Hernando De Soto

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Hernando De Soto
Presidente
Instituto para la Libertad
y la Democracia
Curriculum
Hizo su postgrado en el Instituto
Universitario
de
Altos
Estudios
Internacionales de Ginebra. Fue
Presidente del Comité Ejecutivo de la
Organización de Países Exportadores de
Cobre (CIPEC), director-gerente de
Universal Engineering Corporation,
miembro del Swiss Bank Corporation
Consultant Group y Presidente del
Instituto Libertad y Democracia.
Ha recibido reconocimientos como el
Premio a la Libertad (Suiza) y el Premio
Fisher (Reino Unido), el Premio Goldwater
(USA), el Premio Adam Smith de la
Association of Private Enterprise
Education (USA) y el Premio CARE para el
Pensamiento Destacado sobre el
Desarrollo (Canadá). La revista Time lo
designó en 1999, como uno de los
principales líderes innovadores de
América Latina en el siglo XX, y la revista
Forbes, en 2002, como uno de los líderes
“que reinventarán el futuro”.
Hernando De Soto
Instituto para la Libertad y la Democracia
Damas y caballeros. Me siento muy orgulloso, de estar
hoy aquí para compartir con mi amigo, Stephan
Schmidheiny, quien ha sido crucial en el desarrollo de
mi organización, el Instituto Libertad y Democracia de
Perú. Para presentarme aún mejor, yo soy una de las
islas en este archipiélago de sabiduría y actividad que
él ha creado. Nos hemos beneficiado enormemente de
su apoyo, tanto intelectual como financiero. Algo sé de
empresarialismo, el tema del que estamos hablando
hoy. Yo fui empresario principalmente en el campo
social y político. También sé algo de desarrollo. Y de
filantropía, muy poco, excepto que estoy entre los
receptores, por lo cual me encuentro sumamente
agradecido.
Empezamos nuestra tarea cuando los tiempos eran
muy difíciles en Perú, era la época en que estábamos
en guerra contra el terrorismo, contra Sendero
Luminoso, y parecía que estábamos por desaparecer, y
Stephan siempre estuvo allí. Le debemos mucho y en
ese sentido estoy muy contento de estar aquí. A lo
largo del tiempo hemos compartido muchos
pensamientos. Durante largos períodos, nuestras
conversaciones a veces duraban verdaderamente días.
Una de las cosas que Stephan me hizo notar, fue la
importancia de la sostenibilidad. Yo solía argumentar:
“¿Qué sé yo respecto a la sostenibilidad?, yo no sé
nada sobre el ambiente. Y él decía que la
sostenibilidad no tiene que ver solo con el ambiente, la
Walking the Talk 31
El asunto no es si se puede establecer un
sistema empresarial privado. El asunto es
si se puede sostener con el tiempo.
Un segundo punto de mis conversaciones
con Stephan fue, desde luego, hasta qué
punto es equitativo el sistema.
Hernando De Soto
Instituto para la Libertad y la Democracia
sostenibilidad tiene que ver con todo tipo de otras
cosas. En ese sentido, desde luego, me he llegado a
convencer de que es crucial, de que esa es realmente
nuestra principal tarea en el mundo.
Por ejemplo, Latinoamérica desde su independencia
de España en la década de 1820 ha tratado cinco
veces de convertirse en una economía de mercado.
Existe una enorme admiración por lo que
llamaríamos la democracia liberal de Occidente. Y
durante los tiempos tribales hicimos toda clase de
cosas, promovimos la inversión extranjera.
Notablemente, fueron los británicos quienes
construyeron nuestros ferrocarriles en toda
Latinoamérica. A los suizos se les invitó a hacerse
cargo de la producción de energía en lugares como
Perú. Los puertos eran manejados por los
estadounidenses y cinco veces en toda la historia de
Latinoamérica, o al menos de Sudamérica en
diferentes puntos, volvimos a nacionalizar todo y el
asunto se detuvo y volvimos al populismo. Así que,
como ustedes ven, esto no es sostenible. Este sistema
va y viene y, desde luego, eso puede volver a ocurrir. En
la década de los 30, Argentina daba asistencia externa
a Noruega, que es hoy el país más próspero del
mundo. Argentina, que tenía un PNB per cápita
equivalente al de España hasta 1978, tiene ahora una
cuarta parte del PNB de España. Algo interesante es
que yo vengo de un país donde tuvimos una enorme
migración japonesa entre las décadas de los 30 y los
40, donde más de 1,5 millones de familias japonesas
llegaron a Perú y Brasil, que en Sudamérica estaban
abiertos a la inmigración asiática y la aceptaban de
buena gana.
Lo interesante, desde luego, no es que este millón y
medio de personas viniera a Perú y Latinoamérica,
entre ellos los Fujimori a Perú, uno de cuyos hijos,
Alberto, fue Presidente de Perú de 1990 a 2002.
La verdadera pregunta es por qué vinieron ellos a
Latinoamérica y por qué los Toledo y los Lula no fueron
a Japón. La respuesta a eso es que Perú era un 25%
más rico, en términos de riqueza per cápita, que Japón
en la década de los 30 y los 40 y Brasil tenía el doble
de riqueza. Ahora Japón es 10 veces más rico que
Perú. Entonces, ¿qué ocurrió? Obviamente, el asunto
ha sido más sostenible y próspero para unos que para
otros y nosotros los latinoamericanos hemos
regresado al punto inicial.
Esto, desde luego, no es solo un problema
latinoamericano, también lo es del Medio Oriente por
períodos más prolongados. Como ustedes saben,
1.200 años antes de Cristo hubo un imperio árabe
musulmán de empresa privada. Desde Gibraltar hasta
Asia Central existía un sistema de amplia aceptación
del imperio de la ley y de la legislación musulmana y
éste funcionaba. Un cheque girado en un banco en
Oscar Arias de Fundación Arias, Wenceslao Casares de VIVA
TRUST, Julio Moura de GrupoNueva y Antonio Espinoza de VIVA
TRUST
Abel Pacheco de la Espriella Presidente de la República de
Costa Rica y Stephan Schmidheiny
Damasco podía pagarse en un banco en Cantón. De
hecho, ellos inventaron el cheque. Solía
llamarse sec en árabe y eso fue hace 700 años. Ahora
bien, lo que vemos es que nuestras naciones están
nadando en dinero pero son pobres. El Medio Oriente
ya no nos deslumbra, está fragmentado y el gran
imperio difícilmente se extienden un kilómetro y medio
en cualquier dirección en cualquier ciudad.
prosperidad de solo una minoría. No hay forma de que
eso ocurra en ninguna sociedad, en ninguna raza ni en
ninguna religión del mundo. Eso también lo hemos
visto ocurrir en Occidente. Entre 1917 y 1945, se
dudó que el liberalismo y el comercio exterior que le
habían dado a Europa tanta riqueza fueran sostenibles.
Hubo un momento en que casi la mitad de la población
seguía el fascismo y el comunismo. En países como el
mío solo empezamos a reconocer la victoria de
Occidente en 1945, ya que no estábamos tan seguros
de que fuera a continuar.
El asunto no es si se puede establecer un sistema
empresarial privado. El asunto es si se puede sostener
con el tiempo.
Un segundo punto de mis conversaciones con Stephan
fue, desde luego, hasta qué punto es equitativo el
sistema. Ambos acordamos algo que, ahora está muy
de moda, pero que en nuestros tiempos fuimos
pioneros, al decir que a mucha gente se le estaba
dejando atrás. De hecho, en las breves biografías suyas
que Stephan nos ha dado, él señala que no pueden
haber empresas exitosas en sociedades fracasadas, y
eso es muy evidente.
Recientemente estuve en China, en donde fui llamado
a dar mi consejo respecto a los derechos de propiedad.
Hay una parte de China que es totalmente capitalista,
que está prosperando; es la costa este. China nos
está sobrepasando a todos nosotros, con sus bajos
costos de mano de obra se están llevando nuestro
mercado. Hablan de un sistema, un solo país, pero en
la práctica hay dos sistemas. Entonces mi único
consejo fue: ya lo hemos hecho en Latinoamérica, un
solo país y dos sistemas.
Desde luego, suena a marxismo porque Marx también
dijo que la mayor contradicción en el capitalismo y la
razón por la que fracasaría era porque si la riqueza se
concentraba solo en unas cuantas manos, el sistema
finalmente se desplomaría. No hay forma de que un
90%, un 80% o un 70% de la población acepte la
Hay una parte occidentalizada que lo puede hacer,
pero para una gran cantidad de otros: Aztecas, Mayas,
Incas, para los cuales resulta ser distinto el sistema.
Ustedes entienden, es una cultura distinta, pero sin
embargo se les deja por fuera, ellos se van a traer
abajo el sistema. Por tanto, mi consejo es un solo país,
Fuera de la economía de mercado hay 11 millones de casas en México, 137 millones de
hectáreas y 6 millones de empresas que contratan al 47% de toda la población activa,
Walking the Talk 33
Walking
the Talk
Hernando De Soto del Instituto para la Libertad y la Democracia
un solo sistema, porque de otro modo habrá
discriminación. Nosotros los latinoamericanos no
hemos sabido cómo distribuir el sistema entre el resto
de nuestro pueblo.
Hay tres cosas que nosotros consideramos cruciales
en el mercado. Es crucial especialmente si se ven los
autores del siglo XVIII y el siglo XIX que en ese
tiempo se preocupaban mucho por romper con el
feudalismo y producir una economía de mercado.
