Capitulos

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CAPÍTULO I
EL FÚTBOL COMO JUEGO
DEPORTIVO COLECTIVO.
ORIGEN
1. ANTECEDENTES
El origen de los juegos deportivos colectivos se encuentra en las sociedades
primitivas. Numerosos juegos de balón forman parte del patrimonio cultural
de cada civilización y constituyen la prehistoria de los actuales juegos deportivos colectivos. En el siglo XIX a. de C. los chinos jugaban al tsu-chu; los árabes
jugaban al koura; en el norte de América jugaban al skinny; los abisinios
practicaban un juego con el mazo (antepasado de la crosse de la Edad Media
y del hockey moderno). En el siglo X a. de C., en Japón, el kemari constituye el
antepasado del fútbol moderno. Los incas, en el siglo VII a. de C., practicaban
un juego semejante al baloncesto, el pok a pok; los helenos y romanos poseían
diferentes juegos como el epyskiros, el harpastum y el follis (que recuerda al
rugby). Todos estos juegos que han sido practicados por las civilizaciones primitivas, han ido evolucionando hasta constituir los juegos deportivos modernos que practicamos en la actualidad.
Estudiosos y tratadistas difieren a la hora de señalar la fecha exacta sobre
los orígenes del fútbol. «Existen referencias ampliamente fundamentadas, entre ellas, las de los eruditos chinos Tsao Tse y Yang Tse, que manifiestan la existencia de un antecedente serio de este juego en los remotos tiempos del siglo
XXV antes de Cristo» (Enciclopedia Mundial del Fútbol, 1981, p. 3-4).
En otra línea, hay quien encuentra en los juegos del enioxupos, follis y harpastum practicados en la antigua Grecia y Roma, los verdaderos antecedentes
del fútbol actual, ya que en ellos ya se daba al balón con el pie (Polo del Barrio, 1985a).
Estas teorías, junto con otras que se apuntaron el invento, no son inciertas,
pero creemos que no dejan de ser anecdóticas pues, aunque el balón se jugaba con los pies, tal como es norma fundamental en la actualidad, también se
jugaba con la mano y no había reglamentación, lo que ocasionaba dureza y
violencia en exceso.
CAPÍTULO II
LA ORGANIZACIÓN DEL JUEGO EN EL FÚTBOL
1. ANÁLISIS ESTRUCTURAL DEL JUEGO
Los Juegos Deportivos Colectivos (JDC) han sido objeto de interés de numerosos estudiosos (Delaunay, 1976; Menaut, 1982; Teodorescu, 1984; Duricek,
1985; Bayer, 1986; Parlebás, 1988; Hernández Moreno, 1994a), que han
tratado de analizar sus características morfofuncionales, para crear un cuerpo
de conocimiento amplio y riguroso, con el objetivo de caracterizar y modelar
su naturaleza y contenido.
La elaboración de este análisis surge de la necesidad de estudiar las características comunes de estos deportes con el objetivo de crear pautas de actuación en los diferentes ámbitos de aplicación: enseñanza, entrenamiento, competición, etc.
Los dos aspectos más estudiados han sido, por una parte, las causas o mecanismos motores que posibilitan la realización de los movimientos y los diferentes modos de efectuar dichos movimientos (Demeny, G., 1914; Hebert, G.,
1925; Descartes, R., 1953; Friedman, G., 1966, en: Hernández Moreno,
1994a). Por otra parte, las estructuras de los deportes es el otro aspecto estudiado con mayor detenimiento (Parlebás, P., 1974; Hernández Moreno,
1994a).
Si realizamos un análisis detallado del desarrollo de la acción de juego en
cualquier deporte, podemos comprobar que dos de los componentes que determinan de un modo prioritario dicha acción son las características del individuo que actúa y la estructura del deporte. Por lo tanto, se hace necesario un
conocimiento exhaustivo y detallado de la estructura de un deporte para poder desarrollar, con ciertas garantías de éxito, un proceso de entrenamiento y
enseñanza.
