y S ociales de la P o b lación
Numerosos estudios han establecido el crítico rol de las habilidades cognitivas (Inteligencia o Coeficiente Intelectual – IQ), el ambiente
familiar y el ambiente escolar del individuo sobre el desempeño educacional, logros laborales y comportamientos sociales (ver por ejemplo
los resultados en Cawley, Heckman and Vytlacil, 2001; y Herrnstein y Murray,
1994), relegando a un segundo plano (y usualmente simplemente
omitiendo) la potencial importancia de las habilidades no-cognitivas
(rasgos de personalidad o habilidades blandas) tales como autoestima, motivación, y auto-control, entre otros. Esto aun cuando existe
suficiente evidencia en otras disciplinas, sugeriendo que estas últimas
habilidades son efectivamente importantes factores detrás de los resultados educacionales, laborales y sociales de las personas.
A modo de ejemplo, la evidencia internacional muestra que programas sociales, correctamente diseñados e implementados, en los
cuales se ha intervenido tempranamente en la vida de los individuos,
Sociólogos por ejemplo, han analizado el rol de las habilidades no-cognitivas como determinantes de resultados educacionales y salarios (ver el capítulo por Peter Mueser en
Jencks, 1979), y muchos estudios en psicología han demostrado el efecto de las habilidades
no-cognitivas sobre los logros educacionales de niños y adolescentes (Wolfe y Jonson,
1995; Duckworth y Seligman, 2005)
102
libertad y desarr o ll o
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pueden corregir exitosamente algunas de las deficiencias iniciales
asociadas a ambientes familiares adversos. El éxito de estas intervenciones no se atribuye necesariamente a un aumento potencial de
los niveles de habilidades cognitivas (IQ) entre los participantes, sino
que más bien a su impacto sobre los niveles de habilidades no-cognitivas (Heckman, 2005).
Una ilustración de lo anterior es la intervención llevada a cabo
en la década de los años 60s en Ypsilanti, Michigan–EEUU. Esta intervención es conocida como el programa pre-escolar Perry. En este
programa se intervino tempranamente en el ciclo de vida de 123 niños desaventajados con edades entre los 3 y 4 años. La intervención
consistió de sesiones de 2.5 horas diarias con profesores, y visitas de
1.5 horas al hogar durante los fines de semana durante un período de
30 semanas. Estas últimas tenían como finalidad proveer a la madre
con las herramientas necesarias para asegurar un mejorar desempeño educacional de sus hijos. Grupos de niños fueron aleatoriamente
asignados a grupos de tratamiento y control, e información para ambos grupos ha sido recolectada hasta la edad de 40 años. Como lo
demuestra el Cuadro 1, el programa no mejoró el coeficiente intelectual (habilidad cognitiva) de los niños en el largo plazo. Sin embargo,
el programa si mejoró los resultados educacionales y el comportamiento social de los tratados respecto del grupo de control. En particular, 66% de los individuos en el grupo de tratamiento se graduó
de la enseñanza media a tiempo versus sólo un 45% en el grupo
de control, 49% de los individuos en el grupo de tratamiento logró
resultados superiores al décimo percentil en pruebas de desempeño
(California Achievement Test) a los 14 años versus 15% del grupo de
control, y finalmente, los individuos en el grupo de tratamiento tuvieron una significativa menor participación en actividades ilegales
antes de los 40 años. Entonces, dado que no se observaron cambios
en los niveles de habilidades cognitivas medidas a través de pruebas formales de inteligencia, estos resultados representan evidencia
indirecta de que los niveles de las habilidades no-cognitivas deben
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
103
Libertad y Desarrollo
haber sido incrementados por el programa. Esto es consistente con
la idea de que habilidades no-cognitivas son fundamentales para un
desarrollo económico y social exitoso.
El objetivo principal de este trabajo es presentar resultados directos y concluyentes del rol de ambas dimensiones de habilidad
(cognitivas y no-cognitivas) sobre un amplio rango de variables educacionales, laborales y sociales, controlando por las características del
ambiente familiar y local en donde creció el individuo. Los resultados
indican que para una gran variedad de comportamientos, y para
muchas variables asociadas al desempeño laboral y educacional, un
cambio en la habilidad no-cognitiva tiene un efecto similar o mayor
que el producido por un cambio comparable en la habilidad cognitiva. Este resultado contradice la teoría de comportamiento humano
propuesta por Herrnstein y Murray (1994), y Jensen (1998) entre otros,
basada en el supuesto que sólo habilidades cognitivas explican los
resultados socio-económicos de la población.
Un elemento fundamental de nuestro análisis es la distinción entre los niveles de habilidades cognitivas y los resultados asociados a
pruebas de conocimiento y/o aptitud, y entre los niveles de habilidades no-cognitivas y los resultados obtenidos a partir de pruebas de
personalidad y/o actitud. Esta distinción representa una diferencia
significativa respecto de la práctica convencional utilizada en la literatura, en la cual los resultados obtenidos a partir de diferentes pruebas son interpretados directamente como medidas de habilidades.
Los resultados en este capitulo indican que los resultados en pruebas
de conocimiento, aptitud, personalidad y/o actitud pueden ser fuertemente influenciados por las características del ambiente familiar y
escolar del individuo, por lo que no pueden ni deben ser interpretados como habilidades en un sentido puro. Específicamente, nuestro
análisis implica que, por ejemplo, dos jóvenes con el mismo nivel de
habilidades cognitivas y no-cognitivas tendrán distintos puntajes en
pruebas de conocimiento dependiendo del nivel educacional de los
padres, el ingreso familiar, la presencia de padres divorciados, y otras
104
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
características del ambiente educacional en el que se desenvuelve.
Esto claramente implica que los puntajes de pruebas de conocimiento no pueden ser interpretados directamente como niveles de
habilidades cognitivas.
Este capitulo también analiza algunas de las implicancias de
nuestro método y sus resultados sobre el diseño de políticas publicas efectivas y eficientes. En particular, el texto hace hincapié en la
necesidad de contar con mejores sistemas de información (encuestas) que permitan llevar a cabo estudios similares al descrito en este
trabajo. Chile (y gran parte de Latinoamérica) requiere invertir urgentemente en sistemas de información comparables a los existentes en
los países desarrollados, funcionales al diseño e implementación de
políticas públicas.
.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
105
Libertad y Desarrollo
I I . L a N ecesidad de Contar con F uentes de I nformación A decuadas
Los resultados empíricos presentados en este trabajo fueron construidos utilizando la Encuesta Longitudinal de Jóvenes 1979 (National
Longitudinal Survey of Youth 1979 o NLSY79). Esta encuesta es representativa de una cohorte de individuos nacidos entre los años 1957 y 1965 en
los Estados Unidos, y ha sido extensamente utilizada en la literatura. La
encuesta contiene información longitudinal detallada de las historias
educacionales, laborales, y familiares de cada individuo en la muestra
desde 1979 (el año de la primera entrevista). Esta cohorte ha sido seguida desde ese momento.
Adicionalmente, y para los propósitos de este trabajo, es importante mencionar que esta encuesta cuenta con una variedad de pruebas
de habilidades cognitivas y escalas de actitudes (pruebas no-cognitivas) respondidas por los encuestados. En particular, en 1980 los sujetos
encuestados en la NLSY79 respondieron diez pruebas cognitivas. Cinco de estas pruebas son utilizadas en este trabajo. Estas pruebas son:
razonamiento aritmético, conocimiento de palabras, comprensión de
lectura, conocimiento matemático, y velocidad de codificación. Una
gran cantidad de estudios han interpretado estas pruebas como medidas de habilidad cognitiva de la población (Cameron y Heckman, 1998;
Neal y Johnson, 1996; Osborne-Groves, 2004).
106
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
Paralelamente, la NLSY79 recolectó dos pruebas de habilidades
no-cognitivas. Estas pruebas son la escala de auto control de Rotter
(suministrada en 1979), y la escala de autoestima de Rosenberg (suministrada en 1980). La escala de Rotter tiene como objetivo medir
el grado de control que un individuo cree poseer sobre su vida. La
escala de Rosenberg por otra parte, fue diseñada para cuantificar la
percepción individual o autoestima. Ambas escalas han sido utilizadas en estudios previos (Osborne-Groves, 2004).
Como lo ilustrará el modelo empírico de este trabajo, es la disponibilidad de esta gran cantidad de información a nivel individual
lo que permite la identificación de los mecanismos a través de los
cuales las habilidades cognitivas y no-cognitivas determinan los resultados educacionales (incluyendo los puntajes en las pruebas cognitivas y escalas de actitud), laborales y sociales de la población. Esto
además, tomando en consideración las características del hogar y
del barrio en el que creció cada individuo en la muestra.
Las características y el nivel de detalle de la información a nivel
individual disponible en la NLSY79 contrastan dramáticamente con
las características de las fuentes de información existentes en Chile.
En primer lugar, la serie de Encuestas de Caracterización Socioeconómica (CASEN ), probablemente las más utilizada en Chile, no sigue
a los mismos individuos a través del tiempo. Esto impide el análisis
de las historias educacionales, laborales y sociales de la población.
Por otra parte, la serie de encuestas de empleo de la Universidad de
Chile (1958-2007), la segunda fuente de información con datos a nivel
individual (hogares) más popular en Chile, si bien potencialmente
permiten el análisis de paneles cortos, en la práctica ha sida analizada del mismo modo que las encuestas CASEN, esto es, como un con-
Los únicos esfuerzos para la recolección de información longitudinal a partir de las encuestas CASEN se han llevado a cabo en el contexto del análisis de la dinámica de pobreza
(panel Casen 1996-2001) y el análisis del programa social Chile Solidario (panel Casen 20032006), siendo esta última a la fecha una propuesta.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
107
Libertad y Desarrollo
junto de encuestas sin ningún tipo de conexión a través del tiempo. Finalmente, las encuestas de protección social (EPS 2002 y 2004),
son quizás las fuentes de información con la mejor y más detallada
información longitudinal disponibles en Chile. Sin embargo, esta información longitudinal es el resultado de preguntas retrospectivas,
por lo que su análisis presenta limitaciones. Adicionalmente, estas
encuestas no tienen una completa historia laboral de los individuos
(no se recolecta información de ingresos, solo situación de empleo).
Cabe mencionar que a la falta de información longitudinal detallada,
se suma el hecho que ninguna de las fuentes de información previamente descritas, contiene información respecto de las habilidades cognitivas o no-cognitivas de la población, y que la información
existente respecto a los ambientes familiares, escolares y locales en
los que se desarrolló el individuo, esta acotada a un numero muy
limitado de variables.
Como consecuencia de esta realidad, el entendimiento del papel
de las habilidades (cognitivas y no-cognitivas), la familia, la escuela y
el barrio, como determinantes de los resultados educacionales, laborales y sociales de los individuos, esta severamente limitado en el
caso de Chile.
Esto puede explicar el por qué la estrategia de desarrollo de Chile
se ha caracterizado por la imposibilidad de diseñar políticas públicas
orientadas a modificar cada una de dichas dimensiones en forma precisa y eficiente –con las potenciales positivas consecuencias en el largo
plazo sobre los resultados socio-económicos de la población. El contar
con mejor información a nivel individual es una necesidad prioritaria
para asegurar el diseño de políticas públicas adecuadas.
Bravo, Ramos y Urzúa (2003) representa una excepción. Este trabajo analiza las estadísticas
de desempleo utilizando el formato de paneles rotativos que caracteriza las encuestas de
empleo de la Universidad de Chile.
108
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I I I . E l E fecto de las M edidas de H a b ilidades
Cogniti vas y N o - Cogniti vas So b re Salarios
de Acuerdo al Análisis Conv encional
Antes de introducir un modelo general para el estudio del rol de
las habilidades cognitivas y no-cognitivas, es interesante considerar
modelos de regresión lineal simples en donde se analiza el impacto
de las medidas (pruebas) de habilidades cognitivas y no-cognitivas
sobre los salarios observados durante la adultez. En particular, y siguiendo el análisis convencional, utilizaremos el promedio de las
resultados asociados a las pruebas de habilidades cognitivas mencionadas en la sección anterior, como aproximación de dicha habilidad.
Paralelamente, el promedio de los resultados asociados a las escalas
de Rotter y Rosenberg es utilizado para construir una aproximación
de habilidad no-cognitiva. Cabe destacar que, tanto en el caso de las
pruebas de habilidades cognitivas como no-cognitivas, la información es recolectada durante la adolescencia y juventud.
Los resultados del Cuadro 1 anexo (columna A) indican que controlando por el nivel de educación, ambas habilidades predicen salarios durante la adultez. Sin embargo, el nivel educacional de los
individuos es una variable endógena y cualquier análisis empírico
debe considerar esta endogeneidad. Una alternativa para resolver
este problema es el eliminar las variables de escolaridad de la regre-
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
109
Libertad y Desarrollo
sión (esta idea es propuesta por Neal y Johnson, 1996). En este caso,
el problema de endogeneidad es eliminado y los coeficientes de
la regresión representarían el efecto neto de las habilidades sobre
salarios (sus efectos directos más los efectos indirectos a través de
la educación). La columna B en el Cuadro 1 presenta los resultados
asociados a esta alternativa. Nuevamente ambas habilidades son significativas.
Esta evidencia sugiere que habilidades cognitivas y no-cognitivas medidas durante la adolescencia y juventud afectan significativamente los niveles salarios durante la adultez. Esto es consistente
con los resultados existentes en previos estudios (Jenks, 1979). Sin
embargo, este enfoque empírico está sujeto a importantes calificaciones. En primer lugar, estos resultados no consideran la diferencia existente entre pruebas cognitivas o escalas de personalidad y
las reales habilidades de los individuos. Por ejemplo, si bien el nivel
de habilidad cognitiva (IQ) es básicamente estable después de los 8
años, distintos estudios han demostrado que las pruebas de habilidades cognitivas no son inmunes a los efectos de edad y educación
(Neal y Johnson, 1996; Hansen, Heckman y Mullen 2004; Heckman, Larenas
y Urzúa, 2006; Urzúa 2007). Entonces, el resultado de una prueba de
desempeño no puede ser interpretado como una verdadera medida
de habilidad cognitiva, sin antes considerar que esta prueba puede
estar influenciada por las características del individuo (edad, educación, conformación familiar) al momento de tomarla. Los resultados
presentados en el Cuadro 1 no controlan por estos efectos, y por lo
tanto, tienden a sobre-estimar el efecto de habilidad sobre salarios y
a subestimar el efecto de educación sobre salarios.
El análisis de Bowles y Gintis (1976) por otra parte, sugiere que un
fenómeno similar puede ocurrir en el caso de habilidades no-cognitivas. Por lo tanto, las escalas de actitud (Rotter y Rosenberg) deben
ser interpretadas, en el mejor de los escenarios, como medidas imperfectas de las verdaderas habilidades no-cognitivas de los individuos, y consecuentemente, los coeficientes asociados a la medida
110
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
de habilidad no-cognitiva presentados en el Cuadro 1 pueden sufrir
de severos sesgos.
El método de variables instrumentales, que es la alternativa convencional para resolver los problemas de error de medida y simultaneidad (endogeneidad), está también sujeto a calificaciones en este
caso. En primer lugar, la elección del instrumento es usualmente
controversial. En segundo lugar, en modelos con heterogeneidad en
características no observables no es claro como interpretar los resultados obtenidos a partir de variables instrumentales (Heckman, Urzúa
y Vytlacil, 2006). El análisis empírico utilizado en este trabajo resuelve
los problemas de endogeneidad y error de medición en un contexto
en donde se permite heterogeneidad en características no observables. El método se basa en la utilización de un vector de habilidades
latentes. Este vector incluye habilidades cognitivas y no-cognitivas.
Los niveles de estas habilidades son asumidos conocidos por los
individuos, pero no por el investigador. Adicionalmente, el modelo
empírico postula que estas habilidades latentes, en conjunto con las
características del individuo, son los determinantes de las escalas de
actitudes y las pruebas cognitivas disponible en la encuesta, y que
son estas habilidades también la fuente de dependencia entre estas
pruebas, salarios, niveles educacionales, decisiones ocupacionales, y
una variedad de comportamientos. De esta forma, una vez que se
controla por estas habilidades latentes, los problemas de endogeneidad y error de medida son resueltos. En este sentido, el método
puede ser interpretado como una suerte de matching, en donde las
variables sobre las cuales se realiza el matching no son observables,
pero sus distribuciones puede ser estimadas (ver Carneiro, Heckman
y Hansen, 2003; y Heckman, Stixrud y Urzúa, 2006, para un análisis más
detallado de esta idea).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
111
Libertad y Desarrollo
I V. U n M odelo E mpí rico para el E studio del R ol de H a b ilidades Cogniti vas y N o - Cogniti vas so b re E ducación ,
E mpleo, E x periencia L a b oral y Salarios
Esta sección presenta un breve resumen del modelo utilizado en
Heckman, Stixrud y Urzúa (2006), de ahora en adelante HSU (2006),
para el análisis del rol de las habilidades cognitivas y no-cognitivas
sobre el desempeño educacional, laboral y social del individuo. Para
un detallado análisis del modelo ver HSU (2006).
Las habilidades cognitivas y no-cognitivas pueden afectar las dotaciones iniciales de los individuos y sus preferencias (Cunha, Heckman,
Lochner y Masterov, 2006). Ellas también pueden afectar la producción
de capital humano y la productividad en el trabajo. Los resultados
empíricos presentados en la siguiente sección confirman los múltiples roles de dichas habilidades.
El modelo postula la existencia de dos variables no observables, representando las verdaderas habilidades cognitivas y nocognitivas de los individuos. Dado las características observables
de los individuos, estas variables explican la dependencia entre los
distintos resultados educacionales, laborales y sociales. A nivel individual, los niveles de estas habilidades pueden ser interpretados
como el resultado de un proceso en donde factores hereditarios,
112
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
las características del ambiente familiar, y los efectos de cualquier
intervención temprana juegan roles importantes. Como se mencionó anteriormente, asumimos que estas habilidades son conocidas por los individuos, pero no por el investigador, y que ellas son
estables después de la niñez.
Denotaremos por f C y f N los niveles de las habilidades cognitivas y no-cognitivas, respectivamente. Adicionalmente, asumiremos que estas habilidades son independientes. Este supuesto es
utilizado por conveniencia, pero puede ser relajado (Cunha, Heckman y Schennach, 2007). Es importante hacer notar que el modelo
no restringe la dependencia entre las proxies de estas habilidades
(pruebas de conocimiento y escalas de actitud) en tanto ellas también son afectadas por otras variables (por ejemplo, educación del
padre y de la madre).
1. El modelo de salarios
El modelo permite que distintos grupos educacionales puedan
enfrentar distintos retornos a las habilidades (como también sobre
observables). Si denotamos por s al nivel educacional, con s=1,...,S ,
tenemos que los salarios YS pueden ser descritos como:
1nYS = αY, s + βY, s X Y, s + λ Y,Cs f C + λ Y,N s f N + εY, s con s=1,..., S
(1)
en donde XY,s representa un vector de observables, βY,s es el
vector de retornos asociado a XY,sC , λY,sN y λY,s son los parámetros
asociados a las habilidades latentes, y εY,s es el componente idiosincrásico de la regresión (el término de error desde el punto de vista
del individuo). Entonces, εY,s ⊥⊥(XY,s , f C, f N ) para cualquier nivel de
educación s.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
113
2. El modelo para las decisiones educacionales
Libertad y Desarrollo
Cada individuo debe elegir su nivel educacional entre s distintas
posibilidades. La elección se basa en la comparación de los niveles de
utilidades asociadas a cada alternativa educacional. En particular, si Is
denota la utilidad asociada al nivel educacional s, el individuo elige el
nivel educacional que le entregue el mayor nivel de utilidad entre las s
distintas alternativas { I s } ss=1 . El modelo considera un modelo lineal
para el nivel de utilidad I s . Específicamente, se asume que:
IS = αI , s + βI , s X I , s + λ I,C s f C + λ I,Ns f N + εI , s con s =1,..., S (2)
en donde nuevamente la definición de los ingredientes de esta
expresión sigue la lógica utilizada en el modelo (1). Es importante hacer notar que todos los errores (ε) en las expresiones (1) y (2) son mutuamente independientes, independientes de
las habilidades cognitivas ( f C ) y no-cognitivas ( f N ), e independientes de los demás controles considerados en el modelo.
3. Habilidades latentes versus medidas de habilidad:
El sistema de pruebas de conocimiento y escalas de actitudes
Como se mencionó anteriormente, el análisis empírico considerado en este trabajo distingue las habilidades reales de los individuos
(habilidades latentes) de la información proveniente de pruebas de
conocimiento y escalas de actitudes (medidas de habilidad) disponibles en los datos. Entonces, si asumimos la disponibilidad de información para distintas medidas de habilidad cognitiva (C1 ,..., CP ) y
no-cognitiva (N1 ,..., NQ ), el modelo asume que:
El análisis en HSU (2006) también considera el rol de las habilidades cognitivas y no-cognitivas como determinantes de la experiencia laboral, y las decisiones de empleo y sector
ocupacional. La discusión de estas dimensiones es omitida en este trabajo.
114
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
Cp = αC , p + βC , p X C , p + λ Cp f C + εC , p con p =1,..., P
(3a)
Nq = αN , q + βN , q X N , q + λ Nq f N + εN , q con q =1,..., Q
(3b)
en donde X C , p y X N , q son variables que afectan los resultados en
las pruebas cognitivas y no-cognitivas. Ejemplo de estas variables pueden ser la educación de la madre, la educación del padre, el ingreso
familiar durante la niñez, el número de hermanos, entre otras.
Las expresión (3a) indica que sólo la habilidad cognitiva afecta los
resultados de los pruebas cognitivas. La lógica también se aplica en
el caso de las pruebas y habilidades no-cognitivas (expresión (3b)).
Esta estructura es asumida para facilitar la implementación empírica
del modelo y asegurar su identificación. Estrictamente hablando, los
supuestos asumidos sobre (3a) y (3b) respecto de la relación entre
habilidades y medidas de habilidad son suficientes para identificar el
modelo, pero no necesarios. Por lo tanto, en un principio, el modelo
podría ser modificado permitiendo a habilidades cognitivas afectar
medidas de habilidad no-cognitiva y viceversa.
La estructura del modelo implica que condicionando en las variables observadas ( X ), la dependencia entre las distintas pruebas,
las decisiones educacionales y los resultados laborales se explica a
través de las habilidades latentes o no observables ( f C y f N ). Si el
investigador pudiese controlar por esta dependencia, los problemas
de endogeneidad en el modelo desaparecerían. En otras palabras, si
f C y f N fuesen observables, entonces sería posible utilizar una estrategia de matching (pareo) para controlar por dicha dependencia. Sin
Para un análisis formal de la identificación de modelos con habilidades latentes ver HSU
(2006), y Carneiro, Hansen and Heckman (2003).
Los sistemas de pruebas y escalas de actitudes considerados en HSU (2006) también considera los efectos de la heterogeneidad en los niveles de educación al momento de tomar
las pruebas. Esto es debido a que en el caso de la NLSY79, las mismas pruebas de habilidades son impartidas a individuos con distintos niveles de educación. El análisis de HSU
(2006) (ver también, Hansen, Heckman y Mullen, 2005; y Urzúa 2007) controla por dicho
efecto y muestra que diferencias educacionales al momento de tomar las pruebas tienen
efectos considerables que pueden afectar la interpretación de los resultados.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
115
embargo, dado que el enfoque asume que estas habilidades no son
observadas, es necesario estimar sus distribuciones en conjunto con
los parámetros del modelo. La estimación (e identificación) de estas
distribuciones es suficiente para el modelamiento de endogeneidad
en el contexto del modelo (esto puede interpretarse como matching
sobre no observables).
Libertad y Desarrollo
4. Incorporando comportamientos sociales dentro del modelo
La gran mayoría de los estudios empíricos que analizan el impacto de habilidades cognitivas y no-cognitivas se ha centrado en
el estudio de los efectos de dichas habilidades sobre el rendimiento
educacional y el desempeño laboral (Cameron y Heckman, 2001; Bowles
et. al., 2001; Segal, 2005). Herrnstein y Murray (1994) presentan evidencia de la correlación entre las medidas de habilidades cognitivas y
una variedad de comportamiento social (por ejemplo, decisiones de
matrimonio y crimen). El análisis en HSU (2006) extiende esta lógica
al estudio del impacto de no sólo a habilidades cognitivas, sino que
también habilidades no-cognitivas sobre un número de distintos
comportamientos.
HSU (2006) investigan los efectos de las habilidades cognitivas
y no-cognitivas sobre las decisiones de consumo de cigarrillos,
consumo de marihuana, participación en actividades que llevan
a encarcelamiento durante adultez, y participación en actividades
ilegales durante la juventud. El modelo empírico utilizado para el
análisis de estos comportamientos (en conjunto con las decisiones de educación, los resultados en las pruebas cognitivas y escalas
de actitudes, y los resultados laborales) se basa en un modelo de
elección discreta. Formalmente, si Dj denota la variable binaria que
define si el individuo reporta el comportamiento j (Dj = 1) o no
(Dj= 0), entonces:
116
libertad y desarr o ll o
Dj = 1 ⇔ Ij ≥ 0
y la estructura para variable latente es tal que:
Libertad y Desarrollo
I j = αj + βj Xj + λjC f C + λjN f N + εj
en donde nuevamente la definición de los ingredientes de esta
expresión sigue la lógica utilizada previamente.
HSU (2006) también analizan las decisiones de matrimonio y embarazo juvenil entre las mujeres. En este caso, se utiliza un modelo
multinomial en donde cuatro alternativas mutuamente excluyentes
son consideradas: soltera sin hijos antes de los 18 años, casada con hijos
antes de los 18 años, casada sin hijos antes de los 18 años, y soltera con
hijos antes de los 18 años. El modelo formal es similar al utilizado para
el estudio de las decisiones de educación.
De este modo, a partir de la estructura previamente descrita y la
disponibilidad de los datos necesarios, es posible cuantificar el impacto de las habilidades cognitivas y no-cognitivas sobre cada una
de las distintas variables de interés.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
117
Libertad y Desarrollo
V. L a implementación del modelo
Modelos empíricos de la forma del previamente descrito pueden
ser estimados utilizando distintos enfoques. HSU (2006) estiman el
modelo utilizando un enfoque bayesiano (método de Markov Chain
Monte Carlo). Para estimar la distribución de las habilidades latentes
(no observables) ellos asumen que estas habilidades se distribuyen de
acuerdo a mixture de tres distribuciones normales. De esta forma, el
modelo no asume a priori distribuciones normales en la población,
supuesto que además es testeado y rechazado en los datos.