Lo primero que ellos consideraban crucial era la
división del trabajo en la empresa, en contraposición a
la división del trabajo en la familia. Enormes luchas,
porque las únicas personas que podían organizarse
como una empresa o en forma de institución, fuera una
sociedad anónima, una corporación, una sociedad, eran
las que recibían autoridad política o autorización
política del rey o el parlamento. No dividir el trabajo en
un mercado sino en una empresa, en forma inteligente
pues de lo contrario no se lograba productividad.
La segunda cosa de la que hablaron fue la
especialización, que es la división del trabajo en la
sociedad. En otras palabras, la división del trabajo
dentro de los grupos. Hasta los lobos dividen el
trabajo, algunos protegen los cachorros, algunos salen
a cazar, pero la única especie del mundo que divide el
trabajo entre grupos es la especie humana. Por tanto,
Walking the Talk 34
la pregunta era cómo especializarse, para lograr la
productividad y la prosperidad ofrecida por Ricardo
según su ley sobre la ventaja comparativa.
Y lo tercero es los derechos de propiedad. ¿Cuántas
organizaciones en México, cuánta gente en México
tiene derechos de división del trabajo en la empresa,
empresas que pueden comprar y vender en cualquier
parte del mercado mexicano y que tienen derechos de
propiedad sobre los activos que poseen?, ¿cuántos no
se benefician realmente de éstos? Fuera de la
economía de mercado hay 11 millones de casas en
México, 137 millones de hectáreas y 6 millones de
empresas que contratan al 47% de toda la población
activa. De un modo u otro, el 80% de los mexicanos
está en la sombra. Como ustedes saben, ustedes pueden tener una placa en su carro, eso es
legal, pero también puede usar su carro como taxi por
las noches y eso es ilegal. Por lo tanto, la gente está
tanto dentro como fuera, pero el 80% de los
mexicanos está ahí y lo mismo ocurre en Perú, en
Brasil y en todos los demás lugares. Ahora bien, ¿a
cuánto asciende el valor de todos estos activos en
México, estas zonas al margen de la ley? Pues a
US$315.000 millones.
Y bien, ¿cuánto es US$315.000 millones? En todos
estos miles de millones, empezamos a nadar y a
preguntarnos cuánto es esto. Pues bien, es el
A cuánto asciende el valor de todos estos
activos en México, estas zonas al
margen de la ley? Pues a US$315.000
millones.
Es el equivalente a siete veces el valor
conocido de las reservas de petróleo de
México. Por tanto, la mayor fuente de
activos mexicanos no es el petróleo. Es la
gente y la gente que trabaja al margen
de la ley.
equivalente a siete veces el valor conocido de las
reservas de petróleo de México. Por tanto, la mayor
fuente de activos mexicanos no es el petróleo. Es la
gente y la gente que trabaja al margen de la ley. Esto
es 31 veces más grande que la inversión extranjera
directa, por tanto, si se pone esto en el mercado
financiero, sería mucho mayor que la inversión
extranjera directa. Es aproximadamente 37 veces el
tamaño de los préstamos del Banco Mundial a
México a lo largo del tiempo. Y es 90 veces el tamaño
de toda la ayuda bilateral a México, de modo
que la verdadera fuente de crecimiento
en nuestros países está dentro de ellos. El problema es
que no es líquida. El problema es que no se puede
convertir en dinero. Si uno quiere hacer como los
estadounidenses, el 80% del capital para cualquier
empresa nueva de Estados Unidos ellos lo obtienen
hipotecando sus casas, de ahí viene el
capital y lo llaman capital de casa y eso da empleo a
más o menos el 85% de todas las nuevas personas
que entran al mercado laboral de Estados Unidos.
Pero si a uno le toma cinco años ejecutar una
hipoteca en México, no se va a obtener mucho de ahí,
es ilíquido. Desde luego, si usted quiere vender su
casa legalmente en México pero está en el sector que
se halla fuera de la ley, va a tomarle dos años y lo que
ocurre es que, por consiguiente, una enorme cantidad
de personas no tiene división del trabajo, ni capacidad
Alex Schmidheiny y Germán Catellanos de AVINA
Brizio Biondi-Morra de AVINA, James Wolfensohn del Banco
Mundial, Stephan Schmidheiny, Peter Fuchs de VIVA TRUST,
Julio Moura de GrupoNueva, Roberto Artavia del INCAE, Oscar
Arias de Fundación Arias
para entrar al mercado amplio ni derechos de
propiedad.
esa es la explicación de la Revolución Industrial. Marx
concordó plenamente con eso. En otras palabras, para
poder distribuir en forma disciplinada las tareas con el
fin que puedan aumentar la productividad y, por tanto,
formar capital a partir del cual se pueda generar
riqueza, se necesita un gobierno interno que divida el
trabajo.
Ahora consideremos en detalle cada una de estas
cosas. ¿Qué significa no tener la posibilidad de dividir
el trabajo en una empresa? Adam Smith y Marx
pensaron que la división del trabajo era crucial, Marx
atribuyó a la Revolución Industrial el éxito de la
creciente de la industria europea. Adam Smith habló de
la fábrica de alfileres. Dijo que era una forma de verlo
y lo hizo con base en un verdadero estudio hecho en
Escocia. Él dijo: “He visto a una persona hacer alfileres
sola todos los días. Hace unos 12 alfileres por
día. También he visto un lugar donde hay 11 personas
haciendo alfileres, ejerciendo 18 funciones diferentes
y combinándolas de tal modo que la productividad
aumenta. Una persona compra y prueba la calidad del
alambre con el cual se harán los alfileres. Otra se
especializa en tirar del alambre para cerciorarse de que
sea recto. Una tercera persona se especializa en cortar
el alambre en los lugares apropiados en la forma
adecuada y en escoger la tecnología con la que se
hace el trabajo. Otras dos personas hacen punta a
cada pedazo de alambre y otra persona le hace la
cabeza a cada alfiler golpeando una parte del alambre.
El resultado es que se pueden fabricar 12.000 alfileres
por día. Así que aquí ustedes ven que cuando las
personas se combinan en diferentes funciones para
trabajar en una empresa, la productividad aumenta y
Walking the Talk 36
Todos los que trabajan en el sector al margen de la ley
en Latinoamérica y en otros lugares, no se trata
realmente de una empresa sino de una familia. Es el
padre, la madre, un par de hijos. Tal vez un primo en el
que se pueda realmente confiar y eso crea el tipo de
solidaridad y protección, pero entonces, ¿qué pasa si
usted tiene un hermano perezoso? ¿Qué pasa si su
cuñado no es honrado y no se puede confiar en él?
¿Qué pasa si su madre interfiere en todo y toma las
decisiones por la noche, con su padre en la cama y
luego le dice a usted todo por la mañana? ¿Qué pasa
cuando no hay derechos aplicables de modo que se
pueda traer a alguien que realmente conozca el
negocio desde fuera y que resulte no ser primo suyo?
Recuerdo una larga conversación con Stephan.
Él decía: “¿Sabes, Hernando, lo difícil que es encontrar
la persona correcta para hacer el tipo preciso de tarea?
¿cómo se ejerce la presión, la presión de grupo, para
lograr que hagan su trabajo?. Desde luego, la ley lo
hizo, porque la ley aporta derechos aplicables que no
Por eso lo consideraron como lo más importante y, esencialmente, al no tener estas
herramientas que permiten crear valor superficial, se le está negando a los pobres la
posibilidad de entrar a la economía de mercado.
solo son aplicables para el inversionista sino también
para los trabajadores, los socios, los gerentes y para
proteger sus derechos de propiedad. Usted puede
tener una responsabilidad limitada, que es una
partición de los activos.
En ese sentido, lo que hizo el establecimiento de
empresas fue crear un espacio legal donde las
emociones no intervinieran y donde se atenúen los
lazos de sangre, donde un vehículo pudiera dividirse,
multiplicarse, diversificarse y enriquecerse con la colaboración de todas las personas de fuera. Eso solo es
posible y se puede ser arquitecto de eso fuera de la familia, no hay manera de hacerlo dentro de la familia. Sin
embargo, la mayoría de las industrias que trabajan en
México y Perú son familias. Es un mundo de ruido, de
emociones, de otras cosas, pero no necesariamente un
mundo de producción. Así que, el hecho de que las
personas no estén dentro de la ley, no es solo cuestión
de si son legales o si son ilegales. La pregunta es si
podemos hacer que haya reglas claras del juego y que
estén al alcance de la mayoría de las personas.
¿Por qué? Porque si usted quiere abrir un negocio en
México, pagando el acceso legal a una sociedad, toma
un año y cinco meses, trabajando ocho horas por día. Y
si uno quiere abrir una panadería en Egipto y obtiene la
autorización para formar una organización a fin de
cooperar con otras personas para abrir una panadería
tomar 549 días, nosotros medimos cada uno de ellos,
los medimos día tras día, vecindario por vecindario. En
la década de los 90 no nos ocupamos de eso, y esa es
la razón por la que todas estas personas se sienten
ahora excluidas. Todas estas personas participan
ahora en manifestaciones y todas ellas sienten que tal
vez la empresa privada no es la solución.
La especialización en el mercado más amplio.
Aristóteles lo estudió, no hay duda de que había más
riqueza en Atenas, porque en Atenas, solo para hacer
un zapato, hay alguien encargado de coser, alguien
encargado de cortar y alguien encargado de coser la
plantilla interna, mientras que fuera de Atenas la
misma persona se encarga de hacer ventanas, piso,
sillas, prendas de vestir y mesas, era muy claro que la
división del trabajo dentro del mercado amplio era
importante. Lo importante, desde luego, que Aristóteles
no vio en esos tiempos, es que quién sabe cuál era la
población de Atenas, tal vez 20.000 ó 30.000, todos se
conocían más o menos, pero ahora, de repente, somos
un mercado masivo y no nos conocemos unos a otros,
y cuando no nos conocemos unos a otros ya no se
puede depender de las antiguas relaciones familiares.
