La Iglesia de San Esteban y la Incarnacion St. Stephen and the Incarnation Church La Iglesia San Esteban y la Encarnación es parte de la Diócesis Episcopal de Washington, que incluye el Distrito de Columbia y los condados de Montgomery, Prince George, Charles y St. Mary del estado de Maryland. Bajo el liderazgo de la Reverendísima Mariann Edgar Budde, la diócesis ha afirmado que su primera prioridad es la renovación y revitalización de nuestras congregaciones y los ministerios centrales, en el servicio a la misión de Cristo. Como diócesis, nos sentimos llamados a participar en un cambio mundial con una fe perdurable en Jesucristo para que aún más personas puedan conocer el amor de Dios. La diócesis ha sido bendecida con la rica diversidad racial y cultural, incluyendo seis congregaciones de habla hispana, numerosas congregaciones rurales, y una variedad de parroquias urbanas. La diócesis incluye como parte de su misión el apoyo de varias asociaciones internacionales, así como diecisiete escuelas episcopales. San Esteban y la Encarnación es un miembro de la Región I, una de las seis regiones geográficas en las que la diócesis se divide. La Regiόn 1 representa un parte del Distrito de Columbia. Incluye tantas grandes como pequeñas parroquias, tanto en zonas residenciales como comerciales. Las comunidades episcopales de este region están listas para el crecimiento a través de la innovación. Tienen oportunidades de divulgación robustas sino también gran espacio para nuevas expresiones de ministerio y la creaciόn de una comunidad. I. Se nos puso en este lugar Y a tarde un sábado por la noche, en una iglesia a oscuras y ante una silenciosa congregación reunida para escuchar la historia de nuestra fe a través de las lecturas de la Vigilia Pascual, un hombre de barba gris y ataviado con una túnica de estilo medio oriental entra a un círculo de luz. Conforme el piano toca suavemente en el fondo, él avanza lentamente, al parecer bregando con cierta lucha interna. Finalmente sube hasta un río, recreado con tiras de una brillante tela azul; cruza vadeando y parte hasta perderse de vista en la oscuridad de la distancia. Pero la historia no acaba aquí. De entre las sombras del mismo paraje junto al río surge una joven pareja, un hombre y una mujer, ambos vestidos con camisetas y pantalones oscuros, y ella sosteniendo fuertemente a un bebé bien arropado. Conforme se abren paso hacia el río, de pronto el intenso resplandor de una luz gira desde arriba, como emitida por los reflectores de un helicóptero, y la pareja debe esquivar a la policía de inmigración mientras trata de cruzar el río. La congregación —tanto inmigrantes como nacidos en los Estados Unidos por igual— se sobresaltan al percatarse de que la enseñanza de la Vigilia —de Abraham y Sara, y del eco que encuentra en la travesía de esta joven Sagrada Familia— es la historia de todos los que buscan la promesa de libertad y plenitud en una nueva tierra. Esta experiencia inolvidable, parte de una reciente Vigilia de Pascua en la Iglesia San Esteban y la Encarnación, fue una de una serie de actividades y servicios religiosos que todos los años reúnen a la gente de nuestra parroquia, a los fieles de habla inglesa y española de nuestras cuatro congregaciones. A través de las antiguas escrituras y sacramentos de nuestra fe, a través del estudio y el arte, a través de las labores de conducción de la parroquia y ministerio vecinal, reflexionamos de una manera renovada acerca de cómo Dios entreteje nuestro surtido variopinto de peregrinos para convertirlo en “un solo cuerpo”, en una parroquia dinámica, innovadora y bilingüe, ubicada en uno de los vecindarios urbanos más diversos, pero rápidamente cambiantes de los Estados Unidos. Creemos que Dios llama a la parroquia de San Esteban y la Encarnación a estar exactamente en este lugar, en este viejo y enorme edificio de los 1920, en este cruce particular de vecindarios y culturas en el Distrito de Columbia. Del mismo modo que la vida en la recientemente ampliada naturaleza multicultural de nuestra parroquia constituye tanto una bendición como una arena de batalla, así nuestro edificio representa un desafío de mantenimiento y un aspecto fundamental de las contribuciones de nuestra parroquia al vecindario y a la ciudad. Entre al comedor de la parroquia en una mañana cualquiera, y encontrará a los hambrientos y desamparados disfrutando de una comida, obra de una de las muchas organizaciones que aloja nuestro edificio. Entre a la nave de la iglesia algún sábado por la noche y tal vez encuentre uno de los bailes de contradanza Page 1 mensuales más grandes de la costa oriental, cuando el Grupo de Baile de Contradanza del Distrito de Columbia mueve todas las bancas hacia la orilla para abrirle paso a la música y al movimiento alegres hasta bien entrada la noche, poniendo todo de nuevo en orden antes de la llegada de los fieles a la misa dominical de las 8 de la mañana. Otras noches, las bancas o el piso del auditorio se convierten en zona de alojamiento donde pueden pasar la noche activistas de todo el país, quienes encuentran en la Iglesia San Esteban un lugar para dormir y ducharse, así como para ensayar y prepararse para participar en sus manifestaciones en el Distrito de Columbia y en actividades en la capital de la nación sobre cuestiones de paz y justicia. No todos en la parroquia comulgan con todas las causas, lo mismo que uno no podría esperar que cada feligrés compartiera el gusto por la música ranchera, pero el uso del edificio —en cuanto a la oración y a la labor de acercamiento, y a su hospitalidad radical— forma parte de nuestra tradición como parroquia. Una tradición vanguardista Mucho antes de que se hiciera de una reputación como una comunidad cristiana progresista, la Iglesia San Esteban y la Encarnación (producto de la fusión de dos parroquias en 1926) dio lugar a nuevas maneras de ser Iglesia. Antes de que se les diera el derecho a votar en elecciones públicas, a las mujeres de la Iglesia San Esteban se les incluyó como votantes en los asuntos de la parroquia. En los 1950, al encarar la alternativa de seguir siendo una “iglesia blanca,” mudándose a los suburbios, o acoger a los afroamericanos como feligreses, la Iglesia San Esteban se convirtió en la primera congregación históricamente blanca de la diócesis de Washington en integrarse racialmente. Dos hombres, miembros de la Iglesia San Esteban se unieron en santa unión en una ceremonia celebrada por el rector de la parroquia hace exactamente 45 años. La Iglesia San Esteban creía tan hondamente en la ordenación de las mujeres que dedicó su misa dominical principal a la primera 4 de Septiembre, 1975: Cuatros mujeres fueron ordenado sacerdotes “irregulares” en San Esteban. eucaristía de la Iglesia Episcopal Mucho gente dice que esta evento causado la Iglesia Episcopál en 1976 a aprobar la ordenación de celebrada por una mujer sacermujeres. dote y, hace 40 años, cuatro mujeres fueron ordenadas de manera irregular en la parroquia. Los detalles sobre estos acontecimientos decisivos de la vida de la parroquia están disponibles en nuestro sitio electrónico, en http://www.saintstephensdc.org. Ahora estamos aquí, en 2015, adentrándonos cada vez más en un futuro multicultural y bilingüe. Nuevos rostros —del clero, el laicado y el personal— compartirán el liderazgo. Nuestro sacerdote mayor, el reverendo Frank Dunn, se retira en 2016, después de 12 años de servicio. Entre tanto, la reverenda Sarabeth Goodwin, quien es la sacerdote que ha estado atendiendo principalmente a la congregación de habla hispana, ahora con 10 años como parte de la parroquia, está haciendo la transición para asumir a tiempo completo las responsabilidades diocesanas. Creemos que ha llegado la hora de emprender una reconfiguración, mientras buscamos un sacerdote a tiempo completo, un sacerdote mayor competente tanto en inglés como en español. De la misa en un solo idioma a dos, de nuestro pasado con historia a un futuro desafiante, ahora somos una parroquia con más de 200 feligreses altamente creativos que están decididos a participar del poder transformador del Evangelio, deseosos de ver crecer a la parroquia en formas nuevas y sedientos de ideas nuevas sobre cómo ser seguidores de Jesús en el siglo XXI. Page 2 II. ¿Quién es nuestro prójimo? La parroquia ha venido cambiado, porque así ha venido haciéndolo nuestro vecindario. Cuando la iglesia episcopal de San Esteban y la Encarnación