Producción e impacto de las ciencias sociales en América Latina Titulo Buquet, Daniel - Autor/a; Autor(es) Buenos Aires Lugar CLACSO Editorial/Editor 2013 Fecha Colección Publicaciones; Producción científica; Ciencias sociales; Publicaciones científicas; Temas Revistas; Indicadores bibliométricos; América Latina; Doc. de trabajo / Informes Tipo de documento "http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20131016084109/Buquet_Ciencias_Sociales_America_Latina.pdf" URL Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND Licencia http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es Segui buscando en la Red de Bibliotecas Virtuales de CLACSO http://biblioteca.clacso.edu.ar Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) Conselho Latino-americano de Ciências Sociais (CLACSO) Latin American Council of Social Sciences (CLACSO) www.clacso.edu.ar Daniel Buquet * Producción e impacto de las ciencias sociales en América Latina Introducción Los patrones de actividad y producción de las ciencias sociales en América Latina se han venido modificando aceleradamente durante las últimas dos décadas. La democratización de la región a partir de la década de 1980 generó condiciones favorables para la promoción de la actividad académica. Universidades públicas y privadas y numerosos centros de investigación, de forma creciente, fueron restaurando e incrementando los espacios y recursos destinados a la producción de conocimiento social. En muchos casos los Estados de la región han estimulado este desarrollo aportando recursos y estableciendo instituciones para la promoción de la actividad científica. Como consecuencia, la comunidad científica (estudiantes, profesores e investigadores) y su producción (libros, revistas y otros documentos) han aumentado extraordinariamente, al tiempo que las instituciones académicas se enfrentan crecientemente con la necesidad de establecer criterios para evaluar a las personas y los productos. Esto ha conducido a la progresiva incorporación de criterios que ya venían siendo utilizados en el mundo desarrollado, como la exigencia de títulos de doctorado o la publicación de artículos en revistas arbitradas. En consecuencia, los programas de postgrado y las revistas académicas se han multiplicado en la región como una bola de nieve. Sin embargo, a diferencia del mundo desarrollado, los estándares de calidad que permiten discernir entre programas académicos y publicaciones no están establecidos de forma homogénea en nuestra región. Por el contrario, existe un intenso debate al respecto y una realidad extraordinariamente heterogénea. De forma simplificada puede decirse que existen tres posiciones diferentes en la materia. En primer término, ciertos núcleo académicos apuestan a la adopción (de forma mas bien acrítica) de los estándares del mundo desarrollado, promoviendo la aceptación de los rankings internacionales de instituciones (ARWU, QS) y revistas (ISI, SCOPUS) y por lo tanto contratan personal con doctorados realizados en instituciones del primer mundo y esperan que publiquen en revistas que se ubiquen en las primeras posiciones de esos rankings. En la vereda opuesta se ubican quienes creen que esos criterios carecen de validez, al menos para nuestra realidad, y apuestan a evaluaciones sustantivas, alejadas de todo estándar y que consideren las peculiaridades de cada caso. Finalmente, existe una posición intermedia, que admite la necesidad de adoptar criterios estándar de evaluación, porque el volumen de la comunidad académica y su producción no permiten evaluaciones sustantivas caso a caso, pero, al mismo tiempo, rechaza la aceptación sin más de los rankings internacionales. Aunque las ciencias exactas y naturales que se cultivan en nuestra región tienden a seguir el primer modelo, en el ámbito de las ciencias sociales seguramente el avance de la discusión seguirá el último * Daniel Buquet es Doctor en Ciencia Política (FLACSO-México) y se desempeña como Profesor e Investigador en la Universidad de la República de Uruguay. camino 1. Sin embargo, las condiciones para recorrer este camino requieren avanzar en el conocimiento de las formas de producción y difusión que desarrollan las ciencias sociales en América Latina. En este artículo se avanza en ese terreno, mostrando por un lado el panorama de las publicaciones científicas que se realizan en el área iberoamericana y, por otro, los hábitos predominantes de publicación y referencia de los investigadores sociales latinoamericanos. La relación de los investigadores con la literatura es de ida y vuelta. Por un lado se utiliza como fuente de información para la investigación y, por otro, como destino para la difusión de sus resultados. Las publicaciones científicas se producen en todo el mundo, son de diversos tipos y se publican en varios idiomas. Pero los investigadores latinoamericanos no leen todo ni publican en todos los medios. Por eso interesa saber qué tipo de publicaciones toman como referencia y a cuáles destinan sus productos y cuáles son los fundamentos de esas preferencias. En particular deberíamos conocer la calidad relativa que los investigadores latinoamericanos le atribuyen a los diferentes tipos de publicaciones y, al mismo tiempo, poder establecer el impacto efectivo que tienen. Las ciencias sociales en América Latina La consolidación de las ciencias sociales en América Latina ha conducido recientemente a la realización de esfuerzos para reflexionar sobre sí misma, tarea de la que dan cuenta diversos trabajos (ver por ejemplo Trindade 2007). También se han publicado ensayos que se ocupan del desarrollo y el estado de algunas disciplinas sociales y su situación en países concretos 2. En general, los trabajos académicos sobre las ciencias sociales en la región han contribuido a reconstruir su evolución, a destacar los principales aportes de los más destacados académicos latinoamericanos y a señalar la diversidad de enfoques y corrientes de pensamiento que la han promovido e inspirado. Por un lado, los estudios que dan cuenta de la evolución de las ciencias sociales en nuestra región son más bien descriptivos, aunque en general tienden a realizar alguna clase de diagnóstico, y no generan mayores debates. Por otro lado, se ha desarrollado una densa elaboración respecto de las características y la evolución del “pensamiento crítico latinoamericano” surgido fundamentalmente desde la sociología (Bialakowsky et al 2012). Finalmente, existe un intenso debate sobre la pertinencia de la utilización de ciertos paradigmas dominantes en el mundo desarrollado, como el neoinstitucionalismo y el enfoque de la elección racional (de la Garza Toledo 2005). Sin embargo estos debates no son privativos de América Latina, ya que en el mundo desarrollado también tienen un espacio relevante. Por ejemplo el cuestionamiento del positivismo en las ciencias sociales y la propuesta de alternativas como el “realismo crítico” 3. En todo caso, lo que ocurre con nuestra región en comparación con el mundo desarrollado es 1 El Núcleo Básico de Revistas Científicas Argentinas muestra evidencia coincidente con esta afirmación. Allí aparecen registradas como revistas científicas de calidad un total de 148 publicaciones, pero 93 de ellas (casi dos tercios) corresponden al área de las ciencias sociales. Evidentemente los investigadores de las demás áreas privilegian las publicaciones internacionales. Información tomada de (visitada el 15/3/13) http://www.caicyt.gov.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=79&Itemid=358&lang=es 2 Para el caso de la ciencia política ver Altman 2005 y el resto de los artículos publicados en ese número especial de la revista. 3 Al respecto puede tomarse como referencia el excelente volumen editado por George Steinmetz (2005) donde especialistas en diversas sociales cuestionan al positivismo. que existen enfoques predominantes o incluso hegemónicos diferentes, que han llevado en algún caso a hablar de la “inconmensurabilidad” epistemológica, semántica y perceptual entre la producción de la misma disciplina en los dos ámbitos (Abend 2006). Estas discusiones, muchas veces se abordan considerando a la actividad científica como un campo en el que se desarrolla una lucha por el poder (Bourdieu 2000) Pero más allá de las discusiones sustantivas sobre teorías, enfoques o métodos, en nuestra región se viene desarrollando un debate imprescindible sobre las formas de evaluación de la actividad científica y sus productos. Sin embargo, el debate ha sido fundamentalmente teórico y muy poco se ha avanzado en términos empíricos. Incluso, cuando en algún caso se intenta avanzar empíricamente, se utilizan los criterios estándar del mundo desarrollado y no se consideran las peculiaridades de la producción académica regional 4. Por otra parte, los escasos trabajos que dan cuenta de las características particulares de la actividad y las publicaciones científicas de la región, resaltan su escasa visibilidad, tanto en el mundo como dentro de la región (Babini y Smart 2006), y su carácter subordinado junto a las bajas expectativas que generan en cuanto a su calidad (Arnold-Cathalifaud 2012). En buena medida la cuestión central del problema radica en el vínculo entre los investigadores sociales latinoamericanos y las publicaciones científicas, tanto como fuente de referencia como en cuanto destino de su producción. Dos aspectos del problema, los diversos tipos de publicación y el uso de idiomas diferentes del inglés, exceden el ámbito regional. Por ejemplo, la producción académica registrada por del Centro de Ciencias Sociales y Humanas de España entre 2003 y 2007 se distribuye en un 33% de capítulos de libros, un 32% de artículos en revistas, un 23% de actas de congresos y un 12% de libros (Giménez et al 2011). Algo similar detectó Grediaga (2007) para México, al mostrar que las ciencias sociales y las humanidades 5 “…tienen los promedio más altos en la publicación de libros de carácter científico, capítulos de libros y en autorías de libros colectivos,…” (60). Asimismo, un artículo reciente muestra que los investigadores en ciencias sociales del área flamenca de Bélgica tienden a publicar sus trabajos en libros y/o en holandés (Engels et al 2012). Por su parte, algo podemos saber acerca de la relación entre investigadores sociales latinoamericanos y revistas científicas a partir de la encuesta realizada para el Estudio de las Publicaciones de Acceso Abierto (SOAP por sus siglas en inglés). Allí se relevó, entre otras cuestiones, el nivel de dificultad para acceder a publicaciones científicas online y las razones para elegir una determinada revista para publicar (Dallmeier-Tiessen et al 2011). Considerando exclusivamente a los investigadores latinoamericanos incluidos en la encuesta (N=371) se puede apreciar que más de la mitad declara tener alguna dificultad para acceder a publicaciones científicas, mientras que algo menos de la tercera parte dice acceder fácilmente. En consonancia, casi las tres cuartas partes de los encuestados latinoamericanos dicen haber publicado menos de cinco artículos en revistas arbitradas en los últimos cinco años. Por su parte, los factores a los que los 4 Ver por ejemplo un trabajo reciente que establece el nivel de producción e impacto de departamentos latinoamericanos de ciencia política (Altman 2011). 5 En realidad la autora utiliza una clasificación de áreas científicas algo peculiar, pero el grupo de referencia está compuesto exclusivamente por disciplinas que corresponden a las áreas de Ciencias Sociales y Administración y a Educación y Humanidades de acuerdo con la clasificación de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior de México. encuestados le atribuyen mayor importancia para elegir una revista donde publicar son (entre paréntesis la suma de respuestas que consideran a cada factor importante o extremadamente importante): el prestigio o la calidad percibida de la publicación (68%), la relevancia para su comunidad (66%), la probabilidad de aceptación (61%), la importancia para la carrera (61%), la recomendación de colegas (55%), el factor de impacto (54%) y la rapidez de publicación (51%) 6. Paralelamente a estos estudios sobre la producción académica de las ciencias sociales, se vienen desarrollado iniciativas que buscan discutir la situación actual y procuran encontrar formas de promover la calidad y la difusión de las publicaciones científicas de la región (Babini y Fraga 2006; VII CIPUI 2009; Cetto y Alonso Gamboa 2011; Piccone y Jousset 2011). En definitiva, la producción de las ciencias sociales en América Latina viene siendo debatida de forma creciente, sin embargo la información objetiva de la que disponemos es todavía fragmentaria y aun estamos lejos de tener un diagnóstico preciso y aceptado sobre la cuestión. Al mismo tiempo que nadie puede negar la necesidad de establecer criterios claros de evaluación académica, se pueden apuntar tres razones por las cuales los sistemas de evaluación de las ciencias sociales iberoamericanas no deberían aceptar los estándares internacionales establecidos en el primer mundo. En primer término, los hábitos de publicación en las ciencias sociales y las humanidades difieren significativamente de los que se practican en las ciencias exactas y naturales. En estas últimas la publicación en revistas arbitradas es una práctica hegemónica en todo el mundo, independientemente de la región de la que se trate. En cambio, en las ciencias sociales, la comunicación de resultados de investigación a través de libros y capítulos de libros es mucho más frecuente, de modo que el uso de los indicadores bibliométricos usuales distorsiona la situación (Hicks 2004, Giménez et al 2011, Sivertsen y Larsen 2011, Engels et al 2012). Incluso la situación de las ciencias sociales con respecto a las humanidades, que suelen ser tratadas conjuntamente, presenta variaciones relevantes (Mañana-Rodríguez y Giménez-Toledo 2013). Como las bases de datos internacionalmente reconocidas (ISI y Scopus) no incluyen libros ni capítulos de libros, cuando estas formas de publicación son mayoritarias dentro del área y pueden contener productos de alta calidad, la evaluación de la producción en estas áreas debería buscar alternativas que incluyan este tipo de publicaciones 7. La segunda razón consiste en que en muchos casos la producción de las ciencias sociales se ocupa de cuestiones locales o regionales que pueden no generar interés en las revistas internacionales incluidas en ISI o Scopus. En realidad Scopus surgió con una visión más amplia que ISI y la competencia que significó para este último lo ha llevado a tomar nota de semejante falencia en sus bases de datos, por lo que ha incorporado en los últimos años un número creciente de revistas “regionales” (Laborde 2011, Testa 2011). De todas formas, estas revistas tienen una menor jerarquía en los rankings que elaboran. Finalmente, una última razón para rechazar los rankings internacionales es la hegemonía que ejerce en ese ámbito el idioma inglés (Archambault y Lariviére 2009, 6 Se trata de cálculos realizados por el autor en base a los microdatos de la encuesta realizada por el proyecto SOAP (disponible en http://bit.ly/e6gE7o). 