Cambio Climático, Convención Marco de las Naciones Unidas

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Grupo de Mitigación del Cambio Climático
Cambio Climático,
Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático,
Protocolo de Kyoto y
Mecanismo de
Desarrollo Limpio
Guía Básica
Libertad y Orden
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
República de Colombia
República de Colombia
ÁLVARO URIBE VÉLEZ
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
SANDRA SUÁREZ PÉREZ
MINISTRA DE AMBIENTE, VIVIENDA Y DESARROLLO TERRITORIAL
JUAN PABLO BONILLA ARBOLEDA
VICEMINISTERIO DE AMBIENTE
BEATRIZ ELENA URIBE
VICEMINISTERIO DE VIVIENDA
Y
DESARROLLO TERRITORIAL
SANDRA PATRICIA BUENO LENIS
SECRETARÍA GENERAL
GRUPO DE MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO
MARTHA PATRICIA CASTILLO DELGADO
COORDINADORA GRUPO DE MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO
FRANCISCO ARANGO URIBE
ASESOR ASPECTOS INTERSECTORIALES
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
GRUPO DE COMUNICACIONES MAVDT
JOSÉ ROBERTO ARANGO
WILSON GARZÓN
2
Contenido
Introducción
4
Efecto invernadero y cambio climático
5
Efectos del cambio climático sobre el planeta
6
Efectos del cambio climático sobre Colombia
8
Gases de efecto invernadero
9
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático - CMNUCC
11
Protocolo de Kyoto
13
Mecanismo de Desarrollo Limpio
15
Proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio
16
Ciclo de proyecto
18
Glosario
22
Bibliografía
25
3
1
Las primeras lecturas
sobre un incremento
constante de dióxido
de carbono en la
atmósfera comenzaron
a darse desde 1957 en
el observatorio
atmosférico de Mauna
Loa en Hawai.
4
Introducción
Hace unos años, poco se sabía sobre el “calentamiento global”, el
efecto invernadero, las variaciones climáticas y las consecuencias
nefastas que pueden acarrear, tales como huracanes, inundaciones
causadas por el desbordamiento de los ríos, la propagación de
enfermedades tropicales a otras latitudes y aumentos en el nivel
del mar que podrían hacer desaparecer islas e inundar grandes
extensiones de las zonas costeras que hoy conocemos.
Incrementos en la frecuencia de huracanes, sequías y otros
fenómenos climáticos alrededor del mundo en el transcurso del
siglo pasado condujeron a la realización de estudios científicos que
en la década de los años 80´s arrojaron resultados con indicios de
que factores causados por el hombre estaban contribuyendo al
calentamiento global1. Por lo anterior, en 1988 la Organización
Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente propusieron la integración de un Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático dedicado
a realizar observaciones y formular recomendaciones en torno al
cambio climático.
Como resultado de los informes científicos y reuniones
internacionales se desarrollaron recomendaciones sobre la necesidad
de promover cambios hacia un “desarrollo sostenible”, es decir,
promover mecanismos y alternativas para minimizar el impacto
ambiental que permitieran a los países continuar su desarrollo, tanto
social como económico, sin comprometer el bienestar y la
supervivencia de las generaciones futuras. Así, se logró consolidar
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
(1992) como un paso concreto ante las conclusiones de la Cumbre
de la Tierra, realizada en Río de Janeiro.
La presente Guía Básica busca dar a conocer los instrumentos que
existen para mitigar los efectos del calentamiento global en el planeta;
los compromisos, responsabilidades y oportunidades tanto para los
países desarrollados como para los países en desarrollo. Esperamos
que este sea un documento de consulta e información para todos
los actores, públicos y privados, y el público en general.
5
Efecto invernadero y cambio climático
El efecto invernadero es un proceso natural, que consiste en la retención
por acción de ciertos gases presentes en la atmósfera, de una determinada
fracción de la radiación solar que incide sobre la tierra. Del total de energía
radiada por el sol que alcanza el planeta, 30% es reflejada al espacio por las
capas exteriores de la atmósfera y el 70% restante alcanza la superficie de la
Tierra. El planeta a su vez irradia esta energía de vuelta al espacio en forma
de radiación de onda larga o infrarroja, manteniendo así el equilibrio térmico
(PNUMA, 2001).
Ciertos gases presentes en la atmósfera tienen la capacidad de absorber la
radiación de onda larga emitida por la superficie de la Tierra. Debido a estos
gases, la energía radiada por el planeta abandona la atmósfera indirectamente,
siendo transportada por las corrientes de aire, la evaporación y la formación
de nubes. La acción de estos gases, conocidos como gases de efecto
invernadero, hacen que el proceso de intercambio de energía sea lento,
permitiendo que la temperatura de la Tierra sea moderada y creando
condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida en el planeta. Marte,
con una atmósfera tenue, tiene una temperatura muy inferior a la terrestre.
La presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera de la Tierra
permite que su temperatura sea 30°C más cálida de lo que sería en su
ausencia (PNUMA, 1999; PNUMA 2001).
Desde el inicio del proceso de industrialización, las actividades humanas
han generado un aumento progresivo de la concentración de los gases de
efecto invernadero en la atmósfera. Entre 1750 y 2000, los aumentos en la
concentración en la atmósfera del dióxido de carbono y del metano han
sido de 31% (±4%) y 151% (±25%) respectivamente, siendo estos dos
gases, junto al vapor de agua, los tres principales gases de efecto invernadero
(IPCC, 2001c).
El incremento en la concentración de gases de efecto invernadero en la
atmósfera genera un desequilibrio en el balance térmico del planeta, que se
traduce en un aumento de su temperatura. Se estima que en el transcurso
del siglo XX, el incremento de la temperatura promedio de la superficie del
planeta fue de 0.6°C (±0.2°C). Las mediciones indican que la década de los
años 90 fue la más calurosa desde 1861 y que 1998 fue el año más cálido
7
desde entonces. En el periodo 1990-2100 el aumento de la temperatura
estará entre 1.4 y 5.8°C. Los expertos consideran que la velocidad de este
incremento no tiene precedentes en los últimos 10.000 años (PNUMA,
2001).
