Detergentes, cuestión de formato y colores

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guía de compra detergentes
Detergentes, cuestión
de formato y colores
Los que se comercializan en polvo son los más apropiados para
ropa blanca, aunque respetan menos los colores mientras que
los detergentes líquidos cuidan mejor las prendas de color y los
tejidos delicados, pero su eficacia con la suciedad es más discreta
Se estima que una familia de cuatro miembros pone
la lavadora entre tres y cinco veces a la semana,
o lo que es lo mismo, como mínimo, en más de 200
ocasiones al año el consumidor se enfrenta a una
de las tareas del hogar que para muchos es de las
más ingratas. Porque no solo se trata de poner la
lavadora, después hay que tender la ropa, recogerla y doblarla. Seguramente, en esta cadena de
obligadas rutinas falte una, y la que casualmente
desencadena todo este proceso: elegir el detergente con el que hacer la colada. En el recuerdo queda
la imagen publicitaria que durante años mostraba
a un ama de casa convencida de que su detergente
era el que lavaba más blanco y de que por ello no
hacía falta cambiarlo por otro. Hoy en día, la blancura en la colada se sigue buscando pero también
otro tipo de soluciones. Actualmente, abundan en el
mercado distintos productos con diferencias en sus
formulaciones y en sus resultados;0,,, adecuados a
cada ropa, color o incluso indicados para determinados tipos de piel. Desde los que sirven para toda
la colada (sin importar el color de las prendas que
se laven conjuntamente), pasando por aquellos de
uso específico para ropas negras o delicadas hasta
productos 2 en 1 cuya formulación contiene sustancias detergentes y suavizantes. En esta ecuación,
se suma un elemento más: las distintas presentaciones en las que se comercializa el detergente.
Al omnipresente formato en polvo, le acompaña el
producto líquido, en tableta y las últimas incorporaciones; las cápsulas. Cada una de ellas rinde de
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manera distinta frente al nivel de suciedad de la
prenda y al tipo de tejido. Son cuestiones que no
siempre el consumidor conoce ni domina. Por todo ello, para acertar en la elección del detergente
resulta fundamental conocer las principales clases
y sus prestaciones y peculiaridades. Además, en
la selección del producto que vayamos a emplear
debe pesar también la conciencia ecológica. En
muchos casos, es posible contribuir a la mejora
medioambiental si se opta por productos concentrados (conllevan un gasto energético menor por
su ahorro de envase, en transporte...) o si se ponen
en práctica una serie de rutinas cuando se pone
la lavadora.
Distintas presentaciones,
distintos usos
En el pasillo de los productos de limpieza, el quebradero de cabeza para muchos comienza al tener
que decantarse por una u otra presentación de detergente. “¿Será mejor el líquido que el tradicional
polvo?, ¿cómo actúan las cápsulas de detergente?
o ¿cuál limpia sin dañar los tejidos?”, son tan solo
algunas de las cuestiones que rondan en este primer asalto. Bien es cierto que junto a estos consumidores conviven otros tantos que por tradición
o incluso sentimentalismo se niegan, pase lo que
pase, a cambiar de marca de detergente.
Las virtudes y defectos de las distintas presentaciones se resumen así:
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Cada detergente con su colada
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Polvo. Su principal ventaja frente al formato líquido
es su eficacia contra las manchas. En general,
estos detergentes tienen un poder de limpieza
mayor. Eso sí, para asegurar su resultado necesita altas temperaturas para potenciar su disolución por lo que no se comporta de forma óptima
en lavados fríos. Como defectos, son detergentes
cuyos restos tienden a acumularse en el cajetín
de la lavadora con las molestias que ello ocasiona para el consumidor. Su mayor eficacia hace
peligrar el color de las prendas y los tejidos más
delicados. Por eso, son detergentes más apropiados para las coladas blancas de prendas con
tejidos menos exigentes. No hay que obviar tampoco que los detergentes en polvo tienen el poco
honroso título de ser los que menos cuidan el
medio ambiente.