7 Un trabajo reciente que apunta en dicha dirección es el Scholarly Publishers Indicators que propone un ranking de editoriales científicas (ver http://epuc.cchs.csic.es/SPI/index.html) ISSC 2010). No sólo las universidades anglosajonas, sino buena parte de las instituciones académicas del primer mundo utilizan el inglés como lengua franca, de forma que los egresados de dichas instituciones, cuando no se trata de su lengua materna, salen entrenados para escribir en ese idioma. A su vez, la enorme mayoría de las revistas indexadas en los rankings reconocidos internacionalmente sólo aceptan artículos escritos en inglés 8. En consecuencia los egresados de universidades del primer mundo son los más aptos para publicar en las revistas más prestigiosas y los investigadores de América Latina que divulgan los resultados de sus investigaciones en español o portugués compiten con desventaja en ese ámbito. Si bien esto puede ser discutible para las ciencias naturales, donde el manejo del idioma es secundario con relación a los resultados, en el ámbito de las ciencias sociales tiende a generarse una brecha que podría resultar creciente, entre una “elite” integrada al mainstream científico y una comunidad académica de dudosa reputación que no es capaz de acceder a ese ámbito. El área iberoamericana, que cuenta con cientos de millones de habitantes y decenas de miles de científicos sociales puede promover con todo derecho el uso de sus lenguas nativas para desarrollar su actividad académica. Esto no es una mera reivindicación cultural sino una forma de potenciar el desarrollo de las ciencias sociales en nuestra región. Aunque no puede negarse que el manejo del idioma inglés es imprescindible para la actividad científica también es evidente que puede exigirse el mismo nivel de calidad a un texto escrito en español o portugués. Si los trabajos de investigación publicados en español o portugués, dados similares niveles de calidad, tuvieran la misma visibilidad que los publicados en inglés, la producción académica de nuestra región daría un salto gigantesco en materia de impacto. La propuesta de este trabajo no consisten en el mero rechazo a los estándares internacionales. Tal posición no conduce más que al aislamiento y el consecuente empobrecimiento de la actividad académica (Arnold-Cathalifaud 2012). Por el contrario, se asume que los estándares para la evaluación de la producción académica son imprescindibles y que los criterios establecidos hace décadas en el mundo desarrollado deben ser tenidos en cuenta. Pero la aceptación acrítica de esos estándares también limita el desarrollo regional de las ciencias sociales porque reduce la autonomía y genera obstáculos innecesarios para la producción académica. En la actualidad existen centenares de revistas de ciencias sociales en el área iberoamericana que publican artículos en español y portugués. Sin embargo no disponemos de instrumentos que nos permitan establecer el nivel de calidad de esas publicaciones y, en general, son consideradas de segunda línea. Existen diversos emprendimientos que tienden a la sistematización y difusión del contenido de esas publicaciones (Latindex, REdalyc) y, en siete países iberoamericanos, han sido incorporadas a rankings o listados de calidad que son utilizados para evaluar investigadores (Penkova 2011). Incluso el emprendimiento SciELO no sólo sistematiza y difunde revistas científicas de la región, sino que ha incorporado instrumentos bibliométricos que permiten calcular índices de impacto a partir de las citas generadas por las publicaciones y acaba de realizar un convenio para incorporar sus bases a ISI. Pero la publicación de libros y capítulos aún 8 Existen algunas excepciones que vale la pena mencionar. Por ejemplo, Latin American Research Review (LARR) publica artículo indistintamente en inglés, español y portugués. Por su parte, Latin American Politics and Society (LAPS) acepta evaluar artículos en español y portugués que deberán ser traducidos al inglés luego de aceptados. está fuera de todo estándar y estamos lejos de disponer de criterios consensuales para evaluar la producción académica latinoamericana en ciencias sociales. Datos y métodos Para la realización de este trabajo se elaboraron tres diferentes bases de datos. La primera de ellas contiene todos los artículos registrados en la base de datos Scopus que fueron publicados por autores afiliados a instituciones académicas ubicadas en América Latina. Los campos principales de la base de datos son cuatro: el país de afiliación del autor, la revista en la que se realizó la publicación, el país de origen de la revista y el año de publicación. El tratamiento de dicha base de datos es fundamentalmente descriptivo. De esta forma se puede establecer la evolución de las publicaciones latinoamericanas en el tiempo, el peso relativo de los distintos países de la región en la producción académica y la posición relativa que ocupan las revistas en las que publican los autores de la región. La segunda base de datos está constituida por las revistas de ciencias sociales del área iberoamericana. Se tomó el área iberoamericana y no sólo América Latina porque el rasgo distintivo de las publicaciones que interesa principalmente es que publican artículos en español y portugués. Corresponde aclarar de todas formas que el corte idiomático por área geográfica no es completamente excluyente; existen revistas iberoamericanas que publican en otros idiomas, así como revistas editadas en otras áreas que publican artículos en español y portugués (por ejemplo Latin American Research Review) o que, al menos, aceptan evaluar manuscritos en esos idiomas para traducirlos al inglés luego de aprobados (por ejemplo Latin American Politics and Society). Los campos principales de esta base son el nombre de la revista, la disciplina o disciplinas a las que se dedica, el país de origen, el año en que comenzó a publicarse, las bases de datos donde la revista está indexada y el impacto de la revista evaluado a partir de las citas generadas en Google Académico y también en ISI y Scopus cuando el dato está disponible. El tratamiento de esta base de datos es descriptivo e inferencial. El tratamiento descriptivo permite observar la evolución de las revistas latinoamericanas en el tiempo, su distribución por países y su impacto académico. El tratamiento inferencial busca explicar el impacto de las revistas, medido a través de indicadores de impacto (como el h index o el número total de citas recibidas) utilizando las demás variables como independientes. La tercera base de datos está constituida por las respuestas a la encuesta realizada a investigadores latinoamericanos en ciencias sociales, complementada con información obtenida de sus CVs y el impacto de su trabajo a partir de las citas generadas en Google Académico. En este caso el tratamiento de esta base de datos es también descriptivo e inferencial. En primer término se procura describir los hábitos de referencia y publicación de los investigadores. En segundo lugar se busca explicar los hábitos de publicación a partir de sus percepciones y los incentivos que generan las instituciones académicas donde trabajan y los que se generan desde los gobiernos. Finalmente se busca explicar el impacto de los investigadores, medido a través de indicadores de impacto (como el h index o el número total de citas recibidas) utilizando como variables independientes sus hábitos, percepciones y publicaciones. Publicaciones Latinoamericanas de ciencias sociales en SCOPUS La base de datos Scopus es la de mayor cobertura mundial y constituye en excelente referente de la producción científica global. En consecuencia, un primer acercamiento a la producción de las ciencias sociales latinoamericanas, especialmente para contextualizarlo dentro de la producción global, requiere observar la presencia de artículos publicados por investigadores de América Latina en Scopus. Gráfico 1 Publicaciones latinoamericanas de ciencias sociales en Scopus. 6000 y = 55.129e0.2195x R2 = 0.9705 5000 4000 3000 2000 1000 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 20 09 20 10 20 11 0 Artículos publicados por año Exponencial (Artículos publicados por año) Como puede apreciarse en el gráfico, en veinte años el número de artículos creció de forma exponencial. Esta evolución obedece a dos procesos paralelos. El primero de ellos consiste en la creciente exigencia que se realiza a los investigadores de publicar artículos en revistas arbitradas y, en algunos caso, en revistas que ocupen determinadas posiciones en los rankings internacionales. El segundo proceso es la creciente incorporación a la base Scopus de revistas que se publican en el área latinoamericana. Con anterioridad a dichos procesos se generó el contexto de la democratización de la región, lo que conllevó un fuerte estímulo para el desarrollo de las ciencias sociales y generó un enorme incremento de su actividad, instituciones y personal docente. Esta verdadera masificación condujo al establecimiento de sistemas de evaluación que establecieron diversas exigencias para contratar y recontratar a los investigadores, entre ellas la publicación de artículos en revistas arbitradas. A su vez, muchas de esas instituciones comenzaron a publicar sus propias revistas, de forma que este tipo de publicaciones también se multiplicó rápidamente en la región. Finalmente, algunas de estas publicaciones fueron cumpliendo estándares internacionales que permitieron su inclusión en las bases de Scopus. Cuadro 1 Artículos ubicados en SCOPUS por país de afiliación del autor País Argentina Bolivia Brazil Chile Colombia Costa Rica Cuba Dominican Republic Ecuador El Salvador Guatemala Honduras Mexico Nicaragua Panama Paraguay Peru Uruguay Venezuela Artículos 1910 74 9169 2594 931 175 376 5 54 3 74 10 2895 15 1 4 297 194 1032 Porcentaje 9.6% 0.4% 46.3% 13.1% 4.7% 0.9% 1.9% 0.0% 0.3% 0.0% 0.4% 0.1% 14.6% 0.1% 0.0% 0.0% 1.5% 1.0% 5.2% En cuanto al peso relativo de los diferentes países de la región, y de forma consistente con diversos indicadores de ciencia y tecnología, Brasil representa casi la mitad de la producción en ciencias sociales en América Latina. Luego, otros tres países, México, Chile y Argentina, ocupan las siguientes posiciones y representan conjuntamente más de un tercio de la producción. Finalmente, representando juntos alrededor de un 10%, se ubican Venezuela y Colombia. Los seis países mencionados superan largamente el 90% de la producción latinoamericana en ciencias sociales que figura en SCOPUS. Los restantes 13 países ocupan por tanto una porción marginal de esta producción, aunque cabe mencionar que algunos de ellos son de todas formas overachievers ya que su participación en la producción en ciencias sociales supera otros indicadores relativos de esos países, como población, PIB, porcentaje del PIB destinado a C&T, número de investigadores, etc. Pero más allá de la evolución en cantidad y la distribución entre países, el análisis de la producción latinoamericana en ciencias sociales que está registrada en SCOPUS permite obtener una serie importante de conclusiones acerca de sus características. Para ello, resulta de gran utilidad la clasificación de los artículos por revista, considerando tanto el índice de impacto de la revista como el país donde se edita, y también controlando por el país de afiliación de los autores. De esta forma pueden observarse algunas cuestiones particularmente relevantes vinculadas al papel subsidiario de las ciencias sociales latinoamericanas en el mundo. Como puede verse en el siguiente cuadro, una de las hipótesis de esta investigación se confirma rápidamente: el número de artículos publicados por latinoamericanos está negativamente correlacionado con el índice de impacto de la revista. La correlación se corrió entre el número total de artículos publicados por latinoamericanos en cada revista contra el Scimago Journal Rank (SJR). La correlación es significativa al 99% aunque el poder explicativo del modelo es pobre. Cuadro 2 Correlación entre número de artículo y SJR Correlations SJR Pearson Correlation SJR Total 1 -,136** Sig. (2-tailed) Total ,000 N 739 739 Pearson Correlation -,136** 1 Sig. (2-tailed) ,000 N 739 740 **. Correlation is significant at the 0.01 level (2-tailed). Por otra parte se puede observar el mismo fenómeno con relación al país donde se edita la revista. Dividiendo el total de revistas donde han publicado autores latinoamericanos en cuatro grupos de tamaño similar y ordenados por el índice de impacto, puede observarse lo siguiente. En el cuadro 3 se puede apreciar que en el primer grupo, conformado por las revistas de mayor impacto, ninguna es editada en América Latina ni en la península ibérica. Recién en el segundo grupo aparecen revistas del área iberoamericana, aunque en una proporción menor. Pero el grueso de las revistas iberoamericanas está concentrado en los otros dos grupos (de mitad de tabla para abajo utilizando un lenguaje futbolístico), que son los de menor impacto y donde el número de revistas de los tres países de mayor producción académica (Estados Unidos, Reino Unido y Holanda) se reduce considerablemente. Cuadro 3 Número de revistas según origen por grupos de impacto Q1 Q2 Q3 Q4 Total AL 0 14 63 68 145 Spain/Pt 0 7 18 23 48 USA 60 73 45 19 197 UK 81 57 27 20 185 Netherlands 28 30 14 7 79 Otros 10 19 33 24 86 Total 179 200 200 161 740 Finalmente, uniendo el país de afiliación de los autores con el país donde se editan las revistas se observa lo que podría ser el principal problema de nuestra producción, la muy baja internacionalización de nuestra producción. En algunos casos, los autores de los países más importantes de la región, concentran la publicación de artículos en revistas de su propio país. Esto ocurre en el caso de Brasil (57%), Venzuela (61%) y, sorprendentemente, en Chile, donde sus cientistas sociales han publicados en revistas de su propio país el 73% de su producción registrada en Scopus. Asimismo las revistas editadas en los países latinoamericanos publican mayoritariamente autores nacionales. Más del 90% de los artículos publicados en revistas argentinas y brasileñas que figuran en Scopus corresponden a autores argentinos y brasileños respectivamente. Por su parte, más del 80% de los artículos publicados en revistas mexicanas y cubanas corresponde a autores de esos país. En el caso de las revistas colombianas y chilenas, más del 70% de sus artículos son de autoría nacional. Finalmente, más del 60% de los artículos publicados en revistas venezolanas tienen autores venezolanos. Esto significa que no tenemos una producción académica internacionalizada, ni siquiera regionalizada, sino concentrada en el propio país. En cierto modo, el repaso de estas cifras permite inferir que el creciente número de revistas de ciencias sociales que existe en nuestra región ha sido destinado a canalizar la producción de sus propios investigadores, buscando de esta forma cumplir con las exigencias de evaluación que han establecido las diversas instituciones, pero sin lograr la visibilidad y el impacto que serían deseables. En definitiva, el problema de la visibilidad y el impacto de la producción latinoamericana en ciencias sociales es doble. Por un lado los autores de nuestra región publican mayoritariamente en revistas de menor impacto y, por otro, las revistas que se publican en nuestra región están concentradas en la segunda mitad del ranking. Cuadro 4. Número de artículos publicados por latinoamericanos en Scopus según país de afiliación del autor y de origen de la revista País Argentina Australia Belgium Brazil Canada Caribe Chile Colombia Croatia Cuba Czech Republic Denmark Finland France Germany Greece Hungary India Ireland Israel Italy Japan Mexico Netherlands Peru Portugal Romania Spain Sweden Switzerland Turkey United Kingdom United States Venezuela Internacionales Costa El R. Argentina Bolivia Brasil Chile ColombiaRica Cuba Ecuador Salvador GuatemalaHondurasMéxico NicaraguaPanamá ParaguayPerú DominicanaUruguay VenezuelaTotal Nacionales 219 0 9 0 2 0 0 0 0 0 0 5 0 0 0 0 0 2 0 237 92% 0 0 0 0 0 1 3 0 0 0 0 11 0 0 0 2 0 0 0 17 2 2 6709 85 25 1 19 0 0 0 0 10 0 0 0 3 0 8 2 7059 95% 197 0 6 0 0 0 5 2 3 0 0 0 0 21 0 0 0 0 0 2 8 47 1 1 3 5 1480 84 3 7 1 0 0 0 64 1 0 0 30 0 13 31 2008 74% 220 6 68 209 1 0 0 0 0 0 25 0 0 0 1 0 4 6 292 34 0 0 12 2 2 158 13 4 188 84% 9 4 1 1 1 1 1 3 0 0 0 0 0 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 3 8 16 2 0 0 4 6 2 2 0 0 0 6 0 0 1 3 1 2 2 47 32 0 76 7 11 9 5 3 0 0 0 58 2 0 0 8 0 7 9 227 2 2 9 0 55 15 5 0 5 0 0 0 0 22 0 0 0 0 0 2 7 120 1 4 5 10 7 2 12 1 32 1 1 12 0 10 0 0 3 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 3 2 33 0 1 19 17 7 3 0 2 0 26 0 26 0 0 0 17 0 1 4 123 1295 0 0 0 3 0 10 23 1575 82% 125 0 16 56 36 3 7 1 0 0 0 93 0 426 126 46 17 20 5 0 2 0 127 1 0 0 23 1 11 41 939 15 7 2 9 2 35 110 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 112 3 3 198 3 76 71 50 7 21 3 0 0 0 153 0 0 0 10 0 13 20 625 3 1 1 5 4 1 2 7 2 2 145 27 635 386 136 46 25 13 0 15 1 432 7 0 0 92 3 37 66 2066 34 706 216 104 51 49 16 1 25 1 494 3 1 3 70 0 69 139 2417 435 635 1009 63% 91 0 20 67 131 1 7 0 0 1 0 51 0 0 0 1 0 4 59 1 234 27 58 17 36 5 2 5 8 70 1 0 0 19 0 2 19 563 1910 74 9169 2594 931 176 377 54 3 74 10 2895 15 1 4 297 5 194 1034 19817 Revistas de ciencias sociales en el área iberoamericana En este apartado se analiza una segunda base de datos elaborada para esta investigación. Se trata de un registro de revistas de ciencias sociales del área iberoamericana que, como se dijo, concentra la publicación de artículos académicos escritos en español y portugués. El relevamiento se restringió a revistas que incluyeran como disciplinas a la ciencia política, la economía y la sociología que son el objeto de esta investigación, por lo que no puede considerarse un inventario exhaustivo de