8
Efectos del cambio climático sobre el planeta
El aumento progresivo de la temperatura del planeta tiene efectos significativos
sobre su clima y geografía, ecosistemas y poblaciones humanas. Algunos de
estos efectos ya están teniendo lugar en distintas regiones de la Tierra y se
acentuarán a medida que se intensifique el calentamiento global.
Durante el transcurso del siglo XX, el incremento de la temperatura hizo que
el nivel del los océanos subiera entre 10 y 20 cm., a causa de la expansión
térmica del agua y la descongelación parcial de los casquetes polares. Las
proyecciones establecen un incremento esperado del nivel del mar de entre
9 y 88 cm. en los próximos 100 años. (IPCC, 2001). Este incremento afecta
ecosistemas y poblaciones humanas ubicados en zonas costeras bajas, deltas
de ríos e islas (IPCC, 2001a).
El cambio climático exacerba la escasez de agua, contribuyendo a que el
número de personas que habitan en países donde existe presión sobre este
recurso se incremente de los 1.7 billones actuales, hasta alrededor de 5
billones en 2025. Los factores relacionados con el cambio climático que
acentúan este problema incluyen entre otros: aceleración de la
evapotranspiración, disminución de las precipitaciones medias anuales en
determinadas regiones (Mediterráneo, Asia Central, Sur de África y Australia),
retroceso de los glaciares de montaña, salinización de las fuentes de agua
por incremento del nivel del mar y alteración de la capacidad de retención
del líquido en suelos, acuíferos y obras civiles debido a lluvias torrenciales y
deslizamientos de tierra (IPCC, 2001a).
El incremento de la temperatura y de las concentraciones de CO2 podría
aumentar la producción de alimentos en latitudes medias y altas, pero en el
trópico el aumento de la temperatura, sumado a la menor disponibilidad de
agua podrían reducir las cosechas hasta en un tercio. La distribución y
disponibilidad local y regional de los recursos pesqueros se verán alteradas,
constituyendo una amenaza para las comunidades y países que dependen
en gran medida de este recurso (PNUMA, 2001). El cambio climático afecta
la seguridad alimentaria de las comunidades más pobres, especialmente en
África (IPCC, 2001a).
La vida silvestre se ve afectada por el aumento de la temperatura, modificando
el número, densidad, distribución geográfica y comportamiento de las
9
poblaciones. Se han observado migraciones en la dirección de los polos y
hacia pisos térmicos superiores. Asimismo, algunas especies han modificado
sus hábitos, iniciando las épocas de cría más temprano en el año. El cambio
climático es un factor que, sumado a otras presiones, acentúa la amenaza a
la supervivencia de algunas especies y ecosistemas (especialmente
manglares, humedales, arrecifes coralinos, bosques boreales y tropicales,
ecosistemas polares y alpinos, desiertos y ecosistemas áridos y semiáridos).
(IPCC, 2001a)
A causa del cambio climático, los asentamientos humanos son amenazados
por la intensificación y la creciente frecuencia de eventos catastróficos:
inundaciones y deslizamientos de tierra a causa del incremento de las
precipitaciones y del aumento del nivel del mar; ciclones por el aumento de
la temperatura de los océanos; e incendios forestales por el aumento de la
temperatura y disminución de la humedad (IPCC, 2001a).
A raíz del aumento de la temperatura, los agentes transmisores de
enfermedades como la malaria, el dengue y el cólera se propagan a nuevas
zonas, aumentando el número de personas en riesgo. Los efectos del cambio
climático sobre la producción de alimentos, el incremento de eventos
catastróficos, la disponibilidad y calidad del agua y el aumento de las olas de
calor, se conjugan representando amenazas para la salud humana,
especialmente entre la población más pobre (IPCC, 2001a).
La vulnerabilidad al cambio climático de los sistemas físicos, biológicos y
sociales se refiere al grado en que éstos son susceptibles de verse afectados
por los efectos del cambio climático. La vulnerabilidad depende de la
sensibilidad (grado de respuesta a los estímulos provenientes del cambio
climático) y la adaptabilidad (capacidad de ajustarse al cambio climático). La
capacidad humana de adaptarse al cambio climático depende a su vez de la
disponibilidad de recursos económicos y tecnológicos, información,
educación, infraestructura y capacidad de gestión, factores limitados en las
comunidades y países más pobres (IPCC, 2001a). Es así como los efectos
del cambio climático son más severos en los países menos desarrollados,
en especial para comunidades que habitan regiones áridas, costeras e islas
bajas (PNUMA, 2001; IPCC, 2001a).
10
Efectos del cambio climático sobre Colombia
La Primera Comunicación Nacional ante la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, preparada por el Instituto de
Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), contiene además
del inventario nacional de emisiones de gases de efecto invernadero, una
evaluación y descripción de la vulnerabilidad de Colombia al cambio climático
en los siguientes aspectos: zonas costeras, recurso hídrico, coberturas
vegetales y ecosistemas, zonas glaciares, sector agrícola, desertificación de
suelos y salud humana. En 1990, las emisiones de gases de efecto
invernadero en Colombia se estimaron en 129 millones de toneladas de
dióxido de carbono equivalente. Este valor representa menos del 0.3% de
las emisiones mundiales de estos gases, sin embargo, los efectos del cambio
climático sobre Colombia podrían ser considerables (IDEAM, 2001).
Bajo un escenario de ascenso del nivel del mar de un metro, el IDEAM
estableció que 4.900 km2 de los litorales Caribe y Pacífico quedarían
inundados permanentemente y 5.100 km 2 más se verían anegados.
1.400.000 personas, 85% de ellas en zonas urbanas se encuentran en
áreas vulnerables. Casi el 5% del área cultivada y el 45% de la malla vial en
la costa Caribe estarían sujetos a diferentes grados de amenaza (IDEAM,
2001).
