Escuela Activa Urbana - Fundación Escuela Nueva

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Escuela Activa Urbana,
modelo para mejorar la calidad
de la educación y construir ciudadanía.
Escuela Activa Urbana,
modelo para mejorar la calidad
de la educación y construir ciudadanía.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier
medio, sin permiso escrito de la Fundación Escuela Nueva.
DIRECCIÓN
Vicky Colbert de Arboleda
AUTORÍA DE TEXTOS
Ángela Constanza Jerez
FOTOGRAFÍA
Archivo Fundación Escuela Nueva Volvamos a la Gente
REVISIÓN DE CONTENIDO
Clarita Arboleda
Heriberto Castro
Cristian Pineda
DIAGRAMACIÓN
Diana Santamaría
© Fundación Escuela Nueva Volvamos a la Gente
Fundación Escuela Nueva Volvamos a la Gente
Calle 39 Nº 21 -57
PBX: 2 45 27 12
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www.escuelanueva.org
Escuela
Activa
Urbana,
modelo
para mejorar
la calidad de
la educación
y construir
ciudadanía
Son las 10 de la mañana. Varios estudiantes de
primaria del Gimnasio Santander están reunidos
alrededor de una mesa tomando decisiones
importantes para ellos, por ejemplo: qué tipo de
actividades son las apropiadas para los estudiantes
de primero y segundo que participarán en las
competencias deportivas que se avecinan.
Dos profesores están con ellos, pero no dirigen la
reunión. Julián David Muñoz, estudiante de quinto
de primaria, de solo 10 años, da la palabra y orienta
la conversación. Niños y niñas de primero, cuarto
y quinto grado esperan su turno para hablar, dan
las razones de sus opiniones, preguntan, contrapreguntan y entre todos sacan conclusiones.
Este tipo de escenas son frecuentes en el Gimnasio
Santander, un colegio de 190 estudiantes de Tunja
(Boyacá), que desde hace 3 años comenzó con
Escuela Activa Urbana (EAU), el modelo educativo
que surgió de la adaptación de Escuela Nueva al
contexto urbano que inició la Fundación Escuela
Nueva Volvamos a la Gente (FEN) en 1987.
EAU tomó de Escuela Nueva las estrategias y los
elementos con los que este reconocido modelo
pedagógico ha alcanzado logros importantes en
niños y niñas, en Colombia y en el exterior.
3
“Cuando los niños sólo
trabajan de manera
individual uno no los
conoce realmente. Al
trabajar en equipo
aprenden a manejar
conflictos, escuchar
y contextualizar, a
ser autónomos. Es
un ambiente más
rico en procesos
sociales”, Diana
Nieto, profesora de
diferentes grados en
básica primaria.
En los colegios de Escuela Nueva los estudiantes no
están sentados unos detrás de otros; están organizados
en pequeños grupos para poder dialogar, intercambiar
opiniones, reflexionar y trabajar con guías de aprendizaje
que orientan su proceso de enseñanza-aprendizaje en las
diferentes asignaturas.
También tienen la posibilidad de ser elegidos para cargos
del gobierno estudiantil, tal y como lo hacen los adultos
para elegir a las personas que gobiernan. Esta estrategia
pedagógica les permite vivir la democracia y ciudadanía con
experiencias cotidianas.
“A nosotros todo esto nos gusta mucho. Antes los profesores
solo escribían en el tablero, no hacían casi actividades. En
cambio ahora leemos más, jugamos y aprendemos cosas
nunca vistas”, cuenta Julián con entusiasmo.
“Escuela Activa Urbana nos ha favorecido en muchas cosas. Por ejemplo, nos
dio habilidades para comunicarnos e interactuar con nuestros compañeros.
Además, es muy organizado, todo tiene su punto de inicio y un final, es
fácil seguir al profesor y a la guía de aprendizaje. Las preguntas sobre
las lecturas son muy interesantes”, Abel Andrés Villa, 16 años.
4
Este tipo de comentarios son constantes entre
los niños que estudian en instituciones donde
se aplican los principios de EAU. La posibilidad
que tienen de participar de forma activa en su
proceso de aprendizaje les ha dado excelentes
resultados.
