14 Comercio internacional GUIONES AUDIO Desde la antigüedad se ha considerado el comercio como una fuente de riqueza para quienes lo practican. Pero aunque se había alcanzado cierta eficiencia a la hora de producir bienes y servicios, lo cierto es que en el transporte de los productos se podía hablar de todo menos de eficiencia: por un lado, la navegación marítima dependía del capricho de los vientos o de la fuerza de los remos y, por otro, la terrestre se movía penosamente por caminos de tierra y con la fuerza de los animales de carga. Con la máquina de vapor llegaron el ferrocarril, el barco de vapor y el automóvil, y ahora Internet. Durante los siglos XIX y XX los transportes acortaron las distancias. Hoy día, el comercio electrónico sencillamente las ha eliminado. 1. El comercio internacional En la actualidad, como en la antigüedad, la razón que justifica la necesidad de comerciar con otros países es la obtención de bienes y servicios de los que no dispone el país propio. Esta carencia o su escasez tiene su origen en los costes de producción que, a su vez, dependen de la dotación de recursos productivos, y en la demanda. Estos factores justifican la existencia del comercio internacional, término que engloba las relaciones económicas internacionales en su conjunto, ya sean de exportación o de importación. Pero al referirnos a la exportación o importación entre distintas zonas geográficas ya no nos circunscribimos a las fronteras políticas de un país: hay que tener en cuenta el comercio entre distintas uniones aduaneras, esto es, entre zonas geográficas o países con libre circulación de mercancías. La gran virtud del intercambio es permitir la división del trabajo y, en consecuencia, la especialización de los países en la producción de unos cuantos bienes y servicios específicos, lo cual se traduce en una mayor eficiencia. Pero no basta con especializarse, sino que hay que hacerlo inteligentemente: para que el comercio internacional proporcione beneficios a los países, estos solo deben producir aquello que les proporcione una ventaja al comerciar con otros en términos de coste de oportunidad. Los países analizan los bienes y servicios que son capaces de producir y se deciden por aquellos con los que alcanzan mayor grado de eficiencia en el mercado internacional a la hora de intercambiarlos por otros. Este planteamiento se conoce como la teoría de la ventaja comparativa. Si el comercio internacional estuviera fundamentado exclusivamente en la aplicación de esta teoría, se llegaría a la especialización total de todos los países, pero su aplicación práctica es limitada, debido a la existencia de muchos factores que dificultan los intercambios, como pueden ser, la diferenciación de los productos o las peculiaridades de cada mercado. Por otra parte, hay países que se benefician más que otros del establecimiento de relaciones comerciales, lo que ha dado lugar al nacimiento de dos corrientes de pensamiento divergentes en sus planteamientos: el libre comercio y el proteccionismo. 2. El proteccionismo Se conoce con el nombre de proteccionismo al conjunto de actuaciones que tienen por objeto restringir la entrada de productos extranjeros con el fin de proteger la industria propia. Existen razones de peso para tomar medidas proteccionistas, sobre todo por parte de los países en vías de desarrollo. Y es que cada vez es más notoria la división entre un centro de países ricos que venden tecnología y servicios cualificados, y una periferia de países en vías de desarrollo, especializados en productos del sector primario. En la actualidad, las principales medidas proteccionistas se centran en la protección de industrias consideradas estratégicas, el fomento de la industrialización, el desarrollo de industrias emergentes y la recaudación de dinero. Las medidas más empleadas para frenar las importaciones de son los impuestos a las importaciones, la fijación de cuotas o contingentes limitados de productos importados, las políticas en apoyo a la industria nacional y las barreras no arancelarias. La relación real de intercambio es la posición relativa de un país frente a aquellos otros con los que comercia. Para saber si esta relación ha mejorado o empeorado en determinado periodo, se compara la variación del precio de los productos que se importan con la variación del precio de los que se exportan. Cuando el precio relativo del intercambio sube, es decir, cuando aumenta el precio de lo que se importa y es Economía 1.º Bachillerato Página 1 de 3 14 Comercio internacional GUIONES AUDIO más barato lo que se exporta, se dice que la relación real de intercambio ha empeorado. En cambio, cuando se exporta a mayor precio y se importa más barato, se dice que la relación ha mejorado. 