El modelo considera seis niveles de educación: sin certificado de
educación secundaria, certificado de equivalencia de educación secundaria (GED), certificado de educación secundaria sin estudios
en educación superior, con estudios en educación superior pero sin
título universitario, con título universitario en un programa de dos
años, con título universitario en un programa de cuatro años. El nivel de educación considerado es el máximo reportado por el individuo a los treinta años. Entre las variables utilizadas como controles
El GED es un certificado de equivalencia de educación secundaria que puede ser obtenido
por cualquier individuo que decide no continuar sus estudios antes de graduarse de la
educación secundaria. Para obtener el GED el individuo debe someterse a una prueba de
conocimiento, además de pagar un monto de dinero que depende de cada Estado.
118
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
en el modelo educacional se encuentran los costos a nivel local de
matrícula en programas universitarios de dos y cuatro años, y los
costos asociados a la obtención de certificados de equivalencia de
educación secundaria (GED). Adicionalmente, distintas variables interpretadas como proxies del costo de oportunidad de cada nivel
educacional son incluidas en el modelo de educación: niveles salariales y tasas de desempleo para los distintos grupos educacionales
obtenidas para la localidad en la que el individuo vivía a los 17 años.
Finalmente, distintas variables controlando por las características del
individuo son incluidas en la estimación: educación de los padres,
número de hermanos, ingreso familiar durante niñez, raza, año de
nacimiento, etc.
El modelo de salarios es estimado para cada uno de los niveles
educacionales mencionados anteriormente. Los salarios utilizados en
la estimación del modelo corresponden a los reportados a los treinta
años de edad. Las variables utilizadas como controles, incluyen raza,
niveles de empleo y salarios locales, y características demográficas
del lugar de residencia del individuo (noreste, sur, etc.).
En el caso de las variables de comportamiento, HSU (2006) utilizan como controles la raza, variables caracterizando el ambiente
familiar en que creció el individuo y un conjunto de variables que
controlan por el año de nacimiento del individuo.
Adicionalmente, en cada una de las dimensiones educacionales,
laborales y de comportamiento, se incluyen las habilidades cognitivas y no-cognitivas como variables explicativas.
Finalmente, en el caso de las pruebas cognitivas y las escalas
de actitud (expresiones (3a) y (3b), respectivamente), el modelo es
estimado controlando por la educación de los padres, número de
hermanos, ingreso familiar durante niñez, raza, año de nacimiento,
un indicador de si el individuo creció en un hogar con padres separados, y los niveles educacionales al momento de tomar las pruebas.
Es importante hacer notar que estas pruebas y escalas son seleccionadas en función de la disponibilidad de información en la NLSY79.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
119
Libertad y Desarrollo
El análisis ideal debiese considerar un espectro más amplio de variables caracterizando el perfil psicológico, emocional y cognitivo del
individuo.
120
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
V I . R esultados
En primer lugar, es necesario mencionar que los resultados del
modelo pasan las pruebas formales de bondad de ajuste para cada
una de las dimensiones consideradas. Adicionalmente, los parámetros asociados a las habilidades cognitivas y no-cognitivas son significativos en casi la totalidad de las ecuaciones estimadas. Estos
resultados están disponibles en HSU (2006) y en la página web jenni.
uchicago.edu/noncog. En esta sección, en vez de analizar cada uno
de los parámetros del modelo, se presenta la evidencia del rol de las
habilidades cognitivas y no-cognitivas utilizando un conjunto de figuras que ilustran su importancia como determinantes de los logros
educacionales, laborales y sociales de los individuos.
El Gráfico 2 del Anexo presenta las distribuciones de habilidades cognitivas y no-cognitivas por nivel de educación y género. Las
distribuciones son extremadamente no normales. En el caso de las
habilidades cognitivas, la figura presenta un claro orden. Individuos
con mayores niveles de habilidad cognitiva alcanzan niveles de educación más altos. Esto es evidencia del rol de estas habilidades en
las decisiones educacionales. En el caso de las habilidades no-cognitivas el orden de las distribuciones por nivel educacional sigue el
mismo patrón, con la única excepción del orden encontrado para
hombres que obtienen GEDs versus hombres que no se gradúan de
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
121
Libertad y Desarrollo
la enseñanza secundaria. Esto es particularmente interesante pues
demuestra la hipótesis propuesta en Heckman y Rubinstein (2001) en
cuanto a que los GEDs tienen niveles de habilidad cognitiva comparables a los niveles encontrados para individuos que se gradúan de la
educación secundaria (pero no continúan sus estudios), pero niveles
de habilidades no-cognitivas comparables a los niveles encontrados
para individuos que no se gradúan de la educación secundaria (ni
obtienen un certificado equivalente). Esto explica los malos resultados laborales de los GEDs comparados con los individuos que completan doce años de educación.
Los Gráficos siguientes del Anexo presentan los resultados más
importantes obtenidos a partir del modelo empírico descrito anteriormente. Los resultados son reportados para hombres. Solamente
se presentan los resultados del modelo de matrimonio y fertilidad
para las mujeres. Todas las figuras comparten la misma estructura.
Cada una presenta tres paneles. El panel (i) se presenta la relación
entre la variable de interés y las dos dimensiones de habilidad. Los
paneles (ii) y (iii) presentan las relaciones entre la variable y cada uno
de las habilidades por separado.
El promedio del logaritmo del salario por deciles de habilidad cognitivas y no-cognitivas es presentado en el Gráfico 3. Los resultados
indican que las habilidades no-cognitivas tienen efectos positivos y similares a los de las habilidades cognitivas. Sin embargo, una limitación
de estos resultados es que estos incluyen tanto los efectos directos
de habilidades sobre salarios, los efectos de habilidades sobre niveles
educacionales, y el efecto de los niveles de escolaridad sobre salarios.
La Figura 4 controla por estos elementos, al presentar el efecto de las
habilidades sobre los salarios para el grupo de individuos sin certifi El análisis completo de los resultados para mujeres es presentado en HSU (2006).
Entonces, los resultados presentados en el panel (ii) son obtenidos luego de integrar la
distribución de la habilidad no-cognitiva, mientras que los resultados en el panel (iii) son
obtenidos luego de integrar la distribución de la habilidad cognitivas. De este modo los paneles (ii) y (iii) muestran los efectos marginales de las habilidades cognitiva y no-cognitiva
sobre la variable de interés, respectivamente.
122
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
cado de educación secundaria. Adicionalmente, los paneles (ii) y (iii)
en esta figura presentan la proporción de individuos reportando este
nivel educacional para cada uno de los deciles de la distribución habilidades cognitivas (panel (ii)) y no-cognitivas (panel (iii)). Interesantemente, la pendiente asociada a la habilidad no-cognitiva es mayor a la
obtenida para la habilidad cognitiva. Finalmente, un análisis detallado
de los resultados para cada nivel educacional (no incluidos aquí) indica que si bien los patrones observados en el Gráfico 4 se mantienen,
las habilidades son valoradas en forma distinta dependiendo del nivel
educacional considerado (ver HSU, 2006 para mayores detalles).
El Gráfico 5A presenta el efecto de las habilidades latentes sobre
la decisión de no terminar la educación secundaria. Los resultados
indican que ambas habilidades tienen efectos significativos sobre
esta decisión, pero las habilidades cognitivas presentan un mayor
efecto que las no-cognitivas de acuerdo a la gradiente. Los resultados también demuestran que aquellos individuos con altos niveles
de habilidad cognitiva muy probablemente no reportarán esta categoría educacional.
El Gráfico 5B presenta los efectos sobre la probabilidad de obtener un titulo profesional en un programa de cuatro años. Nuevamente los efectos son substanciales, siendo el efecto de la habilidad
cognitiva comparativamente más importante en este caso. Los resultados para los distintos grupos educacionales confirman estos resultados (ver HSU, 2006).
El análisis de los efectos de las habilidades sobre distintos comportamientos sociales también provee interesantes conclusiones. En
el caso del consumo diario de cigarrillos antes de los 19 años, los
resultados indican que cambios en la habilidad no-cognitiva tienen
el mayor impacto entre los hombres10. Estos resultados se presentan
en el Gráfico 6.
En el caso de las mujeres, los resultados muestran que es la habilidad cognitiva la que
reduce más significativamente el consumo de cigarrillos. Ver HSU, 2006.
10
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
123
Libertad y Desarrollo
El Gráfico 7 muestra la importancia de las habilidades no-cognitivas sobre el consumo de marihuana. Aumentos en estas habilidades
reducen el consumo de marihuana en forma significativa. El efecto
de las habilidades cognitivas no es tan importante en este caso.
El Gráfico 8 analiza los cambios en la probabilidad de encarcelamiento antes de los 30 años producidos por cambios en las habilidades
latentes. Si bien tanto las habilidades cognitivas como no-cognitivas
son importantes, encontramos que son estas últimas las que producen un efecto mas drástico sobre la probabilidad de encarcelamiento.
Esto contradice el análisis de Herrnstein y Murray (1994) que postula
que son las habilidades cognitivas los factores explicativos de las diferencias en las tasas de participación en crimen. Los resultados son
similares cuando se analiza la probabilidad de participar en actividades
ilegales durante la juventud (ver HSU, 2006).
Aun cuando las dos dimensiones de habilidad son importantes
determinantes de las decisiones de matrimonio y fertilidad durante
la adolescencia (antes de los 19 años) para las mujeres, son los cambios en las habilidades no-cognitivas las que tienen el mayor efecto.
El Gráfico 9 presenta los efectos de los dos tipos de habilidades sobre
la probabilidad de estar soltera sin hijos antes de los 19 años. Los
cambios en las habilidades cognitivas son importantes, pero son de
menor magnitud cuando se comparan a los cambios producidos por
las habilidades no-cognitivas.
La evidencia descrita en esta sección indica que dos habilidades latentes, asociadas a dimensiones cognitivas y no-cognitivas, no
solamente afectan los resultados educacionales y el desempeño laboral de los individuos, sino que también una gran variedad de comportamientos durante la adolescencia y adultez.
124
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
V I I . Conclusiones y lecciones para C hile
En este capítulo se ha presentado evidencia concluyente del
rol de las habilidades cognitivas y no-cognitivas como determinantes del éxito económico y social de los individuos. Para muchas
dimensiones de comportamiento, las habilidades no-cognitivas
tienen efectos más importantes (en el sentido utilizado en el análisis de los resultados) que las habilidades cognitivas. Las habilidades
cognitivas y no-cognitivas incrementan la productividad en el mercado laboral, aumentan los logros educacionales, y disminuyen la
probabilidad de incurrir en comportamientos riesgosos (consumo
de cigarrillo y marihuana, la participación en actividades ilegales,
y embarazo juvenil). Estos resultados representan una importante
contribución si se considera que usualmente la literatura asume
que sólo las habilidades cognitivas, aproximadas a través de pruebas de conocimiento o habilidad, juegan un rol dominante sobre
los logros individuales.
La evidencia es también consistente con una emergente literatura que establece la importancia de costos psíquicos como explicación de por qué muchos estudiantes no continúan sus estudios,
aun cuando estos conllevan en el largo plazo a mayores beneficios
económicos (Carneiro, Hansen y Heckman, 2003). Los resultados establecen que no sólo las habilidades cognitivas (inteligencia) afectan
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
125
Libertad y Desarrollo
estos costos, sino que también las no-cognitivas (motivación, persistencia y autoestima).
El rol de las habilidades no-cognitivas como determinantes de
un variado número de comportamientos, también ayuda a explicar la efectividad de programas de intervención temprana, como
por ejemplo Head Star o el programa preescolar implementado
en Perry (Michigan) durante los 60s. La evidencia indica que estos
programas no necesariamente mejoran el coeficiente intelectual
(IQ) de los participantes, pero si sus habilidades no-cognitivas. Es
este justamente el mecanismo que promueve el éxito social y económico de los participantes en estos programas de intervención
temprana.
El enfoque empírico descrito brevemente en este trabajo ilustra
la importancia de contar con información longitudinal detallada en
variadas dimensiones, incluyendo distintas medidas de habilidad. Sin
esta información, modelos empíricos, en los que las decisiones educacionales y de empleo, salarios, y distintos comportamientos son
analizadas simultáneamente, no pueden ser implementados.
Creemos que la recolección de información de calidad representa un desafío prioritario en el caso de Chile.11 La disponibilidad y
posterior análisis de dicha información proveería un completo entendimiento de cómo los chilenos toman decisiones educacionales,
y de cómo el mercado laboral valora las distintas características de
los individuos en la población. Adicionalmente, esta información
también podría proveer lecciones respecto de cómo modificar determinados comportamientos, como por ejemplo el consumo de
drogas y criminalidad. Esto es particularmente importante en el caso
de Chile, y otros países latino americanos, en donde se están implementando distintas intervenciones tempranas que tienen como objetivo el compensar deficiencias existentes en el ambiente familiar y
escolar de los individuos. Sin la información correcta, no será posible
11
Algunos esfuerzos recientes han sido dirigidos en esta dirección (Bravo, Sanhueza y Urzúa,
2006a,b).
126
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
el cuantificar y evaluar los efectos de estos programas ni tampoco
comprender los mecanismos a través de los cuales ellos habrán operado. La evidencia resumida en este capítulo, demuestra que tanto
las habilidades cognitivas y no-cognitivas afectan una gran cantidad
de dimensiones laborales, educacionales y de comportamiento. Un
importante desafío para los países en vías de desarrollo es el utilizar
las lecciones de estudios como el presentado en este capítulo, para
el diseño de sistemas de información (encuestas) que sean insumos
efectivos en el proceso de implementación y evaluación de políticas
públicas.
Finalmente, cabe destacar que una dimensión fundamental, que
forma parte de la agenda actual de investigación en el tema, se refiere al estudio del proceso de formación de las distintas dimensiones
de habilidad.
En principio, las habilidades cognitivas y no-cognitivas pueden
ser el resultado de un variado número de factores. Aquí el ambiente
familiar durante los primeros años de vida (considerados en la literatura como periodos críticos para el desarrollo de las habilidades) es
posiblemente el más importante. Un contacto frecuente y de calidad
entre padres e hijos, en donde los padres desarrollen actividades didácticas que motiven al niño(a), aseguraría las bases de un normal
desarrollo cognitivo y no cognitivo. En este contexto, la disponibilidad de los recursos adecuados para el desarrollo de este proceso,
como por ejemplo libros y juegos, es también un factor determinante del desarrollo de dichas habilidades.
El ambiente escolar en el que se desarrolla el individuo y factores genéticos son también elementos importantes de tener en consideración al momento de analizar el proceso de formación de las
habilidades.
Recientes estudios han provisto la evidencia inicial a favor de estas ideas (ver Cunha, Lochner, Masterov y Heckman 2006; y Cunha, Heckman
y Schennach, 2007). Sin embargo, aún se requiere más investigación
(mejores datos y más estudios) para alcanzar un real entendimiento
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
127
Libertad y Desarrollo
del proceso de formación de habilidades. Este completo entendimiento permitirá la implementación de políticas públicas efectivas
con efectos de largo plazo. Por el momento, la evidencia parece indicar que intervenciones tempranas, en donde se detectan, previenen
y remedian las deficiencias en los primeros años de vida, aparecen
como la mejor alternativa para asegurar un mejor desempeño escolar, laboral y social de la población.
128
libertad y desarr o ll o
v I I I . A N E XO
cuadro 1
Estimación de Ecuaciones de (log) Salarios
NLSY79 – Hombres y Mujeres – Salarios observados a los 30 años (a)
Libertad y Desarrollo
Hombres
Mujeres
Variables
(A)
(B)
(A)
(B)
GED
0.017
(0.048)
-0.002
(0.056)
Educación Media
0.087
(0.035)
0.059
(0.044)
Matriculado en la Universidad,
pero sin título Universitario
0.146
(0.044)
0.117
(0.052)
Con Título Universitario
en un Programa de Dos Años
0.215
(0.058)
0.233
(0.058)
Con Título Universitario
en un Programa de Cuatro Años
0.292
(0.046)
0.354
(0.054)
Puntaje en Pruebas Cognitivas (b)
0.121
(0.016)
0.190
(0.013)
0.169
(0.017)
0.251
(0.014)
Puntaje en Pruebas No-cognitivas (c)
0.042
(0.011)
0.052
(0.012)
0.028
(0.013)
0.041
(0.013)
Constante
2.558
(0.057)
2.690
(0.050)
2.178
(0.063)
2.288
(0.052)
Fuente: Heckman, Stixrud and Urzúa (2006). (a) Todas las especificaciones incluyen variables que controlan por el
año de nacimiento, las condiciones locales del mercado laboral, la región de residencia, y la raza. (b) El puntaje en
pruebas cognitivas representa el promedio estandarizado calculado sobre las siguientes pruebas: razonamiento
aritmético, conocimiento de palabras, comprensión de lectura, conocimiento matemático y velocidad de codificación. (c) El puntaje en pruebas no­ cognitivas representa el promedio estandarizado calculado sobre las siguientes pruebas: la escala de autocontrol de Rotter y la escala de autoestima de Rosenberg.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
129
gráfico 1
el programa pre-escolar de perry:
inteligencia (iq) por edad y grupo de tratamiento
100
95.5
95
94.9
91.7
91.3
Libertad y Desarrollo
IQ
90
130
85
80
75
87.1
86.3
79.6
83.3
88.1
87.7
86.9
86.8
85
84.6
83.5
78.5
Entrada
4
5
6
7
8
9
10
EDAD
Grupo de Tratamiento
Grupo de Control
Fuente: Programa Pre-escolar de Perry. La medida de inteligencia es la Escala de Inteligencia Stanford-Binet.
libertad y desarr o ll o
gráfico 2
distribución de habilidades por género y nivel educacional
a. habilidad congnitiva – hombres
1.25
frecuencia
1
.75
.5
.25
B. habilidad congnitiva – mujeres
-2
-1
0
1
2
-2
-1
0
1
2
-1
-.5
0
.5
1
1.25
frecuencia
1
.75
.5
.25
0
c. habilidad no congnitiva – hombres
frecuencia
2
1.5
1
.5
0
B. habilidad no congnitiva – mujeres
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006).
Notas: Las habilidades son simuladas
a partir de los paramentos estimados.
Los niveles educacionales representan los
niveles predichos a los 30 años. Los niveles
educacionales son obtenidos a partir de
los resultados del modelo empírico.
1.5
frecuencia
Libertad y Desarrollo
0
Sin Ed. Secundaria
GEDs
Ed. Secundaria
Univ. Incompleta
Profesional -2 años
Profesional -4 años
1
.5
0
-2
-1
0
1
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
2
131
gráfico 3
Promedio de (log) Salarios a los 30 Años – Hombres
i. Por Deciles de Habilidades Cognitiva y No-Cognitiva
3
Libertad y Desarrollo
log salarios
2.8
2.6
2.4
2.2
2
10
9
8
7
decil de
6
5
4
3
habilidad
cognitiva
2
4
2
1
6
decil
8
10
ogniti
no - c
va
de habilidad
ii. Por Decil de Habilidad Cognitiva
3
log salarios
2.8
2.6
2.4
2.2
2
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
7
8
9
10
decil
iii. Por Decil de Habilidad No-Cognitiva
3
log salarios
2.8
2.6
2.4
2.2
2
1
2
3
4
5
6
decil
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006). Notas: Los datos son simulados a partir de los resultados del modelo. Se utiliza la convención: mayores
deciles son asociados a mayores valores de la variable. Los paneles (ii) y (iii) incluyen los intervalos de confianza (2.5%-97.5%) estimados utilizando
bootstrapping (200 muestras).
132
libertad y desarr o ll o
gráfico 4
Promedio de (log) Salarios a los 30 Años para individuos sin educación secundaria – hombres
i. Por Deciles de Habilidades Cognitiva y No-Cognitiva
3
2.5
2
10
9
8
7
6
5
4
3
decil de habilidad
cognitiva
2
1
6
4
2
decil de
habilidad
8
10
va
no -cogniti
ii. Por Decil de Habilidad Cognitiva
Log Salarios
2.5%–97.5% CI
3.5
0.3
3
0.2
2.5
0.1
0
log salarios
frecuencia
0.4
2
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
decil
iii. Por Decil de Habilidad No-Cognitiva
Log Salarios
2.5%–97.5% CI
3.5
0.3
3
0.2
2.5
0.1
log salarios
0.4
frecuencia
Libertad y Desarrollo
log salarios
3.5
2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
decil
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006). Notas: Los datos son simulados a partir de los resultados del modelo. Se utiliza la convención: mayores
deciles son asociados a mayores valores de la variable. Los paneles (ii) y (iii) incluyen los intervalos de confianza estimados utilizando bootstrapping
(200 muestras). Las barras (frecuencias en paneles (ii) y (iii)) indican la proporción de individuos reportando el nivel educacional considerado en la
figura en cada decil de la distribución de la respectiva habilidad.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
133
gráfico 5a
Probabilidad de No Completar la Educacion Media – Hombres
i. Por Deciles de Habilidades Cognitiva y No-Cognitiva
1
Libertad y Desarrollo
probabilidad
0.8
0.6
0.4
0.2
0
2
4
6
decil de
habilidad
8
cogniti
va
10
6
8
10
decil
de habilidad
4
2
ogniti
no -c
va
ii. Por Decil de Habilidad Cognitiva
probabilidad
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
7
8
9
10
decil
iii. Por Decil de Habilidad No-Cognitiva
probabilidad
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
decil
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006). Notas: Los datos son simulados a partir de los resultados del modelo. Se utiliza la convención: mayores
deciles son asociados a mayores valores de la variable. Los paneles (ii) y (iii) incluyen los intervalos de confianza (2.5%-97.5%) estimados utilizando
bootstrapping (200 muestras).
134
libertad y desarr o ll o
gráfico 5b
Probabilidad de Graduarse de un
Programa Universitario de 4 Años – Hombres
i. Por Deciles de Habilidades Cognitiva y No-Cognitiva
1
probabilidad
0.6
0.4
0.2
0
10
9
8
7
6
5
4
3
decil de
habilidad
cognitiva
2
4
2
1
decil
6
8
10
ogniti
no - c
va
de habilidad
ii. Por Decil de Habilidad Cognitiva
1
log salarios
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
7
8
9
10
decil
iii. Por Decil de Habilidad No-Cognitiva
1
0.8
log salarios
Libertad y Desarrollo
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
decil
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006). Notas: Los datos son simulados a partir de los resultados del modelo. Se utiliza la convención: mayores
deciles son asociados a mayores valores de la variable. Los paneles (ii) y (iii) incluyen los intervalos de confianza (2.5%-97.5%) estimados utilizando
bootstrapping (200 muestras).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
135
gráfico 6
Probabilidad de Fumar Diariamente a los 18 Años – Hombres
i. Por Deciles de Habilidades Cognitiva y No-Cognitiva
1
Libertad y Desarrollo
probabilidad
0.8
0.6
0.4
0.2
0
2
4
6
decil de
habilidad
8
cogniti
va
10
6
8
10
decil
de habilidad
4
2
a
gnitiv
no -co
ii. Por Decil de Habilidad Cognitiva
probabilidad
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
6
7
8
9
10
decil
iii. Por Decil de Habilidad No-Cognitiva
probabilidad
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
decil
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006). Notas: Los datos son simulados a partir de los resultados del modelo. Se utiliza la convención: mayores
deciles son asociados a mayores valores de la variable. Los paneles (ii) y (iii) incluyen los intervalos de confianza (2.5%-97.5%) estimados utilizando
bootstrapping (200 muestras).
136
libertad y desarr o ll o
gráfico 7
Probabilidad de Fumar Marihuana antes de los 21 Años – Hombres
i. Por Deciles de Habilidades Cognitiva y No-Cognitiva
1
0.6
0.4
0.2
0
2
4
6
decil de
habilidad
8
cogniti
va
10
6
8
10
decil
de habilidad
4
no -co
2
a
gnitiv
ii. Por Decil de Habilidad Cognitiva
probabilidad
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
6
7
8
9
10
decil
iii. Por Decil de Habilidad No-Cognitiva
1
probabilidad
Libertad y Desarrollo
probabilidad
0.8
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
decil
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006). Notas: Los datos son simulados a partir de los resultados del modelo. Se utiliza la convención: mayores
deciles son asociados a mayores valores de la variable. Los paneles (ii) y (iii) incluyen los intervalos de confianza (2.5%-97.5%) estimados utilizando
bootstrapping (200 muestras).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
137
gráfico 8
Probabilidad de Tener a lo menos un Episodio de Encarcelamiento
antes de los 30 Años – Hombres
i. Por Deciles de Habilidades Cognitiva y No-Cognitiva
1
probabilidad
Libertad y Desarrollo
0.8
0.6
0.4
0.2
0
2
4
decil de
6
habilidad
8
cogniti
va
10
6
8
10
decil
de habilidad
4
2
a
gnitiv
no -co
ii. Por Decil de Habilidad Cognitiva
probabilidad
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
7
8
9
10
decil
iii. Por Decil de Habilidad No-Cognitiva
probabilidad
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
decil
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006). Notas: Los datos son simulados a partir de los resultados del modelo. Se utiliza la convención: mayores
deciles son asociados a mayores valores de la variable. Los paneles (ii) y (iii) incluyen los intervalos de confianza (2.5%-97.5%) estimados utilizando
bootstrapping (200 muestras).
138
libertad y desarr o ll o
gráfico 9
Probabilidad de ser soltera sin hijos a los 18 años – mujeres
i. Por Deciles de Habilidades Cognitiva y No-Cognitiva
1
probabilidad
0.6
0.4
0.2
0
2
4
decil de
6
habilidad
8
cogniti
va
10
6
8
10
decil
de habilidad
4
2
a
gnitiv
no -co
ii. Por Decil de Habilidad Cognitiva
probabilidad
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
7
8
9
10
decil
iii. Por Decil de Habilidad No-Cognitiva
1
probabilidad
Libertad y Desarrollo
0.8
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1
2
3
4
5
6
decil
Fuente: Heckman, Stixrud y Urzúa (2006). Notas: Los datos son simulados a partir de los resultados del modelo. Se utiliza la convención: mayores
deciles son asociados a mayores valores de la variable. Los paneles (ii) y (iii) incluyen los intervalos de confianza (2.5%-97.5%) estimados utilizando
bootstrapping (200 muestras).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
139
Libertad y Desarrollo
R eferencias b i b liogr á ficas
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Libertad y Desarrollo
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libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
4 FAMILIA Y LOGROS ESCOLARES
Rosita Camhi P.*
María Elena Arzola G.**
*
Economista Universidad de Chile, Investigadora del Programa Social de
Libertad y Desarrollo.