fue fundada en los 1920, el vecindario al que atendía era blanco y de clase obrera. Desde entonces ha habido olas de drástico cambio: el fin de la segregación racial en los 1950, la migración de la población blanca en los 1960 y 1970, la inmigración centroamericana en los 1980 y 1990, y el aburguesamiento en los 2000. Otras tres realidades de nuestra región inmediata fueron la devastación del corredor de la calle 14 en 1968, tras los disturbios que sucedieron al asesinato de Martin Luther King, Jr.; la epidemia delictiva y del crack de cocaína de finales de los 1980 (incluyendo los dos jóvenes muertos a tiros frente a la escalinata de la iglesia); y la apertura de la estación del Metro de Columbia Heights en 1999, que afianzó la “reurbanización” de la zona, y provocó la rápida alza de precios de los bienes raíces y el aburguesamiento en curso. Los vecindarios que rodean a la Iglesia San Esteban —Columbia Heights al este y Mount Pleasant al oeste— albergan a una importante población de habla hispana. Estos y los vecindarios circundantes son algunas de las partes que están cambiando con rapidez en el Distrito de Columbia. Hasta 2013, nuestro vecindario inmediato era 27% latino, 30% afroamericano y 38% blanco no hispano, haciendo de nuestra zona postal una de las cinco más diversas de los Estados Unidos. Quince por ciento de nuestros vecinos son niños menores de 18 años, 61% son adultos de entre 18 y 44 de años edad, y sólo 25% es mayor de 45; 64% de nuestros vecinos nunca se ha casado y el 56% se graduó de la universidad. Después de 2000, la Diócesis de Washington hizo de sembrar congregaciones hispanas una alta prioridad. El vecindario de la Iglesia San Esteban pareció un lugar lógico para sembrar una congregación tal. La siguiente es una descripción de la creación de la Misa Alegría. Misa Alegría: un ministerio episcopal multicultural Una historia y descripción, por Luis Correa La congregación de la Misa Alegría de la Iglesia San Esteban y la Encarnación surgió en 2005 como una iniciativa de la reverenda Sarabeth Goodwin. Cuando empezó a buscar trabajo durante su último año en el seminario, ella buscaba una congregación latina ya existente en la Diócesis de Washington. Al no encontrar vacantes, soñó con crear una congregación en la Iglesia San Esteban y la Encarnación, situada en el corazón latino de Washington. Se reunió y habló de la posibilidad con el sacerdote mayor, Frank Dunn. Durante esa entrevista, se enteró de que él ya estaba ofreciendo bendiciones para quinceañeras y otros servicios religiosos en la comunidad latina. Además, la Iglesia San Esteban ya había sostenido conversaciones con el reverendo Simón Bautista, por ese entonces el misionero latino de la diócesis, acerca de cómo crear un ministerio latino. Con la ayuda de Dios y del impulso a nivel diocesano, esta idea se hizo realidad. A algunos les preocupaba tener una mujer que no era latina encabezando esta nueva congregación. Las deliberaciones a nivel de la diócesis y de la parroquia duraron seis meses, pero con el apoyo de Bautista y de Dunn, así como de Paul Cooney, canónigo para el ordinario diocesano, la Diócesis de Washington prestó su apoyo financiero para esta iniciativa. En diciembre de 2005, Dios le confió la gran misión de formar la congregación latina de la Iglesia San Esteban y la Encarnación a la reverenda Sarabeth. Con la aprobación de la junta parroquial, ella empezó a sortear los retos de formar una nueva congregación: la falta de una computadora, de espacio para una oficina y de feligreses. La reverenda Goodwin y un feligrés de la Iglesia San Esteban repartieron volantes por el vecindario invitando a la gente a asistir a la primera misa bilingüe (que casualmente coincidió con la Víspera de Navidad). A pesar de la poca asistencia esa primera noche, la reverenda Goodwin no se descorazonó. En esa ocasión, el padre Frank y la madre Sarabeth bendijeron el matrimonio de una pareja de El Salvador. La reverenda Sarabeth los invitó a establecer la nueva congregación latina. El señor Hugo Pérez, junto con familiares que alguna vez vivieron en Columbia Heights, apoyó la nueva congregación. El 5 de marzo de 2006, primer domingo de Cuaresma, la reverenda Sarabeth Goodwin, acompañada por el reverendo Frank Dunn, celebró su primera misa en español Page 3 para cerca de 30 personas, entre ellas familiares suyos, alrededor de 12 integrantes de la familia Pérez, el padre Vidal Rivas y los miembros del coro de San Gabriel, de una iglesia católica romana; también se les unió el músico Cruz Aguilar. Al nuevo servicio religioso en español se le llamó Misa Alegría, a sugerencia del artista gráfico John Vorhees (de la iglesia del Redentor, la parroquia hermana de la Misa Alegría en la diócesis). Los feligreses acogieron con cariño el nombre de la nueva congregación en español por su significado especial de fe y esperanza. Nos reunimos a las 5:15 p.m. todos los domingos y, después de la misa, disfrutamos de una deliciosa comida preparada y servida por un grupo alternante de feligreses. Desde 2006, la participación en la Misa Alegría ha venido creciendo todos los años. En promedio, 60 feligreses de diferentes culturas y países asisten a la misa vespertina semanal de los domingos. Este crecimiento deriva de la espiritualidad y la labor evangélica establecida por la reverenda Sarabeth Goodwin. Ella ha celebrado incontables ceremonias religiosas, tales como bautizos, quinceañeras, confirmaciones, matrimonios, funerales, etc. Los feligreses de la Misa Alegría participan en seminarios, capacitaciones, y estudios bíblicos para niños y adultos, y celebran festividades religiosas tradicionales como el Día de Muertos y las fiestas patronales. III. Quiénes somos Algunos de los cambios más grandes dentro de la parroquia son debidos a los cambios socioeconómicos en los barrios de Columbia heights y Mount Pleasant, y además, los cambios en el area metroplitana de Washington DC. Ahora, la composición racial de la parroquia es aproximadamente 17% afroamericano/caribe americano, 27% hispano, 54% blanco no hispano y 2% otro. El efecto del cambio a la demografía del vecindario de DC es evidente al comparar estas estadísticas con una encuesta de 1994 de la parroquia (84 encuestados): Hace 30 años, éramos 46% afroamericano/caribe americano y 48% blanco no hispano, y sólo una persona se identificό como hispano. Nuestro Informe Parroquial de 2014 para la diócesis indica el número de comulgantes activos como 217, de los cuales 30% asisten a la misa en español y 70% a una de las misas en inglés. La edición de febrero de 2015 de nuestro directorio parroquial, Sal(t), nombra a 30 niños y jóvenes que forman parte de la congregación de habla inglesa. Otros 15 a 20 niños y jóvenes integran la congregación de la Misa Alegría. El boletín quincenal de la parroquia, BREAD (al presente publicado nada más en inglés), se envía electrónicamente a unas 400 direcciones de correo electrónico y 20 personas la reciben por correo postal. Una reciente encuesta parroquial recogió 111 respuestas para actualizar nuestro sentido de quiénes somos, incluyendo el grado al que seguimos reflejando la historia y la diversidad de nuestro vecindario. Entre los que asisten a los servicios religiosos en inglés: • 46% creció en la Iglesia Episcopal u otra iglesia anglicana, 60% en uno de los credos protestantes principales y 20% en la Iglesia Católica Romana (algunos feligreses informan haber crecido con más de un credo religioso). • 29% ha venido asistiendo a misa en la Iglesia San Esteban por menos de cinco años, 27% de cinco a nueve años, 22% de diez a diecinueve años, y 23% más de veinte años. • 25% de los adultos tiene menos de cuarenta años de edad, 36% tiene entre cuarenta y sesenta años, y 41% es mayores de sesenta. • 71% está casado o vive con una pareja, en tanto que 16% es soltero y nunca ha estado casado. • 23% se identifica como lesbiana, gay u homosexual, bisexual, o transgénero. • 59% vive en zonas postales en un radio de dos millas de distancia de la parroquia, otro 16% vive en otras partes del Distrito de Columbia, 19% vive en Maryland y 5% vive en Virginia. Entre aquellos que asisten a la Misa Alegría: • la mayoría de los adultos crecieron como católicos romanos, pero se convirtieron al episcopalismo/anglicanismo Page 4 como resultado de su participación en la Misa Alegría. • casi todos son latinos y la mayoría son inmigrantes de primera generación; los más provienen de El