Ante una eventual duplicación de los niveles de dióxido de carbono en la
atmósfera, los recursos hídricos en el 50% del territorio nacional serían
altamente vulnerables. La escorrentía promedio anual en ciertas regiones
del país sufriría variaciones de hasta un 30% (disminución en el Macizo
Colombiano y aumento en algunos territorios de los departamentos de
Gauviare y Meta). En promedio, la variación de la escorrentía anual reportaría
un aumento del 12%. El sur de la región Andina y los departamentos de La
Guajira y Nariño presentarían disminución del valor promedio de la escorrentía
anual, mientras que las regiones de la Amazonía, Orinoquía, norte de las
regiones Andina y Pacífica y el resto de la región Caribe registrarían un aumento
(IDEAM 2001).
La cobertura vegetal en el 23% del territorio nacional se podría ver alterada
ante la duplicación del dióxido de carbono. Las zonas cubiertas por nieves
se afectarían en un 92% y las zonas de páramos entre el 90 y 100%. También
11
se afectaría entre el 50% y 60% de las zona ubicadas entre los 1.000 y
2.000 metros sobre el nivel del mar, el bosque andino (43%), el bosque
amazónico (14%) y los agroecosistemas (47%). La extensión de los glaciares
colombianos ha disminuido 80% desde 1850, en la última década el
retroceso lineal ha sido de entre 10 y 15 metros anuales. Bajo estas
condiciones, los glaciares actuales podrían desaparecer en los próximos cien
años (IDEAM, 2001).
En la actualidad existen en el país 4.8 millones de hectáreas, correspondientes
al 4.1% del territorio nacional, que están afectadas por procesos de
desertificación. Ante un escenario de cambio climático, se sumarían a éstas
3.6 millones de hectáreas adicionales. En caso de duplicarse el nivel de
dióxido de carbono en la atmósfera, el área de 23 distritos de riego de gran
irrigación sujeta a procesos de degradación por desertificación pasaría del
32.2% actual, al 91.3% (IDEAM, 2001).
Tanto el dengue como la malaria son enfermedades transmitidas por
mosquitos, por lo que condiciones climáticas como temperatura y
precipitación afectan su capacidad de propagación. Se considera que la
incidencia de estas enfermedades puede incrementarse con el cambio
climático (IDEAM, 2001).
12
Gases de efecto invernadero
Los gases de efecto invernadero presentes de manera natural en la atmósfera
son el vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el
óxido nitroso (N2O). Además de éstos, el hombre produce y libera en la
atmósfera otros gases de efecto invernadero como los clorofluorocarbonos
(CFC), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro
de azufre (SF6).
Las emisiones de dióxido de carbono resultado de las actividades humanas,
contribuyen con el 60% del incremento del efecto invernadero en el planeta
(PNUMA, 2001). La mayor fuente de emisiones de este gas es la combustión
de combustibles fósiles (carbón, gas natural, petróleo y sus derivados). La
deforestación también es una fuente importante de dióxido de carbono, ya
que libera el carbono contenido en la biomasa (IPCC, 2001b). Desde épocas
pre-industriales (1750), la concentración de CO 2 en la atmósfera ha
aumentado un 31% y las proyecciones establecen que en 2100 este
incremento estará entre un 75% y 350%. Las concentraciones actuales de
CO2 en la atmósfera no tienen precedentes en los últimos 420.000 años
(IPCC, 2001).
Las emisiones de metano aportan el 20% del aumento observado en el
efecto invernadero (PNUMA, 2001). Las emisiones de metano están
asociadas a la explotación, transporte y uso de combustibles fósiles, a la
fermentación entérica durante la digestión de animales rumiantes, al cultivo
de arroz bajo riego y a la descomposición de residuos sólidos y efluentes
(IPCC, 2001b). La concentración de metano en la atmósfera ha tenido un
incremento de 151% desde 1750 y se estima que en los próximos cien
años, esta concentración tendrá una variación de entre –11% y +111%
(IPCC, 2001).
El óxido nitroso contribuye con cerca del 20% restante del efecto invernadero
inducido por las emisiones resultantes de las actividades humanas (PNUMA,
2001). El óxido nitroso surge de la utilización de fertilizantes minerales y
orgánicos en las actividades agrícolas, de la descomposición del estiércol del
ganado, de la conversión de bosques a suelos con usos agrícolas y de algunos
procesos industriales como la producción de los ácidos adípico y nítrico
(IPCC, 2001b). El aumento de la concentración de N2O en la atmósfera
13
desde 1750 ha sido de 17% y los modelos indican un aumento de entre
12% y 45% en 2100 (IPCC, 2001).
Los clorofluorocarbonos o CFC, además de ser gases de efecto invernadero,
son sustancias agotadoras de la capa de ozono. Los CFC son utilizados en
equipos de refrigeración y aire acondicionado, para la fabricación de espumas
aislantes, como solventes y propelentes en aerosoles (IPCC, 2001b). La
concentración de muchos clorofluorocarbonos en la atmósfera está
disminuyendo o aumentando a una menor velocidad, a raíz de la firma del
Protocolo de Montreal en 1987, cuyo objeto es la eliminación de las sustancias
agotadoras de la capa de ozono (IPCC, 2001).
Los hidrofluorocarbonos (HFC) y perfluorocarbonos (PFC) son sustancias
producidas por el hombre, utilizadas como sustitutos de los
clorofluorocarbonos. Para tal efecto los HFC son empleados en equipos de
refrigeración y aire acondicionado, así como en la fabricación de espumas
aislantes. Tanto los HFC como los PFC son utilizados como solventes y
propelentes de aerosoles. Los PFC son también un subproducto de la
producción de aluminio y son utilizados en la industria de los semiconductores
(IPCC, 2001b). Aún cuando las concentraciones en la atmósfera de HFC y
PFC son bajas, se están incrementando a gran velocidad (IPCC, 2001).
El hexafluoruro de azufre (SF6) es utilizado como aislante eléctrico en equipos
de transmisión de energía eléctrica y en los procesos de producción y
transformación de magnesio (IPCC, 2001b). Las concentraciones de SF6 en
la atmósfera son bajas, pero se incrementan a una razón de cerca del 6%
anual (IPCC, 2001).