**
Economista Universidad de Chile, Investigadora del Programa Social de
Libertad y Desarrollo.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
143
Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo
I ntroducción
En Chile, en los últimos 30 años y principalmente a causa del proceso de desarrollo que vive el país, se han registrado importantes cambios en la estructura familiar. Hoy en día los hogares son más chicos y
preferentemente de tipo nuclear y con menos hijos. Los matrimonios
han disminuìdo y las convivencias han aumentado y los niños nacidos
fuera del matrimonio son mas que los nacidos dentro. Estas tendencias, que han afectado la conformación de los hogares, llevan a preguntarse si esto puede tener alguna incidencia en aspectos tales como
el rendimiento escolar y logros académicos de los alumnos. Hoy hay
una mayor cantidad de hijos de madres solteras, de padres separados,
de madres que trabajan tiempo completo fuera del hogar y hay más
familias nucleares y con poco apoyo de otros parientes o abuelos.
La evidencia empírica en nuestro país es muy escasa y tampoco se
cuenta con información que muestre el impacto que en el rendimiento escolar puedan tener los cambios ocurridos en la conformación de
las familias.
Las preguntas contenidas en la Encuesta a Padres y Apoderados
que se efectúa junto con la prueba SIMCE, arrojan valiosa información
respecto de la conformación familiar de los estudiantes y de algunos
aspectos relacionados con el trabajo de la madres y las expectativas
que los padres tienen para sus hijos. Si bien esta información no per-
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
145
Libertad y Desarrollo
mite efectuar un estudio de impacto del efecto que los cambios en
la conformación de las familias puedan ocasionar en el rendimiento
académico de los alumnos, sí permite conocer cómo se conforman
las familias de los escolares de nuestro país, como asimismo si las variables señaladas tienen alguna incidencia en los logros académicos
de los alumnos.
El estudio que se presenta en este capìtulo, se elaboró a partir de
la información contenida en las bases de datos de las pruebas SIMCE,
aplicadas el 2002 y 2003, del Ministerio de Educación.
El año 2002 rindieron la prueba SIMCE de 4º Básico 274.854 alumnos. La encuesta a padres y apoderados fue contestada por 235.462
familiares (86% de los apoderados). Por su parte, la prueba SIMCE 2003,
correspondiente a 2º Medio, fue rendida por 243.156 estudiantes y la
encuesta a padres fue contestada por 201.145 familiares (83% de los
apoderados).
Esta encuesta fue respondida mayoritariamente por los padres
y madres de los alumnos, por lo tanto se asumen como válidas las
respuestas que ellos han entregado. Como se muestra en los Cuadros 1 y 2, en el caso de los alumnos de 4º Básico, un 94% de quienes
contestaron la encuesta, corresponde al padre o madre del alumno y
en los alumnos de 2º Medio, el porcentaje fue del 92,4%.
Cuadro 1
Cuadro 2
SIMCE 2002, 4º Básico
Quién Respondió la Encuesta
SIMCE 2003, 2º Medio
Quién Respondió la Encuesta
%
146
%
Madre
81,5
Madre
74,8
Padre
12,4
Padre
17,6
Otros
6,1
Otros
7,6
Total
100,0
Total
100,0
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I . CO N F O R M AC I Ó N FA M I L I A R
Y R E N D I M I E N T O E S CO L A R
1. Conformación de las familias de los alumnos
El objetivo de esta sección es analizar la conformación de las
familias de los alumnos, por cuanto podría suponerse que aquellos
niños que viven en hogares con padre y madre presente, pueden
contar con un mayor apoyo de los mismos en su educación, lo que
se traduciría en que también pueden lograr un mejor rendimiento
escolar.
Los Gráficos 1 y 2 muestran la conformación de las familias de los
alumnos que rindieron la prueba SIMCE en 4º Básico (2002) y en 2º
Medio (2003). Es interesante comprobar que en 4º Básico un 76% de
los alumnos vive en hogares con padre y madre en el hogar y que
en 2° medio este porcentaje se reduce, alcanzando a un 68%. Esto
hace suponer que a medida que los niños avanzan en edad, hay más
hogares que se disgregan cuyos padres se separan, o bien puede
darse el caso de estudiantes que dejan su hogar para ir a estudiar a
otra ciudad.
La siguiente categoría en importancia está representada por los
niños que viven solo con la madre, los que alcanzan a un 11% del total
en 4º Básico y un 14% en 2º Medio. Quienes viven solo con el padre
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
147
Libertad y Desarrollo
son muy pocos, alcanzando al 1% del total en 4º Básico y a un 2% en
segundo medio. Por su parte, quienes viven en hogares donde no este
presente el padre ni la madre, alcanzan a un 3,8% en 4º Básico y a un
5,8% en 2º Medio.
En los restantes tipos de familias, si bien no se constata la presencia
de padre y madre juntas, existen abuelos u otros parientes en el hogar.
Este tipo de hogares alcanza al 8% en 4º Básico y al 10% en 2º Medio.
En estas familias se intuye que puede haber un apoyo a los alumnos
de parte de abuelos, tíos u otros parientes que vivan en el hogar y que
ayudan en su cuidado y crianza.
gráfico 1
gráfico 2
SIMCE 2002, 4º Básico
¿con quién vive el alumnno?
SIMCE 2003, 2º Medio
¿con quién vive el alumnno?
1%
7%
4%
1%
1%
76%
9%
6%
2%
68%
14%
11%
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
Vive con la madre, abuelos y/o otros
Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
Vive con el padre, abuelos y/o otros
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
2. Puntajes según conformación del hogar
Los Gráficos 3 y 4 muestran los puntajes promedio obtenidos en
las pruebas de lenguaje y matemáticas para 4º Básico y para 2º Medio, según la conformación del hogar. Es interesante observar que
148
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
en ambos niveles educativos, quienes viven con padre y madre en el
hogar logran mayores promedios en la prueba SIMCE. Por su parte,
quienes obtienen menores puntajes, son los niños que no viven con
sus padres en el hogar.
Los escolares que viven solo con la madre, o solo con el padre,
obtienen menores puntajes que aquellos que viven con padre y madre. Sin embargo, cuando viven con la madre y abuelos u otros parientes, tiende a haber una mejoría en los puntajes obtenidos. Vale
decir, en estos hogares, aun cuando no está el padre, la presencia,
por ejemplo, de abuelos puede constituir un apoyo importante, lo
que se traduce en un mayor rendimiento relativo.
gráfico 3
SIMCE 2002, 4º Básico
PUNTAJE PROMEDIO SEGÚN CONFORMACIÓN FAMILIAR
260,0 –
255,1
255,0 –
251,1
250,0 –
245,0 –
240,0 –
235,0 –
230,0 –
225,0 –
220,0 –
215,0 –
Vive con
la madre
y el padre
252,8
247,3
LENGUAJE
248,0
242,6
MATEMÁTICA
243,4
237,6
Vive solo
Vive con
con la madre, la madre,
sin abuelos
abuelos
ni otros
y/o otros
Vive solo
con el padre,
sin abuelos
ni otros
239,4
236,7
Vive con
el padre,
abuelos
y/o otros
237,2
231,7
Vive con abuelos
u otros, sin
el padre ni
la madre
gráfico 4
SIMCE 2003, 2º MEDIo
PUNTAJE PROMEDIO SEGÚN CONFORMACIÓN FAMILIAR
260,0 – 256,3
255,0 –
250,9
250,0 –
245,0 –
240,0 –
235,0 –
230,0 –
225,0 –
220,0 –
215,0 –
210,0 –
Vive con
la madre
y el padre
254,4
249,7
240,1
LENGUAJE
250,7
244,3
244,1
241,8
234,8
MATEMÁTICA
239,5
227,6
Vive solo con
la madre,
sin abuelos
ni otros
Vive con
la madre,
abuelos
y/o otros
Vive solo
con el padre,
sin abuelos
ni otros
Vive con
el padre,
abuelos
y/o otros
Vive con abuelos
u otros, sin
el padre ni
la madre
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
149
Con el objeto de comprobar si las diferencias de puntajes obtenidos según conformación de la familia son representativas, se analizó la
validez estadística de los resultados presentados anteriormente.
Para ello y dado que quienes obtienen mayores puntajes en promedio, son los alumnos que viven con el padre y madre en el hogar,
se analizó la validez de resultados con respecto a esta categoría. Esta
información se muestra en los Cuadros 3 y 4 y su desagregación por
grupo socioeconómico se incluye en el Cuadro Anexo 1 y 2.
Libertad y Desarrollo
Cuadro 3
SIMCE 2002, 4º Básico
Puntaje promedio según conformación familiar
Puntaje Promedio
Clasificación
Lenguaje Matemática
Vive con la madre y el padre
255,1
251,1
Diferencia de puntajes*
Lenguaje
Matemática
0,0
NS
0,0
NS
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
247,3
242,6
7,8
S
8,5
S
Vive con la madre, abuelos y/o otros
252,8
248,0
2,3
NS
3,1
S
Vive solo con el padre sin abuelos ni otros
243,4
237,6
11,7
S
13,5
S
Vive con el padre, abuelos y/o otros
239,4
236,7
15,7
S
14,4
S
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
237,2
231,7
18,0
S
19,4
S
* La diferencia de puntajes y su validez estadística se ha comparado con respecto a quienes viven con ambos padres
Cuadro 4
SIMCE 2003, 2º Medio
Puntaje promedio según conformación del hogar
Puntaje Promedio
Clasificación
Vive con la madre y el padre
Lenguaje Matemática
256,3
Diferencia de puntajes*
Lenguaje
Matemática
250,9
0,0
NS
0,0
NS
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
249,7
240,1
6,6
S
10,8
S
Vive con la madre, abuelos y/o otros
254,4
244,3
1,9
NS
6,6
S
Vive solo con el padre sin abuelos ni otros
244,1
234,8
12,2
S
16,1
S
Vive con el padre, abuelos y/o otros
250,7
241,8
5,6
S
9,1
S
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
239,5
227,6
16,8
S
23,3
S
* La diferencia de puntajes y su validez estadística se ha comparado con respecto a quienes viven con ambos padres
150
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
Es interesante comprobar a partir de estos resultados que tanto en
4º Básico como en 2º Medio, en las distintas categorías familiares consideradas, las diferencias de puntajes obtenidos resultan significativas
si se comparan con respecto a quienes viven con padre y madre en el
hogar. Por su parte, la presencia de abuelos u otros parientes, cuando
los niños viven en hogares sin el padre, constituye un apoyo al mejor
desempeño escolar.
Los resultados expuestos representan al promedio de los alumnos y por esto es interesante comprobar si la misma tendencia se
da en los distintos grupos socioeconómicos. Para ello se han desagregado los resultados según las categorías establecidas por el MINEDUC para clasificar el nivel socioeconómico de los colegios. Los
Gráficos siguientes muestran tanto para el SIMCE 2002 en 4º Básico,
como para el 2003 el 2º Medio, las diferencias de puntaje según conformación del hogar en los niveles socioeconómicos bajo y alto. Es
interesante comprobar que en ambos grupos socioeconómicos, los
alumnos que viven con padre y madre en el hogar obtienen mayores
puntajes en comparación a las restantes categorías consideradas.
Sin embargo, en el grupo de mayores ingresos, las diferencias
de puntajes según conformación del hogar tienden a ser menores,
lo que puede estar relacionado con que en estos hogares, también
se dispone de mayores recursos para apoyar a los alumnos (materiales de estudio, computadores o clases particulares o de refuerzo). La
información para los restantes grupos socioeconómicos y su validez
estadística se muestra en Cuadros 1 y 2 del Anexo.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
151
GRÁFICO 5
SIMCE 2002, 4º Básico
Puntaje promedio gse bajo
Libertad y Desarrollo
235,0 – 228,7
222,5
230,0 –
225,0 –
220,0 –
215,0 –
210,0 –
205,0 –
200,0 –
152
225,9
224,8
220,9
218,1
Vive con
Vive solo con
la madre
la madre,
y el padre
sin abuelos
(independiente ni otros
del resto)
LENGUAJE
219,8
218,8
211,0
226,4
210,3
Vive con
la madre,
abuelos
y/o otros
Vive solo
con el padre,
sin abuelos
ni otros
Vive con
el padre,
abuelos
y/o otros
MATEMÁTICA
218,7
Vive con abuelos
u otros, sin
el padre ni
la madre
GRÁFICO 6
SIMCE 2002, 4º Básico
Puntaje promedio gse alto
310,0 –
303,8
302,3
305,0 –
300,0 –
295,0 –
290,0 –
285,0 –
280,0 –
275,0 –
302,7
300,8
MATEMÁTICA
298,5
296,9
Vive con
Vive solo con
la madre
la madre,
y el padre
sin abuelos
(independiente ni otros
del resto)
LENGUAJE
292,6 294,0
296,4
292,1
292,6
285,3
Vive con
la madre,
abuelos
y/o otros
libertad y desarr o ll o
Vive solo
con el padre,
sin abuelos
ni otros
Vive con
el padre,
abuelos
y/o otros
Vive con abuelos
u otros, sin
el padre ni
la madre
GRÁFICO 7
SIMCE 2003, 2º medio
Puntaje promedio nse bajo
Libertad y Desarrollo
235,0 –
230,0 – 228,2
225,0 –
217,1
220,0 –
215,0 –
210,0 –
205,0 –
200,0 –
231,9
231,8
224,9
219,8
221,9
217,9
Vive con
la madre,
abuelos
y/o otros
Vive solo
con el padre,
sin abuelos
ni otros
Vive con
el padre,
abuelos
y/o otros
MATEMÁTICA
214,4
212,1
211,8
Vive con
Vive solo con
la madre
la madre,
y el padre
sin abuelos
(independiente ni otros
del resto)
LENGUAJE
225,7
Vive con abuelos
u otros, sin
el padre ni
la madre
GRÁFICO 8
SIMCE 2003, 2º medio
Puntaje promedio nse alto
340,0 –
327,8
330,0 –
320,0 –
310,0 – 306,9
300,0 –
290,0 –
280,0 –
270,0 –
320,9
305,5
305,0
Vive con
Vive solo con
la madre
la madre,
y el padre
sin abuelos
(independiente ni otros
del resto)
Vive con
la madre,
abuelos
y/o otros
LENGUAJE
324,2
318,7
MATEMÁTICA
312,3
309,7
299,6
Vive solo
con el padre,
sin abuelos
ni otros
219,8
Vive con
el padre,
abuelos
y/o otros
294,0
Vive con abuelos
u otros, sin
el padre ni
la madre
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
153
Libertad y Desarrollo
i I . S I T UAC I Ó N L A B O R A L D E L A M A D R E
Uno de los factores que podría incidir en el rendimiento de los
niños es la mayor permanencia de la madre en el hogar. La Encuesta a
padres de 4° básico consultó si la madre trabaja fuera del hogar o si no
trabaja. Al analizar las respuestas se constató que, para el promedio de
los alumnos, un poco más de la mitad de las madres (56,4%) no trabaja,
un 28% lo hace a tiempo completo y un 15,6%, a tiempo parcial. Sin embargo, este porcentaje es muy diferente al considerar los
distintos grupos socioeconómicos, ya que a mayor nivel socioeconómico hay un más alto porcentaje de madres que trabaja (ya sea
a tiempo completo o tiempo parcial) y por el contrario, un menor
porcentaje que permanece en el hogar. De hecho, en el grupo de
menor nivel socioeconómico, un 67% de las madres permanece en
el hogar, y en el grupo alto, lo hace el 37%. (Cuadro 5)
Es interesante comprobar ahora si el hecho de que la madre trabaje o permanezca en el hogar, puede o no tener incidencia en el
rendimiento escolar de los hijos. Al considerar esta variable para el
promedio de los alumnos, se constata que, al contrario de lo que podría esperarse, los escolares cuyas madres trabajan tiempo completo
o tiempo parcial tienden a obtener puntajes levemente mayores en
Tiempo completo, corresponde a 8 o más horas diarias y tiempo parcial a menos de 8 horas
diarias.
154
libertad y desarr o ll o
lenguaje y matemáticas que aquellos cuyas madres no trabajan, y que
esta diferencia es significativa (Gráficos 9, 10 y 11 y Cuadro Anexo 3).
Cuadro 5
SIMCE 2002, 4º Básico
Escolares según Situación Laboral de la Madre
y Grupo Socioeconómico (porcentajes)
Grupo Socioeconómico
Libertad y Desarrollo
Bajo
Medio bajo Medio Medio Alto
Alto
Promedio
Madre trabaja tiempo completo
19,3
24,5
27,8
35,4
37,3
28,0
Madre trabaja tiempo parcial
13,6
15,3
14,7
15,3
25,5
15,6
Madre no trabaja
Total
67,2
60,2
57,5
49,3
37,2
56,4
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Sin embargo, la relación anterior no es tan clara al desagregar según grupo socioeconómico. En el caso de los niños pertenecientes
al estrato bajo, los puntajes promedio obtenidos cuando la madre
permanece en el hogar son un tanto superiores a aquellos obtenidos
cuando la madre trabaja tiempo completo (Gráfico 10).
En cambio, en el grupo de más alto nivel socioeconómico, no se
aprecian diferencias de puntaje significativas cuando la madre trabaja tiempo completo o no trabaja. En este caso, es posible que, dado
los mayores recursos disponibles en el hogar, la presencia de la madre puede ser sustituida por otros recursos de apoyo escolar, como
computadores, libros, y clases de refuerzo, en caso de ser necesario
según el rendimiento de los hijos (Gráfico 11).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
155
GRÁFICO 9
SIMCE 2002
Puntaje promedio según situación laboral de la madre
Libertad y Desarrollo
260,0 –
258,0 –
256,0 –
254,0 –
252,0 –
250,0 –
248,0 –
246,0 –
244,0 –
258,3
LENGUAJE
256,5
253,6
MATEMÁTICA
253,2
253,0
249,1
Madre trabaja
tiempo completo
Madre trabaja
tiempo parcial
Madre no trabaja
GRÁFICO 10
SIMCE 2002
Puntaje promedio según situación laboral de la madre
Nse bajo
234,0 –
232,0 –
230,0 –
228,0 –
226,0 –
224,0 –
222,0 –
220,0 –
218,0 –
232,3
230,4
228,9
LENGUAJE
MATEMÁTICA
226,2
225,6
223,0
Madre trabaja
tiempo completo
Madre trabaja
tiempo parcial
Madre no trabaja
GRÁFICO 11
SIMCE 2002
Puntaje promedio según situación laboral de la madre
Nse alto
305,0 –
304,0 –
303,0 –
302,0 –
301,0 –
300,0 –
299,0 –
298,0 –
156
304,1 303,9
303,6
LENGUAJE
MATEMÁTICA
302,5
300,7
300,3
Madre trabaja
tiempo completo
Madre trabaja
tiempo parcial
libertad y desarr o ll o
Madre no trabaja
Libertad y Desarrollo
I I I . CO N O C I M I E N T O D E L O S PA D R E S
so b re R E S U LTA D O S S I M C E D E L CO L E G I O
Dentro de la encuesta realizada a los padres en el SIMCE, para
el 2º Medio el año 2003, se preguntó si estos conocían los resultados del establecimiento educacional en el la prueba SIMCE anterior.
También se preguntó la forma en que estos resultados se daban a
conocer.
Así se quiso determinar la relación entre los resultados de los niños y las respuestas de los padres, pues se podría suponer que si
conocen los resultados existe mayor preocupación de ellos por el
rendimiento de sus hijos.
1. Resultados anteriores del colegio en el SIMCE
Como se puede ver en el Cuadro 6, para el promedio de los
alumnos, el 73% de los padres declara no conocer los resultados que
obtuvo el colegio en el SIMCE anterior. Si desagregamos por nivel socioeconómico (Cuadro 7) podemos ver que esta tendencia se mantiene en los niveles bajo al medio, pero en los niveles medio alto y
alto la cantidad de padres que declara conocer los resultados (55% y
58%, respectivamente) es mayor que la que declara no hacerlo.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
157
Cuadro 6
SIMCE 2003, 2º Medio
¿Conoce los Resultados del Establecimiento en el SIMCE Anterior?
Porcentajes
Relación del encuestado con el alumno
No
Si
Total
Madre o Padre
73
27
100
Libertad y Desarrollo
Cuadro 7
SIMCE 2003, 2º Medio
Conoce
Resultados Grupo Socioeconómico Anteriores %
Bajo
NO
84.9
SI
15.1
Medio bajo
NO
82.7
SI
17.3
Medio
NO
66.0
SI
34.0
Medio alto
NO
45.2
SI
54.8
Alto
NO
42.1
SI
57.9
Si se analiza ahora el puntaje promedio en función de la respuesta de los padres se puede ver que, en ambas pruebas, aquellos alumnos cuyos padres respondieron afirmativamente tienen mejores resultados, y que esas diferencias son significativas (Gráficos 12, 13 y 14
y Cuadro Anexo 4). Esta tendencia se mantiene en ambas pruebas y
en todos los niveles socioeconómicos. Sin embargo, es importante
señalar que la dirección de la causalidad entre ambas variables no es
clara y que, aunque se consideró el grupo socioeconómico, tal vez se
está omitiendo la influencia de otros factores. Entre estos, puede ser
que la forma en que se dan a conocer los resultados resulte poco cla-
158
libertad y desarr o ll o
ra para los padres y no sea bien entendida, en especial en los grupos
de menor nivel socioeconómico.
GRÁFICO 12
SIMCE 2003 2° medio
Puntaje promedio según si conoce o no los resultados anteriores del simce
277,0
275,2
280,0 –
270,0 –
260,0 –
Libertad y Desarrollo
250,0 –
no
sí
250,9
241,3
240,0 –
230,0 –
220,0 –
Lenguaje
Matemáticas
GRÁFICO 13
SIMCE 2003 2° medio
gse bajo
240,0 –
235,0 –
230,0 –
225,0 –
220,0 –
215,0 –
210,0 –
205,0 –
230,5
no
234,5
sí
224,8
217,7
Lenguaje
Matemáticas
GRÁFICO 14
SIMCE 2003 2° medio
gse alto
340,0 –
33o,5
330,0 –
321,0
320,0 –
310,0 –
302,9
no
sí
309,9
300,0 –
290,0 –
280,0 –
Lenguaje
Matemáticas
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
159
2. Cómo se informa a los padres de los resultados del SIMCE
Libertad y Desarrollo
Si se analiza el mecanismo por el cual el establecimiento informa
a los padres sobre los resultados obtenidos en el SIMCE (Cuadro 8)
vemos que 18,3% señala no conocer los resultados; un 15,3% dice que
se informa a través de comunicaciones escritas; un 41,3%, que se informa a través de reuniones de padres y apoderados; un 7,8%, que se
informa solo al centro de padres y 17,3% declara que se informa solo
si los padres lo piden.
Cuadro 8
SIMCE 2003, 2º Medio
¿Cómo se Informa a los Padres los Resultados Anteriores del SIMCE?
Porcentajes
Bajo
No se informan los resultados
Medio bajo Medio Medio alto
Alto
Promedio
20,8
20,0
16,5
12,4
15,4
18,3
11,1
13,2
15,7
22,8
29,8
15,3
38,2
40,1
45,1
46,7
34,6
41,3
Se informa solo al centro de padres
9,9
8,1
7,1
5,6
5,8
7,8
Se informa solo si los
padres y apoderados lo piden
20,1
18,6
15,6
12,5
14,4
17,3
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
A través de comunicaciones escritas
Se realizan reuniones
con padres y apoderados
Total
Según nivel socioeconómico esta tendencia tiende a mantenerse, con el mayor porcentaje de padres que señalan informarse a
través de comunicaciones escritas o reuniones. Debe destacarse, no
obstante, que en el grupo bajo y medio bajo, cerca del 40% de los
padres señala que los resultados no se informan o se entregan solo
si los padres lo piden.
Llama la atención la posible contradicción existente entre las respuestas anteriores de los padres y aquellas señaladas en el punto
anterior. Si bien la mayor parte declara que los resultados del SIMCE
160
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
se informan a través de diferentes medios, gran parte de ellos señala
no conocer los resultados anteriores del colegio en la prueba SIMCE.
Como se dijo, una explicación posible para este resultado podría ser
que la forma en que se dan a conocer los puntajes no es clara y por
lo tanto no es fácil de ser retenida por los padres.
En este sentido, se debe trabajar en mejorar la manera de dar a
conocer la información del SIMCE a los padres. Esto es especialmente
relevante en el grupo bajo y medio-bajo, donde la información debiera darse en forma más clara y entendible, de modo que los padres
puedan conocer la posición relativa del colegio a que asisten sus hijos en el SIMCE.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
161
Libertad y Desarrollo
I V. E X P E C TAT I VA S D E L O S PA D R E S
La encuesta a padres y apoderados de 2º Medio en el 2003 consulta acerca de las expectativas que tienen respecto de sus hijos. Al
desagregar las respuestas de acuerdo a las expectativas que los padres
tienen sobre el nivel educacional que sus hijos alcanzarán, se puede
constatar que para el promedio de los alumnos, la mayor parte de ellos
(51%) cree que sus hijos alcanzarán la educación superior universitaria;
el 31% cree que llegarán a ser técnicos; el 18% cree que solo alcanzarán
la educación media y el 1% no sabe o no responde.
Cuadro 9
SIMCE 2003, 2º Medio
Expectativas de los padres
Madre o Padre (%)
No sabe o no responde
1.4
Educación Media
17.7
CFT o Instituto Profesional
30.5
Educación Superior Universitaria
50.5
Total
100.0
Si se analiza esta misma información de acuerdo al nivel socioeconómico (Cuadro 5.1 Anexo) se aprecia que, para el grupo bajo,
las expectativas se concentran principalmente en que los hijos al-
162
libertad y desarr o ll o
canzarán la educación media, lo que es señalado por el 41% de los
padres. Estas expectativas crecen según el grupo socioeconómico
hasta llegar al grupo alto en que el 96% de los padres espera que sus
hijos sean universitarios.
Si se compara el puntaje obtenido por los alumnos de acuerdo a
las expectativas de sus padres, se observa que, en promedio, a mayor
expectativa mejores resultados en el SIMCE.