Salvador, con varios de Guatemala, México y Ecuador, así como algunos de muchos otros países de habla hispana de América Latina y el Caribe. • pocos están casados legalmente, pero la mayoría tiene una pareja, ya sea en su país de origen o consigo en los Estados Unidos. • pocos se identifican como lesbianas, gays u homosexuales, bisexuales, o transgéneros, aunque apoyan las prácticas incluyentes de la Iglesia San Esteban y la Encarnación. • algunos viven en el vecindario, en tanto que otros solían vivir aquí, pero se mudaron, en parte debido al creciente costo de la vivienda. También en la encuesta de 2015, los feligreses dieron como sus tres motivos principales para elegir a la iglesia de San Esteban: 1) que querían asistir a una iglesia episcopal; 2) la diversidad racial de la parroquia; y 3) nuestro foco en la justicia social. Un cuarto motivo —sentirse bien recibido en lo personal— les siguió apenas un poco detrás. La labor de justicia La perspectiva de una feligrés de mucho tiempo: Kaaren Holum Tal vez nuestra parroquia debería llamarse San Esteban y la “Reencarnación”, porque nosotros la hemos construido y reconstruido varias veces, que yo recuerde. Parte de esto es en respuesta al cambio constante que impera a nuestro alrededor en los vecindarios, en la composición demográfica, en la economía, en las presiones sociales y (en el Distrito de Columbia) en la política. Buena parte de éstos son cambios al seno de la Iglesia en su conjunto, así como al interior de nuestra parroquia, que he vivido como feligrés desde los 1970. Somos mucho más responsables con el dinero, de modo que nuestras puertas sigan abiertas, las luces encendidas, el edificio bien utilizado y la contabilidad, en su mayor parte, bien equilibrada. Las mejoras de la Campaña Capital se llevan a cabo con muy necesarias renovaciones ya terminadas y otras más por venir. Cuando empecé asistir a la iglesia de San Esteban, no había ningún programa para los niños los domingos por la mañana, porque casi no había familias con hijos pequeños. ¡Gracias a Dios por el ministerio Jugar Junto a Dios para los más chicos de entre nosotros! En los primeros recuerdos que tengo de la iglesia de San Esteban, nuestra misa en español no era ni siquiera una idea, y tampoco lo era nuestro foco de reunión más reciente: la misa contemplativa del Centro Encuentro (Finding Center) —¡quién lo diría!— los sábados por la noche. Pero una impresión que tengo de la Iglesia San Esteban y la Encarnación permanece inalterable. Decenas de feligreses siempre han aportado su tiempo, esfuerzo y dinero en decenas de maneras de formar un todo funcional: contando el dinero de la colecta, preparando café, recibiendo a la gente los domingos, ayudando en la oficina, como acólitos, en la junta parroquial, cantando en el coro y de tantas otras maneras de las que nadie nunca se entera. Cuidar los unos de los otros y renovar la oración cada domingo ha sido una constante. Cuando renovamos nuestros votos bautismales en la Vigilia Pascual y en otras oportunidades durante el año litúrgico, existe una particular resonancia con nuestro voto de “luchar por la justicia y la paz entre todos”: una dedicación activa y apasionada a la justicia se ha entrelazado en la estructura de la Iglesia San Esteban y la Encarnación en el último siglo; esta dedicación continúa hasta el día de hoy, y con frecuencia se expresa en las peticiones individuales y las oraciones de gracias que se hacen durante las Oraciones de los Fieles. Nuestros corazones se llenan de esperanza en el Día de Todos los Santos, mientras caminamos en procesión alrededor de la gran nave de nuestra iglesia honrando a los padres de nuestra fe, y regocijándonos al nombrar a los santos en la larga lucha por la equidad y la justicia. La reciente encuesta corrobora lo que sabemos de recibir a las nuevas personas que entran por nuestras puertas: la labor de justicia social atrajo a muchos de los feligreses actuales a la órbita de la congregación y los condujo a acudir a rezar aquí. Muchos de nuestros feligreses participan en la labor de justicia en su vida cotidiana a través de su trabajo o como voluntarios. Al pararse alrededor del altar con la mano extendida para recibir la hostia consagrada, uno puede estar al lado de una maestra que luchó por acabar con la pena de muerte, un activista por la igualdad de las personas transgénero, un defensor de los desamparados, un activista laboral o un experto en política sobre refugiados menores de edad que llegaron al país sin la compañía de un adulto. Uno está al lado de activistas sociales, voluntarios de los Cuerpos de Paz que están de regreso, o jóvenes que se mudan a o de la cercana comunidad de Sojourners. Page 5 IV. Cuatro congregaciones, una sola parroquia La iglesia parroquial de San Esteban y la Encarnación cuenta ahora, en 2015, con cuatro misas regulares. Si bien hay cierto flujo entre estos servicios religiosos, la mayoría de los feligreses asisten a la misma misa; muchos, aunque ciertamente no todos, participan en la vida relacionada con ella como lectores o trayendo las hostias para la eucaristía, por ejemplo, o quedándose para el café. Cada una de las cuatro misas participa en cierta medida de características formales e informales, “altas” y “bajas”, tradicionales e innovadoras. ¡Nos regocijamos en nuestra diversidad litúrgica! Las misas de más larga data son una eucaristía dominical temprano por la mañana con una liturgia tradicional, y una más tarde, también el domingo por la mañana, con una liturgia más moderna, ambas en inglés. La eucaristía en español de los domingos por la tarde empezó en 2006. La eucaristía contemplativa en inglés (y en silencio) de los sábados por la tarde no empezó sino hasta enero de este año, de modo que no se incluye en la gráfica siguiente, la cual fue creada a partir de los Informes Parroquiales de los últimos 16 años. La misa dominical de las 8:00 a.m. Todos los domingos por la mañana, en la capilla de la Encarnación (cuya extensión se abre al lado este de la nave de la iglesia), se celebra una misa baja (recitada en voz baja) usando el Rito uno de la Santa Eucaristía del Libro de oración común. Los asistentes por lo general son de 12 a 20, de entre un grupo de “feligreses asiduos”. Por supuesto, a veces hay visitantes y otros son miembros de la parroquia que normalmente La perspectiva de una feligrés de la asisten a la misa de las 10:30, pero que en ocasiones optan por la de más Misa Alegría: Irma Cruz Chavez temprano por la mañana. Es una misa corta, de unos 50 minutos, ya que Misa Alegría, para mí, ha sido una gran no cuenta con música coral, procesión del Evangelio ni oraciones de los experiencia. Lo que más me gusta es que fieles expresadas en lo individual. El salmo lo dirige alguien de la conhe sido confirmada en la fe de Cristo por la gregación y las lecturas las hacen lectores que van hasta al facistol desde Iglesia Episcopal. Para mí esto ha sido muy sus lugares. importante. Me gusta la familiaridad que “A la salida, nuestros oficiantes nos despiden con afable conversación”, existe entre todos los miembros de nuestra señala Shirley Evbuoma, una de las feligreses asiduas de las ocho. “Son comunidad en la iglesia. Somos una gran muy receptivos a nuestras necesidades espirituales. En ocasiones tenfamilia que ha superado muchos retos. emos una imposición de manos en el altar después de la misa para También, para mí es muy importante el aquellos que tienen necesidades de oración, así como súplicas y oraciocrecimiento de la iglesia. Creo que todos nes de gracias individuales”. los miembros debemos de trabajar en esto. Sólo le pido a Dios que crezcamos y sigamos Shirley informa que, “Muchos de nosotros con compromisos y trabajo sembrando semillas para que cosechemos en domingo disfrutamos de esta oportunidad para asistir a la iglesia temmuchos frutos. La Misa Alegría es música, es prano por la mañana. En nuestra reunión del café, que ahora tenemos fiesta, es amor. Bendito sea el Señor! una vez al mes, nos damos tiempo para quedarnos a convivir un poco Page 6 más con otros que van saliendo de la primera misa, saludándonos mutuamente, en un esfuerzo por ayudar a estrechar más los lazos de la presencia multicolor y étnicamente diversa que tenemos, incluso en este pequeño convite”. La misa dominical de las 10:30 a.m. Al presente, este servicio religioso es el más grande de la parroquia, con entre 70 y 120 feligreses, y alrededor de 90 en un domingo