Colección Economía y Finanzas BANCO CENTRAL DE VENEZUELA Informe sobre los niveles de las reservas internacionales en Venezuela Serie Documentos de Trabajo Gerencia de Investigaciones Económicas Noviembre 2004 63 CONTENIDO I.- Introducción II.- Proceso de formación y utilizacion de las reservas internacionales en Venezuela ……………….……………..…………………….…………….………..4 II.1.- Formación de reservas internacionales..………..…………..……………..…..4 II.2.- Utilización de reservas internacionales....……..…………………………….....8 III.- Funciones de las reservas internacionales ………………………….…………..11 IV.- Nivel adecuado u óptimo de reservas internacionales ………………………...13 V.- Consideraciones Finales.….…………………….…………………………………19 Apéndices Apéndices A Evolución reciente de las reservas internacionales en diversos países: una reacción ante las crisis cambiarias ……………………..……………………..23 Apéndice B Las reservas internacionales en el contexto mundial.....………………….……….26 Apéndice C Metodologías utilizadas para el cálculo de un nivel de reservas adecuado u óptimo…………………………………………………………………………………34 Apéndice D Notas explicativas sobre la estimación de los rangos de reservas internacionales adecuadas……………………………………………………………48 Referencias..………………………………………….………………………….……..52 2 I.- Introducción De acuerdo con la Constitución, el ejercicio de las competencias monetarias del poder público corresponde en forma obligatoria al Banco Central de Venezuela, para lo cual el ordenamiento jurídico concentra en este Instituto las funciones de formular y ejecutar la política monetaria, participar en el diseño y ejecutar la política cambiaria, regular la moneda, emitir de forma exclusiva las especies monetarias y, por supuesto, administrar y centralizar las reservas internacionales. Cuando se asocian tales funciones con el logro del objetivo impuesto al ente emisor, se reconoce que su consecución está sujeta, condicionada y forzosamente vinculada al ejercicio de aquéllas. Asimismo, la reconocida interdependencia de todas las funciones señaladas, determina que la ausencia de consistencia entre ellas imposibilite alcanzar el objetivo fundamental de lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la moneda. Por lo tanto, el papel que juegan las reservas internacionales en la economía venezolana, así como la utilización de indicadores sobre su nivel adecuado u óptimo, para orientar a los encargados de formular y diseñar la política económica, posee muchas aristas. Las autoridades económicas deben sopesar el costo de oportunidad en el uso de las reservas internacionales (consumo e inversión de bienes y servicios importados) y los costos sociales y económicos generados por la falta de tales reservas, que se expresan en términos de desempleo e inflación. En definitiva, es un tema complejo que se abordará en las próximas secciones. En la primera de estas secciones se aborda el proceso de formación y utilización de las reservas internacionales en el país; seguidamente se repasan sus funciones, para posteriormente proceder a explicar diferentes metodologías empleadas en la determinación de un nivel adecuado u óptimo de reservas internacionales, y se realizan los cálculos para el caso venezolano. En la última sección se presenta un análisis de los resultados. 3 II. Proceso de formación y utilización de las reservas internacionales en Venezuela Las reservas internacionales son el conjunto de medios de pago internacionalmente aceptados de que dispone la autoridad monetaria para afrontar las transacciones externas de un país. Como se verá, cualquier variación en las reservas internacionales tiene una contrapartida que se refleja en el balance del Banco Central y afecta, en última instancia, la composición del dinero primario (base monetaria) del país. En Venezuela, dada su estructura económica, el principal respaldo del dinero en circulación son las reservas internacionales. En vista de que los residentes transan internamente en bolívares, el cambio en las reservas internacionales tiene como contrapartida movimientos en la base monetaria o, temporalmente, en las cuentas corrientes en bolívares que el Sector Público mantiene en el ente emisor. A continuación se describe el proceso de acumulación y desacumulación de reservas internacionales en Venezuela y su relación con la creación de dinero, en el contexto del control de cambio; asimismo, se refleja cómo afectan estos movimientos al balance de activos y pasivos del Banco Central de Venezuela. II.1.- Formación de reservas internacionales En la acumulación de reservas internacionales intervienen básicamente tres entes: Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa), el gobierno Central y el Sector Privado. Pdvsa: Las divisas que obtiene esta empresa producto de las exportaciones de petróleo y sus derivados son utilizadas para atender sus gastos en moneda extranjera, para realizar los aportes que le corresponden al Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM) así como en otros fondos que mantiene en el exterior; y las divisas restantes son vendidas al Banco Central de Venezuela en forma exclusiva, de conformidad con lo establecido en su Ley y en el Convenio 4 Cambiario vigente. Por su parte, el Banco Central de Venezuela paga estas divisas con bolívares que son depositados en la cuenta corriente que Pdvsa mantiene en dicho Organismo. (ver diagrama N° 1) En el momento en que el Banco Central de Venezuela compra las divisas a Pdvsa ocurre un incremento en las reservas internacionales (RI), que tiene como contrapartida un depósito en bolívares en la cuenta que Pdvsa mantiene en el Instituto, lo que constituye un aumento del pasivo no monetario (PNM) del Banco Central. Diagrama N° 1 RESTO DEL MUNDO RESTO DEL MUNDO PDVSA $ Petróleo PDVSA Bs. $ $ Fondo Rotatorio FEM BC V GOBIERNO GOBIERNO RI PDVSA BASE BASE MONETARIA MONETARIA PNM BCV PNM BCV Los bolívares que el Banco Central de Venezuela ha pagado a Pdvsa por las divisas, son utilizados por ésta para cubrir sus gastos operativos internos y para cancelar impuestos y dividendos al gobierno Central. A su vez, cuando se transfieren dichos bolívares desde las cuentas corrientes que mantienen estos 5 entes en el Banco Central de Venezuela al Sistema Financiero Nacional, se produce una expansión de la base monetaria. (ver diagrama N° 2) Diagrama N° 2 Sector Sector Privado Privado Gastos Gobierno Bs. Bs. PDVSA Ga sto s s esto u p Im Bs. BC V GOBIERNO RI PDVSA BASE MONETARIA PNM BCV Gobierno Central: El gobierno recibe divisas fundamentalmente por la colocación de títulos en moneda extranjera en los mercados internacionales. En el caso de que el Ministerio de Finanzas venda estas divisas al Banco Central, de acuerdo con el Convenio Cambiario vigente, el Instituto Emisor depositaría la contrapartida en bolívares de dichas divisas en las cuentas que la Tesorería Nacional mantiene en el mismo. Estas operaciones generan un incremento de las reservas internacionales (RI), aumento del activo en moneda extranjera del Banco Central de Venezuela, que tiene como contrapartida un aumento de las cuentas en bolívares que el gobierno mantiene en el ente emisor, lo que implica un aumento del pasivo no monetario (PNM) del Instituto. Cuando el gobierno ejecuta su gasto interno, acreditando 6 dichos fondos en el Sistema Financiero Nacional con cargo a sus cuentas en el Banco Central de Venezuela, se produce una expansión de la base monetaria. (ver diagrama N° 3) Diagrama N° 3 RESTO DEL MUNDO Bonos $ Sector Privado Bs. Gobierno Gasto público Bs. $ BC V GOBIERNO RI PDVSA BASE MONETARIA PNM BCV Sector Privado: El Sector Privado recibe divisas principalmente de sus actividades de exportación, endeudamiento y/o repatriación de capitales, las cuales deben ser vendidas obligatoriamente al Banco Central de Venezuela a través de los operadores cambiarios (sistema financiero), de acuerdo con el Convenio Cambiario vigente. El Banco, al comprar las divisas, incrementa las reservas internacionales (RI) y, simultáneamente, deposita el contravalor en bolívares en las cuentas que el sistema financiero mantiene en dicho Instituto. En este caso, la expansión de la base monetaria ocurre automáticamente cuando el Banco Central de Venezuela deposita los bolívares en las cuentas del sistema 7 financiero, ya que dichas cuentas forman parte de la base monetaria. (ver diagrama N° 4) Diagrama N° 4 Bienes . Expor. Capitales Repa RESTO DEL MUNDO Sector Privado $ $ Bs Operadores Cambiarios $ Bs BC V GOBIERNO GOBIERNO RI PDVSA PDVSA BASE BASE MONETARIA MONETARIA PNMBCV BCV PNM II.2.