rx | infertilidad masculina Infertilidad masculina Paternidad frustrada Lejos de los prejuicios del pasado, hoy los hombres reconocen que la imposibilidad de concebir un bebé puede deberse a trastornos de su capacidad reproductiva, y no por ello sienten que su virilidad está puesta en duda. Tratamientos oportunos permiten restablecer la fertilidad a un porcentaje considerable de pacientes María Cristina Sanhueza En algunas culturas antiguas se atribuía a un castigo divino la infertilidad de una pareja, concebida en aquellos tiempos como una amenaza para la supervivencia del grupo familiar y la transmisión del poder acumulado. Hacia la Edad Media se culpaba sin vacilación a la mujer: se creía que el calor y la humedad de la vagina podían impedir la concepción de un nuevo ser, y que la grasa de su vientre –en caso de obesidad– asfixiaba la “semilla del hombre”. Hubo que esperar hasta el año 1677 para que esa “semilla” fuera observada por primera vez bajo el microscopio del holandés Antonie van Leeuwenhoek, quien, asombrado, describió los espermatozoides (también llamados espermios) y conjeturó que un millón de ellos no igualaría el tamaño de un grano de arena. Sin embargo, para entonces aún se creía que los espermatozoides contenían la vida y que la función de la mujer era sólo alojarlos y nutrirlos. No sería sino hasta 1827 que el biólogo alemán Karl Ernst von Baer identificara el óvulo, y comenzara a desentrañarse el misterio de la concepción. De los millones de espermatozoides depositados en la vagina durante el coito, pocos logran llegar al útero. Allí nadan hasta alcanzar –de 38+SALUD 12 a 24 horas después– la trompa de Falopio en busca de un óvulo, pero sólo uno consigue fecundarlo (salvo en casos de embarazos dicigóticos). La información genética que contiene el espermatozoide, unida a la del óvulo, dará origen al embrión, el cual se anida en el endometrio (recubrimiento interno del útero) y prosigue su desarrollo. Factor masculino Se calcula que entre 10 y 15% de las parejas tienen dificultades para procrear. Hasta hace poco tiempo, debido a la escasa información que se tenía sobre la salud reproductiva del hombre, se le asignaba mayor atención a la infertilidad femenina. Hoy, precisa Joseph Abitbol, urólogo andrólogo del Hospital de Clínicas Caracas, se estima que de cada 100 parejas que acuden a consulta por no lograr el embarazo después de un año o más de mantener relaciones sexuales de forma regular, en 50 la infertilidad se debe al factor femenino, en 30 o 40 al masculino y en el resto a la combinación de ambos o a causas idiopáticas (desconocidas). Los avances de la andrología –subespecialidad médica de la urología y la endocrinología– han infertilidad masculina | rx Infertilidad es un término que indica dificultad, no esterilidad o imposibilidad absoluta Exploración médica esclarecido factores antes poco estudiados del funcionamiento masculino en cuanto a su sexualidad y reproducción. También han explicado ciertos trastornos asociados a la edad como la andropausia y el hipogonadismo tardío, que pueden incidir en la capacidad reproductiva. A diferencia de la mujer –en quien la dotación y calidad de los óvulos disminuye con la edad–, en el hombre se da un reciclaje permanente de las células reproductoras, pero con los años se presenta un declive en el volumen del semen y en la movilidad y morfología de los espermatozoides. Las causas de infertilidad masculina pueden ser identificadas en 75% de los casos, señala Abitbol, una posibilidad que juega a favor de la recuperación de la capacidad reproductiva en un porcentaje considerable. Cuando un paciente acude a consulta, el especialista evalúa los diversos factores que interfieren en la formación, la cantidad y el transporte de los espermatozoides: antecedentes médicos y quirúrgicos, examen físico, prueba básica del semen, espermograma, análisis bacteriológico y estudio del ADN de las células germinales. Además, se le realizan pruebas de función hormonal, eco-doppler y biopsia de testículo. “Todo paciente con menos de cinco millones de espermios por mililitro (oligoespermia) debe ser estudiado desde el punto de vista genético”, advierte Abitbol. El especialista apunta que de acuerdo con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud, cada mililitro de semen tiene normalmente más de 15 millones de espermios. Si se toma en cuenta que el volumen de semen alcanza de 2 a 6 mililitros, una eyaculación puede contener entre 30 y 90 millones de espermatozoides. Las causas de esterilidad masculina, precisa Abitbol, pueden ser pre-testiculares (por lo general hormonales, con alteraciones en el hipotálamo y la hipófisis), testiculares (que comprometen directamente al testículo por inflamación o factores congénitos y genéticos) o post-testiculares (fallas en el transporte normal de los espermios). Dependiendo de la causa, el tratamiento puede consistir en la administración de fármacos o suplementos hormonales, o en la práctica de cirugía correctiva, microcirugía o técnicas de reproducción asistida. 39+SALUD rx | infertilidad masculina Entre 30 y 40% de los casos de infertilidad que llegan a la consulta corresponden al factor masculino Origen plural Además de los problemas de eyaculación, las dificultades de erección, la prostatectomía (cirugía de próstata) y enfermedades como la esclerosis múltiple, existen otras alteraciones específicas que obstaculizan la fertilidad. El urólogo enumera las más frecuentes: Varicocele. Venas dilatadas a manera de várices alrededor de los testículos o del escroto. Es la causa más común de infertilidad y se puede reparar con cirugía. Criptorquidia. Los testículos del niño no descienden dentro del escroto, encargado de mantener una temperatura más baja que la corporal. De no corregirse tempranamente, puede producir esterilidad. 