típico. Es una eucaristía de Rito II ricamente matizada con la música de muchas tradiciones litúrgicas, musicales y culturales. El coro dirige el canto desde las bancas en medio de la congregación. La costumbre más constante de nuestra celebración —también válida para la Misa Alegría y para el Centro Encuentro, que se detallan a continuación— es nuestra reunión alrededor del altar para la eucaristía, rezando y proclamando, cantando y recibiendo la comunión en un círculo. Las oraciones de los fieles comienzan con una de las fórmulas del Devocionario, seguidas de un espacio para que los feligreses expresen, del modo que deseen, sus oraciones de gracias o intercesiones específicas. Si estamos orando desde las bancas, se pasa un micrófono, y otras veces se da voz a estas oraciones cuando estamos reunidos en un espacio más íntimo en torno al altar. Los niños ayudan a recoger las ofrendas y participan plenamente en la procesión del ofertorio. Algunos aspectos de la liturgia tienen un dejo del pasado anglocatólico de la iglesia de San Esteban; por ejemplo, se esparce incienso en círculos durante las procesiones, se pasan velas de vigilia encendidas ante las efigies de San Esteban y de María. Otros aspectos de la liturgia son bastante informales; por ejemplo, aparte del celebrante, quienes participan en la liturgia generalmente no están investidos. El saludo de la paz puede semejar un baile popular, para deleite de algunos, consternación de otros y confusión ocasional de algún visitante que supone indica el término de la misa. Este contraste entre deleite y consternación es sin duda característico de la misa de las 10:30, tal que la liturgia misma se convierte en una gran maestra de la infinidad de maneras de respetar la diversidad en esta parroquia. Uno aprende que lo que quizás aborrezcas no deja de revelarle la verdad del Evangelio a la persona que está sentada a un lado tuyo en la banca. Y lo mismo pasa con la diversidad de voces que se escuchan desde el púlpito —ya sea el sacerdote mayor o uno de la clerecía afiliada, un invitado, o el laico esporádico—, aunque no te guste mucho el sermón, puedes estar seguro de que apelará a la condición de otros que están orando junto contigo. Y viceversa, por supuesto. La misa dominical de las 5:15 p.m.: la Misa Alegría Esta misa en español es la más animada de la parroquia, pues es alegre y espontánea, y abunda en oraciones por acontecimientos, viajes y preocupaciones. El número de feligreses por lo general asciende a los 60 en cualquier tarde de domingo dada. En contraste con la diversidad de voces clericales en el servicio religioso de las 10:30 en inglés, la Misa Alegría la ha dirigido principalmente un solo predicador y celebrante desde sus inicios, y los asistentes aprecian la estabilidad de tener una sola voz en la prédica. La coreografía para la Misa Alegría es similar a la del servicio religioso de las 10:30: una eucaristía de Rito dos en la que los congregantes rodean el altar, se quema incienso, tiene muchos participantes e impera un toque contemporáneo. Pero también tiene características distintivas; por ejemplo, los niños se reúnen alrededor y muy cerca del altar durante la eucaristía, y se llevan a cabo procesiones adentro y afuera en honor de la Virgen María y otros santos en días festivos especiales. ¡Y la música! Uno de varios feligreses de origen no latino que asisten regularmente a la Misa Alegría y que también forma parte de su pequeño coro señala que “el énfasis no está en cantar la música como está escrita, sino en cómo se siente. Armamos nuestras armonías de una manera orgánica y usamos cabasas, maracas, tambores y güiros para crear un sonido jubiloso. El director Cruz Aguilar toca el teclado o el piano, y músicos invitados ocasionales se suman con la guitarra o una mandolina. Seleccionamos la mayor parte de la música para nuestra misa del himnario Flor y canto, complementándola con música cristiana contemporánea en español y con himnos de los países representados en la Misa Alegría. La música es el alma de la celebración, llena de espíritu y alegría de vivir. ¡En la Misa Alegría siempre hay tiempo para una canción más!” Page 7 Después de la misa, los asistentes se reúnen en el salón parroquial para el Convivio, un espacio para comer y compartir historias que por lo general dura más que un café tradicional y sirve para reforzar los lazos entre los feligreses. La perspectiva de un nuevo feligrés: Phil Kennedy La misa sabatina de las 5:30 p.m.: el Centro Encuentro Este servicio religioso empezó como una forma de acercarse a aquellos feligreses que buscaban algo diferente en la misa, así como a los recién llegados y los que exploran la fe por primera vez o después de una larga ausencia. Con sólo seis meses de vida al momento de escribir esto, el Centro Encuentro (Finding Center) está más que nada en proceso de desarrollo, pero ya cuenta con un núcleo de feligreses de la iglesia de San Esteban, y otros que no lo son, quienes han hecho de esta misa parte de su semana. El número de asistentes ha variado considerablemente, de 8 a 22, con una base que aún no está definida. El Centro Encuentro es un servicio religioso minimalista de 45 minutos de duración, que entrelaza música, silencio, lecturas y comunión. La música generalmente consiste en canciones de Taizé con un acompañamiento de guitarra o piano. Para la larga apertura contemplativa se utiliza música grabada; cantos gregorianos, por ejemplo, o música de jazz de Miles Davis o flauta japonesa. A los feligreses se les invita a atender a la presencia de Dios en su interior, en silencio, en palabras, en la sencillez de una liturgia de “Rito III”. Después de las oraciones de gracias y de la despedida, algunos se quedan a reacomodar las mesas y las sillas a fin de preparar el santuario para las misas del domingo, y otros a hablar y comer un tentempié. A otros más se les hace noche. La primera vez que entré por las puertas de la Iglesia San Esteban y la Encarnación, era un extraño en Washington, D.C., en busca de una iglesia que me acogiera. Había ido a algunas otras iglesias, pero sin encontrar una comunidad en la que “encajara”. Sin embargo, en mi primera visita a la Iglesia San Esteban sentí que había encontrado un lugar profundamente cordial, involucrado en la labor de la justicia social, y casado con el amor radical e incondicional de Cristo. Mi primera experiencia en la Iglesia San Esteban no fue en una misa, una vigilia o un estudio bíblico, sino que más bien estaba visitando una organización sin fines de lucro alojada en el edificio de la iglesia. Vi que el edificio alojaba también a otras organizaciones de este tipo, algunas dedicadas a combatir el racismo, fomentar la paz y ayudar al prójimo. Encontré un santuario abierto para todos a cualquier hora del día. Estaba lleno de carteles que contaban la historia de la iglesia: su participación en el movimiento por la inclusión plena de las mujeres en el ministerio, la entrelazada historia de la iglesia y el vecindario, y la nueva y pujante Misa Alegría en español. Cuando asistí a misa, fui inmediatamente recibido e invitado a los cafés, a los grupos de jóvenes adultos y a otras actividades. Encontré una congregación diversa e incluyente que se esforzaba deliberadamente por tender lazos a través de las barreras raciales y del idioma. Hay una prospera presencia de jóvenes en la parroquia, y el grupo YASSI (Jóvenes Adultos de la Iglesia San Esteban y la Encarnación) es un vehículo para recibir e integrar a los nuevos fieles. Este grupo no fue mi único lazo con la feligresía. ¡Todos en la Iglesia San Esteban tenían una disposición a hablar! Existe una rica combinación intergeneracional de solteros de la “generación Y” o “del nuevo milenio”, familias jóvenes y viejos feligreses. Siempre se puede hacer más por zanjar las brechas generacionales, pero todo el mundo era amigable y estaba abierto a conocerme como un nuevo feligrés. Aunque más que nada asisto a la misa en inglés de las 10:30 de la mañana, también visito y he sido cálidamente recibido por la congregación de la Misa Alegría. Dos años después de haber venido por primera vez a la iglesia de San Esteban, puedo decir sin asomo de duda que tome la decisión correcta. Hay tantas comunidades que consideran a la Iglesia San Esteban como su hogar. Como nuevo feligrés, me fue fácil entablar lazos con muchas de ellas. Veo un futuro promisorio para la iglesia y me emociona ser parte del mismo. Page 