Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más Gracias Pedro, gracias a los organizadores. Voy a tratar de sintetizar, pero también confieso que voy a intentar imaginarme que tengo aquí el fósil del que hablaba hace un momento Eduardo Punset para relativizar la premura y tomármelo sin prisa, con pasión pero sin prisa. Decía Laura antes, en la magnífica presentación de la exposición que ha hecho de la investigación que hablaríamos de las “exitosas experiencias de trabajo en red de las organizaciones de cooperación y desarrollo”. Creo que desde cierto punto de vista, tal vez especialmente desde las perspectivas de las organizaciones dedicadas a la acción social algunas de estas experiencias puedan considerarse exitosas. Pero yo tengo la sensación de que más bien son acciones o intentos a menudo frustrantes, no tanto fracasos pero sí nada que se pueda parecer categóricamente a un éxito. Y si atendemos a los resultados, como está de moda ahora hacer en la lógica empresarial de orientar las evaluaciones de nuestras acciones en función de los resultados obtenidos. Entonces sí podíamos decir que dichos resultados no nos permiten hablar de experiencias exitosas, y eso trataré de justificar con estas palabras. En cambio sí creo que hay algo original del trabajo de las organizaciones de desarrollo y cooperación, que es probablemente lo que pueda hacer pensar a mucha gente que es una historia exitosa, y es precisamente la curiosa y compleja relación que definimos aquí como trabajo en red. Que se puede denominar de otras maneras pero que se refiere a la curiosa relación que ha existido entre lo que habitualmente conocemos como organizaciones, ONGs, (u ONGDs más concretamente por distinguirlas de las que se dedican exclusivamente a la acción social) y otras realidades sociales organizadas que llamamos de forma demasiado general movimientos sociales. Son relaciones que se han producido en el ámbito de la solidaridad internacional, incluso dando lugar a lo que algunos denominan el movimiento de solidaridad internacional. ‐ 1 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más En España sucedió algo que yo creo que todavía no está lo suficientemente estudiado aunque por fortuna ya van apareciendo algunos textos. Me refiero a unos hechos que sucedieron en nuestro país y que no han sucedido de igual forma en este ámbito en ningún otro país de Europa. Me refiero a las movilizaciones de los años 1993‐ 1994 a favor del 0,7% de AOD para los países empobrecidos. Aquellas movilizaciones ciudadanas supusieron una ruptura en el trabajo de nuestras organizaciones, puesto que supusieron la inauguración de la agenda política y reivindicativa del mundo de la cooperación en nuestro país. Fue a raíz del movimiento 0,7%. En honor a la verdad movimiento es un concepto que le viene grande, más bien se trató de una iniciativa coordinada pero espontánea de antiguos militantes de distintos espacios sociopolíticos tradicionales que no podían prever que sus acciones reivindicativas generaran la amplia movilización a que dio lugar. España había sido declarada como país donante por el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) en el año 1991. Pues solo dos años después, en 1993 empiezan a realizar acciones que llamen la atención sobre esa recomendación del 0,7 que ya todos ustedes conocen sobradamente. Las primeras acciones fueron apenas una decena de personas circulando por lugares céntricos de la capital con pancartas reivindicativas. Menos conocida es la historia del estrepitoso fracaso organizacional en que aquellas movilizaciones derivaron. Aquellas movilizaciones irrumpieron en la agenda política y mediática con una serie de temas y de reivindicaciones que lograron reunir a una gran diversidad de colectivos que venían desde aproximadamente un lustro o lustro y medio bastante desarticulados, con crisis de identidad, con crisis de relaciones entre ellos. En torno a la agenda de la solidaridad internacional encontraron un espacio de reunión y de movilización, de reivindicaciones compartidas, de perspectivas tal vez sobre las que trabajar en común y se intentó como suele proceder en esta cuestión humana de nuestra manada como decía Eduardo Punset a tratar de convertir todo eso en una organización. No se consiguió, la historia es larga y compleja, pero de forma sintética cabe decir que se construyeron básicamente dos corrientes o tendencias que aunaron las ‐ 2 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más principales diferencias generadas en tanta diversidad. Ambas