COLEGIO IMPERIAL DE NIÑOS HUÉRFANOS DE SAN VICENTE FERRER El Colegio Imperial Niños Huérfanos San Vicente Ferrer es una institución valenciana con más de 600 años de antigüedad organizada a través de la fundación que lleva su nombre, carente de fin lucrativo y de carácter benéfico-social. Su fin es colaborar con las familias necesitadas para dar albergue, alimentación, educación y formación lo más completa posible a niños huérfanos de ambos sexos y necesitados económicamente. Junto a la orfandad no se excluye la monoparentalidad: madres solteras, niños abandonados por un progenitor y excepcionalmente alguna situación análoga. Ello se estructura desde un modelo propio y experimentado de Residencia de estudiantes, a modo de Casa Colegio, que se caracteriza por recrear al máximo un ambiente familiar, dando prioridad al desarrollo emocional, físico e intelectual. El régimen de Residencia es de lunes a viernes. Los fines de semana y vacaciones, según calendario escolar, el niño está con su familia. Así se garantiza la vinculación y responsabilidad que los padres tienen en la educación de sus hijos. Su origen se remonta al año 1410 cuando el propio San Vicente Ferrer tomó la determinación de recoger a los niños de la ciudad de Valencia. Desde entonces, a través de numerosos avatares históricos, el Colegio ha ido avanzando importantes hitos históricos como el hecho de ser el primero centro asistencial de Europa o el haber proporcionado el aprendizaje de la lectura y escritura a niñas por primera vez en nuestro país. A lo largo del curso pasado y coincidiendo con su 6º Aniversario, el Colegio ha recibido numerosas distinciones públicas como la Medalla de Oro de la ciudad de Valencia o la Medalla de la Generalitat Valenciana y ha sido recibido en audiencia por SS.MM. los Reyes de España. Dichas muestras institucionales han proyectado aún más la acción social que el Colegio lleva a cabo, a la que se suma el reconocimiento de Juniors M.D. a través de nuestro Premio Sant Mauro. HISTORIA Siglos XV a XVIII San Vicente Ferrer, que en 1410 está en Valencia, recoge a niños huérfanos y abandonados bajo el cuidado y tutela de los Beguines. En 1540, al decaer la asistencia a los niños por parte de los Beguines, algunos Caballeros se hacen cargo de aquéllos, formando la Cofradía del Bienaventurado San Vicente Ferrer. Diez años después, en 1549, el Emperador Carlos I de España, desde Bruselas, oficia al Virrey de Valencia que provea lo que más convenga en beneficio de esta obra vicentina. El 14 de Marzo de 1593, el rey Felipe II, por Real Carta en la que suprime la Cofradía de San Vicente Ferrer y manda a los jurados, el cabildo de la Seo y clavarios del Hospital nombren un representante suyo para administrar el Colegio, le dio plena personalidad jurídica, como Institución benéfica y régimen de gobierno. El rey Felipe III, en el año 1620, hace donación del antiguo Colegio de Moriscos, fundado por su abuelo el Emperador Carlos I de España, en 1545, para Colegio y habitación de los niños huérfanos de San Vicente Ferrer. En fecha 6 de Noviembre de 1624, los niños de San Vicente pasan a ocupar la Casa del Emperador. "Para que puedan recoger más huérfanos hasta tener tiempo de poderles acomodar en los oficios que eligieren", el rey Carlos II, el 31 de Enero de 1677, por Real Carta, ordena a la Ciudad de Valencia "que de hoy en adelante le pagues censo día por día, como se ejecuta en los del Hospital". Siglo XIX y XX El rey Alfonso XIII, por una Real Orden, firmada el 29 de Enero de 1913, clasificó " de Beneficencia particular el Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, instituido por el mismo Santo (...), pues aparte de ser su objeto esencial el acogimiento de niños huérfanos pobres, realiza también misión educativa". En 1968, por hundimiento parcial de la fábrica del Colegio, se edifica otro, de nueva planta, en término municipal de San Antonio de Benagéber, distante 14 kilómetros de Valencia. Y el 18 de septiembre de 1977, la secular Institución acoge en amplios pabellones y espacios ajardinados "als xiquets de Sant Vicent". Este "Colege dels xiquets de Sant Vicent" es un milagro, el mayor de los numerosos milagros de este santo valenciano, porque pervive a lo largo de seis siglos, fiel a la idea y móvil de su Santo Fundador. Más información: http://www.colegioimperialsanvicente.es/