Sucesión o la insolencia de la desmesura

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CUBA BRIEF
Information and Analysis from the
Institute for Cuban and Cuban-American Studies
University of Miami
Sucesión o la insolencia de la desmesura
Por Pedro Roig*
En Cuba, la gerontocracia comunista, en una suprema manifestación de trágica insolencia, se
niega a reconocer su terrible fracaso y pretende, con una insondable desmesura, darle
continuidad a la catástrofe marxista, reciclando a sus hijos en el poder.
El modelo soviético, que prevalece en Cuba, es un trágico y nefasto sistema. Esta realidad
contrasta con la feroz tenacidad de la casta militar y la burocracia cubana para mantenerse en el
poder, nutriéndose de un activo revisionismo de propaganda mediática y reformas cosméticas,
pero siempre respetuosos de los lineamientos comunistas que dominan la Constitución Cubana
del 2002 (Capitulo 1, Artículo 5).
Es evidente que el legado de la revolución es la ruina económica y moral de Cuba, pero la
nomenclatura disfruta de una generosa cuota de beneficios asociados al poder. En realidad se
trata de una herencia de privilegios. Para sus hijos, todos los beneficios. Para el cubano de a pie,
las migajas que se desprenden del poder.
Para la gerontocracia, sus hijos tienen la edad adecuada (menos de 58 años), son maestros de la
doble moral revolucionaria, saben el tipo de disfraz necesario para sobrevivir y conocen de
primera mano los mecanismos de corrupción, vigente a lo largo y ancho de la economía
centralizada. Es evidente que califican para ejercer la autoridad en ese corrupto y frágil sistema.
Pero heredan la ruina económica, la falsedad dogmática y la ausencia de un líder carismático que
le brinde legitimidad al proyecto.
Los militares son y seguirán siendo la fuerza esencial del proyecto en marcha. En este contexto,
el General de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, con 72 años, y Jefe del Estado Mayor, es
por su edad (uno de los más jóvenes veteranos de la Sierra Maestra) y sus estrechos vínculos con
el General Raúl Castro y su familia, uno de los factores vitales de la precaria sucesión.
En estos momentos, otro componente esencial es el General de Brigada Luís Alberto Rodríguez
López-Calleja, hijo del General Guillermo Rodríguez, yerno de Raúl Castro y padre de Raúl
Guillermo Rodríguez Castro, Jefe de la escolta de Raúl. López-Calleja es Director de GAESA,
un gigantesco conglomerado de empresas del estado y mixtas, que lo hacen de hecho, el zar de la
economía y prominente heredero de la dinastía militar.
En la práctica del disimulo, la Cuba de la sucesión está tratando de presentar al mundo los
dirigentes civiles, que oculten la brutal dictadura militar que suma a su larga cadena de
asesinatos, los nombres de Oswaldo Payá y Harold Cepero, dos símbolos de la Cuba digna y
noble que dieron sus vidas abrazados a la libertad.
De esta forma, en la hora decadente de la revolución, aparecen en escena las caras jóvenes
Miguel Díaz-Canel (54 años), Primer Vice-Presidente del Consejo de Estado y de Ministros.
Bruno Rodríguez (56 años), Ministro de Relaciones Exteriores y Jorge Murillo (53 años),
Ministro de Economía. Todos miembros del Buró Político y del Comité Central del Partido
Comunista. Ellos son la máscara y la mentira. El poder está, como siempre, en los campamentos
militares.
En la sucesión de poder y privilegios, los hijos de la nomenclatura están situándose en posiciones
claves. Ernesto Valdés Alonso, hijo del infame Ramiro Valdés, es el Secretario de Información
de la Embajada de Cuba en China. Juan Carlos Ronda, hijo del General Alejandro Ronda, es
Director de Cibernética del Banco Nacional; Ernesto Machado, hijo de Machado Ventura, actual
vice-presidente, es Asesor de Inversionistas Extranjeros; José Raúl Colomé, hijo del General
Abelardo Colomé (Furry) Ministro del Interior (MININT), opera el mejor equipado y abastecido
paladar-restaurante de La Habana.
El Coronel Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl Castro, es Coordinador de Inteligencia de las
Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior. Desde esta posición de extraordinario poder,
Alejandro Castro participó en Moscú, en las negociaciones del viaje del presidente ruso Vladimir
Putin a Cuba y forma parte del selecto grupo de herederos de la sucesión.
Senén Casas, hijo del General Senén Casas (difunto), es segundo de Alejandro Castro. Leopoldo
Cintras, hijo del General Cintras Frias y Enrique Lusson, hijo del General Lusson, son asesore de
empresas del estado cubano en Angola; Ernesto Plasencia Escalante, sobrino de Aníbal
Escalante (difunto), es embajador en Qatar. Ésta es una apretada síntesis del amplio despliegue
de la sucesión del poder y sus privilegios a los hijos de la nomenclatura.
De esta forma, cientos de jóvenes están integrados a los mandos medios de las Fuerzas Armadas
y en altos cargos de la burocracia del gobierno. Es evidente que el General Raúl Castro rechaza
los modelos de transición democrático-capitalista y que su proyecto de sucesión, de dictadura
militar con el partido único en el poder, está en marcha.
Dominados por la patología de grandeza generada por el poder absoluto ejercido por más de
medio siglo, la gerontocracia militar cubana desafía la realidad y se niega a reconocer el fracaso
de la revolución. Al final, lo que queda de herencia para sus hijos es el Hisbris o la insolencia de
la desmesura y la hipertrofiada vanidad.
Cuba vive su trágico tránsito revolucionario en medio de la miseria económica y moral que han
dejado profundas heridas en la raíz vital de la nación. Mientras tanto, los hechos inesperados
seguirán sorprendiendo el camino de la historia.
Nota: en octubre 30, 2014 publicaremos el estudio investigativo “Cuba: la Frágil SucesiónReciclando a sus Hijos en el Poder.”
*Pedro Roig: historiador y abogado, es investigador académico del Instituto de Estudios Cubano
y Cubano-Americanos (ICCAS) de la Universidad de Miami. Tiene una maestría de la
Universidad de Miami y un doctorado en derecho de la Universidad St. Thomas. Roig fue
director de la InterAmerican Academy y director general de la Oficina de Transmisión para Cuba
(OCB) Radio y Televisión Martí (2003-2010). También es autor de numerosos libros que
incluyen Martí: la lucha de los cubanos por la libertad y Death of a Dream: A History of Cuba.
Roig es veterano de la Brigada 2506.
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