La capacidad de contribuir al efecto invernadero de cada uno de los gases
depende de su persistencia en la atmósfera y de la eficiencia con que retienen
la radiación infrarroja emitida por la Tierra. Los perfluorocarbonos, algunos
hexafluorocarbonos y en especial el hexafluoruro de azufre tienen una
capacidad de contribuir al efecto invernadero, varios miles de veces superior
a la del dióxido de carbono.
14
Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático - CMNUCC
En la década de los años 80, las pruebas científicas demostraron que existe
un vínculo entre las emisiones de los gases de efecto invernadero producidas
por el hombre y el cambio climático mundial, lo que empezó a generar una
inquietud pública, y motivó la celebración de una serie de conferencias
internacionales, donde se hizo un llamado urgente para establecer un tratado
global con miras a abordar el problema. Como respuesta a ello, en 1990 la
Asamblea General de las Naciones Unidas creó el Comité Intergubernamental
de Negociación de la Convención; este comité redactó el texto definitivo de
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático –
CMNUCC que fue aprobado en mayo de 1992, entrando en vigor el 21 de
marzo de 1994. Colombia ratificó la convención mediante la Ley 164 de
1994 y es Parte de ella desde el 20 de junio de 1995. A marzo de 2004
han ratificado 188 países esta Convención (http://unfccc.int).
El objetivo de esta Convención es lograr la estabilización de las
concentraciones de los gases de efecto invernadero en la atmósfera a un
nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas (ocasionadas por
la actividad humana) en el sistema climático. Ese nivel debería lograrse en
un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten
naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos
no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de
manera sostenible (PNUMA, 1999a).
Teniendo como base el “Principio de Precaución” que indica que la ausencia
de certeza científica no debe ser una excusa para posponer acciones frente
a una amenaza seria o un daño irreversible, la Convención no especifica
cuales deberían ser los niveles de concentración de los gases, sólo señala
que no deben ser peligrosos. De esta manera la Convención reconoce que
actualmente no existe certeza científica acerca de los índices de concentración
que podrían catalogarse como peligrosos. No obstante lo anterior, el objetivo
de la Convención mantiene su validez independientemente de la evolución
de la ciencia.
15
Los aportes más importantes de la CMNUCC para abordar el problema del
Cambio Climático son:
Desarrollo Sostenible. La Convención señala la necesidad e importancia
de promover el desarrollo sostenible en los países en desarrollo.
Compromisos de los países desarrollados y en desarrollo. Todas las Partes
(Países) que conforman la CMNUCC deberán elaborar sus respectivos
“Comunicados Nacionales” en los cuales se incluirán el inventario de gases
de efecto invernadero, los programas nacionales desarrollados para mitigar
el cambio climático y las estrategias para adaptarse a este fenómeno.
Apoyo financiero adicional de los países desarrollados y transferencia de
tecnología. Los países desarrollados apoyarán financieramente a los países
en desarrollo en la elaboración de sus Comunicados Nacionales.
Adicionalmente, podrán promover y financiar la transferencia o el acceso
a tecnologías ambientalmente amigables.
Mecanismos financieros. La Convención a través del Fondo Mundial para
el Medio Ambiente (GEF – por sus siglas en ingles) opera y administra el
mecanismo financiero de la CMNUCC. Con el fin de determinar los
resultados del fondo, cada cuatro años es sometido a revisión. En el
2001 se evidenció la necesidad de crear dos nuevos fondos: i. Fondo
Especial de Cambio Climático, y ii. Fondo para los Países mas Pobres. El
objetivo de estos nuevos fondos es ayudar a los países en desarrollo a
adaptarse a los impactos del cambio climático, acceder a tecnologías más
limpias y limitar el crecimiento de las emisiones de gases de efecto
invernadero.
16
Protocolo de Kyoto
Uno de los principales acuerdos de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático fue que los países desarrollados (países de
la OECD además de los países de Europa Central y Oriental – denominados
Países Anexo I2 en la Convención) asumieron compromisos específicos para
adoptar políticas y medidas con el fin de reducir, para el año 2000, sus emisiones
de gases de efecto invernadero a los niveles de 1990. Sin embargo, en 1995,
una vez evaluados los avances en los compromisos definidos por la Convención,
los países acuerdan una revisión ya que era poco probable que lograrán cumplir
las metas propuestas. Como resultado, en 1995, se adoptó el Mandato de
Berlín mediante el cual se solicita el desarrollo de un instrumento que permitiera
definir metas de reducciones de emisiones, lo cual se logró en 1997 con la
adopción del Protocolo de Kyoto.
2
Estos países son:
Alemania, Australia,
Austria, Belarús ,
Bélgica, Bulgaria ,
Canadá,
Comunidad
Económica Europea,
Checoslovaquia ,
Dinamarca, España,
Estados Unidos de
América, Estonia,
Federación de Rusia
, Finlandia, Francia,
Grecia, Hungría ,
Irlanda, Islandia,
Italia, Japón,
Letonia, Lituania ,
Luxemburgo,
Noruega, Nueva
Zelandia, Países
Bajos, Polonia ,
Portugal, Reino
Unido de Gran
Bretaña e Irlanda
del Norte, Rumania ,
Suecia, Suiza,
Turquía y Ucrania.
El Protocolo es un acuerdo internacional autónomo pero vinculado a la
Convención, es decir, que comparte los principios de la Convención sobre el
Cambio Climático y sobre estos incluye nuevos compromisos más enérgicos
y detallados para cada uno de los países que hacen Parte del Protocolo.
Este nuevo instrumento fija obligaciones cuantificadas de reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero para países desarrollados que
figuran en un anexo “B”. El Protocolo establece que estas reducciones deberán
ser reales (verificables) y realizarse principalmente mediante esfuerzos
realizados a nivel doméstico por parte de los países del Anexo I. Dichas
obligaciones representan un compromiso de reducción colectivo de por lo
menos el 5,2% de las emisiones de 1990 (definido este como el año de
referencia). Los niveles de emisiones de cada país se calcularán como un
promedio de los años 2008 – 2012; estos cinco años son conocidos como
el primer periodo de compromiso.