En el caso del Gimnasio Santander es
evidente. Ana Belén Gil Cárdenas, su directora,
cuenta con orgullo que en las pruebas Saber
usualmente quedaban en la categoría media,
pero desde que están con EAU están ubicados
en categoría superior.
Las pruebas Saber evalúan las competencias
matemáticas, así como las competencias
en Ciencias Naturales y Lenguaje de los
estudiantes de Colombia de quinto y noveno
grados.
“Los profesores y yo estamos seguros de
que estos logros académicos se deben a que
nuestros alumnos están más entusiasmados
por venir a estudiar y se llevan mejor unos con
otros. También porque los docentes están más
comprometidos y comparten las experiencias
de los procesos de aprendizaje”, cuenta Ana
Belén.
Los padres de familia también sienten que
ha cambiado su forma de relacionarse con
el colegio. Participan en talleres y otras
actividades donde se enteran de los logros
y las dificultades que van surgiendo en el
proceso que llevan sus hijos. Tienen un papel
más activo en la escuela.
5
“Siento que ahora
podemos hacer las
cosas mucho mejor
porque juntos somos
un equipo y todos
nos preocupamos por
dar lo mejor”,
Robert Jeset
Carvajal,
8 años.
“El trabajo en equipo
hace que haya
diferentes aptitudes
y actitudes, lo cual
permite que se jalonen
procesos”, Consuelo
Campos, profesora de
segundo grado.
Escuela Nueva,
la génesis de
Escuela Activa Urbana
La historia de Escuela Activa Urbana
(EAU) comenzó en la década de los
80 cuando el modelo Escuela Nueva
empezó a tener auge en las zonas
rurales de Colombia por contribuir
con los objetivos de universalizar
la primaria, disminuir las tasas de
deserción y repitencia y mejorar los
logros de aprendizaje y desarrollo
socioafectivo de los estudiantes.
país le abrieron sus puertas. Y cuando se
implementó exitosamente en el país, sus
resultados fueron potentes: los puntajes de
las escuelas rurales de Colombia superaron
los de las urbanas de ciudades pequeñas1.
Su esencia es el aprendizaje activo y
participativo, centrado en el estudiante. Por
consiguiente, se pensó que sus estrategias
(con algunas adecuaciones) y principios
podían ser replicados en la zona urbana.
Desde esa época, Escuela Nueva se
ha caracterizado por formar niñas y
niños participativos, colaborativos,
responsables,
creativos,
críticos,
tolerantes, autónomos y protagonistas
de su proceso de aprendizaje a través
de estrategias vivenciales. También ha
promovido un nuevo rol del docente,
como orientador y facilitador.
“Sabíamos que el modelo tenía un potencial
enorme en escuelas urbanas. Es pedagogía
de punta. Entonces, ¿por qué implementarla
en el sector urbano? Nos dimos a la tarea
de diseñar los materiales adaptados para
estos nuevos contextos. Con el apoyo de
la Fundación Interamericana, en 1987
iniciamos la adaptación de Escuela Nueva
y la bautizamos Escuela Activa Urbana. La
denominamos así para diferenciarla de la
Escuela Nueva es buena pedagogía;
y ha demostrado resultados. Por ello,
cerca de 30.000 escuelas rurales del
1
6
UNESCO. First Comparative International Study on Quality of
Education, 1999;
Padres de Familia apoyan la elaboración de
materiales para los centros de recursos. Sierra
Morena (Ciudad Bolívar)
Docente y estudiantes de sector urbano.
escuela multigrado en el sector rural”, explica
Vicky Colbert, coautora del modelo Escuela Nueva
y fundadora y directora de la Fundación Escuela
Nueva Volvamos a la Gente. Esta organización
se creó a finales de los 80´s con el objetivo de
contribuir al mejoramiento de la educación,
especialmente a través de la aplicación de los
modelos Escuela Nueva y Escuela Activa Urbana.
En 1994, la Misión de Ciencia, Educación y
Desarrollo, llamada Misión de Los Sabios,
comisionada por el presidente César Gaviria para
reflexionar sobre la Colombia del futuro, respaldó
con sus consejos la decisión de esta Fundación
de extender la adaptación de Escuela Nueva al
sector urbano. Los Sabios recomendaron que
“los colegios de básica primaria incorporaran los
aspectos más importantes del modelo Escuela
Nueva, como el trabajo con materiales de
autoestudio, el trabajo en grupos y el gobierno
escolar”2.