Tableta. Las luces y sombras son las mismas que
las del detergente en polvo, ya que al fin y al
cabo el producto es el mismo pero presentado
en formato distinto. Y es que si algo caracteriza
a esta clase de detergente es la comodidad que
ofrece al consumidor. Basta con introducir la tableta en la lavadora. De esta manera, se evita el
peligro de utilizar una dosis mayor o menor de
la que se precisa y ello suma para obtener un
resultado mejor.
Líquido. En el otro extremo, se sitúan los detergentes líquidos. Respetan y cuidan más los tejidos y
colores, se diluyen bien a bajas temperaturas por
lo que pueden usarse en programas de lavado
con agua fría pero sus resultados contra las manchas son más discretos. Con todo, el detergente
liquido es la mejor opción para la ropa de color,
coladas negras y tejidos delicados (lana, seda,
viscosa…). Son más cuidadosos con el entorno, en
especial las versiones concentradas y ultraconcentradas, ya que su gasto energético es menor:
por su volumen, emplean menos materias primas,
material de embalaje y todo ello permite hacer
una gestion más eficiente de su almacenaje y
transporte en beneficio del medio ambiente.
¿Cómo acertar con el detergente?
Polvo Tabletas
Colada mixta
-
Ropa negra Prendas delicadas Pieles sensibles y bebé 2 en 1 con
suavizante
✖
✖
✖
-
✔
-
✔
✖
✖
✖
✖
✖
✔
✔
✔
✔
✔
✖
✖
✖
✖
✔
✔
-
Cápsula
✔
✖
-
Ropa color LÍquido
La mejor opción ✔ / Hay una opción mejor
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Ropa blanca o clara Cápsulas. Son el formato más nuevo en el mercado.
Se trata de unos saquitos de film hidrosoluble
(se disuelve al entrar en contacto con el agua)
en cuyo interior se encuentra la dosis exacta de
jabón líquido para la colada. Tienen las mismas
bondades que los detergentes líquidos pero a
ellas hay que sumar la facilidad de uso y la comodidad que brindan al consumidor.
La importancia de la dosificación
para el medioambiente y el bolsillo
La AISE (Asociación Internacional de Jabones, Detergentes y Productos Afines) lleva años promoviendo distintas medidas reguladoras para intentar
paliar el impacto que los detergentes causan en
el medio ambiente. A finales de los 90, fomentó la
puesta en marcha de un código de buenas prácticas
medioambientales y el pasado año entró en vigor la
última recomendación. La medida promueve la reformulación de los detergentes para conseguir que
concentren las dosis por lavado a un máximo de 75
ml, manteniendo la misma eficacia pero con menos
cantidad de producto con el consecuente ahorro en
envases, transporte y materias primas. La mayoría
de las marcas del mercado ya han concentrado sus
fórmulas para respetar esta recomendación. Hace
varios años se hizo lo mismo para la detergencia
en polvo, concentrando las formulaciones a máximo
125 ml por lavado (aproximadamente 80 gramos).
Menos producto más ahorro. Según lo concentrada que está la fórmula de un detergente (proporción entre el porcentaje de materia activa y el
de agua), el consumidor necesitará más o menos
cantidad para un lavado eficaz; cuanto más concentrada significa que tiene mayor cantidad de
materia activa y por tanto con menos producto
se consiguen resultados tan eficaces como con
más cantidad de otro que esté más diluido, es
decir, menos concentrado. A la hora de comparar
precios y de decantarse por un detergente u otro
entre diferentes productos, conviene hacerlo teniendo en cuenta el número de lavados o dosis
que contenga cada uno y no la cantidad de producto que haya en litros o kilogramos.
Comparar entre dosis. En cualquier caso, es fundamental emplear la dosis de lavado que el fabricante recomienda en el etiquetado del envase.
Esta se obtiene teniendo en cuenta los diferentes
grados de suciedad de las prendas (poco manchada/algo manchada/muy manchada) y la dureza del agua: blanda, media y dura. De esta
manera, si se utiliza la dosis indicada se ahorrará producto, evitando malgastar detergente y
dinero; el consumo en agua y energía será menor
si se aprovecha la carga completa y se apuesta
por ciclos cortos y agua fría.