Como se señaló anteriormente, los gases de efecto invernadero son el vapor
de agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso
(N 2 O), los clorofluorocarbonos (CFC), hidrofluorocarbonos (HFC),
perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6). El Protocolo de
Kyoto busca controlar las emisiones de todos estos gases con excepción de
el vapor de agua y los clorofluorocarbonos; estos últimos son controlados
por el Protocolo de Montreal.
17
Adicionalmente, el Protocolo también prevé mecanismos de flexibilidad que
servirán, de manera complementaria, para el logro de las reducciones fijadas.
Los mecanismos de flexibilidad permiten: el intercambio de cuotas permisibles
de emisión de los países Anexo I entre sí; proyectos de implementación
conjunta entre los países del Anexo I y los países con economías en transición
(e.j. ex-Unión Soviética); y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) que
contempla la realización de proyectos de reducción o de captura de GEI en
países en desarrollo como Colombia.
El Protocolo de Kyoto será jurídicamente obligatorio en el momento en que
al menos 55 países hayan ratificado este instrumento y que entre estos
países se encuentre el 55% de las emisiones de CO 2 de los países
desarrollados en 1990.
18
Mecanismo de Desarrollo Limpio
El MDL es uno de los mecanismos de flexibilidad del Protocolo y su fin es
ayudar a los Países - No Anexo I (países en desarrollo como Colombia) a
lograr un desarrollo sostenible y ayudar a los países del Anexo I a dar
cumplimiento de sus compromisos cuantificados de reducción de las
emisiones de GEI. Este mecanismo permite a los gobiernos y a empresas
privadas nuevas alternativas para transferir tecnologías y promover el desarrollo
sostenible en sectores como el industrial, energético, forestal, de residuos y
de transporte en el ámbito nacional, que generen emisiones de GEI. Bajo
este escenario, el MDL ofrece grandes oportunidades para reducir el volumen
existente de GEI en la atmósfera a los niveles establecidos por el Protocolo
bajo principios eficiencia económica. El MDL es en esencia un esquema de
mercados de derechos de emisión donde los derechos están representados
en “Reducciones Certificadas de las Emisiones”.
Es así como el MDL puede plantear beneficios significativos para Colombia
en diferentes frentes. Por un lado, mitiga los impactos negativos de la
Convención sobre el Cambio Climático y del Protocolo de Kyoto en las
exportaciones de combustibles fósiles, ya que permite a los países Anexo I
cumplir con sus obligaciones de reducción de manera flexible y a menor
costo. Por otro, propone un esquema novedoso de intercambio internacional
de Reducciones Certificadas de las Emisiones con el potencial de atraer
inversión extranjera significativa para la realización de proyectos en un país
como Colombia, caracterizado por su vocación forestal y con potencial para
el logro de una mayor eficiencia energética.
Mediante la articulación de nuevos proyectos de reducción de emisiones
elegibles al MDL, el país puede desarrollar actividades que en ausencia de
este instrumento no se hubieran realizado, además de promover beneficios
sociales y ambientales adicionales de manera coherente con los objetivos
de crecimiento económico de país.
19
Proyectos del Mecanismo de Desarrollo
Limpio
Con el propósito de cumplir con los objetivos del Mecanismo de Desarrollo
Limpio, las actividades de los proyectos del mecanismo deben ante todo
reducir o capturar emisiones de gases de efecto invernadero de una manera
mensurable, real y a largo plazo (PNUMA, 1998). En este sentido, los
proyectos del MDL pueden originarse en casi cualquier sector de la economía.
A continuación se enumeran algunas de las opciones de proyecto existentes:
Sector minero-energético. En este sector existen múltiples alternativas de
proyectos. La generación de energía eléctrica, térmica y mecánica con
fuentes renovables reduce emisiones al evitar o sustituir la generación con
combustibles fósiles. La sustitución de carbón por gas natural y los cambios
y mejoras tecnológicas en el parque térmico de generación, mejoran la
eficiencia de conversión de energía, disminuyendo las emisiones. La
reducción de las pérdidas en la transmisión y distribución de energía eléctrica
y gas natural, también son actividades que reducen las emisiones de gases
de efecto invernadero. El evitar la fuga del metano presente en minas y
pozos, utilizándolo como fuente de energía, constituye una opción de
actividad de proyecto elegible al Mecanismo de Desarrollo Limpio.
Sector industrial. La industria cuenta con distintas alternativas para reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero. Nuevas tecnologías,
materiales y procesos productivos, asociadas a prácticas de uso eficiente
de la energía reducen la demanda de combustible fósiles de los procesos
productivos y las emisiones de gases de efecto invernadero. La sustitución
de combustibles como carbón y derivados del petróleo por gas natural o
biomasa, disminuye asimismo las emisiones. La cogeneración utiliza
eficientemente la energía y representa una opción de actividad de proyecto
del MDL. La sustitución o correcto manejo y disposición de los gases de
efecto invernadero producidos por el hombre, como es el caso de los
HFC, tiene efectos considerables debido a la gran capacidad de contribución
al efecto invernadero de estos gases.
Sector transporte. Las opciones de proyectos del Mecanismo de Desarrollo
Limpio del sector transporte están relacionadas con la mejora de la eficiencia
de los medios de transporte. Los cambios de modo (férreo, fluvial, carretero,
marítimo o aéreo) o la mejora de la eficiencia de los modos existentes,
reduce el consumo de los combustibles fósiles utilizados para transportar
personas y bienes. Los sistemas organizados de transporte masivo urbano
y la sustitución de gasolina por diesel, gas natural o biocombustibles,
representan algunas de las oportunidades de proyectos del MDL para el
sector.
Sector residuos. La captura del metano generado por la descomposición
de la biomasa en rellenos sanitarios y plantas de tratamiento de aguas
residuales, evita la emisión de este gas a la atmósfera. Si el metano
capturado es utilizado para generar energía eléctrica o térmica, reduce
además las emisiones que hubieran tenido lugar al generar esta energía
con combustibles fósiles.