Pero la FEN, desde 1987, ha venido cumpliendo
con esta tarea. A la fecha, Escuela Activa Urbana
ha llegado con éxito a Bogotá, Funza y Madrid
(Cundinamarca); Supía, San José, Salamina,
Chinchiná y La Dorada (Caldas); Medellín
(Antioquia); Tunja (Boyacá); Buenaventura y Cali
(Valle del Cauca) y Pamplona (Norte de Santander).
Inclusive fuera del país, en Chile, en 1991 el modelo
EAU también fue implementado exitosamente en
las comunas de Conchalí, Lo Espejo y Ñuñoa en
Santiago, y en la municipalidad de Pirque.
Y desde el 2005, la Fundación Luker ha venido
apoyando e impulsando su expansión de manera
decidida y comprometida en la ciudad de
Manizales.
2
Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo. Colombia al filo de la
oportunidad. Informe conjunto. Bogotá, pág. 109
7
Centro Educativo La Estación (Fontibón)
“El éxito de Escuela Activa
Urbana es el compromiso.
Compromiso de los maestros,
de los padres de familia y de
los niños.” Aura Marina Castro
fue profesora durante
28 años y aplicó los
principios de Escuela
Nueva y Escuela Activa
Urbana.
Una historia
llena de logros
Colegios parroquiales,
los primeros
estas instituciones permitió determinar las
adaptaciones que era necesario hacer a los
componentes, estrategias y elementos de
Escuela Nueva que eran exitosos en el sector
rural y debían responder a las condiciones,
particularidades y necesidades de las
escuelas y poblaciones urbanas.
Angélica Castillo todavía recuerda el día en
1989 en que llegó como docente al colegio
parroquial Nuestra Señora de Las Victorias en
Tunjuelito, una zona deprimida y marginal de
Bogotá. “La hermana directora me dijo que
allí se estaba implementando el modelo de
Escuela Activa Urbana. Este era uno de los
cuatro colegios parroquiales que formaban
parte de un proyecto piloto de la FEN apoyado
por la FIA, que buscaba evaluar cómo se
desarrollaba Escuela Nueva en las zonas
urbanas, en sectores de escasos recursos”.
En general, los resultados en todos los colegios
superaron las expectativas. Los estudiantes
se volvieron más espontáneos, creativos y
activos. Mostraron fluidez en la expresión
verbal y en la escritura de textos libres,
capacidad para elaborar planteamientos
sobre sus vivencias y una gran apropiación
del Gobierno Estudiantil. Esto los llevó a
ser más participativos en las actividades del
colegio y a proponer proyectos y llevarlos a
cabo. Tanto los alumnos como los profesores
asumieron nuevos roles. Ahora tenían una
relación más amigable, afectiva y cálida. Y
como lo resalta una publicación de UNESCO,
el docente acentuó más la capacidad
de acompañar y evaluar el proceso de
aprendizaje de los alumnos y reducir la de
trasmitir instrucciones e información. “El
nuevo rol del docente reduce la cantidad de
tiempo destinada a ser un mediador entre
Angélica era estudiante de segundo semestre
de Licenciatura en Educación Básica de la
Universidad Santo Tomás. En sus clases
había escuchado algo sobre Escuela Nueva,
pero siempre referido al sector rural, lo cual
despertó su curiosidad por saber cómo se
aplicaba en las ciudades.
Además de los colegios parroquiales de
Bogotá, ingresó al pilotaje de la FEN un
centro educativo oficial de Pamplona
(Norte de Santander). La experiencia en
8
el conocimiento y los alumnos, ya que se
estimula la relación más directa posible entre
el alumno y el conocimiento. De esta manera,
se incrementa el tiempo destinado a identificar
problemas de aprendizaje individuales, la
participación en los trabajos de grupo, la
comunicación verbal y escrita y, en definitiva,
el dominio de los objetivos de aprendizaje.3”
La profesora formó parte del grupo de las
más de 500 maestras comunitarias que
fueron capacitadas por la FEN en el modelo
Escuela Activa Urbana en los 90. “Les dimos
el mobiliario necesario para el trabajo en
grupo de los niños, guías e ideas sobre cómo
enseñarles. De esta manera se logró que la
Secretaría de Educación de Buenaventura
reconociera los estudios realizados por los
niños en las escuelas populares”, cuenta
Gloria Sofía Sánchez.