- Utilización de reservas internacionales En el proceso de desacumulación de reservas internacionales intervienen básicamente dos entes: el Sector Privado y el Gobierno Central. Sector Privado: A la luz del Convenio Cambiario vigente, el Sector Privado, para poder obtener divisas al tipo de cambio oficial para el pago de sus operaciones de importación de bienes y servicios y de sus obligaciones en el exterior, debe introducir una solicitud de divisas ante la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), de acuerdo con los términos y condiciones establecidos en la normativa 8 cambiaria, en cuyo caso, de resultar procedente, dicha Comisión instruye al Banco Central de Venezuela1 para que deposite las divisas correspondientes en el banco del exterior designado por el solicitante, al tiempo que este Instituto procede a debitar el contravalor en bolívares de la cuenta que el operador cambiario (sistema financiero) mantiene en el mismo. En este caso, la contracción de la base monetaria ocurre de forma inmediata cuando el Banco Central debita los bolívares de las cuentas de los operadores cambiarios, ya que, como se señaló anteriormente, dichas cuentas forman parte de la base monetaria. Como resultado de esta operación, se produce una disminución de reservas internacionales (RI) que tiene como contrapartida una disminución de los bolívares en circulación (contracción de la base monetaria). (ver diagrama N° 5) 1 Específicamente, Cadivi emite una Autorización de Adquisición de Divisas (AAD), la cual es procesada por el Banco Central de Venezuela y por el operador cambiario respectivo. Posteriormente, en atención al tipo de transacción, Cadivi emite una autorización de liquidación de divisas, la cual permite al beneficiario, a través de su operador cambiario, solicitar las divisas al BCV. 9 Gobierno Central: El Fisco requiere divisas fundamentalmente para el servicio de la deuda contraída en moneda extranjera. En el marco del Convenio Cambiario vigente, el gobierno compra estas divisas al Banco Central de Venezuela, para lo cual le paga la contrapartida en bolívares de dichas divisas. Cuando el gobierno compra las divisas al Banco Central ocurre una disminución de las reservas internacionales (RI), que tiene como contrapartida una disminución de las cuentas corrientes en bolívares que el gobierno mantiene en el ente emisor, lo que constituye una disminución del pasivo no monetario (PNM) del BCV. (Ver diagrama N° 6) III.- Funciones de las reservas internacionales Las reservas internacionales, además de servir de respaldo a la moneda nacional, tienen las siguientes funciones: (i) propiciar la continuidad de los pagos internacionales de la economía, lo cual contribuye a generar una percepción de riesgo-país favorable en los mercados internacionales; (ii) atenuar los choques de origen externo relacionados con la interrupción del flujo de ingresos de divisas al país; y, (iii) apoyar el mantenimiento de la confianza y efectividad de las políticas monetaria y cambiaria y, en general, conferir mayores "grados de libertad" a la política económica2. 2 En última instancia podrían servir de base para enfrentar desastres naturales o emergencias nacionales. Un holgado nivel de reservas internacionales que facilite la continuidad de los pagos de las obligaciones comerciales y financieras contraídas con el exterior, contribuye a mejorar la percepción de riesgo-país en los mercados financieros internacionales, con lo que los sectores público y privado obtienen un ahorro originado en la reducción de los costos de endeudamiento y mayores oportunidades de financiamiento para la inversión productiva que genere empleo y bienestar social. Por otra parte, las reservas internacionales adquieren un papel fundamental cuando el flujo de ingresos de divisas experimenta reducciones o interrupciones no previstas; lo que se hace más relevante en una economía poco diversificada como la venezolana, que depende de la exportación del petróleo, cuyo precio es altamente volátil. Así, las reservas internacionales amortiguan los efectos no deseados sobre la actividad económica, el empleo y la inflación originados en choques externos de naturaleza temporal y moderan los de naturaleza permanente. En este último caso, las reservas internacionales permitirían un ajuste más gradual hasta alcanzar un nuevo equilibrio en las variables económicas fundamentales. Ahora bien, de no contar con un nivel adecuado de reservas, las autoridades económicas se verían en la obligación de aplicar programas de ajustes económicos, muy costosos para la sociedad. Adicionalmente, las reservas internacionales contribuyen a que las políticas monetaria y cambiaria, conjuntamente con el resto de políticas públicas, sean más efectivas para alcanzar la estabilidad macroeconómica, habida cuenta de que un mayor nivel de reservas internacionales alivia el peso que recae sobre las tasas de interés y el tipo de cambio, como instrumentos disponibles por las autoridades para absorber los desequilibrios internos y externos. En tal sentido, nótese que un sólido nivel de reservas internacionales puede actuar como elemento de disuasión ante ataques especulativos contra la moneda, en tanto concede capacidad para financiar la defensa del tipo de cambio, lo que 12 acrecienta el riesgo de pérdida de los especuladores. Algunos estudios encuentran que los países que mantienen niveles de reservas relativamente altos han podido enfrentar mejor las crisis financieras de los años recientes, en comparación con aquellos que han mantenido niveles bajos de reservas3. Cabe señalar que acumular niveles elevados de reservas internacionales ha sido la respuesta de algunos países ante la poca efectividad que han mostrado los mecanismos de provisión de liquidez internacional diseñados hasta estos momentos. IV.- Nivel adecuado u óptimo de reservas internacionales Los diferentes conceptos utilizados para evaluar el nivel de las reservas internacionales, persiguen anticipar inconsistencias en las políticas económicas y se relacionan con recomendaciones para reorientar los flujos de ingresos y gastos para enfrentar los desequilibrios. Estos análisis se realizan mediante cálculos de modelos cuantitativos cada vez más complejos. El concepto de reservas adecuadas, constituye, fundamentalmente, una referencia para cuantificar los costos y beneficios de acumular o desacumular reservas internacionales, determinando así si el nivel de las mismas en un momento determinado es relativamente bajo o elevado en función de las perspectivas macroeconómicas existentes. En todo caso, es necesario realizar un seguimiento continuo del contexto económico general para evaluar, si el nivel de reservas internacionales en un momento determinado es consistente con el conjunto de políticas vigentes y los objetivos macroeconómicos que se persiguen. Cabe señalar que mantener un nivel puntual de reservas no garantiza la estabilidad, debido a la dificultad de predecir la oportunidad, magnitud y temporalidad de los choques económicos. 3 Los Apéndices A y B se dedican al tema de cómo han reaccionado diversas economías en términos de la evolución de sus reservas internacionales. 13 En general, las diversas metodologías para el cálculo del nivel adecuado de reservas internacionales (NARI) se sustentan fundamentalmente en tres categorías: la primera, en que el nivel óptimo garantiza la igualdad del costo marginal con el beneficio marginal de mantener reservas, la segunda, en garantizar durante un período determinado el flujo tanto comercial como de pagos internacionales y, una tercera, que además de considerar lo anterior, incorpora conceptos relacionados con el riesgo-país y los movimientos de capitales, como resultado de las últimas crisis de balanza de pagos. No existe una metodología “única”, dada la amplitud de opiniones y criterios para determinar un nivel adecuado de reservas internacionales (NARI), de tal forma que lo que se considera en esta oportunidad es la aplicación empírica de las metodologías de cálculo del NARI más reconocidas en la literatura económica, cuyos autores son: Robert Triffin (1947), Heinz Robert Heller (1966), Jacob Frenkel y Boyan Jovanovic (1981) y una extensión de J. Onno de Beaufort Wijnholds y Arend Kapteyn (2001)4. El primer autor que modernamente estableció un criterio para calcular el NARI de un país fue Triffin (1947). Este investigador consideró que la principal función que tenían las reservas internacionales era transaccional, y por eso planteó la necesidad de que cada país mantuviera niveles de reservas internacionales que crecieran al mismo ritmo que el comercio internacional. En tal sentido, el cociente reservas-importaciones (R/M) puede ser tomado como un indicador de nivel adecuado de reservas. Al respecto, Triffin calculó el NARI como el número de meses de importaciones que permitiría financiar las reservas internacionales en el caso de que el flujo de entrada de divisas se suspendiera, por lo que el NARI dependería de la volatilidad de las exportaciones. De esta manera, los países cuyas exportaciones son básicamente materias primas demandan un mayor nivel 4 Otra metodología utilizada frecuentemente en el cálculo del NARI es la desarrollada por Ben-Bassat y Gottlieb (1992), la cual se basa en la minimización de la función de costo esperado de mantener reservas internacionales. Si bien esta metodología fue aplicada al caso venezolano por Blanco y Córdoba (1996), la actualización ha presentado limitaciones tanto en la identificación de variables como en el proceso de reestimación de la principal relación econométrica utilizada. 