Yo sé, por ejemplo, que Costa Rica es un país
pequeño donde las personas, en su mayoría, se
conocen entre sí, incluso en Costa Rica eso no
funciona.
Walking the Talk 37
Walking
the Talk
Stephan Schmidheiny
Las cosas en el mercado amplio no viajan sin
pasaporte. Todo lo que se exporta o se importa tiene un
conocimiento de embarque. Nada se mueve sin
papeles. Cuando llegué al hotel me preguntaron cómo
iba a pagar y yo dije que rápidamente. Es lo que
siempre hago. Soy una persona muy honorable,
simplemente pregúntele a los peruanos, a Stephan, por
favor!, usé el nombre de Roberto Artavia y ellos me
dijeron: “Solo muéstreme su tarjeta de crédito,
por favor”. Y yo le mostré mi tarjeta de crédito. No hay
manera de moverse en un mercado anónimo si usted
no está dentro de la ley con los documentos y los
registros que produce. Por tanto, no hay modo de
entrar en un mercado amplio si uno no trae pasaporte,
no se podrá. Ese es el mundo y esa es la ley que da
claridad en las relaciones. En el caso de una empresa,
le dice quién es el jefe de operaciones, cuánto capital
hay, cuánto se ha comprometido, cuál es el historial de
crédito, cuál es el historial de prestación de servicios,
quién dirige realmente la junta directiva, quién es el
gerente general y cuál es la capacidad local. Si usted
no tiene eso, no obtendrá crédito porque con el
crédito nunca es cuestión de que alguien quiera
comprar lo que usted tiene, es cuestión esencialmente
de que ellos quieren saber, básicamente, que usted
tiene algo que perder, que usted siente horror y que,
por tanto, va a pagar. Ellos no quieren su casa, ni su
carro, pero la única forma de que usted sepa eso es
por medio de un documento. Si no existe ese
Peter Fuchs Presidente de VIVA TRUST
documento respaldado por la ley y si usted no es una
corporación o una organización social o una
organización de negocios, usted no puede trabajar en
el mercado.
Por tanto, sin claridad, sin estatutos, sin libros, sin todas
las cosas que proporciona la ley, usted no puede leer
los pensamientos de otra corporación y de eso es que
se trata el juego de negocios: leer los pensamientos
para saber cómo va a actuar el otro, lo que él tiene y lo
que no y cuáles son sus pasivos. Y el papel pone todo
eso sobre la mesa y cuando usted está en el sector
al margen de la ley usted no sabe con quién está
tratando a menos que por casualidad esa persona sea
su vecino e incluso entonces tenga cuidado. Ese es el
problema de no contar con la ley.
Lo que hace la ley es crear seres vivos. En eso
consiste una empresa, es algo cuyo fin es crear un ser
inmortal. De repente, al crear una empresa, al crear
VIVA, ésta durará mucho tiempo después de que
Stephan muera. Por tanto, es muy interesante tratar
con una empresa porque ésta continúa a lo largo del
tiempo, tiene perpetuidad.
De este modo, hemos estado viendo respecto a estas
dos cosas, la división del trabajo en la empresa y la
división del trabajo en el mercado; que lo que la ley le
permite a uno hacer, no responde a la pregunta de
Si la riqueza no se distribuye y las
personas no tienen las herramientas,
tarde o temprano marcharán contra
este sistema.
Walking the Talk 38
James Wolfensohn, Banco Mundial
cómo se obtiene prosperidad. La pregunta que
responde realmente es, cómo puedo distinguir en
forma real y precisa entre hechos, entre creencias y
entre declaraciones aplicables. Los hechos están ahí.
Yo puedo conocer todas las casas de Costa Rica con
solo un buen estudio fotométrico hecho con un avión:
una foto, y yo sé cuántas casas tienen ustedes en
Costa Rica. Pero la verdadera pregunta es ¿quién es el
dueño? ¿Están pignoradas? ¿Hipotecadas? ¿Hay un
enfrentamiento entre marido y mujer? ¿Las
heredarán los hijos? ¿Cómo se van a dividir? La
fotografía no revela nada de eso, porque esos hechos
no son fotografiables.
Si uno va a Bolivia y dice: “Mire, ¿debería pasar el
oleoducto por Perú y Bolivia? ¿Debería pasar por Perú
o Chile?, todo el país se levanta en armas
porque no pueden tomar una decisión con la cabeza
tranquila sin un programa de derechos de propiedad.
Se vuelve algo emotivo. Pero si se divide la tierra y se
especifican rápidamente los derechos y obligaciones,
se pueden tomar decisiones racionales. Por tanto, el
hecho de que nosotros los latinoamericanos no
hayamos podido extender la ley a todos los países y a
la mayoría de nuestra población, nos impide tener la
posibilidad de crear una economía de mercado
eficiente.
Por ejemplo, en el caso de Stephan, muchas veces,
durante los 15 años que tenemos de conocernos,
hemos lamentado una cosa o la otra. Si teníamos un
amigo que ya no lo es más. ¡Qué lástima! Nos duele esa
pérdida. ¡En serio! Si un miembro de nuestra
familia muere, eso es terrible porque esa persona era
muy importante para nosotros. Eso es muy emotivo.
Pero de pronto, resulta que Stephan viene y dice:
“¿Sabes? Acabo de vender una empresa. ¡Vaya!
¿Obtuviste una buena ganancia? Porque es algo
dentro del mundo de los negocios y no hay problema
alguno de eliminar una cosa, pero los miembros de la
familia están en el mundo de las emociones. Sin esa
herramienta no se pueden tomar decisiones firmes.
El intercambio entre las personas es tan viejo como la
humanidad. Una economía de mercado significa
intercambiar legalmente siguiendo las reglas del juego
y con el imperio de la ley. Y, en términos generales, no
tenemos el imperio de la ley para el 80% de los
latinoamericanos.
Visité al Presidente de Tanzania y descubrimos que
entre las tribus Masai existe 1.200.000 empresas. La
revista National Geographic le muestra a ustedes las
tribus, pero nosotros vimos las empresas. Sin embargo,
éstas se forman con base en las creencias locales, sin
pasaportes y sin entrada al mercado amplio. Lo que
tratamos de hacer es reunir esas creencias y ponerlas
en una declaración legal. No se puede titular a no ser
Walking the Talk 39
Walking
the Talk
Erica Knie de MARVIVA y Roberto Artavia del INCAE
que se conozcan las creencias locales. Hay que
empezar de abajo hacia arriba, de otro modo no
funciona y, por tanto, tratamos de aislar los valores
económicos de los valores familiares. Pasamos de
áreas de confusión y emoción a áreas donde se puede
empezar a pensar.
Las cosas tienen también valor simbólico. Así, por
ejemplo, si una madre se acerca a su hijo con un
banano y le dice: “Aló, ¿cómo estás?” el niño normal
pensará que ella quiere representar un teléfono.
El niño autista dirá: “¿Por qué está mami hablándole a
un banano?”. Como ustedes saben, el niño autista no
es un niño con un coeficiente intelectual más bajo,
sino un niño incapaz de crear una representación de
una acción basada en algo real. Y lo que ocurre con el
80% de los latinoamericanos es que son autistas,
pueden funcionar en el mundo de las cosas reales
pero no pueden funcionar en el mundo de las cosas
que, mediante su capacidad simbólica, pueden generar
crédito y liquidez e inversión. Lo significativo no es el
banano, es la acción representada por el banano, que
yo puedo captar en un documento legal.
Ahora, puesto que estamos hablando de esto, estamos
listos para pasar al tercer punto, que tiene que ver con
los derechos de propiedad, ya que tengo un banano.
Este banano es mío, alguien me lo dio y tengo varios
testigos, firmes y fidedignos. Pero en realidad no hay
Walking the Talk 40
nada en el banano que diga “Propiedad de Hernando”.
Puedo pelarlo y aún así no dice nada respecto a
Hernando, pero sí puedo ponerle un título de
propiedad o el de una corporación entonces podemos
descubrir de quién es. En otras palabras, nada en el
banano me dice si yo puedo comprarlo, venderlo,
alquilarlo, pignorarlo o hipotecarlo. La verdadera vida
comercial de cualquier activo en el mundo está dada
por la ley, nunca por el activo mismo. La mayoría de los
activos de México que hemos visto, y los que hay en
Latinoamérica en el sector informal son activos sin
pasaporte que, por lo tanto, no se pueden usar para
crear crédito. Ahora bien, ¿hasta dónde es esto
importante?
En Perú privatizamos la empresa telefónica. A
principios de los 90 se formó un equipo, con la ayuda
del Banco Mundial, desde luego bienvenida. Uno o dos
muchachos de mi instituto participaron en el equipo y
descubrieron que el primer paso necesario era visitar
AT&T y hablaron con otros interesados, pero nadie
quería comprar la empresa telefónica de Perú. Ellos
dijeron: “Pero mire, se cotiza en la bolsa de valores de
Perú, pertenece a todos los peruanos, está
representada por el estado y se cotiza en US$53
millones. Simplemente no les gustaba el ambiente
legal que definía el derecho de propiedad, de modo
que se gastaron tres años tratando de hallar un
sistema de derechos de propiedad para definir las
Peter Fuchs de VIVA TRUST, James Wolfensohn del Banco Mundial y Stephan Schmidheiny
telecomunicaciones en Perú, de tal modo que fueran
comprensibles a un extranjero. Eso significaba
deshacerse de una gran cantidad de tipos internos de
cambios de posición y contradefiniciones, cuyo
propósito era enriquecer a ciertos abogados y ciertos
notarios públicos, hasta que se perfeccionó la ley y
todos pudieran entenderla.