En primer lugar, debemos definir el término estructura. «Lo que es estructural en la multitud de los diferentes casos es la gramática del juego. La estructura no se examina en el posicionamiento de los jugadores y sí en el sistema de
relaciones entre los jugadores, el balón y el terreno. Es a partir de la compara-
CAPÍTULO III
LA ORGANIZACIÓN DEL JUEGO
EN EL FÚTBOL A 5 (FÚTBOL SALA)
1. EL FÚTBOL A 5
a. Origen
El fútbol sala comienza a jugarse en Brasil, más concretamente en São Paulo, en la década de 1930 en la Asociación Cristiana de Mozos (ACM), y se extiende rápidamente por el país. Tiene su origen en el fútbol, en la afición que
se crea en todo Brasil después de que éste venza a Uruguay en el primer mundial de fútbol, y como resultado de jugar en una superficie cubierta que permite practicarlo durante todo el año (Sampedro, 1997).
J. C. Ceriani3 explica que el fútbol sala nace como mezcla de reglas de fútbol, balonmano, waterpolo y baloncesto. Al fútbol sala se le conocía también
como «el deporte de la bola pesada», que gustaba mucho y poseía un marcado origen popular.
A la vez que el deporte se desarrollaba en Brasil, en Europa, en donde el
fútbol daba los primeros pasos, también se empezaban a utilizar los espacios
cubiertos, fundamentalmente en los países nórdicos, para jugar en las épocas
invernales; aparecía así poco a poco el fútbol sala.
En España el fútbol sala nació en 1974 (Alcázar, 1983)4, con un marcado
carácter recreativo y practicándose sin ningún reglamento ni unificación. Fue
en Madrid, en el club YMCA, desde donde se lanzó y se organizó además el
primer torneo. En 1975 se organiza el I Torneo Liga de Madrid con 5 equipos.
En sus inicios el fútbol sala estaba integrado en la RFE de Fútbol, más tarde
se creó la FEFS, y se jugaron dos ligas diferentes dependientes de cada federación. En la actualidad existe un Comité de Fútbol Sala dependiente de la
RFEF, y la LNFS organiza las competiciones de máximo nivel.
3
J. C. Ceriani, 1984. Normas e regulamentaçãos sobre futbol de salão. Revista futebol de salao, 6,
7-11.
4
Alcázar, A (1983). Historia de un nuevo deporte. Revista Golsala, 8, 8-9.
CAPÍTULO IV
LA ORGANIZACIÓN DEL JUEGO
EN EL FÚTBOL A 7
1. EL FÚTBOL A 7
a. Origen
El primer momento del que se tiene constancia de la reducción del número
de participantes en el juego del fútbol es en 1937, cuando Mogrete, instructor
del UFOLEP, adapta este tipo de organización en el Indre para sus competiciones USEP (Mercier, 1967b).
Posteriormente, en 1947, un grupo de especialistas del INS en Francia, dirigidos por el profesor Mercier, definen y codifican el primer reglamento de
juego a 9.
Es probable que el deseo de adaptar las necesidades del niño, tanto físicas
como tecnicocoordinativas y tácticas al juego haya provocado una profunda
discusión y estudio del juego actual de los niños, y haya dado como resultado
una adaptación del juego a las capacidades de los niños. Esa adaptación se
ha plasmado en los reglamentos de los juegos reducidos, que modifican el espacio, el número de jugadores y parte del reglamento.
Fue Henri Gauthier junto con Jacques Lahitte, instructores particularmente
conscientes del valor educativo de los juegos deportivos colectivos, los primeros que experimentaron dos fórmulas de juego reducido, el 5 contra 5, y el 7
contra 7. El interés mostrado por la Federación Francesa de Fútbol en el minifútbol aseguró su éxito, su progresión y su valor educativo como juego previo y
orientador hacia el fútbol a 11.