14 de reservas que los países con una oferta exportable más diversificada y orientada a la manufactura. El criterio de Triffin para el cálculo del NARI fue el dominante en el ámbito internacional hasta finales de los años sesenta. Sin embargo, el énfasis en el motivo transaccional para mantener reservas internacionales, motivó importantes cuestionamientos, tales como: a) Las reservas financian déficit de balanza de pagos y no simplemente el nivel del comercio internacional. La relación entre un acervo para suavizar desequilibrios externos y las transacciones comerciales no es suficientemente vigoroso desde este punto de vista (Feldstein, 1999). b) Este criterio ignora otras variables que pueden determinar la demanda de reservas, como la volatilidad de los flujos externos (Nurske, 1944). c) El supuesto de elasticidad unitaria entre las reservas y la variable de escala fue retado tanto en el terreno teórico, como en las estimaciones empíricas5. Posteriormente, Heller (1966) intentó corregir las deficiencias del enfoque de Triffin, e hizo énfasis en la función de las reservas internacionales como instrumento para suavizar choques. De tal forma, que las reservas internacionales debían mantenerse por motivos precautelativos a los fines de atenuar los efectos en consumo y producción de un déficit de balanza de pagos. La nueva metodología de cálculo se basó en un enfoque costo-beneficio. En este caso, los beneficios están asociados al costo de oportunidad de mantener reservas, el cual se define como la diferencia entre la tasa de rendimiento de las reservas internacionales y la tasa de interés a la que se endeuda el gobierno. Los 5 La mayor parte de los modelos subsiguientes suponen la existencia de economías de escala en acumulación de reservas internacionales. 15 beneficios están asociados a evitar la caída del producto derivada de la reducción de las importaciones para eliminar el déficit en la balanza de pagos. El mecanismo de ajuste en referencia se basó en el supuesto de que la forma en que se ajusta la economía frente a un desequilibrio externo, en el caso de que no se disponga de la opción de financiarlo, sea con un movimiento de reservas internacionales. Heller igualmente planteó dentro de su modelo dejar de lado la opción de ajustar la tasa de cambio, quedando sólo la posibilidad de un ajuste de la absorción interna o reducción del gasto. Al igual que el modelo de Triffin, el de Heller fue objeto de críticas, a saber: a) El NARI calculado utilizando esta metodología es muy sensible a los valores de los supuestos utilizados. Ello dificulta su aplicación en economías con alta volatilidad macroeconómica, como la venezolana. b) Las variables de las cuales depende el nivel adecuado de reservas son de difícil medición o existen diversos indicadores para aproximar la variable, con el consecuente resultado de diferentes valores estimados6. El modelo de Heller abrió un programa de investigación que generó refinamientos en diversas direcciones, aunque la esencia del esquema de optimización y las variables asociadas al mismo (la probabilidad de quedarse sin reservas, el costo del ajuste y el costo de oportunidad de mantener reservas), siguieron presentes de una u otra forma en los enfoques subsiguientes, en particular en el de Frenkel y Jovanovic (1981). Estos autores consideran dos extensiones, a saber: el costo del ajuste en caso de agotamiento de las reservas, y el proceso estocástico de las reservas internacionales. A partir de allí, formulan un modelo basado en dos supuestos. El primero, es que el nivel inicial de reservas (R0) es fijado por la autoridad monetaria de acuerdo con el criterio de optimización, pero en adelante no vuelve a ajustar las reservas hasta que éstas se agotan, cuando nuevamente 6 Para más detalles sobre las limitaciones de esta metodología ver Wijnholds y Kapteyn, 2001, pág. 7. 16 vuelvan a acumular un nivel óptimo. El segundo, asume un costo fijo del ajuste (C) que incluye no sólo el cierre de la brecha externa al momento del agotamiento, sino también el necesario para volver a acumular reservas internacionales al nivel óptimo. Posteriormente, autores como Wijnholds y Kapteyn (2001) propusieron tomar en cuenta en el cálculo del NARI algunos factores que influyen sobre la tenencia de reservas internacionales y que fueron comentados anteriormente, tales como: la creciente movilidad internacional de capitales, la mayor intensidad y frecuencia de las crisis cambiarias y la adopción por parte de muchas naciones de tipos de cambio flexible. Es de hacer notar que estos investigadores le confieren a las reservas la función de servir de seguro ante un ataque especulativo contra la moneda. De tal modo que el nivel de las reservas internacionales se traduce en una garantía y en un generador de confianza para los inversionistas. Por su parte, dado que Wijnholds y Kapteyn7 no tomaron en cuenta el financiamiento de las transacciones corrientes, algunos analistas proponen una regla ampliada añadiéndole la metodología de Triffin. Hacer esta corrección es importante, sobre todo para una economía como la venezolana donde las importaciones, básicamente dependen de las divisas generadas por las exportaciones de un solo producto. Sin embargo, al igual que las reglas anteriores, esta metodología es muy sensible a los supuestos utilizados. Particularmente, los valores de los parámetros de ajuste de liquidez no obedecen a ningún proceso robusto de estimación. Como corolario de lo anterior, es posible afirmar que no hay unanimidad de criterios para la determinación del NARI8. Ninguno de los criterios está exento de 7 La metodología propuesta por estos autores para calcular el NARI es detallada en el Apéndice C. En la actualidad, especialistas continúan realizando avances metodológicos para cuantificar el NARI. Dentro de éstos destacan Flood y Marion (2001) y Aizenman y Marion (2003 y 2004). En general, estos trabajos intentan incorporar variables como el riesgo soberano, eficiencia de los sistemas impositivos y aspectos de economía política. 8 17 críticas y la instrumentación de los mismos, para el caso venezolano, produce resultados que tienen una dispersión significativa. Cada una de las metodologías utilizadas se distingue por la función de las reservas internacionales que modelan. Para calcular el NARI se valen de diferentes indicadores, los cuales pueden ser interpretados desde una perspectiva más amplia; en particular, podrían señalizar anticipadamente crisis en el sector externo. Un punto importante a considerar es que muchos de estos indicadores, y cada una de las reglas de cálculo, pierden significación en un contexto de control de cambio integral. Ninguna de las metodologías fue concebida para ser aplicada durante un régimen de esta naturaleza. En todo caso, en el Apéndice C de este Informe se han desarrollado con más detalle los modelos y métodos de cálculo para el caso específico de Venezuela. A fines ilustrativos se ha resumido en un cuadro los rangos de reservas internacionales adecuadas que resultan de la aplicación de las metodologías anteriormente señaladas. Como se observa en el cuadro N° 1, la variedad de criterios utilizados se traduce en un cálculo del NARI que tiene una dispersión significativa, lo cual añade una dimensión adicional a este problema tan complejo. En efecto, el rango que define las metodologías empleadas en el caso venezolano es bastante amplio, el cual va desde US$ 14.105 millones hasta US$ 24.847 millones. Por otra parte, los rangos de reservas internacionales adecuadas obtenidos a partir de las metodologías de Heller y la de Frenkel y Jovanovic sugieren que el BCV debería acumular reservas para ubicarse en el NARI. Estos resultados, al igual que los de las otras dos metodologías empleadas, deben ser tomados con cautela pues constituyen niveles referenciales que no deben ser interpretados como objetivos o metas a alcanzarse en el corto plazo. 