revistas de ciencias sociales del área. De todas formas, las revistas relevadas no publican artículos exclusivamente de esas disciplinas, ya que muchas son multidisciplinarias y otras se enfocan a las ciencias sociales de forma amplia. El relevamiento se realizó recorriendo todos los sistemas accesibles a través de Internet que registran revistas científicas vinculadas al área iberoamericana, ya sea que se trate de simples catálogos, repositorios de contenidos o sistemas de calificación o indexación. Las bases de datos consultadas fueron Latindex, Scielo, Redalyc, Dialnet y Clase. Para incluir sólo revistas académicas que cumplieran con requisitos exigibles a publicaciones científicas, se descartaron las que en Latindex figuran sólo en el directorio 9 y las que en Dialnet figuran con categoría D de CIRC 10. Al elaborar la base de datos se pudo verificar que de lejos Latindex es el registro de mayor cobertura para revistas de ciencias sociales iberoamericanas ya que sólo cuatro revistas ubicadas en otras bases no figuran en Latindex. Para la elaboración de la base se registró para cada revista su nombre, el país donde se edita, el organismo encargado de la publicación y el año en que comenzó a circular. Asimismo, se verificó la inclusión de las revistas relevadas en indexaciones internacionales, como ISI, Scopus y Doaj registrando el número de citas recibidas por las revistas en los dos primeros. También se buscó la presencia de las revistas relevadas en rankings oficiales iberoamericanos de revistas. En este sentido, se ubicaron tres con amplia cobertura: el ranking brasileño Qualis que elabora Capes, el colombiano Publindex que elabora Colciencias y el español CIRC, elaborado por un equipo de diferentes universidades y el CSIC 11. Finalmente se incorporó a la base de datos el impacto reportado por Google académico cuando el dato estuvo disponible. Se trata de los indicadores H5 y Hmedian. El primero es el índice H de cada publicación, correspondiente a los últimos cinco años y el segundo, el valor mediano de citas obtenidas por los artículos que conforman el índice H 12 de cada publicación. Lo primero que se puede observar al analizar los datos es el fuerte crecimiento en el número de revistas registrado en las últimas décadas. Un 40% de la revistas registradas comenzaron a publicarse en el presente siglo y otro 30% corresponde a la década de 9 Las revistas incluidas son las que figuran en el “catálogo” que son las que cumplen con los criterios de calidad editorial establecidos por Latindex. 10 De acuerdo a la definición que maneja la clasificación CIRC, la catagoría D es un grupo residual “con dudoso estatus científico”. 11 Una muestra de que Latindex es un registro internacionalmente respetado es que es la única fuente que la clasificación CIRC toma en consideración, fuera de las internacionales que producen ISI y Scopus y las propias españolas. 12 El índice H, elaborado por Jorge Hirsch de la Universidad de California, se propone medir el impacto de un investigador o una publicación a partir de las citas que recibe uno u otro. El valor del índice es el mayor número h, tal que h artículos hayan recibido al menos h citas cada uno. 1990, es decir que la gran mayoría son publicaciones muy recientes. También se puede apreciar un patrón de evolución de tipo exponencial aún desde antes, posiblemente desde mediados del siglo pasado, lo que resulta consistente con el aumento de las publicaciones científicas en general y con la evolución del número de artículos publicados por científicos sociales latinoamericanos en Scopus, según se vio en la sección anterior. Gráfico 2 Número de revistas según año de inicio de la publicación 35 R2 = 0.8347 30 25 20 15 10 5 19 05 19 31 19 40 19 43 19 50 19 54 19 58 19 61 19 64 19 67 19 70 19 73 19 76 19 79 19 82 19 85 19 88 19 91 19 94 19 97 20 00 20 03 20 06 20 09 0 Número de revsistas inciadas por año Exponencial (Número de revsistas inciadas por año) Cabe aclarar, sin embargo, que no podemos saber con certeza el número de revistas de ciencias sociales iberoamericanas que comenzaron a editarse en cada año, dado que nuestra base sólo contiene publicaciones que permanecen vigentes al momento de realizar el estudio. Por lo tanto no se incluyen aquí revistas que pueden haber sido descontinuadas. Finalmente, podría pensarse que la tendencia al aumento en el número de revistas nuevas podría haber comenzado a frenarse en los últimos años, ya que el último pico (31 revistas), el máximo de la serie, se produjo en 2005, lo que sugeriría que podemos encontrarnos frente a una situación de saturación. De todas formas hay que ser cautelosos al respecto, porque también el descenso en el número de revistas iniciadas en los últimos años podría deberse a un natural retraso entre el comienzo de la publicación y su inclusión en alguna de las bases consultadas. Una segunda mirada a los datos nos permite verificar una fuerte concentración de las revistas de ciencias sociales en un grupo reducido de países. Un solo país, España, publica la tercera parte de las revistas relevadas; entre España y Brasil concentran más de la mitad de las publicaciones; y sólo siete países (los dos anteriores más México, Argentina, Chile, Colombia y Venezuela) publican el 90% de las revistas incluidas en la base. Del resto, sólo Portugal alcanza a los dos dígitos y varios países de la región (especialmente de América Central) no tienen revistas de ciencias sociales que cumplieran con los requisitos para ser registradas. Esta concentración no es de extrañar, ya que coincide plenamente con la detectada en la sección anterior sobre las publicaciones de científicos sociales latinoamericanos indexadas en Scopus. Es decir que los países cuyos investigadores sociales publican más artículos en revistas indexadas en Scopus son también los países que publican más revistas de ciencias sociales. Gráfico 3 Revistas de ciencias sociales por país. España 210 Brasil 107 México 72 Argentina 55 Colombia 50 Venezuela 37 Chile 33 Portugal 18 Ecuador 9 Uruguay 8 Perú 7 Costa Rica 5 Puerto Rico 4 Bolivia 3 Nicaragua 2 Cuba 2 Paraguay 1 Francia 1 Barbados 1 0 50 100 150 200 250 Por otra parte, si discriminamos a las revistas de acuerdo a las disciplinas seleccionadas, vemos que el mayor número corresponde a economía, seguido de sociología, luego ciencia política y, finalmente, las genéricas de ciencias sociales. En este caso, la concentración para cada una de las disciplinas reproduce el patrón descrito anteriormente, aunque el orden de los países ofrece algunas pequeñas variaciones dependiendo de la disciplina de que se trate. Por ejemplo, Chile registra más revistas de ciencia política que Venezuela, a pesar de que este último tiene más en el total general. Asimismo, Colombia tiene más revistas de economía que Argentina y, este último registra más revistas de sociología y de ciencias sociales genéricas que México. Finalmente, Brasil registra un mayor número de revistas genéricas de ciencias sociales que España. Cuadro 5 Revistas por disciplina y por país. N País España Brasil México Argentina Colombia Venezuela Chile Portugal Ecuador Uruguay Perú Costa Rica Puerto Rico Bolivia Nicaragua Barbados Cuba Paraguay Francia Total CP 40 23 18 13 10 7 9 1 3 1 1 2 2 1 131 ECO 108 48 41 21 33 16 15 9 8 3 5 2 2 2 2 1 1 317 SOC 69 33 20 28 7 13 8 7 2 4 2 2 1 1 CCSS 14 23 10 13 3 11 7 4 2 1 1 2 1 2 1 1 1 1 199 96 Nota: la suma de casos en esta tabla excede el total de revistas registradas dado que varias de ellas están asignadas a más de una disciplina. En cuarto término se puede apreciar la presencia diferenciada de los países en los distintos sistemas de registro o indexación 13. Si bien los mismos siete países antes mencionados siguen concentrando la presencia en todos los sistemas relevados 14, en este caso no se aprecia el mismo orden relativo entre ellos, mostrando lo que podrían suponerse afinidades selectivas. Esa asociación entre países y sistemas de registro de publicaciones está parcialmente influida por el país que lleva adelante el sistema de registro en cuestión. Por ejemplo la presencia de revistas mexicanas en Redalyc y CLASE es mayor que en el total de revistas, dado el origen mexicano de dichos sistemas de registro. Asimismo, la presencia de revistas españolas en Dialnet y 13 En este proceso se excluyó la presencia en Latindex ya que, como se dijo antes, prácticamente todas las revistas relevadas aparecen en ese registro. 14 La presencia de revistas de España, Brasil, México, Argentina, Colombia, Venezuela y Chile en cada uno de los sistemas de registro e indexación relevados muestra mayor concentración aún que en el total de revistas y va entre el 93% y 100%. brasileñas en Scielo es claramente mayoritaria, lo que se explica naturalmente por el desarrollo de estos sistemas en España y Brasil respectivamente. Cuadro 5 Revistas por país e indexación. N País España Brasil México Argentina Colombia Venezuela Chile Portugal Ecuador Uruguay Perú Costa Rica Puerto Rico Bolivia Nicaragua Barbados Cuba Paraguay Francia Total Redalyc 33 15 30 8 16 17 12 1 1 Dialnet 116 9 24 18 20 6 16 3 2 3 3 1 Clase Scielo 1 22 34 9 18 16 8 Scopus 1 38 23 14 17 4 11 3 ISI 22 25 12 2 7 5 4 3 DOAJ 16 5 8 1 4 4 4 1 1 4 1 1 57 55 23 19 15 18 16 3 1 1 1 1 2 2 1 1 1 1 134 222 1 116 116 80 42 En cambio, la presencia de los países en los índices internacionales (Scopus, ISI y DOAJ) es más similar a la distribución general. De todas formas también en esos sistemas de registro aparecen algunos matices. Concretamente, el predominio de las revistas españolas sólo se repite en ISI, donde, por otra parte hay una presencia muy inferior de las revistas brasileñas y argentinas. Por su parte, las revistas brasileñas lideran la presencia en Scopus, donde nuevamente hay una presencia muy disminuida de las revistas argentinas. En este aspecto pareciera que en España se ha privilegiado la indexación en ISI, al tiempo que en Brasil en Scopus y en Argentina no se ha buscado la presencia en estas bases de datos. En cambio, la presencia de los países en DOAJ es la única que resulta muy similar a la distribución general. Finalmente corresponde observar la presencia de las revistas en los sistemas de registro según las disciplinas de las que se ocupan. Lo que se destaca de forma evidente es la fuerte presencia de las revistas clasificadas como genéricas de ciencias sociales en todos los sistemas de registro. En todos los casos, la proporción de revistas de ciencias sociales genéricas registradas en las diferentes bases de datos es claramente superior al promedio general, con la excepción de ISI donde el porcentaje es igual. La situación opuesta se presenta con las revistas de economía, que aparecen en todos los sistemas de registro en una proporción menor al promedio general, nuevamente con la excepción de 212 ISI donde los valores vuelven a ser iguales. Por último, las revistas de ciencia política y sociología muestran un desempeño más similar al promedio general. Cuadro 6 Revistas por disciplina e indexación. CP ECO SOC CCSS Todas Redalyc 24% 19% 23% 27% 21% Dialnet 41% 28% 38% 43% 36% Clase 21% 16% 16% 30% 19% Scielo 18% 15% 18% 30% 19% Scopus 13% 7% 13% 30% 13% ISI 8% 7% 3% 7% 7% DOAJ 31% 31% 34% 51% 34% Para finalizar esta sección corresponde dedicar un espacio al impacto de las publicaciones registradas. Se trata de un aspecto de especial relevancia porque es el único que puede decirnos algo acerca de la calidad de las publicaciones de forma sustantiva. Si bien la presencia de una revista en un sistema de indexación supone el cumplimiento de un conjunto de requisitos, tal evaluación dice de la calidad de la revista en términos formales. En cambio, el hecho de que los artículos publicados en la revista reciban citas, ya sea en otras revistas o en otro tipo de publicaciones, habla de la repercusión del artículo en el medio académico. Por supuesto que no se puede asegurar que un artículo que tenga más citas que otro es un mejor artículo en términos sustantivos, pero en términos agregados, detrás del impacto de una revista está la relevancia de los artículos que publica y la importancia de sus autores. Con la finalidad de estimar el impacto de la revistas incluidas en el estudio se relevaron cinco indicadores de impacto, el número de citas en ISI, el número de citas en SCOPUS, el número de citas en Cielo, el H5 y el Hmedian de Google Académico. Lamentablemente los datos no están disponibles para la mayoría de las revistas relevadas; en los casos de ISI, SCOPUS y Scielo, simplemente porque la mayoría de las revistas iberoamericanas no están indexadas en esas bases y en el caso de Google Académico porque para incluir la publicación el sistema exige que la revista haya publicado al menos 100 artículos en los últimos cinco años. Una primera mirada de las revistas de ciencias sociales puede realizarse considerando la totalidad de los indicadores registrados. De esta forma podemos comparar el impacto de la revistas por país o por disciplina, de forma análoga a como hemos visto antes. En cuanto a los países se repite el panorama de concentración antes mencionado. Los países que cuentan con mayor número de publicaciones también son los que logran mayores niveles de impacto. Pero esto no se debe al mayor número de publicaciones que se edita en cada país, ya que para los índices de impacto hemos calculado el promedio de cada grupo por lo que si un país con pocas publicaciones tuviera una revista de gran repercusión habría figurado entre los de mayor impacto. También hay que señalar que del proceso de estos indicadores surgen divergencias, es decir los indicadores no varían de la misma forma entre países, unos logran mayor impacto de acuerdo a algunos y otros países de acuerdo a otros. También es importante observar que si bien los mismos países antes mencionados concentran la mayor parte del impacto, el orden relativo entre ellos varía significativamente. Por ejemplo España, que es el país que edita más revistas y tiene el mayor número de publicaciones registradas en la mayoría de los sistemas, no lidera el impacto en ninguno de los indicadores relevados. Cuadro 7 Impacto promedio de revistas por país. País Brasil Mean N Std. Deviation Scopus citas ISI total cites 47.30 1.28 107 107 129.764 10.006 scielo citas recibidas 306.42 107 964.023 h5-index 3.92 107 4.976 h5-median 5.44 107 7.000 Chile Mean N Std. Deviation 12.00 33 54.577 5.88 33 22.129 28.52 33 62.167 3.36 33 4.547 4.91 33 6.742 España Mean N Std. Deviation 169.38 210 2221.470 5.82 210 23.542 .00 210 .000 2.71 210 3.869 3.80 210 5.483 Colombia Mean N Std. Deviation 4.62 50 14.028 1.14 50 5.143 32.26 50 64.950 2.46 50 3.284 3.68 50 5.089 México Mean N Std. Deviation 281.46 72 2277.652 2.49 72 8.545 24.71 72 69.966 1.99 72 3.129 2.85 72 4.843 Venezuela Mean N Std. Deviation 39.46 37 221.337 1.16 37 6.427 13.35 37 59.071 1.62 37 2.509 2.22 37 3.233 Portugal Mean N Std. Deviation 25.11 18 77.946 .00 18 .000 35.17 18 101.280 1.44 18 2.874 2.17 18 4.515 Argentina Mean 4.62 1.67 4.80 .93 1.33 55 55 55 55 55 33.976 12.405 12.933 2.387 3.491 N Std. Deviation Concretamente el país con más citas en promedio para sus revistas en Scopus es México; para el caso de ISI, las revistas con más citas en promedio son las chilenas; y, en el caso del sistema Scielo, las revistas que reciben más citas en promedio son las brasileñas. Asimismo Brasil es el país que logra los mejores promedios en los indicadores H5 y H5median de Google Académico. Más allá de que estos valores no deben absolutizarse, especialmente porque en algunos casos obedecen a la presencia de algún valor extremo excepcional 15, hay que destacar el desempeño de las revistas chilenas, ya que se trata del país con el menor número de revistas entre los “siete grandes” antes mencionados y no sólo lidera el impacto en uno de los indicadores sino que se ubica en el segundo puesto en el H5 y el H5median, luego de Brasil. En cuanto al impacto de las revistas por disciplina se aprecian también algunas diferencias interesantes. Las revistas de ciencia política son las que tienen mayor impacto de acuerdo al número promedio de citas recibidas en Scopus e ISI, al tiempo que las genéricas de ciencias sociales son las que obtienen el mayor promedio de citas recibidas en Scielo. Asimismo también las revistas genéricas de ciencias sociales son las que logran el mayor impacto a través de los indicadores de Google Académico. Cuadro 8 Impacto promedio de las revistas de ciencias sociales por disciplina CP Mean N Std. Deviation ECO Mean N Std. Deviation SOC Mean N Std. Deviation CCSS Mean N Std. Deviation Scopus citas ISI total cites 167.57 3.40 scielo citas recibidas 31.79 h5-index 2.21 h5-median 3.15 131 131 131 131 131 1689.371 14.534 141.502 3.203 4.834 104.62 3.04 55.36 2.16 2.99 317 317 317 317 317 1807.850 14.506 520.024 3.756 5.290 34.14 1.83 33.88 2.26 3.16 199 199 199 199 199 139.958 16.664 168.792 3.597 5.123 43.31 2.99 144.72 3.45 4.91 96 96 96 96 96 123.625 16.386 428.523 4.458 6.310 Finalmente, para concluir esta sección, nos proponemos buscar factores que nos permitan explicar el diferente impacto que logran las revistas. Para ello utilizaremos como indicador de impacto el H5 de Google Académico. Esta opción obedece a dos razones. En primer lugar, los indicadores de Google Académico están disponibles para un número significativamente mayor de revistas que el número de citas en los sistemas Scopus, ISI y Scielo 16. En segundo término, el H5 es un indicador más apropiado que el total de citas, tanto porque considera la distribución de las citas entre los artículos 15 Los altísimos valores de los desvíos para las citas en Scopus de México y España son un indicador de la presencia de dicha situación. 