Libertad y Desarrollo
GRÁFICO 15
SIMCE 2003, 2° medio
Puntaje promedio según expectativas de los padres
278,2 277,1
300,0 –
250,0 –
226,2 214,2
240,7 228,2
LENGUAJE
MATEMÁTICA
200,0 –
150,0 –
100,0 –
50,0 –
0,0 –
Educación Media
CFT o Instituto
Profesional
Educación Superior
Universitartia
Por ejemplo, en la prueba de castellano, la diferencia de puntajes
entre aquellos que esperan que sus hijos lleguen hasta la educación
media versus los que esperan acceder a educación superior universitaria es de 52 puntos y es significativa (ver detalle en Cuadro Anexo
5.2). Sin embargo, la diferencia de puntajes entre educación media
y Centro de Formación Técnica (CFT) o Instituto Profesional es de 14
puntos y no es estadísticamente significativa.
Si se realiza el mismo ejercicio, pero desagregando por nivel socioeconómico vemos que la tendencia (logro de puntajes más altos)
se mantiene para la educación universitaria en todos los niveles, no
siendo tan claro este resultado para CFT o instituto profesional (Gráficos 16 y 17).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
163
GRÁFICO 16
SIMCE 2003, 2° medio
Puntaje promedio según expectativas de los padres
gse bajo
300,0 –
250,0 –
200,0 –
219,7 208,7
231,6 218,3
Educación Media
CFT o Instituto
Profesional
251,7 239,2
LENGUAJE
MATEMÁTICA
150,0 –
100,0 –
50,0 –
Libertad y Desarrollo
0,0 –
Educación Superior
Universitartia
GRÁFICO 17
SIMCE 2003, 2° medio
Puntaje promedio según expectativas de los padres
gse alto
350,0 –
300,0 –
250,0 –
200,0 –
150,0 –
100,0 –
50,0 –
0,0 –
279,0 282,0
272,3 282,9
Educación Media
CFT o Instituto
Profesional
308,3
328,3
LENGUAJE
MATEMÁTICA
Educación Superior
Universitartia
Este resultado puede tener varias interpretaciones posibles, una
de ellas podría ser que los padres formulan sus expectativas sobre
la base de las características (y resultados académicos) de sus hijos
y por esta razón a mayor puntaje, mayores expectativas, o bien que,
dado que los padres tienen mayores expectativas sobre sus hijos los
estimulen más y así obtengan mejores resultados. En los grupos de
más bajo nivel socioeconómico, las expectativas pueden también
estar influidas por las menores posibilidades que los padres ven de
financiar la educación superior de sus hijos. En este grupo, solo el
164
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
21% de los padres aspira a la educación superior para sus hijos. Sin
embargo, este grupo de padres pueden ser muy motivadores y dar
mucho apoyo a sus hijos, lo que se refleja en los mayores puntajes
obtenidos por los mismos.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
165
Libertad y Desarrollo
V. Conclusiones E I M P L I C A N C I A S D E P O L I T I C A
Del presente estudio se desprenden interesantes conclusiones
que podrían dar pauta a importantes implicancias de política en estas materias.
En primer lugar, al analizar la conformación de las familias, la
mayoría de los escolares vive en hogares donde están presentes el
padre y la madre. Así en 4º Básico, un 76% de los alumnos vive con
padre y madre en el hogar. Esta proporción se reduce en los alumnos
de 2° Medio a un 68%.
Se demuestra a nivel agregado una relación positiva entre el rendimiento escolar medido a través de la prueba SIMCE y la existencia
de una familia con padre y madre presente en el hogar. Al comparar
los rendimientos de los niños de las distintas conformaciones familiares consideradas con aquellos hogares con padre y madre en el
hogar, los resultados obtenidos para el promedio de los alumnos, si
bien no están representados por altas diferencias de puntajes SIMCE,
muestran diferencias estadísticamente significativas.
Esta situación, sin embargo, es algo diferente si se consideran los
distintos estratos socioeconómicos. Así en los grupos de mayor nivel
socioeconómico, las diferencias de puntajes según la conformación
del hogar tienden a ser menores que en los grupos bajos y medio
bajos, lo que puede estar relacionado con que en esos hogares se
166
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
dispone de mayores recursos materiales para apoyar a los alumnos
en su desempeño escolar. También es importante señalar que en
aquellos hogares donde no está el padre o la madre presente, la presencia de abuelos u otros parientes pueden constituir un apoyo al
mejor rendimiento escolar.
Al analizar la situación laboral de las madres, se ha comprobado
de que el hecho que las madres trabajen jornada completa no tendría
una gran incidencia en el mayor o menor rendimiento de los alumnos.
Por el contrario, a nivel agregado, al considerar esta variable para el
promedio de los alumnos, los puntajes obtenidos en la prueba SIMCE,
tienden a ser un tanto superiores. Sin embargo, esta situación resulta
algo diferente según estratos socioeconómicos. En los grupos bajos
y medio bajos, es más importante la presencia de la madre en el hogar que en los grupos de mayor nivel socioeconómico. En este último
caso, esta presencia puede ser compensada con un mayor apoyo a
través de recursos materiales, como libros y material de apoyo escolar,
computadores e internet y clases de refuerzo, entre otros.
Al analizar el conocimiento que los padres tienen de los resultados obtenidos por el colegio de sus hijos en la prueba SIMCE, se ha
comprobado que la mayoría de ellos ha señalado no conocerlos. Sin
embargo, al analizar posteriormente cómo se dan a conocer esos
resultados, la mayoría de los apoderados señala el haber sido informados por diferentes vías. Esta aparente contradicción podría estar
indicando que la forma en que se dan a conocer los resultados del
SIMCE resulta poco clara y, por lo tanto, no es fácil de ser retenida por
los padres. En este ámbito es necesario que se trabaje más por parte
del Ministerio de Educación en mejorar las vías de información a los
padres, de modo que sean más accesibles para ellos.
Una innovación al respecto podría consistir en entregar a cada
familia el puntaje obtenido por su pupilo en la prueba SIMCE, agregando información comparativa que incluya el puntaje promedio
del curso, del colegio en relación a otros colegios de la comuna o
localidad y de estos puntajes con el promedio regional y nacional.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
167
Libertad y Desarrollo
De este modo los padres podrían formarse un panorama más claro
del rendimiento que logran sus hijos en relación a lo que aspiran
para ellos.
Asimismo, respecto de la participación de los padres y su conocimiento sobre el resultado del colegio, es importante señalar que
a mayor conocimiento de dicho desempeño, sus hijos tienden a
obtener mejores rendimientos, lo que se mantiene en los distintos
estratos socioeconómicos. Esto estaría señalando que el involucramiento de los padres en la tarea educacional también es decisivo y
constituye un factor importante de promover y trabajar como parte
de las políticas educacionales.
Unido a esto, el estudio también demuestra que los niños cuyos padres tienen más altas expectativas educacionales para ellos,
logran mayores rendimientos escolares, independientemente del estrato socioeconómico a que pertenezcan. Esto podría estar indicando que padres más involucrados y apoyadores es una variable que
incide positivamente en los logros escolares y por lo tanto, resulta
importante desarrollar programas a ser impartidos a los padres que
incentiven estos aspectos.
En suma, el presente estudio ha dejado en evidencia que la familia, donde están presente ambos progenitores, es un factor que
tienen una incidencia importante en el desempeño escolar de los
alumnos. Por otra parte, se demuestra que también es importante
el involucramiento de los padres y su apoyo en la tarea educativa,
como un medio para motivar un mejor desempeño escolar.
También este estudio da pauta para que estos factores sean analizados con mayor profundidad en investigaciones específicas de
modo de contribuir a la elaboración de políticas y programas más
afinados para abordar estos temas.
168
libertad y desarr o ll o
v I . A N E XO s
Cuadro 1
SIMCE 2002, 4º Básico
Diferencia de Puntajes según categoría y GSE*
Lenguaje
Libertad y Desarrollo
Puntaje
Clasificación
1 Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
2 Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
3 Vive con la madre, abuelos y/o otros
4 Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
5 Vive con el padre, abuelos y otros
6 Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
Matemáticas
Dif.
Puntaje
Dif.
NS
GSE Bajo
228,7
0,00
NS
222,5
0,00
224,8
-3,91
S
218,1
-4,47
S
225,9
-2,78
NS
220,9
-1,61
NS
218,8
-9,89
S
210,3
-12,25
S
219,8
-8,90
S
211,0
-11,51
S
226,4
-2,25
NS
218,7
-3,84
S
NS
GSE Medio bajo
1
2
3
4
5
6
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
Vive con la madre, abuelos y/o otros
Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
Vive con el padre, abuelos y otros
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
234,85
0,00
NS
231,75
0,00
228,02
-6,83
S
225,28
-6,47
S
233,02
-1,83
S
228,96
-2,78
S
230,21
-4,64
S
226,16
-5,59
S
222,87
-11,98
S
221,25
-10,50
S
228,45
-6,40
S
223,62
-8,13
S
NS
GSE Medio
1
2
3
4
5
6
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
Vive con la madre, abuelos y/o otros
Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
Vive con el padre, abuelos y otros
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
256,58
0,00
NS
252,56
0,00
250,85
-5,73
S
245,57
-6,99
S
254,44
-2,14
S
249,82
-2,74
S
248,88
-7,70
S
241,78
-10,78
S
243,68
-12,90
S
241,78
-10,78
S
246,70
-9,88
S
241,82
-10,74
S
NS
GSE Medio alto
1
2
3
4
5
6
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
Vive con la madre, abuelos y/o otros
Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
Vive con el padre, abuelos y otros
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
282,02
0,00
NS
276,17
0,00
278,37
-3,65
S
271,33
-4,84
S
281,76
-0,26
NS
274,49
-1,68
NS
272,76
-9,26
S
266,16
-10,01
S
274,78
-7,24
S
271,91
-4,26
NS
268,65
-13,37
S
262,76
-13,42
S
NS
GSE Alto
1
2
3
4
5
6
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
Vive con la madre, abuelos y/o otros
Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
Vive con el padre, abuelos y otros
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
303,8
0,00
NS
302,3
0,00
300,8
-2,99
S
296,9
-5,40
S
302,7
-1,09
NS
298,5
-3,81
S
292,6
-11,24
S
294,0
-8,28
S
296,4
-7,39
NS
292,1
-10,16
NS
292,6
-11,26
NS
285,3
-16,95
S
* Diferencia respecto categoría 1
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
169
Cuadro 2
SIMCE 2003, 2º Medio
Diferencia de Puntajes según categoría y GSE*
Lenguaje
Libertad y Desarrollo
Puntaje
Clasificación
1 Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
2 Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
3 Vive con la madre, abuelos y/o otros
4 Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
5 Vive con el padre, abuelos y otros
6 Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
Dif.
Matemáticas
Puntaje
Dif.
NS
GSE Bajo
228,2
0,00
NS
217,1
0,00
224,9
-3,26
S
211,8
-5,24
NS
231,9
-3,71
S
219,8
-2,67
NS
221,9
-6,29
S
212,1
-4,95
NS
231,8
-3,60
NS
217,9
-0,85
NS
225,7
-2,51
S
214,4
-2,65
NS
GSE Medio bajo
1
2
3
4
5
6
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
Vive con la madre, abuelos y/o otros
Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
Vive con el padre, abuelos y otros
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
243,08
0,00
NS
231,72
0,00
NS
237,78
-5,30
S
223,24
-8,48
NS
243,08
0,00
NS
228,44
-3,29
NS
234,26
-8,82
S
221,25
-10,47
S
238,87
-4,21
S
224,96
-6,76
NS
237,03
-6,05
S
222,64
-9,09
NS
272,30
0,00
NS
269,09
0,00
NS
270,18
-2,12
S
264,06
-5,03
NS
NS
GSE Medio
1
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
2 Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
3 Vive con la madre, abuelos y/o otros
273,16
0,86
NS
265,44
-3,65
4 Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
263,10
-9,20
S
254,21
-14,89
S
5 Vive con el padre, abuelos y otros
270,03
-2,27
NS
263,64
-5,46
NS
6 Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
264,23
-8,07
S
255,02
-14,07
S
GSE Medio alto
1
2
3
4
5
6
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
Vive con la madre, abuelos y/o otros
Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
Vive con el padre, abuelos y otros
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
293,03
0,00
NS
302,77
0,00
NS
291,18
-1,85
NS
295,16
-7,62
S
291,45
-1,57
NS
293,69
-9,08
S
289,96
-3,07
NS
293,14
-9,63
S
285,84
-7,19
S
292,81
-9,96
S
283,61
-9,41
S
287,92
-14,85
S
306,9
0,00
NS
327,8
0,00
NS
305,0
-1,93
NS
320,9
-6,88
S
305,5
-1,44
NS
318,7
-9,02
S
299,6
-7,36
S
309,7
-18,09
S
298,7
-8,21
S
324,2
-3,59
NS
294,0
-12,97
S
312,3
-15,49
S
GSE Alto
1
2
3
4
5
6
Vive con la madre y el padre (independiente del resto)
Vive solo con la madre, sin abuelos ni otros
Vive con la madre, abuelos y/o otros
Vive solo con el padre, sin abuelos ni otros
Vive con el padre, abuelos y otros
Vive con abuelos u otros, sin el padre ni la madre
* Diferencia respecto categoría 1
170
libertad y desarr o ll o
Cuadro 3
SIMCE 2002, 4º Básico
Puntaje promedio según situación laboral de la madre y GSE
Matemáticas
Lenguaje
Puntaje
Libertad y Desarrollo
Clasificación
Dif.
Puntaje
Dif.
GSE Bajo
Madre trabaja tiempo completo
228,9
3,4
S
223,0
3,2
S
Madre trabaja tiempo parcial
230,4
1,9
NS
225,6
0,6
NS
Madre no trabaja
232,3
0,0
NS
226,2
0,0
NS
GSE Medio Bajo
Madre trabaja tiempo completo
234,2
2,2
S
231,2
2,1
S
Madre trabaja tiempo parcial
234,7
1,6
S
232,0
1,3
S
Madre no trabaja
236,4
0,0
NS
233,3
0,0
NS
GSE Medio
Madre trabaja tiempo completo
256,4
0,3
NS
251,6
1,3
S
Madre trabaja tiempo parcial
254,4
2,3
S
250,7
2,2
S
Madre no trabaja
256,8
0,0
NS
252,9
0,0
NS
GSE Medio Alto
Madre trabaja tiempo completo
282,3
-2,4
S
275,3
-1,0
NS
Madre trabaja tiempo parcial
282,1
-2,1
S
277,0
-2,6
S
Madre no trabaja
280,0
0,0
NS
274,4
0,0
NS
GSE Alto
Madre trabaja tiempo completo
303,6
-1,1
NS
300,3
0,4
NS
Madre trabaja tiempo parcial
304,1
-1,6
S
303,9
-3,2
S
Madre no trabaja
302,5
0,0
NS
300,7
0,0
NS
Promedio
Madre trabaja tiempo completo
258,3
-5,3
S
253,6
-4,6
S
Madre trabaja tiempo parcial
256,5
-3,5
S
253,2
-4,1
S
Madre no trabaja
253,0
0,0
NS
249,1
0,0
NS
* Diferencia respecto categoría 3 (madre no trabaja)
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
171
Cuadro 4
SIMCE 2003, 2º Medio
Conocen los padres los resultados anteriores del establecimiento en el SIMCE?
GSE
Bajo
Lenguaje
Puntaje
Promedio
Desviación
Estándar
Diferencia
Puntaje
NO
84.9
230.5
43.4
0.0
NS
SI
15.1
234.5
45.1
4.1
S
NO
82.7
242.4
44.7
0.0
NS
SI
17.3
251.1
46.2
8.7
S
NO
66.0
269.1
45.1
0.0
NS
SI
34.0
280.6
44.0
11.6
S
NO
45.2
286.9
44.4
0.0
NS
Medio alto
SI
54.8
298.2
41.4
11.3
S
Promedio
Bajo
Medio bajo
Medio
Medio alto
Alto
Promedio
172
%
Medio
Alto
Matemáticas
Libertad y Desarrollo
Medio bajo
NO
42.1
302.9
41.8
0.0
NS
SI
57.9
309.9
39.2
7.0
S
NO
73.0
250.9
48.2
0.0
NS
SI
27.0
275.2
49.8
24.3
S
NO
84.9
217.7
45.8
0.0
NS
SI
15.1
224.8
48.8
7.1
S
NO
82.7
229.1
50.6
0.0
NS
SI
17.3
242.8
54.4
13.6
S
NO
65.9
262.5
54.4
0.0
NS
SI
34.1
281.1
53.7
18.6
S
NO
45.3
290.8
56.2
0.0
NS
SI
54.7
310.3
51.9
19.4
S
NO
42.1
321.0
51.4
0.0
NS
SI
57.9
330.5
46.3
9.5
S
NO
73.0
241.3
56.8
0.0
NS
SI
27.0
277.0
62.2
35.7
S
libertad y desarr o ll o
Cuadro 5.1
SIMCE 2003, 2º Medio
Expectativas de los padres y GSE
GSE
Nivel Educacional
N
%
31.811
17,8
CFT o Instituto Profesional
55.213
30,9
Ed. Superior Universitaria
91.863
51,4
178.887
100,0
11.555
41,3
Educación Media
Promedio
Total
Libertad y Desarrollo
Educación Media
Bajo
Medio bajo
CFT o Instituto Profesional
Educación Superior Universitaria
27.974
100,0
17.896
22,6
CFT o Instituto Profesional
33.336
42,2
Educación Superior Universitaria
27.812
35,2
79.044
100,0
Educación Media
2.190
4,8
CFT o Instituto Profesional
9.775
21,6
Educación Superior Universitaria
33.198
73,5
Total
45.163
100,0
137
0,8
1.272
7,8
CFT o Instituto Profesional
Educación Superior Universitaria
14.936
91,4
Total
16.345
100,0
Educación Media
Alto
21,2
Total
Educación Media
Medio alto
37,5
5.939
Educación Media
Total
Medio
10.480
CFT o Instituto Profesional
33
0,3
350
3,4
Educación Superior Universitaria
9.978
96,3
Total
10.361
100,0
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
173
Cuadro 5.2
SIMCE 2003, 2º Medio
Puntajes y diferencia según expectativas de los padres y GSE*
Lenguaje
Puntaje
Libertad y Desarrollo
Expectativas de los padres
Matemáticas
Dif.
Puntaje
Dif.
0,0
NS
208,7
0,0
NS
GSE Bajo
1
Educación Media
219,7
2
CFT o Instituto Profesional
231,6
12,0
S
218,3
9,6
S
3
Educación Superior Universitaria
251,7
32,0
S
239,2
30,5
S
NS
214,7
0,0
NS
GSE Medio bajo
1
Educación Media
227,7
2
CFT o Instituto Profesional
238,8
11,1
S
225,3
10,7
S
3
Educación Superior Universitaria
260,1
32,4
S
249,4
34,7
S
0,0
NS
235,9
0,0
NS
0,0
GSE Medio
1
Educación Media
2
CFT o Instituto Profesional
252,5
6,7
S
242,6
6,8
S
3
Educación Superior Universitaria
281,0
35,2
S
278,9
43,0
S
1
Educación Media
256,7
0,0
NS
261,2
0,0
NS
2
CFT o Instituto Profesional
263,5
6,7
S
259,8
-1,4
NS
3
Educación Superior Universitaria
296,1
39,4
S
305,6
44,4
S
245,8
GSE Medio alto
GSE Alto
1
Educación Media
279,0
0,0
NS
282,0
0,0
NS
2
CFT o Instituto Profesional
272,3
-6,7
NS
282,9
0,9
NS
3
Educación Superior Universitaria
308,3
29,3
S
328,3
46,3
S
Promedio
1
Educación Media
226,2
0,0
NS
214,2
0,0
NS
2
CFT o Instituto Profesional
240,7
14,5
NS
228,2
14,0
NS
3
Educación Superior Universitaria
278,2
52,0
S
277,1
62,9
S
* Diferencia respecto categoría 1 (Educación Media)
174
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
R E F E R E N C I A S Bi b liogr á ficas
CADRE, Carter S., “The Impact of Parent/Family Involvement on Students Outcomes. An Annotated Bibliography of Research from the Past Decade”. FALL,
2002.
Fagan P.: “The Breakdown of the Family: The Consequences for Children and
American Society”, The Heritage Foundation, 1998.
Fagan P., Rector R.: “Consecuencias del Divorcio en EE UU”, The Heritage Foundation, 2000”.
Grissmer D., Nataraj Sh., Berends M.: Student Achievement and the Changing American Family: An Executive Summary”:
www.rand.org.publications/MR535/, 2005.
Heckman J. et. Al : “Human Capital Policy”, Harvard University Press, 2002.
Heckman J., Materov, “Skill Policies for Scotland”, University of Chicago: The
Allander Series 2004.
MINEDUC, Depto. de Estudios y Estadísticas: SIMCE 4º. Básico 2002, Factores
que Inciden en el Rendimiento de los Alumnos, agosto 2003.
MINEDUC: SIMCE 4o. Básico, Resultados 2002.
MINEDUC: SIMCE 2o. Medio , Resultados 2003.
Wallerstein J., Lewis J. Blakeslee S.: “The Unexpected Legacy of Divorce”
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
175
Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo
III FAMILIA Y
CONDUCTAS DE RIESGO
Libertad y Desarrollo
5 PADRES INVOLUCRADOS
Libertad y Desarrollo
Y USO DE DROGAS
Eduardo Valenzuela V. *
Sociólogo, Director del Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad
Católica de Chile.
Este trabajo fue publicado en Estudios Públicos 101, Verano 2006, por el
Centro de Estudios Públicos.
*
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
1 79
Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo
I ntroducción Este artículo analiza la importancia que tiene el comportamiento de los padres en la prevención del uso de alcohol y drogas entre
adolescentes. Entre todas las variables familiares que predicen conductas de riesgo se destaca especialmente el impacto que tienen
el control parental bajo la forma de padres efectivamente involucrados con el comportamiento de sus hijos. También se presenta
información complementaria acerca de la estructura familiar y la
influencia de los amigos que permiten precisar el alcance que tiene el estilo parental en la prevención del riesgo adolescente. En su
conjunto, el estudio obtiene asociaciones estadísticamente significativas entre padres involucrados y uso de alcohol, marihuana y
cocaína que mantienen su relevancia incluso cuando se las controla por otros factores determinantes. Los datos de este estudio provienen de las encuestas nacionales de drogas en población escolar
que realiza periódicamente el Consejo Nacional para el Control de
Estupefacientes (Conace, 2001,2003).
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
181
Libertad y Desarrollo
I . Familia y P re v ención de Conductas de R iesgo
La importancia de la familia en la formación y prevención de
conductas de riesgo adolescente ha sido objeto de mucha investigación sociológica de interés. La asociación específica entre influencia
parental y uso de alcohol y drogas entre adolescentes ha sido bien
documentada para variables como la calidad de la relación padreshijos, la naturaleza de la supervisión parental y los hábitos de consumo de alcohol y drogas que tengan o hayan tenido los padres (Eitle,
2004). La influencia del estilo parental ha sido examinada mediante el concepto de “soporte” que incluye la capacidad de los padres
de confiar, animar, aceptar y brindar a los hijos el afecto necesario,
y el concepto de “control” que comprende los esfuerzos por dirigir
y orientar el comportamiento de los hijos de una manera aceptable
para los padres (Barnes & Farrel, 1992). En el ámbito del control se ha
encontrado mucha evidencia consistente acerca del impacto de la
supervisión parental en la prevención de conductas de riesgo adolescente: la capacidad de los padres de conocer, atender y supervisar
las actividades que los hijos hacen y las relaciones que establecen
se identifica actualmente como una de las variables más poderosas
en la orientación del comportamiento adolescente. La actitud convencional de control que incluye coerción parental tiene usualmente
182
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
una relación curvilineal con el comportamiento de riesgo: laxismo
y severidad se asocian con mayores problemas conductuales entre
los adolescentes. Pero la relación entre supervisión parental y comportamiento adolescente se ha mostrado consistentemente lineal:
“Entre todas las dimensiones de control que se miden habitualmente, el
mejor y más consistente predictor del comportamiento adolescente es la
supervisión parental. Altos niveles de supervisión parental están siempre
asociados a menor uso de alcohol, drogas ilícitas, desviación y problemas
de conducta en el colegio (Barnes & Farrel, 1992: 770). Tampoco las formas llamadas inductivas de control que se asocian a la información
y consejería parental aparecen como eficaces: “Proveer simplemente
a los adolescentes con explicaciones generalizadas de conducta no son
efectivas en la prevención del abuso de alcohol y problemas de comportamiento. Se requieren formas más concretas de control parental, tales
como proporcionar reglas específicas de conducta y, especialmente,
monitorear lo que los adolescentes hacen y con quienes se acompañan
fuera de la casa” (Barnes & Farrel, 1992: 770).
El examen de la influencia parental debe distinguirse del problema de la estructura familiar y composición de los hogares. La evidencia acerca de los riesgos en el uso de alcohol y drogas que enfrentan los hijos que no viven con ambos padres ha sido recopilada en
numerosos estudios (Hoffman & Johnson, 1998, Thomas, Farrel & Barnes,
1996, McLanahan & Sandefur, 1994). La investigación social ha descubierto que “niños criados en familias no tradicionales, como familias
uniparentales y reconstituidas (incluyendo aquellas que agregan hijos
de padrastro o madrastra) tienen mayor riesgo de usar drogas” (Eitle,
2004). También se ha aportado evidencia de que “los adolescentes
que viven en familias reconstituidas tienen probabilidades muy similares de uso de sustancias que aquellos que viven en familias uniparentales” (Eitle, 2004), aunque la intensidad de estos riesgos cambia
según se viva con el padre o con la madre. Los hijos que viven con
su padre (sea sólo o con otra mujer, que constituyen siempre una
fracción muy exigua de la población) presentan mayores riesgos que
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
183
Libertad y Desarrollo
aquellos que viven con su madre. La conexión entre familias uniparentales o reconstituidas y comportamientos de riesgo adolescente está vinculada con tres factores principales: privación económica, movilidad residencial y calidad del soporte y cuidado parental.
La literatura sobre el efecto de la estructura familiar encuentra que
hasta la mitad del efecto negativo de vivir en una familia uniparental se debe a la penuria económica del hogar que influye sobre los
recursos, el tiempo disponible y la interacción familiar (McLanahan
& Sandefur, 1994). También la movilidad residencial asociada a la reconstitución familiar se ha observado como un factor crítico en el
comportamiento adolescente, bajo una hipótesis que conecta movilidad y desestabilización de los vínculos con la comunidad y los
pares (para un recién llegado es más fácil entrar en los grupos “malos”
que en los “buenos” que tienden a ser más cerrados y selectivos). La
relación entre estructura familiar y calidad de la relación parental es
más inestable, aunque se presume que los hijos que no viven con
ambos padres tienen relaciones menos comprometidas y menores
oportunidades de supervisión parental, así como una predisposición
específica a involucrarse más intensamente con el grupo de pares.