8 V. Evolución del modelo de liderazgo compartido El modelo de liderazgo compartido para la dirigencia de la Iglesia San Esteban ha venido evolucionando desde principios de la década de los 1960. En los 1960 y 1970, en respuesta a las tendencias teológicas de la época y a la reafirmación del Concilio Vaticano II de la doctrina de que la Iglesia es el pueblo de Dios, feligreses de la congregación de la Iglesia San Esteban comenzaron a ejercer un liderazgo significativo en cuestiones que iban mucho más allá de las finanzas de la parroquia. El viraje fue alentado activamente por el entonces rector William Wendt, quien a pesar de los cánones le cedió la facultad de presidir la junta parroquial al guardián mayor a fines de los 1960. También en esos años hubo varios miembros de la parroquia que eran clérigos sin estipendio con dos vocaciones, quienes, a instancias del rector Wendt, empezaron a adoptar un papel más activo en la vida litúrgica y pastoral de la parroquia como miembros asociados del clero. Éste fue el comienzo de la práctica en curso, y ahora norma de la iglesia, de tener un equipo clerical no estipendiado como parte integrante de la presencia del clero en la parroquia. A lo largo de los años, sus integrantes han cambiado, su tamaño ha experimentado altibajos y el nivel de participación ha fluctuado, pero el equipo clerical ha permanecido como una constante en apoyo de la labor de la iglesia. La parroquia continuó con un modelo tradicional conocido como de rectoría hasta finales de los 1990. En 1996, una confluencia de acontecimientos amenazó la supervivencia de la iglesia de San Esteban. Por diversos motivos, la feligresía se fue reduciendo y una crisis económica en el Distrito de Columbia dio lugar al retiro del financiamiento para todas las organizaciones que usaban un espacio en el edificio parroquial. El efecto sobre el presupuesto de la iglesia fue catastrófico. La junta parroquial llegó a la difícil conclusión de que ya no podíamos pagar los servicios de un sacerdote a tiempo completo. La entonces rectora Carlyle Gill declinó la opción de aceptar un cargo a tiempo parcial y renunció. Tras la partida de la reverenda Gill, la congregación se reunió, se reagrupó y se estabilizó. Durante siete años, el guardián mayor, el coordinador de la parroquia, la junta parroquial y un revitalizado equipo clerical voluntario, en colaboración con un pequeño equipo de personal asalariado, aportaron el liderazgo para la congregación. Cuando alcanzamos un punto de estabilidad financiera, y con la insistencia y el apoyo del entonces obispo diocesano Ronald Haines, ideamos un nuevo modelo de liderazgo. Haines nos instó activamente a La perspectiva de una feligrés del hacer esto, no sólo para nosotros mismos, sino para el beneficio potencial de la Iglesia en su conjunto. Nuestro objetivo era volver asociados del clero: La reverenda Linda premeditada y explícita una práctica de liderazgo y responsabilidad Kaufman compartidos entre la dirigencia ordenada y la laica, para la misión, A lo largo de los años he escuchado a muchas la salud y la estabilidad económica de la parroquia que había evopersonas hablar de la alegría de contar con las lucionado desde la década de los 1960. En 2002, le propusimos al voces de diversos predicadores. Actualmente entonces obispo John Bryson Chane un modelo de liderazgo comtenemos clérigos bajo contrato que predican con partido. Con su aprobación, convocamos a un sacerdote mayor regularidad, junto con un sacerdote retirado que —no un rector— de medio tiempo que compartiera la autoridad se mudó a Washington, un profesor del seminario y la responsabilidad con el guardián mayor y la junta parroquial. que enseña el Nuevo Testamento, un diácono En 2004, le dimos la bienvenida al reverendo Frank Dunn como permanente y un organizador de campo que lucha nuestro sacerdote mayor para recorrer este nuevo camino con nopor acabar con el desamparo. Además, tenemos sotros. varios predicadores laicos con formación teológica que participan regularmente en la rotación. Los Desde 2004, la Iglesia San Esteban ha crecido y prosperado. Cuclérigos afiliados también fungen como celebrantes ando se unió a nosotros como la misionera latina en 2005, la revpara estos predicadores... A lo largo de los años, erenda Sarabeth Goodwin se integró al equipo de la dirigencia de nos ha costado trabajo encontrar predicadores de la parroquia, compuesto por el sacerdote mayor, el administrador color que participen en la rotación de la prédica y la parroquial, y los celadores mayor y menor. Este equipo se reúne celebración regulares. Al presente, todos en el equipo por lo menos una vez al mes para hablar sobre los asuntos de la parde clérigos afiliados son blancos; tenemos que hacer roquia, y para revisar el calendario parroquial y planificar los próxiun nuevo llamado y buscar más diversidad. mos eventos. La junta parroquial aprobó otras modificaciones al Page 9 modelo de liderazgo en 2009 para ampliar las funciones del coordinador de la parroquia. Este cambio reflejó la necesidad identificada de pasarle responsabilidades administrativas importantes del guardián mayor, y algunas del sacerdote mayor, al recién instituido administrador parroquial. La supervisión del personal ahora se divide entre el administrador parroquial y el sacerdote mayor por ámbitos de responsabilidad principal. Con la noticia del retiro previsto del reverendo Frank Dunn como sacerdote mayor a tiempo parcial, recibida en 2014, la junta parroquial le encomendó a un Grupo Especial de Liderazgo, conformado por líderes de las congregaciones de habla inglesa y española, que evaluará el modelo de liderazgo compartido actual en preparación para convocar a una nueva dirigencia clerical. El Grupo Especial se reunió con los dirigentes parroquiales tanto en funciones como retirados, confirió con el Comité de finanzas y convocó a reuniones parroquiales de las congregaciones de habla inglesa y española para evaluar las fortalezas y debilidades del modelo actual, y para discernir el nivel general de satisfacción que había con el modelo de liderazgo compartido. En septiembre de 2014, la junta parroquial aprobó la recomendación del Grupo Especial de seguir adelante con la convocatoria para conseguir un sacerdote mayor bilingüe a tiempo completo que atendiera a las congregaciones de habla tanto inglesa como española, y para ampliar el puesto de administrador parroquial, de 30 horas, a tiempo completo. Reconociendo la magnitud de las responsabilidades del nuevo sacerdote mayor para atender a cuatro congregaciones, y respetando la larga y valiosa contribución que los integrantes del equipo clerical han hecho a la parroquia durante años, la recomendación también incluía reforzar y ampliar al equipo clerical con el objetivo de incluir a clérigos bilingües y de color. Otra dimensión cambiante del liderazgo en la Iglesia San Esteban es la inclusión de congregantes de la Misa Alegría en la dirigencia de la parroquia. La reverenda Sarabeth Goodwin estableció un equipo de liderazgo para la Misa Alegría. El objetivo de este grupo es formar y potenciar a líderes laicos de la congregación de la Misa Alegría e incluirlos en la toma de decisiones sobre la vida parroquial de esta congregación. Por varios años ya, se ha elegido a feligreses de la congregación (tanto hispana como bilingüe, pero no hispana) de la Misa Alegría para la junta parroquial. Hay feligreses de la Misa Alegría que han prestado servicio como delegados diocesanos, como miembros del grupo especial para las renovaciones a la parroquia y ahora en el comité de búsqueda. VI. Situación financiera y composión del personal Todos los domingos nuestro boletín menciona nuestro modelo de liderazgo de esta manera: “San Esteban y la Encarnación es una parroquia de la Diócesis Episcopal de Washington. Nuestra pastora principal es la Reverendísima Mariann Budde, Obispa de Washington. San Esteban ha desarrollado un modelo de ministerio y el liderazgo en cual el servicio es proporcionado por los laicos y el clero, personas pagadas y voluntarios, un modelo en que se refleja “el sacerdocio de todos los creyentes.” Nuestros líderes laicos son nuestra junta parroquial y guardiáns, quienes son elegidos por la congregación. Nuestro clero es un equipo formado por nuestro sacerdote mayor, elegido por la junta parroquial, con el consentimiento de la obispa, quien es asalariado y trabaja 20 horas a la semana; nuestra misionera