16 De las 625 revistas incluidas en el estudio, 258 obtienen un valor de impacto en Google Académico, mientras que sólo 94 tienen citas registradas en Scielo, 73 en Scopus y 36 en ISI. además de su número total, como porque incluye sólo las citas recibidas durante los últimos cinco años, lo que permite evitar la atribución de mayor impacto a una revista simplemente porque tiene una trayectoria más prolongada. El uso del índice H en lugar del número total de citas resulta especialmente apropiado para evaluar el impacto de una revista –y no necesariamente de un autor- ya que el hecho de tener muchas citas puede obedecer a tener uno o dos artículos muy citados y el resto muy poco citados. De este modo, el índice H permite una mayor aproximación al impacto de la revista como tal y no al impacto de alguno de sus artículos. Para intentar determinar qué factores afectan el impacto de las revistas de ciencias sociales utilizaremos modelos estadísticos que tomen como variables independientes los diferentes atributos que hemos registrado en la base de datos. De esta forma, tanto el lugar donde se publica la revista, el año de comienzo y su inclusión en los sistemas de registro serán evaluados como variables independientes. Ya vimos que las revistas de mayor impacto son a su vez las de los países que publican más revistas. Pero si consideramos en conjunto a los países que publican más revistas, nos quedamos con prácticamente todas las revistas, por lo que no lograríamos avanzar en la explicación. En cambio, como dentro de ese grupo de países tenemos dos regiones bien diferenciadas –Europa y América Latina- podemos suponer que las revistas de países europeos podrían generar más impacto que las latinoamericanas, porque se publican en un área de mayor desarrollo en general y donde también hay mayor inversión en C&T. Para verificarlo creamos la variable “continente” con valor 1 para América Latina y valor 2 para Europa. Asimismo, podemos suponer que las revistas con mayor trayectoria tienen mayor impacto, debido a que con el tiempo la revista se da a conocer dentro de la comunidad académica y logra mayor interés y aceptación. Para detectar ese efecto creamos la variable “periodo” que adopta cuatro valores: 1 para las revistas que comenzaron a publicarse hasta 1980, 2 para las revistas de la década de 1980 (19811990), 3 para las revistas de los años noventa (1991-2000) y 4 para las que comenzaron a publicarse en el siglo XXI (2001 al presente). Finalmente, también consideramos como variable que puede tener efectos sobre el impacto la inclusión de la revista en los sistemas de registro ya mencionados. Dado que la inclusión en cualquiera de dichos sistemas implica que la revista cumple con una serie de exigencias, al menos formales, la hipótesis es que la indexación de una revista mejora su impacto. En este aspecto vuelve a ser importante la elección de H5 como variable dependiente, ya que nuestros otros indicadores de impacto (número de citas recibidas en ISI, Scopus y Scielo) dependen directamente de la inclusión de la revista en el sistema correspondiente. Un primer modelo de regresión incluye todas las variables independientes como tales, esto es, el continente donde se publica, el periodo cuando en el que se inició la publicación y su inclusión en cada uno de los sistemas registro 17. El modelo es significativo estadísticamente y tiene un poder explicativo razonable (R cuadrado en torno a 0,3). Todos los coeficientes presentan el signo esperado, es decir, positivo para “continente” (porque Europa vale 2 y América Latina vale 1) y los sistemas de registro y negativo para periodo (porque cuanto más antiguas son las revistas menor es el valor de periodo). De todas formas, no todos los sistemas de indexación muestran una 17 En este caso se volvió a dejar de lado Latindex ya que, como se dijo, prácticamente todas las revistas registradas están en ese sistema. relación estadísticamente significativa con el impacto. En particular, la inclusión de una revista en Dialnet no está estadísticamente asociada a un mayor impacto y la inclusión en CLASE muestra una asociación débil y un impacto pequeño. Cuadro 9 Modelo de regresión para explicar el impacto de las revistas (A). Unstandardized Coefficients Model 1 B .943 Std. Error .628 -.494 .123 (Constant) Periodo Standardized Coefficients t Beta -.142 Sig. 1.501 .134 -4.012 .000 Continente 1.078 .311 .136 3.460 .001 Redalyc 1.404 .361 .151 3.887 .000 Dialnet .079 .282 .010 .279 .780 Clase .635 .380 .065 1.674 .095 Scopus 2.669 .428 .234 6.230 .000 ISI 1.411 .546 .093 2.584 .010 Scielo 1.255 .415 .128 3.023 .003 DOAJ 1.046 .327 .130 3.202 .001 Overall signification .000a R Square .304, adjusted R Square .294 a. Dependent Variable: h5-index Conclusiones similares pueden obtenerse de un segundo modelo elaborado con las mismas hipótesis pero que ahora considera el número total de sistemas donde la revista está registrada. Para ello se construyó una variable “indizaciones” que vale cero cuando la revista no está registrada en ningún sistema y suma un punto por cada sistema en el que aparece sin considerar Latindex. El modelo que se presenta a continuación tampoco considera la inclusión de la revista en Dialnet porque, como se vio, su efecto no es estadísticamente significativo. Cuadro 10 Modelo de regresión para explicar el impacto de las revistas (B). Unstandardized Coefficients Model 1 (Constant) B .563 Std. Error .590 Standardized Coefficients Beta t Sig. .954 .341 Continente 1.343 .279 .170 4.813 .000 Periodo -.509 .119 -.147 -4.269 .000 Indizaciones sin Dialnet 1.364 Overall signification .000a R Square .287, adjusted R Square .283 a. Dependent Variable: h5-index .096 .510 14.275 .000 En resumen puede decirse que las revistas europeas tienden a generar un mayor impacto que las latinoamericanas y que también tienden a lograr mayor impacto las revistas con mayor antigüedad. De todas formas estas variables no admiten manipulación. El mayor impacto de las revistas europeas debe atribuirse en parte, a la asignación de mayores recursos para la actividad de las ciencias sociales y en parte al establecimiento de mayores exigencias para la evaluación de la labor científica. Precisamente esto último podría estar reflejado en el efecto favorable sobre el impacto de las revistas que produce su inclusión en los sistemas de registro. Por un lado, podemos asumir que la inclusión de una revista en un sistema de registro favorece por sí mismo su impacto, porque la mera inclusión promueve la difusión de la revista, ya sea que simplemente permita hacerla conocida o porque el sistema cuenta con cierto prestigio que hace que la comunidad académica pase a tomarla en cuenta. Pero por otro lado, la inclusión de la revista en una base de datos implica que la revista ha cumplido con una serie de exigencias, como por ejemplo utilizar un sistema de arbitraje por pares. En consecuencia el efecto que la indexación parece producir sobre el impacto no sería tal sino que la revista por sí misma busca establecer estándares de calidad que favorecen su impacto. Por ejemplo, si la revista evalúa seriamente los artículos antes de publicarlos y sólo publica aquellos que resulten aprobados académicamente debería publicar mejores artículos. Y si la revista publica mejores artículos es de esperar que produzcan también un mayor impacto. Hábitos y percepciones de investigadores latinoamericanos. Esta última sección del trabajo se ocupa de presentar los resultados de la encuesta realizada a investigadores de ciencias sociales que se desempeñan en América Latina. La encuesta fue realizada por Internet utilizando el sistema SurveyMonkey. El cuestionario (ver anexo) fue enviado a 4.300 investigadores que fueron identificados a través de listados de los sistemas nacionales de investigación en los casos en los que existe (México SNI, Brasil CAPES, Argentina CONICET y Uruguay SNI) y a partir de las páginas web de las principales Universidades de cada país de acuerdo a rankings internacionales (Webometrics y QS Latin America). Los investigadores que se incluían en la muestra debían dedicarse a la ciencia política, la economía y la sociología, de acuerdo a lo establecido en el proyecto de investigación, aunque no siempre fue posible determinar con precisión este aspecto, ya que en muchas universidades no existen departamentos específicamente disciplinarios, por lo que en esos casos se tomó información de departamentos de ciencias sociales o similares y tampoco todos los que integran departamentos disciplinarios cultivan la disciplina correspondiente. Al elaborar la muestra se consideró una ponderación por país que toma en cuenta el volumen de la comunidad académica correspondiente, aunque la cifra final no corresponde exactamente al parámetro por las limitaciones para obtener información. Como resultado, 674 investigadores respondieron la encuesta, cifra que supera ampliamente el objetivo mínimo inicial de contar con 300 casos y que fortalece significativamente la posibilidad de generalizar los resultados, aunque debe tenerse presente que el sesgo de autoselección establece limitaciones al respecto 18. La distribución de las respuestas por país se corresponde razonablemente a la de la muestra y las diferencias más significativas corresponden a países menores; en Cuba, Perú y República Dominicana la tasa de respuesta fue muy reducida y en Honduras, Guatemala y Uruguay fue muy superior a la media (ver Anexo B) 19. Asimismo, la distribución de los encuestados resultó bastante equilibrada por disciplinas, de modo que se cuenta con información de 157 politólogos, 180 economistas y 164 sociólogos, superando también ampliamente el mínimo de 100 por disciplina que se estableció como objetivo original. Adicionalmente, otros 130 investigadores eligieron como disciplina la opción “ciencias sociales interdisciplinarias”, lo que incrementa el espectro comparativo de la encuesta que originalmente se limitaba a las tres disciplinas específicas mencionadas más arriba. Finalmente, 43 encuestados respondieron “otra” disciplina, lo que naturalmente era esperable ya que no se pudo controlar de forma absoluta la pertenencia disciplinaria de los integrantes de la muestra. Por otra parte puede afirmarse que la encuesta también cuanta con el nivel de calificación esperado de los encuestados, ya que un 75% de los respondentes posee títulos de doctorado. Si bien es cierto que los títulos por sí mismos no aseguran nada, esta proporción permite afirmar que la mayor parte de los encuestados son investigadores formados y con trayectoria. 18 La autoselección implica que quienes responden la encuesta lo hacen voluntariamente, por lo que la submuestra que efectivamente respondió la encuesta podría presentar sesgos. 19 La extraordinariamente alta tasa de respuesta en Uruguay, casi cuatro veces la media, obedece seguramente a la nacionalidad del responsable de este proyecto. En cuanto a la trayectoria, podemos definirla con mayor precisión, ya que se le preguntó a los encuestados el año de su primera publicación académica. Este dato se considera particularmente importante ya que diversos aspectos de la producción y su impacto están relacionados a la evolución de la carrera académica. Un modelo estándar de carrera académica asume un vínculo muy estrecho entre la formación y la producción. Es de esperar que las primeras publicaciones de un investigador se realicen en la etapa final del doctorado, poco antes o poco después de la obtención del título. Sin embargo, este modelo, que probablemente responda bastante adecuadamente a las carreras académicas en el mundo desarrollado, habría comenzado a operar en nuestra región más bien recientemente. Recién durante la década de 1990 el título de doctorado comenzó a ser valorado y, en algunos casos, a considerarse como un requisito para ingresar al plantel de investigadores de una institución. De hecho, hasta esas fechas, la mayoría de las instituciones académicas de la región no ofrecían programas de doctorado. El desfasaje entre las carreras académicas y la obtención de títulos de doctorado se puede apreciar en el siguiente cuadro, que resume las respuestas de la encuesta para ambas preguntas agrupadas por periodos. Cuadro 11 Periodo de obtención del título y de la primera publicación. Hasta 1980 1981-1990 1991-2000 2001 y + Total Obtención título Primera publicación 31 44 150 449 674 75 120 233 213 641 El periodo de obtención del título no es estrictamente el de doctorado sino el último que haya obtenido el encuestado. Como puede apreciarse, la obtención de títulos se concentra fuertemente en el siglo actual; las dos terceras partes de los encuestados declaran haber obtenido su último título entre el año 2001 y el presente. En cambio, el periodo donde se concentran las primeras publicaciones de los encuestados es la década de 1990 (36%), aunque un tercio realizó su primera publicación en este siglo y otro 30% antes de 1990. Por lo tanto puede apreciarse un claro desfasaje entre una cosa y la otra. Las primeras publicaciones se dividen más o menos equilibradamente en tres tercios, hasta 1990, década de 1990 y siglo XXI, pero la obtención de títulos está concentrada en el siglo actual. Por lo tanto podemos suponer que todavía tenemos una comunidad académica que responde a patrones de trayectoria académica que no reproducen el estándar del mundo desarrollado. En muchos casos la realización del doctorado no fue una etapa de formación previa a la actividad investigadora sino, más bien, la legitimación a través de un título de una carrera ya comenzada y, en muchos casos consolidada. Una quinta parte de los encuestados hizo su primera publicación antes de 1990 y se tituló con posterioridad; y más de una cuarta parte publicó por primera vez en la década de 1990 y se tituló en el presente siglo. En términos estrictos 507 encuestados –esto es, casi el 80%- reportan su primera publicación con anterioridad a la obtención del título de doctorado. De todas formas puede suponerse que allí pesan publicaciones realizadas sobre la finalización del doctorado, que podrían responder más razonablemente a patrones de carrera más actuales. Sin embargo, si tomamos una ventana de cuatro año –la duración formal de un doctorado- vemos que de todas formas una gran mayoría de los encuestados, casi el 60%, publicaba cuatro años antes de obtener el título. Aunque la cuestión del doctorado no es el centro de esta investigación, este análisis resulta complementario, ya que muestra que efectivamente en nuestra región los estándares internacionales respecto de la actividad académica han venido incorporándose recientemente y aún no están plenamente instalados. Precisamente, una pregunta incluida en el cuestionario que se considera de relevancia es el país dónde el encuestado realizó los estudios. Esto es importante porque, como se dijo, los programas de doctorado en la región son recientes y los doctorados del primer mundo tienen un prestigio considerable. A su vez, como este estudio refiere a hábitos y percepciones sobre publicaciones –y partimos de la base de que esos hábitos difieren en nuestra región y el mundo desarrollado-, puede suponerse que el país en el que un investigador realizó sus estudios doctorales influye en sus percepciones y hábitos en la materia. Cuadro 12 Encuestados según área dónde realizó sus