Sector agrícola. El control a la generación del metano producido durante la
digestión del ganado y el correcto manejo del estiércol representan medidas
que reducen las emisiones de este gas. Prácticas adecuadas de cultivo del
arroz bajo riego contribuyen igualmente a disminuir las emisiones de
metano. El uso eficiente de la energía en actividades como el bombeo
para irrigación y otras actividades asociadas a la producción agrícola,
permiten reducir el consumo de combustibles fósiles y por ende, de las
emisiones de gases de efecto invernadero.
Sector forestal. Durante el primer periodo de compromiso (2008–2012)
las actividades de uso del suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura
elegibles al Mecanismo de Desarrollo Limpio se limitan a la reforestación y
forestación. La reforestación se refiere a la conversión en tierras forestales
de áreas deforestadas, pero que anteriormente alojaron bosques. La
forestación se define como el establecimiento de bosques en tierras que
carecieron de bosques en un período mínimo de 50 años (Secretaría de la
Convención sobre Cambio Climático, 2002).
Proyectos en pequeña escala del MDL
En las decisiones tomadas en la séptima Conferencia de las Partes en
2001, se determinó que los proyectos del Mecanismo de Desarrollo
Limpio de pequeña escala recibirán un tratamiento especial, siendo
posible emplear metodologías y procedimientos simplificados para
su formulación, aprobación y ejecución. Esta decisión se tomó con el
fin de reducir los costos de transacción de este tipo de proyectos,
aumentando así su competitividad frente a proyectos mayores. En el
documento de decisiones de la Séptima de Conferencia de las Partes
se definen los pequeños proyectos como:
«i) Actividades de proyectos de energía renovable con una capacidad
de producción equivalente máxima de hasta 15 megavatios (o
un equivalente apropiado);
ii) Actividades de proyectos de mejoramiento de la eficiencia energética
que reduzcan el consumo de energía, del lado de la oferta o de la
demanda, hasta por el equivalente de 15 GWh/año;
iii) Otras actividades de proyectos que reduzcan las emisiones
antropógenas por fuentes y que directamente emitan menos de
15 kton de dióxido de carbono al año.» (Secretaría de la Convención
sobre el Cambio Climático, 2002, Decisión 17/CP.7, párrafo 6).
En el ámbito de los proyectos forestales, durante la Novena Conferencia
de las Partes celebrada en diciembre de 2003, se definió que los
proyectos de pequeña escala son aquellos que capturan anualmente
menos de 8.000 toneladas de dióxido de carbono y son desarrollados
por comunidades con escasos recursos económicos (Secretaría de la
Convención sobre el Cambio Climático, 2004).
22
Ciclo de proyecto
Un proyecto del Mecanismo de Desarrollo Limpio debe seguir un conjunto
de pasos establecidos por la Conferencia de las Partes, con el fin obtener las
Reducciones Certificadas de las Emisiones, que constituyen el bien final que
puede ser negociado con empresas y países que tengan compromisos de
reducción de emisiones. Estos pasos se presentan en la Figura 1.
.
Ciclo de proyecto del MDL
Formulación
Validación
Registro
Monitoreo
Verificación
Expedición
Certificación
RCE
Aprobación
Formulación
1
El formato oficial
está disponible en el
sitio en Internet del
Mecanismo de
Desarrollo Limpio:
http://cdm.unfccc.int.
La formulación de un proyecto del Mecanismo de Desarrollo Limpio debe
cumplir con los requisitos establecidos por las instancias internacionales y
por la Autoridad Nacional Designada del Mecanismo de Desarrollo Limpio.
Las instancias internacionales se refieren a la Conferencia de las Partes de la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (en
calidad de reunión de las Partes del Protocolo de Kyoto) y a la Junta Ejecutiva
del MDL. Para efectos del trámite del proyecto, el responsable o promotor
debe diligenciar el formato oficial de proyectos del Mecanismo de Desarrollo
Limpio o “documento de proyecto” (Secretaría de la Convención sobre el
Cambio Climático, 2002a)3. Los elementos fundamentales que debe contener
la formulación del proyecto son los siguientes:
23
Descripción general del proyecto. El promotor del proyecto debe proveer
información básica sobre el mismo: determinación de las actividades a
ser desarrolladas, descripción de la tecnología a ser empleada, participantes,
localización y explicación de la manera como el proyecto reduce o captura
emisiones de gases de efecto invernadero.
Elaboración y cálculo de la línea base. La línea base constituye el escenario
hipotético más probable, que representa lo que hubiera ocurrido si el
proyecto del Mecanismo de Desarrollo Limpio no se llevara a cabo. En
términos generales, establece el nivel de emisiones y captura de gases de
efecto invernadero que tendría lugar si no se ejecutan las actividades
propuestas por el proyecto. La línea base debe construirse de manera
específica para cada proyecto, siguiendo alguna de las metodologías
aprobadas por la Junta Ejecutiva del MDL (Secretaría de la Convención
sobre el Cambio Climático, 2002).
Selección del período de acreditación. Los proyectos del MDL deben elegir
la duración del periodo de tiempo durante el cual solicitarán la certificación
de las reducciones o capturas de gases de efecto invernadero. Para los
proyectos de reducción de emisiones por fuentes, los promotores deben
elegir entre un periodo de hasta diez años, o un periodo de hasta siete
años, renovable en dos oportunidades. En el caso de los proyectos
forestales, es posible elegir entre un periodo de hasta 30 años, o un periodo
de 20 años que puede ser renovado hasta en dos ocasiones.
Elaboración del plan de monitoreo. El responsable del proyecto debe definir
un plan de monitoreo que permita la estimación o medición de las
emisiones de gases de efecto invernadero atribuibles al proyecto, así como
la recopilación de la información necesaria para determinar la línea base.
El plan debe diseñarse siguiendo alguna de las metodologías aprobadas
por la Junta Ejecutiva del MDL y ejecutarse de conformidad durante todo
el periodo de acreditación.