18 Cuadro No 1 Nivel óptimo o adecuado de reservas internacionales brutas Venezuela 2004 (Millones de US$) T a/ Reservas óptimas 22.985 / H b/ 14.105 22.735 / F - J c/ 20.835 24.847 / W - K - T d/ 15.527 23.813 Notas: a / Rangos estimados en función de la desviación típica (+ / - 3,7) del promedio de las importaciones. Período 1950-2003 b / Rangos estimados en función de propensión media a importar (+ / - 5,0 % ) Período 1950-2003 c / Rangos estimados en función de tasa de descuento (+ / - 19,8 % ) Período 1950-2003 d / Rangos estimados en función de la desviación típica (+ / - 3,7) del promedio de las importaciones. Período 1950-2003 Donde: T: Triffin; H: Heller; F-J: Frenkel y Jovanovic; y W-K-T: Wijnholds-Kapteyn y Triffin Fuente: BCV, cálculos propios V. Consideraciones finales Las estimaciones del nivel de reservas óptimas o adecuadas para el caso venezolano, derivadas de la aplicación de las cuatro metodologías expuestas en la sección IV, se ubican entre US$ 14.105 millones, que se corresponde con el límite inferior de la metodología de Triffin, y US$ 24.847 millones obtenidos como límite superior en la aplicación de la metodología de Frenkel y Jovanovic, tal como se mostró en el cuadro N° 1. Asimismo, se pudo comprobar que los resultados obtenidos son muy sensibles a los supuestos empleados en el proceso de estimación. Es necesario reconocer que estos resultados presentan limitaciones más allá de las derivadas de la cuantificación de los supuestos básicos utilizados, toda vez que la determinación de un nivel adecuado de reservas internacionales debe tomar en cuenta un análisis más integral, en el cual se requiere definir el régimen cambiario futuro, el comportamiento presente y futuro de las políticas fiscal y 19 / 15.468 monetaria, el grado de movilidad de los capitales, el crecimiento de la capacidad productiva “normal o potencial” de la economía, y la tasa de inflación esperada por los agentes económicos. Asimismo, para los efectos del análisis es imprescindible evaluar el grado de disponibilidad de las reservas internacionales. En este sentido, se observa que al 30 de abril de 2004, las tres cuartas partes de las reservas internacionales (aproximadamente US$ 17.800 millones) son operativas, debido a su más inmediata disponibilidad; en tanto que el remanente, la cuarta parte (aproximadamente US$ 5.600 millones) es considerada no operativa, en razón de su menor disponibilidad inmediata. Además, debe considerarse que los desfases naturales entre los procesos de aprobación y liquidación de divisas del actual régimen de administración cambiaria, ha dado origen a la acumulación de un monto de autorizaciones pendientes por liquidar que, en su gran mayoría, debe ser deducido del total de reservas internacionales efectivamente disponibles. Por su parte, el incremento de reservas internacionales que se ha venido registrando en el país en el último año responde a dos fenómenos que pudiesen tener carácter transitorio: (i) los altos precios del petróleo; y, (ii) los niveles de las ventas de divisas originadas por la tramitación administrativa vinculados con el funcionamiento del esquema cambiario. Los efectos que sobre la economía del país podría acarrear la acumulación acelerada y sostenida de reservas, han motivado al Banco Central a analizar las experiencias que a este respecto han tenido otras economías. En países como Chile, Colombia, Kuwait, Noruega y, en general, en economías que como la venezolana obtiene una fuente importante de divisas mediante la exportación de recursos naturales, se han creado fondos de estabilización o fondos de ahorro que evitan que todo el flujo de recursos provenientes de estas 20 fuentes alimenten tanto las reservas como la gestión corriente del sector público. Estos “fondos” buscan que parte de los recursos generados por condiciones favorables en los mercados de los bienes de exportación sean “ahorrados” para financiar gasto público en fechas futuras, en las que probablemente esas condiciones favorables pudieran haber cambiado. Por su parte, las principales economías asiáticas estudian la posibilidad de crear un “fondo” común que permita hacerle frente a los problemas de balanza de pagos temporales que pudiese enfrentar alguna de estas economías9. No obstante, se admite la capacidad limitada que este “fondo” tendría para hacer frente a crisis de carácter sistémico, como la experimentada en Asia de mediados de los noventa, por lo que aun con este fondo operativo cada país tendría que mantener niveles prudentes de reservas. Otros países como México10, que consideran que han alcanzado un nivel adecuado de reservas, se han planteado que parte del flujo de reservas percibido por el Banco de México sea “automáticamente” reintroducido al mercado cambiario, siempre y cuando las condiciones futuras de la economía así lo permitan y, procurando que esta política no implique cambios significativos en la programación monetaria y cambiaria del banco. En vista de la experiencia internacional, y conscientes de la importancia y necesidad de atender la problemática social de la población venezolana, el Banco Central de Venezuela considera conveniente que sean reactivadas a la brevedad instituciones como el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM) y el Fondo de Ahorro Intergeneracional (FAI), para canalizar los excedentes generados por las condiciones favorables del mercado petrolero, evitando así la creciente acumulación de reservas. Al mismo tiempo deberían crearse las bases para 9 Ver Gupta y Agarwal (2004). Ver Vera-Martin (2004). 10 21 otorgarle sostenibilidad a la gestión fiscal en los próximos años, aun cuando las condiciones del mercado petrolero cambien. En el caso venezolano también es indispensable intensificar los esfuerzos para flexibilizar el régimen de administración de divisas. En este sentido, conviene continuar acelerando el ritmo de autorizaciones de liquidación de divisas, a fin de que se acorten los lapsos en que los sectores productivos reciben las divisas para financiar sus importaciones (pago del componente importado del gasto agregado: consumo final, bienes intermedios y de capital), y se evite la generación de pasivos contingentes que pongan en riesgo el objetivo de reactivación económica en 2004, de tal manera que el Banco Central de Venezuela y el Ejecutivo Nacional puedan mantener su política de promover un crecimiento económico sostenido en un contexto de mayor estabilidad macroeconómica. Aunado a lo anterior, esta flexibilización se hace necesaria si se considera que se están llevando a cabo políticas fiscales y monetarias expansivas para actuar como catalizadores del crecimiento. En este marco de políticas económicas, el mecanismo de asignación de divisas debe contribuir a dicha recuperación económica, ya que es evidente que un proceso sostenido de crecimiento económico requiere de niveles crecientes de importaciones. 22 Apéndice A Evolución reciente de las reservas internacionales en diversos países: una reacción ante las crisis cambiarias Desde mediados de los años noventa la economía mundial ha experimentado la irrupción de un nuevo tipo de crisis en balanza de pagos, la cual está asociada principalmente al desmoronamiento del sistema financiero de los países y al efecto contagio sobre otras economías aledañas o de características similares. La crisis mexicana de fines de 1994, permitió evidenciar la dificultad del FMI para proveer oportunamente apoyo financiero cuando los requerimientos superan la disponibilidad de los programas existentes. En una economía mundial de cuentas de capital y financiera abiertas y amplia movilidad de capitales, en casos de crisis los países no han contado con un nivel adecuado o suficiente de reservas internacionales. Las crisis de balanza de pagos vinculadas con desequilibrios financieros y cambiarios, como el caso de España (1992), Italia (1992), México (1994), las economías asiáticas de industrialización reciente (Tailandia, Corea del Sur, Malasia, Indonesia, Hong Kong, Singapur y Taiwán, en 1997), Rusia (1998), Brasil (1999) y Argentina (2001), colapsaron el acervo de reservas internacionales, lo que trajo como consecuencia recesiones económicas de gran magnitud. Estos sucesos mundiales impulsaron la formación de una “cultura” favorable a mantener niveles relativamente elevados de reservas internacionales, donde los criterios para su definición incorporan además de los requerimientos para cubrir importaciones y servicio de la deuda externa, los relacionados con la vulnerabilidad externa (exposición), apertura y movilidad de capitales. La experiencia provista por las crisis de las economías asiáticas y Argentina, mostró que éstas traen consigo no sólo el derrumbe del sistema financiero sino también la destrucción de capacidad productiva y problemas sociales. Para los asiáticos tal situación impuso un cambio en la estrategia de acumulación de 23 reservas internacionales, al punto que no solamente recuperaron los niveles anteriores a la crisis, sino que acumularon reservas internacionales por encima de los mismos (gráfico N° A-1), a fin de lograr una protección más efectiva contra otro episodio de contagio financiero. Esta lección es importante para los países de América Latina, debido a que presentan una mayor vulnerabilidad externa. Gráfico N° A-1 Reservas internacionales en Asia Proporción respecto al año de crisis Como corolario de la experiencia reciente de estos países, se puede afirmar que un holgado nivel de reservas internacionales no sólo otorga mayores grados de libertad para la formulación y ejecución de la política económica, sino también, constituye la carta de presentación de los países ante los inversionistas internacionales favoreciendo la percepción de riesgo y abaratando los costos financieros asociados a nuevos endeudamientos tanto privados como públicos. Adicionalmente, un elevado nivel de reservas internacionales puede actuar como 24 elemento de disuasión de ataques especulativos contra la moneda, en tanto concede capacidad para financiar la defensa del tipo de cambio, acrecentando el riesgo de pérdida de los especuladores. 