3. El libre comercio Las políticas de libre comercio llevan la idea de la libre competencia entre empresas al campo internacional. El libre comercio se concreta en la ausencia de barreras comerciales entre los países, lo cual permite llevar a la práctica la idea sobre la que se fundamenta la teoría de la ventaja comparativa. Los argumentos a favor del libre comercio son diversos. En primer lugar, se logra una mayor eficiencia de los recursos productivos gracias a la especialización. Además se fomenta la competencia, con lo que las empresas del país tendrán que volverse más eficientes si no quieren perder cuota de mercado. Todo ello favorece que los precios bajen y aumente la calidad de los productos. Además de lo anterior, habrá mayor variedad y cantidad de bienes y servicios, y se lograrán nuevas economías de escala. 4. La balanza de pagos Tal y como estudiamos en las unidades anteriores, la demanda de un país no es solo la de los residentes, sino también la de los extranjeros. La balanza de pagos es un documento contable que registra las transacciones económicas llevadas a cabo entre los residentes de un país y los del resto del mundo durante un periodo de tiempo determinado, normalmente un año. A la hora de anotar las transacciones, se utiliza la técnica de la partida doble: por un lado, el valor de la mercancía que se recibe o entrega y, por otro, el dinero entregado o recibido. En consecuencia, al sumar las partidas de cualquiera de las columnas, obtenemos el mismo resultado, es decir, el saldo es cero. Las transacciones que se anotan en la balanza de pagos se reparten en tres grandes grupos, atendiendo a lo que se intercambia. En primer lugar, tenemos la balanza por cuenta corriente, que registra las transacciones de bienes, servicios y transferencias corrientes. En segundo lugar, la balanza de capital, que se ocupa de las transferencias de capital y de la adquisición o enajenación de activos no financieros. Y por último, la balanza financiera, que contabiliza las inversiones y las variaciones de reservas. La balanza por cuenta corriente se divide en cuatro sub-balanzas. La balanza comercial registra movimientos de mercancías; la de servicios da cuenta de prestaciones internacionales de servicios; la balanza de rentas recoge ingresos y pagos internacionales por la utilización de factores de producción, y la de transferencias corrientes recoge pagos internacionales sin contrapartida. La balanza de capital no solo se refiere al capital como dinero, sino también a bienes de capital como maquinaria, terrenos o patentes, a excepción de los valores negociables. Está formada por dos sub-balanzas: la de transferencias de capital, que recoge transacciones de capital unilaterales, y la de adquisición o venta de activos no financieros. La balanza financiera está formada por divisas, acciones y otros títulos negociables, y la integran las subbalanzas de inversión directa, inversión en cartera, otras inversiones y variación de reservas. Por medio de la partida de errores y omisiones se ajusta la balanza de pagos para que su saldo sea cero. 5. El mercado de divisas Cuando unos países importan bienes de otros, normalmente tienen que efectuar los pagos en divisas, es decir, monedas distintas de la suya; por ello existe un mercado especializado donde obtener la divisa deseada a cambio de la propia. El intercambio de divisas afronta dos dificultades: no todas las divisas son plenamente convertibles, y además los intermediarios cobran comisiones por realizar cambios de divisas. El tipo de cambio de una divisa es su precio con respecto a otra. Normalmente, las autoridades monetarias fijan un tipo de cambio central respecto a otras monedas y después este varía de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda en el mercado de divisas. Así pues, cabe distinguir entre el tipo de cambio central, fijado por las autoridades monetarias, y el tipo de cambio del mercado, referencia a la cotización de cada moneda en el mercado de divisas de acuerdo con la oferta y la demanda existentes. Economía 1.º Bachillerato Página 2 de 3 14 Comercio internacional GUIONES AUDIO Cuando las autoridades modifican el tipo de cambio para subirlo se habla de devaluación, y de revaluación si lo bajan. El Banco Central Europeo es el encargado de gestionar los tipos de cambio del euro con respecto a otras monedas. Cuando el mercado hace bajar el tipo de cambio de una divisa con respecto a otra se denomina apreciación, y depreciación si aumenta. Los principales motivos por los que unos países demandan mayor o menor cantidad de divisas extranjeras son las exportaciones o importaciones de bienes y servicios, la tasa de inflación, los tipos de interés, la previsión de apreciación o depreciación y la propia actuación de las autoridades monetarias. 6. Los sistemas monetarios internacionales Los sistemas monetarios son formas de fijar los tipos de cambio, es decir, maneras de fijar la cotización o el precio de las divisas. Los sistemas monetarios que se utilizan en la actualidad pueden ser de flotación libre, cuando no interviene la autoridad monetaria, de flotación sucia, cuando hay intervenciones ocasionales, ajustable, cuando se deja fluctuar el tipo de cambio entre dos valores, o fijo, si la autoridad monetaria interviene continuamente para impedir que se modifique el tipo de cambio. Economía 1.º Bachillerato Página 3 de 3