Estimación de las emisiones del proyecto. La formulación del proyecto
debe incluir una estimación de las emisiones de gases de efecto
24
invernadero atribuibles a las actividades del proyecto. Esta estimación debe
incluir las emisiones directas debidas a las fuentes de gases de efecto
invernadero asociadas a las actividades del proyecto, pero también debe
cuantificar las fugas de emisiones. Las fugas son cambios en las emisiones
que se producen por fuera de la frontera del sistema, que se producen a
causa de las actividades del proyecto.
Determinación de los impactos ambientales. El responsable debe incluir
en la formulación una identificación y análisis de los impactos ambientales
relacionados con las actividades del proyecto. Este análisis debe acogerse
a las disposiciones legales propias del país que aloja el proyecto.
Observaciones de los interesados. Los interesados son aquellas personas
o grupos que podrían verse afectados por el proyecto. El promotor del
proyecto debe recibir y dar trámite a los comentarios de los interesados,
consignando un resumen del proceso en el documento del proyecto.
25
Aprobación por la Autoridad Nacional
Designada
Uno de los requisitos establecidos por la COP para los proyectos del MDL, es
el de contar con la aprobación del país en donde se desarrollarán las actividades
del proyecto. Esta aprobación debe ser expedida por la Autoridad Nacional
Designada para el Mecanismo de Desarrollo Limpio del país en cuestión. En
Colombia, el Ministerio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial ha sido elegido
como Autoridad Nacional Designada para el Mecanismo de Desarrollo Limpio.
La aprobación del proyecto tiene lugar en función de la contribución al
desarrollo sostenible que el proyecto hiciere al país. El Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial, a través del Grupo de Mitigación del Cambio
Climático ha establecido el procedimiento para la aprobación de los proyectos
colombianos del MDL.
Con el fin de solicitar la aprobación nacional, el promotor del proyecto debe
diligenciar y presentar al Ministerio el formato diseñado para tal efecto.
Validación
La validación es la revisión del proyecto por una entidad independiente, con el
propósito de establecer su conformidad con los requisitos y procedimientos
del Mecanismo de Desarrollo Limpio. La entidad a cargo de la validación se
denomina “entidad operacional” y debe ser contratada directamente por el
responsable del proyecto.
La validación por la entidad operacional consiste en la revisión de los elementos
de la formulación del proyecto, tal como se presentan en el documento de
proyecto. Entre estos elementos se encuentran la construcción de la línea
base, el diseño del plan de monitoreo, el trámite a los comentarios de los
interesados y el análisis de los impactos ambientales. Igualmente, la entidad
operacional constará que el proyecto ha sido aprobado por la Autoridad Nacional
Designada y confirmará el carácter adicional de las actividades del proyecto, es
decir que las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero son
superiores a las que tendrían lugar de no llevarse a cabo el proyecto.
26
Registro
El registro constituye la aceptación oficial del proyecto por la Junta Ejecutiva
del Mecanismo de Desarrollo Limpio. El registro del proyecto es solicitado
por la entidad operacional una vez ha finalizado exitosamente el proceso de
validación y ha remitido el respectivo reporte. El reporte de validación debe
contener el documento del proyecto, la explicación del trámite dado a los
comentarios de los interesados durante el periodo de consulta al que tuvo
que someterse el proyecto y las cartas de las Autoridades Nacionales
Designadas de cada uno de los países participantes, manifestando la
participación voluntaria en el proyecto y confirmando la contribución al
desarrollo sostenible del país en donde se desarrollarán las actividades del
proyecto. El registro se considera definitivo, de no existir objeción de alguna
de las Partes participantes en el proyecto o de al menos tres de los diez
miembros de la Junta Ejecutiva.
Monitoreo
El monitoreo o vigilancia consiste en la puesta en marcha del plan de
monitoreo propuesto en el documento de proyecto. Durante el periodo de
acreditación, el responsable del proyecto debe obtener y registrar
permanentemente la información pertinente para determinar las reducciones
de gases de efecto invernadero que el proyecto da a lugar durante su
ejecución. Como se dijo anteriormente, el plan debe proveer los
procedimientos para recopilar los datos que permitan determinar la línea
base y estimar o medir las emisiones de las fuentes correspondientes al
proyecto y de aquellas fuera de su frontera, pero que sean afectadas por el
mismo (fugas). La ejecución del plan de monitoreo debe registrar y
documentar la información mencionada y aplicar las medidas relevantes
para asegurar la calidad del procedimiento.
27
Verificación y Certificación
La verificación consiste en la revisión de los cálculos y procedimientos
realizados por el responsable del proyecto durante el monitoreo para
cuantificar las reducciones de gases de efecto invernadero. Dicha revisión o
verificación es realizada por una entidad operacional que puede o no ser la
misma que efectuó con anterioridad la validación del proyecto. La entidad
operacional comprueba que el procedimiento seguido por el responsable
del proyecto se ajusta a lo establecido en el protocolo de monitoreo
consignado en el documento del proyecto. Durante el proceso de verificación
corrobora la información suministrada efectuando las inspecciones pertinentes
y acudiendo a fuentes adicionales.
Con base en los resultados de la verificación, la entidad operacional elabora
un informe de verificación que remite a la junta ejecutiva del MDL, a las
Partes interesadas y a los participantes del proyecto. Finalmente, procede a
expedir una certificación de las reducciones o capturas de gases de efecto
invernadero resultantes de la ejecución de las actividades del proyecto.
Expedición de las Reducciones Certificadas de las
Emisiones
La entidad operacional remite el informe de certificación de las reducciones
y capturas de gases de efecto invernadero a la Junta Ejecutiva, para que ésta
proceda a expedir las Reducciones Certificadas de las Emisiones – RCE. La
expedición de las RCE se hará efectiva si no existe objeción de alguna de las
Partes participantes en el proyecto o de al menos tres miembros de la Junta
Ejecutiva. Dichas RCE constituyen el bien final que puede ser negociado por
el responsable del proyecto con el fin de obtener recursos financieros
adicionales.
28
Glosario
Actividades de Implementación Conjunta. Bajo este nombre se conocen las actividades de reducción de
emisiones que se han adelantado bajo un esquema de cooperación entre Partes Anexo I y países con
economías en transición y en desarrollo. Estas actividades se han efectuado con el propósito de ensayar
y aprender el funcionamiento de los instrumentos de flexibilidad.