latina; y otros sacerdotes, que se ganan la vida de otras maneras. Liderazgo principal de la congregación es compartido por el sacerdote mayor y el guardian mayor, bajo la supervisión de la Obispa. Este es un modelo diferente de la mayoría de las iglesias episcopales, en donde un sacerdote con el título de Rector posee casi toda la autoridad. Nuestro sacerdote mayor es el Rvdo. Frank Dunn ((202-232-0900 o [email protected]). Nuestra misionera latina es la Rvda. Sarabeth Goodwin ((202-332-1215 o [email protected]). Los 12 años que han pasado desde la última vez que buscamos un clérigo han estado caracterizados por un fortalecimiento y flexibilidad crecientes de las finanzas de nuestra parroquia. El sistema de procedimientos administrativos, financieros y de gestión que sustentan el funcionamiento del modelo de liderazgo compartido del sacerdote mayor de la Iglesia San Esteban ha cuajado durante el transcurso de más de 17 años. En los 1970, 1980 y 1990, con frecuencia, “ángeles” financieros intervinieron para rescatar a la iglesia del desastre financiero. Esa necesidad ha desaparecido. Aunque a fines de los 1990 vimos írsenos de las manos el presupuesto de la iglesia, tuvimos la fortuna de haber sobrevivido la recesión de 2008 y sus secuelas, para encontrarnos ahora en una posición en la que tenemos reservas más sólidas. Se han instituido mejores Page 10 procedimientos y controles financieros, y la salud financiera general de la parroquia se ha restablecido. La junta parroquial adoptó una Norma de Reservas de Operación que designa una reserva suficiente como para cubrir a cabalidad tres meses de gastos en caso de que ocurra una calamidad financiera inesperada. El efectivo y los demás activos de la iglesia están invertidos, en su mayoría, en bancos de desarrollo comunitario y en fondos ajustables dedicados a la inversión socialmente responsable. Ahora estamos en las etapas finales de una exitosa campaña de capital denominada “Agrandando el Círculo” (Widening the Circle), la primera de su tipo en los 90 años de existencia de la Iglesia San Esteban en su ubicación actual. Se han recabado más de un millón de dólares en donaciones prometidas, un 33% más de lo que anticipamos al comienzo de la campaña. Hemos aumentado nuestra inversión en el mantenimiento de nuestro santuario e instalaciones de oficina gracias a una combinación de decisiones de gasto prudentes, y una profundización del compromiso económico de la congregación y de nuestros amigos en la distancia (antiguos pupilos de la Iglesia San Esteban que se han mudado lejos, pero que siguen en contacto con la parroquia). La prosperidad creciente de la ciudad de Washington nos ha ayudado, permitiendo fortalecer la base laboral de la región, al mismo tiempo que también se exacerban las tendencias de creciente desigualdad en los ingresos que estamos llamados a mitigar a través de nuestros programas de acercamiento y de la manera en que invertimos los fondos de la iglesia. Como una panorámica somera, mientras que nuestro presupuesto de 2014, de $750,000, fue 50% más grande que el de 2003, de $475.000 —gracias a la adición de un sacerdote mayor al personal, una misa en español, un programa de educación infantil más robusto y otros cambios—, terminamos 2014 con un superávit mayor que el que tuvimos en 2003, cuando no contábamos con clérigos no remunerados entre el personal y antes de la institución de la Misa Alegría. La inversión cada vez mayor de la congregación de la Iglesia San Esteban en nuestra comunidad puede apreciarse en la cantidad de dinero recabado en diezmos y promesas de donación. En 2003 recaudamos $145,000 de 80 unidades de compromisos de donación, y $13,000 adicionales en la colecta del diezmo de los feligreses de la congregación que no prometieron ningún donativo y de quienes acuden a rezar ocasionalmente. En 2014 recaudamos $252,000 en promesas de donación y $49,000 adicionales en diezmos. El número de unidades de compromisos de donación ha variado, desde 65 en 1997, el punto más bajo en nuestra historia reciente, hasta 80 en 2003 y 100 en 2015, y la promesa de donación promedio ha aumentado en un 60% desde 2003. Entre tanto, la colecta del diezmo es significativamente mayor ahora que hace una década, y fue casi cuatro veces mayor en 2014 que en 2003. Aunque confiamos en que nuestra situación financiera es sólida, la decisión de convocar a un sacerdote a tiempo completo para ambas congregaciones no carece de riesgos. Es importante tener en cuenta que nos hemos beneficiado de contar a tiempo parcial con un sacerdote veterano ya jubilado, cuyo salario tiene un tope acorde con los requisitos del Fondo de Pensiones de la Iglesia, y con un sacerdote que comparte su tiempo entre la Misa Alegría y la diócesis, y cuyo salario lo paga en su totalidad la Diócesis de Washington. Cuando la Iglesia San Esteban aceptó ayudar a la diócesis a sembrar la semilla de una congregación hispana en 2005, fue en el entendido de que recibiría financiamiento diocesano únicamente por un tiempo limitado. La obispa Budde ha sido clara en que los fondos diocesanos para la Misa Alegría disminuirán en los próximos años. El Comité de Finanzas le ha presentado la junta parroquial varios años de proyecciones financieras, con toda una gama de hipótesis acerca del nivel de financiamiento continuo, las cuales muestran desde el mejor hasta el peor de los casos, y la junta parroquial se siente confiada en que podremos hacer los ajustes necesarios en los ingresos y los egresos en los próximos años para compensar una reducción del financiamiento diocesano. Nuestro Personal • Administrador parroquial. Este actual puesto de 30 horas a la semana lo ha ocupado la misma persona dedicada durante 18 años, quien también es un viejo feligrés, y un ex celador menor y ex miembro de la junta parroquial. Sus responsabilidades actuales incluyen la supervisión financiera; administrar todos los aspectos de la Campaña Capital, desde la correspondencia hasta los contratos; coordinar el calendario parroquial y las comuniPage 11 caciones (entre otras, nuestro boletín quincenal Bread, los correos electrónicos semanales y los boletines dominicales). También supervisa al personal, administra nuestro muy ocupado edificio (reclutamiento y relaciones con los usuarios del espacio, reparaciones, y mantenimiento) y redacta solicitudes de donación. Piensa mudarse a Arizona en mayo de 2016. • Contador. Actualmente estamos buscando alguien que ocupe este puesto de 15 horas a la semana a la partida de quien lo detenta al presente, prevista para agosto. Entre sus responsabilidades están encargarse de la nómina, de los cheques, de las cuentas por pagar y por cobrar, y otras funciones contables de una compleja operación de $700,000 al año que consta de varios programas, en la que Panes y Peces (Loaves and Fishes) y muchos de los usuarios del espacio se suman a las necesidades típicas de la contabilidad parroquial. • Conserje. La Iglesia San Esteban y la Encarnación tiene contratado un servicio de limpieza que pone a nuestra disposición a una persona a tiempo completo (40 horas a la semana) para atender todas nuestras necesidades de limpieza. Esta misma empresa proporciona servicios de limpieza adicional para nuestra cocina y para Panes y Peces. • Dirección musical. Hay un director musical/organista/teclista para la misa en inglés de las 10:30 y las misas bilingües (13 horas a la semana) que ha trabajado para la iglesia desde 2011, y un director musical/teclista para la Misa Alegría (5 a 7 horas a la semana) que ha estado con nosotros desde 2006. Ellos seleccionan la música en consulta con los predicadores y los celebrantes, dirigen los coros respectivos y organizan presentaciones especiales. • Coordinador de Panes y Peces (Loaves and Fishes). Una persona trabaja 13 horas a la semana y es responsable de la operación diaria de nuestro programa de comedor, incluyendo la contratación, capacitación y calendarización de las actividades de los voluntarios, ordenar comida, y coordinar la preparación de los alimentos y la manera de servirlos. • Educación cristiana y guardería para niños. Un feligrés trabaja 4 horas a la semana coordinando los programas de educación cristiana para niños de la misa de las 10:30, reclutando y asegurando la capacitación de los nuevos voluntarios, manteniendo la lista y el horario de los mismos, y administrando el presupuesto de los programas. Otra persona asalariada cuida de los bebés y