Uno para todo
La primera regla para preservar la “salud” de nuestra ropa y la larga vida de
la lavadora es lavar de manera separada
las prendas blancas de las de color o los
tejidos delicados de otros más “todoterreno”. Pero, en ocasiones nos saltamos
esta recomendación.
¿Sabías que… para coladas en las
que no se hace separación conviene
utilizar un detergente líquido? Para
conseguir un mayor cuidado de las
prendas, se recomienda utilizar temperaturas bajas y ciclos de lavado
cortos. Los líquidos que se presentan
en cápsulas (los más innovadores del
mercado) son también idóneos para
pasar esta prueba.
Los detergentes aptos para toda la ropa, como el detergente líquido jabón
natural EROSKI, se componen de fórmulas que por un lado, reúnen la eficacia para eliminar las manchas y por
otro, el mantenimiento de la blancura
en la ropa blanca y la luminosidad de
las prendas de color. Es muy importante dosificar siempre la cantidad de
producto necesaria, una sobredosificación no necesariamente conseguirá
unos mejores resultados. Es frecuente
que esta práctica deje residuos en la
ropa y sea necesario volver a lavarla por lo que cada colada saldrá más
cara. Para evitar este tipo de error,
resultan interesantes las cápsulas de
detergente, como las de Skip, con las
dosis de lavado ya preparada.
/ No existe en el mercado ✖
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Para la ropa blanca
Sentido y sensibilidad
Los 2 en 1
En general, la mayoría de los detergentes
en polvo incluyen en su formulación blanqueantes oxigenados, como el detergente
en polvo WIPP Blanco total. Esta práctica
no suele ser común entre los detergentes
líquidos. Por eso, los formatos polvo son
más eficaces con las coladas blancas o de
colores claros que los líquidos.
¿Sabías que… tanto los detergentes
polvo como los líquidos contienen también blanqueantes ópticos que reflejan
los rayos UV y dan un tono azul que
produce la impresión de que el tejido
está más blanco?
Además de los detergentes para ropa
blanca, el consumidor puede emplear
activadores para ropa blanca (líquido
o polvo) que refuerzan la acción blanqueante del detergente y que basan su
acción en el oxígeno activo. Otro recurso para conseguir que las prendas no
pierdan su blancura son las tradicionales lejías para la ropa blanca (contienen blanqueantes clorados), cuyo uso
en España es generalizado en muchos
hogares.
Pieles delicadas o prendas delicadas.
Tanto unas como otras necesitan cuidados específicos. En el mercado, hay
detergentes diseñados para lavar esta
clase de tejidos: son fórmulas más suaves, con ingredientes que actúan como
un bálsamo sobre las fibras.
Se trata de productos, con una textura
muy cremosa, que en su mayoría, pueden usarse para lavados tanto a máquina como a mano como Norit Bebé.
¿Sabías que… los tejidos delicados
como la lana o la seda son muy vulnerables a los ataques de las enzimas
que incorporan la mayoría de los detergentes convencionales? En cambio,
los específicos para prendas delicadas carecen de ellas y esta es la razón
por la que constituyen la opción apropiada para este tipo de colada. Además para que el resultado sea óptimo
del todo, conviene lavar estas prendas
del revés y dentro de una bolsita que
las proteja aún más.
Al igual que para los tejidos delicados,
las pieles sensibles con tendencia a
irritarse facilmente también requieren de productos de limpieza que las
cuiden o eviten malestar. Uno de los
ejemplos más claros es el de la piel de
los bebés. Para estos casos, hay detergentes específicos con fórmulas sin
enzimas, sin colorantes y sin perfumes. Son productos a los que además
acompañan leyendas o alegaciones
como “hipoalergénico” o “dermatológicamente testado”. Ambas demuestran
que el producto ha sido testado en un
laboratorio clínico, bajo la supervisión
de un dermatólogo, para evaluar los
efectos de la fórmula sobre distintas
personas voluntarias.