Anexo I. Ver Partes Anexo I.
Anexo A. El Anexo A del Protocolo de Kyoto presenta la lista de los gases de efecto invernadero que son
controlados por el Protocolo y la clasificación de las principales fuentes.
Anexo B. El Anexo B del Protocolo de Kyoto presenta los compromisos de reducción de emisiones
cuantificados de cada una de las Partes para el primer periodo de compromiso 2008-2012.
Autoridad Nacional Designada del Mecanismo de Desarrollo Limpio. Todas las Partes que quieran participar
en el Mecanismo de Desarrollo Limpio deben designar una autoridad nacional para el MDL. En los países
sin compromisos de reducción de emisiones, esta autoridad tiene a su cargo la aprobación de los proyectos
en función de la participación voluntaria del país y de la contribución del mismo al desarrollo sostenible.
Certificación. “La certificación es la garantía dada por escrito por la entidad operacional designada de que
durante un período determinado una actividad de proyecto consiguió las reducciones de las emisiones
antropógenas por las fuentes de gases de efecto invernadero que se han verificado.” (Secretaría sobre el
Cambio Climático, 2002, Decisión 17/CP7, Anexo, párrafo 61)
Entidad operacional. Son entidades independientes, legalmente establecidas y debidamente acreditadas
ante la Junta Ejecutiva, cuya función es la validación de las actividades de proyecto y la verificación y
certificación de las reducciones de gases de efecto invernadero.
Junta Ejecutiva del Mecanismo de Desarrollo Limpio. La Junta Ejecutiva tiene la función de supervisar el
Mecanismo de Desarrollo Limpio. Está conformada por diez individuos de países que son Partes del
Protocolo de Kyoto: un miembro de cada uno de los cinco grupos regionales de las Naciones Unidas, dos
miembros pertenecientes a Partes Anexo I, dos de Partes no Anexo I y un representante de los pequeños
estados insulares en desarrollo.
Forestación. “Conversión, por actividad humana directa, de tierras que carecieron de bosque durante un
período mínimo de 50 años en tierras forestales mediante plantación, siembra o fomento antropógeno
de semilleros naturales” (Secretaría de la Convención sobre el Cambio Climático. 2002, Decisión 11/CP7,
Anexo, párrafo 1).
Partes. Estado (u organización regional de integración económica, tal como la Unión Europea) que se
acoge a un tratado y para el cual, dicho tratado ha entrado en vigor (http://unfccc.int/siteinfo/glossary.html).
Partes Anexo I. De acuerdo con el artículo 4.2 de la Convención sobre el Cambio Climático, los países
industrializados listados en este anexo debieron reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en
el 2000, al nivel que tenían en 1990. Bajo el artículo 3 y Anexo B del Protocolo de Kyoto, estos países
aceptaron compromisos de reducción de emisiones para el periodo 2008-2012 (http://unfccc.int/siteinfo/
29
glossary.html). Hacen parte del Anexo I: los países europeos, Norteamérica, Japón, Australia y Nueva
Zelanda.
Partes Anexo II. Los países listados en el Anexo II de la Convención sobre el Cambio Climático tienen la
obligación de asistir a los países en desarrollo con recursos financieros y tecnológicos, con el fin de dar
cumplimiento a sus obligaciones derivadas de la Convención y de enfrentar las consecuencias del cambio
climático. Hacen parte del Anexo II las Partes Anexo I, con la excepción de los países con economías en
transición (Federación de Rusia y Europa Oriental).
Partes no Anexo I. Incluye todas aquellas Partes de la Convención sobre el Cambio Climático no listadas
en el Anexo I de la Convención, entre ellas Colombia.
Periodo de compromiso. Es el periodo de tiempo en el que las Partes Anexo I del Protocolo de Kyoto
deben demostrar el cumplimiento de sus compromisos de reducción de emisiones, tal como están
establecidos en el Anexo B del Protocolo. El Protocolo determina que el primer periodo de compromiso
comprende los años 2008 al 2012.
Reducciones Certificadas de las Emisiones. Las Reducciones Certificadas de las Emisiones (RCE) son
unidades de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, dadas en toneladas de dióxido de
carbono equivalente, que han sido expedidas de acuerdo con lo establecido en Artículo 12 del Protocolo
de Kyoto y las modalidades y procedimientos del Mecanismo de Desarrollo Limpio.
Reforestación. «Conversión por actividad humana directa de tierras no boscosas en tierras forestales
mediante plantación, siembra o fomento antropógeno de semilleros naturales en terrenos donde
antiguamente hubo bosques, pero que están actualmente deforestados. En el primer período de
compromiso las actividades de reforestación se limitarán a la reforestación de terrenos carentes de bosques
al 31 de diciembre de 1989 (Secretaría de la Convención sobre el Cambio Climático. 2002, Decisión 11/
CP7, Anexo, párrafo 1).
Registro. “El registro es la aceptación oficial por la Junta Ejecutiva de un proyecto validado como actividad
de proyecto del MDL. El registro es un requisito previo para la verificación, la certificación y la expedición
de RCE en relación con esa actividad de proyecto.” (Secretaría de la Convención sobre el Cambio Climático.
2002, Decisión 17/CP7, Anexo, párrafo 36).
Validación. “La validación es el proceso de evaluación independiente de una actividad de proyecto por
una entidad operacional designada para comprobar si se ajusta a los requisitos del MDL.” (Secretaría de
la Convención sobre el Cambio Climático. 2002, Decisión 17/CP7, Anexo, párrafo 35).
Verificación. “La verificación es el examen periódico independiente y la determinación a posteriori
por la entidad operacional designada de las reducciones observadas de las emisiones antropógenas
por las fuentes de gases de efecto invernadero que se hayan producido como resultado de una
actividad de proyecto del MDL registrada durante el período de verificación.” (Secretaría de la
Convención sobre el Cambio Climático. 2002, Decisión 1//CP7, Anexo, párrafo 61).
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República de Colombia
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