Al ver estos cambios, la organización
global Plan Internacional dio su apoyo a
la Fundación Escuela Nueva Volvamos a
la Gente para extender el modelo a otros
centros educativos. De esta manera, entre
1992-1997 llegó a las escuelas populares de
Buenaventura, conocidas en el país por su
extrema pobreza y su modalidad no-formal,
y también a instituciones marginales de
escasos recursos en Cali y Pamplona.
Después de este proceso, la escuela de
Adelina siguió progresando. El Centro
Educativo Santa Rosa, como se llama, tiene
hoy 12 aulas y ofrece educación diurna y
nocturna a cerca de 600 estudiantes.
“Escuela Activa Urbana nos dio fortalezas y
capacidades para responder a las necesidades
de nuestros niños. Nos permitió crecer”,
cuenta la profesora.
Escuelas populares se beneficiaron
de las estrategias de Escuela Activa
Urbana
Más colegios se vinculan
La escuela de Adelina Adamburo fue una de
las 200 escuelas comunitarias o populares
que puso en práctica las estrategias de
EAU. Gracias a ello sus estudiantes fueron
admitidos en el sistema educativo formal
para continuar sus estudios de secundaria.
Instituciones como la Fundación Interamericana, Plan Internacional, Fundación Corona, Corporación Dios es Amor-CDA, Fundación FES,
Dividendos por Colombia, Fundación Luker,
Fundación Génesis, Visión Mundial y Secretarías de Educación de Bogotá, Manizales y
Caldas comprendieron que había que irradiar
el modelo Escuela Activa Urbana y, conjuntamente con la Fundación Escuela Nueva, la
apoyaron en distintos momentos para llevarla
a más sectores populares de municipios y ciudades de la geografía colombiana.
“De esta manera se reconocía el carácter
formal a organizaciones no formales que
implementaron Escuela Activa Urbana”,
recuerda Gloria Sofía Sánchez, quien estuvo
a cargo de la coordinación del proceso por
parte de la Fundación Escuela Nueva.
En 1995, EAU llegó a colegios de la Policía de
Bogotá. Colegios como Nuestra Señora de
Fátima, Elisa Borrero y San Luis le abrieron sus
puertas para beneficiarse con sus resultados.
La escuela de Adelina comenzó a operar en la
sala de la casa de sus papás a donde, en los
80, llegaron varios niños de la zona quienes
no tenían un lugar para estudiar. El más
cercano les exigía documentos, uniformes y
cuadernos.
Para la Fundación Escuela Nueva, a cargo
de la ejecución del proyecto, así como para
“Los estudiantes adquieren responsabilidad y también aprenden a manejar los deberes
y los derechos. Aprenden a compartir, convivir y ejercer la autonomía. Esto ha generado
verdaderamente un cambio porque estamos notando en los estudiantes más compromiso con
la institución. Mejoran sus relaciones interpersonales, mantienen el entorno y están
también más interesados en proponer, en ser líderes, en ser autónomos”.
Silvia Espinosa, rectora de Ininsu, Supía (Caldas), 2007
3
Ernesto Schiefelbein, Rodrigo Vera, Humberto Aranda, Zoila Vargas y Victor Corco, 1992, En busca de la Escuela del siglo XXI. Dos
experiencias de auto-aprendizaje, CPU-Unesco, Santiago de Chile, pp. 120
9
estudiosos de los temas educativos, estas instituciones
educativas permitieron aplicar el modelo pedagógico en
contextos diferentes.
Entre 1995 y 1997, la FEN, con el apoyo de la Fundación
Corona a través del Fondo de Cofinanciación para
Comunidades Urbanas – FOCUS, extendió EAU al Centro
Educativo Manuel Élkin Patarroyo y a la Asociación Centro
Comunitario Ciudad de Londres, en Ciudad Bolívar (Bogotá).
Más investigaciones
han respaldado EAU
En 1995, investigadores asociados a la Universidad Javeriana
realizaron un estudio evaluativo
de EAU y en él destacaron que
era “una alternativa de mejoramiento cualitativo para el país,
especialmente para las poblaciones urbano-marginales”4 porque
mostraba cambios en las escuelas
en las que se estaba aplicando, los
cuales impactaban de manera positiva la calidad.