estudios de doctorado Área América Latina Anglosajón Europa continental España Otros Total Casos 270 132 57 47 2 508 % 53% 26% 11% 9% 0% 100% En este sentido, la distribución de los países o regiones donde los encuestados realizaron sus estudios doctorales resulta muy apropiada para obtener conclusiones en este aspecto. Algo más de la mitad realizó su doctorado en América Latina, mientras el restante 47% lo hizo en algún país desarrollado. Dentro de los doctorados realizados en nuestra región, se destaca Brasil, con casi la mitad de los casos (123) y le siguen México (86) y Argentina (32). Entre estos tres países cubren prácticamente el 90% de los encuestados que realizaron su doctorado en América Latina. En este sentido, llama la atención que otros países de la región cuyos indicadores en otros rubros estaban próximos a los tres países mayores (Colombia, Chile y Venezuela), aparezcan ahora muy alejados, mostrando que allí el desarrollo de doctorados locales es incipiente. Por otra parte, pareció interesante desagregar el bloque de países desarrollados en algunas áreas que también pueden influir en hábitos y percepciones sobre la producción académica. Por un lado el mundo anglosajón (USA, Gran Bretaña y Canadá) tiende a mostrar similitudes entre sí, privilegiando el trabajo empírico y enfoques de tipo positivista, mientras que lo que llamamos Europa continental (principalmente Francia y Alemania) muestran más propensión al trabajo de tipo teórico y enfoques cualitativos. A su vez, también resulta atractiva la posibilidad de desagregar a España de Europa continental porque, por un lado, sus estilos académicos se encuentran más próximos a los de nuestra región y, por otro, compartimos el idioma. Pasando ahora a analizar justamente los enfoques y estilos académicos procesamos otras preguntas de la encuesta. En ese sentido se realizaron dos preguntas, una que refiere al enfoque en términos de un continuo teórico-empírico y otra más vinculada al estilo que releva el uso de técnicas de investigación utilizando un continuo cuantitativocualitativo. Nuevamente la distribución de las opciones de los encuestados resultaron equilibradas con un fuerte concentración en la opción intermedia en el primer ítem y, al menos una mayoría relativa en la posición intermedia en el segundo. Es decir, dado que ambas cuestiones fueron medidas en un pseudo continuo, las respuestas se aproximan a una distribución normal 20. Más allá del valor sustantivo de estas respuestas, resulta particularmente útil para este estudio que la encuesta no tenga sesgos importantes en estos aspectos, lo que maximiza su horizonte comparativo y la perspectiva de generalizar las conclusiones. Concretamente, en cuanto al enfoque u orientación principal del trabajo, una mayoría muy contundente de casi las dos terceras partes de los encuestado (64%) elige la opción intermedia teórico-empírico, mientras que una quinta parte se vuelca al terreno más empírico y otro 15% opta por el énfasis teórico. Cuadro 13 Enfoque utilizado por los investigadores según disciplina % within Indique a qué disciplina se dedica principalmente Indique a qué disciplina se dedica principalmente ¿Cómo definiría la orientación de su trabajo académico? - Ciencia Política 10.7% Economía 5.8% Más teórico que empírico 11.3% 6.9% 8.2% Teóricoempírico 58.0% 61.3% Más empírico que teórico 15.3% Principalmente teórico Principalmente empírico Total CCSS Sociología interdisciplinarias 5.1% 3.1% Otra 4.9% Total 6.2% 11.0% 12.2% 9.4% 70.3% 64.6% 68.3% 63.8% 18.5% 13.9% 17.3% 12.2% 16.0% 4.7% 7.5% 2.5% 3.9% 2.4% 4.6% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Pregunta: ¿Cómo definiría la orientación de su trabajo académico? Dicha distribución se mantiene a grandes rasgos dentro de las disciplinas, aunque con algunos matice que podían ser esperables. Por lo pronto la contundente mayoría que se 20 Cuando nos referimos a una distribución “normal” simplemente queremos decir que el valor máximo corresponde a la categoría intermedia y desciende estrictamente hacia los extremos pero, evidentemente, no esperamos que la distribución sea simétrica y, por tanto, cumpla con otras propiedades de la distribución normal. ubica en la posición intermedia se mantiene en todos los casos. Pero en el caso de los politólogos, la opción por el énfasis teórico es claramente mayor que en las otras disciplinas y supera la quinta parte (22%). Por otro lado, entre los economistas, quienes ponen mayor acento en el trabajo empírico superan a la cuarta parte (26%). Finalmente, la característica distintiva de los sociólogos es la máxima concentración en la opción intermedia y mínima en las que privilegian lo teórico o lo empírico. Cuadro Nº 14. Técnicas utilizadas por los investigadores según disciplina % within Indique a qué disciplina se dedica principalmente Indique a qué disciplina se dedica principalmente Si realiza trabajo empírico, ¿que tipo de técnicas utiliza? - Total Ciencia Política 10.7% Economía 3.5% Principalmente cuantitativas 10.0% 36.4% 7.0% Más cuantitativas que cualitativas 18.7% 18.5% Cuantitativas y cualitativas por igual 22.0% Más cualitativas que cuantitativas Principalmente cualitativas No realizo trabajo empírico CCSS Sociología interdisciplinarias 3.8% 3.1% Otra 9.8% Total 5.5% 6.3% 17.1% 16.0% 12.0% 9.4% 9.8% 14.6% 28.9% 28.5% 34.6% 22.0% 27.9% 21.3% 11.0% 33.5% 22.0% 9.8% 21.0% 17.3% 1.7% 15.2% 24.4% 31.7% 14.9% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Pregunta: Si realiza trabajo empírico, ¿qué tipo de técnicas utiliza? En cuanto al estilo de trabajo, instrumentado en función del tipo de técnicas de investigación utilizadas por los encuestados, tenemos nuevamente una distribución parecida a la normal, pero, en este caso, con una concentración mucho menor en la categoría intermedia. Sólo algo más de la cuarta parte de los encuestados (28%) respondió que utiliza tanto técnicas cuantitativas como cualitativas por igual. De hecho si sumamos las opciones que ponen mayor énfasis en una de las alternativas, la categoría intermedia termina quedando en el último lugar. Así, quienes muestran preferencias por el uso de técnicas cualitativas constituyen una mayoría relativa que alcanza al 36% y el grupo que se ubica en segundo lugar es el que se vuelca a un mayor uso de técnicas cuantitativas con poco más de un 30%. En definitiva podemos manejar que entre los encuestados existen tres grupos con estilos de trabajo distintos que no difieren mayormente en su tamaño. De todas formas no debemos olvidar que existe un cuarto grupo de menor volumen que, por no realizar trabajo empírico, no se alineó con ninguna de las posiciones mencionadas y que, en lo fundamental, está constituido por quienes manifestaron utilizar una orientación principalmente teórica en la pregunta anterior. En cuanto a la relación entre el tipo de técnicas de investigación utilizadas y las diferentes disciplinas, se observan matices algo más significativos que cuando analizamos la pregunta anterior. Por ejemplo, la categoría intermedia ya no es ni siquiera una mayoría relativa en dos casos: economía y sociología. Como era de esperar, los economistas muestran una mayoría absoluta (55%) que privilegia el uso de técnicas cuantitativas, mientras que casi la mitad de los sociólogos (49%) prefiere el uso de técnicas cualitativas. Los politólogos, por su parte, son los únicos que muestran una distribución de tipo normal, aunque volcada a la opción cualitativa, mientras que quienes se dedican a las ciencias sociales interdisciplinarias son los que muestran la menor propensión al uso de técnicas cuantitativas. Pero las diferencias en cuanto a enfoques y estilos de trabajo no obedecen exclusivamente al cultivo de diversas disciplinas, sino también al lugar de formación como se asumió cuando se hizo referencia a esta cuestión. Como puede verse en los siguientes cuadros –que incluyen exclusivamente a los encuestados con título de doctor-, la formación anglosajona o europea parecen marcar importantes matices. Cuadro 15 Enfoque utilizado por los investigadores según área de obtención del doctorado. % within Área geográfica donde obtuvo el título Área geográfica donde obtuvo el título ¿Cómo definiría la orientación de su trabajo académico? - América Latina 5.6% Área anglosajona 4.7% Europa continental 9.3% Península ibérica 6.7% 7.9% 6.3% 16.7% 8.9% Teóricoempírico 66.9% 55.5% 63.0% 60.0% 50.0% 62.8% Más empírico que teórico 16.5% 22.7% 11.1% 17.8% 50.0% 17.8% 3.0% 10.9% 100.0% 100.0% Principalmente teórico Más teórico que empírico Principalmente empírico Total Otros 8.5% 6.7% 100.0% Pregunta: ¿Cómo definiría la orientación de su trabajo académico? 100.0% Total 5.9% 5.1% 100.0% 100.0% De un lado, quienes realizaron sus doctorados en Estados Unidos, Canadá o Gran Bretaña muestran una baja inclinación por la orientación teórica en el trabajo académico y un tercio de ellos muestra una preferencia por el trabajo empírico. Un patrón inverso aparece entre quienes hicieron el doctorado en Europa continental. Entre ellos la preferencia por el trabajo puramente empírico no existe y son muy pocos los que privilegian lo empírico por sobre lo teórico. En cambio, el porcentaje de quienes privilegian el trabajo teórico entre quienes se formaron en Europa continental es el más alto, alcanzando a más de la cuarta parte (26%). Por otro lado, los doctores formados en América Latina y España muestran, tal como se supuso, perfiles similares entre sí, e intermedios con respecto a los otros dos grupos. La distribución de las preferencias en el continuo teórico-empírico es más simétrica en ambos casos, con un leve predominio de quienes privilegian lo empírico por sobre los que privilegian lo teórico, y la principal diferencia entre los dos grupos es que los que hicieron su doctorado en España están algo menos concentrados en la categoría intermedia que quienes se titularon en nuestra región. Cuadro 16 Técnicas utilizadas por los investigadores según área de obtención del doctorado % within Área geográfica donde obtuvo el título Área geográfica donde obtuvo el título Si realiza trabajo empírico, ¿que tipo de técnicas utiliza? - Total América Latina 4.1% Área anglosajona 6.3% Europa continental 7.4% Península ibérica 4.4% Principalmente cuantitativas 13.2% 25.8% 7.4% 17.8% Más cuantitativas que cualitativas 13.9% 21.9% 7.4% 13.3% Cuantitativas y cualitativas por igual 30.8% 19.5% 25.9% 28.9% 27.1% Más cualitativas que cuantitativas 22.9% 11.7% 25.9% 20.0% 20.0% Principalmente cualitativas 15.0% 14.8% 25.9% 15.6% 50.0% 16.4% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% No realizo trabajo empírico Otros Total 5.1% 16.2% 50.0% Pregunta: Si realiza trabajo empírico, ¿qué tipo de técnicas utiliza? En cuanto a la preferencia por el uso de distintos tipos de técnicas de investigación también aparecen diferencias en función del área geográfica donde los encuestados 15.4% realizaron sus estudios doctorales que repiten el patrón anterior. Casi la mitad (48%) de quienes se formaron en el área anglosajona muestran una mayor propensión al uso de técnicas cuantitativas, mientras que la mayoría absoluta (52%) de los que realizaron su doctorado en Europa continental privilegia el uso de técnicas cualitativas. Y nuevamente, los doctorados en América Latina y en España muestran una distribución similar entre sí y menos sesgada hacia los extremos, con un leve predominio en ambos casos de quienes prefieren el uso de técnicas cualitativas por sobre quienes las utilizan por igual y quienes privilegian las cuantitativas. Ahora ingresemos más de lleno en los aspectos centrales de este trabajo que se relacionan con la bibliografía científica que utilizan y producen los investigadores sociales de América Latina. En ese sentido, un primer aspecto a considerar es la preferencia sobre la literatura de referencia que utilizan los investigadores, según su área de origen. Para ello se formuló una pregunta específica que clasificó como posibles orígenes de la bibliografía utilizada áreas similares a las empleadas para clasificar a los doctorados, más el propio país del investigador. La diferencia es que en esta ocasión se utilizó la noción de área iberoamericana incluyendo allí tanto a América Latina como a la península ibérica. Las razones para utilizar esta clasificación ya fueron expuestas y, de cierta forma, quedaron reafirmadas a partir del análisis anterior. Cuadro 17 Origen preferido de bibliografía según disciplina % within Indique a qué disciplina se dedica principalmente Indique a qué disciplina se dedica principalmente ¿De qué origen es la bibliografía que utiliza como referencia? Total Ciencia Política 13.3% Economía 8.1% Principalmente de Iberoamérica 20.7% 24.3% 27.2% Principalmente del mundo anglosajón 52.7% 59.0% Principalmente de Europa continental 6.7% Origen diverso Principalmente del país CCSS Sociología interdisciplinarias 20.9% 11.0% Otra 17.1% Total 13.6% 37.8% 24.4% 26.8% 28.5% 35.4% 43.9% 44.5% 3.5% 11.4% 9.4% 7.3% 7.6% 6.7% 5.2% 12.0% 6.3% 7.3% 7.6% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Pregunta: ¿De qué origen es la bibliografía que utiliza como referencia? Entre los encuestados aparece una clara mayoría, aunque no absoluta, que dice preferir la bibliografía de origen anglosajón. En segundo lugar se ubica la preferencia por literatura académica del área iberoamericana y, en tercer puesto, la que se publica en el propio país del investigador. Finalmente aparecen dos grupos minoritarios que son quienes prefieren bibliografía de Europa continental y los que no tienen una preferencia específica por ninguna de las áreas mencionadas. Si consideramos las disciplinas que cultivan los encuestados, encontramos algunas diferencias interesantes sobre este punto. Claramente los economistas muestran una marcada preferencia por la literatura anglosajona, pero también una mayoría absoluta de los politólogos la prefiere. Por su parte, los sociólogos son quienes tienen la menor preferencia por la bibliografía de ese origen (aunque es una leve mayoría relativa), muestran una mayor dispersión de sus preferencias y privilegian la originada en su propio país en mayor proporción. Finalmente quienes se dedican a las ciencias sociales interdisciplinarias son los únicos para los que la preferencia por la literatura anglosajona no es la primera opción (aunque superan a los sociólogos) y muestran la mayor preferencia por la bibliografía de origen iberoamericano. Cuadro 18 Origen preferido de bibliografía según área de obtención del doctorado % within Área geográfica donde obtuvo el título Área geográfica donde obtuvo el título ¿De qué origen es la bibliografía que utiliza como referencia? Total América Latina 18.4% Área anglosajona 6.3% Europa continental 11.1% Península ibérica 4.4% Principalmente de Iberoamérica 30.1% 5.5% 20.4% 35.6% Principalmente del mundo anglosajón 40.6% 74.2% 22.2% 46.7% Principalmente de Europa continental 5.6% 1.6% 33.3% 6.7% 7.7% Origen diverso 5.3% 12.5% 13.0% 6.7% 8.1% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Principalmente del país Otros Total 13.1% 23.0% 100.0% 100.0% Pregunta: ¿De qué origen es la bibliografía que utiliza como referencia? Pero las diferencias que aparecen en este aspecto en función de la disciplina quedan relegadas a un segundo plano si, en cambio, se considera el área geográfica de obtención del título de doctorado. En este caso las variaciones son muy marcadas y claramente consistentes con la suposición a priori al respecto, esto es, los investigadores tienden a privilegiar la bibliografía publicada allí donde realizaron sus estudios doctorales. De manera contundente, prácticamente las tres cuartas partes, los encuestados que realizaron sus doctorados en el mundo anglosajón prefieren la literatura de ese origen. Asimismo, quienes hicieron el doctorado en Europa continental muestran una preferencia por la bibliografía que se publica en esa área, aunque no tan contundente, ya que sólo representan un tercio. Por su parte, quienes obtuvieron su título de doctor en España son los que dan mayor relevancia a la literatura de origen iberoamericano; una mayoría relativa de más de un tercio la privilegia. Finalmente, 48.1% 100.0% aunque nuevamente muestran similitudes con los formados en España, los que hicieron el doctorado en nuestra región son los que mayor importancia le otorgan a la literatura del propio país. Claro que tanto quienes se titularon en España como en América Latina muestran de todos modos una mayoría relativa que prefiere la bibliografía