La relación entre estructura familiar y comportamiento adolescente debe ser calificada, sin embargo, bajo condiciones específicas: el
efecto de no vivir con ambos padres puede desvanecerse casi totalmente cuando los niveles de atención y cuidado parental son altos,
y de la misma manera, la ventaja de vivir con ambos padres tiende
a desaparecer casi totalmente cuando la exposición a amigos que
usan alcohol y drogas es muy elevada.
Todos los estudios acerca de comportamientos de riesgo entre
adolescentes muestran la importancia del grupo de amigos, y específicamente de la exposición a grupos de pares que usan alcohol y
drogas. La existencia de amigos cercanos que usan drogas, es casi
siempre el mejor predictor de prevalencias de uso que se pueda encontrar. El modelo clásico de la influencia de los amigos está tomado
de los estudios sobre delincuencia que muestran la importancia de
184
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
la presión de grupo en la iniciación de la actividad delictiva de los
adolescentes. El contacto de adolescentes con baja autoestima y un
fuerte deseo de aceptación social con grupos de pares que aprueban y legitiman el comportamiento desviado suele ser el modelo
convencional de la influencia de los amigos, que también se usa por
doquier en la mentalidad común acerca de las “malas influencias” o
los “malos amigos”. Mucha de la actividad preventiva en esta materia
consiste en dotar a los niños de la capacidad de resistir a la presión
de grupo a través del manejo de habilidades emocionales e intelectuales pertinentes. El modelo de la influencia del grupo de pares, sin
embargo, se ha mostrado menos eficaz para estudiar el uso de alcohol y drogas, donde los efectos de selección son más importantes:
los adolescentes que usan alcohol y drogas tienden a elegir amigos
que también lo hacen. No es tanto el contacto con amigos que usan
drogas el que induce a iniciarse en su uso, sino quienes usan drogas
tienden a seleccionar amigos que también usan. “Muchos estudios
que comparan los efectos de selección e influencia han encontrado que
los primeros son tanto o más poderosos que los segundos en la explicación de las similitudes que existen entre adolescentes y amigos en el uso
de cigarrillo y otros problemas de conductas. Otros estudios que controlan por selección, han encontrado alguna evidencia de influencia, pero
en una magnitud relativamente baja” (Urberg et al., 2002). Estas conclusiones se obtienen también en Kandel (1978) y Fisher & Bauman
(1988) y Aseltine (1995): “Mientras los jóvenes parecen estar socializados
en comportamientos delictivos por amigos, los factores de selección juegan un papel mucho más importante en las similitudes entre amigos
en el caso del uso de drogas”. El balance entre la influencia parental y
la que ejercen los amigos suele ser más equilibrado en los estudios
de alcohol y drogas que en los estudios sobre comportamiento delictual. Este juego de influencias también fluctúa con la edad como
sugieren las conclusiones de Aseltine (1995): “la influencia parental es
crucial en la iniciación temprana en el uso de drogas, mientras que los
pares se convierten en una influencia predominante en la iniciación tar-
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
185
Libertad y Desarrollo
día”. Existen estudios, asimismo, que han mostrado que la influencia
del grupo de pares depende de variables asociadas al proceso familiar como el nivel de compromiso y supervisión parental, aunque la
exposición a ambientes que usan y aprueban generalizadamente el
uso de drogas (por ejemplo, colegios o barrios de alta prevalencia
donde usualmente se seleccionan los amigos) pueden ejercer una
influencia directamente atribuible al grupo de pares. La investigación acerca del uso de drogas oscila en torno a este delicado balance
entre familia/amigos en la formación del comportamiento adolescente otorgándole a ambas variables un peso específico en la determinación del problema.
186
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I I . I mportancia de los Padres I n v olucrados Las encuestas nacionales de drogas en población escolar realizadas por Conace (Conace: 2001, 2003) ofrecen datos relevantes acerca
de la importancia que tiene la calidad de la relación con los padres
en el uso de alcohol y drogas. Conace ha elaborado específicamente
una escala de padres involucrados que incluye distintos elementos
de atención, cuidado y control parental que se construye a partir de
declaraciones que entregan los propios alumnos acerca del comportamiento normal de sus padres. Muchos de los indicadores que
componen esta escala se usan corrientemente en la investigación
acerca de la asociación entre familia y drogas, especialmente los que
se refieren a la supervisión parental de lo que se hace fuera de la casa
que constituyen propiamente la variable “parental monitoring” (los
padres siempre saben donde se encuentran sus hijos, preguntan o
esperan que se les diga donde van cuando salen, están atentos a lo
Conace realiza en años impares la Encuesta Nacional de Drogas en Población Escolar (2001,
2003) sobre la base de una muestra de gran tamaño (alrededor de 58.000 casos). La unidad
de muestreo son escolares de Octavo Básico a Cuarto Medio, seleccionados mediante un
procedimiento probabilístico, bietápico y estratificado por nivel de enseñanza (cursos) y tipo
de colegio (municipalizados, subvencionados y pagados), en 87 de las principales comunas
del país. El estudio se realiza a través de un cuestionario autoaplicado en sala de clases en
un día normal de colegio. Ver “Quinto Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar de Chile,
2003. Informe Final”, Conace, Área de Evaluacion y Estudios, 2004. Agradezco especialmente a
la Secretaría Ejecutiva de Conace el acceso a sus bases de datos para realizar este estudio.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
187
Libertad y Desarrollo
que hacen sus hijos en el colegio y conocen suficientemente a sus
amigos). El Centro Nacional de Adicción y Abuso de Sustancias de
Columbia University, ha mostrado, asimismo, la importancia de ciertos comportamientos parentales dentro de la casa, especialmente la
costumbre de comer regularmente juntos, controlar la hora de llegada en las noches y monitorear lo que los hijos ven en la televisión o
lo que hacen en internet. En su conjunto se utilizará el concepto de
“padres involucrados” para designar la capacidad de los padres conocer, atender y monitorear el comportamiento de sus hijos de una
manera suficiente y continua.
188
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I I I . Índice de Padres I n v olucrados 1. Después que sales del colegio o durante los fines de semana,
¿cuántas veces ocurre que tu madre o tu padre no saben donde estás? Digamos por un período de una hora o más (Siempre saben donde estoy (1)/ A veces no saben / nunca o casi
nunca saben donde estoy (0)
2. En general, ¿algunos de tus padres se fija en los programas
que ves en la televisión? Si (1)/ No (0)
3. ¿Cuán atentos están tus padres, o alguno de ellos, respecto
de lo que haces en el colegio? (Mucho/Bastante (1) /Poco/
Nada (0)
4. Durante los fines de semana, ¿tus padres, o alguno de ellos,
te controlan la hora de llegada a tu casa en la noche? Si (1) /
No (0)
5. Cuando sales de la casa en las tardes o en fines de semana, tus
padres, o alguno de ellos, te preguntan y/o esperan que tu les
digas donde vas? Si (0) / No (0)
6. En una semana normal, ¿cuántos días se sientan a comer juntos, tu y tus padres, o alguno de ellos, en la misma mesa? Digamos para almorzar, tomar once comida o comer en la noche.
(En número de días: 6 o 7 (1) / 5 o menos (0)
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
189
7. En general, ¿tu dirías que tus padres conocen bastante, más o
menos o poco a tus amigos más cercanos? (Bastante (1) / Más
o menos /Poco (0)
Libertad y Desarrollo
Los resultados de este conjunto de indicadores pueden agruparse en un índice donde 0 significa que los padres no tienen ninguno
de los comportamientos señalados y 7 que los tienen todos según
declaraciones que ofrecen los propios alumnos acerca de sus padres
(Alpha de Cronbach de 0,51 en ambos estudios). El promedio de involucramiento parental que declaran alumnos de Octavo Básico a Cuarto
Medio en el país es de 4,7 en un índice que fluctúa entre 0-7 puntos,
casi exactamente el mismo promedio en los estudios nacionales de
drogas de 2001 y 2003. Alrededor del 60% de los alumnos obtienen 5,
6 o 7 puntos en el índice lo que puede considerarse una medida de
padres satisfactoriamente involucrados, mientras que cerca del 20%
obtiene 3 o menos puntos lo que revela inequívocamente padres muy
pobremente involucrados en el comportamiento de sus hijos.
Cuadro 1
INDICE DE PADRES INVOLUCRADOS
0
1
2
3
4
5
6
7
2001
0.7
2.0
5.2
11.5
19.9
25.9
24.2
10.6
100
2003
0.8
2.1
5.5
11.4
19.6
25.7
23.4
11.6
100
Fuente: Estudios Nacionales de Drogas en Población Escolar, 2001-2003, CONACE.
El comportamiento de este índice arroja resultados esperados
en este tipo de variables según se muestra en el Cuadro 2: las mujeres declaran padres ligeramente más involucrados que los hombres, mientras que el nivel de involucramiento declarado tiende a
bajar sistemáticamente con la edad. Los promedios no muestran
ningún sesgo socioeconómico relevante, sea que se considere el
tipo de establecimiento donde se estudia o el nivel educacional
alcanzado por la madre y el padre, lo que contraviene la imagen
de desatención parental que se suele imputar en los hogares más
190
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
pobres. La estructura familiar, por su parte, incide en un sentido
ampliamente descrito por la investigación pertinente: aquellos que
viven con ambos padres obtienen el promedio de involucramiento
parental más alto (4.9), pero el desempeño de familias con madres
solas o viviendo con otra pareja distinta del padre es también satisfactorio (4.6), mientras que el promedio cae significativamente
cuando se vive con el padre en cualquiera de ambas situaciones
(4.2). El nivel de involucramiento declarado, por último, no difiere
demasiado según la condición ocupacional de la madre en el hogar: madres que trabajan jornada completa y jornada parcial tienen
promedio de 4,6 y 4,7 respectivamente, mientras que madres que
no trabajan alcanzan un promedio sólo ligeramente superior (4,9).
La diferencia máxima que se puede encontrar oscila entre madre
solas que trabajan (4,5) y madres que viven con el padre del alumno
y no trabajan (5,1). Debe observarse que la capacidad de los padres
de atender y monitorear el comportamiento de los hijos depende también de características de los mismos hijos que es preciso
tomar en consideración: antecedentes de hiperactividad y dificultades de disciplina y logro escolar resienten el involucramiento
parental en un sentido que no deja de tener cierto dramatismo:
los niños que más necesitan de la atención parental terminan por
no recibirla. Niños que declaran antecedentes de hiperactividad en
estos estudios obtienen un promedio de 4,4 y al mismo tiempo, los
que declaran problemas de disciplina escolar (por ejemplo, hace
muchas veces la “cimarra” en un año escolar) alcanzan el promedio
más bajo observado (3,5) (datos no mostrados).
Es importante observar que el grado de involucramiento parental
está firmemente asociado con la calidad de la relación con el madre
y el padre que declaran los alumnos. Mientras más involucrados aparecen los padres, mejor es la relación declarada por sus hijos. Esta relación es enteramente monotónica según se observa en el Cuadro 3:
la proporción que declara tener una excelente relación con su madre
y/o su padre aumenta sistemáticamente a medida que se avanza en la
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
191
puntuación del índice de padres involucrados. Esta relación se mantiene aún cuando se controla por curso y sexo (datos no mostrados).
La atención, supervisión y control que los padres ejercen sobre sus hijos no aparece asociada a un menoscabo de la relación filial sino que
a un mejoramiento ostensible, de modo tal que las dos principales variables del proceso familiar, supervisión y cercanía están íntimamente
asociadas.
Cuadro 2
Libertad y Desarrollo
PROMEDIOS EN INDICE DE PADRES INVOLUCRADOS
Y PREVALENCIAS DE CONSUMO DE MARIHUANA EN ULTIMO AÑO SEGÚN CARACTERÍSTICAS SELECCIONADAS
Padres
2001
Padres
2003
Marihuana
2001
Marihuana
2003
Hombre
Mujer
4.6
4.9
4.6
4.9
16
13
15
12
Octavo Básico
Primero Medio
Segundo Medio
Tercero Medio
Cuarto Medio
5.1
4.9
4.7
4.5
4.4
5.0
4.8
4.7
4.6
4.4
6
11
17
21
23
5
9
15
19
22
Municipal
Particular Subvencionado
Particular Pagado
4.8
4.8
4.7
4.8
4.8
4.7
14
15
15
14
13
14
Vive con ambos padres
Con padre y otra mujer
Con madre y otro hombre
Solo con el padre
Sola con la madre
Con ninguno
4.9
4.1
4.6
4.2
4.6
4.1
4.9
4.1
4.6
4.2
4.6
4.0
13
22
19
22
17
19
12
20
17
19
16
19
Fuente: Estudios Nacionales de Drogas en Población Escolar, 2001-2003, CONACE.
La pregunta por la relación con los padres incluye las categorías “excelente”, “muy buena”,
“buena”, “no muy buena” y “no se aplica”. Debe notarse que la medida de involucramiento
parental no distingue entre padre y madre, mientras que la calidad de la relación parental
establece esa distinción.
192
libertad y desarr o ll o
Cuadro 3
Libertad y Desarrollo
RELACION CON LA MADRE Y EL PADRE SEGÚN INDICE DE PADRES INVOLUCRADOS:
% QUE DECLARA EXCELENTE RELACION CON SUS PADRES
0
1
2
3
4
5
6
7
Madre
2001
2003
9
7
16
14
18
18
21
24
29
31
38
40
49
51
62
66
Padre
2001
2003
7
3
9
9
12
11
14
14
19
19
25
24
33
32
44
44
Fuente: Estudios Nacionales de Drogas en Población Escolar, 2001-2003, CONACE.
La conexión entre padres involucrados y uso de alcohol y drogas puede mostrarse observando las prevalencias de consumo
que autodeclaran los alumnos en cada punto del índice de involucramiento parental. La información se presenta para uso de alcohol en último mes y uso de marihuana y cocaína (pasta base o
cocaína) en último año. También puede observarse una relación
completamente monotónica entre ambas variables: mientras más
involucrados aparecen los padres menores son las declaraciones
de consumo. Como se aprecia en el Cuadro 4, la proporción de
quienes han usado alcohol en el último mes oscila en alrededor
de 25% entre quienes tienen padres completamente involucrados
para incrementarse a cerca de 60% entre aquellos que declaran padres pobremente involucrados. Las diferencias en el uso de drogas
son todavía más pronunciadas: los alumnos que declaran padres
completamente involucrados alcanzan prevalencias de consumo
de marihuana de alrededor de 5% en último año, mientras que los
que reconocen padres pobremente involucrados pueden alcanzar
prevalencias que fluctúan en alrededor del 40%. La amplitud de
esta brecha es aún más intensa en el uso de cocaína que fluctúa
entre 1 y 20% en los extremos de la escala. Es importante notar
también la sensibilidad del índice: cada punto adicional de involucramiento parental va acompañado de una disminución concomi-
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
193
tante en la declaración de consumo sea de alcohol, marihuana o
cocaína en una relación perfectamente monotónica.
Cuadro 4
Libertad y Desarrollo
PREVALENCIA DE CONSUMO DE ALCOHOL Y DROGAS SEGÚN INDICE DE PADRES INVOLUCRADOS
0
1
2
3
4
5
6
7
Alcohol
2001
2003
64
58
62
59
58
56
52
51
45
45
37
37
31
31
23
25
Marihuana
2001
2003
44
36
40
36
33
27
25
21
18
16
12
11
8
7
4
5
Cocaína
2001
2003
23
20
15
16
12
10
8
7
4
4
3
3
2
2
1
1
Alcohol (tasa de consumo de alcohol en últimos treinta días), Marihuana (tasa de consumo de marihuana en el
último año), Cocaína (tasa de consumo de pasta base o cocaína en último año)
Fuente: Estudios Nacionales de Drogas en Población Escolar, 2001-2003, CONACE.
Esta relación entre padres involucrados y uso de alcohol y drogas se mantiene intacta aún cuando se controla por curso (como
se muestra en el Cuadro 5) y sexo: la edad hace disminuir la supervisión parental y aumentar las prevalencias de consumo, pero la
asociación entre ambas variables persiste en su forma característica
tanto en Octavos Básicos como en Cuarto Medio, aunque es probable que el impacto del involucramiento parental sea mayor en
edades más tempranas como sugieren la amplitud de las brechas
que aparecen en Octavo Básico respecto de las que existen en cursos superiores.
194
libertad y desarr o ll o
Cuadro 5
PREVALENCIA DE ALGUNA DROGA
(MARIHUANA, COCAíNA O PASTA BASE) EN úLTIMO AÑO SEGÚN íNDICE DE PADRES INVOLUCRADOS POR CURSOS
0
1
2
3
4
5
6
7
Octavo
2001
39
27
20
16
9
5
3
1
2003
35
28
14
11
8
4
3
2
2001
52
48
39
27
20
15
9
8
2003
44
36
32
23
19
14
9
5
2001
56
45
38
35
27
21
14
8
2003
48
55
39
30
25
19
14
12
Libertad y Desarrollo
Segundo
Cuarto
Fuente: Estudios Nacionales de Drogas en Población Escolar, 2001-2003, CONACE.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
195
Libertad y Desarrollo
IV. Parentalidad, Estructura Familiar y Amigos
¿Cuál es la importancia de la relación parental en el marco de
las distintas variables que usualmente están asociadas con el uso de
alcohol y drogas?
Un análisis multivariado debe incluir como variables de control
como la edad, el sexo y la educación de los padres. El uso de alcohol
y drogas tiende a aumentar progresivamente con la edad en el marco de un proceso en el que el balance de la relación padres-amigos
tiende a pasar de un término a otro. La curva característica de uso
de marihuana predice un aumento sostenido desde Octavo Básico a
Cuarto Medio (con un punto de aceleración en Primero Medio que
marca el acceso a la enseñanza secundaria) (Cuadro 2). Existe evidencia también de que el uso de marihuana continúa aumentando
después del ciclo de enseñanza media, con un punto de aceleración
característico en los primeros años de enseñanza universitaria), para
comenzar a caer después de los 20 años, precisamente cuando la relación familia-amigos pierde su tensión propia del período adolescente (Conace, Encuestas Nacionales en Población General, 2002,2004).
Esta relación entre edad y uso de marihuana debe calificarse en este
sentido: los desertores escolares tienen tasas de prevalencias hasta
tres veces mayores respecto de quienes permanecen en el sistema
escolar, pero después del colegio son los universitarios quienes tie-
196
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
nen prevalencias más altas que los que se incorporan directamente
al trabajo, conservando siempre al desempleo como factor de riesgo
en todas las edades (Conace, 2002, 2004).
La importancia del sexo radica simplemente en que las tasas de
prevalencia son siempre más altas en hombres que en mujeres cualquiera sea la edad. La curva característica según sexo y edad en el uso
de marihuana tiene, sin embargo, su interés particular: las diferencias
de género son más bien modestas durante toda la enseñanza media, pero la brecha se expande notoriamente después del colegio. El
uso de marihuana continúa aumentando también entre las mujeres
después que salen del colegio, pero con un ritmo mucho más pausado que el de los hombres y tiende a caer en una edad ligeramente
anterior al punto de inflexión masculino. El sexo, por lo tanto, es una
variable que cobra importancia con la edad. Esta expansión de las
brechas de género en el comportamiento desviado es un resultado
frecuente en la investigación social: muchos investigadores atribuyen esta diferencia al inicio de la edad socialmente reproductiva de
la mujer que inhibe poderosamente sus comportamiento de riesgo.
Mientras la probabilidad de ser madre es baja, tanto biológica como
socialmente considerada, la mujer se compromete casi de igual manera que los hombres en comportamiento de riesgo, pero cuando esa
probabilidad aumenta, característicamente después de la enseñanza
secundaria, la mujer oblitera y elude esos riesgos. La responsabilidad
procreativa aparece antes y de manera más viva y perentoria entre las
mujeres que entre los hombres. Por último, el nivel socioeconómico
es siempre una variable de control necesaria. El uso de marihuana no
tiene un sesgo socioeconómico definido, como el que tiene la pasta base que es más frecuente en los niveles bajos y el alcohol y la
cocaína que prevalece en los niveles de ingreso más altos, al menos
cuando se miden tasas de prevalencia que es la proporción de quienes han usado alguna droga en un período de tiempo determinado.
La intensidad de uso y, sobretodo, la proporción de quienes abusan
de marihuana, tiene un sesgo socioeconómico mayor, especialmente
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
1 97
Libertad y Desarrollo
cuando se toma en consideración la población general que incluye
los desertores escolares. En los estudios de drogas realizado entre escolares, sin embargo, el nivel socioeconómico deja de ser una variable
relevante para el caso de las tasas de prevalencia de consumo en marihuana (Conace, 2001,2003).
Junto con estas variables de control –edad, sexo y educación de
los padres (como indicador de nivel socioeconómico)– nuestro modelo de análisis considera las variables que identifican procesos familiares
(padres involucrados y calidad de la relación con los padres), estructura familiar (familias con solo padre o madre y familias reconstituidas) y
amigos (amigos cercanos que usan marihuana). El índice de padres involucrados ha sido dicotomizado a partir del quinto punto de manera
que se introduce como padres involucrados y padres no involucrados.
De la misma manera, la calidad de la relación de la relación con ambos
padres, que se utiliza como variable próxima de compromiso o cercanía filial, distingue entre quienes tienen excelente relación con ambos padres y los demás. La estructura familiar hace la distinción entre
quienes viven con ambos padres respecto de quienes viven sólo con
alguno de ellos y con alguno de ellos y su pareja actual. La variable que
involucra a los amigos en este análisis distingue a quienes declaran
tener al menos un amigo cercano que fuma marihuana respecto de
quienes no tienen ninguno. La variable dependiente es prevalencia de
uso de marihuana en el último año (ha probado o no marihuana en
los últimos doce meses).
El modelo 1 considera sólo variables de proceso y estructura
familiar controladas por sexo, edad y educación de los padres. Los
resultados indican que la variable que mejor predice el uso de marihuana entre adolescentes es el involucramiento de los padres: no vivir con padres involucrados puede aumentar la probabilidad de uso
de marihuana en 2.4 veces respecto de quienes viven con padres
altamente involucrados. El involucramiento parental aparece como
una variable más preeminente que la calidad de la relación con los
padres que marca, no obstante, una asociación también significativa.
198
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
Los coeficientes de estructura familiar tienen una asociación significativa, pero mucho más débil: no vivir con ambos padres ofrece una
probabilidad riesgo, sobre todo cuando se vive con padre o madre
y otra pareja (familias reconstituidas). La diferencia entre vivir con el
padre o la madre también aparece en el sentido indicado por la investigación social: el riesgo es varias veces mayor cuando se vive con
el padre que cuando se vive con la madre, hasta el punto en que vivir
solo con la madre ofrece asociaciones muy débiles con el uso de drogas (datos no mostrados). Debe observarse que el riesgo específico
que ofrecen los padres oculta, como todas las asociaciones por lo demás, efectos de autoselección: es común que muchos adolescentes
viven con su padre justamente porque tienen dificultades conductuales y alta propensión al riesgo. Distinciones más sutiles entre el
estatus marital de madre sola también se han realizado, observando
efectos diferentes según se trate de madres viudas, separadas o nunca casadas, pero nuestro análisis no contempla estas distinciones. En
su conjunto, la asociación entre estructura familiar y uso de drogas
se atenúa mucho cuando se controla por involucramiento parental
y calidad de la relación con los padres, aunque todavía en estas circunstancias no vivir con ambos padres ofrece alguna probabilidad
de riesgo. El modelo 2 considera el efecto de interacción entre padres involucrados y estructura familiar. Los resultados en este caso
son menos concluyentes: bajo condiciones de bajo involucramiento
parental, el hecho de vivir sólo con el padre o la madre no añade una
probabilidad de riesgo en relación a vivir con ambos padres. Cuando se considera este efecto de interacción con la distinción madre/
padre aparece una asociación significativa: cuando los padres están
poco involucrados, vivir solo con la madre, más no con el padre, agrega probabilidades de riesgo (datos no mostrados). El hecho de vivir
con padre o madre y otra pareja (e incluso de no vivir con ninguno
de ellos), sin embargo, no añade mayores probabilidades de riesgo
cuando existen dificultades en la relación parental.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
1 99
Cuadro 6
Libertad y Desarrollo
MODELOS DE REGRESIÓN LOGÍSTICA PARA USO DE MARIHUANA EN ULTIMO AÑO EN POBLACIÓN ESCOLAR.
Modelo 1
Modelo 2
Modelo 3
Modelo 4
Padres poco involucrados
2.36***
(.033)
2.28***
(.039)
1.80***
(.037)
2.01***
(.059)
Baja calidad de relación con los padres
1.67***
(.027)
1.67***
(.027)
1.48***
(.030)
1.47***
(.030)
Vive con padre o madre
1.27***
(.031)
1.10
(.077)
1.21***
(.034)
1.21***
(.034)
Vive con padre o madre y otra pareja
1.42***
(.045)
1.51***
(.106)
1.29***
(.049)
1.29***
(.049)
No vive con ninguno de los padres
1.26***
(.055)
1.05
(.170)
1.29***
(.060)
1.29***
(.060)
9.89***
(.030)
11.4***
(.065)
Tiene amigos que fuman marihuana
No involucrados* vive con padre o madre
1.17
(.084)
No involucrados* vive con padre o madre
y otra pareja
0.93
(.117)
No involucrados* no vive
con ninguno de los padres
1.23
(.180)
No involucrados* amigos usan marihuana
0.84**
(.073)
Edad (12-18)
1.41***
(.008)
1.41***
(.008)
1.29***
(.009)
1.29***
(.009)
Sexo (Hombre)
1.19***
(.025)
1.19***
(.025)
1.11***
(.028)
1.11***
(.028)
Educación de los padres
1.01***
(.003)
1.01***
(.003)
1.01***
(.003)
1.01***
(.003)
Coeficientes exp (B) y errores estandar entre paréntesis. Niveles de significación: * p <0.05 / **p <0.01 / ***p < 0.001.
Padres involucrados (variable de comparación =padres involucrados que marcan 6 o7 puntos en índice respectivo),
Relación con los padres (variable de comparación = excelente o muy buena relación con ambos padres o con
alguno de ellos en caso que faltara el otro), Estructura familiar (variable de comparación = vive con ambos padres),
Amigos (variable de comparación = no tiene amigos que usan marihuana). Edad (12-18 años). Educación de los
padres (sumatoria de años de estudio del padre y de la madre con duplicación en caso que falte alguno).