dieron lugar a sendas organizaciones que incluso en sus modelos organizativos diferían sustancialmente y que también se autodenominaron de forma diferente: una de ellas Plataforma 0,7% del PIB y la otra Plataforma 0,7% y más. La primera quería hacer énfasis en las cuestiones más relacionadas con la ayuda oficial al desarrollo (AOD), con el incremento de esa ayuda, con convertir esa ayuda en una política pública, con la exigencia o la demanda de que esa política pública también tuviera su reflejo en el ámbito autonómico y descentralizado de nuestra Administración. Y la segunda entendía que la esencia de la reivindicación exigía identificarse con posiciones de carácter más estructural que señalaran cuáles eran las dependencias, cuáles eran las dificultades, cuáles eran las imposibilidades que los países empobrecidos sufrían en un contexto de relaciones internacionales injustas y verticales para poder seguir la supuesta senda del desarrollo. Dicho de otra forma, la AOD no sólo no era suficiente, sino que podía considerarse más bien una legitimación de las relaciones internacionales injustas que una oportunidad para su transformación. Estos proyectos fracasaron desde el punto de vista de lo que habían removido con anterioridad, la creación de una amplia red de ciudadanos y organizaciones en forma de movilización social numerosa y potente. Y fueron las ONGDs las que recogieron todo ese gigantesco capital de credibilidad y legitimidad social que se generó con aquella irrupción. Cuando me refiero a las ONGDs entramos en el terreno complicado de la definición de las mismas. No es objeto de estas palabras por lo que no voy a extenderme en definir a las ONGDs, pero conviene siquiera aclarar que toda la reflexión que se expresa a continuación, para lo bueno y para lo malo, se refiere muy concretamente a las organizaciones de cooperación y desarrollo y más particularmente aún a aquellas que están más o menos articuladas en espacios como la coordinadora de ONGs o comparten con ellas espacios de interlocución y/o de subvención pública. A partir del año 1998 o 1999 empieza el desarrollo institucional de lo que trata de ser una política pública en nuestro país: la Ley de Cooperación (1998), la creación ‐ 3 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más previamente del Consejo de Cooperación (1995), las leyes autonómicas de cooperación, etc… y todo el desarrollo institucional en forma de documentos legislativos, programaciones estratégicas y desarrollos de instituciones públicas. La hoja de ruta que empieza a concretarse a partir del año 1998 y que aún hoy está menos que a medias realizada puesto que todavía queda mucho por completar, es una hoja de ruta que está ya establecida y en cierto modo dibujada en los países que mejores agencias de cooperación tienen, con sus particularidades en cada caso pero no se refiere a nada especialmente novedoso ni original. Incorpora una serie de demandas estructuradas bastante conocidas ya públicamente: además de las referencias cuantitativas para aumentar la cantidad de la AOD simbolizada en la reclamación del 0,7%, exige reorientar esa política pública de cooperación eliminando los intereses del donante, los intereses comerciales, geoestratégicos, o de cualquier otra dimensión basada en intereses de los países donantes. Pretende orientarla o focalizarla especialmente hacia países con demandas más acuciantes, países más empobrecidos, orientarla también a programas de acceso a servicios sociales básicos. Hay un conjunto de demandas que son claramente compartidas y que se construye en nuestro país entre 1994 y 1997, a partir de las movilizaciones mencionadas y que es consensuada en sus aspectos fundamentales por parte de todos estos movimientos, colectivos y organizaciones. La década de los noventa fue la década de la globalización y de sus consecuencias en diferentes terrenos de nuestras economías y sociedades. También en la constitución de redes sociales basadas precisamente en el carácter internacional de la solidaridad. En el año 1999 tuvieron lugar las movilizaciones de Seattle que dieron lugar a que irrumpiera en la agenda política internacional o global lo que después conocimos como el movimiento antiglobalización, término que por cierto se debe a la revista The Economist. La definición del movimiento por su carácter antagonista no es autorreferencial sino que es un invento de dicha revista inaugurando con ello la estrategia de demonización de esos ‐ 4 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más