de origen anglosajón, confirmando el significativo peso que la producción académica de esa área ejerce sobre nuestra actividad. Pasando ahora al otro lado de la literatura académica, observemos el tipo de publicaciones que los investigadores de nuestra región realiza. Para determinar esta cuestión la encuesta incluyó una serie de ítems que pedían al encuestado que ordenara distintos tipos de publicación de acuerdo con la frecuencia que realiza cada una de ellas. Cuadro 19 Tipo de publicaciones que realizan los investigadores según frecuencia Primer lugar Segundo lugar Tercer lugar Cuarto lugar Quinto lugar Libros Capítulos Revistas arbitradas Revistas no arbitradas Otros 15% 16% 24% 23% 21% 22% 38% 26% 11% 4% 49% 20% 17% 8% 5% 4% 11% 16% 41% 28% 10% 14% 17% 17% 42% De allí resulta que prácticamente la mitad de los encuestados señala que la mayor parte de sus publicaciones las realiza en revistas arbitradas. Claramente el segundo destino que privilegian los investigadores de nuestra región para sus trabajos escritos son los capítulos de libro. Aunque sólo algo más de una quinta parte los señala como su destino principal, casi dos quintos lo menciona como la segunda opción. De esta forma tenemos que más de dos tercios de los encuestados (71%) publica mayoritariamente artículos en revistas arbitradas o capítulos de libros. En tercer término viene la publicación de libros, aunque sólo un 15% lo menciona como principal publicación y cerca de un tercio entre las dos primeras opciones. Finalmente la publicación de artículos en revistas no arbitradas y de otro tipo de productos (documentos de trabajo, ponencias en congresos, informes, etc.) ocupan un lugar subordinado en las publicaciones de los investigadores encuestados. Si consideramos las preferencias por tipo de publicación en función de la disciplina a la que se dedican los encuestados vemos pequeñas variaciones, pero en todos los casos los artículos en revistas arbitradas mantienen la primera prioridad. Quienes privilegian en mayor medida los artículos en revistas arbitradas son los economistas, único caso donde una mayoría absoluta lo plantea, además de quienes se dedican a otras disciplinas. Por otra parte, los que señalan a los capítulos de libro en mayor proporción como destino de sus publicaciones son los politólogos. Un 30% los señala como principal destino y más de dos tercios lo menciona entre los dos principales, produciendo la única diferencia estadísticamente significativa en esta materia. Finalmente, quienes en mayor medida destinan sus trabajos a ser publicados como libros, son los que cultivan las ciencias sociales interdisciplinarias. Cuadro 20 Tipo de publicaciones que realizan los investigadores según disciplina (1er lugar) % within Indique a qué disciplina se dedica principalmente Indique a qué disciplina se dedica principalmente ¿Qué tipo de publicaciones ha realizado a lo largo de su carrera? Primer lugar Libros Capítulos Revistas arbitradas Revistas no arbitradas Otros Ciencia Política 14.0% Economía 12.1% 29.3% 15.6% 23.4% 47.3% 54.3% 48.7% 4.0% 6.4% 3.2% 1.6% CCSS Sociología interdisciplinarias 15.2% 22.0% 5.3% 11.6% 9.5% Pregunta:¿Qué tipo de publicaciones ha realizado a lo largo de su carrera? Otra 14.6% Total 15.4% 20.5% 14.6% 21.6% 41.7% 56.1% 49.0% 14.2% 3.7% 14.6% 10.3% Cuando consideramos los distintos tipos de publicaciones que realizan los investigadores latinoamericanos en función del área geográfica donde realizaron el doctorado también aparecen algunas diferencias. La más notable e interesante se relaciona con el lugar que ocupan las publicaciones en revistas arbitradas. A diferencia del patrón de agrupamiento de áreas que observamos analizando otras variables, en esta ocasión los que más privilegian la publicación de artículos en revistas arbitradas son los que hicieron sus estudios doctorales en España (62%), con un porcentaje apenas superior a quienes se titularon en el área anglosajona (60%), aunque la relación se invierte cuando se consideran las dos primeras menciones (80% para el área anglosajona y 75% para España). Por su parte, quienes realizaron sus doctorados en América Latina se parecen más ahora a los que lo hicieron en Europa continental. Aproximadamente la mitad de ambos grupos destina sus publicaciones en primer término a revistas arbitradas y algo más del 70% las ubica entre las dos primeras menciones. Cuadro 21 Frecuencia con que publica en revistas arbitradas según área de doctorado. % within Área geográfica donde obtuvo el título Área geográfica donde obtuvo el título Artículos en revistas arbitradas Total 1 2 3 4 5 América Latina 50.4% 21.1% 19.2% 6.4% 3.0% 100.0% Área anglosajona 60.2% 20.3% 10.9% 3.9% 4.7% 100.0% Europa continental 48.1% 24.1% 13.0% 9.3% 5.6% 100.0% Península ibérica 62.2% 13.3% 15.6% 6.7% 2.2% 100.0% Otros 50.0% 50.0% 100.0% Total 53.7% 20.4% 16.2% 6.1% 3.6% 100.0% ¿Qué tipo de publicaciones ha realizado a lo largo de su carrera? Ordene las opciones en función del peso que le corresponde a cada categoría seleccionando los números del 1 al 5 Un segundo atributo de las publicaciones de los investigadores latinoamericanos en ciencias sociales que se considera de especial relevancia para el objeto de esta investigación es el idioma en que se realizan esas publicaciones. En este sentido, el uso de los idiomas de nuestra región es abrumadoramente mayoritario, más del 80% de los encuestados dice publicar sus trabajos principalmente en español o portugués. Sin embargo, las diferencias por disciplina y área geográfica de los estudios doctorales son significativas estadísticamente. Cuadro 22 Idioma en el que realiza la mayoría de las publicaciones según disciplina % within Indique a qué disciplina se dedica principalmente Indique a qué disciplina se dedica principalmente ¿En qué Español idioma realiza Portugués la mayor parte Inglés de sus publicaciones? Total Ciencia Política 55.1% 27.2% 17.7% Economía 60.2% 10.5% 29.2% 100.0% 100.0% CCSS Sociología interdisciplinarias 56.1% 72.8% 36.1% 17.6% 7.7% 9.6% 100.0% 100.0% Otra 58.5% 17.1% 24.4% Total 60.4% 22.4% 17.2% 100.0% 100.0% Pregunta: ¿En qué idioma realiza la mayor parte de sus publicaciones? Claramente los economistas son los que menos privilegian sus idiomas nativos y quienes utilizan el inglés en mayor proporción, llegando casi al 30% del total. Y si se considera sólo a quienes culminaron un doctorado, casi el 40% de los economistas publica mayoritariamente en inglés. Por su parte, la ciencia política es la disciplina que privilegia el uso del inglés en segundo lugar. En cambio, los sociólogos son los que menor importancia le asignan al inglés y, asimismo, son los que en mayor proporción utilizan el idioma portugués. Pero las diferencias se incrementan considerablemente si tomamos ahora en cuenta el área geográfica de la titulación de los investigadores. En este caso, la mayoría absoluta de quienes realizaron su doctorado en el área anglosajona publica la mayor parte de sus trabajos en inglés. En cambio un contundente 80% de los que hicieron el doctorado en España utiliza el español como idioma principal, aunque en este caso el uso del portugués tiende prácticamente a desaparecer, seguramente porque los brasileños no suelen ir a España a estudiar el doctorado. En este aspecto quienes realizaron el doctorado en nuestra región y en Europa continental vuelven a mostrar similitudes, al privilegiar el uso del español y el portugués. De todas formas, la realización del doctorado en Europa, incluyendo a España en este caso, promueve el uso del inglés con mayor fuerza que hacerlo en América Latina, caso en el que la preferencia por este idioma se torna prácticamente marginal. Cuadro 23 Idioma en el que realiza la mayoría de las publicaciones según área de doctorado % within Área geográfica donde obtuvo el título Área geográfica donde obtuvo el título ¿En qué Español idioma realiza Portugués la mayor parte Inglés de sus publicaciones? Total América Latina 56.5% 37.0% 6.5% Área anglosajona 31.5% 12.9% 55.6% Europa continental 52.8% 28.3% 18.9% Península ibérica 80.0% 4.4% 15.6% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 50.0% Total 51.9% 26.7% 21.4% 100.0% 100.0% Otros 50.0% Finalmente, para culminar el análisis acerca de hábitos y percepciones de los investigadores sociales latinoamericanos, corresponde presentar los datos que arrojó la encuesta acerca de la jerarquía que los encuestados atribuyen a los diferentes tipos de publicaciones. Cuadro 24 Jerarquía que atribuye a tipos publicación según disciplina Artículos en revistas indexadas en ISI/SCOPUS Libro editado en un país desarrollado Libro editado en el país Artículos en revistas indexadas en Scielo/Latindex Libro editado en otro país iberoamericano Otros (papers, documentos, informes) Capítulo de libro editado en un país desarrollado Ciencia Política Economía Sociología CCSS interdis Otra Total 31.6% 29.3% 49.7% 17.6% 27.0% 19.1% 33.9% 17.4% 37.8% 8.1% 36.1% 20.0% 18.8% 14.4% 22.7% 17.4% 18.9% 18.3% 15.0% 8.5% 19.1% 13.9% 27.0% 14.9% 5.3% 6.5% 2.0% 9.2% 13.9% 2.6% 5.4% 8.3% 1.0% .7% 1.4% .7% .7% Capítulo de libro editado en el país Capítulo de libro editado en otro país .7% iberoamericano Pregunta: ¿Qué jerarquía le atribuye a los siguientes tipos de publicación? 2.7% .7% .3% .9% Como puede apreciarse, el tipo de publicación al que se atribuye la mayor jerarquía es el artículo publicado en una revista con indexación internacional, aunque la proporción de encuestados que ubica esta opción en primer lugar es sólo algo superior al tercio. Pero si sumamos a estos a los que le atribuyen la mayor jerarquía a los artículos publicados en revistas con indexación regional se conforma una mayoría absoluta de respuestas. En ese sentido, esta percepción es consistente con los hábitos de publicación comentados más arriba, cuando también aproximadamente la mitad de los encuestados destinan sus trabajos principalmente a ser publicados como artículos en revistas arbitradas (allí no se hizo la distinción sobre indexación). Pero por otra parte, claramente el tipo de publicación que es valorado en segundo lugar es el libro. Quienes le atribuyen al libro –independientemente del lugar de publicación- la mayor jerarquía son un importante 43%. Por lo tanto, se puede afirmar que la comunidad latinoamericana de las ciencias sociales está dividida en dos grandes grupos de tamaño .3% similar; quienes atribuyen la mayor relevancia a los artículos en revistas arbitradas y los que consideran que los libros son la publicación de mayor jerarquía. De todas formas parecen relevantes las distinciones que pueden hacerse dentro de estos dos tipos de publicaciones. Es evidente que si sumamos las dos opciones de respuesta con más menciones también se constituye una clara mayoría absoluta de 56%. Entonces también se puede afirmar que la mayoría de nuestra comunidad académica tiene una visión favorable a los estándares internacionales creados y establecidos en el mundo desarrollado, independientemente de que considere a los libros o los artículos arbitrados como la publicación de mayor jerarquía. Pero nuevamente, no podemos despreciar a las más de dos quintas partes (41%) que le atribuyen la mayor jerarquía a publicaciones regionales, ya sean artículos o libros. Es decir entonces que puede apreciarse aquí un doble clivaje, uno que refiere al tipo de publicación, ya sea artículo o libro y otro vinculado al área geográfica de publicación o legitimación (mundo desarrollado/indexación internacional vs. área iberoamericana/indexación regional). En cuanto a la jerarquía que se atribuye a los libros según el lugar de publicación, la posición relativa que ocupan las tres opciones merece una reflexión. Podría pensarse que es natural que la publicación en el mundo desarrollado sea la opción preferida por más encuestados, pero llama la atención que la publicación en el propio país la sigue de cerca y que la opción de publicación en otro país de iberoamérica quede sensiblemente relegada. En esta cuestión seguramente están influyendo dos factores de forma combinada. Por un lado, la mayoría de los encuestados son de los países latinoamericanos de mayor tamaño, peso económico y desarrollo editorial. Por lo tanto, quienes se desempeñan en Argentina, Brasil o México no tienen razones para atribuir mayor jerarquía a un libro publicado en otro país del área iberoamericana. Además, los brasileños en particular, seguramente no consideran relevante publicar en otro país de iberoamérica por razones idiomática, del mismo modo que posiblemente argentinos y mexicanos no consideren relevante publicar en Brasil. Pero, por otro lado, es posible que en general, los investigadores de ciencias sociales atribuyan a la publicación en forma de libro una función diferente a la que cumplen los artículos en revistas arbitradas, más complementaria que alternativa. En este sentido la publicación en revistas arbitradas estaría dirigida a la comunidad académica y la publicación de libros a un público más amplio, donde podrían estar desde los principales tomadores de decisiones hasta el público en general. Así la difusión del conocimiento científico podría tener dos canales complementarios (aunque unos privilegien uno y otros, otro) y los tipos de publicación estarían asociados a esos destinos diferentes. Finalmente, en este análisis general sobre la jerarquía atribuida a diferentes tipos de publicación, hay que señalar la prácticamente nula jerarquía que se atribuye a los capítulos de libro, independientemente del lugar de publicación. No sólo prácticamente nadie los elige como primera opción (un porcentaje similar a quienes atribuyen la mayor jerarquía a otro tipo de publicaciones), sino que quienes ubican a los capítulos de libro entre las tres primeras opciones no llegan a un tercio de los encuestados. La relevancia de este dato surge al compararla con el lugar que ocupan los capítulos de libro en los hábitos de publicación de los encuestados que, como ya vimos, constituían claramente la segunda opción. Es decir que aquí se puede apreciar cierta inconsistencia o, en todo caso, inconformidad entre hábitos y percepciones. Los capítulos de libro ocupan un lugar muy relevante entre las publicaciones de los investigadores latinoamericanos, sin embargo resultan ser escasamente valorados. La contrapartida de esta situación son los libros, que resultan altamente valorados, pero son el principal tipo de publicación que realiza una porción minoritaria de los encuestados. La explicación de esta inconsistencia podría estar en la dificultad o el carácter esporádico implícita en la publicación de un libro. Publicar un libro resultaría así un logro muy importante pero su concreción sería difícil u ocasional. El libro podría verse más como una aspiración que el destino natural y rutinario del trabajo de investigación. Por otra parte, en este rubro vuelven a aparecer las ya conocidas diferencias disciplinarias. Una clara mayoría absoluta de los economistas le atribuye la mayor jerarquía a los artículos en revistas indexadas, mientras que la mayoría absoluta de los politólogos y los sociólogos ubica en primer lugar la publicación de libros. En cuanto al tipo de indexación de la revista, los economistas prefieren contundentemente a la internacional, mientras que politólogos y sociólogos, si bien también en mayor proporción se inclinan a favor de la internacional, se muestran bastante más favorables a las indexaciones regionales. De hecho, casi uno de cada cinco sociólogos ubica en primer lugar a los artículos indexados en Scielo/Latindex. Por su parte, los politólogos son los que en mayor proporción consideran como la publicación de mayor jerarquía al libro publicado en el mundo desarrollado, mientras que los sociólogos son quienes en mayor medida jerarquizan al libro publicado en el propio país. Cuadro 25 Jerarquía que atribuye a tipos publicación según área de doctorado América Latina Área anglosajona Europa continental Península ibérica Otros Total Artículos en revistas indexadas en ISI/SCOPUS 29.7% 57.8% 34.0% 52.4% 50.0% 39.6% Libro editado en un país desarrollado Artículos en revistas indexadas en Scielo/Latindex Libro editado en el país Libro editado en otro país iberoamericano Capítulo de libro editado en un país desarrollado Otros (papers, documentos, informes) Capítulo de libro editado en el país Capítulo de libro editado en otro país iberoamericano 17.2% 23.4% 25.9% 6.0% 16.0% 16.0% 19.0% 11.9% 50.0% 19.6% 16.9% 20.9% 7.5% 7.8% 22.0% 8.0% 11.9% 2.4% .4% 1.7% .4% .4% .9% 16.7% 5.1% .7% 