Finalmente en 1993, cuando la empresa telefónica
tuvo el pasaporte correcto, se vendió en una subasta
en US$2.000 millones, 37 veces el valor que tenía
apenas tres años antes en la Bolsa de Valores de
Lima. No reparamos las ventanas quebradas ni
pintamos el edificio de la Compañía Peruana de
Teléfonos. Tampoco cortamos el césped ni cambiamos
las conexiones eléctricas. Solo cambiamos el
pasaporte legal, de repente la empresa no era solo la
compañía tal como es hoy, porque definimos los
derechos de propiedad sobre cobertura internacional
en el futuro, otras formas de comunicación por satélite,
otras maneras incluso de invenciones que no existen
hoy pero que podrían existir en el futuro. De pronto se
hizo claro que la compañía telefónica no solo brindaría
servicios telefónicos sino que capturaría mercados
futuros. De pronto fue como si un pequeño cuchillo de
cazador se hubiera convertido en un cuchillo del
ejército suizo. De repente no tenía solo una hoja sino
20 hojas; de repente se podía hacer todo tipo de
cosas, y eso debido a su identidad legal
De este modo, cuando no se le da a las personas la
posibilidad de meterse dentro de la ley, se les está
privando de un gobierno interno y de la capacidad de
conocer a otras personas en un gran mercado
anónimo y de la capacidad de crear capital, porque las
dimensiones económicas de las cosas no están en las
cosas mismas, sino básicamente en la ley. Marx y Smith
entendieron esto, y esa es la razón por la que
dedicaron tanto tiempo al capital, que dicho sea de
paso, no lo definieron como dinero. Ellos definieron el
capital usando la idea general de la cabeza, cápita, en
latín medieval, porque es con la cabeza que se puede
captar algo abstracto. Como ustedes saben, es como la
energía. La energía es algo que ninguno de ustedes ha
tocado jamás, ni la ha visto, pero la energía es lo que
ilumina este salón. Es como el capital. Nadie ha visto
jamás al capital. Se puede medir con dinero, pero no es
dinero, es valor. Desde luego, se puede monetizar,
también se puede poner en papel, se puede usar
como garantía, pero es valor. Por eso lo consideraron
como lo más importante y, esencialmente, al no tener
estas herramientas que permiten crear valor
superficial, se le está negando a los pobres la
posibilidad de entrar a la economía de mercado. Así
que no nos sorprendamos si mañana ellos marchan y
rechazan de nuevo el sistema capitalista. ¿Quién sabe?
Tal vez en el año 2800 regresemos y digamos “Esta
vez sí lo vamos a lograr”. Pero debemos entender que
la razón por la que no lo logramos es la exclusión.
Ese niño de Bogotá que toma prestados US$10 por la mañana para comprar chocolates
que venderá durante el día y luego devuelve US$11 al final de la noche, entiende
perfectamente lo que es una economía de mercado, pero no se siente parte de ella hasta
que obtiene la misma oportunidad que ustedes y que yo.
Walking the Talk 41
Julio Moura de GrupoNueva, James Wolfensohn del Banco Mundial, Roberto Artavia del INCAE y Brizio Biondi-Morra de AVINA
Porque la propiedad va mucho más allá del hecho de
ser dueño de algo.
El sistema de propiedad se creó esencialmente para
proteger la propiedad, pero de hecho es el mecanismo
que nos une a todos, y si no está en la ley y si las
reglas no son aceptables para el resto de la población
no funcionará. Se necesita la ley y esa ley no existe
para la mayoría de los latinoamericanos porque
decimos: “Ah, los Incas son diferentes, como usted
sabe. Ellos quieren otras cosas, están cerca de su
cultura nativa, quieren su propio idioma. No les enseñe
español ni inglés. Preserve su identidad, por favor. Eso
es exactamente lo opuesto de lo que estaba haciendo
Europa hace 200 años. Porque en nuestros países
tenemos dos sistemas en lugar de uno solo. El sistema
no funciona porque su mayor contradicción es la
acumulación de riqueza en manos de unas cuantas
personas. Si la riqueza no se distribuye y las personas
no tienen las herramientas, tarde o temprano
marcharán contra este sistema.
Primero. Una economía de mercado no es sostenible si
no damos lugar al sector al margen de la ley, así de
simple. No es cuestión de bombear un poco de
microcrédito a esa economía. Ayudar a unas cuantas
mujeres allí. Comprar algunos de sus productos.
Vender algunos otros. Darles lugar es lo importante,
porque de otro modo no va a ser sostenible. No hay
Walking the Talk 42
manera de que el 80% o el 90% de las personas
entienda lo que significa un mercado y su potencial a
menos que ellas mismas lo experimenten.
Segundo, si se hace eso, esas personas que hacen
negocios todos los días, ese niño de Bogotá que toma
prestados US$10 por la mañana para comprar
chocolates que venderá durante el día y luego
devuelve US$11 al final de la noche, entiende
perfectamente lo que es una economía de mercado,
pero no se siente parte de ella hasta que obtiene la
misma oportunidad que ustedes y que yo. Son millones
de nuevos empresarios que todavía no se sienten
parte de nosotros.
Tercero, la guerra no ha finalizado. Como lo estaba
diciendo Roberto hace un rato, el Muro de Berlín
cayó. ¿Qué sucedió realmente? Fue que el Muro de
Berlín cayó. No fue el triunfo del capitalismo o de la
economía de mercado. Fue que el otro lado se
desplomó. Ahora el otro lado se está reorganizando. Si
ustedes leen los libros de Marx sobre economía, tal
como lo hago yo, ellos se están reorganizando y siguen
escribiendo sobre la teoría del valor y están tomando
otras formas y, esencialmente, lo que los caracteriza a
todos ellos es que no les gustan los empresarios. Es
una antigua tradición entre ellos y solo están hallando
diferentes formas de expresarla, formas aceptables
porque son políticos. La guerra no ha terminado. Así
que no es cuestión de sentarse y decir que no hay
sistema alternativo. Pueden apostar a que inventarán
uno y lo hallarán.
No existe una teoría liberal del valor. Solo existe una
teoría laboral marxista del valor. Aún no hemos
respondido a ella. Puesto que los derrotamos en el
campo, ¿por qué derrotarlos en las universidades?
Incorrecto. Las ideas duran más que el campo. Hay que
producir una idea e indicar que el valor es el resultado
de una combinación. Eso es lo que hizo Stephan.
Compre la empresa barata, véndala cara. Llévela a la
parte del mercado donde puede funcionar mejor.
Transfiera esos activos aquí. ¡Eso es valor! ¿Quién dijo
que la mano de obra es el único poder de los
trabajadores? También lo es el ingenio. Es la inventiva.
Es la ley, pero básicamente en la cabeza del 90% de
los profesores de Latinoamérica, excepto los de
INCAE, obviamente, pero ustedes son una isla en el
archipiélago. Ustedes verán que realmente tras esto
está la teoría laboral del valor.
¿Por qué? Porque Adam Smith dijo sí, probablemente
es el trabajo. Él se equivocó. No es solo el trabajo. Es
una gran cantidad de otras cosas. Es la ley, es la
cultura, es la sociedad. No hemos hecho nada al
respecto y ellos están ganando esa pequeña guerra
secreta porque las guerras no se hacen
necesariamente
distribuyendo
libros,
sino
distribuyendo las hojas en forma muy sencilla, de
modo que sutilmente entran en el cerebro de las
personas y se traen todo abajo.
Estamos empezando a trabajar, por ejemplo, con el
Presidente de Afganistán. El punto de vista del
Presidente Tarzai respecto al trabajo al margen de la
ley, es desde luego, similar al nuestro, o al menos al
mío. Pero él tiene otro matiz del asunto porque él sabe
que el sistema de tiranos feudales que mantienen
derechos sobre el territorio solo se puede acabar
mediante el sistema de derechos de propiedad. Estos
tiranos básicamente manejan la política en el ámbito
local y los derechos de propiedad en el ámbito
económico y él debe encontrar la forma de dividir esto
en dos partes y dejarlos con los derechos económicos
pero quitarles la parte política. Por tanto, los derechos
de propiedad no tienen que ver solo con un
instrumento capitalista, son también un instrumento de
modernidad. Es el modo en que se crea una nación.
Por tanto, para cada uno los derechos de propiedad
significan algo distinto. Hay que ajustarlos a las
personas porque si no se hace eso y usted dice que
solo se trata de dar títulos, entonces contrate a una
empresa de cómputo. Contrate a la mayoría de esas
personas que contrató el Banco Mundial. Ellos no le
dirán dónde está la política porque los que conocían la
política de esto en Occidente ya murieron Como
ustedes saben, los derechos de propiedad y la creación
Ahora es cuando la historia nos llama.
Walking the Talk 43
Julio Moura de GrupoNueva, Brizio Biondi-Morra de AVINA
Stephan Schmidheiny y Peter Fuchs de VIVA TRUST
Richard Köhler de Amanco México, Héctor Vargas de FUNDES
y Stephan Schmidheiny
de derechos legales para las cosas fue el grito de la
democracia liberal en el siglo XVIII y en el XIX, para
acabar con los privilegios. Fue un argumento muy
revolucionario. Esos argumentos no son los que se
usan hoy y es muy difícil para un occidental del siglo
XXI entenderlo. Hay una historia respecto al ciempiés.
Cuando una araña le preguntó: “¿Cómo puedes mover
100 pies al mismo tiempo? Yo muevo ocho y es
complicado, ¿cómo puedes con 100?”. El ciempiés
respondió: “Es muy simple, todo lo que hay que hacer
es... y nunca más se volvió a mover. Como ustedes ven,
al progresar Occidente debe asimilar en su
inconsciente muchas cosas de las que nosotros los
latinoamericanos y los del Tercer Mundo tenemos que
estar totalmente conscientes porque ahora es cuando
la historia nos llama.