El estudio también resaltaba lo
siguiente:
“La viabilidad del modelo se basa
en evidencias reflejadas en los
cambios que se han venido dando
en las escuelas observadas: nuevos roles de los docentes y de los
niños. El maestro ha comenzado
a asumir un papel de orientador
y facilitador del proceso de enseñanza aprendizaje, permitiendo
establecer una relación más cercana con el niño que redunda en
un mayor protagonismo del alumno en el proceso educativo”.5
Por estas y otras razones, los investigadores recomendaron que el
modelo se replicara en instituciones con condiciones similares en
las que estaba en ese momento.
4
5
Parra, Omayra; Lesmes María Carolina;
Solano, Martha; Vásquez, María Elvira;
Serrano, Carlos. Estudio Evaluativo del
Programa Escuela Activa Urbana. Bogotá, 1995, p.113.
Ibíd.
Así mismo, en 1997 y 1998, estudiantes de colegios
oficiales de la capital del país se beneficiaron con el modelo
Escuela Activa Urbana. Bajo convenio con la Secretaría de
Educación de Bogotá, la Fundación Escuela Nueva capacitó
a 217 docentes de 16 centros educativos en estrategias de
EAU, con énfasis en mejoramiento de convivencia.
Un estudio de sistematización de la experiencia encontró,
entre otros, los siguientes resultados6:
• Los niños y las niñas participaron más en las actividades
escolares.
• Se desarrollaron prácticas pedagógicas en las cuales
se promovió el trabajo en equipo y el aprendizaje
colaborativo.
• Padres y madres tuvieron la percepción de que los
niños y las niñas eran más colaboradores.
• Se apreció un ambiente de disciplina, organización,
orden y apoyo entre los estudiantes.
Posteriormente, en 1999, con la Corporación Dios es
Amor (CDA) Colombia, la FEN orientó la implementación
de EAU en Lucero Alto (Ciudad Bolívar) y en CDA Altos
de Cazucá, en Soacha. Y en 2002, en convenio suscrito
con Dividendos por Colombia y con financiamiento de
Panamco, la FEN desarrolló el proyecto Escuela Activa
Urbana en seis centros educativos de Bogotá y en cinco
centros educativos de Medellín. Uno de estos Centros
Educativos, el Octavio Calderón Mejía en Medellín, ha
tenido significativos reconocimientos por la calidad de
la educación que imparte, basados en los excelentes
resultados logrados a partir de la implementación del
modelo Escuela Activa Urbana.
Con el apoyo de la Fundación Génesis, el Colegio San
Bartolomé de la Merced, uno de los primeros establecidos
en Santafé de Bogotá desde la época colonial, en 2006
también implementó el modelo Escuela Activa Urbana con
la asesoría y acompañamiento técnico de la FEN.
6
Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico – IDEP
y Fundación Volvamos a la Gente. Coordinadores Técnicos: Colbert, Vicky y
Rojas, Manuel. Construyendo una escuela para la convivencia ciudadana.
Sistematización de la experiencia y cualificación del proyecto de intervención
en el Distrito Capital. Bogotá, 1999.
10
Gobiernos estudiantiles, microcentros y guías de
aprendizaje, entre otras, fueron las estrategias
implementadas que permitieron un mejoramiento
de los ambientes de aprendizaje y en los logros de
los estudiantes en ese centro educativo.
El Padre Alberto Múnera, rector del Colegio San
Bartolomé de la Merced manifiesta: “Desde el
momento en que se inició la aplicación del modelo,
orientado por la FEN, se generó un entusiasta
cambio en la participación de las familias
de los estudiantes de preescolar y primaria,
por cuanto asumieron con toda seriedad los
aportes previstos en el sistema educativo que se
implementaba. Igualmente se pudo observar un
excelente desarrollo de aptitudes y capacidades
en los/las estudiantes: se mejoró notoriamente
el aprendizaje compartido, se fortalecieron los
liderazgos, se detectaron cualidades ocultas, se
progresó rápidamente en lecto-escritura, se logró
el crecimiento de la comunidad educativa y se
lograron los objetivos propios de la educación
personalizada, tan propia de los Colegios de la
Compañía de Jesús.”