2.0% 2.0% .7% .4% 2.4% Ahora, si consideramos en lugar de la disciplina, el área geográfico donde los encuestados realizaron sus estudios de doctorado, observamos nuevamente fuertes diferencias, con patrones de agrupamiento similares a los que se vieron cuando se analizaron los hábitos de publicación. Una clara mayoría absoluta de quienes realizaron su doctorado en el área anglosajona –casi tres de cada cinco- le atribuye la mayor jerarquía como publicación a los artículos publicados en revistas con indexación internacional, tal como estable el estándar de evaluación que allí se aplica. Pero además, más de una cuarta parte ubica en primer lugar a los libros publicados en el mundo .2% desarrollado, de modo que el aprecio por otro tipo de publicaciones resulta marginal dentro de ese grupo. Asimismo, quienes hicieron el doctorado en España muestra un patrón similar a los que estudiaron en el mundo anglosajón, aunque algo más atenuado. Y nuevamente, quienes hicieron el doctorado en nuestra región y en Europa continental muestran percepciones similares al respecto, donde se destaca el mayor aprecio por los libros editados en el país del investigador, ya que más de una quinta parte de esos dos grupos lo destaca como primera opción. Sin embargo, estos dos grupos difieren en cuanto a la jerarquía que atribuyen a los artículos publicados en revistas con indexación regional, que resulta significativo entre quienes hicieron el doctorado en América Latina –casi una cuarta parte los ubica en primer lugar- y mucho menor entre los que se titularon en Europa continental. Cuadro 26 Impacto de los investigadores según disciplina y área de doctorado. Área geográfica donde obtuvo el título América Mean Latina N Std. Deviation Área anglosajona 393 3.757 h_index 5.04 Citations 361.54 157 5.786 157 1477.237 Mean 3.64 127.72 N 180 180 4.133 303.463 4.65 164 232.83 164 Std. Deviation 5.181 1265.256 81.54 CCSS Mean 59 interdisciplinarias N 172.295 Std. Deviation 3.40 129 3.985 112.09 129 273.340 2.83 68.40 393 258.213 6.06 N 145 145 5.725 1487.607 Mean N 5.35 71 Std. Deviation 7.093 Península ibérica Mean N Std. Deviation 3.15 59 3.321 Otros Mean N Std. Deviation Total Indique a qué disciplina se Citations dedica principalmente 105.99 Ciencia Política Mean Mean Std. Deviation Europa continental h_index 3.30 3.67 386.93 Economía 445.76 Sociología 71 1981.302 89.00 Otra 3 3 3.512 113.635 Mean 4.10 N 671 671 4.797 973.556 Std. Deviation 200.43 Total N Std. Deviation Std. Deviation Mean N Mean N 42 42 3.305 157.220 Mean 4.12 201.29 N 672 672 4.805 973.087 Std. Deviation Std. Deviation Para finalizar el análisis de los datos obtenidos a través de la encuesta tomaremos en cuenta los indicadores de impacto de los investigadores que la respondieron, obtenidos a través del programa Publish or Perish. La intención en este caso es ubicar algunos factores que den cuenta de diferencias significativas estadísticamente en materia de impacto. Como variable dependiente utilizaremos el número total de citas recibidas por cada investigador y el correspondiente índice H. Una primera explicación, que no por evidente debe dejar de mencionarse, es que el impacto aumenta con la trayectoria. Una regresión lineal, que toma como variable independiente el año de la primera publicación del investigador es altamente significativa en términos estadísticos. Sin embargo el poder explicativo de la trayectoria es muy pobre ya que el valor correspondiente del R cuadrado es mínimo. Una segunda línea de búsqueda de factores que influyen sobre el impacto de la producción de los investigadores son las variables que hemos venido utilizando para mostrar variaciones en hábitos y percepciones, esto es, la disciplina a la que se dedican y el área geográfica donde realizaron sus estudios de doctorado. Ambas variables resultaron ser significativas estadísticamente, en mayor grado para el índice H como variable dependiente. Por un lado los politólogos y los sociólogos tiene impactos significativamente mayores que los que cultivan otras disciplinas. Los politólogos reciben un número de citas en promedio mayor que el que obtienen los sociólogos y estos, a su vez, más que los economistas y quienes se dedican a las ciencias sociales interdisciplinarias y a otras disciplinas. Pero las diferencias en el índice H son más marcadas, con más de 5 para los politólogos, cerca de 5 para los sociólogos y menos de 4 para los economistas y las ciencias sociales interdisciplinarias. Por otro lado, quienes realizaron sus estudios de doctorado en el mundo desarrollado tienen un impacto significativamente mayor que quienes lo realizaron en el área iberoamericana. Tanto el número de citas como el índice H de los que estudiaron en el mundo desarrollado es claramente mayor que los valores que obtienen quienes estudiaron en América Latina o España. El número de citas en promedio que obtienen los que hicieron el doctorado en Europa continental es el mayor, alcanzando a las 445. Sin embargo el índice H es mayor en promedio para los que estudiaron en el área anglosajona superando el valor 6. Por su parte, el índice H en promedio que obtienen quienes realizaron su doctorado en el área iberoamericana es sensiblemente menor, algo por encima de 3, aunque las citas que reciben en promedio quienes estudiaron en América Latina supera claramente a los que lo hicieron en España. Finalmente, luego de revisar el nivel de asociación de diferentes variables con el impacto basado en citas recibidas, proponemos un modelo estadístico que resultó altamente significativo y que tiene un poder explicativo razonable. El modelo considera tanto variables que son atributos de los investigadores, como hábitos de publicación y percepciones sobre la jerarquía de distintos tipos de publicación, es decir que incluye los tres tipos de información que la encuesta permitió relevar. La selección de las variables es el resultado de varias pruebas que mostraron cuáles de ellas ofrecían mayor poder explicativo. En el primer rubro se incluyeron tanto el año de la primera publicación, que da cuenta de la trayectoria del investigador, como el último título obtenido, que da cuenta de su nivel de formación. En el segundo aspecto se incluyó como variable explicativa el idioma en el que el investigador realiza la mayor parte de sus publicaciones y también la posición relativa que ocupa la publicación de capítulos de libro en su producción. En cuanto a las percepciones, la variable que resultó tener cierta incidencia, es la jerarquía que el investigador atribuye a las revistas indexadas en ISI o SCOPUS. Cuadro 27 Modelo de regresión para explicar el impacto de los investigadores. Coefficientsa Unstandardized Coefficients Model 1 (Constant) B 5.430 Std. Error 1.945 Título 1.126 .281 Año primera publicación -.003 Publica capítulos de libro Standardized Coefficients Beta t Sig. 2.791 .005 .161 4.013 .000 .001 -.139 -3.611 .000 -.689 .154 -.172 -4.483 .000 Idioma en que publica 1.328 .230 .247 5.787 .000 Jerarquía atribuída a revistas indexadas ISI/SCOPUS -.133 .065 -.085 -2.051 .041 Overall signification .000a R Square .184, adjusted R Square .176 a. Dependent Variable: h_index En el modelo todas las variables son significativas estadísticamente, aunque la jerarquía atribuida a revistas con indexación internacional sólo es significativa al 95%. En cuanto al efecto que produce el título y el año de la primera publicación son los esperados, esto es, un título de doctorado genera una mayor expectativa de citas que un título inferior y cuanto más antigua es la primera publicación del investigador mayor es su impacto en citas. En el plano de los hábitos de publicación, la interpretación del efecto de las variables incorporadas al modelo es más compleja. De la ubicación relativa que ocupan los distintos tipos de publicación en la producción de los investigadores, la única que se asocia significativamente con el impacto es el lugar que ocupa la publicación de capítulos de libro. Pero como el signo del coeficiente es negativo significa que cuanto menor importancia tienen los capítulos de libro en las publicaciones de un investigador mayor es su impacto en términos de citas. Sin embargo, el impacto no se asocia positivamente a otro tipo de publicaciones en particular (artículos, libros u otros). Esto es importante porque los capítulos de libro son un destino muy frecuente en la producción de los investigadores latinoamericanos. Pero no parece que destinar un espacio relevante a ese tipo de publicación favorezca el impacto de su producción. Entrando a un terreno especulativo podría pensarse que los capítulos de libro funcionen como una “distracción” en las publicaciones de los investigadores. En términos formales un capítulo es muy parecido a un artículo y de hecho muchos productos pueden publicarse en cualquiera de las dos formas; más aún, muchas veces un capítulo pasa a ser un artículo o viceversa. Pero los capítulos de libro, a diferencia de los artículos para revistas, no suelen pasar por procesos rigurosos de evaluación, ya que la participación de los autores en el libro suele estar previamente acordada 21. En consecuencia, es posible que para muchos investigadores la alternativa del capítulo de libro resulte más atractiva que el envío del texto para ser publicado como artículo a una revista arbitrada. En el primer caso tiene la publicación prácticamente asegurada en relativamente poco tiempo, mientras que en el segundo no la tiene asegurada, posiblemente tenga hacer un buen número de correcciones y es posible que la publicación demore mucho tiempo o, incluso, que no llegue a ser publicado. La gran mayoría de los investigadores encuestados publica tanto capítulos como artículos pero es posible que quienes priorizan los capítulos sobre los artículos estén tomando una opción que no favorezca el impacto de su producción. El efecto de la segunda variable referida a los hábitos de producción también merece algún comentario. Los idiomas más usados por los autores están asociados al impacto. Los idiomas codificados son tres: español, portugués e inglés con los valores 1, 2 y 3 respectivamente. La significación estadística y el coeficiente positivo implican que a mayor valor del código del idioma mayor es el impacto esperado. Linealmente significaría que publicar en inglés genera más impacto que publicar en portugués y el uso de este último idioma logra un mayor impacto que el español. Sin embargo la relación no es lineal; tanto el uso del portugués como del inglés favorecen el impacto respecto al uso del español. De hecho, quienes usan principalmente el portugués obtienen valores medios de impacto superiores a los que utilizan el inglés. Por lo tanto, no sería el uso del inglés lo que favorece un mayor impacto sino que el uso prioritario del español estaría perjudicando el impacto. Como ya vimos que, por un lado, el doctorado realizado en un país desarrollado está asociado a un mayor impacto y, por otro, quienes realizaron su doctorado en el área anglosajona privilegian el uso del inglés, no sería necesariamente el uso del idioma lo que favorece el impacto sino la formación de calidad que proporcionan esos doctorados. Pero también debemos admitir que las revistas de mayor impacto suelen publicar sólo en inglés y también que los libros editados en el mundo desarrollado (cuya abrumadora mayoría se publica en inglés) son los más apreciados. Por lo tanto el uso prioritario del idioma inglés podría estar asociado a publicaciones de mayor calidad y/o prestigio. Pero queda sin explicar por qué el uso del portugués está asociado a un mayor impacto, mayor aún que el inglés. En este punto tentativamente podemos manejar que, como el portugués es usado exclusivamente por los investigadores brasileños, y la sub-muestra de brasileños está conformada casi exclusivamente por doctores, el factor que en realidad está detrás de la asociación entre el idioma y el impacto es simplemente la formación de los investigadores. Así resulta que efectivamente el uso prioritario del español es lo que está asociado a un menor impacto, pero no por el uso del idioma en sí, sino porque la casi totalidad de los encuestados que no posee un título de doctorado usa prioritariamente el español para sus publicaciones. 21 No pretendo decir que los editores de libros compilados no evalúen los capítulos que reciben, ni exijan correcciones a los autores e, incluso, que no terminen rechazando alguna contribución. Lo que digo es que este proceso es menos riguroso que el que normalmente ocurre en una revista arbitrada, ya que el proyecto de libro suele estar cerrado a un número determinado de autores y se espera que todos o casi todos los capítulos terminen siendo incluidos en el libro. Finalmente, el modelo incluye una variable relativa a las percepciones de los investigadores sobre la calidad de distintos tipos de publicación. Dentro de esa batería de indicadores había cuatro tipos de publicación que resultaron privilegiadas por los encuestados: los artículos indexados en ISI/SCOPUS y en Cielo/Latindex y los libros nacionales y los del mundo desarrollado. De los cuatro tipos de publicación a los que los investigadores atribuyen mayor jerarquía, la que muestra mayor efecto sobre el impacto es la jerarquía atribuida a las revistas con indexación internacional y por eso fue incluida en el modelo. La significación estadística de esta variable no es tan alta como las demás, pero cumple la función de completar el modelo incluyendo un componente de percepción de calidad. Como la jerarquía atribuida a las publicaciones está codificada con los números 1 al 9, siendo 1 la mayor jerarquía y 9 la menor, el signo negativo del coeficiente significa que cuanto mayor jerarquía se atribuye a las revistas con indexación internacional –es decir, cuanto menor es el correspondiente código- mayor es el impacto esperado del investigador en citas recibidas. Resumiendo, el modelo muestra que el impacto está en función de la trayectoria y la formación de los investigadores y también de ciertos hábitos y percepciones, pero un análisis detenido del modelo sugiere que estos últimos también pueden variar en función de los primeros. No priorizar la publicación de capítulos de libro y apreciar altamente las revistas con indexación internacional favorece el impacto de la producción de un investigador, pero esos hábitos y percepciones pueden adquirirse como consecuencia de una formación de calidad y luego de avanzar en la carrera profesional. En definitiva puede decirse que, como en casi todos los terrenos de la vida, la formación y la experiencia favorecen los desempeños. Conclusiones Este trabajo muestra por un lado el panorama de las publicaciones científicas que se realizan en el área iberoamericana y, por otro, los hábitos y preferencias en materia de publicación y referencia de los investigadores sociales latinoamericanos. La relación de los investigadores con la literatura es de ida y vuelta. Por un lado se utiliza como fuente de información para la investigación y, por otro, como destino para la difusión de sus resultados. Las publicaciones científicas se producen en todo el mundo, son de diversos tipos y se publican en varios idiomas. Pero los investigadores latinoamericanos no leen todo ni publican en todos los medios. Por eso interesa saber qué tipo de publicaciones toman como referencia, a cuáles destinan sus productos y cuáles son los fundamentos y las consecuencias de esos hábitos y preferencias. Una primera mirada a las publicaciones de los investigadores latinoamericanos en ciencias sociales se realizó a partir de la base de datos de SCOPUS. De allí se extrajeron todas las publicaciones del área de ciencias sociales cuyos autores estuvieran afiliados a instituciones de América Latina. Por un lado resalta el crecimiento exponencial del número de publicaciones que realizan los latinoamericanos en las revistas incluidas en esa base durante las últimas dos décadas. Pero al mismo tiempo se observa una serie de aspectos que explican la posición subordinada que ocupan las ciencias sociales de nuestra región. Los autores de los países más importantes de la región, concentran la publicación de artículos en revistas de su propio país y las revistas editadas en los países latinoamericanos publican mayoritariamente autores nacionales. Adicionalmente, los autores de nuestra región publican mayoritariamente en revistas de menor impacto y, finalmente, las revistas que se publican en nuestra región están concentradas en la segunda mitad del ranking de SCOPUS. En