movimientos subrayando principalmente su radicalidad, y su búsqueda únicamente de la lucha y del enfrentamiento, por su condición “antisistema”. En el año 2000 tiene lugar el reflejo de esta articulación a nivel mundial que es la primera edición del Foro Social Mundial y pocos meses después tiene lugar la declaración del milenio de Naciones Unidas con el establecimiento de los ocho objetivos de desarrollo del milenio (ODM) que constituyen por primera vez una agenda mínima consensuada por todos los jefes de estado y de gobierno del mundo para erradicar la pobreza extrema, para empezar a resolver los problemas de los sectores más damnificados por la desigualdad, por la situación de exclusión de los llamados beneficios de la globalización de gran parte de la población mundial. Los objetivos de desarrollo del milenio nos dieron entre otras cosas la oportunidad de retomar a través de distintas posiciones cierto espacio de reivindicación común precisamente frente a esta agenda que aparecía como la “agenda social de la globalización”. Los ODM surgen en el año 2000 y el movimiento de solidaridad internacional es consciente de que siguen a un periodo de dos o tres décadas de liberalización extrema en lo comercial, de financiarización de la economía mundial, de retroceso del papel del Estado como asignador de servicios y beneficios universales. Como consecuencia se identifica con claridad que se han producido procesos de concentración de la propiedad brutal, nunca conocida antes en la historia de la Humanidad. Este fenómeno de la creciente desigualdad se expresa entre otras dimensiones, en que la pobreza extrema se ha profundizado allá donde ya tenía lugar y han aparecido nuevos focos de pobreza en todas las sociedades. Los procesos de crecimiento de la desigualdad no se han dado sólo entre países ricos y pobres sino que también se han acelerado al interior de todas las sociedades. Crece la conciencia de que el modelo de desarrollo propugnado es un modelo caracterizado por su insostenibilidad ambiental que lo convierte en no universalizable. Desde el reconocimiento de esta realidad ya no podemos seguir desde nuestras ONGDs ‐ 5 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más haciendo invitaciones a participar a los socios, a los voluntarios, o a la gente en general motivada desde el buen sentimiento que venía a decir: tú clase media, en estado de bienestar, hombre o mujer, trabajadores, preocupados y sensibles, preocúpate de que los demás adquieran niveles de bienestar como el que tu disfrutas. Cualquier ciudadano de nuestras sociedades que se tenga por bastante austero ha de saber que si los 6.000 millones de personas que habitamos en el planeta consumieran la misma cantidad de petróleo o derivados del petróleo, o la misma cantidad de carne, o emitieran la misma cantidad de anhídrido carbónico de la que cualquiera de nosotros somos únicos y directos responsables, necesitaríamos tres o cuatro planetas. Por lo tanto por muy buena voluntad que tengamos, por muy buenas intenciones que tengamos tenemos que ser en primer lugar y antes que nada autocríticos con nuestro propio modelo de desarrollo. Y los objetivos de desarrollo del milenio si algo no hacen es eso, porque son una agenda social de mínimos, de tratar de empezar a paliar las situaciones más indignantes y más inhumanas que viven casi un sexto de la población del planeta sin cambiar prácticamente nada de los aspectos esenciales que hacen que el modelo de desarrollo sea inviable para todos. Y a raíz de estas cuestiones se produce ese reencuentro de las organizaciones de cooperación con esas redes de movimientos sociales que se han especializando temáticamente al mismo tiempo, que se han ido transnacionalizando. Por primera vez aparece un movimiento agrario y de agricultores a nivel prácticamente mundial como es la Vía Campesina con una propuesta política muy potente; sucede algo similar con redes de defensa de los derechos de las mujeres, con redes feministas y otros temas que empiezan a confluir en esos foros sociales. Las organizaciones entendiendo que toda su reivindicación y su demanda respecto a la ayuda oficial al desarrollo y algunos otros elementos relacionados con la deuda externa de los países empobrecidos, ven que son absolutamente insuficientes y que las causas fundamentales y las dificultades fundamentales para que su propuesta de agenda de desarrollo global llegue a buen puerto depende de otras políticas que son más duras, que son más gruesas, que son ‐ 6 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más