los niños pequeños durante la misa de las 10:30. Actualmente, el personal asalariado no tiene a nadie que coordine la educación cristiana para niños durante la Misa Alegría. • Seguridad. Una persona se encarga de la seguridad por la noche y coordina ésta para los eventos especiales, y otras dos prestan servicios de seguridad y atención al público para Panes y Peces, así como en eventos especiales. VII. Nuestro edificio Nuestra casa parroquial, con sus 90 años, tres pisos y 1,765 metros cuadrados, es uno los más grandes regalos (y desafíos) de Dios para nuestra iglesia. Construida a finales de los 1920 por y para una congregación de 2,000 fieles, es un legado que nos fue cedido para usarlo en beneficio de nuestra parroquia, de nuestros vecinos, de nuestra ciudad y de nuestro mundo. Nuestra política es mantener las oficinas, las salas de reuniones y el espacio de dormitorio de nuestro edificio utilizados por las organizaciones que satisfacen las necesidades de nuestra comunidad en un estado que sea acorde con la visión de nuestra parroquia. En la actualidad, una decena de organizaciones sin fines de lucro tienen sus oficinas en la Iglesia San Esteban (ver Apéndice A) y otros tantos grupos se reúnen o duermen aquí cada año. Nuestras salas por lo general están ocupadas los siete días de la semana, a menudo desde temprano por la mañana hasta ya entrada la noche. El ingreso dePage 12 rivado del uso de estos espacios equipara al de las contribuciones de los feligreses, y es muy importante para mantener la buena salud financiera de nuestra iglesia. Un problema con el que brega constantemente la Iglesia San Esteban es cómo proporcionar un espacio adecuado para satisfacer las necesidades de la parroquia, manteniendo al mismo tiempo espacio suficiente para apoyar a los grupos externos y generar ingresos. Desde 2007, hemos venido emprendiendo muy aplazadas y necesarias iniciativas para renovar el edificio, empezando por la renovación del tercer piso de la sala parroquial para que el espacio cumpla con el código de urbanización y crear un área de trabajo más flexible, así como nuevos baños, a fin de aumentar el potencial de uso del espacio. En 2014, el dinero de la Campaña Capital se dedicó primero a hacer mejoras a la muy utilizada sala parroquial: cocina, baños y espacio para las labores de limpieza nuevos. La renovación de la iglesia comenzó en julio de 2015, con una fecha de terminación prevista para la Semana Santa de 2016. También hemos tomado medidas para limitar nuestro impacto ambiental mediante la instalación de celdas solares en el techo, lo cual también ayudará a reducir nuestros gastos de electricidad. Grandes donaciones especiales se destinaron a pagar la modernización de la cocina principal y el comedor donde Panes y Peces prepara y sirve las comidas, así como la restauración prevista del órgano de la iglesia. Los resultados de estas mejoras han sido condiciones renovadas para la congregación, nuestros invitados de Panes y Peces, las organizaciones que tienen oficinas en la sala parroquial, así como los grupos vecinales, las celebraciones familiares y los manifestantes de fuera que llegan a nuestras puertas. VIII. La vida parroquial y nuestra labor en el mundo Formación cristiana para adultos • Foro para adultos los domingos por la mañana entre las dos misas matutinas; el sacerdote mayor Frank Dunn organiza el horario. Las sesiones se centran en una amplia gama de temas teológicos, espirituales, socioculturales y políticos, y son dirigidas por clérigos, laicos y oradores invitados. • “Bienvenidos a la iglesia de San Esteban”, una clase dividida en seis partes y dirigida a los nuevos feligreses de la parroquia, lleva casi diez años realizándose bianualmente. Este año, el formato cambió a “Cuestiones de fe”, una clase vespertina semanal permanente para los recién llegados y otros. El sacerdote mayor Frank Dunn y un equipo de laicos facilitan las clases y están evaluando la forma que cobrarán para el año que viene. • Los feligreses de la congregación de la Misa Alegría se reúnen los lunes por la noche, antes del ensayo del coro, para recibir formación espiritual. El formato habitual consiste en una deliberación de grupo en torno a algún libro, con un enfoque reciente en el libro de estudio bíblico La historia, e instrucción y deliberación acerca de la tradición e identidad episcopal. Formación cristiana para hijos de la misa de las 10:30 Por muchos años, ofrecer una educación cristiana constante, dinámica, amorosa e incluyente para los niños (y por extensión, si no es que por ósmosis, para los padres) ha sido una meta esquiva de la Iglesia San Esteban y la Encarnación. Por muchas décadas, la ausencia de un programa tal y una dependencia de los padres mismos para que se ofrecieran como voluntarios, ha llevado a las familias con hijos pequeños a cambiarse a iglesias con programas de educación cristiana más sólidos. Un aumento bastante repentino en el número de padres con hijos pequeños en la parroquia a mediados de los 2000 dio lugar a un compromiso renovado con la educación cristiana de los niños y a la adopción del plan de estudios basado en el modelo Montessori, Jugar Junto a Dios. Esto, a su vez, llevó a un aumento en el interés de las personas mayores, los padres y los jóvenes sin hijos por ofrecerse como voluntarios para el programa. Actualmente, el número de voluntarios Page 13 es de unos 15. Desde su inicio, la asistencia dominical promedio en las actividades de educación cristiana para niños del programa Jugar Junto a Dios se ha triplicado. Ante la insistencia de los padres, los niños ahora participan activamente en la misa de las 10:30, como se describe en la Parte IV. Hoy, el programa de educación cristiana de la misa de las 10:30 tiene varios niveles, y en aumento. • El servicio de guardería, desde recién nacidos hasta los tres años de edad, se presta para la misa de las 10:30 bajo la supervisión de un miembro asalariado del personal. • Jugar Junto a Dios, para los niños de 3 a 8 años de edad. • Conecta, para niños de 9 a 12 años de edad; este plan de estudios fue seleccionado para los niños mayores, quienes sentían que ya eran demasiado grandes para seguir en Jugar Junto a Dios, después de una cuidadosa consulta y participación de los padres. Aunque al presente hay pocos adolescentes en la congregación de habla inglesa, estamos conscientes de la necesidad de crear un programa viable para este grupo, para cuando los niños de la Iglesia San Esteban sean mayores. La educación cristiana para niños de la Misa Alegría Establecer un programa permanente de formación cristiana para niños es un desafío primordial para la congregación de la Misa Alegría. La gran diferencia de edades y capacidades de los niños en inglés y en español son algunas de las características que dificultan que un voluntario que no esté capacitado o los padres de la congregación de la Misa Alegría asuman responsabilidades de enseñanza. La Misa Alegría ha contado con programas específicos para los niños, tales como una exitosa exploración intergeneracional de los sacramentos, historias de la Biblia, participación en dramatizaciones cortas para la Navidad y la Vigilia Pascual, excursiones, y campamentos musicales. La junta parroquial está investigando maneras de asegurar que haya un programa de educación cristiana más constante para los niños de la congregación de la Misa Alegría. Convivencia Además de los servicios bilingües cada vez mejores, hemos realizado varias actividades exitosas para tender lazos entre la congregación de la Misa Alegría y la de habla inglesa. Enedina Vásquez, directora espiritual y artista folclórica de San Antonio, Texas, ha dirigido dos notables talleres intergeneracionales bilingües. En el primero de ellos, los feligreses crearon el Nicho, un nuevo espacio sagrado en la capilla de la Resurrección de la iglesia, con un fondo gloriosamente pintado, del cual cuelgan muchas efigies e imágenes de la Virgen María. Al año siguiente, Enedina nos acompañó para llevar a cabo un taller de narración de cuentos y pintura de íconos que fue igualmente inspirador. Los miembros de las congregaciones de habla inglesa y de la Misa Alegría han compartido una serie de sesiones vespertinas para estudiar y debatir el libro Enrique’s Journey (El viaje de Enrique), seguidas de las anécdotas personales compartidas por los miembros de ambas congregaciones. Estas sesiones hicieron mucho por abrir los ojos, oídos y