La Comisión de Estudio de la FFF-USEP, coordinada por Mercier, y supervisada por Delaunay, Secretario General de la FFF, presenta el primer reglamento de juego de fútbol reducido, el de fútbol a 5; y se experimenta organizando
una competición escolar con ocho grupos de niños de Maissons-Alfort, bajo el
patrocinio de la Oficina Municipal de Deportes (Mercier, 1967b).
Los juegos reducidos, por su adaptación a las capacidades del jugador,
por su carácter lúdico, por la simplificación de sus reglas y de los elementos
CAPÍTULO V
LA ENSEÑANZA DEL FÚTBOL
1. INTRODUCCIÓN
Consideramos que para poder enseñar fútbol debemos tener un conocimiento profundo de cuáles son sus características, finalidad y objetivos; y no
sólo del fútbol de alto nivel sino del fútbol que, en cada etapa de su desarrollo
juega el niño, porque evidentemente el fútbol de alevines no es el mismo fútbol
que el de los profesionales. Aun teniendo características similares, la utilización que cada jugador hace de los posibles recursos son completamente diferentes, y esto depende en gran medida de las capacidades del sujeto, del individuo que juega. Es por ello que pensamos que para enseñar fútbol debemos
tener también un conocimiento profundo del sujeto a quien estamos entrenando o enseñando. Un conocimiento de sus capacidades físicas, emocionales,
cognitivas y de aprendizaje será imprescindible.
A partir del conocimiento profundo del contenido a enseñar y del sujeto
que aprende, nos queda la labor de definir una metodología de enseñanza:
por dónde empezar, con qué contenidos, en qué fases vamos a dividir el proceso, cómo expondremos esos contenidos a los alumnos, etc.
El proceso de enseñanza del fútbol debe tener como contenido central el
propio juego y sus características fundamentales, es decir, la interacción entre
los dos equipos. El proceso debe partir del análisis del juego, de definir los
problemas que se le presentan al jugador y al equipo en cada momento de su
desarrollo deportivo. El proceso de enseñanza no puede ser cerrado y predefinido, sino que debe iniciarse a partir de las necesidades que tiene un jugador
o un equipo, por eso un aspecto clave del buen enseñante es su capacidad de
observación y análisis.
CAPÍTULO VI
MODELO DE APLICACIÓN PRÁCTICA
DEL PROCESO DE ENSEÑANZA
FASE I. CONSTRUCCIÓN DE LA RELACIÓN
CON EL BALÓN Y CONSTRUCCIÓN
DEL JUEGO COLECTIVO BÁSICO
Modelo competitivo de análisis:
Fútbol a 5.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL JUEGO
Independientemente de la observación de un modelo competitivo determinado (fútbol a 5, a 7 o a 11), el fútbol jugado por los que se inician en este deporte presenta unas características básicas generales que podemos resumir
en:
• Todos los jugadores corren detrás del balón y se amontonan en torno a él
con la intención de quedárselo o golpearlo.
• La relación con el balón se reduce al golpeo y a una conducción rudimentaria.
• Dificultades para ver el juego, ya que los jugadores se centran en la visión
del balón.
• Inmovilismo de los jugadores sin balón.
• Circulación involuntaria del balón.
• Las situaciones de finalización aparecen de forma aislada como resultado
de una acción individual.
• Inexistencia de colaboración y comunicación entre los jugadores tanto en
ataque como en defensa.
EJERCICIO N° 2
FASE: IV
ROL: FASE OFENSIVA
DESCRIPCIÓN
Distribuidos los jugadores en los 9 espacios definidos por el sistema 1-3-4-3, se realiza posesión. Se logrará un punto cuando el
balón haya pasado por todas las zonas sin ser tocado por el equipo rival.