Una economía de mercado no es
sostenible si no damos lugar al sector al
margen de la ley. Así de simple. No es
cuestión de bombear un poco de
microcrédito a esa economía. Ayudar a
unas cuantas mujeres allí. Comprar
algunos de sus productos. Vender
algunos otros. Darles lugar. Porque de
otro modo no va a ser sostenible. No
hay manera de que el 80% o el 90% de
las personas entienda lo que significa un
mercado y su potencial a menos que
ellas mismas lo experimenten.
La última conclusión a la que puedo llegar es que, si al
tratar de llevar la ley a todos los pobres, que es de lo
que estamos hablando, toda esa gente que queremos
ayudar, si en ese proceso usted no se ha ganado
enemigos, aún no ha llegado a la meta. Muchas
gracias.
Walking the Talk 44
Walking the Talk 45
Walking
the Talk
Sushmita Ghosh
Presidenta
Ashoka Innovators
Sushmita Ghosh
Ashoka Innovators
Curriculum
Presidenta de Ashoka. Fue Vicepresidenta
Internacional y Directora Ejecutiva de
Changemakers.net,Sub-editora,
Directora de Investigación y Directora
Ejecutiva de Maneka Gandhi, la revista
nacional de noticias de Surya, India,
Directora de Consumer Unity y Trust
Society y el Energy Environment Group.
Periodista independiente para varias
revistas de noticias y diarios importantes
de India como The Times of India, The
Hindustan Times, Business Standard, y
Sunday Magazine.
Graduada de la Universidad de New
Delhi. Se desempeñó como representante
Ashoka para la India, desde 1989 a
1997. Concibió y ha estado trabajando
con Changemakers, la revista de
empresarialismo social, desde 1992.
Walking the Talk 46
Bienvenidos. Me siento muy privilegiada de estar en
esta excelente institución. No es muy frecuente que
Ashoka se sienta plenamente cómoda de estar en un
salón donde todos entienden de dónde viene uno.
Ésta no es una experiencia común para Ashoka.
Ahora me siento así, y es por eso que tengo el valor
para dirigirme a ustedes tras el discurso de Hernando
De Soto. ¡Excelente discurso! Así que éstos son
momentos muy emocionantes. El mundo del empresarialismo, el de la filantropía y el del desarrollo están
verdaderamente listos para pasar de estar asociados a
lo que llamamos congruencia organizada para tratar de
alcanzar las metas de desarrollo en una forma más
dramática como nunca antes. Sin embargo, para que
nosotros hagamos de esto una realidad, tendremos
que inventar procesos que desafíen los límites entre
sectores y nos obliguen a pensar en forma muy
creativa en cómo lograr que estos límites sean
permeables a las ideas que fluyen naturalmente entre
ellos. Puesto que probablemente éste será un proceso
muy largo y experimental, requiere varias cosas:
catalizadores que dirijan la ofensiva, modelos y el
hecho de mantenerse en la búsqueda de esa meta,
independientemente de lo que digan todos los demás,
como comunidad emprendedora sacada de todos los
sectores (lo que es realmente importante para la
experimentación con VIVA), impulsada por la idea fija
de inventar formas totalmente nuevas y eficaces de
colaborar y, en el desarrollo de una arquitectura de
El nuestro es un esfuerzo particularmente desafiante, pero un esfuerzo
cuyo tiempo ha llegado.
Walking the Talk 47
Walking
the Talk
Sushmita Ghosh, Ashoka Innovators
respaldo que ayude a que este esfuerzo avance al
ritmo debido y que básicamente se concentre en el
modo en que existe congruencia entre el sector social
y el empresarial, más bien que en lo que los divide. Por
tanto, no es por accidente que los presentes en este
salón se encuentran donde están. El nuestro es un esfuerzo particularmente desafiante, pero un esfuerzo
cuyo tiempo ha llegado. El sector social, o sector
ciudadano, está firmemente orientado hacia un enorme
crecimiento de la productividad. Ya no es simplemente
un espectador asombrado que ve cómo se proyecta y
se eleva el sector empresarial, sino que está listo para
actuar como participante. Conforme aumenta el
empuje del ciclo virtuoso de los empresarios sociales
que impulsan la competencia y la productividad, los
procesos que determinan cómo funciona el sector se
definen en forma cada vez más rápida. Día con día,
estas formas de operar se están volviendo más
habituales y menos maleables. Por tanto, los próximos
años serán verdaderamente cruciales para que
formemos el sector de un modo que se preste al
máximo a cooperar con otros sectores hasta que
finalmente todo el asunto del sector pierda pertinencia.
Ashoka y sus socios están posicionados en forma
distintiva en este punto crítico, gracias a casi dos
décadas a la vanguardia del empresarialismo social y
mediante la profundización de sociedades con
empresarios sociales de negocios visionarios y sus
Walking the Talk 48
instituciones. Un ejemplo de esto es la prolongada
existencia de nuestra sociedad con AVINA, que creyó
en nosotros y nos ayudó en forma realmente
dramática a intensificar nuestros esfuerzos. Hemos
creado una comunidad global que constantemente
genera ideas transectoriales y, más importante aún,
que toma medidas con base en esas ideas. No nos
limitamos a hablar; actuamos. Nos especializamos en
actuar y en pensar en las formas de hacer las cosas.
Hemos llegado a entender qué respaldo necesitan los
empresarios para innovar en el área social y también
hemos creado prototipos de instituciones y procesos
diseñados específicamente para lograr congruencia
con miras a alcanzar un impacto social mayor y más
profundo. Aquí podría ser útil comentar algunas
intervenciones muy específicas de Ashoka que
creemos que podrían ser clave para practicar lo que
predicamos respecto a crear congruencia, con la
esperanza de obtener la cooperación de los
compañeros de viaje presentes en este salón y
aprender de ellos.
Creemos que uno de los requisitos previos que son
clave para producir congruencia, es crear una visión
compartida entre los miembros de la comunidad que
dirijen este esfuerzo. La visión compartida de Ashoka
es “que cada persona sea una agente de cambio”; la
creación de un mundo en el que, como lo dice Bill
El mundo del empresarialismo, el de la filantropía y el del desarrollo están
verdaderamente listos para pasar de estar asociados a lo que llamamos congruencia
organizada para tratar de alcanzar las metas de desarrollo en una forma más
dramática como nunca antes. Sin embargo, para que nosotros hagamos de esto una
realidad, tendremos que inventar procesos que desafíen los límites entre sectores y nos
obliguen a pensar en forma muy creativa en cómo lograr que estos límites sean
permeables a las ideas que fluyen naturalmente entre ellos.
Drayton, amigo mío y fundador de Ashoka, todos
tengan la libertad, la confianza y las destrezas para
convertir los desafíos en soluciones. Creo que otro
requisito previo es un lenguaje nuevo. Consideremos
los ejemplos que oímos esta mañana: “ecoeficiencia” y
las palabras “empresario social”. Saben ustedes, creo
que Bill Drayton sabía bien lo que estaba haciendo
cuando puso la palabra “social” después de
“empresario”. Al principio era simplemente confusa,
luego se volvió interesante y hoy es significativa. Por
tanto, las nuevas ideas y la nueva realidad requieren de
un lenguaje nuevo. No se puede evitar eso. A fin de
facilitar el éxito de los agentes de cambio y de cada
persona, necesitamos una ética y una arquitectura de
respaldo. Por consiguiente, la misión de Ashoka es
crear un sector ciudadano competitivo con empresarios sociales y empresarios sociales de negocios que
puedan idear marcos en ambos sectores de modo que
se tenga una mejor esperanza de hablar siquiera un
lenguaje que cualquiera de los dos sectores entienda.
Por tanto, primero hemos creado el equivalente en el
sector social de programas de nuevas empresas que
ayuden a los principales negocios a despegar,
desarrollando fundamentos para cada etapa de la
carrera del empresario social.
Lo que hacemos por los empresarios sociales es
brindar apoyo de salario personal por tres años y luego
organizar ayuda mutua del grupo de compañerismo en
la etapa de lanzamiento, cuando poco significa mucho.
Brindamos marcos de acción, mecanismos de
cooperación y asistencia de consultoría de socios
estratégicos de Ashoka tales como MacKenzie and
Company y Hill and Norton en la etapa de progreso,
cuando el conocimiento en el sector es insuficiente
para las sofisticadas necesidades de esa etapa. Esto
también tiene el efecto intencional de establecer un
flujo bilateral de talento entre el sector social y el
empresarial, lo que tiene como resultado instituciones
comprometidas a tender un puente entre esos
sectores, tales como el Centro de Empresarialismo
Social Ashoka MacKenzie en Sao Paolo. También se
brindan marcos de acción cooperativa a través de
nuestras iniciativas de mosaico de campo específico.
Nuevamente, el tema del lenguaje. Explicaré en qué
consiste este asunto, que permite que cada
empresario social coloque su idea de cambio en un
patrón global emergente. Esta perspectiva más amplia
permite a los empresarios sociales hallar
colaboradores en el sector social y/o el sector
empresarial, que puedan completar sus soluciones
parciales. En cierto modo, es como arreglar gemas de
múltiples matices que muestran su belleza y su valor
cuando se unen en un patrón o mosaico que es
revelador, cautivador, magnético. La tarea de organizar
Walking the Talk 49
Walking
the Talk
Sushmita Ghosh, Ashoka Innovators
la congruencia en realidad depende en un alto grado
de la capacidad demostrada de todos los presentes en
este salón para visualizar en sus mentes este patrón,
expresar sin temores cuál es ese patrón y luego
someterlo a prueba y promoverlo.