Fuente: Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, CONACE, 2003 (N= 58.489).
Los siguientes modelos 3 y 4 introducen la variable amigos que
usan drogas que aparece como la variable más fuertemente asociada
con el uso de marihuana como ocurre por doquier en todos los aná-
200
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
lisis similares. Con nuestros datos, no es posible examinar la dirección
de esta asociación, sea como efecto de auto selección (los que usan
drogas tienden a juntarse con amigos que usan drogas) o como efecto de influencia (juntarse con amigos que usan drogas induce a usar
drogas). Sólo es posible mostrar que la asociación entre uso de drogas
y amigos que la usan es extremadamente poderosa. El último modelo
considera el efecto de interacción entre amigos y padres involucrados:
el resultado es bastante contra intuitivo porque muestra que en condiciones de bajo involucramiento parental, tener amigos que usan drogas reduce las probabilidades de riesgo. Dorius et al. descubren algo
similar: el soporte que ofrecen los padres no ofrece protección cuando
los amigos usan drogas (Dorius, Bahr, Hoffmann & Harmon, 2004).
Los resultados para uso de marihuana no son los mismos cuando
se consideran otras sustancias como alcohol o cocaína. En el caso del
alcohol el peso de todas las variables se reduce notablemente, en
gran parte porque la medida de uso de alcohol que se utiliza en este
caso (ha probado alcohol en los últimos treinta días) no es indicador
fuerte de comportamiento de riesgo y la tensión familia/amigos no
aparece en su forma característica. La asociación entre padres involucrados, amigos y alcohol, no obstante, se mantiene significativa,
mientras que el peso de la estructura familiar se desvanece por completo. También conviene notar que la relación entre padres involucrados/amigos no es tan amplia como en el caso del uso de drogas
lo que significa que el comportamiento de los amigos es algo menos determinante en el uso de alcohol en relación con las variables
de procesos familiares. Los factores predictivos en el uso de cocaína
(pasta base+cocaína) se asemejan más a los de la marihuana, salvo
por el peso notable que adquiere ser hombre en las probabilidades
de riesgo: la diferencia de género entre adolescentes, casi inexistente en alcohol y marihuana, se establece nítidamente en pasta base
y cocaína. También en este caso, las variables de estructura familiar
vuelven a ser significativas con riesgos ligeramente intensificados
para quienes no viven con ambos padres.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
201
Cuadro 7
MODELOS DE REGRESIÓN LOGÍSTICA
PARA USO DE ALCOHOL, MARIHUANA Y COCAINA
Libertad y Desarrollo
Marihuana
último año
1
Cocaína
último año
Alcohol
último mes
Padres poco involucrados
1.80***
(.037)
1.77***
(.063)
1.49***
(.021)
Baja calidad de relación con los padres
1.48***
(.030)
1.51***
(.049)
1.29***
(.019)
Vive con padre o madre
1.21***
(.034)
1.19**
(.055)
1.03
(.024)
Vive con padre o madre y otra pareja
1.29***
(.049)
1.46***
(.073)
1.06
(.035)
No vive con ninguno de los padres
1.29***
(.060)
1.43***
(.087)
0.93
(.045)
Tiene amigos que usan alcohol / marihuana1
9.89***
(.030)
8.48***
(.054)
4.17***
(.022)
Edad (12-18 )
1.29***
(.009)
1.22***
(.015)
1.27***
(.006)
Sexo (Hombre)
1.11***
(.028)
1.96***
(.046)
0.95***
(.019)
Educación de los padres
1.01***
(.003)
0.93***
(.006)
1.05***
(.002)
Sobre los amigos sólo se tiene información acerca de uso de alcohol y marihuana: en los datos sobre cocaína se
ha replicado la variable “tiene amigos que usan marihuana” de manera que se rompe la similitud de sustancias.
Coeficientes exp (B) y errores estandar entre paréntesis. Niveles de significación: * p <0.05 / **p < 0.01 / ***p < 0.001.
Padres involucrados (variable de comparación =padres involucrados que marcan 6 o7 puntos en índice respectivo),
Relación familiar (variable de comparación = excelente o muy buena relación con ambos padres o con alguno
de ellos en caso que faltara el otro), Estructura familiar (variable de comparación = vive con ambos padres),
Amigos (variable de comparación = no tiene amigos que usan marihuana). Edad (12-18 años). Educación de los
padres (sumatoria de años de estudio del padre y de la madre con duplicación en caso que falte alguno).
Fuente: Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, CONACE, 2003 (N= 58.489)
202
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
V. Conclusiones Los resultados empíricos de esta investigación, confirman el papel
central que juegan los padres involucrados en la prevención del uso
de alcohol y drogas. Se obtuvo una relación perfectamente lineal entre grado de involucramiento y prevalencias de consumo en todas las
sustancias y cualquiera sea la edad de los adolescentes. La fuerza de
esta relación se mantiene, en efecto, desde Octavo Básico hasta Cuarto
Medio prácticamente intacta. En todos los modelos de análisis multivariado, el involucramiento parental arroja coeficientes de asociación
que están muy por encima de cualquier otra variable, con la excepción
de los amigos.
Como se indica largamente en la investigación social, tener padres
involucrados, considerada en este análisis como una variante de la supervisión parental es la variable que prevalece por sobre cualquier otro
indicador de procesos familiares, incluso por encima del compromiso
o cercanía filial. No basta tener una buena relación con los padres: el
desempeño parental en atención, supervisión y control del comportamiento adolescente juega un rol estratégico. Ambas cosas están,
por lo demás, perfectamente asociadas como se ha mostrado: padres
efectivamente involucrados mejoran la relación con los hijos y ciertas
disposiciones específicas del control adolescente no sólo no menoscaban, sino que se asocian directamente con la calidad de la relación
parental.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
203
Libertad y Desarrollo
Como se ha dicho por doquier la relación padres-hijos no es sólo
una relación de conversación, intimidad y confianza, sino también de
atención y monitoreo cuyo presupuesto es siempre la desconfianza
respecto de lo que los hijos hacen o pueden llegar a hacer. ¿Por qué
habría que estar tan atentos a lo hacen los hijos si no es porque no se
confía totalmente en ellos? Este presupuesto raramente se confiesa,
pero opera eficaz y sanamente en cualquier relación parental satisfactoria. También esta investigación confirma que la estructura familiar no
siempre es una variable decisiva en el comportamiento de riesgo adolescente y que cuando se controla por las variables de proceso familiar, su impacto se atenúa considerablemente. Vivir con ambos padres
ofrece una modesta garantía de conformidad adolescente, siempre
significativa estadísticamente, pero en modo alguno definitiva.
La importancia de la atención y supervisión parental está íntimamente conectada con el problema de los amigos que se ofrecen como la principal fuente de riesgo adolescente. Como se sabe,
las teorías de la desviación social reconocen dos modelos clásicos:
aquellas que afirman que la desviación es la conducta normal de la
adolescencia que sólo puede inhibirse mediante dispositivos de control social, entre los cuales los padres juegan un primerísimo papel
(teoría del control) y aquellas que afirman que la desviación es una
conducta aprendida en el contacto con ambientes que aprueban e
institucionalizan comportamientos de riesgo (teoría de la asociación
diferencial). En el primer caso, la familia juega un rol estratégico; en el
segundo, son los amigos. La investigación empírica en uso de alcohol y drogas ha logrado detectar la importancia de ambos factores.
Los estudios que logran distinguir entre los efectos de selección e
influencia de los amigos y pueden ponderar mejor el impacto del
grupo de pares, alcanzan un balance en la relación familia/amigos
que no permite decidir entre la preponderancia de los factores. Debe
observarse que ambas teorías conviven en la mentalidad común:
hay padres que otorgan todo el peso de la prueba a su propio desempeño, con independencia del ambiente en que se desenvuelven
204
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
sus hijos y otros que observan en el ambiente, y en particular en los
amigos, la fuente de todo peligro y riesgo. La investigación es muy
indecisa respecto de ambas actitudes. La preocupación por lo que
los hijos hacen fuera de la casa y la atención particular que se presta
a los ambientes que frecuentan es enteramente razonable: los amigos pueden ofrecer la justificación necesaria para comportamientos
de riesgo. La enorme eficacia de la supervisión parental está muy
relacionada con la capacidad de los padres de actuar en ese vínculo
estratégico. Pero también debe ser cierto que los padres tienen una
responsabilidad directa sobre el comportamiento de sus propios hijos con independencia del ambiente que los rodea.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
205
Libertad y Desarrollo
V I . I mplicancias de P ol í tica
Muchas de estas conclusiones tienen también implicancias de
política pública que pueden considerarse. Los planes institucionalizados de prevención en alcohol y drogas a menudo olvidan a los
padres, muchos de ellos se centran en la relación con pares y promueven disposiciones específicas para resistir la presión de grupo
bajo la hipótesis usualmente correcta de que los pares producen
ambientes de riesgo (aunque en ocasiones los amigos pueden ser
poderosísimos factores de protección especialmente frente al abuso
de alcohol y drogas y frente a escaladas hacia drogas especialmente peligrosas que cuentan con baja aceptación social). También la
prevención confía demasiado en las capacidades de cambio individual. Se acepta tácitamente que los padres tienen bajos umbrales
de tolerancia frente al uso inmoderado de alcohol en adolescentes y
rechazan tajantemente las drogas, pero no se advierte que estas actitudes específicas, aunque importantes, no son decisivas: los estilos
parentales pesan mucho más y los padres suelen cometer errores
(principalmente los que provienen de actitudes excesivamente laxas
o demasiado estrictas) que pueden ser advertidos y corregidos. Los
contextos de error parental son bien conocidos por lo demás: los
padres son los últimos en enterarse.
La prevención requiere incorporar decididamente a los padres
en programas de aprendizaje de control de riesgo adolescente. Tam-
206
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
bién se menciona con frecuencia la actitud pública hacia la diversión
(“carrete”) adolescente: es evidente que la tendencia por sustraer la
sociabilidad de pares de todo control parental es cada vez más pronunciada (los horarios nocturnos inverosímiles son una muestra de
esta tendencia) lo que vuelve más imperativo el control y normalización pública de la juventud. Las exigencias en términos de prevención de accidentabilidad, especialmente en accidentes de tránsito,
son perentorias (sobre todo en un contexto de expansión económica que duplica la masa de automóviles en diez años), pero también
se extienden hacia desórdenes juveniles de todo tipo (“barras bravas”, “fiestas tecno” o callejeras, etc.).
Debe considerarse que toda la intervención pública en este ámbito opera con una lógica de reducción de daño, extremadamente
necesaria cuando la densidad, espesor y agresividad del “carrete” juvenil crece como debe ocurrir muy presumiblemente, y rara vez tiene éxito en materia de prevalencia: los episodios continúan siendo
igual de numerosos pero tienen consecuencias menos perjudiciales.
Con todo, un sistema de reglas y sanciones públicas debidamente
establecido, que incluya sobre todo un mecanismo de segregación
y protección especial para menores de edad (por ejemplo, en el expendio de alcohol, en penas reforzadas para quienes vendan droga
a menores o en procedimientos de control policial con contacto parental) debe ser especialmente considerado.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
207
Libertad y Desarrollo
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f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
209
Libertad y Desarrollo
6 Familia y Conductas Libertad y Desarrollo
de Riesgo JUVENIL
Andreas Hein W. *
Diego Farren G. **
Psicólogo Universidad de Chile, Candidato a magíster en Sociología
Pontificia Universidad Católica de Chile. Investigador de Fundación
Paz Ciudadana.
**
Licenciado en Sociología Universidad de Chile. Investigador de
Fundación Paz Ciudadana.
*
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
211
Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo
I ntroducción
En los últimos años, distintas investigaciones orientadas a comprender los factores asociados al desarrollo de conductas de riesgo
en adolescentes, han identificado al ámbito familiar como un contexto que tiene una influencia relevante sobre la manifestación de éstas.
Conductas de riesgo adolescente como el consumo de drogas, el fracaso y abandono escolar, o la violencia y delincuencia, son conductas
cuyo inicio y persistencia se han vinculado una y otra vez a las características que tiene el entorno familiar de niños, y adolescentes.
La familia es, sin duda, uno de los ámbitos más relevantes dentro
del cual ocurre el desarrollo de las personas y, por ende, debe ser considerada desde la perspectiva del desarrollo de políticas de prevención. En torno a este punto, ha surgido un interesante debate público
en Chile, particularmente respecto al foco que debieran tener las políticas públicas de fortalecimiento de la familia cuando su objetivo es
la prevención de conductas de riesgo adolescente. En este contexto,
el debate relativo a los factores familiares relevantes para explicar el
desarrollo de conductas de riesgo adolescente, tiende a girar en torno
a dos posturas , a saber: la estructuralista y la funcionalista.
El concepto de conductas de riesgo alude a conductas que disminuyen la probabilidad
de lograr un desarrollo pleno, tales como por ejemplo el abandono escolar, el consumo de
drogas o la delincuencia.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
213
Libertad y Desarrollo
Desde la postura estructuralista, se enfatiza la relevancia de la
composición familiar y de la formalidad del vínculo como características que, por si mismas, influyen en el desarrollo de los hijos.
Las teorías estructuralistas sugieren que los niños que son criados
en hogares donde uno o ambos padres biológicos están ausentes,
tienen una probabilidad significativamente mayor de llegar a involucrarse en actividades delictivas que los niños que son criados en
familias en las que los dos padres están presentes (Kierkus y Baer,
2002). Si bien las teorías estructuralistas dominaron el medio intelectual entre las décadas del 60 y 90, investigaciones posteriores
han llamado la atención sobre otros factores relevantes a considerar en el momento de analizar la relación entre la familia y el
desarrollo de conductas de riesgo en adolescentes. Dichos estudios, se apoyan en la perspectiva funcionalista y enfatizan que la
composición estructural de la familia no sería el factor mas próximo al desarrollo de conductas de riesgo, sino que lo sería el modo
en que el sistema familiar es capaz de organizarse (funcionar) para
cumplir sus tareas para con el desarrollo de niños y adolescentes.
Ello permitiría también analizar los factores de riesgo que influyen
en el desarrollo de conductas de riesgo en adolescentes que viven en familias biparentales. Desde la perspectiva funcionalista, la
composición del hogar solamente afectaría el desarrollo de niños
y adolescentes en la medida en que ésta lleve a que se deteriore el
funcionamiento del sistema familiar. Gran parte del debate actual
en torno a los factores de riesgo familiares y conductas de riesgo
adolescentes, radica en desentrañar si es que ciertas estructuras
familiares tienen un efecto independiente sobre el desarrollo de
conductas de riesgo, o si es que determinadas conformaciones familiares afectan negativamente el desarrollo de niños y adolescentes porque tienen mayores dificultades para ejercer determinadas
funciones de crianza (Wright y Wright, 1996; Kierkus y Baer, 2002). Este
El concepto se refiere a alguna característica interna o del entorno inmediato o distante
que aumenten la probabilidad de que las personas manifiesten conductas de riesgo.
214
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
punto es de suma importancia en cuanto a sus implicancias para el
desarrollo de políticas públicas de prevención.
Con el espíritu de aportar al desarrollo de políticas de prevención
de conductas de riesgo adolescente, se considera relevante indagar
en qué factores familiares se asocian al desarrollo de conductas de
riesgo en adolescentes. Para ello es necesario contar con evidencia
que permita focalizar y orientar eventuales acciones de prevención.
En el presente trabajo se exploran tres preguntas consideradas centrales dentro del debate antes enunciado, a saber:
– ¿Cuál es la relación entre características estructurales familiares
y la prevalencia de conductas de riesgo adolescente?
– ¿Cuál es la relación entre las características del funcionamiento
familiar y la prevalencia de conductas de riesgo?
– ¿Cuál es la relación entre las características estructurales familiares y las características del funcionamiento familiar?
Para ello se examinan los resultados de un estudio de victimización en niños, niñas y adolescentes asistentes a establecimientos
educacionales Municipalizados y Particular Subvencionados de la
comuna de Recoleta, desarrollado por la Oficina de Protección de los
Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de dicha comuna. Se agradece a la Oficina de Protección de Derechos de los Niños de Recoleta por facilitar el
acceso a los datos utilizados en el presente trabajo.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
215
Libertad y Desarrollo
I . M arco conceptual
1. Acerca del concepto de familia
En términos generales, y siguiendo a Simons, Gordon y Wallace
(2004, p.11), la familia es un concepto abstracto que sistematiza un
conjunto de formas y prácticas que satisfacen un set común de necesidades de un grupo de dos o más personas que comparten, ya
sea parentesco o lazos afectivos. Por otro lado, Minuchin y Fishman
(1981), proponen que entre los seres humanos algo común es el unirse para “coexistir”, lo que, en general, suele significar algún tipo de
grupo familiar. La familia sería un grupo natural, cuya tarea central es
apoyar el proceso de individuación y proporcionar sentido de pertenencia a sus miembros. Asimismo es el contexto natural para crecer
y recibir auxilio. Tradicionalmente la familia también puede ser definida como una institución social, el principal agente de socialización
responsable de la transmisión de normas básicas de convivencia que
aseguran la vida pacífica en sociedad (Aebi, 2003).
Para desarrollar estas tareas las familias requieren contar con una
estructura viable y lograr un funcionamiento adecuado (Minuchin y
Fishman ,1981).
216
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
2. Tipos de conductas de riesgo
Existen diferentes clasificaciones de conductas de riesgo. Por ejemplo Lerner (1998) clasifica las conductas de riesgo en cuatro grandes
grupos, a saber: aquellas asociadas al abuso de alcohol y drogas; aquellas relacionadas con la sexualidad (por ej. relaciones sexuales no protegidas); aquellas asociadas al bajo rendimiento, fracaso o deserción
escolar; y aquellas asociadas al la delincuencia, crimen o violencia.
Lerner (1998), plantea que estos distintos tipos de conductas de
riesgo suelen tener factores asociados similares. Por ello, no se desarrollan en este trabajo distinciones particulares en torno a conductas
de riesgo específicas, como delincuencia , consumo de drogas o fracaso escolar, entre otras.
3. Estructura familiar y desarrollo
de conductas de riesgo adolescente
A partir del último tercio del siglo XX, surge en las sociedades occidentales la denominada crisis del modelo tradicional de familia. Esta
crisis se manifestaría a través de la disminución del número de matrimonios, el aumento de la cantidad de divorcios y el desarrollo de las
uniones libres. En consecuencia, las investigaciones sobre el papel de
la familia como factor relevante en el desarrollo de conductas de riesgo, se vieron multiplicadas en los años ‘60 (Aebi, 2003; Juby, Farrington,
2001). Siguiendo a los autores, estas investigaciones pusieron un especial acento en un tipo específico de familia, que ha sido denominada
como la familia disociada y que puede ser definida como aquella familia en la que falta al menos uno de los padres biológicos.
De estas investigaciones, surge la teoría conocida como “hipótesis de los hogares rotos”. Esta teoría sugiere que los niños que son
Del inglés, hipótesis de los hogares “rotos”
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Libertad y Desarrollo
criados por sus padres biológicos, tienen una menor probabilidad de
manifestar conductas de riesgo (como la delincuencia) que aquellos
niños criados en grupos familiares con una composición estructural
alternativa (monoparental, reconstituida o en ausencia de ambos padres biológicos).
Como ya se mencionó anteriormente, existe un debate importante, tanto en torno a la magnitud del efecto de las características
estructurales familiares sobre el desarrollo de conductas de riesgo,
como en torno a cuales son los mecanismos causales que explican
dicha asociación (Kierkus, Baer, 2003).
Diversas investigaciones apoyan la idea que conformaciones estructurales familiares alternativas estarían asociadas a mayores prevalencias de conductas de riesgo adolescente, como la delincuencia
juvenil (Martens, 1997; Loeber y Stouthhamer, 1986; Demuth y Brown, 2004),
la adhesión a pandillas juveniles violentas (Hill, Howell, Hawkins y Battin-Pearson, 1999) y el consumo de drogas y alcohol (Valenzuela 2006).
También se ha encontrado evidencia que relaciona determinadas
composiciones estructurales familiares con mayores dificultades de
rendimiento y fracaso escolar (Hein, 2006).
Es importante mencionar que todos los estudios antes mencionados incorporan además controles que evalúan características del
funcionamiento familiar. Estos factores suelen, ser mejores predictores que la estructura familiar por si misma. A partir de un estudio
meta analítico, Wright y Wright (1996) concluyen que los efectos de
la estructura familiar sobre conductas de riesgo es consistente pero
débil, una vez que se controla por el efecto de otros factores asociados a la funcionalidad familiar. En este sentido, Loeber y Stouthhamer
(1986) muestran en su estudio que la prevalencia de involucramiento
en conductas delictivas es equivalente entre adolescentes que crecen en familias monoparentales que aquellos que crecen en familias
biparentales con un funcionamiento altamente conflictivo. Esta relación se mantuvo tanto analizando estadísticas oficiales como delitos
autorreportados Estos resultados indican que si bien la estructura fa-
218
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
miliar parece tener un efecto consistente sobre conductas de riesgo,
es probable que este se deba a que afecta ciertas propiedades del
funcionamiento familiar que son en definitiva aquellas características más próximas al desarrollo de estas.
También hay estudios que no confirman la “hipótesis de los hogares rotos”. Baron y Hartnagel (1997) encuentran que la estructura
familiar no explica conductas de riesgo de mayor seriedad, como
la adhesión a pandillas violentas (“gangs”), y que tampoco lo hacen
factores familiares asociados a la funcionalidad. Desde la perspectiva
de los autores, estos factores pueden explicar vulnerabilidad frente a
la iniciación en conductas de riesgo de este tipo, pero no necesariamente explican como se mantienen en el tiempo.
Kierkus y Baer (2003), plantean que los estudios que buscan testear la “hipótesis de los hogares rotos ”, se han limitado a verificar si el
tipo de estructura familiar es un predictor significativo de conductas
de riesgo, pero han fallado en explicar por qué los cambios en la estructura familiar tradicional se convierten en un factor de riesgo para
el involucramiento delictivo de niños y adolescentes.
Entre las hipótesis explicativas que se han ensayado se pueden
mencionar:
– Hipótesis del trauma (Juby y Farrington, 2001): Basada en la teoría
del apego de Bowlby. Se supone que la pérdida de uno de los
padres causa daño emocional debido a la pérdida de afecto, lo
que impacta al desarrollo de niños y adolescentes. Desde esta
perspectiva no importa el motivo de la ausencia de un padre,
sino que importa la ausencia en si misma.
– Hipótesis del deterioro de la funcionalidad familiar: Por un lado
se encuentra el efecto de la monoparentalidad sobre el apego y el control social que ejercen los padres (Juby y Farrington,
2001, basada en la teoría de control social de Hirshi, 2004).
Bajo esta perspectiva la monoparentalidad de una familia
está asociada con menores posibilidades efectivas de destinar tiempo y esfuerzos a monitorear la conducta de los hijos,
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
219
Libertad y Desarrollo
quienes se ven mas expuestos a involucrarse en dificultades.
– Hipótesis del NSE: Bajo esta hipótesis, familias monoparentales
tienen un menor nivel de ingresos, lo que las puede llevar a vivir en condiciones de mayor vulnerabilidad asociada a vivir en
barrios con mayores niveles de deprivación y estar expuestos
a una mayor movilidad residencial que afecta la estabilidad de
los vínculos con la comunidad (Valenzuela 2006). Mcleod y Shanahan (1993), muestran que padres que viven en condición de
pobreza tenderían a ser más ansiosos y a utilizar un estilo disciplinado más coercitivo y menos apoyador. También se ha descrito la existencia de un efecto negativo del estrés económico
real y percibido por los padres sobre la presencia de problemas
emocionales y conductuales en los niños (depresión, impulsividad y conductas antisociales) (Takeuchi, Williams, Adair, 1991).
Es necesario hacer un comentario final referente a los estudios
que buscan testear la “hipótesis de los hogares rotos”. Éste tiene que
ver con el modo en que se construye la variable “estructura familiar”.
Usualmente se diferencia en términos de familia biparental versus
otras. Kierkus y Baer (2003), argumentan que distintos tipos de composiciones estructurales del hogar (por ej.: familias monoparentales,
reconstituidas y aquellas en que ambos padres biológicos están ausentes) tienen efectos diferentes sobre el desarrollo de conductas de
riesgo juvenil que deben ser tomados en cuenta adecuadamente. A
este respecto, Juby y Farrington (2001) agregan que la simple dicotomía antes expuesta, raramente representa de forma adecuada los aspectos más relevantes del funcionamiento familiar. Demuth y Brown
(2004) encuentran diferencias en las prevalencias de conductas de
riesgo entre hogares monoparentales donde se encuentra el padre
presente y hogares monoparentales donde vive la madre. Estas diferencias se deberían, según los autores, al estatus socioeconómico, lo
que generaría stress.
220
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
4. Funcionamiento familiar y conductas de riesgo adolescente
Las características del funcionamiento familiar, han sido consistentemente asociadas como buenos predictores de conductas de riesgo
de diversa naturaleza (Loeber y Stouthamer, 1986). Los autores argumentan que las variables que caracterizan el “proceso de socialización”, tales
como la falta de supervisión parental, el rechazo parental y el involucramiento padres-hijos, están entre los predictores más poderosos de
problemas conductuales juveniles y delincuencia. El foco de esta línea
de investigación ha estado centrado en las prácticas parentales, principalmente en las prácticas disciplinarias y de monitoreo. Carencia de
monitoreo parental y métodos pobres de disciplina, han sido consistentemente relacionados con la participación en delincuencia y con
comportamientos violentos para un rango de población.
Las variables funcionales, a diferencia de las estructurales, ponen
en el centro del debate a la calidad de la vida familiar. Como vimos
anteriormente, las “broken homes hypothesis” se centran en la estructura familiar como la determinante causal de la prevalencia de
conductas de riesgo en jóvenes pertenecientes a familias no tradicionales. En cambio la perspectiva funcionalista, pone el acento en
aspectos como la negligencia o el estilo disciplinario parental.
Uno de los postulados que ha recibido mayor apoyo empírico,
es que las estructuras familiares no tradicionales se asocian a la delincuencia juvenil debido a que influyen sobre una variedad de variables de interacción entre padres-hijo, vía alteración de los procesos
de apego y monitoreo parental propuestos por al teoría del control
social desarrollada por Hirshi (2004). La teoría del control social, se
centra en explicar el rol que tiene el control social informal sobre el
desarrollo de conductas desviadas. La teoría desarrollada por Travis
Hirschi, fue publicada en 1969 y es conocida como la “Social Bonding
Theory” (Hirschi, 2004).