REPRESENTACIÓN GRÁFICA
MODELO DE APLICACIÓN PRÁCTICA DEL PROCESO DE ENSEÑANZA
245
CAPÍTULO VII
LA TAREA Y LA SESIÓN
1. LA TAREA
a. Concepto
Para Bompa (1983), la tarea o ejercicio, entendidos como sinónimos, es un
acto motor sistemáticamente repetido, y representa el principal medio de ejecución del entrenamiento, teniendo como objetivo la elevación del rendimiento
del deportista y del equipo.
La tarea es el principal medio que concretiza el entrenamiento deportivo, la
estructura base de todo el proceso responsable de la elevación del rendimiento del jugador y del equipo, y su selección determina la eficacia de la sesión.
La selección de los ejercicios constituye el primer problema que debemos solucionar a la hora de diseñar una sesión de entrenamiento, y debe responder de
una forma adecuada a las exigencias de unos objetivos determinados.
Las tareas son los elementos fundamentales de la estrategia del entrenador
para transmitir sus ideas al equipo; su obligación principal es organizar las tareas que conduzcan al cumplimiento de las intenciones propuestas. Las tareas
deben:
Respetar la esencia o especificidad del fútbol, sus características, su funcionalidad y la relación de cooperación y de oposición. Como afirma Seirul-lo
(1992), «si los deportes de equipo en general, y el fútbol en particular, se caracterizan por la necesidad de resolver situaciones de juego variadas, en completa y estrecha relación con los compañeros, adversarios en un medio inestable, y todo de una manera integrada», no tiene sentido crear tareas de entrenamiento, o sólo tiene sentido crearlas en circunstancias muy particulares, en
que sólo esté presente uno de los componentes que tiene el juego.
Respetar las características propias de cada fase de aprendizaje, con la
intención de adecuar las tareas a las características de desarrollo del joven.
Alterando determinados elementos, como son el número de jugadores, el espacio, las porterías, etc., podemos modificar la complejidad del juego sin alterar la estructura funcional del mismo.
• Jugar de tal forma que el balón no pueda retroceder al sector anterior.
• Jugar pasando el balón sólo de una zona a otra con la que comparte lado.
LA TAREA Y LA SESIÓN
293
CAPÍTULO VIII
METODOLOGÍA BÁSICA
DE OBSERVACIÓN EN FÚTBOL
M. Teresa Anguera Argilaga
Facultad de Psicología
Universidad de Barcelona
1. INTRODUCCIÓN
La estructura del deporte del fútbol es altamente compleja, tanto desde su
perspectiva formal como funcional. Detrás de una apariencia simple subyace
una gran complejidad motriz, estratégica y social, en la cual no debe obviarse
el procedimiento seguido en su estudio y análisis.
Las posibilidades de la metodología observacional que pueden desarrollarse en el fútbol son inmensas, tanto desde la naturaleza de los acontecimientos del juego como desde la dinámica de éstos, y contemplando una perspectiva que puede ser grupal o individual.
El objeto de estudio varía notablemente en este abanico de posibilidades.
Desde el análisis de los sucesos esenciales del juego a las relaciones entre los
jugadores, y desde el estudio de la estructura socioconductual del equipo al seguimiento de las conductas motrices de determinados jugadores, cabe un amplio espectro.
Las vastas posibilidades de análisis y desarrollo metodológico que se están
implementando en la actualidad probablemente puedan aquilatarse para incrementar sus frutos potenciales. En cualquier caso, estamos convencidos de la
fuerte sinergia que permite vincular el juego del fútbol con el rigor y flexibilidad que caracterizan a la metodología observacional.
2. OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA DE PARTIDOS
El entrenador profesional, así como cualquier estudioso o investigador del
fútbol, tiene el deber de profundizar constantemente en el conocimiento del
juego, que además se halla en continua evolución (Mombaerts, 2000). A modo de ilustración, puede interesar la evolución de diversos elementos físicos,
técnicos o tácticos del juego a lo largo de una temporada, o el estudio de algu-
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