segundo términos se realizó un relevamiento de las revistas de ciencias sociales que se editan en el área iberoamericana, considerando como tal a América Latina más la Península Ibérica. Aquí también se observó un crecimiento exponencial en los últimos años. Así como los investigadores buscaron de forma creciente publicar sus artículos en revistas indexadas, las instituciones académicas del área promovieron la publicación de sus propias revistas como forma de difundir esa producción. Ambas cuestiones tienden a unirse en la medida en que las revistas que se editan en el área iberoamericana buscan, a su vez, ser incluidas en sistemas de indexación, primero regionales y luego internacionales. En este sentido se pudo mostrar que las revistas logran un mayor impacto, no solo como consecuencia de su permanencia en el tiempo, sino también en función de su inclusión en los distintos sistemas de registro. En la medida en que los sistemas de registro establecen exigencias para incluir una publicación, las revistas que acceden logran mayores niveles de calidad y visibilidad que redundan en un mayor impacto. Por último, la investigación se ocupó de determinar los hábitos y percepciones de los investigadores latinoamericanos acerca de las publicaciones científicas. Para ello se realizó una encuesta por Internet que se envió a 4.300 investigadores y fue respondida por 674. La base de datos confeccionada con las respuestas recibidas permitió describir una serie de características relevantes de los investigadores de nuestra región. Así se pudo determinar que los artículos en revistas arbitradas y los capítulos de libro son el principal destino de la producción de los encuestados y que las revistas arbitradas y los libros constituyen el tipo de bibliografía más apreciada. En cuanto a las revistas, se le atribuye mayor jerarquía a las que están indexadas en bases de datos internacionales como ISI o SCOPUS y los libros más apreciados son los que se publican en el mundo desarrollado o en el propio país del investigador. En estos aspectos se pudo determinar que existen diferencias relevantes según la disciplina a la que se dedican los encuestados y también en función del país donde el investigador realizó sus estudios de doctorado. Los economistas publican y aprecian más los artículos en revistas arbitradas mientras que los politólogos y sociólogos publican más capítulos de libro que los economistas y aprecian más a los libros que a las revistas. Finalmente, se observa que los académicos que realizaron su doctorado en países desarrollados tienden a lograr un mayor impacto en citas que sus colegas que lo hicieron en el área iberoamericana, al tiempo que los politólogos y los sociólogos tienen promedios de impacto mayores que los economistas. También se pudo establecer que el uso prioritario del idioma español en las publicaciones, está asociado significativamente a un menor impacto de la producción del investigador. Pero los factores centrales que mejor explican el impacto medido a través de las citas recibidas son la formación y la trayectoria del investigador. Aunque la producción de las ciencias sociales latinoamericanas se ha incrementado de forma exponencial durante las últimas dos décadas, sus productos tienen baja visibilidad y ocupan un lugar subordinado en el mundo académico. Es un hecho evidente y confirmado por la encuesta realizada, que los investigadores de nuestra región le dan un espacio muy relevante a la producción del mundo desarrollado, pero esta actitud carece de reciprocidad; los textos producidos en el primer mundo raramente citan trabajos publicados en América Latina. Evidentemente se trata de una situación indeseable para la que deberían buscarse alternativas. En este sentido, la situación presenta dos aspectos diferentes aunque conectados, uno sustantivo y otro de forma. La cuestión sustantiva refiere a la calidad de la producción de las ciencias sociales latinoamericanas. Podría pensarse que la escasa referencia a nuestra producción en el mundo desarrollado se debe simplemente a que no logramos niveles de calidad aceptables para lograr una consideración suficiente. Esto puede ser parte de la explicación, ya que nuestros niveles de desarrollo son inferiores y, de la misma forma que en otros ámbitos, nuestras capacidades científicas son limitadas. El hallazgo de este trabajo sobre el mayor impacto de los investigadores que realizaron su doctorado en países desarrollados apunta en esa dirección, asumiendo que la formación que se proporciona en el primer mundo es mejor en promedio que la de nuestra región. Seguramente muchos coinciden con tal afirmación y, de hecho, los rankings internacionales de universidades lo confirman 22. Pero la forma de avanzar en este terreno no es evidente, ya que se abren dos caminos diferentes, aunque podrían ser complementarios. El camino tradicional es promover que los latinoamericanos hagan sus doctorados en países del primer mundo, de preferencia en universidades que ocupen 22 El ranking de Shangai (ARWU) y el QS no incluyen ninguna universidad latinoamericana entre las primeras 100 y el de Times (THE) ninguna entre las primeras 200. En ranking web (webometrics) que utiliza criterios más amplios hay dos universidades latinoamericanas entre las primeras 100. posiciones importantes en los rankings. Un camino más reciente es la creación y el fortalecimiento de programas de doctorado en nuestra región. Aunque podríamos pensar que ambas opciones se complementan, la convivencia de las dos soluciones puede generar una segmentación de la academia latinoamericana, con una elite que realizó sus estudios en el primer mundo y una masa formada localmente. Algunas universidades de nuestra región se enfocan a contratar a los integrantes del primer grupo, tratando de constituirse en centros de excelencia de acuerdo a los estándares internacionales, y reforzando así la segmentación. El otro aspecto vinculado a la baja visibilidad e impacto de la producción de las ciencias sociales latinoamericanas es fundamentalmente de forma. Nuestra producción no se publica en los medios a los que acuden regularmente los académicos del mundo desarrollado. En este aspecto se unen dos cuestiones: las publicaciones y el idioma en el que se escriben los textos. En el primer mundo suelen considerarse como relevantes los artículos publicados en revistas que están indexadas en los sistemas internacionales como ISI y Scopus, especialmente las que figuran en las primeras posiciones de impacto, y los libros editados por las editoriales más prestigiosas. En general, las revistas y editoriales que se tienen mayor visibilidad e impacto publican exclusivamente en inglés. En esta cuestión surgen nuevamente caminos diferentes. Por un lado se puede promover que los académicos latinoamericanos escriban sus productos en inglés e intenten publicarlos en los medios con mayor reconocimiento internacional. Para esto pueden crearse apoyos y estímulos, incluyendo fondos para financiar traducciones. Pero este camino condenaría a las publicaciones en nuestros idiomas a mantenerse eternamente en posiciones marginales. El otro camino, que en cierto modo ya se está recorriendo, consiste es promover la inclusión de nuestras revistas en los sistemas de indexación internacionales. Aunque esta opción puede favorecer la visibilidad de nuestra producción, resulta difícil imaginar que en un plazo razonable las publicaciones en español y portugués alcancen posiciones privilegiadas en esos rankings. Los aspectos sustantivos y formales del problema se conectan a través de los criterios de calidad que se establecen como estándares para las publicaciones. Los investigadores del primer mundo no citan con frecuencia la producción latinoamericana porque no aparece en los medios que ellos toman en consideración, que se basa en los sistemas de indexación internacionales, especialmente en los primeros lugares. Para ser tenida en cuenta nuestra producción debería ser incluida en esos sistemas y para ello nuestras publicaciones deben cumplir con los criterios que allí se establecen. Un número creciente de revistas de ciencias sociales de nuestra región apuesta a ingresar a los sistemas ISI y Scopus. Pero también contamos con sistemas de registro e indexación propios y el volumen de publicaciones que se edita en la región es ya muy significativo. En esta cuestión todavía hace falta contar con criterios de evaluación más precisos y homogéneos. Y si bien las revistas han avanzado en ese terreno, la publicación de libros que ocupa un lugar muy importante dentro la producción de las ciencias sociales, está todavía muy lejos de utilizar criterios sistemáticos y homogéneos para determinar la calidad de sus productos. Las ciencias sociales latinoamericanas, sin necesidad de adaptarse a los estándares de evaluación del primer mundo, están en condiciones de fijar sus propios criterios, que no tienen por qué ser menos exigentes. Más allá de las reflexiones sobre nuestra situación y las sugerencias que en materia de políticas puedan surgir, las conclusiones de esta investigación son apenas un avance en un área de estudio incipiente que requiere mayor profundización. La información recabada para esta investigación habilita la realización de trabajos futuros, ya que no fue analizada en su totalidad y admite tratamientos más sofisticados. Por otra parte, la realización de encuestas a investigadores de la región resultó un instrumento muy provechoso y debería pensarse en replicar este estudio en el futuro, agregando también nuevos ítems que puedan resultar de interés. Más allá del mero conocimiento de la actividad de las ciencias sociales en nuestra región, la información y el análisis que aquí se desarrolla y que se seguirá profundizando, deberán constituirse en insumos para el fortalecimiento de los sistemas de evaluación que utilizan las instituciones académicas y de las políticas públicas que realizan los estados latinoamericanos para promover la calidad y la excelencia de la producción en el área de las ciencias sociales. Bibliografía Abend, Gabriel (2006). “Styles of Sociological Thought: Sociologies, Epistemologies, and the Mexican and U.S. Quests for Truth”. Sociological Theory 24:1, pp. 1-41. 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Trindade, Hélgio (coord.) (2007). Las ciencias sociales en América Latina en perspectiva comparada. México: Siglo XXI editores. ANEXO A. FORMULARIO DE LA ENCUESTA CIENTÍFICOS SOCIALES LATINOAMERICANOS 0‐ Indique a qué disciplina se dedica principalmente a‐ Ciencia Política b‐ Economía c‐ Sociología d‐ Ciencias sociales interdisciplinarias e‐ Otra (especifique) 1‐ Indique cuál es su área de especialización (abierta). 2‐ ¿Cuál es el último título académico que obtuvo? a‐ Licenciatura b‐ Diploma de posgrado c‐ Maestría d‐ Doctorado e‐ Otro (especifique) 3‐ Indique el nombre de la institución en la que obtuvo el título mencionado en la pregunta anterior (abierta) 4‐ ¿En qué año obtuvo el título indicado en la pregunta 2? (lista de años) 5‐ ¿En qué país se encuentra la institución indicada en la pregunta anterior? (lista de países) 6‐ Indique el nombre de la institución académica en la que se desempeña (abierta). 7‐ Indique su categoría académica (ej. profesor titular, asistente, etc.) (abierta). 8‐ ¿Cómo definiría la orientación de su trabajo académico? a‐ Principalmente teórico b‐ Más teórico que empírico c‐ Teórico empírico d‐ Más empírico que teórico e‐ Principalmente empírico 9‐ Si realiza trabajo empírico, ¿que tipo de técnicas utiliza? a. Principalmente cuantitativos b. Más cuantitativos que cualitativos c. Cuantitativos y cualitativos por igual d. Más cualitativos que cuantitativos e. Principalmente cualitativos f. No realiza trabajo empírico 10‐ ¿Qué tipo de bibliografía utiliza como referencia? Ordene las opciones en función del peso que le corresponde a cada categoría seleccionando los números del 1 al 3 (o sea, 1 para el tipo de bibliografía que más utiliza, etc.) a. Libros y capítulos de libro b. Revistas académicas c. Otros (ponencias, documentos, informes, etc.) 11‐ ¿De qué origen es la bibliografía que utiliza como referencia? a. Principalmente del país b. Principalmente iberoamericana (Latinoamérica, España, Portugal) c. Principalmente del mundo anglosajón (Estados Unidos, Gran Bretaña, etc.) d. Principalmente de Europa continental (Alemania, Francia, etc.) e. De origen diverso 12‐ ¿En qué año realizó su primera publicación académica? (lista de años) 13‐ ¿Qué tipo de publicaciones ha realizado a lo largo de su carrera? Ordene las opciones en función del peso que le corresponde a cada categoría seleccionando los números del 1 al 5 (o sea 1 para el tipo de publicaciones que realiza más frecuentemente, etc.) a. Libros b. Capítulos de libro c. Artículos en revistas arbitradas d. Artículos en revistas no arbitradas e. Otros (ponencias en congresos, documentos de trabajo, informes, etc.) 14‐ Si publica artículos, ¿qué criterio utiliza para elegir una revista para enviarlo? (marque las opciones que corresponda – respuesta múltiple) a. Ubicación de la revista en el ranking de la institución que evalúa mi trabajo b. Recomendación de mis colegas c. Experiencia positiva anterior d. Prestigio o calidad percibida de la revista e. Probabilidad de aceptación del artículo f. Ausencia de costos g. Factor de impacto de la revista h. Rapidez de publicación i. Otro (especifique) j. No publico artículos 15‐ ¿En qué idioma realiza la mayor parte de sus publicaciones? a. Español b. Portugués c. Inglés d. Otro 16‐ ¿Qué jerarquía le atribuye a los siguientes tipos de publicación? Ordene las opciones en función de la importancia que le atribuye seleccionando los números del 1 al 9 (o sea 1 para el tipo de publicación que considera de mayor jerarquía, etc). a. Libro editado en el país b. Libro editado en otro país iberoamericano (Latinoamérica, España, Portugal) c. Libro editado en un país desarrollado (EEUU, Europa) d. Capítulo de libro editado en el país e. Capítulo de libro editado en otro país iberoamericano (Latinoamérica, España, Portugal) f. Capítulo de libro editado en un país desarrollado (EEUU, Europa) g. Artículos en revistas indexadas en ISI/SCOPUS h. Artículos en revistas indexadas en Scielo/Latindex i. Otros (papers, documentos, informes) 17‐ Mencione las editoriales de su país que considera más relevantes para su especialidad (mencione hasta cinco ‐ abierta) 18‐ Mencione las editoriales de Iberoamérica que considera más relevantes para su especialidad (mencione hasta cinco ‐ abierta) 19‐ Mencione las editoriales del mundo que considera más relevantes para su especialidad (mencione hasta cinco) 20‐ Mencione las revistas científicas de su país que considera más relevantes para su especialidad (mencione hasta cinco). 21‐ Mencione las revistas científicas de Iberoamérica que considera más relevantes para su especialidad (mencione hasta cinco). 22‐ Mencione las revistas científicas del mundo que considera más relevantes para su especialidad (mencione hasta cinco). ANEXO B. DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA POR PAÍS Y DISCIPLINA Y DISTRIBUCIÓN DE LAS RESPUESTAS OBTENIDAS. DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA POR PAÍS Y DISCIPLINA PAÍS Ciencia Política Economía Sociología Total general 73 9 259 58 87 29 7 19 9 114 14 489 92 136 49 104 88 13 122 14 359 88 82 35 31 19 6 309 37 1107 238 305 113 142 126 28 6 10 317 4 9 4 40 9 9 11 16 527 20 6 9 206 15 57 9 21 200 6 7 10 52 12 12 22 66 26 89 Total general 1046 Distribución 24.3% ARGENTINA Bolivia BRASIL CHILE COLOMBIA Costa Rica CUBA ECUADOR EL SALVADOR Guatemala HONDURAS MEXICO NICARAGUA PANAMA PARAGUAY PERÚ Puerto Rico R DOMINICANA Uruguay VENEZUELA DISTRIBUCIÓN DE RESPUESTAS POR PAÍS Y DISCIPLINA Dist. Ciencia Política Economía Sociología CCSS inter disciplinarias Otra Total Dist. Tasa resp. 7.2% 0.9% 25.8% 5.5% 7.1% 2.6% 3.3% 2.9% 0.7% 20 0 51 20 9 6 0 1 0 20 3 26 12 25 6 1 5 3 15 1 62 14 17 2 0 4 3 9 2 24 3 11 2 1 4 1 4 0 9 1 4 0 1 3 0 68 6 172 50 66 16 3 17 7 10.1% 0.9% 25.5% 7.4% 9.8% 2.4% 0.4% 2.5% 1.0% 1.4 1.0 1.0 1.3 1.4 0.9 0.1 0.9 1.6 26 47 1044 30 22 23 298 36 78 0.6% 1.1% 24.3% 0.7% 0.5% 0.5% 6.9% 0.8% 1.8% 2 0 30 0 1 0 0 0 0 4 3 40 1 2 0 5 1 1 0 5 14 0 1 3 5 2 1 2 5 52 1 0 0 3 0 1 0 2 9 1 1 0 1 4 1 8 15 145 3 5 3 14 7 4 1.2% 2.2% 21.5% 0.4% 0.7% 0.4% 2.1% 1.0% 0.6% 2.0 2.0 0.9 0.6 1.4 0.8 0.3 1.2 0.3 26 60 74 215 1.7% 5.0% 12 5 17 5 12 3 2 7 0 2 43 22 6.4% 3.3% 3.7 0.7 2081 1171 4298 157 180 164 130 43 674 100.0% 48.4% 27.2% 23.3% 26.7% 24.3% 19.3% 6.4%