En términos generales, la teoría del control social propone que
“los actos delictivos resultan cuando los lazos de un individuo con la
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
221
Libertad y Desarrollo
sociedad se encuentran debilitados o rotos” (Hirschi 2004, p.16). Desde
esta perspectiva, todas las personas tendrían una tendencia hacia la
desviación social, ya que ésta provee los medios más expeditos para
satisfacer los deseos personales. La desviación sería inhibida por los
lazos afectivos que los individuos desarrollan hacia diversas instituciones como la familia y la escuela. Se evita el comportarse de modo
desviado, ya que esto arriesgaría las relaciones sociales que son apreciadas por las personas. Aquellos individuos que no presentan este
tipo de lazos, tienen mayor libertad para emprender conductas desviadas, ya que tienen menos que perder (Brezina, 1998).
Existirían 4 elementos centrales que caracterizan los lazos que las
personas establecen con la sociedad (Hirschi 2004), a saber: el apego
a otros; el compromiso; el involucramiento; y las creencias. El apego a
otros (attachment), puede ser identificado como uno de los elementos centrales de la teoría. Hirschi (2004) propone que en la medida
que una persona admire a otros y se identifique con ellos, le dará importancia a las expectativas que estos otros tienen de él. Las normas
sociales son un elemento que se tiene en común con otros y su introyección (aceptación) depende de qué tan relevantes sean para la
persona las opiniones de los demás. Mientras más insensible sea una
persona hacia las opiniones de otros, menos constreñida estará en
sus acciones por las normas que se comparte con estos y por ende,
resultaría más fácil transgredirlas. El segundo elemento relevante,
como antes mencionado, es el compromiso. Este concepto se refiere
a en qué medida los individuos han invertido tiempo y esfuerzo en el
desarrollo de un estilo de vida convencional que se vería amenazado
si se violara una norma social. Un tercer elemento, se refiere al involucramiento, es decir, el grado de tiempo que se invierte en participar
de actividades pro sociales, como pasar tiempo en familia, estudiar
o realizar actividades extracurriculares, lo que llevaría a estar “muy
ocupado” para incurrir en actividades no conformes con las normas
sociales. Finalmente, Hirschi agrega que es relevante tomar en cuenta la naturaleza de las creencias de las personas. La adhesión de la
222
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
persona a determinadas normas y valores sociales y la creencia en
que éstas son moralmente correctas y que debieran ser obedecidas,
es un elemento relevante. Mientras menos una persona crea en las
normas, más propensa será a violarlas.
En el marco de esta teoría, se han examinado aquellas características del estilo de crianza de los padres que promuevan o no el apego
a las normas sociales convencionales. Por ejemplo Sampson y Laub
(1993), proponen que el involucramiento delictivo no solamente se
ve facilitado por los controles indirectos sobre la conducta de los hijos basados en el apego a los otros, sino que también por el ejercicio
de controles directos como la supervisión y el estilo disciplinario de
los padres. El control indirecto se ejercería básicamente a través de la
“responsividad”. Padres abiertos, cálidos, apoyadores y sensibles a las
necesidades de sus hijos, promueven el apego (“attachment”) y por
ende favorecerían un control indirecto. El control directo dependería
de cómo los padres ejercen el control en términos de supervisión y
disciplina.
La explicación del por qué los hijos de familias no tradicionales
serían más propensos a cometer actos delictivos que aquellos provenientes de familias tradicionales, con ambos padres biológicos
presentes, sería posible debido a que las variables de control social
intervendrían entre la estructura familiar y el comportamiento delictual. Por lo tanto, las familias no-tradicionales podrían ser deficientes
en cuanto al control social.
Hirschi (2004) duda que las familias tradicionales, de dos padres
presentes, representen necesariamente una mejor fuente de control social que estructuras de familia alternativas. En general, quienes buscan encontrar la conexión entre la estructura familiar y el
comportamiento delictual, tienden a focalizarse en el componente
“apego”. Se asume que este componente es el más fuertemente influenciado por la estructura familiar (Kierkus, Baer, 2002.). Habría tres
aspectos del apego (attachment) hacia los padres convencionales,
que actúan como protectores de los niños frente a la delincuencia.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
223
Libertad y Desarrollo
Estos son la identificación, la intimidad en la comunicación, y la supervisión. Por lo tanto, los niños provenientes de familias disociadas
tendrían mayores posibilidades de desarrollar conductas delictivas
debido a que el resentimiento hacia sus padres les haría menos afectivos y comunicativos y porque los padres de custodia tendrían menor supervisión y control sobre los tipos de amigos que hiciesen (Juby
y Farrington, 2001).
La evidencia a favor de esta perspectiva es abundante. La teoría
del control social ha recibido amplio apoyo en investigaciones empíricas que abordan sus componentes y concluyen que son buenos
predictores de una variedad de conductas de riesgo que incluyen
desde delitos contra la propiedad, desórdenes, cimarra, hasta consumo de drogas y alcohol (Hirschi, 2004; Junger y Marshall, 1997; Jenkins,
1995; Wiatrowski y Griswold, Roberts 1981; Marcos, Bahr y Jonson, 1986;
Alarid, Burton y Cullen, 2000; Alarid, Burton y Cullen, 2000; Costello y
Vowell, 1999; Le Blanc, 1997, Valenzuela 2006). Así mismo la teoría ha
recibido apoyo a través de investigaciones en contextos culturales
no occidentales (Chuem-JimSheu, 1988; Yuet-Wah y Cheung, 1988; Zhang
y Messner, 1996).
Existe un último proceso que ha sido estudiado en el contexto
del desarrollo de conductas de riesgo y que tiene que ver con el nivel
de conflictividad familiar, el uso de un estilo parental duro que puede derivar en el maltrato infantil (Loeber y Stouthamer 1986). La vivencia
de ser maltratado, generaría sentimientos negativos que hacen más
probable que se responda con agresión al estrés. Sentimientos como
la ira, se asocian con una tendencia a percibirse a si mismo como
víctima, lo que energizaría la acción del individuo, disminuyendo sus
inhibiciones (Brezina, 1998).
224
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
I I . M etodolog í a
1. Universo y muestra
La encuesta estuvo dirigida a niños, niñas y adolescentes que
cursan entre séptimo básico y cuarto medio en establecimientos
educacionales municipalizados y particular subvencionados de la
comuna de Recoleta. Se excluyen los establecimientos que imparten
educación diferencial y educación para adultos. La población total
del universo considerado, asciende a 8.885 estudiantes. Para fines de
una mejor caracterización sectorial, el universo fue dividido en cinco
estratos determinados geográficamente.
Para el presente estudio se aplicó un muestreo estratificado por
5 sectores geográficos. Dentro de cada estrato se aplicó el muestreo
aleatorio simple. Se fijó en el 95% el nivel de confianza para todos
los estratos y los errores muestrales, para cada estrato, varían entre
5,29% y 5,71%. La muestra total asciende a 1.277, con un nivel de error
del 2,54%.
En el Cuadro 1 se detalla la distribución de la muestra según curso, tipo de establecimiento, sexo y edad.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
225
Cuadro 1
Distribución de la muestra (no ponderada)
Muestra
Libertad y Desarrollo
Curso
Establecimiento
Sexo
Edad
Frecuencia
Porcentaje
7mo básico
272
21,3
8vo básico
281
22,0
I medio
236
18,5
II medio
206
16,1
III medio
152
11,9
IV medio
130
10,2
Municipalizado
624
48,9
Particular Subvencionado
653
51,1
Hombre
496
39,0
Mujer
777
61,0
11 a 13 años
355
28,0
14 a 16 años
641
50,6
18 a 20 años
272
21,5
2. Técnica de recolección de información
El presente trabajo, utiliza la técnica del autorreporte para recolectar la información. Dicha técnica, se caracteriza por permitir que sean
los mismos sujetos los que informen si, dentro de un tiempo determinado, han realizado determinadas conductas de riesgo. Ello permite
desarrollar estudios en la población general, evitando de este modo el
análisis de poblaciones sesgadas como, por ejemplo, lo sería analizar
características familiares de adolescentes que han sido aprehendidos
por infracción de ley. La técnica del autorreporte ha sido ampliamente
utilizada desde la década de los 50, principalmente en Estados Unidos
y Europa. Su mayor auge se ve reflejado en los estudios longitudinales
realizados en Estados Unidos durante la década de los 80. Actualmente la técnica del autorreporte de la actividad delictiva es considerada
como válida y confiable (Thornberry y Krohn, 2000) en cuanto a su capa-
226
libertad y desarr o ll o
cidad para medir el involucramiento en conductas antisociales. El método del autorreporte es, hoy en día, extensamente preferido, por su
superioridad para medir el involucramiento delictivo juvenil y testear
los factores familiares asociados (Juby, Farrington, 2001).
Libertad y Desarrollo
3. Variables
a. Variable dependiente
Se incorporan 10 indicadores de distintos tipos de conductas de
riesgo:
Durante este año (2006), ¿cuántas veces…?
– Te has escapado de tu casa pasando al menos una noche fuera
– Has cometido algún delito aunque no te hayan pillado (robar,
romper cosas ajenas, agredir a alguien, etc.)
– Has tenido problemas a causa del consumo de alcohol
– Has portado un arma (cuchillo, pistola, etc.)
– Has consumido alguna droga ilegal (marihuana, coca, ácido,
pasta base, neoprén, etc.) (No consideres tabaco ni alcohol)
– Has participado en un grupo que ha comenzado una pelea
con otro grupo
– Has robado algo a alguien en el colegio
– Has hecho la cimarra
– Has sido llevado detenido por carabineros por algún delito
(robo, vandalismo, beber en área pública, consumo o venta
de drogas, etc.)
– Has sido llevado detenido por carabineros como medida de
protección (vulneración de derechos, vagancia, abusos de
adultos, comercio ambulante, etc.)
Lerner (1998) propone que no solamente distintos tipos de conductas de riesgo suelen compartir factores de riesgo similares, sino
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227
Libertad y Desarrollo
que además las conductas de riesgo de diverso tipo (asociadas al
fracaso escolar, al consumo de drogas o a la violencia, etc.) tienden a
presentarse en conjunto. Por ello, el autor propone que es más adecuado hablar de “síndromes de riesgo”, que de factores de riesgo asociados a conductas aisladas. La co-presencia de conductas de riesgo
es un elemento que predice trayectorias de mayor complejidad, gravedad y persistencia durante el ciclo vital de las personas.
A partir de esta premisa se construye un “índice de conductas de
riesgo”, una escala compuesta que suma un punto por cada una de
las 10 conductas de riesgo antes indicadas que se reporte haber manifestado al menos una vez durante los últimos 12 meses. Por lo tanto, los valores de la escala van de 0 a 10, donde valores cercanos a 0
reflejan una baja presencia de conductas de riesgo, mientras que valores cercanos a 10, muestran alta diversidad de conductas de riesgo.
La fiabilidad del índice de conductas de riesgo, evaluada mediante el
método de alfa de Cronbach, es de 0,7716, lo que confirma que estas
conductas se asocian de manera importante.
b) Variables Independientes
i) Estructura familiar: A partir de la pregunta ¿quiénes viven
contigo?, se identificaron seis tipos posibles de estructuras
familiares. Estas son: familias biparentales (ambos padres biológicos presentes), familias reconstituidas con la madre presente (madre y padrastro), familias reconstituidas con el padre
presente (padre y madrastra), familias monoparentales donde
se vive solamente con la madre, familias monoparentales donde se vive solamente con el padre y familias donde se vive en
ausencia de los padres.
ii) Indicadores de funcionalidad familiar
Las preguntas que componen los indicadores se detallan en el
anexo N°1. Es importante destacar que, las formaciones familia-
228
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
res pueden ser muy diversas y no siempre se vive con ambos
padres, por lo que pedir al adolescente que evalúe a los padres
puede arrojar resultados equívocos. Por ello, las preguntas que
evalúan características de funcionalidad familiar, le piden al
adolescente que evalúe a la persona “que pone las reglas en la
casa”. De este modo se puede pesquisar de mejor manera cuál
es el adulto significativo reconocido por el adolescente, que tiene una influencia significativa en su desarrollo y que puede no
ser ninguno de los padres.
– Índice de conflicto familiar
Se refiere a la frecuencia percibida de interacciones conflictivas con el jefe de hogar. Se mide mediante una escala compuesta de 5 ítems y varía entre 1 y 3 puntos. Los ítems fueron
adaptados de Villar, et al. (2003) y son los siguientes:
Pensando en tu relación con quien pone las reglas en la casa,
con que frecuencia:
– Se enojan entre ustedes
– Logras ponerte de acuerdo con él/ella
– Logran llegar a un acuerdo cuando surge un problema entre ustedes
– Tienen grandes discusiones por pequeñas cosas
– Te grita para que hagas algo
La confiabilidad medida de la escala, mediante el método
alfa de Cronbach, es de 0,6481. En términos teóricos, un menor
puntaje indica menor percepción de conflicto familiar, mientras mayores puntajes, indican mayor percepción de conflicto
familiar.
Versión adaptada de preguntas relativas a variables familiares en: Villar, et al. (2003); Una
propuesta de evaluación de variables familiares en la prevención de la conducta problema
en la adolescencia. España. Psicothema 2003. vol. 15. n°4, pp.581-588.
En: http://www.psicothema.com/pdf/1111.pdf
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
229
Libertad y Desarrollo
– Índice de mala comunicación familiar
Alude a la percepción de los encuestados respecto de la
calidad de la comunicación al interior de la familia. Se considera como indicador de la calidad del apego familiar. La escala
incorpora 7 ítems y sus valores varían entre 0 y 2 puntos. Los
ítems adaptados de Villar, et al. (2003) son los siguientes
En relación a la comunicación familiar, las preguntas incluidas fueron las siguientes:
Pensando en tu relación con quién pone las reglas en la casa,
con que frecuencia:
• Lo pasas bien hablando con él/ella
• Sientes que te escucha cuando necesitas hablar de algo
• Se preocupa por tener algún tiempo para hablar contigo
• Entiende tu punto de vista incluso cuando no está de acuerdo contigo
• Tienen conversaciones entretenidas
• Te escucha durante una discusión
• Intentan solucionar juntos los conflictos entre ustedes
La confiabilidad de la escala, es de 0,8463 (alfa de Cronbach) y se interpreta como sigue: a mayor puntuación, mayor
percepción de mala calidad en la comunicación familiar (y viceversa).
– Índice de maltrato infantil emocional
Respecto del maltrato infantil emocional, se construyó una
escala referida a la frecuencia con que el encuestado percibe
que ha sido abusado emocionalmente, por al menos uno de
sus tutores, durante el último año. La escala incorpora 5 ítems
y presenta valores que oscilan entre 1 y 5 puntos. Los ítems se
Versión adaptada de preguntas relativas a variables familiares en: Villar, et al. (2003); Una
propuesta de evaluación de variables familiares en la prevención de la conducta problema
en la adolescencia. España. Psicothema 2003. vol. 15. n°4, pp.581-588. En: http://www.psicothema.com/pdf/1111.pdf
230
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
encuentran basados en el cuestionario desarrollado por UNICEF (1997). Los reactivos utilizado son:
Durante este año (2006), ¿cuántas veces alguno de tus papás o apoderados…?
• Te ha gritado
• Te ha humillado
• Te ha dicho que no te quiere
• Te ha insultado o dicho garabatos
• Se ha burlado de ti frente a otros
La confiabilidad medida de la escala, es de 0,7841 (alfa de
Cronbach) y se explica teóricamente de la siguiente forma: a
mayores valores de la escala, hay mayor percepción de maltrato infantil emocional.
– Índice de maltrato infantil físico
Para medir el maltrato infantil físico, se incorpora una escala
construida a partir de 7 preguntas. Los ítems se encuentran
basados en el cuestionario desarrollado por UNICEF (1997).Los
reactivos incorporados fueron los siguientes.
Durante este año (2006), ¿cuántas veces alguno de tus papás o apoderados…?
• Te ha lanzado cosas
• Te ha tirado el pelo o las orejas
• Te ha empujado o zamarreado
• Te ha pegado cachetadas o palmadas
• Te ha pegado un combo o patada
• Te ha pegado con objetos como correas o cinturones
• Te ha dado una golpiza
Los valores posibles para la escala, oscilan entre 1 y 5 puntos,
y la interpretación teórica, es la siguiente: a mayor puntuación
en la escala, se percibe mayor frecuencia e intensidad de maltrato infantil físico. El valor alfa de Cronbach obtenido para la
escala, es de 0,8939.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
231
Libertad y Desarrollo
– Índice de resguardo parental
Se basa en las preguntas desarrolladas por CONACE (2003)
para medir involucramiento parental. Los reactivos seleccionados fueron los siguientes:
• Cuando sales del colegio y durante los fines de semana,
¿tus padres o apoderados saben donde estás?
• En una semana normal, ¿cada cuánto se sientan a comer
juntos, tú y alguno de tus padres o apoderados, en la misma
mesa?
• Tus padres o apoderados (o alguno de ellos), ¿se interesan
por conocer a tus amigos?
• Tus padres o apoderados (o alguno de ellos), ¿se preocupan
por saber como te va en el colegio?
Se refiere a la percepción de preocupación de los padres
respecto del encuestado y se considera como indicador de
monitoreo parental. .Se incorporan preguntas relativas a la
preocupación de los padres por dónde y con quién se está en
los tiempos libres, además de una pregunta que indaga en la
preocupación de los padres respecto de cómo le va en el colegio al menor y otra relativa a la frecuencia con que se sientan
a comer juntos en la misma mesa con los padres.
La escala construida, incorpora 4 ítems y los valores que se
obtienen oscilan entre 1 y 3 puntos. La interpretación, es como
sigue: a mayor puntaje en la escala de resguardo parental, se
percibe mayor preocupación parental. El análisis de fiabilidad
para esta escala, arroja el valor: 0,4932 (alfa de Cronbach).
– Negligencia parental
Para evaluar el haber sido víctima de negligencia familiar
durante el último año, se incluyen dos preguntas:
Durante este año (2006):
• ¿Te ha pasado que tus padres o apoderados no te dieran
suficiente alimento (pudiendo hacerlo)?
232
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
• ¿Te ha pasado que tus padres o apoderados no te llevaran
al doctor cuando estabas enfermo?
Se denomina como víctima de negligencia a quien reporta
haber sufrido al menos una de las dos situaciones anteriores.
– Consumo problema de alcohol y/o drogas en el hogar
Para evaluar la existencia de consumo problema de alcohol
y/o consumo de drogas al interior del hogar, se incluyen
dos preguntas:
• ¿Tu dirías que en tu casa hay alguna persona que cause problemas debido al consumo de alcohol?
• ¿Tu dirías que en tu casa hay alguna persona que consuma
drogas ilegales (marihuana, coca, ácido, pasta base, neoprén,
etc.)?
Quienes responden “sí” a al menos una de las preguntas
anteriores, son consignados como provenientes de un hogar
con presencia de consumo de alcohol y/o drogas.
– Maltrato entre tutores
Respecto del maltrato entre tutores, se incluyen dos preguntas:
Durante este año (2006), ¿cuántas veces…?
• Has visto a tus padres o apoderados golpearse
• Has visto a tus padres o apoderados insultarse, humillarse o
gritarse cosas hirientes
A partir de las categorías de respuesta elegidas, se designa
como proveniente de un hogar con maltrato entre tutores, a
todo aquel que responda que ha visto, al menos una vez, alguna de las dos conductas anteriores durante el último año.
– Depresión hogar
Para evaluar presencia de depresión por parte de terceros
en el hogar, se hace la siguiente pregunta:
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
233
• ¿Tú dirías que en tu casa hay alguna persona que esté muy
triste o deprimida?
Quienes responden “sí”, son consignados como provenientes de un hogar con presencia de al menos un sujeto con depresión.
Libertad y Desarrollo
– Índice de disfuncionalidad familiar:
Loeber y Stouthamer (1986), proponen que los diversos procesos familiares pueden interactuar, y de este modo agravar el
riesgo para un determinado niño. Para evaluar el nivel global
de ajuste familiar, se construye una escala de evaluación de
la funcionalidad familiar. Dicha escala considera los nueve indicadores de funcionalidad familiar antes descritos (comunicación familiar; conflicto familiar; maltrato infantil emocional;
maltrato infantil físico; maltrato entre tutores; negligencia; resguardo parental; presencia de drogas y/o alcohol en el hogar;
presencia de depresión en el hogar).
Cada indicador presente, aporta un punto al valor total de la
escala. Por ende, la escala presenta valores entre 0 y 9 puntos.
En términos teóricos, un menor puntaje refleja menor presencia de factores asociados a la disfuncionalidad familiar. Mientras
que mayores puntajes, reflejan mayor presencia de factores
asociados a la disfuncionalidad familiar. También se genera una
versión dicotómica, donde una familia funcional es aquella que
tiene entre 0 y 3 factores de riesgo (bajo el promedio muestral),
mientras que una familia disfuncional es aquella que tiene entre
4 y 9 factores de riesgo (sobre el promedio muestral). Detalles se
pueden ver en el gráfico 7.
234
libertad y desarr o ll o
4. Hipótesis
En este trabajo se desarrollarán cuatro hipótesis generales
Libertad y Desarrollo
a) Hipótesis relativas a la estructura familiar
– Estructuras familiares alternativas (monoparentales, reconstituidas y padres ausentes) mostrarán mayores prevalencias de
conductas de riesgo, así como mayores promedios en el índice de conductas de riesgo, en comparación con familiares
biparentales.
– Estructuras familiares alternativas (monoparentales, reconstituidas y padres ausentes) mostrarán un mayor nivel de dificultades medidas a través de los indicadores de funcionalidad
familiar.
b) Hipótesis relativas al funcionamiento familiar
– Los distintos indicadores de disfuncionalidad familiar, estarán
asociadas con mayores prevalencias de conductas de riesgo
adolescente.
– Una vez que se controle por indicadores de funcionalidad familiar y de vulnerabilidad socioeconómica, la estructura familiar
perderá significancia estadística en relación con las prevalencias
de conductas de riesgo.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
235
Libertad y Desarrollo
I I I . R esultados
1. Relación entre estructura familiar y conductas de riesgo
En el Cuadro 2 se describe la distribución de la muestra según el
tipo de estructura familiar. En ésta se puede apreciar que el 64% de
los encuestados vive con ambos padres (BP), mientras que el 36%
restante vive con en algún tipo de estructura familiar alternativa. El
21,2% vive en hogares monoparentales femeninos (MPM), el 2,6%
vive en hogares monoparentales encabezados por el padre (MPP), el
7,4% vive en hogares reconstituidos donde se vive con la madre biológica (RMP) y el 0,9% vive en hogares reconstituidos en que se vive
con el padre biológico (RPP). Finalmente el 3,8% reporta no vivir con
ninguno de los padres (APA). El Cuadro 2 indica que las formaciones
familiares más comunes son las familias biparentales y monoparentales en que se vive solamente con la madre
Cuadro 2
Distribución de la muestra según tipo de estructura familiar
BP
MPM
MPP
RMP
RPP
APA
Porcentaje de la muestra
64,0
21,2
2,6
7,4
0,9
3,8
No se considera la formalidad del vínculo.
236
libertad y desarr o ll o
En el Cuadro 3 se detallan las prevalencias de los indicadores de
conductas de riesgo, según el tipo de estructura familiar.
Cuadro 3
Libertad y Desarrollo
Prevalencia de conductas de riesgo
según tipo de estructura familiar
BP
MPM
MPP
RMP
RPP
APA
Total
Escapar de casa
11,7
Cometer delito
23,0
14,3
20,0
17,3
0,0
14,6
12,9
18,5
24,1
25,5
25,0
30,6
Problemas alcohol
10,9
22,6
10,2
13,8
10,3
8,3
22,9
11,2
Portar arma
17,9
16,1
17,2
24,0
27,3
33,3
18,7
*
Consumo drogas
18,3
25,7
24,1
24,5
16,7
37,5
21,2
*
Pelea grupo
22,9
23,4
27,6
30,3
27,3
22,4
23,7
Robar colegio
6,9
6,1
10,3
9,2
16,7
10,4
7,2
Cimarra
27,1
32,8
37,9
36,5
18,2
46,8
30,0
Detención infracción
5,4
4,6
3,6
4,1
9,1
6,4
5,2
Detención vulneración
3,4
4,2
0,0
6,2
16,7
8,3
4,0
*
*
* p<0,05 (prueba de independencia de Chi2)
De 10 análisis 4 (40%), arrojan diferencias estadísticamente significativas de prevalencias de conductas de riesgo entre tipos de
estructura familiar. Los indicadores que muestran diferencias significativas son portar un arma, consumo de drogas ilegales (cualquiera), cimarra y ser detenido por vulneración de derechos, muestran
diferencias estadísticamente significativas según tipo de estructura
familiar. Llama la atención que al comparar las prevalencias de estas
conductas de riesgo entre tipos de estructuras familiares, se puede
observar que son relativamente similares entre las BP, MPM y MPP. En
el caso de las estructuras familiares RPM y APA, éstas muestran tener
prevalencias consistentemente superiores a la prevelencia muestral
en las cuatro conductas de riesgo que muestran diferencias significativas. Para el tipo de estructura familiar RPP se observa que en el
caso del consumo de drogas y la cimarra, la prevalencia es menor a
la prevelencia media y a la prevelencia registrada en hogares BP. En el
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
237
Libertad y Desarrollo
caso de ser detenidos por vulneración de derechos o haber portado
un arma, la prevalencia registrada para familias RPP es mayor que en
hogares biparentales y a la prevalencia media..
En el Cuadro 4 se muestran el índice promedio de conductas de
riesgo según tipo de estructura familiar. La tendencia indica que las
familias con estructuras alternativas suelen mostrar una mayor aglomeración de dificultades relacionadas con la funcionalidad familiar
que las familias biparentales. Si bien existe una diferencia estadísticamente significativa según tipo de estructura familiar, esta se produce entre los tipos APA y los tipos BP y MPM. Llama la atención que si
bien se hubiera esperado observar una diferencia estadísticamente
significativa entre los tipos de estructuras BP y MPM, esto no se da.