consideradas más importantes y son las que gestionan el otro 99,3% de la riqueza de un país, y no ese 0,7%. En ese contexto aparecen con fuerza al menos tres ideas fundamentales, que son las me gustaría subrayar. La primera de ellas que yo tengo serias dudas que después de esas transiciones y de esas nuevas confluencias, las ONGDs vuelvan otra vez a dedicarse solamente a la ayuda oficial al desarrollo. Yo creo que bien por demanda de las organizaciones del sur, bien por demanda de sus propios socios de ciudadanos del norte, o bien por demanda de esas relaciones particulares que se están estableciendo y que se han establecido con esos movimientos sociales las ONGDs casi enrojecerían si tuvieran que hablar exclusivamente de ayuda social al desarrollo. Y pongo un par de ejemplos porque está pasando en los últimos tiempos. Decía que los objetivos del desarrollo del milenio nos dieron entre otras cosas la oportunidad de explicar algo a la gente que a veces ni siquiera nos sabíamos explicar nosotros mismos y a veces disimulamos y no queremos hacer entender. En los informes de la cumbre mundial de Monterrey se calculó cuanto costaría cumplir los objetivos de desarrollo del milenio y se convino que aproximadamente con 50.000 millones de dólares anuales sostenidos durante los 15 años que iban del año 2000 al año 2015, aportados por los 23 países donantes, sería suficiente para cumplir los objetivos del desarrollo del milenio. Esa cantidad, en el año 2002 era exactamente el 8% de lo que esos 23 países se gastan en armamento en un solo año. Dicho de otra forma, con que solo un año redujéramos nuestro gasto público en armamento los 23 países llamados donantes, cogiéramos todo ese dinero, lo metiéramos en un fondo de inversión de los que tan bien conocemos y le dijéramos que cada año lo dispensara a los programas destinados al ‐ 7 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio, desde el punto de vista financiero ya tendríamos la viabilidad económica. Ha habido varios compromisos para tratar de alcanzar esos 50.000 millones, prácticamente todos incumplidos, recomiendo el informe de la brecha, como lo llama Naciones Unidas, que viene publicando desde hace tres años y además hace un resumen ejecutivo de tres páginas que es muy útil. En él se expresa muy claramente cual es la brecha entre lo que los países ricos nos comprometimos para el cumplimiento de los objetivos del desarrollo del milenio y qué es lo que hemos hecho en materia de ayuda, de deuda y de comercio. Pero esta situación nos generaba dos problemas muy serios. El primero de ellos es que tenemos que afirmar ya seriamente que la erradicación de la pobreza no es un problema de dinero. Y esto choca de frente con el núcleo de nuestros mensajes, cuando reivindicamos más dinero para las políticas, o cuando pedimos donativos y aportaciones económicas a nuestros socios y colaboradores. Ustedes recordarán que hace muchos años cuando se empezó a hablar de educación para el desarrollo y de sensibilización se empezó a hacer paso aquel discurso de que la pobreza no era un problema solo de carencia de dinero y se empezó a hablar de otras dimensiones de la pobreza y luego entró el discurso del desarrollo humano con equidad, sostenibilidad y basado en derechos sociales. Bueno, pero es que lo que no hemos dicho muy a menudo las ONGs es que la erradicación de la pobreza o las soluciones de la pobreza no dependen tanto del dinero puesto que en realidad es tan barato. Y sin embargo las propias organizaciones, y esto es algo de lo que los movimientos sociales nos ha acusado a menudo con razón yo creo, generamos políticas y estrategias de relación con los ciudadanos que dicen lo contrario porque venimos a decir dame 10 euros y con eso yo resuelvo problemas, o sea trasmitimos a la opinión pública y a las instituciones la sensación de que lo que necesitamos son recursos económicos. ‐ 8 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más En los últimos tiempos se pueden percibir ya algunos cambios con los que las ONGDs están adaptándose a este convencimiento. En la dirección de que lo que las organizaciones, los espacios de participación preocupados por el desarrollo global, la solidaridad, etc., deben hacer de forma fundamental es centrarse en lo puede transformar directamente las condiciones en las que vive la gente mediante la construcción de nuevos modelos de desarrollo. Son fundamentalmente las políticas y más particularmente las políticas públicas. Por varias razones, la primera porque en