Existen dos formas que los seres humanos responden de forma

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Existen dos formas que los seres humanos responden de
forma natural a la ausencia de una autoridad externa es
correr y esconderse, construir muros, negar que algo ha
cambiado, y en general creen que están a salvo de cualquier
daño si ignoran las demandas de los demás sobre ellos. La
otra forma es ponerse de pie, para oponerse a la autoridad
que quiere decirles qué hacer, asumir autoridad uno mismo
o empezar a luchar contra otros por la autoridad.
Jesús había sido la autoridad de los discípulos durante los
tres años cortos que les estaba enseñando y demostrando el
poder de Dios, el Padre. Jesús sabía que el tiempo estaba
cerca de que se fuera. El sabía que su crucifixión era
inminente por lo que comenzó a prepararse para el
momento en que no estaría con ellos. Era bastante claro que
él estaba tratando de mostrarles que no había una
alternativa a huir y volver a lo que eran antes de que él los
llamara a tomar las armas contra los soldados romanos y la
policía del templo. Él quería que supieran cómo protegerse
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plenamente ellos mismos y para asegurar que el mensaje
que Jesús les dio soportaría. Jesús los estaba preparando a
ellos cuando les dijo que les enviaría un edredón, un
Paráclito.
Cuando llegué a mi primera congregación en el sur de Texas
justo después de ser ordenado diácono, la congregación
había estado sin clero durante unos seis meses. Al comenzar
a menores de soportar la forma en la congregación estaba
operando empecé a descubrir que la gente había asumido la
responsabilidad de varios aspctos de la congregación. Un
aspecto particular era las finanzas. Un coronel retirado de la
Fuerza Aérea era el tesorero, Hank Rettinger. Él actuó como
si su trabajo consistíera en dictar al resto de la congregación
cómo se gasta el dinero. Despues un par de experiencias en
el que se resistía a gastar dinero porque él no estaba de
acuerdo con la forma en la dirección que estaba pasando,
me di cuenta que tenía algo de responsabilidad para hacer
frente a la situación.
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Una tarde le llamó por teléfono y le dijo: "¿Es esto Coronel
Rettinger?" Él respondió y dijo: "¿Por qué, si esto es Coronel
Rettinger." Hice una pausa por un momento y luego dijo:
"Bueno, este es el General Crist." Hubo otra larga pausa
antes de Hank dijera "entiendo". Después de que
conversamos en el teléfono, no hemos tenido más
problemas para conseguir los cheques emitidos, incluso si no
estaba de acuerdo con cómo se gastaba el dinero.
Ahora, por un lado desde luego hice un buen trabajo de
reforzar la organización dinámica de una congregación.
Afirmé que yo, como el cura estaba a cargo. Esto parece
haber sido la forma en que las congregaciones
contemporáneas se han organizado ellos mismos para
mantener el orden y garantizar la vida continua de la
congregación. He aprendido en el seminario que sabía más
de la gente en el banco acerca de cómo ejecutar una iglesia,
lo que significaba la Biblia, y cómo orar a Dios. Yo era la
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autoridad.
La idea de que una persona se le ha dado la responsabilidad
de tomar decisiones acerca de cómo funciona una
organización tiene una larga historia. En las familias de
padres a menudo creen que tienen la responsabilidad de
tomar decisiones, no sólo para la familia de uno mismo, sino
para cada una de las personas de la familia. Esto a menudo
conduce a luchar, luchar, y confundirse. La gente a menudo
dejan a estas familias, ya que sienten que sus vidas están
siendo limitados por una autoridad que pueden o no tener
sus mejores intereses en mente.
Cosas similares ocurren en las organizaciones empresariales
cuando el propietario, el presidente, el director general, o de
los otros gestores de servicio en realidad estan a cargo de
cómo la organización performas. A menudo, cuando los
administradores entran en el programa de gestión que llevo
durante la semana para mis clientes, su primera pregunta es
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"¿Cómo puedo llegar a mi pueblo a hacer lo que les digo que
hacer?" Por lo general tienen que mirar a la cara y en
silencio dirá ellos "no se puede. Las personas sólo hacen lo
que quieren hacer." Esto es a menudo una idea muy difícil
para los administradores y Papás y sacerdotes para
entender.