40+SALUD Azoospermia . Puede ser “obstructiva”, de origen congénito o resultado de infecciones en las vías seminales. Se trata con recanalización quirúrgica o se aspiran los espermatozoides para reproducción asistida. La azoospermia “no obstructiva” es consecuencia de una deficiencia hormonal o testicular. El cuadro más complicado, señala Abitbol, es el de “arresto testicular”, que mantiene los espermatozoides en fase de inmadurez. En este caso, el paciente debe recurrir a bancos de semen de los centros de reproducción asistida. Epididimitis. Inflamación del epidídimo (tubo situado detrás de cada testículo donde se almacenan y maduran los espermatozoides) como consecuencia de una infección que se puede extender a los testículos. Se trata con antibióticos. Infertilidad inmunológica. El sistema inmunológico ataca a los espermatozoides, haciéndolos infértiles. Se trata con terapia farmacológica o se recurre a técnicas de reproducción asistida. Orquitis urliana. Inflamación testicular derivada de parotiditis (paperas) al inicio de la pubertad. Abitbol precisa que “cuando afecta ambos testículos y destruye el epitelio germinal –no ocurre en todos los casos–, la infertilidad puede tornarse irreversible”. Enfermedades infecciosas del sistema reproductor. Afecciones que repercuten en la próstata o en las vesículas seminales. Se diagnostican mediante estudios bacteriológicos y se atacan con fármacos. Eyaculación retrógrada. El semen retrocede y se vierte en la vejiga en vez de salir a través del pene. Es un cuadro poco frecuente causado por cirugías abdominales o del tracto genitourinario, diabetes o consumo de fármacos específicos. La recolección de espermios se puede realizar directamente de la orina para recurrir a técnicas de reproducción asistida. infertilidad masculina | rx Reproducción asistida Cuando se trata de alteraciones no reparables, o cuando no se logra la concepción por vía regular, el paciente puede recurrir a técnicas de reproducción asistida: Inseminación intrauterina. Procedimiento de baja complejidad que se practica cuando existen de 8 a 10 millones de espermatozoides por mililitro de semen. Consiste en la colocación de los espermios en el útero mediante un catéter. Fertilización in vitro. Tecnología de alta complejidad, mediante la cual se fecunda al óvulo con los espermatozoides en el laboratorio y se implanta luego el embrión en el útero. Inyección de espermios en un óvulo maduro. Practicada por primera vez en 1992 en Palermo (Italia), se aplica cuando hay menos de 5 millones de espermatozoides por mililitro de semen. Frente a la incertidumbre Los tratamientos para la infertilidad pueden implicar un esfuerzo físico y emocional para la pareja que hace necesario el apoyo psicoterapéutico. Felicitas Kort, psicólogo clínico especialista en terapia conductual y cognitiva, explica que el no saber con certeza si se logrará cumplir el anhelo de ser padres, resulta a menudo una fuente de ansiedad y depresión. “El apoyo emocional y la educación psicológica de los modos de pensar alivian la travesía hacia la búsqueda de la fertilidad”, afirma la especialista, y asegura que “el entrenamiento en relajación muscular profunda y en meditación son favorables para tener comando de lo incierto e incentivar los estados de ánimo serenos”. Por otra parte, algunos tratamientos para la infertilidad condicionan la vida sexual de las parejas: a veces convierten el sexo en una obligación programada en horarios rígidos. La depresión por la sensación de fracaso y pérdida que resulta de Otras causas En países como Dinamarca y Estados Unidos se está investigando la disminución de la calidad del semen –hasta niveles que podrían impedir la fecundación– como consecuencia de sustancias tóxicas utilizadas en la industria, exposición a radiación ionizante, metales pesados, pesticidas y contaminantes químicos de diversa naturaleza. Si bien aún no se conoce con precisión el grado de influencia de estos factores ambientales, el urólogo Joseph Abitbol advierte que existen otros, de carácter personal y social, cuyo efecto en la caída del número y la movilidad de los espermios está comprobado: hábitos nutricionales inadecuados, elevado consumo de alcohol, tabaco o drogas ilícitas e, incluso, el uso prolongado de algunos fármacos. En muchos casos, afirma el especialista, la obesidad es responsable de la infertilidad, pues en la zona donde se acumula la grasa abdominal se tiende a degradar la testosterona (hormona masculina fundamental en la producción de espermatozoides), transformándose en estrógeno (hormona femenina). los intentos fallidos encuentra en las estrategias de la psicoterapia conductual y cognitiva una forma de superación. Según Kort, “el paciente puede alcanzar una actitud positiva con la pareja, los familiares y los amigos, orientada a la toma de decisiones y al manejo del estrés negativo”. • F u e n t e s c o n s u lta d a s ºJoseph Abitbol, urólogo andrólogo. Hospital de Clínicas Caracas y Centro Médico Docente La Trinidad. ºFelicitas Kort, psicólogo clínico, especialista en terapia conductual y cognitiva y autora del libro Manual de emociones, entre otros. ºHistoria y epidemiología. Juan Aller, Gustavo Pagés, Juan Carlos Álvarez. ºwww.asociaciondeurologos.com. 41+SALUD