Convocar a referéndum y no respetar resultado, no es democrático

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Editorial
Convocar a referéndum y no respetar resultado, no es democrático ni correcto
Jueves, 17 Noviembre 2016
Como es notorio, se inicio una campaña para decidir en un referéndum, si se deroga o
mantiene la aprobada despenalización del aborto. Tema sin duda harto sensible. Más allá de la
posición particular que cada uno tenga del tema, creemos que es positivo que en asuntos de
esta naturaleza y de esta importancia se convoque a la ciudadanía para que en forma
soberana decida qué conductas deben constituir delito y cuáles otras deben dejar de serlo.
No se trata, de que se atribuya a la mayoría de cada momento el don sobrehumano de la
infalibilidad; se trata simplemente – como bien sostenía Don José Batlle y Ordoñez – de que la mayoría es la que tiene derecho a equivocarse, cuando se discute acerca de lo que debe ser
ley de la república.
Lamentablemente, muchos de los más connotados dirigentes de la izquierda que nos
gobiernan, no comparten esta radical convicción democrática según la cual, en los asuntos
públicos, la última palabra corresponde a la nación soberana.
Aún nos duele e indigna recordar, como el gobierno de presuntos progresistas, no respeto y
llevo adelante contra viento y marea, un acto de revancha, como fue anular la Ley de
Caducidad expresamente ratificada por el pueblo en las urnas, con el dudoso argumento de
que “las mayorías no siempre tienen razón” y el respaldo de citas doctrinarias del Papa
Benedicto XVI.
A la luz de ese antecedente y ante algunas manifestaciones, entre ellas del Dr. Tabaré
Vázquez, de que firmará para que la ley de despenalización del aborto sea llevada a
referéndum, nos plantea algunas interrogantes.
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orrecto
¿Por qué, cuando se trataba de la Ley de Caducidad, estaba bien que el Parlamento le
enmendara la plana al pueblo, y ahora que se trata de la despenalización del aborto lo correcto
es que sea el pueblo el que le enmiende la plana al Parlamento?
¿Hay alguna justificación racional para esta manifiesta duplicidad de criterios?
A falta de respuestas, tendremos que pensar que el Dr. Vázquez comparte lo dicho por el
presidente Mujica, y que es innegablemente un horror, lo que al parecer comparten con
Mujica, de que lo político está por encima de lo jurídico.
Asi, llegamos a una conclusión temerosa y mesiánica. Donde lo que importa no es si, de
acuerdo con la Constitución uruguaya, la nación es soberana, sino si la voluntad de la nación
está de acuerdo con uno, o no. En el primer caso esa voluntad se respeta; en el segundo, clara
y terminantemente no. Más bien es una posición totalitaria, sesgada y totalmente dictatorial.
Supongamos que hay referéndum y que la despenalización del aborto es ratificada por el
pueblo. Imaginemos también que en el 2014 vuelve a ganar la presidencia el Dr. Vázquez, pero
esta vez sin mayoría parlamentaria. Si la oposición –ignorando ella también el resultado del
referéndum - sancionara una ley que dejara sin efecto la despenalización del aborto, ¿el
presidente Vázquez vetaría esa ley para hacer respetar la voluntad popular, o la promulgaría,
invocando nuevamente el argumento de que “las mayorías no siempre tienen razón”?
Todas son simples conjeturas, pero es legítimo plantearlas.
Porque ya tuvimos notorias pruebas en la conducta y manejo de esta izquierda que nos
gobierna, de que no respeta ni actúa en función del principio democrático elemental según el
cual la soberanía radica en la nación y lo que la nación resuelva debe respetarse siempre.
Es asi, mas allá de todos los argumentos que se puedan llegar a manejar.
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Y eso, no nos gusta y lo rechazaremos siempre, venga de donde venga. Y lo vamos a señalar
y subrayar, todas las veces que sea necesario. Porque el principio de respeto, más allá de la
ideología, de si nos conviene o no, es básico. No es correcto, acatar el veredicto popular si nos
conviene, y si no, buscar la quinta pata al gato, para llegar a lo que realmente queremos y
que nada nos importe, si con ello logramos el objetivo.
Ello, no solo no es democrático. No es leal, ni respetuoso de lo que la ciudadanía decide y
marca decididamente. Quienes asi actúan, innegablemente no respetan la famosa cita de
Artigas: "Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana".-
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