25 Apéndice B Las reservas internacionales en el contexto mundial El crecimiento de las reservas internacionales ha sido un fenómeno generalizado en el ámbito mundial, tanto en términos nominales como reales. Sin embargo, el crecimiento ha sido más pronunciado en los países en desarrollo. Gráfico N B-1 Evolución de las reservas internacionales mundiales 2000 1816 1800 Miles de Millones de US$ de 1995 1600 1400 1200 1000 627 800 600 400 305 200 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 1978 1976 1974 1972 1970 1968 1966 1964 1962 1960 1958 1956 1954 1952 1950 1948 0 Fuente: International Financial Statistics La participación de los países en desarrollo en el total de las reservas internacionales ha tendido a incrementarse luego de los años setenta, en especial, en las economías asiáticas. 26 Gráfico N° B-2 Distribución de las reservas internacionales según el nivel de desarrollo de los países 100% 90% 80% 70% 60% 57,1% 50% 40,7% 40% 30% 23,2% 22,1% 20% En desarrollo 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 1978 1976 1974 1972 1970 1968 1966 1964 1962 1960 1958 1956 1954 1952 1950 0% 1948 10% Desarrollados Fuente: International Financial Statistics El nivel de cobertura de las importaciones con los saldos de las reservas internacionales ha tendido a disminuir en el caso de los países industrializados, pero se ha incrementado en los países en desarrollo. 27 Cuadro N° B-1 Cobertura de las Importaciones (RI/Importaciones) Países Todos los países Países industrializados Países en desarrollo Africa Asia Medio Oriente Hemisferio Occidental Venezuela 1950-59 1960-69 1970-79 1980-89 1990-99 58.8% 38.9% 30.0% 24.4% 30.0% 72.7% 45.5% 28.0% 21.5% 22.8% 31.9% 23.5% 34.6% 31.2% 45.0% 32.8% 39.3% 51.3% 37.7% 28.1% 25.0% 46.5% 27.1% 27.8% 27.2% 82.5% 42.2% 16.1% 33.7% 54.8% 37.4% 30.7% 50.7% 53.7% 49.5% 57.7% 55.8% 90.4% 79.4% 91.7% Fuente: International Financial Statistics Respecto al tamaño de la economía, las reservas internacionales han mostrado un comportamiento más bien errático. Entre los setenta y los ochenta la tendencia era a reducir su importancia. Sin embargo, la relación RI/PIB ha tendido a incrementarse en la década de los noventa, especialmente, en las economías en desarrollo. El respaldo de los agregados monetarios con reservas internacionales ha tendido a disminuir en todos los países. Sin embargo, en los países en desarrollo este respaldo se ha incrementado desde la década de los ochenta. 28 Gráfico N° B-3 Reservas internacionales en 44 países 29 Cuadro N° B-2 Reservas incluyendo oro por países Categoria 1948 - 1970 1971 - 1980 1981 - 1990 1991 - 1999 Reservas / PIB (%) Todos Desarrollados En desarrollo Emergentes 8.2 9.3 7.3 5.5 7.6 7.3 7.8 5.8 6.6 7.0 6.3 6.0 10.5 7.7 12.4 14.9 Reservas en sem. de import. Todos Desarrollados En desarrollo Emergentes 22.5 23.0 22.1 19.7 17.9 16.1 19.2 19.7 15.4 13.9 16.4 17.6 20.6 16.6 23.3 27.6 Reservas / M2 (%) Todos Desarrollados En desarrollo Emergentes 31.3 17.8 37.7 28.7 20.5 12.0 25.1 23.5 15.2 11.7 17.1 19.1 21.2 11.3 26.6 29.9 Fuente: Flood y Marion. "todos" incluye data de 56 países y se descompone en 22 países "desarrollados" y 34 paises "En Desarrollo" usando la clasificación del FMI de 1979. Desarrollados son: R.U., Austria, Belgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Noruega, Suecia, Suiza, Japón, Finlandia, Grecia, Islandia, Irlanda, Portugal, España, Australia, Nueva Zelandia, Sur Africa y Canada. En Desarrollo son: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Domincana, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela, Jamaica, Israel, Jordania, Egipto, Mynamar, Sri Lanka, China, India, Corea, Malasia, Pakistan, Filipinas, Tailandia, Indonesia, Hong Kong, Ghana, Sudam, Tunisia y Turquia Mercados Emergentes en la década de los 1990: Brasil, Chile, Colombia, Hong Kong, Corea, México, Perú, Filipinas, Sur Africa, Tailandia. La cobertura para los países en desarrollo y emergentes entre 1948 - 1970 es incompleta. En Venezuela, las reservas internacionales muestran una evolución similar. En primer lugar, el valor real del saldo de reservas ha tendido a incrementarse desde los años cincuenta, crecimiento que fue muy marcado entre el primero y el segundo boom petrolero. Por su parte, el grado de cobertura de las importaciones también ha tendido a incrementarse y, por lo general, para Venezuela, este indicador ha sido significativamente mayor que para economías similares. Mientras que el indicador que muestra el grado de respaldo de M2 con las RI registra valores que oscilaron entre 0,20 y 0,45 durante la década de los ochenta, a partir de 1990 los valores se han encontrado entre 0,55 y 1,10. 30 Gráfico N° B-3 Saldos de reservas internacionales 30,000 25073 25,000 Millones de US$ de 1995 20,000 15,000 11969 10,000 5,000 2492 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 1978 1976 1974 1972 1970 1968 1966 1964 1962 1960 1958 1956 1954 1952 1950 1948 - Fuente: International Financial Stadistics Al igual que en Venezuela, en otros países se ha planteado la discusión sobre el cálculo del nivel adecuado u óptimo de reservas internacionales y, por ende, del uso de las reservas hipotéticamente excedentarias. En virtud del aumento significativo del nivel de las reservas internacionales de México en los últimos años, la Comisión de Cambios decidió instrumentar un mecanismo para reducir la velocidad de acumulación de las mismas, canalizando al mercado una fracción de los flujos de divisas que pudieran potencialmente acrecentar el nivel de las reservas. Con base en lo anterior, se estableció la venta directa de dólares al mercado a través de una subasta diaria. En Colombia, a raíz de los resultados poco satisfactorios para el Proyecto de Reforma Constitucional llevado a referéndum el 25 de octubre de 2003, el gobierno presentó un plan de ajuste fiscal, el cual incluía la posibilidad de encontrar la manera de invertir parte de las reservas internacionales en la compra de bonos de la deuda externa del gobierno colombiano. Así, el Ministerio de 31 Hacienda y Crédito Público solicitó al Banco de la República adelantar un estudio técnico sobre esta materia, en el cual se llegó a la conclusión de que los eventuales excesos de reservas no superan los US$ 500 millones. Sin embargo, el Presidente colombiano anunció, el 5 de marzo de 2004, que desistiría de utilizar los US$ 500 millones autorizados por el Banco de la República para la recompra de deuda externa. Tal señalamiento obedeció a la preocupación por la posible reversión en el corto plazo de la entrada de capitales especulativos de los últimos meses. Esta posibilidad la menciona también el Banco de la República en su Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República de marzo de 2004. Durante algún tiempo el Banco Central de Suiza estuvo bajo presión política para hacer una mejor inversión de sus altos niveles de reservas monetarias y no monetarias y utilizar los retornos adicionales de dichas inversiones para financiar las reformas estructurales que se estaban discutiendo en ese país. En el año 1997 un grupo de expertos dedicados a la reforma del orden monetario, investigó el nivel de reservas necesario para conducir la política monetaria, una vez que se decidiera derogar la ley que hasta ese momento obligaba a mantener la paridad del franco-suizo con el oro. A partir de ese momento surge la propuesta de invertir estos fondos excedentes en fines públicos. Esta reforma requirió, en primera instancia, una reforma de la Constitución (en vigencia a partir del año 2000) y, en segunda, de un referéndum para determinar entre dos usos alternativos; fondo de pensiones y, fondo de pensiones más usos municipales y fondos de solidaridad. Ninguna de las dos propuestas fue aprobada11. Durante el 2003, en Alemania y Francia se planteó la posibilidad de vender parte de las reservas de oro y dedicar estos recursos a un fondo para la investigación científica, para lo cual se requiere una reforma legal. Sin embargo, hay que recordar que los países miembro de la Comunidad Económica Europea tienen un Banco Central común, por lo que la discusión es otra muy diferente a la que se 11 Para mayor detalle ver National Bank of Switzerland, Annual Repport 2000, 2002 y 2003. 