La realidad es que las personas pueden ser obligados a
hacer cosas porque temen las consecuencias de no hacerlo
ellos. Pero no van a hacer algo de todo corazón si ellos no
quieren. Y van a dejar de hacerlo cuando creen que las
consecuencias ya no seguiran o si pueden encontrar una
manera de evitar las consecuencias de ocultar o mentir.
A medida que Jesús se estaba preparando para su salida y
la crucifixión, no ungió uno de los seguidores a ser el nuevo
líder para reemplazarlo a sí mismo. Él les dijo a prepararse
para su partida. Él les dijo que iba a un lugar que no podían
venir. También les dijo que se prepararan para experimentar
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un edredón, un Paráclito, uno que los llamaria y les
mostraria el camino. La experiencia del Nuevo Testamento
llama el Espíritu Santo es donde las personas participan
juntos en la toma de decisiones basadas en su creencia
común en su visión y su destino. Y eso no es ni siquiera su
visión minúscula. Es la visión y el destino de Dios Padre que
Jesús tan a menudo hablaba de. Jesús dijo que los criterios
para la toma de decisiones fue amarnos unos a otros.
Estaba siendo sin duda un buen sacerdote, un buen rector
de una parroquia cuando me dijeron que el Coronel
Rettinger me siguiera porque lo superó. De hecho lo que me
estaba comunicando él era que yo estaba a cargo y que
debe seguir mis solicitudes o mis órdenes, porque sabía lo
que era mejor para la congregación. Esa forma de liderazgo
es una posible - respuesta para la organización de un grupo,
una empresa o una institución. Esta no es la forma de
liderazgo Jesús enseñaba a los hombres y las mujeres que le
seguían. Se preparaba a seguir el espíritu que se daría a
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ellos. Se estaba preparando para liderar a los demás con
amor.
La historia que dijeron los discípulos de Jesús fue que
encontraron este liderazgo espiritual cuando se amaban.
Amándose significaba ser más de un sirviente de ser un rey.
Amar significaba escuchar las necesidades de la otra y
luego, como grupo, escuchando al Espíritu Santo para
ayudarles a decidir qué dirección tomar. El liderazgo
espiritual Jesús estaba preparando a sus seguidores de que
era claramente de amor. Amor significaba que nadie se
quede fuera debido a las decisiones tomadas. Amarnos unos
a otros significaba aún más que hacer a los demás lo que te
gustaría que te hicieran a ti. Esto significaba hacer a los
demás lo que el espíritu de amor llevado a la gente a hacer.
Algunas veces el Espíritu nos llama a hacer más de lo que
pensamos que podemos hacer. Es por ello que St. Paul
recuerda a los cristianos de Éfeso "el poder de Dios, el poder
del Espíritu Santo, que actúa en nosotros, puede hacer
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infinitamente más de lo que podemos pedir o imaginar."
Nos encontramos con el Espíritu Santo a través de
escuchar. Una forma de oración es una actitud de escuchar.
Cuando oramos, estamos escuchando la Palabra de Dios.
Cuando estamos hablando con Dios en nuestras oraciones,
Dios escucha. Cuando dejamos de hablar el tiempo
suficiente, Dios, por el Espíritu Santo nos habla. Cuando
escuchamos el uno al otro en el amor, estamos escuchando
la Palabra de Dios que nos mostrará cómo responder a la
otra. Pero no estamos solos. Jesús nos enseña que estamos
hechos para la relación y es en esta relación encontramos el
amor, en el amor y nos encontramos con el Espíritu Santo.
El descubrimiento real de la temporada de Pascua es que
Jesús deja a sus seguidores, pero, cuando permanecen
presentes y resistir el impulso de tomar la autoridad de sí
mismos, cuando se espera el suero de leche y escuchar, que
reciben el Espíritu Santo. Cuando se aman entre sí, incluso
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en medio de un gran temor, el Paráclito, el Consolador viene
a ellos y los lleva.
Sabemos que es cierto para nosotros. Cuando, en medio de
una gran caos, nos mantenemos presente y que no huimos,
vamos a encontrar una manera de salir adelante. Cuando
reconocemos que somos amados, somos capaces, y
podemos crear nuestro futuro en una relación con el espíritu
creativo de Dios, manera en que se nos revela.
Yo estaba de visita con un propietario de una planta de
fabricación en una de las ciudades del norte de Anaheim la
semana pasada. Me mostró el trabajo de metal que su
compañía ha hecho en los últimos años desde que comenzó
la compañía en 1978. ¿Cómo me mostró copias de algunas
de las piezas de sus trabajadores habían creado para el
Rover de Marte y la Estación Espacial Internacional. Estaba
impresionado con su habilidad. Me impresionaron aún más
cuando dijo que, en la crisis económica que tenía que
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encontrar una manera de hacerlo a través de tiempos muy
difíciles. Tuvo que vender muchas de sus máquinas, y tuvo
que despedir a muchos de sus trabajadores. Incluso tuvo
que hipotecar su casa, y dinero en efectivo en sus pólizas de
seguro para mantener el negocio. Este era un hombre de
gran valor y gran amor. Incluso en medio de una gran lucha,
que no se dio por vencido. Encontró el valor diario para
seguir proporcionando puestos de trabajo para los que podía
seguir apoyando.
Se ha recuperado ahora, y tiene grandes planes para
expansión. Fue sólo a través de su continua dedicación, su
oración diaria, y su dependencia de los poderes que eran
mayores que él, que lo hizo a través de ese tiempo oscuro.
Somos a veces como los discípulos: nos sentimos en
grandes pérdidas, y no sabemos qué hacer. Queremos huir y
escapar de las responsabilidades y el potencial para el
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fracaso. Por otro lado, queremos culpar a otros en autoridad
de los fracasos o asumir la responsabilidad de nosotros
mismos y empezar a hacer demandas a los demás. Ninguno
de estas respuestas nos ayudará a través de la oscuridad.
Sólo cuando seguimos a amarnos unos a otros, sin mancha,
y escuche el poder creativo que nos permita hacerlo en un
número infinito más de lo que podemos pedir o imaginar
vamos a experimentar la comodidad del Paráclito que nos
mostrará el camino.
El poder de Dios no es un poder provincial limitan a los que
invocan a Dios o creer en Dios. Este poder, el poder creativo
del espíritu está disponible para todos los seres humanos. Es
cierto que, como Henry Ford dijo: "Si usted piensas que
puedes o si usted piensas que no puede, de cualquier
manera, estás en lo correcto.”
El poder del Espíritu Santo viene a nosotros cuando tenemos
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la voluntad de amarnos unos a otros. Amarnos unos a otros
va más allá de vivir en el miedo de nuestra propia
seguridad. Amar unos a otros significa estar presente para
aquellos con quienes estamos en comunidad y comunión.
Descubrimos el poder del espíritu en la comunidad que está
en comunión unos con otros. Los descendientes de Jesús
descubrieron lo que esta detrás de las puertas que habían
bloqueado a causa de su temor a los soldados romanos y la
policía del templo. Descubrieron que cuando hablaron con un
extraño en el camino de Emaús, y descubrieron que cuando
regresan a la comunidad después de huir de miedo.
Jesús preparó a los hombres y las mujeres que lo seguían
para el choque de su partida. También les enseñó que en el
amor por los demás iban a descubrir el espíritu continuaria
para mostrarles el camino. Tendríamos nosotros, en
nuestras propias familias, empresas y comunidades pasar
más tiempo tratando de comprender y amar al otro antes de
que trataramos de ser comprendidos y amados. Tendríamos
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que encontrar el poder del Espíritu Santo para que nos lleve
a la vida en la relación con Dios de la misma manera en que
Jesús nos mostró en su enseñanza y demostraciones. Haría
que viviríamos en el Reino que está alrededor de nosotros
ahora y siempre.