aquellos países, zonas, territorios, épocas y momentos de los que podríamos estar como seres humanos medianamente orgullosos en cuanto a que se han proporcionado condiciones de vida adecuadas, tendentes a la dignidad de todas sus personas se ha producido siempre mediante el establecimiento de políticas públicas. No siempre ni en todos los casos, a pesar de lo que se cree a menudo los niveles de desarrollo tienen una relación tan directa ni tan virtuosa con la idea de crecimiento económico. Y todos ustedes igual que yo conocen ejemplos inversos, ejemplos como Kenia que suma ya más de una década con valores de crecimiento económico anuales superiores al 8% y presenta niveles de desarrollo en retroceso en la mayoría de sus indicadores sociales. Debo de terminar ya con dos ideas respecto de esto último. El contexto no nos es favorable, creo que era Pedro quien decía antes, quien hablaba de esa pugna entre dos visiones, dos propuestas, etc. Además, y no me considero en absoluto un pesimista, creo que vamos perdiendo y esto no tiene que ver con el pesimismo y con el victimismo, tiene que ver con lo que uno cuenta y ve alrededor. Tenemos dificultades porque tenemos un modelo, tenemos un deseo que queremos extender a toda la humanidad y no es universalizable. Tenemos dificultades también además porque cada vez encontramos menos espacios para institucionalizar aquello en lo que creemos. Hay algún compañero que empieza a hablar incluso de la irrelevancia de la democracia, ¿en qué sentido? Dice, parece que estamos condenados a ‐ 9 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más elegir entre partidos políticos que hacen las mismas políticas económicas, las mismas políticas sociales, que además para colmo prácticamente ni siquiera dictan ellos, ni siquiera son capaces de escribirlas coherentemente en sus programas. Y el proceso de concentración progresiva de la propiedad sigue aumentando, la desigualdad mundial sigue aumentando espectacularmente, entre países, entre territorios de un mismo país y entre ciudadanos sean cuales sean de cualquier territorio que ustedes quieran escoger. La desigualdad está creciendo espectacularmente, cada vez tienen más propiedad y por ende más poder menos personas. A mí me parece que la única salida que podemos tener ante ese contexto complicado es la de la revitalización de la ciudadanía, de la propia idea de ciudadanía. Y en mi opinión las organizaciones, algunas ONGDs ya lo están haciendo, ya han entendido que es el momento de empezar a defender la ciudadanía, como derecho de ciudadanía. Empezar a defenderla de los mercados que no entienden de derechos, sino de clientes. Empezar a defenderla de los gobiernos o no gobiernos, o de las instituciones que gobiernan sin ser gobiernos que cada vez hay más. Me refiero al recetario político ya casi universal de los ajustes fiscales mediante reducción de gasto y recaudaciones cada día menos proporcionales a las rentas. Los gobiernos asumen como si fuera su obligación este conjunto de políticas que debilita a los Estados, a las democracias, y con ello debilitan las posibilidades de ejercer derechos de los ciudadanos. Pero esta aplicación de los ajustes empezó en América Latina, siguió por Asia y ahora nos toca en Europa y se insiste en que hay que reducir el Estado, que el Estado sólo debe garantizar la seguridad jurídica para proporcionar seguridad a los negocios, y proporcionar la posibilidad formal de elegir cada cierto tiempo a unos señores entre al menos dos opciones que nunca van a tomar decisiones en otra dirección. Y esa configuración del estado mínimo, que ya están llamando algunos sociólogos con mucho acierto, nos sugiere problemas también desde el punto de vista del derecho ‐ 10 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más de ciudadanía, de los derechos de participación ciudadana. A nadie le parece un escándalo, como cuando uno tiene un escándalo familiar y se reúne en el salón de su casa, para analizar qué es lo que está pasando y trata de resolverlo. Pues a nadie le parece un escándalo que el otro día en las elecciones de Portugal solo vote el 47% de los electores. A nadie le parece un escándalo que el gobierno de nuestra nación pueda coger su programa electoral, su contrato con los ciudadanos que le eligieron, romperlo, tirarlo a la basura y seguir el resto del periodo haciendo políticas y tomando medidas contrarias a lo que propuso y con lo que ganó el derecho de gobernarnos. A nadie le parece un escándalo tantas cosas de las que están pasando, como a nadie le