32 plantea en países donde las funciones de las reservas internacionales están vinculadas a la ejecución de las políticas monetaria y cambiaria. 33 Apéndice C Metodologías utilizadas para el cálculo de un nivel de reservas adecuado u óptimo Si bien existe una vasta literatura sobre el nivel adecuado de reservas internacionales (NARI), la mayoría data de antes de 1980, puesto que el interés en el tema surgió como consecuencia del auge que tuvo en los países industrializados con amplio acceso a mercados financieros un esquema cambiario más flexible. A continuación se presentan las diferentes metodologías de cálculo del NARI y su aplicación al caso venezolano. C.1.- Triffin (1947) Triffin (1947) planteó la necesidad de que cada país mantenga niveles de reservas internacionales que crezcan al mismo ritmo que el comercio externo, de manera que la proporción reservas-importaciones (R/M) puede ser tomada como un indicador de nivel adecuado de reservas12. Si partimos de la idea de que el nivel adecuado de reservas internacionales existe y es una proporción fija respecto a las importaciones, así como de la presunción de que la oferta de reservas se ajusta continuamente para equilibrarse con el nivel adecuado, entonces: a) la oferta de reservas es estacionaria y, b) la observación del promedio de la serie histórica de la oferta de reservas en meses de importación es la medida del nivel adecuado de reservas. 12 Más adelante, Triffin (1960) puntualizó que, dado que se esperaba un crecimiento gradual del comercio mundial, la demanda creciente de reservas internacionales sobrepasaría a la oferta, a menos que los Estados Unidos pudiese mantener de manera indefinida déficit en cuenta corriente. 34 Aplicación de la metodología de Triffin al caso venezolano La serie anual de reservas internacionales (sin oro) expresada en meses de importaciones de Venezuela, para el período 1950-2003, presenta un cambio estructural a partir de 1974, el cual se expresa en un cambio de nivel. Al efectuar la prueba de ADF (test de Dickey-Fuller aumentado) para cada uno de los dos subperíodos (1950-1973 y 1974-2003)13, se obtiene que la variable es estacionaria y sin tendencia lineal. Una especificación autorregresiva que toma en cuenta los cambios estructurales en el nivel de reservas, se presenta a continuación: Cuadro N° C-1 Variable Dependiente: Meses de Importación Método: Mínimos Cuadrados Ordinarios Período de estimación: 1952-2003 Variable: Coeficiente Error Estandar Estadístico t Prob. C D5073 MESES(-1) MESES(-2) 9,69 -3,06 0,52 -0,37 1,87 1,02 0,15 0,15 5,18 -3,01 3,56 -2,50 0,00 0,00 0,00 0,02 R2 R2 Ajustado 0,40 0,36 Akaike info criterion Schwarz criterion 5,10 5,25 13 La aplicación de test de Dickey-Fuller aumentado a la serie anual de reservas internacionales (sin oro) expresada en meses de importaciones, para el período 1950-2003 de Venezuela, sugiere que ésta es estacionaria al 1%, aunque con una tendencia lineal creciente. El contraste se hizo aumentando por un rezago, lo cual satisface los criterios de selección de Akaike y de incorporación del número máximo de rezagos que sean significativos. 35 Donde “meses” se refiere a las reservas internacionales expresadas en meses de importaciones, “C” denota a la constante y D5073 es una variable dicotómica que toma valores de uno en el subperíodo 1950-1973 y cero en el subperíodo siguiente14. Haciendo uso de los coeficientes de los rezagos y el valor de C, se obtiene15 el valor de largo plazo de las reservas internacionales para Venezuela (11,5 meses), en correspondencia con la media de dicha variable durante el período 1974-2003. Si 11,5 meses de importaciones es el valor adecuado de las reservas internacionales en la actualidad, la estimación de un nivel de reservas adecuado se limitaría a la estimación de la demanda de importaciones para 2004. Asumiendo un nivel de importaciones proyectado de US$ 14.400 millones, se obtendría un nivel adecuado de reservas internacionales (sin oro) de US$ 13.800 millones. C.2.- Heller (1966) El primer trabajo encaminado a cubrir las deficiencias del enfoque de los meses de importaciones fue el de Heller (1966), también conocido como el enfoque de costo-beneficio. La primera cuestión que plantea el modelo, es la forma en que se ajusta la economía si frente a un desequilibrio externo no se dispone de la opción de financiarlo con un movimiento de reservas internacionales. En este trabajo se deja de lado la opción de ajustar la tasa de cambio, quedando sólo la posibilidad de un ajuste de la absorción (reducción del gasto), lo cual implica que se puede medir el costo marginal de reducir una unidad de déficit como la cantidad de 14 Es destacable el hecho de que la media se hace mayor en el período en el que la volatilidad de los términos de intercambio se incrementa significativamente, en sintonía con lo propuesto por Triffin. 15 La operación consiste en dividir la constante entre (1-a1-a2), donde a1 y a2 son los coeficientes estimados para el primer y segundo rezago, respectivamente. 36 producto que se dejará de generar a fin de reducir las importaciones en una unidad, o sea el inverso de la propensión marginal a importar (1/m)16. El beneficio marginal de mantener reservas (Bmg (RI)) consiste entonces en el simétrico del costo marginal de no poseerlas multiplicado por la probabilidad de quedarse sin liquidez internacional (πi): Bmg (RI) = (1/m) . πi Esta probabilidad está dada por la probabilidad de una secuencia de déficit externos que agoten el acervo inicial de reservas, lo cual es muy importante para la derivación subsiguiente. Asimismo, el costo marginal de mantener una unidad de reservas “r” es igual al diferencial entre el rendimiento de la mejor alternativa financiera, posiblemente de mayor riesgo y/o plazo (o distinta denominación), y el que poseen las reservas internacionales en atención a criterios de seguridad y liquidez: Cmg (RI) = r Igualando el beneficio marginal con el costo marginal de mantener reservas se obtiene: (1/m) . πi = r De forma que: πi= r.m Si la propensión marginal a importar es ∆M/∆Y y se interpreta como el incremento de las importaciones asociado a una unidad adicional de producto, entonces su inverso (∆Y/∆Μ) puede leerse como la cantidad de producto que se debe generar para que la demanda de importaciones aumente en una unidad. 16 37 Como se dijo anteriormente, πi es igual a la probabilidad de quedarse sin reservas. Heller supone que este evento ocurre después de absorber un número “i” de déficit de balanza de pagos de tamaño “h” (déficit promedio esperado), tal que hayan agotado las reservas. Si las variaciones de las reservas se distribuyen simétricamente, un choque negativo tiene un 50% de probabilidad de ocurrencia. Si el tamaño promedio de los choques negativos es “h”, entonces la probabilidad de “i” choques seguidos de tamaño “h” (asumiendo el valor “h” como representativo de los déficit) es (0,5)i. Sustituyendo πi por (0,5)i se tiene: (0,5)i = r . m Luego de aplicar logaritmos a ambos miembros y despejando “i”, se obtiene: i* = Ln(r.m)/Ln(0,5) Ahora bien, si i* es un número óptimo de choques de tamaño “h”, en secuencia, que agotan las reservas internacionales y pueden soportarse de manera que los beneficios marginales de mantener reservas sean iguales a los costos marginales, se obtiene el nivel óptimo de reservas internacionales: RI* =h . i* = h . Ln(r.m)/Ln(0,5) Entonces, para estimar el nivel óptimo de reservas internacionales de acuerdo al enfoque de Heller, se necesita: a) Una variable (escalada por producto o importaciones) de transacciones externas a ser financiadas (h) b) Una variable de costos de ajuste sin reservas (m) 38 c) El costo de oportunidad de mantener reservas (r) Aplicación de la metodología de Heller al caso venezolano La aplicación de la fórmula de Heller al caso venezolano implica la identificación y proyección de las variables que se consideran en el cálculo. A tal fin se procedió del siguiente modo: • Se obtuvo h promediando el valor absoluto de las variaciones de las reservas internacionales, tal como lo sugiere Heller. Específicamente se utilizó el promedio de los últimos diez años como valor representativo (US$ 2.607 millones)17. • La propensión marginal a importar fue aproximada con la propensión media a importar de los últimos diez años (20,2%). El costo de oportunidad de mantener reservas (5,5%) fue estimado como el diferencial entre los rendimientos de la deuda externa venezolana (6,9%) y la tasa LIBOR a tres meses (1,4%) estimada para el cierre de 2004. 17 No se consideró prudente utilizar información de un período más largo debido al cambio estructural (mayor volatilidad) en el saldo de la balanza de pagos a partir de 1974. 