Escuela Activa Urbana
nivela instituciones con bajos logros
En el año 2000, instituciones oficiales de Bogotá
pusieron en práctica todas las estrategias y
elementos de EAU. Dentro del Programa Nivelación
para la Excelencia de la Secretaría de Educación de
Bogotá, la Fundación Escuela Nueva fue invitada
a acompañar y asesorar a 20 centros educativos
oficiales de barrios de estratos 1 y 2 que habían
obtenido los logros más bajos en la Evaluación de
Competencias Básicas en Lenguaje y Matemáticas
realizada por la Universidad Nacional en 1998.
Cuando estos colegios fueron evaluados en el
año 2002 mejoraron sus resultados en un 45% en
Lenguaje y un 81% en Matemáticas. Este hecho
fue noticia en el país pero lo fue más el destacado
resultado del Centro Educativo Distrital Villas del
Diamante (asesorado por la Fundación Escuela
Nueva) en las Pruebas Saber del 2002.
Los alumnos de quinto de primaria de este colegio,
ubicado en la parte más encumbrada de Lucero
Alto en la deprimida Ciudad Bolívar (Bogotá), eran
los mejores del país para interpretar y explicar
textos, después de que en las pruebas aplicadas
por la Universidad Nacional en 1998 habían
obtenido los logros más bajos.
11
“Me gusta (Escuela Activa Urbana)
porque uno trabaja en equipo
y puede ayudar así a las otras
personas.
Todos somos iguales, pero con
pensamientos diferentes”,
María Fernanda Castañeda,
9 años.
“Las guías son divertidas, traen
dibujos y muchas actividades que lo
motivan a uno”,
Herbert Camilo Fernández, 9 años.
“Como Rector del Colegio pude volver
a sentir el mismo entusiasmo que se
generó cuando en décadas pasadas
implementó la Compañía de Jesús en
sus Colegios en Colombia el proyecto
de educación personalizada. La
propuesta de Escuela Activa Urbana
de la FEN hace posible una educación
integral con participación de toda
la comunidad educativa, regida
por la convicción de que docentes
y estudiantes intercambian
aprendizajes; y construyen junto
con las familias y el entorno los
procesos educativos en un ambiente
de participación y de crecimiento
armónico de las diversas dimensiones
de la persona humana: intelectual,
afectiva, comunicativa, estética,
lúdica, corporal, ética, social y
trascendente.”
Padre Alberto Múnera
Una experiencia
sobresaliente
El éxito de EAU está en sus estrategias
y elementos, como lo demuestran los
procesos y resultados de los colegios que la
han aplicado.
Hoy, 16 años después, es un referente
en el departamento por los logros
alcanzados. Pasó de tener 76 estudiantes
a 1280, quienes cursan desde preescolar
hasta grado 11 en tres especialidades:
diseño de modas, diseño gráfico y
desarrollo de software. Hoy cuenta con
332 estudiantes en las siete carreras
técnicas y tecnológicas que están en
convenio con el SENA.
Un ejemplo de ello es la institución Octavio
Calderón Mejía, que fue reconocida en el
2008 con el premio Ciudad de Medellín a
la Calidad de la Educación en la categoría
Mejor Colegio del Sector Público.
Igualmente, en el 2009, esta institución
educativa obtuvo el mismo premio por su
experiencia significativa: Resignificación
del Modelo Escuela Nueva en la IE Octavio
Calderón Mejía. Guías de Aprendizaje:
Construimos Experiencias, Transformamos
Realidades.
“Me siento muy orgullosa de lo que
hemos logrado porque ha sido un gran
cambio, no sólo en el colegio sino en el
contexto, en la comunidad. Los niños
venían (a la escuela) como castigo
porque estaba muy abandonada, con
pupitres rotos, en latas. Recuerdo a un
niño que una vez entró llorando porque
se había peleado con un niño de otro
colegio. Le había dicho que su escuela
era la más fea”, cuenta la rectora.
La historia de EAU en este colegio se remonta
al año 1995 cuando Claudia Holguín, quien
había sido docente de Escuela Nueva en
el sector rural, llegó a este colegio como
rectora. En ese entonces, era un colegio
con mala reputación en la comunidad por el
estado de deterioro en el que se encontraba
y por la zona en la que estaba ubicado.
Además, no ofrecía todos los grados.
Claudia había trabajado como jefe de
núcleo educativo en varios municipios
de Antioquia en los que llevaba diez
años aplicando el modelo Escuela
12
Nueva, y pensó que este modelo pedagógico podría
ayudarla en su tarea de transformar su institución.
“Empecé por cambiar los ambientes de aprendizaje.
Con ayuda de la Secretaría de Educación, los padres
de familia y algunas empresas conseguimos mobiliario
adecuado para el trabajo en equipo. Luego busqué las
guías de aprendizaje de la Fundación Escuela Nueva y
comencé un proceso de capacitación con los maestros.
Al año siguiente pedí autorización para abrir sexto
y así fui ampliando cada año. Después entramos a
formar parte del grupo de los tres colegios escogidos
para pilotear el modelo Escuela Activa Urbana en
Medellín, con la asesoría y acompañamiento de la FEN
y el apoyo de Dividendos por Colombia. Así pudimos
potenciar al máximo nuestros avances.”
Desde entonces, los estudiantes aprenden
compartiendo en grupos de trabajo, guiados por
el maestro, quien se convirtió en un facilitador y
orientador del aprendizaje. Los docentes adaptan
los materiales para que tengan relación con las
características, las necesidades y los recursos de
la escuela y del entorno y motivan a los niños a
liderar procesos y reflexiones. Con ayuda de las
guías de aprendizaje promueven actividades de
trabajo individual, por parejas o en grupos, así como
proyectos de estudios.
De esta manera, niños y niñas aprenden Matemáticas,
Lenguaje, Ciencias, Sociales y demás asignaturas
observando, experimentando, analizando, dialogando,
confrontando. Cada uno va a su propio ritmo y a la vez
aprende a interactuar con los otros, a entender sus
puntos de vista y a defender los suyos con argumentos,
sin usar la fuerza. Además, ejercen el derecho al
voto porque eligen y son elegidos para el Gobierno
Estudiantil a través del cual aprenden en la práctica
qué significa ser ciudadano.
Los profesores sienten que los capacitan más para
atender los nuevos requerimientos, mientras que los
padres de familia son convocados con más frecuencia
para participar en las decisiones de la institución y
recibir capacitación en temas necesarios para ellos
como crianza, salud, vida en familia y formación de
los hijos.
El trabajo con las guías de aprendizaje permite a
los docentes redescubrir a los niños en un nuevo
contexto y descubrir una capacidad de aprendizaje de
los niños, mayor de la esperada.
13
Nunca es tarde
para aplicarlo
Después de 24 años
de ejercicio de la
docencia, Leonor Argote,
maestra del colegio Heladia Mejía
de Bogotá, puso en práctica los
principios de EAU. Por sugerencia
de una compañera, que trabajaba
con este modelo desde hacía varios
años, decidió medírsele al cambio
con la idea de responder a las
necesidades de sus estudiantes.
“El año pasado estaba preocupada
porque tenía un curso muy difícil:
niños de diferentes edades, entre
9 y 15 años en extraedad por
desplazamiento y por problemas
de disciplina –comenta Leonor–.
Eran niños rechazados de otras
instituciones. Con este modelo
salieron adelante. Dejaron de ser
intolerantes y aprendieron a trabajar
en equipo y a compartir. Se volvieron
curiosos y responsables. Primero se
reconocieron a sí mismos y luego
a los demás. Hoy son líderes y eso
es importante porque Colombia
necesita liderazgo”.
Por estos días, los estudiantes de
Leonor están preparando una charla
con la que buscan concientizar a la
comunidad sobre la importancia
de conservar y cuidar el ambiente
a través del reciclaje. La charla la
darán a sus padres y a los adultos
que trabajan en los talleres de
mecánica ubicados cerca al colegio,
en el norte de Bogotá.
Los niños se ven entusiasmados con
la tarea y dicen que las guías, los
centros de recursos de aprendizaje
y las conversaciones que sostienen
con sus compañeros y su maestra
son la fuente de su inspiración y
motivación para buscar nuevos
temas para investigar.
Espontaneidad,
capacidad
de
expresión y autoestima, eso es lo
que se ve en los estudiantes de
Leonor y de otros profesores de esta
institución.
Una educación
para el siglo XXI
La Fundación Escuela Nueva Volvamos a la Gente fue creada con el propósito
de apoyar a centros educativos de educación básica, rurales y urbanos, en el
mejoramiento de la calidad de la educación que ofrecen. Sus fundadores tenían
y tienen la convicción de que la educación de calidad es fundamental para que
los seres humanos puedan mejorar su calidad de vida, y que es un vehículo
indispensable para combatir pobreza, inequidad y exclusión.
Actualmente la FEN trabaja con estudiantes, docentes, comunidades y
administradores de la educación, nacional e internacionalmente, en la
transformación de escuelas convencionales hacia Escuelas Nuevas; fortalece
y consolida el modelo Escuela Nueva en sectores rurales, asesora y acompaña
técnicamente a centros educativos urbanos en la implementación exitosa del
modelo Escuela Activa Urbana, e innova y adapta este modelo y pedagogía a
nuevos sectores y poblaciones.
Hoy, cuando se ha logrado superar el problema de cobertura en el nivel de
básica (1°-9°), la necesidad del sistema educativo es mejorar la calidad. Además
de desarrollar competencias básicas en Matemáticas, Lenguaje y Ciencias los
14
estudiantes deben estar en capacidad de responder a
los retos de la modernidad. Esto implica saber tomar
decisiones, resolver problemas, seguir instrucciones,
argumentar, participar en procesos, producir
conocimiento, trabajar en equipo, manejar relaciones
y conflictos entre otras competencias. El aprendizaje
colaborativo, eje de Escuela Nueva, es el motor de
estas competencias.
Dentro de estas capacidades es importante resaltar
la necesidad de desarrollar pensamiento crítico. En el
siglo XXI, el siglo de la información, se deben recibir y
manejar información con sentido crítico y haciendo el
mejor uso de las herramientas que la divulgan.
Según el Vicepresidente de Microsoft, las Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TIC) son
aprovechadas si el modelo pedagógico ha abonado
el terreno para su llegada. Aquellos estudiantes
que crean su propio conocimiento, desarrollan
su creatividad, son críticos y se autorregulan las
utilizarán mejor.
“Nosotros entendemos que los niños deben
desarrollar habilidades para comprender y producir
textos, aplicar operaciones matemáticas en la solución
de problemas de su vida diaria, pero también deben
aprender a trabajar en equipo, liderar procesos, ser
críticos y creativos porque esas son las destrezas que
están pidiendo los empresarios y las circunstancias
del nuevo mundo. Todo eso lo logramos con Escuela
Nueva y Escuela Activa Urbana”, señala Vicky Colbert.
Estudiantes de básica primaria y secundaria se están
beneficiando de esta educación que los prepara para
afrontar retos del siglo XXI. Además, a través de una
plataforma virtual que la Fundación Escuela Nueva
está desarrollando, podrán reforzar sus conocimientos
y probar nuevas herramientas.
Escuela Activa Urbana llegará así a la era virtual
pero mantendrá su esencia: formar estudiantes
críticos, responsables, autónomos, colaborativos
y participativos. Niños y niñas que son y serán
protagonistas de su proceso de aprendizaje y que
aprenden a relacionarse y convivir pacíficamente.
“Yo siento que nos ayuda a progresar porque el
trabajo en equipo con guías nos hace argumentar lo
que estamos pensando.
Cada vez nos comprendemos y nos ayudamos más, así
mejoramos la disciplina”,
Jhoan Sebastián Vargas, 9 años.
15
Formación para la
convivencia
“¿Qué admiro de este programa
y por qué lo instauramos?
Primero, porque tiene un gran
valor que es el autoaprendizaje;
segundo, la autorregulación;
tercero, lo más importante,
que uno puede ver en esto
educación participativa. De
esta manera, los estudiantes
están interactuando
permanentemente. Y hay
un tema absolutamente
importante y es que las
evaluaciones (realizadas al
programa) han demostrado
el impacto que tiene en la
convivencia entre los niños.
Y cuando hablamos de
convivencia entre los niños
estamos hablando de que ésta
es la única forma de llegar a la
paz”.
Germán Cardona,
Alcalde de Manizales, 2001.
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