Hace muchos años, Bill habló de mosaicos. Yo lo
conocí hace catorce años y ya en ese tiempo estaba
hablando de mosaicos. Esa fue la etapa confusa e
interesante que ahora ha empezado a ser significativa,
especialmente cuando se empiezan a ver instituciones
tales como VIVA, que inventan una forma totalmente
nueva de unir los elementos. Los empresarios sociales
y los empresarios sociales de negocios que han
superado la etapa de progreso, y que sirven como
puntos de referencia en sus campos, son aliados
naturales para esta tarea de promoción en el ámbito
internacional y mundial. Las iniciativas de mosaico de
Ashoka y las academias en todo el mundo atraen a los
empresarios en esta etapa como codesarrolladores.
Por ejemplo, mientras estamos hablando, el fundador
del Brahmin Bank, Mohammed Eunice y catorce
colaboradores de Ashoka de todo el mundo se están
preparando para un diálogo de 13 días de Ashoka
Brahmin en Taka, para identificar los principios clave de
las empresas sociales de negocios y tomar medidas
con base en ellos. Es decir, empresas que tienen
modelos de negocios de generación de ingresos que
son fundamentales, más bien que periféricos, para
ayudar en el cambio que buscan lograr y que abordan
los mercados insuficientemente atendidos de los
pobres. No es sorprendente que ocho de los 14
empresarios sociales seleccionados mediante un
proceso competitivo sean de Latinoamérica. A este
proceso se le dará seguimiento y se presentará para
que todos participen mediante grupos de acción en la
comunidad en línea de Ashoka, changemakers.net.
Éste es solo un ejemplo de las fuerzas y la comunidad
en acción de Ashoka que tienen una visión compartida
que fusiona las destrezas, los marcos y los talentos de
ambos sectores para reforzar la congruencia.
Todos los soportes para los empresarios sociales que
se han esbozado anteriormente en realidad se derivan
de la firme creencia de Ashoka, mantenida durante la
primera década de nuestra existencia, de que nada es
más poderoso que una gran idea capaz de cambiar los
patrones, si ésta se halla en las manos de un
empresario social de primera clase. Esto es algo que
Bill Drayton dijo, que él sabía, que expresó un millar de
veces y en lo que basó la innovación desde el día en
que fundó Ashoka.
Luego Ashoka se percató de que hay algo más
poderoso: una comunidad de empresarios que trabajan
juntos, lo que constituye la segunda característica
principal que estamos desarrollando. Así pues, ¿cómo
estamos desarrollando una comunidad? Durante las
Para que el cambio se transmita en toda la sociedad en el largo plazo ante todo debe
arraigarse ideológicamente y en términos de recursos en las comunidades que afecta,
el compromiso exitoso entre sectores requiere confianza, respeto mutuo y
complementariedades.
Walking the Talk 50
Luego Ashoka se percató de que hay
algo más poderoso: una comunidad de
empresarios que trabajan juntos.
Alberto Trejos, Ministro de Comercio Exterior y John Danilovich
Embajador de Estados Unidos
dos últimas décadas, Ashoka ha logrado establecer
una comunidad global integrada pero descentralizada,
que tiene en su núcleo tres grupos: los empresarios
sociales, el alma de la comunidad, empresarios
sociales de negocios que se han comprometido
profundamente a crear valor fusionando ambos
mundos; los más importantes colaboradores
emergentes que aportan respeto, empatía y un
compromiso natural con la congruencia y el personal
empresarial de Ashoka, apasionado por la visión
compartida de la comunidad y que constantemente la
enriquece y la fortalece. El papel de Ashoka en la creación de comunidad ha sido brindar la perspectiva
histórica, la visión y los medios para cooperar y
compartir. El principal mecanismo unificador ha sido la
aplicación de criterios similares para todos los grupos.
Tenemos incluso un proceso de selección para el
personal que es un poco más estricto que el proceso
de selección que tenemos para los colaboradores.
Los criterios son: que sea empresarial, que trabaje en
equipo, que sea innovador para el público y que tenga
valores éticos impecables. La comunidad que
esperamos crear está destinada a ser una fuerza
positiva de atracción, que acercará naturalmente
miembros y que buscará la iniciativa de todos.
Los valores que adoptamos resultan clave para servir
como un imán a las mejores personas, ideas e
instituciones. Por ejemplo, establecemos nuestras
relaciones con los colaboradores como verdaderos
compañeros de empresa, no como donantes o
receptores de donaciones. Garantizamos la orientación
hacia el cliente mediante una sensibilidad constante a
las necesidades emergentes del campo, exigiendo que
cada uno de nuestros esfuerzos responda
preguntas. Primero, ¿significará este esfuerzo una
diferencia para el desarrollo del empresarialismo en el
sector social y el desarrollo del sector ciudadano
competitivo en el ámbito global? Segundo, ¿puede
Ashoka hacer que este esfuerzo sea una realidad?
¿Somos realistas en esto? ¿Vemos realmente y con
toda claridad los puntos de apalancamiento que nos
permitirán reemplazar la práctica actual con un nuevo
patrón que se multiplique a sí mismo?
Hicimos estas preguntas al considerar la tercera
dimensión de impacto de Ashoka, la tercera
característica que estamos desarrollando, que apoya la
arquitectura para ayudar a los empresarios a trabajar
entre sectores y entre las mejores instituciones para
respaldar este trabajo. Hay tres ideas básicas en que
se basa nuestro método para hacer esto. Primero,
para que el cambio se transmita en toda la sociedad en
el largo plazo ante todo debe arraigarse ideológicamente y en términos de recursos en las comunidades
que afecta. Segundo, el compromiso exitoso entre
sectores requiere confianza, respeto mutuo y
complementariedades a las que se les atribuye mucho
Walking the Talk 51
Roberto Salas, Grupo Amanco
valor. Tercero, un sector ciudadano competitivo
necesita una industria de servicios financieros diversos
para satisfacer sus necesidades cambiantes.
Existen múltiples iniciativas que están empezando a
actuar ante estos desafíos. He aquí dos que Ashoka ha
empezado a desarrollar: el proyecto de servicios
financieros alternativos de Ashoka responde a las
necesidades financieras de organizaciones de
ciudadanos después de la etapa de garaje, cuando
todavía necesitan alcanzar el equivalente social del
punto de equilibrio. El proyecto busca estimular una
onda de empresarialismo para satisfacer estas
necesidades específicas de recursos. Las áreas clave
en las estrategias incluyen iniciar un programa de
apoyo a nuevas empresas para empresarios del
mundo social o empresarial que crean servicios
financieros alternativos. Esto suena a filantropía,
excepto que usa un marco totalmente distinto y
básicamente ajusta una necesidad con la forma en que
se puede pensar en ajustar esa necesidad y es una
oportunidad empresarial realmente muy atractiva para
cualquier miembro del sector de negocios. Se trabaja
con las instituciones financieras existentes del sector
privado para desarrollar productos que brinden a sus
clientes una serie de beneficios sociales y financieros.
Finalmente, un proceso que logra la colaboración del
sector social para evaluar la orientación hacia el
cliente de los actuales servicios financieros sociales.
Walking the Talk 52
Por tanto, aunque el proyecto de servicios financieros
alternativos tiene el propósito de ayudar a grupos de
ciudadanos a alcanzar un punto de equilibrio
colaborando con el sector empresarial, la Iniciativa
Basada en el Ciudadano (IBC) de Ashoka
ayuda a las organizaciones a lograr estabilidad a largo
plazo. Por lo general, una vez que una idea alcanza el
punto de equilibrio necesita una amplia base de apoyo,
clientes que paguen, y la meta de la IBC es lograr que
los grupos de ciudadanos acepten la necesidad de un
amplio apoyo de la ciudadanía y, por tanto, la IBC
enseña a los grupos a desarrollar el espacio de apoyo.
La tarea de desarrollar la arquitectura para la
congruencia también brinda la oportunidad y la
obligación de reelaborar la estructura para incluir a los
que usualmente han sido marginados. Por tanto, la
Iniciativa de Ciudadanía Económica Plena de Ashoka
se concentra en definir métodos sistémicos que
puedan ayudar a crear una ciudadanía económica
activa y participante para todos, incluyendo a los
pobres. Los puntos de apalancamiento en este caso
son tres: primero se deben transformar los sistemas de
producción y distribución para beneficiar a las clases
de pequeños productores: pastores, alfareros y
tejedores, a fin de generar un volumen mucho mayor
de recursos para los miles de millones de pequeños
productores individuales.
Alberto Padilla de CNN, Karin Zapata y Arlette Chávez-Leer del
INCAE
Cena del Simposio
Segundo, la empresa necesita desarrollar una nueva
visión para concebir y organizar su trabajo con el fin de
alcanzar los mercados de los pobres, atendidos en
forma insuficiente, mediante un método híbrido de
cadena de valor. El método allí es asociarse con el
sector ciudadano a lo largo de etapas pertinentes de la
cadena de valor, desde el procesamiento de materias
primas hasta llegar al producto acabado.
existir una separación tan grande entre estas dos
labores que una misma persona está desarrollando?
Exactamente, no podríamos estar más de acuerdo. A
decir verdad, consideramos que nuestro trabajo
conjunto durante los próximos años es hacer que esta
idea no solo sea aceptada por los líderes de todos los
sectores, sino que éstos actúen guiados por ella.
¡Muchas gracias!
Tercero, los derechos de propiedad más imaginativos,
que reconozcan la riqueza líquida, darían un alto grado
de poder a las personas que actualmente no pueden
sacar provecho de sus activos. La Iniciativa de
Ciudadanía Económica Plena, planea colaborar con la
comunidad básica de empresarios sociales y de
negocios de Ashoka para tratar de alcanzar todas
estas metas.