39 Gráfico No C-1 Valor absoluto de la balanza de pagos El resultado de aplicar la fórmula de Heller sobre estos supuestos es que el nivel de reservas óptimo (sin oro) para 2004 sería de US$ 16.921 millones18. C.3.- Frenkel y Jovanovic (1981) El modelo de Heller abrió un programa de investigación que generó refinamientos en diversas direcciones, aunque la esencia del esquema de optimización y las variables asociadas al mismo (la probabilidad de quedarse sin reservas, el costo del ajuste y el costo de oportunidad de mantener reservas) siguieron presentes de 18 Este resultado es muy sensible a los valores estimados de los parámetros “h” y “m”. Si, por ejemplo, utilizamos el filtro de Hodrick y Prescott para determinar los valores permanentes de estas variables en 2003, obtendríamos un nivel de reservas óptimas de US$ 23.833 millones para 2004. 40 • La velocidad a la que se ajustan las reservas a su nivel óptimo. Clark (1970), Kelly (1970) y Britton y Heller (1973), entre otros, desarrollan modelos en los que una velocidad relativamente alta de ajuste de las reservas a su nivel óptimo implica la introducción de una mayor volatilidad del producto, lo cual le quita cierto sentido al mantenimiento de las propias reservas en niveles óptimos. De esta forma el problema de optimización implica, en estos modelos, elegir simultáneamente un nivel óptimo y una determinada velocidad de ajuste de la brecha entre la oferta y la demanda de reservas. • El costo del ajuste en caso de agotamiento de las reservas. El trabajo de Heller supone que el único mecanismo de ajuste para un déficit externo es una reducción del gasto agregado interno y, en consecuencia, de las importaciones. Heller y Kreinin (1973) analizaron el ajuste por la vía del desplazamiento del gasto, particularmente por medio de devaluaciones del tipo de cambio, mientras que Sellekaerts y Sellekaerts (1973) toman en cuenta la posibilidad de ajustes en la tasa de interés. • El proceso estocástico de las reservas internacionales. Hamada y Ueda (1977) profundizan notablemente en el análisis del proceso estocástico que conduce a las reservas internacionales y, por lo tanto, en el proceso de agotamiento de las mismas. Frenkel y Jovanovic (1981) discuten las mencionadas extensiones y formulan un modelo que hacen explícitos dos supuestos. El primero es que el nivel inicial de reservas (R0) es fijado por la autoridad monetaria de acuerdo al criterio de optimización, pero en adelante no vuelve a ajustar las reservas hasta que éstas se agoten, cuando nuevamente volverá a acumular un nivel óptimo. El segundo, asume un costo fijo del ajuste (C) que incluye no sólo el cierre de la brecha externa al momento del agotamiento, sino también el necesario para volver a acumular reservas internacionales al nivel óptimo. Mediante estos supuestos, 41 Frenkel y Jovanovic pueden introducir un proceso estocástico para las reservas internacionales entre dos momentos de ajuste que corresponde a un paseo aleatorio en tiempo continuo: dR (t ) = − µdt + σdW (t ) (1) Donde -µdt (µ > 0) es la derivada del proceso, dW(t) es un proceso de Wiener con media cero y varianza t, y σ es un término que amplifica la varianza del proceso de Wiener. Con estos supuestos, dR tiene entonces media -µdt y varianza σ2t, y R(t) poseerá una distribución (condicionada a t) normal, con media R0-µdt y varianza σ2t. Luego definen el costo financiero de mantener reservas en tiempo continuo. Si rR(t) es el costo financiero instantáneo y h(R, t | R0, 0) es la probabilidad de que se agoten las reservas, entonces el valor presente del costo financiero esperado (J1) es: ∞ ∞ J 1 ( R0 ) = r ∫ e − rt ∫ R.h( R, t | R0 ,0)dR dt 0 R =0 (2) Frenkel y Jovanovic resuelven esta expresión y obtienen: J 1 ( R0 ) = R0 − (1 − α ) µ r (3) Donde, 1 R0 2 2 2 α = exp− 2 ( µ + 2rσ ) − µ σ (4) 42 Por otra parte, el valor presente esperado de los costos de ajuste (J2) es: ∞ J 2 ( R0 ) = ∫ e − rt [C + G ( R0 )] f ( R0 , t )dt (5) 0 Donde, G(R0) es el valor presente del costo de establecer R0 al principio del proceso. Frenkel y Jovanovic demuestran que la solución de esta expresión es: J 2 ( R0 ) = α [C + G ( R0 )] (6) Sumando (3) y (6) se obtiene la ecuación implícita para G(R0): G ( R0 ) = R0 + αC µ − 1−α r (7) Minimizando (7) respecto de R0: (1 − α ) + ( R0 + C ) ∂α =0 ∂R0 (8) Que resulta en la siguiente solución19: 1 1 1 R0 = 2 4 C 2 σ 2 r − 1 4 (9) Aplicación del enfoque de Frenkel y Jovanovic al caso venezolano. La expresión (9) permite, sustituyendo los valores de las variables involucradas, la obtención de un nivel óptimo de reservas internacionales. Sin embargo, el costo del ajuste no es observable directamente, por lo que se requiere una estimación de dicho parámetro. A tal fin se hizo, siguiendo las indicaciones de los autores, una regresión entre el logaritmo de las reservas internacionales, menos una 19 La forma de solucionarlo implicó una expansión de Taylor alrededor de R0, ignorando los términos de grado mayor iguales o mayores al tercero. 43 una regresión entre el logaritmo de las reservas internacionales, menos una tendencia lineal, sobre la volatilidad de las reservas20 y la tasa de descuento del BCV. Para ello se utilizó información anual del período 1961-2002. A diferencia de muchas aplicaciones, las cuales asumen los exponentes para la volatilidad (σ) y la tasa asociada al costo financiero de las reservas (r), para el caso venezolano se estimaron exponentes. Los parámetros estimados son relativamente cercanos a los teóricos (0,69 y –0,28). Luego de esta etapa, se asumieron los siguientes supuestos: • Tasa de redescuento para 2004: 28,5%. Este es el último valor disponible de la tasa de descuento del BCV para el momento del cálculo. • Volatilidad de las reservas en 2003: US$ 2.461 millones. Esta es la volatilidad histórica de las reservas internacionales anuales al cierre de 2003. De manera que al sustituir la constante estimada y los valores supuestos de las variables utilizadas para la proyección, se obtiene un nivel óptimo de reservas internacionales (sin oro) de US$ 17.944 millones para 2004. C.4.- Wijnholds, Kapteyn y Triffin Guidotti (1999) propone calcular el nivel adecuado de reservas de manera que incluya como mínimo la programación de amortización de deuda externa del país para un año. Greenspan (1999) sugiere una extensión a la propuesta Guidotti, la cual es conocida como la regla Guidotti-Greenspan. Esta extensión abarca dos aspectos: (1) que la maduración promedio de las deudas a considerar sea al 20 Calculada como la desviación típica de las variaciones de las reservas internacionales para ventanas de diez años. 44 aspectos: (1) que la maduración promedio de las deudas a considerar sea al menos de tres años y (2) que la posición de activos externos debe ser calculada siguiendo una metodología amplia, la cual incorpora los activos y pasivos externos del país. El nivel apropiado de reservas será aquel que garantice el noventa y cinco por ciento de los pagos sin necesidad de endeudarse por lo menos un año21. Wijnholds y Kapteyn (2001) proponen una sofisticación a la regla conocida como Guidotti-Greenspan a los fines de considerar la fuga de capitales por parte de los residentes en el cálculo del nivel adecuado de reservas. Para ello sugieren incluir en el cálculo una fracción de M2, la cual difiere del régimen cambiario adoptado. La regla de Wijnholds y Kapteyn incluye: a) Monto de la deuda externa con vencimiento de menos de un año. b) Una fracción del agregado monetario M2 (10-20% de M2 para regímenes de tipo de cambio fijo o manejados y 5-10% para flotación libre y cajas de conversión22) c) Esta fracción de M2 debe ser ajustada por un índice de riesgo-país, ya que no todas las economías emergentes están expuestas a movimientos de capitales similares. Reservas adecuadas = a + (b.c) 21 Para más detalle, vea Wijnholds y Kapteyn, 2001, Pág. 10. 22 Wijnholds y Kapteyn (2001), utilizando data para 21 países emergentes para finales de 1999, encuentran que los países con sistemas de cambio fijo o manejado tienen, en promedio, un mayor cociente de reservas a M2 que aquellos con tipo de cambio flotante (40% contra 29%, respectivamente). Cabe destacar, que en la muestra de países que cubren este estudio, Venezuela presenta el mayor cociente de reservas a M2 (68%). Ellos argumentan que este comportamiento obedece a la mayor preocupación de los bancos centrales de esos países por la demanda interna de las reservas. 