Vivienda Segunda residencia La casa de verano en el pueblo o el apartamento en primera línea de playa hacen de España el país europeo con más viviendas secundarias En España hay casi 3,4 millones de residencias secundarias; viviendas en las que se habita de manera temporal, generalmente durante las vacaciones y los fines de semana. De acuerdo a esta definición, estas casas se pueden dividir en tres grupos: las que se encuentran cerca de la ciudad en la que se vive, la casa familiar del pueblo y el apartamento en una zona turística de la costa. Las principales razones para adquirir cualquiera de ellas son la necesidad de evadirse de la vida urbana, el deseo de mantener un vínculo con el lugar de origen o un criterio puramente económico, que ve estas residencias como una inversión. En cuanto a la demanda, el litoral mediterráneo es la principal atracción, con un fuerte empuje de los ciudadanos extranjeros: compraron en 2004 el 40% de las viviendas adquiridas en municipios costeros y de segunda línea. Azucena García Marzo 2007 RAZONES MÁS COMUNES PARA SU ADQUISICIÓN leumas_1974 El último censo de viviendas del Instituto Nacional de Estadística (2001) recoge que en España hay 3.360.631 viviendas secundarias; las que son utilizadas durante parte del año, bien de manera periódica o esporádicamente. Esta definición engloba tanto a las casas de campo, como a las que se encuentran en la playa o en la ciudad, pero exige que se cumpla un requisito: que la residencia sea usada de manera temporal. Los periodos preferidos son vacaciones y fines de semana, sobre todo en verano, 1 aunque también se admite el uso por motivos laborales o académicos. En total, el INE calcula que casi un 14% de los hogares españoles cuenta con una casa de vacaciones. Los primeros puestos son ocupados por Comunidad Valenciana (22,4%), La Rioja (18,63%), Madrid (17,98%) y Murcia (17,77%). Según Julián López Colás, investigador del Centre d'Estudis Demogràfics de Barcelona, "España es el país de Europa donde más residencias secundarias hay, aunque aquí las casas son más pequeñas". Asegura que estos inmuebles suelen tener forma de vivienda unifamiliar, frente a la residencia habitual en bloques de varias alturas o en apartamento, y destaca que una de sus principales características es que reemplazan ciertas funciones de la primera residencia. "Sobre todo, es un sitio de relación social, al que se invita a los amigos a merendar, a comer una paella...", añade. En su tesis, titulada 'La residencia secundaria en España: estudio territorial de su uso y tenencia', López Colás detalla, además, que existen varias razones para adquirir estos refugios. En primer lugar, este investigador entiende el éxito de la residencia secundaria como "un efecto derivado del desarrollo económico y del incremento del tiempo libre disponible, de la generalización del consumo y del ocio". Pero esgrime también otros argumentos según los cuales, a la hora de adquirir una segunda residencia, influyen factores sociodemográficos como la edad, el tipo de hogar, la pertenencia social, el lugar de residencia habitual y la historia migratoria entre el mundo rural y el urbano. En el plano económico, una última razón para adquirir una residencia secundaria es su potencial como inversión. Se compra una casa con la esperanza de que se revalorice y se pueda vendar a un precio mayor o sacarle rendimiento mediante el alquiler. En este sentido, el director del Registro de Economistas Asesores Fiscales, Luis del Amo, advierte de que las segundas residencias "no se benefician de ninguna ventaja fiscal" y recuerda que "únicamente" existe deducción en municipios concretos de Cantabria y La Rioja, que cuentan con las siguientes características: 2 Cantabria. Se aplica una deducción del 10% de las cantidades invertidas por la adquisición o rehabilitación de segunda residencia, con el límite de 300 euros. La Rioja. La deducción es del 7% por adquisición o rehabilitación de segunda vivienda en el medio rural. El límite anual es de 450,76 euros. En definitiva, las casas de veraneo se diferencian de las habituales por la frecuencia con que son utilizadas, durante estancias breves, pero frecuentes; la localización, en la periferia de las ciudades o centros urbanos, en medios rurales o en el campo, en la montaña o en las franjas litorales, y la finalidad, destinadas a uso turístico-recreativo, laboral, académico, agrícola o de otro tipo. En los últimos años, el incremento de los precios de la vivienda en general (sólo en la costa han subido casi un 16%) ha propiciado un descenso en la adquisición de estos inmuebles, aunque la consultora DBK, especializada en el análisis y seguimiento del sector de la construcción, predice una "estabilización" en el sector "tras el máximo de 181.000 viviendas vendidas en 2004". 3