Cuadro 4
Índice de conductas de riesgo
según tipo de estructura familiar
BP
MPM
MPP
RMP
RPP
APA
1,47
1,55
1,76
1,87
1,72
2,32
Hasta ahora, si bien a partir de la literatura los resultados son previsibles, la relación entre conductas de riesgo y tipo de estructura
familiar no es siempre clara. Se confirma la idea que dentro de las
estructuras familiares alternativas existen posiblemente variados matices. Particularmente llaman la atención las familias monoparentales
con la madre presente que no se diferencian significativamente de
los indicadores de las familias biparentales.
2. Relación entre funcionalidad familiar y conductas de riesgo
En los gráficos 1 y 2 se muestran las relaciones entre indicadores
de funcionalidad familiar y prevalencia de conductas de riesgo. La
(prueba ANOVA, p<0,05)
según prueba t Student.
238
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
mayoría de las relaciones estudiadas resultan ser estadísticamente
significativas (señaladas con ”*”). De 90 análisis desarrollados 76 resultan estadísticamente significativos, lo que corresponde al 85,5%.
Del mismo modo, todas las relaciones se encuentran en la dirección esperada.
En el gráfico 3 y en el Cuadro 5 se puede apreciar que las asociaciones entre los factores de funcionalidad familiar y el índice de
conductas de riesgo, se comportan en la dirección esperada, siendo
siempre significativas. Adolescentes que perciben que en el hogar
hay consumo de alcohol y/o droga; hay al menos un miembro del
hogar deprimido; que han observado violencia entre padres o tutores o que ha sido objeto de negligencia, muestran un mayor índice de conductas de riesgo. Lo mismo sucede en familias donde los
adolescentes perciben una peor comunicación, un menor nivel de
resguardo, un mayor nivel de conflicto y mayores niveles de maltrato
físico y psicológico.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
239
libertad y desarr o ll o
no
si
240
Gráfico 1
Promedio de índices de comunicación, conflicto, resguardo, maltrato
físico y maltrato emocional si reporta conducta de riesgo
Libertad y Desarrollo
3,00 –
maltrato emocional
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
2,50 –
maltrato físico
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
2,00 –
resguardo
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
1,50 –
conflicto
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
1,00 –
0,50 –
Comunicación
*p<0,05 (prueba t Studen para grupos independientes)
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
241
0,50 –
5,50 –
10,50 –
15,50 –
25,50 –
20,50 –
35,50 –
30,50 –
45,50 –
40,50 –
* p<0,05 (prueba de independencia de Chi2)
MIEMBRO DEL HOGAR
DEPRIMIDO
ALCOGOL O DROGA
EN EL HOGAR
Gráfico 2
MALTRATO ENTRE
PADRES O TUTORES
NEGLIGENCIA
Proporción que reporta que: en el hogar hay consumo de alcohol y/o droga; hay
al menos un miembro del hogar deprimido; ha observado violencia entre padres o tutores; ha sido objeto de negligencia; según si reporta conductas de riesgo
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
Libertad y Desarrollo
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
* Escapar de casa
* Cometer delito
* Problemas alcohol
* Portar arma
* Consumo drogas
* Pelea grupo
* Robar colegio
* Cimarra
* Detención infracción
* Detención vulneración
si
no
Gráfico 3
Índice promedio de conductas de riesgo según si reporta que
en el hogar hay consumo de alcohol y/o droga; hay al menos un miembro del hogar deprimido; ha observado violencia entre padres o tutores o ha sido objeto de negligencia
2,83
3–
2,5 –
2,49
2,23
2,18
2,22
2,01
2–
1,5 –
1–
1,021
1,096
1,342
1,897
1,267
0,845
Libertad y Desarrollo
0,5 –
0–
Biparental Monoparental Monoparental Reconstituida Reconstituida
Madre
Padre
Madre
Padre
Presente
Presente
Presente
Presente
*p<0,01 (ANOVA)
Cuadro 5
Matriz de correlaciones entre índices de funcionalidad e índice de conductas de riesgo
Índices de funcionalidad familiar
Índice de resguardo parental
Correlación
-0,278*
Índice de mala comunicación familiar
0,233*
Índice de conflicto familiar
0,228*
Índice de maltrato infantil emocional
0,261*
Índice de maltrato infantil físico
0,239*
*p<0,01 (r Pearson)
242
Ambos
Padres
Ausentes
libertad y desarr o ll o
FUNCIONAL
DISFUNCIONAL
Libertad y Desarrollo
3. Relación entre estructura familiar y funcionalidad familiar
En esta sección se buscará dar respuesta a la pregunta relativa a
si existen ciertos tipos de estructuras familiares que, desde el punto
de vista de la funcionalidad, tengan mayores dificultades.
En el Gráfico 4 se puede observar que los tipos de estructura familiar monoparental padre presente(MPP) y reconstituidas con madre o
padre presente (RMP y RPP), suelen mostrar valores en los índices considerados que se los puede vincular a mayores dificultades en términos de un menor resguardo, mayor maltrato infantil, mayor conflicto
familiar y peor calidad de la comunicación.10
Gráfico 4
Promedio de índices de comunicación, conflicto,
resguardo, maltrato físico y maltrato emocional según tipo de estructura familiar
3,00 –
2,6
2,6
2,50 –
2,00 – 1,9
1,9
1,8
1,8
1,4
1,4
2,6
2,6
2,3
2,5
2,5
1,9
1,9
1,50 –
1,9
2,0
1,8
1,7
1,7
1,6
1,3
1,3
1,1
1,00 –
0,50 –
2,5
resguardo
índice de mala
comunicación
familiar
índice de
conflicto familiar
índice de maltrato
infantil emocional
índice de maltrato
infantil físico
0,7
0,8
BP
MPM
0,9
0,9
MPp
RMP
0,8
Rpp
APA
Todos los índices presentados en el Gráfico 4, muestran diferencias estadísticamente significativas según estructura familiar (ANOVA, p<0,05). Sin embargo, es interesante observar
que en ninguno de los casos se perciben diferencias estadísticamente significativas entre
las familias BP y MPM.
10
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
243
Gráfico 5
Proporción que reporta que en el hogar hay consumo
de alcohol o droga, hay al menos un miembro del hogar
deprimido, ha observado violencia entre padres o tutores o reporta haber sido objeto de negligencia, según tipo de
estructura familiar
80,0 –
69,2
70,0 –
60,9
Libertad y Desarrollo
60,0 –
50,0 – 45,3
40,0 – 39,9
56,3
40,7
33,2
30,0 – 24,9
25,7
20,0 –
19,5
10,0 –
0,0 –
20,5
BP
63,6
MPM
41,4
54,6
37,6
36,5
41,7
27,6
MPp
RMP
60,9
50,0
Rpp
41,7
38,3
29,8
negligencia
consumo problema
de alcohol y/o
drogas hogar
maltrato
entre tutores
depresión hogar
APA
Al analizar el Gráfico 5, se puede observar que las problemáticas
de funcionalidad varían entre distintos tipos de estructuras familiares. Todas las variables muestran diferencias significativas según tipo
de estructura familiar11.
Por ejemplo, la prevalencia de depresión de un miembro en el
hogar es mayor en hogares monoparentales con padre o madre presente, mientras que la prevalencia de maltrato entre tutores es mayor en familias reconstituidas. Como era de esperarse la prevelencia
de maltrato percibido entre tutores, es menor en familias monoparentales. También se puede constatar que en las familias reconstituidas se observan mayores prevalencias de maltrato entre tutores
que en familias biparentales. En el caso la negligencia y del consumo
problema de alcohol y/o de drogas en el hogar, las prevalencias son
superiores en los tipos de estructuras familiares alternativas a familias
biparentales.
11
Prueba de independencia de chi2
244
libertad y desarr o ll o
Gráfico 6
Índice de disfuncionalidad familiar
según tipo de estructura familiar
5,00 –
4,50 –
4,00 –
3,50 – 3,04
3,00 –
2,50 –
2,00 –
1,50 –
1,00 –
0,50 –
0,00 –
Libertad y Desarrollo
BP
4,27
3,24
MPM
4,59
3,61
MPp
3,54
RMP
Rpp
APA
Al analizar el comportamiento del índice de disfuncionalidad familiar (Gráfico 6) se puede observar que esta tiende a ser mayor en
estructuras familiares alternativas que en las familias biparentales y
estas diferencias son estadísticamente significativas.12
Hasta ahora se ha podido constatar que familias con estructuras
alternativas tienden a mostrar mayores prevalencias en algunas conductas de riesgo (40% de los análisis desarrollados). En el caso de los
factores de funcionalidad familiar estos tienen una relación esperada
con las conductas de riesgo siendo significativas las relaciones en el
85,5% de los casos. También se ha podido constatar que estructuras
familiares alternativas tienen a mostrar una mayor aglomeración de
características disfuncionales que las estructuras familiares biparentales. Sin embargo es interesante hacer notar que cada tipo de estructura familiar puede tener dificultades particulares asociadas a la
funcionalidad.
Prueba Anova, p<0,05.
12
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
245
4. Análisis multivariado
Libertad y Desarrollo
En este escenario la pregunta que queda por contestar, tiene
que ver con cuales son los mejores predictores de conductas de riesgo adolescente. Si las características estructurales ejercen un efecto
independiente, una vez que se controle por la funcionalidad familiar
debieran observarse aún diferencias significativas entre los grupos. Si
el efecto que ejercen no es independiente, las diferencias observadas
en los índices de conductas de riesgo debieran desaparecer un vez
que se ha controlado por la funcionalidad familiar. Esta pregunta se
contesta mediante un análisis descriptivo y un análisis de regresión
múltiple. En el gráfico 7 se pueden observar las variaciones entre tipos
de estructura familiar una vez que se ha controlado por el conjunto de
características del funcionamiento familiar.
Gráfico 7
Índice de conductas de riesgo según tipo
de estructura y disfuncionalidad
2,83
3,00 –
2,50 –
2,49
2,23
2,18
2,22
2,01
2,00 –
1,50 –
1,00 –
1,02
1,10
1,34
1,90
FUNCIONAL
DISFUNCIONAL
1,27
0,85
0,50 –
0,00 –
Biparental Monoparental Monoparental Reconstituida Reconstituida
Madre
Padre
Madre
Padre
Presente
Presente
Presente
Presente
Ambos
Padres
Ausentes
Se desprende que las familias disfuncionales tienden a obtener
mayores índices de conductas de riesgo. Al analizar el índice de conductas de riesgo por separado para las familias funcionales y las familias disfuncionales, se observa que las diferencias según tipo de
estructura familiar dejan de ser estadísticamente significativas.13
prueba Anova p<0,05.
13
246
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
Para concluir se desarrolla un análisis de regresión que permitió
incorporar los controles mas relevantes y de este modo valorar la
contribución de cada factor en la explicación de conductas de riesgo
adolescente.
Para la construcción del modelo es necesario precisar que, en
opinión de los autores, los estudios que busquen identificar factores relevantes para la prevención de conductas de riesgo debieran
concentrarse en aquellos factores que diferencian a adolescentes
que manifiestan síndromes de riesgo complejos y que pueden
eventualmente persistir en el tiempo, de aquellos adolescentes que
muestran conductas de riesgo esporádicas y que probablemente
desistirán con la edad. Esta distinción es particularmente relevante
en el contexto de la prevención dado que se ha observado que la
gran mayoría de las personas dejan de involucrarse espontáneamente en conductas de riesgo en la medida que crecen. Por ello
es posible proponer que la “prevención de conductas de riesgo” es
una actividad focalizada en poblaciones de riesgo y no un actividad universal.
Un indicador que permite detectar la eventual persistencia de
conductas de riesgo tiene que ver con manifestaciones simultáneas
de conductas de riesgo de diverso tipo, en otras palabras, una manifestación “sindromática” más que específica. Por ello el análisis final
busca identificar los factores que permitan diferencias entre aquellos
adolescentes que reportan entre 0 y una conducta de riesgo (cualquiera) y los que reportan entre 2 y 10 conductas de riesgo.
Para efectos del desarrollo del modelo fue necesario seleccionar
indicadores de funcionalidad que sean relativamente independientes entre sí. Mediante análisis factorial (resultados no mostrados) se
examinaron las intercorrelaciónes entre los indicadores de funcionalidad incorporados en el presente estudio. A partir de los resultados
se seleccionaron para ser ingresados al modelo los siguientes factores: estructura familiar (5 variables dummy), índice de comunicación
familiar (indicador de apego), índice de resguardo familiar (indicador
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
247
Libertad y Desarrollo
de monitoreo), neglilgencia parental (indicador de abuso) y el índice
de maltrato familiar (indicador de estilo disciplinario duro).
Estos factores se consideraron teóricamente relevantes y razonablemente independientes en términos estadísticos. Otros factores
como el consumo de alcohol en el hogar o la depresión son excluidos por considerar que no son los factores más próximos al desarrollo de conductas de riesgo y que su efecto se de probablemente a
través de alguno de los factores seleccionados. Además se incorporan controles de sexo, edad, vulnerabilidad económica14 y tener amigos involucrados en conductas de riesgo15. Este último suele ser un
predictor muy relevante de conductas de riesgo en la adolescencia.
Se estima un modelo de regresión logística binaria, donde la variable dependiente se codifica como 1, reporta entre 2 y 10 conductas
de riesgo y 0 en otro caso. En Anexo se detallan los resultados.
Se desprende que los resultados se comportarían según lo predicho. Una vez que se ha controlado por los factores relevantes de
funcionalidad, sexo, edad y vulnerabilidad socioeconómica se pude
observar que las características estructurales familiares por si mismas
no resultan ser estadísticamente significativas.
El ser hombre, tener una mayor edad, el contar con amigos involucrados en conductas de riesgo, una mala comunicación en el
hogar, el ser objeto de negligencia y de maltrato físico son condiciones que aumentan la probabilidad de mostrar alta diversidad de
conductas de riesgo.16
Respecto a los controles, si bien era esperable llama la atención
que los pares tienen un importante peso en el modelo. El efecto que
Este indicador busca detectar a personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica
importante. Se suma un punto por cada una de las siguientes variables presentes: Jefe de
hogar ha completado solamente educación básica o menos; el entrevistado comparte la
cama con otra persona, el entrevistado reporta trabajar par aportar al hogar, el entrevistado
reporta dos o más cambios de casa en los últimos 5 años. Estos serían mecanismos a través
de los cuales ejercerían su efecto determinadas estructuras familiares
14
15
Índice que considera el involucramiento de amigos en consumo de drogas ilegales, consumo problema de alcohol, delitos, y peleas.
La variable resguardo resulta “casi” significativa (p= 0,084).
16
248
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
tienen los pares además incrementa con la edad (resultado no mostrado) lo que apoya la idea que los factores familiares probablemente son más relevantes durante etapas mas tempranas de la vida.
Hay otro factor que llama la atención, y es que la vulnerabilidad
socioeconómica tampoco resulta ser significativa una vez que se ha
controlado por los factores de funcionalidad familiar. Ello es consistente con la literatura que sugiere que el efecto de las dificultades
socioeconómicas puede ser mediado por la forma en que el grupo
familiar se organiza para enfrentar estas. 17
Tanto el R2 (0,371) como el porcentaje de casos correctamente clasificados (74,1%) sugieren
que este modelo alcanza una buena capacidad explicativa.
17
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
249
Libertad y Desarrollo
I V. Conclusiones Se ha podido aportar evidencia que confirma las 4 hipótesis planteadas en un principio. Los resultados del presente estudio apoyan la
idea que, si bien determinados tipos de estructuras familiares están
asociadas a mayores prevalencias de conductas de riesgo, el efecto
de la estructura familiar sobre estas se encuentra influída también
por las características de funcionamiento del grupo familiar. Por si
misma la estructura familiar no necesariamente es un factor asociado al desarrollo de conductas de riesgo adolescente.
En este sentido un ejemplo interesante de desatacar tiene que
ver con que familias monoparentales donde se vive con la madre
suelen obtener resultados muy similares y nunca estadísticamente
diferentes a las familias biparentales tanto en indicadores de funcionalidad familiar como en conductas de riesgo.
Los resultados permiten recomendar que futuros estudios debieran diferenciar entre distintos tipos de estructuras familiares de
modo de representar de mejor manera los matices existentes en
cuanto a la realidad de las familias chilenas.
Es importante puntualizar algunas limitaciones del diseño actual.
El hecho que el diseño sea de corte (datos refieren a un mismo tiempo) no permite apreciar los efectos evolutivos que tiene el vivir en
250
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
determinados tipos de estructura familiar, como lo hubiera permitido un diseño longitudinal. Del mismo modo el diseño actual no permite controlar por los motivos del tipo de conformación familiar (por
ejemplo opción personal versus separación) y si se tratase de separación de que tipo fue esta (alta mente conflictiva versus no conflictiva). La consideración de estos factores permitiría comprender mejor
los mecanismos familiares asociados al desarrollo de conductas de
riesgo adolescente.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
251
Libertad y Desarrollo
V. I mplicancias para el desarrollo de pol í ticas de pre v ención
Los resultados permiten abrir un interesante debate en términos
de las implicancias que tienen para el desarrollo de políticas de prevención de conductas de riesgo adolescente.
En la mayoría de las propuestas de políticas, se tiende a otorgar un
papel central a la familia como institución, tanto para explicar comportamientos individuales como para poner en marcha medidas vinculadas a temas tan variados como el desempleo, abuso de drogas o la
violencia.18 Se sostiene que la estructura familiar tradicional en América
Latina estaría cambiando, ya que se encuentran disminuyendo de tamaño (disminución de familias multigeneracionales) a la vez que aumenta el espaciamiento entre los hijos. Del mismo modo estarían en
aumento el número de hogares con jefatura femenina, las separaciones y el número de hogares nucleares sin hijos (adultos mayores). De
igual manera, sería posible observar la incorporación de más integrantes del hogar desde mujeres, niños y jóvenes como aportadores de
ingresos al hogar. Es posible pensar que dichas transformaciones están
teniendo efectos sobre el funcionamiento de las familias lo que necesariamente afectará sus estilos de crianza. Dados los antecedentes
18 De acuerdo a la CEPAL (2001)
252
libertad y desarr o ll o
Libertad y Desarrollo
anteriores se considera como una necesidad el explorar desde la política pública, nuevas alternativas de apoyo a la familia, especialmente
respecto al desarrollo de mejores estilos de relación con los hijos.
Si bien las intervenciones orientadas a la familia se consideran
necesarias, son complejas de llevar a cabo debido a las dificultades
que tienen los gobiernos para intervenir en el ámbito privado de la
familia. Por ello es muy posible que el futuro de las intervenciones de
fortalecimiento familiar requiera de un mayor desarrollo en el ámbito
local y que estos deban implementarse a pequeña escala.
En el plano internacional, actualmente se están buscando nuevas formas de aproximarse a las familias como grupo objetivo para
intervenciones preventivas. Frente a las dificultades que plantea el
problema, más que acciones gubernamentales centralizadas, se ha
optado por generar programas en forma local, descentralizada y a
pequeña escala. Programas de fortalecimiento de la familia se refieren a aquellos programas que aplican una serie de intervenciones
útiles dirigidas a familias que previenen crisis, se basan en las fortalezas familiares, ofrecen ayuda en el hogar o cerca de este, y responden
amplia y flexiblemente a las necesidades de estas. Estos programas
se enfocan sobre temas como las relaciones familiares, la comunicación y como ejercer el rol parental.
Los programas de fortalecimiento de la familia que pueden ser
considerados como exitosos, se caracterizan por ser flexibles en su
ejecución, comprensivos, y sensibles a las necesidades de las familias
(ncpc, 1999). También requieren de que una orientación a largo plazo (OJJDP, 1997), contemplar una duración realista, ser perseverantes,
y culturalmente sensibles (NCPC, 1999).
Desde ésta perspectiva es importante destacar la necesidad de
generar en el nivel local una estructura de alternativas de intervenciones posibles que, si bien pueden variar en el énfasis temático, debiera
ser constante en el tiempo. OJJDP provee una tipología de programas
de fortalecimiento familiar dentro de los cuales se puede optar por
desarrollar los que se juzgen más adecuados para el contexto local.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
253
1. Según su población objetivo, los programas pueden ser
– Programas universales: Apuntan a la población general, por
ejemplo a través de campañas comunicacionales.
– Programas dirigidos a familias en riesgo: Se enfocan selectivamente en familias con indicadores de alto riesgo como, por ejemplo,
familias en condición de pobreza o madres adolescentes
Libertad y Desarrollo
– Programas dirigidos a familias en crisis: Son servicios que atienden familias en momentos particulares de crisis. Ejemplos de
este tipo de servicios son las líneas telefónicas de ayuda.
2. Según el método de aproximación se pueden diferenciar:
– Programas que funcionan fuera del hogar: En estos casos se invita a padres a acudir a otro espacio, que puede ser por ejemplo la escuela o un centro abierto.
– Programas basados en visitas domiciliarias: Apuntan muchas
veces a familias en riesgo que pueden ser más reacias a acudir a programas o estar imposibilitadas por otros problemas
como por ejemplo la falta de dinero para movilizarse. Este tipo
de modalidades se ha utilizado en problemas como la educación en planificación familiar así como el entrenamiento en
habilidades de crianza en madres adolescentes.
– Iniciativas en medios de comunicación: Ayudan a incrementar
la conciencia de familias de posibilidades de acceso a ayuda
en caso de dificultades así como modificar la percepción de
la población acerca de problemas concretos como, por ejemplo, el maltrato familiar. También ayudan a divulgar buenas
prácticas de crianza, mientras sensibilizan a autoridades en
problemas locales de la familia. Éstas pueden darse a través
de medios masivos, como panfletos, dípticos, entre otros. Una
estrategia interesante lo ha sido la utilización de videos autoadministrados que enseñan habilidades a niños y padres..
– Programas de demanda espontánea: Corresponden usualmente a centros de atención en crisis, teléfonos de ayuda o centros
254
libertad y desarr o ll o
de terapia familiar. Median conflictos, llevan cabo terapias de
mayor complejidad, o derivan casos a redes de asistencia.
Libertad y Desarrollo
3. Según los contenidos tratados se pueden diferenciar:
– Programas de entrenamiento en habilidades para padres:
Estos programas se enfocan usualmente en grupos de alto riesgo. En ocasiones complementan otros programas de entrenamientos en habilidades a niños. Se diferencian de la educación
a padres en que se componen de secuencias estructuradas de
habilidades que enseñan por medio de aprendizaje grupal, juegos de rol y ejercicios para la casa. Estos se pueden realizar por
medio de visitadores a hogares o por convocación a la escuela.
Dependen de la voluntad de padres a recibir ayuda. Esta estrategia ha demostrado disminuir la probabilidad de que niños
manifiestan problemas de importancia en la etapa juvenil.
– Entrenamiento conductual a padres:
El entrenamiento conductual de padres se limita a la enseñanza
de técnicas disciplinarias efectivas para disminuir interacciones
negativas con los niños, que estén basadas en la coerción.
– Terapia familiar:
La terapia familiar es una estrategia de intervención a la que se
acude cuando ya se han manifiestan problemas en las relaciones familiares. Requieren voluntariedad de participación y exigen generalmente que se acuda a un centro especializado.
– Programas de mediación, intervención en crisis y referencia a servicios de ayuda
Atienden usualmente familias en crisis, o donde ya se han declarado problemas en las relaciones con los hijos. Son los centros más comunes y pueden emplear técnicas activas de visitas
familiares o esperar la demanda espontánea.
f a m ilia y f elicidad . un c í rcul o v irtu o s o
255
V I . A ne xo
Análisis de regresión logística binaria sobre índice categorizado de conductas de riesgo
Hombre
E.T.
Edad
1,566**
(0,152)
Exp(B)
E.T.
Libertad y Desarrollo
Total
Exp(B)
Vulnerabilidad Socioeconómica
(0,041)
Exp(B)
E.T.
Pares con CR
1,107*
1,165
(0,096)
Exp(B)
9,610**
E.T.
(0,175)
BP
MPM
Exp(B)
Referencia
MPP
Exp(B)
E.T.
E.T.
RPM
Exp(B)
E.T.
RPP
Exp(B)
E.T.
APA
Exp(B)
E.T.
0,831
(0,188)
0,845
(0,526)
1,026
(0,267)
0,916
(0,747)
1,281
(0,377)
Mala comunicación
Exp(B)
1,489*
E.T.
(0,173)
Resguardo
Exp(B)
E.T.
Negligencia
Exp(B)
E.T.
Maltrato físico
Constante
R2
256
Exp(B)
0,654***
(0,248)
1,441*
(0,172)
1,418**
E.T.
(0,108)
Exp(B)
0,004**
E.T.
(1,062)
0,371
libertad y desarr o ll o
* p<0,05
** p<0,01
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Libertad y Desarrollo
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259
Libertad y Desarrollo
Libertad y Desarrollo es un centro
de estudios privado, independiente de
Libertad y Desarrollo
todo grupo político, económico, social,
empresarial, religioso y de gobierno,
sólo comprometido con los valores y
principios de una sociedad de libertades.
Centro de estudios e investigación
creado en 1990, Libertad y Desarrollo
tiene como principal objetivo el análisis,
la investigación y la difusión de
políticas públicas en las distintas áreas,
proponiendo fórmulas concretas
para su perfeccionamiento desde
el punto de vista de una sociedad libre.
Libertad y Desarrollo
FAMILIA
y felicidad
un círculo
virtuoso
Las diferencias en los logros que es posible obtener en la vida pueden estar influidas
en gran medida por las características de la familia en la cual se han desarrollado
las personas. Entre éstas, influyen tanto la condición social y económica como
los cambios que pueda enfrentar a lo largo del tiempo. La evidencia empírica ha
ido demostrando que la familia es un elemento fundamental en la formación de
capital humano de un país lo que a su vez constituye un factor esencial del éxito
de las economías modernas.
Este es el enfoque de este libro al cual han contribuido destacados investigadores
y académicos, incluyendo el Premio Nobel de Economía, James J. Heckman cuyas
investigaciones en el área del capital humano van a la vanguardia mundial. Mediante
un conjunto de antecedentes empíricos acerca de la familia en Chile, se demuestra
su gran contribución al desarrollo del país.
En su primera parte, este libro presenta un diagnóstico de la realidad de la familia
en Chile. A partir de esta realidad se plantean algunas propuestas para fortalecer
su rol en nuestra sociedad. La segunda parte del libro se relaciona con el rol de la
familia y su importancia en la formación de capital humano. En la tercera parte, se
presentan dos importantes trabajos empíricos relacionados con la conformación
familiar y el apoyo parental y su incidencia en las conductas de riesgo juvenil.
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