45 Limitaciones de la metodología de Wijnholds y Kapteyn Los valores de los parámetros de ajuste al nivel de liquidez no obedecen a ningún proceso robusto de estimación. Adicionalmente, si se toma en cuenta que M2 es una variable no estacionaria (no revierte a la media), el nivel adecuado de reservas internacionales no es un valor constante en el tiempo. De allí que se requiera de continuas revisiones del mismo. No considera las necesidades de financiamiento de la cuenta corriente. En una economía como la venezolana, cuya oferta de divisas proviene casi en su totalidad de la venta de petróleo, se hace necesario garantizar el financiamiento de las importaciones no petroleras. Por lo que se considera conveniente incluir en el cálculo de las reservas adecuadas un monto de reservas que cubra, como se dijo anteriormente, 11,5 meses de importaciones. Una vez consideradas las limitaciones relativas a la exclusión de las necesidades de financiamiento de la cuenta corriente en una economía como la venezolana, es prudente agregar a la regla sugerida por Wijnholds y Kapteyn (2001), lo propuesto por Triffin (1947). Esta ampliación se ha denominado la regla Wijnholds, Kapteyn y Triffin y toma en cuenta tanto la continuidad de los pagos internacionales (comerciales y financieros) como la previsión ante la posibilidad de salidas repentinas de capitales. 46 Aplicación de la metodología Wijnholds, Kapteyn y Triffin al caso venezolano Para el cálculo del nivel de reservas adecuadas siguiendo este enfoque se parte del nivel anteriormente calculado y se realiza el ajuste propuesto de meses de importación: Cuadro N° C - 2 Metodología Wijnholds - Kapteyn-Triffin Caso Venezolano (Millones de US$) 2004 a/ RESERVAS 18683 Servicio de la Deuda 1/ Fracción de M2 ajustada 2/ Meses de Importación 3/ / 19406 4847 722 / 1445 13114 1/ Incluye el servicio de la deuda externa a ser pagada en el año 2/Considera la fracción de la liquidez monetaria (M2) equivalente al 5% y 10%, ajustada por una medida de riesgo país (Economist Intelligent Unit (E.I.U)) 3/ Se incluye 11 meses de importación. Promedio de 1976-2003. a/ Las estimaciones de las importaciones y liquidez monetaria, corresponden al escenario de enero de 2004 del modelo gasto. Fuente: BCV, cálculos propios. 47 Apéndice D Notas explicativas sobre la estimación de los rangos de reservas internacionales adecuadas En este apéndice se explican las metodologías empleadas en la obtención de los rangos de reservas internacionales adecuadas u óptimas y, a su vez, como los resultados presentados en el Apéndice C complementan la información contenida en el Cuadro N° 1 del Capítulo IV. Los valores puntuales23 reportados en el Apéndice C sirvieron como elemento base para el cálculo de los rangos de reservas internacionales a través de las cuatro metodologías. Dichos rangos tienen como objetivo reflejar el efecto de la incertidumbre sobre la evolución de las variables utilizadas en el cálculo y se construyeron como más o menos una desviación típica de la variable relevante. En el caso de Triffin, se calculó un intervalo igual al valor puntual estimado más o menos (+/-) una desviación estándar (3,7 meses) del nivel de reserva expresado en meses de importación para el período 1950-2003, con lo cual se obtiene el rango entre US$ 14.105 millones y US$ 22.985 millones indicado en el Cuadro N° 1. El punto medio de este intervalo, US$ 18.545 millones, es el valor estimado de reservas internacionales brutas sin oro (US$ 13.800 millones, en Apéndice C) más US$ 4.745 millones de reservas en oro al 27 de febrero de 2004. Por su parte, en la aplicación de la fórmula de Heller, se decidió, en vista de la carencia de suficiente información histórica de la variable que resume el costo de oportunidad de mantener reservas, introducir solamente variabilidad a la propensión media a importar (20,2%), cuya desviación típica para el período 19502003 fue de 5.0%. Se estimó un rango de reservas brutas sin oro para 23 Un valor promedio constituye un estimador puntual, el cual tiene sentido en un ambiente de certidumbre desde el punto de vista estadístico. En un ambiente con incertidumbre estadística, en el cual no existe la plena certeza de que la realización de la variable en cuestión tome cierto valor, es adecuado pensar en un rango de valores o intervalo de confianza en el cual, dada cierta probabilidad, se ubique la realización de la variable estudiada. 48 propensiones medias a importar de 15,2% y 25,2% con los otros supuestos constantes. Al rango obtenido se le sumó el monto de reservas en oro al 27 de febrero. De esta manera, el rango de reservas internacionales se ubica entre US$ 20.835 millones y US$ 22.735 millones (resultado reportado en el Cuadro N° 1). En el caso de Frenkel y Jovanovic se siguió un procedimiento similar que en el de Heller. Esto es, se estimó un rango de reservas sin oro para las tasas de redescuento de 28,5% más o menos (+/-) una desviación estándar de 19,8% con los otros supuestos constantes. Al rango resultante de reservas sin oro se le sumó el monto de reservas en oro al 27 de febrero, obteniéndose así el rango ubicado entre US$ 15.527 millones y US$ 24.847 millones de reservas internacionales, reportado en el Cuadro N° 1. El rango para la metodología de Wijnholds-Kapteyn-Triffin (W-K-T) señalada en el Cuadro N° C-2, se refiere a los cálculos puntuales del nivel de reservas adecuado u óptimo cuando se utiliza el límite inferior (5%) y el límite superior (10%) de la fracción de liquidez monetaria ajustada por el índice de riesgo-país. En ambos casos se utilizan los mismos montos que cubran el servicio de la deuda pública externa para un año (US$ 4.847 millones) y once (11) meses de importaciones (US$ 13.114 millones). Los resultados del Cuadro N° C-2 corresponden con aquellos presentados en la parte inferior de la segunda columna del Cuadro N° D-1. Aún cuando la metodología original determina el nivel de reservas adecuado u óptimo para los extremos del rango de proporciones de M2 ajustada por riesgopaís, surge la necesidad de considerar la variabilidad de los meses de importación. Con el promedio de 11 meses de importación y una desviación estándar de 3,7 meses, el intervalo construido para más o menos (+/-) una desviación estándar se ubica entre 8 y 15 meses de importación. Al fijar la fracción de M2 ajustada por riesgo-país en 7,5% (punto medio entre 5% y 10%) se obtuvo el rango [US$15.468 millones, US$ 23.813 millones] consistente con 8 y 15 49 meses de importación. Este rango, que toma en cuenta la variabilidad de los meses de importación en el cálculo del nivel adecuado u óptimo de reservas internacionales, es el reportado en el Cuadro N°1 según la metodología W-K-T. El mismo igualmente se aprecia en la parte inferior de las columnas uno y tres del Cuadro N° D-1. 50 Cuadro N° D-1 Cálculo del nivel de reservas adecuadas u óptimas para el año 2004 Según la metodología Wijnholds-Kapteyn-Triffin para el caso venezolano (Millones de US$) 15 A Liquidez monetaria (M2) (Millones de Bolívares) B Tipo de cambio (Bs. / US$) C M2$ (Millones de US$) Meses de importación (K) 11 8 42.677.160 42.677.160 42.677.160 1.920 1.920 1.920 C = (A / B) 22.228 22.228 22.228 Fracción de la liquidez monetaria D Límite inferior (5 % de M2$ ) D =(C * 5%) 1.111 1.111 1.111 E Límite superior (10 % de M2$) E =(C * 10%) 2.223 2.223 2.223 0,65 0,65 0,65 F Indice riesgo-país Fracción de liquidez monetaria (ajustada por riesgo-país) G Límite inferior (5 % de M2$ ) G=D*F 722 722 722 H Límite superior (10 % de M2$) H=E*F 1.445 1.445 1.445 4.847 4.847 4.847 14.306 14.306 14.306 L=J / 12 *K 17.883 13.114 9.537 I Servicio de Deuda para un año (Millones de US$) J Importaciones B y S (Milllones de US$) L Meses de Importación (Millones de US$) NIVEL OPTIMO O ADECUADO DE RI M Reservas adecuadas u óptimas al 5% de M2 ajustada M =G + I +L 23.452 18.683 15.107 N Reservas adecuadas u óptimas al 10% de M2 ajustada N = H + I +L 24.174 19.406 15.829 (M+N)/2 23.813 Rango de RI según metodología W-K-T 15.468 NOTAS: Las estimacionesde las importacionesy liquidezmonetaria(M2), correspondenal escenariode enero de 2004 del modelogasto. El tipo de cambio es el establecido bajo el régimen cambiario El Servicio de la deuda externa a ser pagada en el año, para el escenario del modelo gasto de enero Riesgo país del Economist Intelligent Unit (E.I.U), promedio de 2002 y . rangos de 15 - 8 meses de importación correponden al promedio de los 11 meses +/- la desviación típica (3,7) de las importaciones. Los REFERENCIAS Aizenman, J. y Marion N., (2003), The High Demand for International Reserves in the Far East: What is Going On?, Journal of the Japanese and International Economies. Aizenman, J. y Marion N., (2004), International Reserve Holdings with Sovereign Risk and Costly Taxation, a publicarse en Economic Journal, Julio. Ben-Bassat, A., y Gottlieb, D., (1992), Optimal International Reserves and Sovereign Risk, Journal of International Economics, Vol. 33. Blanco, E. y Córdoba, A., (1996), El nivel óptimo de reservas internacionales. El caso venezolano, Serie Documentos de Trabajo N° 2, Banco Central de Venezuela. 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