Los detergentes, especialmente los líquidos, por su composición tienen de por
sí cierto poder suavizante. Sin embargo,
es importante además añadir suavizante
al lavado, cuyo ingrediente principal son
los tensoactivos catiónicos.
¿Sabías que… estos agentes se adhieren a las fibras de las prendas,
evitan que se entrelacen entre ellas y
proporcionan así suavidad a la prenda
para que dure más tiempo?
Para mayor comodidad, el consumidor
tiene a su disposición detergentes 2
en 1, por ejemplo el Ariel Sensaciones
gel, es decir, productos que incorporan también las propiedades de los
suavizantes además de las propias del
detergente. En su formulación se incluyen agentes suavizantes, como por
ejemplo bentonita, que es un agente
suavizante de origen natural, agentes
facilitadores del planchado que ayudan a eliminar las arrugas, etc… Además, lo último en estos detergentes
es incorporar perfumes microencapsulados; consiste en unas pequeñas
cápsulas que contienen perfume en su
interior y que durante el lavado se adhieren a las fibras. Después, durante
el uso de la prenda se van “rompiendo”
por el roce y liberando el perfume.
De color
Las prendas que peor envejecen son las
de color. Para paliar el paso del tiempo y los sucesivos lavados, es preferible
utilizar los detergentes líquidos (menos
agresivos y más protectores) que los de
polvo. El resultado es mejor si se emplean
fórmulas específicas diseñadas para colores intensos o determinados productos
idóneos para las prendas negras tal y como sucede con Micolor Black gel.
¿Sabías que… las fórmulas de los detergentes para color contiene polímeros protectores del color que evitan la
transferencia de colores entre las prendas y su degradación? Estas sustancias
químicas pueden además, alisar las fibras de las prendas para mantener la
intensidad de los colores.
Por su parte, los detergentes diseñados
para las coladas negras se utilizan no
solo para proteger el tono de las prendas más oscuras sino que además, fijan
e incluso recuperar el color negro, el que
probablemente, más se estropea con los
sucesivos lavados. Un buen truco para
que el color de las prendas oscuras no
se afee es hacer una colada conjunta
con prendas negras. De esta manera,
el color negro se transfiere y las otras
prendas quedan más brillantes.
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www.consumer.es
Ecología y
economía para la colada
>La compra de detergente es una de las partidas que más
presupuesto conlleva dentro de la cesta de la compra.
Por eso, la primera regla para afrontar este gasto es la de
comparar entre distintas marcas y formatos. No hay que
dejarse llevar por la cantidad de litros o kilos del detergente o si es concentrado o no, la medida correcta para
comparar mejor son las dosis de lavado.
> Dentro de una misma marca, las diferencias de precio
las suelen determinar los formatos. En líneas generales,
las cápsulas ofrecen un coste por dosis de lavado superior al de otros formatos más tradicionales; le siguen en
precio los superconcentrados y concentrados, después los
que se comercializan en polvo y por último, los líquidos.
>Por definición, los detergentes de marcas de distribución
ofrecen precios más competitivos que los de fabricante.
En ocasiones, las diferencias son tan holgadas que llegan
a doblarlos. No obstante, la recomendación es prestar
atención a ofertas, promociones y bonificaciones o regalos como las “dosis gratis” y no dejar pasarlas.
>Emplear detergentes polivalentes y efectivos que sirvan
para toda la colada permite unificar gastos y ahorrar
costes.
Emplear una dosis de detergente
mayor no asegura un resultado
mejor pero sí encarece cada lavado
>Atender a las recomendaciones del fabricante en cuanto
a las dosis de lavado: emplear más no asegura mejores
resultados; de hecho hay un riesgo elevado de que las
prendas tengan que pasar por un segundo lavado, con el
sobrecoste que esto conlleva.
>Utilizar la lavadora siempre con la carga completa, salvo
que tenga un programa específico de media carga, con
programas cortos y a bajas temperaturas es sinónimo de ahorro y cuidado del medioambiente. Si se
seleccionan temperaturas bajas para el lavado se
ahorrará dinero en la factura eléctrica: un ciclo
de lavado a 60º C consume el doble de electricidad que uno de 40º C.
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