En realidad, la labor última de hacer funcionar las
cosas con respecto a la congruencia implica modelos
que se muestren regularmente y que simbolicen esta
congruencia, que es la razón por la que el esfuerzo de
VIVA es tan importante. Stephan había expresado esto
en forma muy bella en su libro, en el folleto que es su
pequeña biografía, respecto a la manera en que él
entiende, en forma muy intuitiva, su trabajo en el
sector social y su trabajo en el sector empresarial. La
Fundación AVINA y Grupo Nueva realmente provienen
de la misma persona; por tanto, ¿por qué debería
Walking the Talk 53
Walking
the Talk
Oscar Arias
Premio Nobel de la Paz
Oscar Arias, Presidente de la Fundación Arias
Curriculum
Ex-Presidente de Costa Rica (19861990) y Premio Nobel de la Paz de
1987. En el 1998, destinó el
contenido económico del Premio
Nobel para establecer la Fundación
Arias para la Paz y el Progreso
Humano.
Estudió Leyes y Economía en la
Universidad de Costa Rica y recibió
el Doctorado en Ciencias Políticas en
la Universidad de Essex, Inglaterra.
Fue profesor de Ciencias Políticas en
la Universidad de Costa Rica y
desempeñó el cargo de Ministro de
Planificación y Política Económica.
Fue elegido Diputado de la
Asamblea Legislativa de Costa Rica
en 1978, y en 1981 pasó a ocupar la
posición de Secretario General del
Partido Liberación Nacional.
Recientemente lanzó una iniciativa
que busca el establecimiento de un
Código Internacional de Conducta
para la Transferencia de Armas.
Walking the Talk 54
Es para mí un honor estar aquí. A los cuarenta años de
edad, INCAE está ahora oficialmente en su edad
media aunque –a juzgar por las calificaciones
recientes– ¡cualquier cosa menos en su ocaso!
Sin duda esta experta audiencia tiene una gran
cantidad de ideas sobre la interacción de la empresa y
el desarrollo y, por tanto, trataré de contribuir poniendo
el trabajo del empresario en el contexto más amplio de
la lucha global por la paz.
Tanto en los negocios como en la política, necesitamos
urgentemente líderes que muestren la mezcla típica de
optimismo y pensamiento analítico que tiene el
empresario. El mundo pertenece a los optimistas; los
pesimistas son solo espectadores.
Ahora bien, los escépticos de nuestro mundo nos
dicen que no hay nada que podamos hacer para
combatir la pobreza y la destrucción o para lograr una
paz duradera. Nos dicen que la desigualdad y la
pobreza son inevitables y que la riqueza es esencialmente el resultado de subirse sobre las espaldas de
nuestros hermanos. Ese pesimismo moral es la base
del frecuente argumento de que cualquiera que esté
dispuesto a luchar por la causa que se cree que
fracasará, a trabajar por la paz, a comprometerse a
poner fin al sufrimiento humano, es solo un soñador.
Tanto en los negocios como en la
política, necesitamos urgentemente
líderes que muestren la mezcla típica de
optimismo y pensamiento analítico que
tiene el empresario.
En la década de los 80 se me tachó de ingenuo
utópico por creer que el gobierno declaradamente
marxista-leninista de Nicaragua realizaría elecciones
libres, tal como ellos se comprometieron a hacerlo
cuando firmaron mi plan de paz. Los que se llamaban a
sí mismos realistas afirmaban que la victoria militar era
la única forma de poner fin al conflicto en
Centroamérica. En esa ocasión los realistas se
equivocaron. Para todo siempre hay una primera vez.
INCAE también debe ver hacia el futuro con
optimismo, porque desde el principio el imperativo de
esta institución ha sido enfrentar realidades difíciles.
Solo unos cuantos años antes de la fundación de
INCAE, John F. Kennedy dijo en su discurso de toma
de posesión: “Si una sociedad libre no puede ayudar a
los muchos que son pobres, no puede salvar a los
pocos que son libres”. Hoy, en una situación
geopolítica transformada, enfrentamos nuevamente la
verdad de estas palabras. El terrorismo, el mal
determinante de nuestro tiempo, prospera en un
sistema global que exacerba la pobreza extrema, la
disparidad en el ingreso tanto entre las sociedades
como dentro de ellas, la diseminación de las
enfermedades infecciosas, el cambio climático y la
degradación ambiental. Ahora es estremecedoramente
obvio que un mundo donde millones soportan la
miseria extrema nunca será plenamente seguro, ni
siquiera para sus habitantes más privilegiados.
En una época que ha confundido los desafíos de
pobreza y seguridad, nuestra especulación sobre la
forma en que se produce y se distribuye la riqueza
asume una urgencia especial. Por tanto, resulta muy
propicio que estemos aquí, considerando nuevos
paradigmas que relacionen la actividad empresarial y el
desarrollo social. Amigas y amigos míos, creo que
todos tenemos una visión para el mundo que nos
motiva a actuar en nuestras diversas calidades para
lograr sostenibilidad tal como la vemos. Me gustaría
que dentro de cien años mis nietos vieran un mundo en
el que cada gobierno es elegido democráticamente,
puede satisfacer las necesidades básicas de su
población, se mantiene en paz con sus vecinos y con la
oposición interna y usa los instrumentos de la ciencia y
la economía para el beneficio de su pueblo. En pocas
palabras, ésta es mi idea del desarrollo sostenible,
humilde pero dolorosamente fuera de nuestro alcance,
y sé que es compartida por cada persona que se
encuentra en este salón.
La pregunta que enfrentamos es: ¿cuál es el papel de
la empresa en llevar la sociedad humana hacia esta
visión? He leído con gran interés el ensayo de nuestro
invitado de honor, Stephan Schmidheiny, quien
visualiza el desarrollo como una sinergia entre la
empresa y la sociedad civil. Stephan expresa la
vanguardia de un cambio de muchas décadas del
desarrollo definido por un conjunto limitado de
Walking the Talk 55
Oscar Arias y Stephan Schmidheiny
indicadores de mercado, al desarrollo como un sentido
más integral del bienestar humano.
Sabemos que, para abordar la pobreza, el crecimiento
económico es imperativo. A través de la actividad
empresarial las economías crecen y llegan a ser
capaces de producir los elementos necesarios para
una sociedad saludable. Pero no basta con generar
utilidades. Para desempeñar un papel positivo en la
sociedad, las empresas deben ajustarse a un conjunto
básico de normas éticas no necesariamente
cuantificables en términos de mercado.
Toca a los profesionales y los empresarios visualizar y
poner en práctica la ética del mercado. En el siglo XXI,
los empresarios deben reconocer que somos
responsables unos por otros, que debemos tener
integridad en nuestros tratos, que debemos practicar la
solidaridad y respetarnos mutuamente. Porque, como
lo dijo una vez Octavio Paz, y aquí cito textualmente:
El mercado es un mecanismo eficiente pero, como
todos los mecanismos, es ciego: crea abundancia y
miseria con igual indiferencia. Si se le deja, el mercado
amenaza el equilibrio ecológico del planeta, contamina
el aire, envenena el agua, convierte los bosques en
desiertos y, a fin de cuentas, perjudica a muchas
especies vivientes, entre ellas al hombre mismo. Por
último, y esto es lo más importante, el mercado no es
Walking the Talk 56
Oscar Arias, Fundación Arias
A través de la actividad empresarial las
economías crecen y llegan a ser capaces
de producir los elementos necesarios
para una sociedad saludable. Pero no
basta con generar utilidades. Para
desempeñar un papel positivo en la
sociedad, las empresas deben ajustarse
a un conjunto básico de normas éticas no
necesariamente cuantificables en términos de mercado.
–y no puede ser– un modelo para la vida. No es un
código de ética sino solo un método de producción y
consumo.
Ante todo, los empresarios deben imbuir en la empresa una conciencia de interdependencia. Porque hoy, no
podemos obviar el hecho de que lo que se
hace en Estados Unidos tienen repercusiones en el
Tíbet y que la guerra en África afecta también a
Europa y Latinoamérica. Ya no podemos darnos el lujo
de ignorar nuestra humanidad común o concentrar
nuestra visión tan solo en nuestros propios intereses,
nuestra propia gente y nuestros propios problemas.
Éste es el verdadero significado de la globalización.
Los problemas del mundo, y los éxitos del mundo,
pertenecen hoy día a todos nosotros.
En un mundo interconectado, el destino de la empresa
depende del éxito o fracaso de nuestras luchas por la
paz. Muchos de nosotros habíamos esperado que el
siglo XXI fuera significativamente distinto del anterior.
Habíamos soñado que éste pudiera ser el siglo del
multilateralismo, especialmente en la formulación de
proyectos de seguridad. Pero nuestras esperanzas de
que este nuevo siglo pudiera ser menos violento que el
anterior se han aminorado, puesto que hemos
empezado muy mal.
Los últimos doce meses han sido muy dolorosos para
los que creemos en respuestas colectivas a nuestros
problemas y desafíos comunes. La guerra en Irak
pudo haberse evitado y debió haberse evitado porque,
como lo ha dicho el Papa Juan Pablo II, la guerra
es siempre “una derrota para la humanidad”. En la
historia de la humanidad han habido guerras que fue
imposible que Estados Unidos evitara, tales como la
Segunda Guerra Mundial o la Primera Guerra del
Golfo, pero no creo que la reciente invasión a Irak
fuera una de ellas. En una región tan
atormentada e inestable como el Medio Oriente, nada
podía ser más temerario que la simplificación excesiva
de la verdad; al basar la guerra en falsas reivindicaciones, la administración Bush nos ha puesto a todos en
Walking the Talk 57
Walking
the Talk
una senda oscura e incierta. Temo que la única excusa
que les queda a los autores de esta guerra sea
anunciar que los científicos de Saddam estaban tan
avanzados que se las arreglaron para volver invisibles
todas sus armas de destrucción masiva.
