P U E R T A S A D E N T R O S NÚM. 12 | ENER O | 2013 i me aproximo a uno de sus “¡Bueno!, en principio, yo ya el amor con que él elabora una de lienzos, prácticamente no puepasé por ese territorio y fui preso”, sus pinturas. do ver ninguna huella en la superdice Laurencena, quien alguna vez Hugo Laurencena se formó, ficie. El objeto yace ahí, con un ya experimentó la prisión en aras como los antiguos pintores de grepeso inmaterial, reposando sobre de hacer denuncia política. Prefiemio, en el conocimiento del oficio su propia sombra, en medio de re ahora dejarse tocar por la beadquirido en la práctica del taller. la nada. Un nautilo, la protección lleza de un objeto que merece ser Gracias a la maestría técnica que calcárea de un animal ido, sirve entronizado. Curioso, pues parece ha alcanzado y a la conexión entre de gancho a la atención; pero no que nuestro tiempo le impone al el ojo y la mente, realiza imágenes es el nautilo en sí, son sus brillos, artista la misión de portavoz de las que proponen el escudriñamiensu intención de ser materia. causas sociales. Ante esa pregunta, to pormenorizado de los objetos Cuando le pregunto a Hugo Laurencena dice: “No hay denuncia que protagonizan su obra. En esa Laurencena por qué hacer pintura, en lo mío”; sin embargo, se maraconexión, que no cualquiera logra, me responde con desenfado: “Porvilla ante el hecho de que grupos la producción de imágenes se conque es volver al origen… Porque de jóvenes pasen tiempo mirando vierte en un largo y cuidado procees lo que tenía al alcance de la las balas de AKA 47 cuyos fulgoso en el que se hace aparecer, desde mano. No pude ir a la academia res y texturas engañan al ojo y lo el fondo del lienzo, aquel objeto coporque no tenía los medios. Yo tehacen dudar si está frente a una mún que, situado en un fondo neunía que trabajar; trabajaba y estupintura o frente a una fotografía. tro, perturba, ya por sus dimensiodiaba”. Pero, debajo de la converAunque no haya una vocación nes, ya por su puro emplazamiento sación, sabemos que la pintura es explícita de hacer militancia meen medio de la nada. Laurencena trampantojo, es intención deliberadiante su obra, Laurencena sabe no nos regala escenarios, sino proda de engaño. El engaño que desque el simple hecho de trasladar tagonistas. En ese amor que media vela una realidad oculta y que conla imagen de un objeto al lienzo entre la selección de un referente y tribuye más, en última instancia, al ya genera nuevos significados y, si su aparición mágica sobre la superdesocultamiento de la realidad. hay quienes se sientan impelidos a ficie del cuadro irradia su aprecia¿Dónde está parado Hugo Lauinterpretar políticamente un conteción de lo que es nuestro país. rencena en el campo de las vernido, es porque la vida de la obra El objeto en el plano pictórico tientes artísticas? La respuesta fácil es autónoma e independiente de siempre quiere decir algo: su taestá en decir “en el hiperrealismo”. los deseos de su autor. maño, exagerado a veces, como si Pero no es así. “En lo que yo hago Cuando se camina por las sael lienzo fuera el campo visual de hay mucho de simulación porque las monotemáticas y se recorre la un microscopio, obedece ya a una descontextualizo al referente, lo exposición de Laurencena, es povoluntad deliberada. Laurencena saco de su lugar y lo llevo a una sible advertir una intención (¿cucamina delante de sus obras, les situación aparente de ‘nowhere’. ratorial, del artista?) que permea la concede una última mirada satisEsto tiene que ver mucho con el disposición de las piezas: la selecfecha y piensa que ha captado lo Surrealismo, con De Chirico, con ción de los referentes (Ezequiel único de México. Magritte…”. Entonces, no hay voNegrete Lira, Tina Modotti, GaUNA CHARLA CON HUGO LAURENCENA, CUYA luntad de desnudar al objeto ante briel Fernández Ledesma, HermeEXPOSICIÓN REALISMO AUMENTADO PUEDE la mirada, o al menos, no como lo negildo Bustos) fue realizada por VERSE EN LAS SALAS MONOTEMÁTICAS DEL hicieron en su momento Duane el propio Hugo. ¿A qué se debió? Hanson, Howard Kanowitz, Franz Cada obra, a decir de Laurencena, MUSEO NACIONAL DE ARTE HASTA EL 17 DE Gertsch o Richard Estes… El hipese eligió “por instinto. Lo quise MARZO DE 2013. rrealismo de los inicios gozaba de hacer así, sin mirar… como niño”. la reputación de la que gozaron Pese a que esta razón puede ser Sara Gabriela Baz las tomografías: hacer aparecer, en gratuita, el visitante puede ver que todo su color y su textura, la cruhay un hilo conductor, un leitmodeza de una realidad exterior que, tiv que armoniza la presencia de a fuerza de detalle, podría ser más todas y cada una de las piezas. delirante que cualquier pesadilla. Ese leitmotiv puede ser entendido Al poner frente a nosotros la figucomo “lo mexicano”, como la prera de un adulto desnudo, obeso y sencia de los códigos que, como con expresión de hastío, el artista clichés, se yerguen en el concierto busca introducir un punto crítico y de las naciones y le permiten reapelar al espectador dándole una cordar al viajero un poco de su exsopa de su propio chocolate. periencia de paso por nuestro país. Pero Hugo Laurencena no Trompos, escobetillas, rosacomparte los mismos propósitos. rios, coronas de flores y de espiPara él, el objeto representado renas, la Virgen de Guadalupe, toviste atracción por alguna caractedos son ejemplos de elementos rística en particular. Al menos en que remiten a diferentes aspectos el cuerpo de obras seleccionadas de la idiosincrasia del mexicano. para Realismo aumentado. Hugo Algo que le maravilla a LaurenLaurencena no hay una intención cena –pintor de origen argentino, deliberada de ejercer crítica o de avecindado en México hace varios contar con un deseo explícito de años– es que lo que está hecho denunciar realidades. Parecería, en México tiene una magia espeincluso, lo contrario, sin embargo, cial: la de la producción artesanal. el objeto descontextualizado es Cada pieza de arte popular, cada siempre perturbador. juguete tradicional se trabaja con EL 10 1877 El 3 de enero de 1877, nació en El Havre, Francia, Raoul Dufy, pintor y escultor, inspirado en Gauguin, Matisse y los fauvistas.