parece un escándalo que estemos aquí hablando de lo magnífico que sería la cooperación, el trabajo en equipo, el trabajo en red, la cooperación en lugar de la competencia; señores, ¿han pensado ustedes en el espectáculo de nuestra realidad política desde ese punto de vista? Es indignante, porque están a años luz de lo que son las necesidades reales de las personas. Porque lo que transmiten es que son más importantes “sus” victorias particulares, que arrimar al hombro con “sus” aportaciones a la solución de los problemas de nuestra sociedad. En este sentido creo que hay aprendizajes que tienen que relación directa con esa revitalización del derecho de la ciudadanía que es la ciudadanía con derechos. Y eso entronca con el segundo elemento, a mí me parece que hay una agenda que se va imponiendo con fuerza desde los movimientos sociales que es la de la justiciabilidad de todos los derechos humanos: el derecho a la vivienda, el derecho a la alimentación, el derecho al agua, el derecho al desarrollo en toda su complejidad y multidimensionalidad; conjuntos de derechos que tienen protocolos facultativos, España por ejemplo ha firmado el año pasado y es una buena noticia, el protocolo internacional para el desarrollo de esos derechos. Tenemos que conseguir poder llevar a los tribunales a las personas, a las compañías, a las sociedades o a los estados que violen el cumplimiento de esos derechos porque tienen obligación de cumplirlos y eso se puede hacer. De la misma forma que ‐ 11 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más parecía una utopía hace 100 años a las mujeres sufragistas que eran tildadas de radicales, o de cualquier otro calificativo peyorativo, conseguir que se extendieran los derechos civiles y políticos a la mitad de la humanidad que no los tenía hace solo 70 años. ¿Ustedes imaginan que ahora alguien va a pensar o va a renunciar a ese derecho que se ha conseguido? Eso es una conquista de la humanidad y se convierte en irrenunciable. Pues hay derechos económicos, sociales y culturales que ojalá más pronto que tarde también sean irrenunciables. Para terminar. Cada día más gente tenemos claro que las ONGs tienen una labor fundamental y es hablar de lo que no se puede hablar. Y hay que hablar ahora, hay que hablar ya de decrecimiento, hay que empezar a construir la desmitificación del crecimiento económico y de su vinculación con el desarrollo, hay que hablar de que ya no lo vamos a soportar, de que ya no aceptaremos cualquier sacrificio al llamado de todos a una para hacer crecer un PIB que cada día se reparten menos personas. Ya no vamos a seguir tragando reducciones de gasto público, reducciones que nos limitan el acceso a bienes fundamentales justificadas para profundizar en un modelo de crecimiento que además sabemos que no es universalizable y sabemos que no es sostenible. Hablar de lo que no se puede hablar. A mí me parece una excelente noticia y felicito por ello a la Comunidad de Madrid por la iniciativa de este espacio de debate y de diálogo que creo que hace mucha falta. Pero también hay que decir que tenemos muy malas noticias: estamos en la ciudad que ha hecho desaparecer su programa de cooperación pública, estamos en la comunidad autónoma en la que se han eliminado, también justificado con la idea de reducción del déficit, algunos espacios institucionales de participación juvenil por ejemplo, y son malas noticias para los que ya antes íbamos perdiendo. Solo un dato para que no sirvan más las justificaciones vinculadas a la crisis ni a la reducción del gasto público para hacer crecer el PIB. La reducción del gasto público de la Administración General del Estado, y se pueden poner ejemplos también a nivel de las ‐ 12 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Mesa redonda. Jueves, 27 de enero “VOLUNTARIADO Y TRABAJO EN RED. EXPERIENCIAS DE SOLIDARIDAD” Pablo José Martínez Oses. Coordinador de la Plataforma de ONGs de Desarrollo 2015 y más comunidades autónomas, de todas sin excepción, del año pasado a éste es del 3,2%, el 3,3% del año pasado con respecto a éste. La reducción de los fondos de cooperación al desarrollo y de solidaridad, cuenta también la educación para el desarrollo y demás, del año pasado a éste es del 33%. Y se pueden poner muchos otros ejemplos similares con respecto a muchos otros servicios públicos y sociales, intereses generales, y de políticas públicas que también tienen su expresión en los Presupuestos Generales del Estado. Gracias. ‐ 13 ‐ 26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid