bonico de la atmósfera. Los colores rojizos, amarillentos y

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bonico de la atmósfera. Los colores rojizos, amarillentos y tornasolados son
también frecuentes entre los más típicas Quenopodiáceas.
Como prueba experimental de la adaptación vegetal a los suelos salados,
puede verificarse la comparación entre ejemplares de la misma especie reco­
lectados en una marisma y en un terreno exento de sal (Lotus corniculatas L.,
Trifolium lappaceum L.). Se observa en ellos diferencias más o menos mar­
cadas según los casos, entre las que destacan la consistencia más carnosa de
las hojas y el menor desarrollo en longitud para la planta que vivió en medio
salino.
La suculencia es, pues, uno de los más salientes caracteres de la halophytia. Ella significa una compensación a la dificultad con que la absorción de agua
se verifica en los terrenos salinos y supone una reserva nutritiva para la planta;
si bien debe tenerse presente, que a medida que aumenta la concentración de
sales en los jugos almacenados disminuye la proporción de clorofila, pudiendo
la nutrición ser perturbada, y hasta puesta en peligro la vida de la planta, si no
fuera por la existencia en dichos jugos de determinados ácidos, capaces de des­
componer y hacer asimilable gran parte de las sales que contienen.
Como defensa contra el calor excesivo que tienen que soportar estas halofitas, abundan también las especies que florecen y fructifican antes o después
del período de las máximas temperaturas estivales.
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