Al mismo tiempo, el ritmo de los eventos
mundiales nos obliga a dejar de lado nuestra
pesadumbre respecto a cómo se inició esta guerra
para considerar la perpetua pregunta de a dónde
vamos. El panorama es siniestro: el terrorismo
amenaza a personas inocentes en todo el mundo, no
solo en los países de Occidente. La proliferación
nuclear en Corea del Norte amenaza con provocar una
carrera armamentista en toda la región. La violencia
sigue aumentando en ciertas partes de África y el
Medio Oriente, donde un muro que divide el corazón de
la Tierra Santa es el epítome de la pérdida de fe en el
diálogo y la negociación por parte de los líderes.
Éstas son regiones en crisis, algunos de los “puntos
críticos” del mundo, pero sabemos que solo
indican una crisis humana que yace en el núcleo
mismo de nuestra modernidad. Es una crisis de
desarrollo cuando casi mil quinientos millones de
personas no tienen acceso al agua potable y mil
millones habitan en viviendas miserablemente
inadecuadas. Es una crisis de liderazgo cuando
permitimos que la riqueza se concentre cada vez en un
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menor número de personas, de modo que las tres
personas más acaudaladas del mundo tienen activos
que exceden el producto interno bruto combinado de
los cuarenta y tres países más pobres del planeta. Es
una crisis espiritual cuando –como dijo Ghandi– mucha
gente es tan pobre que solo ve a Dios en forma de pan
y cuando otras personas parecen tener fe únicamente
en la caprichosa “mano invisible” que guía el libre
mercado. Es una crisis moral cuando 35.000 niños
mueren diariamente por la desnutrición y las
enfermedades. Y es una crisis democrática cuando mil
trescientos millones de personas sobreviven con un
ingreso inferior a un dólar por día, y están excluidas de
la toma de decisiones públicas debido a la agobiante
pobreza en la que se encuentran.
Nuestra especulación sobre la transición a la
globalización, sobre el potencial de la empresa y sobre
los beneficios del libre comercio, no puede ignorar las
luchas de los que se encuentran incluidos en
estadísticas tan deprimentes. Debemos darle a los
ciudadanos razones claras para sentirse optimistas
respecto a la gobernabilidad democrática y el potencial
de las empresas para apoyarla. De otro modo, las
democracias que no satisfacen las necesidades
básicas de sus ciudadanos no resultarán mejores que
los regímenes totalitarios que han reemplazado.
Los problemas del mundo, y los éxitos del
mundo, pertenecen hoy día a todos
nosotros.
Oscar Arias, Fundación Arias
¿Cuánta pobreza puede soportar la democracia? La
pregunta no es retórica. En Latinoamérica, el
impetuoso entusiasmo que llevó masivamente al poder
a regímenes democráticos en la década de los 80 ha
disminuido. Muchas de estas nuevas democracias,
agobiadas por el resurgimiento de la violencia social y
la apatía popular, luchan día con día por mantenerse a
flote. Esta experta audiencia comprende la urgencia de
crear mecanismos más sabios y justos para distribuir la
riqueza en nuestras democracias.
Como bien sabemos, nada perpetúa más directamente
el ciclo de pobreza y violencia que el gasto militar. Creo
firmemente que el gasto militar representa la
perversión más significativa de las prioridades
mundiales que se conoce hoy. El año pasado se
transfirieron
$29.000
millones
en
armas
convencionales, de los cuales casi dos terceras partes
fueron a manos de los gobiernos del mundo en
desarrollo. Amigas y amigos míos, cada dólar que se
gasta en armas innecesarias representa una
oportunidad perdida para mejorar la vida de una
persona que necesita alimento, albergue, educación o
cuidados médicos.
Desde luego, el problema fundamental es de valores.
Quiero citar a mi buen amigo, el finado Mahbub ul-Haq,
quien fue pionero de la escuela de pensamiento de
desarrollo humano. En su libro Reflexiones sobre el
desarrollo humano, él señala: “Hace algún tiempo, el
Presidente de Tanzania, Julius Nyerere, preguntó con
legítima desesperación: ‘¿Debemos acaso matar de
hambre a nuestros niños para pagar nuestras deudas?’.
Es al menos igualmente pertinente preguntar:
¿Debemos matar de hambre a nuestros niños para
aumentar nuestro gasto de defensa?... Cuando
nuestros niños clamen por leche en medio de la noche,
¿les daremos más bien armas de fuego?”.
Dada la naturaleza global del comercio de armas, cada
nación es responsable de sus efectos perniciosos.
Irónicamente, cerca del 80% de todas las
transferencias de armas convencionales se origina en
los cinco miembros permanentes del Consejo de
Seguridad de la ONU. En mi opinión, algo anda muy
mal al vincular la seguridad con los grandes envíos de
armas, muchas de ellas a regímenes irresponsables y
represivos. Al mismo tiempo, los líderes de las
naciones en desarrollo que se quejan por la falta de
recursos deben considerar cuántos cuidados médicos
y educación están sacrificando para mantener sus
presupuestos de adquisición de armas.
Aquí hay un corolario para aquellos de
nosotros que influimos en las políticas de los bancos
multilaterales de desarrollo y los gobiernos donantes.
Me gustaría sugerir respetuosamente al Señor
Wolfensohn que las organizaciones que invierten en
Walking the Talk 59
desarrollo humano tengan todo el derecho de exigir
transparencia en los presupuestos militares de los
países que reciben su ayuda; de hecho, es su
responsabilidad hacerlo. Los estados que solicitan
ayuda externa para alimentar, proveer de vivienda y
educar a sus poblaciones no pueden justificar gastos
militares secretos, ya sea ante sus propios pueblos o
ante el mundo. Esto se aplica aún más a los países
envueltos en conflictos armados.
Asimismo, es legítimo que los donantes
evalúen las posibilidades de redistribución de los
presupuestos militares. Este, desde luego, es un tema
delicado. Conozco tan bien como cualquiera los
perniciosos efectos de la ayuda que viene con
compromisos. Sin embargo, cuando se pierden vidas
en la escala con la que estamos tratando aquí –más de
cinco millones de personas muertas por armas
convencionales solo en la década de los 90, de
acuerdo con las Naciones Unidas– resulta apropiado y
necesario vincular la ayuda con la reducción en el
gasto militar. No creo poder evitar que se me tilde de
intervencionista en esto. Si eso es lo que me han de
decir, pues sea. Tal como lo dijo Edmund Burke hace
más de dos siglos, y como nos lo recordó en nuestros
tiempos Martin Luther King, Jr.: “Lo único que hace
falta para el triunfo del mal es que los hombres buenos
no hagan nada”. El valor de la vida humana tiene
mayor prioridad que el valor de la no intervención.
Walking the Talk 60
El intelecto es inútil si no hay dedicación
a un ideal, así como la riqueza es estéril
sin la visión del empresario de una causa
social.
Stephan Schmidheiny y Oscar Arias de Fundación Arias
Desde que dejé la presidencia, he dedicado
mucho tiempo y energía a la adopción de un código
internacional de conducta sobre transferencia de
armas, iniciativa ahora apoyada por otros dieciocho
Premios Nobel de la Paz y muchas organizaciones
internacionales. Este código, conocido ahora como
Tratado de Comercio de Armas, pide una proscripción
a las transferencias de armas a los gobiernos que
reprimen los derechos humanos y democráticos
fundamentales o que cometen actos de agresión
internacional armada. Me alegra mucho decir que
precisamente hoy estamos lanzando una campaña
internacional para ratificar este tratado a fin de
convertirlo en una ley internacional de acatamiento
obligatorio.
Sé muy bien que una campaña para regular el
comercio de armas nos enfrenta directamente con los
grupos de interés más arraigados del mundo y podría
tomar años, e incluso décadas, progresar. En esta lucha
la colaboración del sector privado, desde los
“empresarios sociales” de las comunidades rurales
hasta las grandes corporaciones multinacionales,
resultará esencial. Algunos podrían acusarnos de ser
utópicos, pero como lo dije respecto al plan de paz de
Centroamérica, para todo hay una primera vez.
trabajo arduo. Todos debemos escogerla y perseverar
en esa senda. Amigas y amigos míos, en algún
momento todos hemos sido víctimas de la creencia
incorrecta, pero popular, de que en este mundo hay dos
tipos de personas: las que piensan y las que actúan.
Pero la realidad no es tan simple. El intelecto es inútil
si no hay dedicación a un ideal, así como la riqueza es
estéril sin la visión del empresario de una causa social.
Queridos amigos y amigas mías, recordemos la
inquietud ética que nos impulsó a reunirnos hoy aquí.
Debemos dirigir los sectores poderosos de la sociedad,
especialmente las empresas, hacia una nueva
moralidad que reconozca la difícil situación de los que
padecen hambre, están enfermos o sufren de
marginación social. Todavía está por determinarse la
trayectoria del siglo XXI, y tal como Víctor Hugo lo
escribió en una ocasión, el futuro tiene muchos
nombres: “para los débiles es lo inalcanzable; para los
tímidos, lo que no se puede conocer; para los valientes
es una oportunidad”. Pese a toda la agitación que
vemos en el mundo actual, debemos recordar que
siempre existe la posibilidad de un mejor futuro. No se
producirá automáticamente. Más bien, requerirá
convicción, perseverancia y valor. Pero tenemos una
oportunidad: aprovechémosla.
En realidad, no hay nada embelesante, ingenuo o
idealista respecto a la paz. La paz no es un sueño, es
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