corazones de los presentes para entender el paso de otros por la vida. En los últimos tres años, los viernes de Cuaresma, luego del Vía Crucis bilingüe, los miembros de ambas congregaciones se han reunido en preparación para la Vigilia Pascual. Estas reuniones han incluido proyectos artísticos, lecturas dramáticas y obras de teatro cortas, todos encaminados a ilustrar las escrituras de la Vigilia Pascual. Estas actividades han tenido éxito, en gran medida gracias a que exigen un mínimo de palabras, y a que nos invitan a usar nuestros talentos y a ir más allá de nuestros propios confines. La junta parroquial ha convocado al establecimiento del grupo especial Convivencia, cuyo objetivo es seguir diseñando e impulsando este tipo de actividades para tender estos lazos. Page 14 El ministerio para jóvenes adultos Los Jóvenes Adultos de la Iglesia San Esteban y la Encarnación (YASSI, por sus siglas en inglés) es un grupo informal de feligreses en sus veinte y sus treinta. Las actividades del grupo se organizan con mucha libertad, y varían según la temporada y los intereses de sus miembros. En estos momentos, YASSI se reúne para almorzar en un restaurante local después de la misa de las 10:30, celebra completas (oración para culminar el día) y fiestas “de traje” los domingos de Cuaresma y de Adviento, y asiste a otros eventos en la comunidad. En el último año, parte de YASSI ha formado un pequeño grupo que se reúne dos veces al mes para hablar del libro de Brian McLaren, We Make the Road by Walking (Se hace camino al andar). YASSI tiene un activo servidor automático de listas de correo que los jóvenes feligreses aprovechan para organizar eventos y que de manera permanente trata de integrar a la gente nueva. Los grupos pequeños Por muchos años hemos fomentado la formación de grupos pequeños para fortalecer nuestra comunidad y como una manera de que los feligreses se acerquen unos a otros, y a Dios. La experiencia nos ha enseñado que los grupos más viables son los que crecen al seno de la parroquia. Uno o dos feligreses identificarán una necesidad, extenderán una invitación y verán si la idea genera interés. Entre los ejemplos de tales grupos están uno para hablar de libros en la parroquia, uno de apoyo domiciliario para quienes cuidan de seres queridos seniles o enfermos, y uno domiciliario para los feligreses jubilados o a punto de jubilarse. Estos grupos con frecuencia devienen en una fuente importante de apoyo mutuo y amor pastoral. El ministerio de música El coro de la misa de las 10:30 cuenta actualmente con 12 a 15 miembros. El director musical Michael Salmon saca a relucir las mejores cualidades de los aspirantes a cantantes que se ofrecen como voluntarios. No hay un proceso de solicitud ni audiciones, pero se espera que los integrantes ensayen los jueves por la noche si quieren cantar el domingo siguiente. Al ensayo de los jueves a menudo le siguen unas completas cantadas. El coro también ha hecho labor pastoral cantando en los hogares de los feligreses que están confinados en su casa, muy enfermos o moribundos. El coro de la Misa Alegría Los músicos y el coro de la Misa Alegría son un pequeño y dedicado grupo de feligreses. Abierto para todos, el coro se reúne los lunes por la noche para sus ensayos informales, donde practican la música para el domingo siguiente y para celebraciones religiosas especiales ocasionales, tales como el Día del Salvador del Mundo, el Día de la Virgen de Guadalupe, el Día de los Muertos y otras fiestas patronales. Los eventos de la comunidad de la Iglesia San Esteban en general, tales como las reuniones anuales u otros encuentros de la parroquia entera, con frecuencia terminan en baile al ritmo de los músicos de la Misa Alegría. La vida de oración Los feligreses de todas las congregaciones participan de alguna manera en la vida litúrgica de la iglesia, ya sea como lectores, anfitriones, celebrantes, coristas, ceroferarios, cruciferarios, turiferarios, directores de ceremonias y haciendo las hostias. Para la misa de las 10:30, el sacerdote mayor Frank Dunn convoca a un grupo de feligreses interesados a reunirse con el director musical Michael Salmon para planificar la liturgia para la temporada. Normalmente, esto se hace dos veces al año para planificar para el Adviento y la Navidad, y de nuevo para la Semana Santa y la Pascua. Él es el responsable de completar la rotación de los predicadores y los celebrantes, y un laico coordina la de los demás participantes de la misa. Actualmente hay dos celebrantes de la Misa Alegría que ayudan a preparar el servicio, y asignan a los lectores, el turiferario, el cruciferario, los ceroferarios y otros de entre la congregación para ayudar en la misa dominical. Page 15 Nuestra labor en el mundo La Iglesia San Esteban tiene varios proyectos en curso que ofrecen comida para los hambrientos, abogan porque haya viviendas económicas, crean y difunden el arte, y luchan por la justicia en nuestro vecindario de Columbia Heights y en nuestra ciudad. Panes y Peces. A mediados de los 1960, feligreses de la congregación matutina se reunieron para tomarse un café después de la misa. La feligresía caribeña de la Iglesia San Esteban empezó a crecer por esta época, conforme las oportunidades educativas en Inglaterra disminuían, al mismo tiempo que las naciones del Caribe buscaban independizarse de Gran Bretaña. Esto dio lugar a una afluencia de estudiantes caribeños y sus familias al Distrito de Columbia, trayendo consigo la tradición de compartir los alimentos en la iglesia después de la misa. El café se amplió entonces a una comida “de traje”, lo cual empezó a atraer a los pobres y los desamparados del vecindario, quienes fueron gratamente recibidos a la mesa. En 1968, esto se convirtió en el Programa Panes y Peces, conducido por voluntarios laicos de la iglesia de San Esteban. Desde entonces, Panes y Peces ha servido almuerzos calientes los fines de semana para quienes necesitan comida, atendiendo hoy en día a un promedio de 150 personas todos los sábados y domingos, así como los feriados federales (cuando la mayoría de los demás programas de comidas gratuitas de la ciudad están cerrados), con más de 15,000 comidas al año en la actualidad. Con los años, el programa se ha ampliado para incluir a voluntarios de muchos grupos religiosos y organizaciones comunitarias de Washington, y ahora representa más del 15% del presupuesto de la iglesia de San Esteban. Aunque la participación de los feligreses de la parroquia ha experimentado altibajos con el transcurso de los años (en la actualidad hay cuatro feligreses en el cuerpo administrativo de Panes y Peces, y aproximadamente seis que periódicamente trabajan como voluntarios en la cocina y el comedor), la Iglesia San Esteban sigue teniendo una inversión importante en el éxito del programa. Urban Village Corporation. En los 1960, la Iglesia San Esteban cedió un tercio de su terreno (incluyendo los predios de la rectoría) y ayudó a comprar otros adyacentes para la construcción de Urban Village (Aldea Urbana), el complejo de apartamentos de vivienda económica que rodea a la iglesia por tres de sus costados. Hoy en día, la Urban Village Corporation (UVC), una extensión de ese proyecto, supervisa la administración de Urban Village Apartment para asegurarse de que siga respetando el sistema de alquileres subsidiados. Sólo ocho de las 72 unidades del complejo pueden alquilarse a precio de mercado. Además, UVC pugna por preservar dicha vivienda económica tal y como existe en el vecindario, y se suma a los esfuerzos por crear más. Una tercera parte de la junta directiva de Urban Village Corporation la integran feligreses o antiguos feligreses de la iglesia de San Esteban, y otros dos tercios, residentes de Columbia Heights (muchos de ellos inquilinos de Urban Village). En fecha reciente, la directiva de la UVC hizo mancuerna con la Iglesia San Esteban para integrarse a la Coalición Religiosa de la Zona Conurbada de Columbia Heights, una red informal que también incluye a la iglesia unitaria de Todas las Almas, la iglesia católica de San Agustín y el santuario católico del Sagrado Corazón de Jesús, y que se dedicará específicamente a la conservación de la vivienda económica en la zona de Columbia Heights, organizando a los inquilinos y cabildeando entre los funcionarios locales. La Red Interreligiosa de Washington. La Iglesia San Esteban también es un miembro activo de la Red Interreligiosa de Washington (WIN, por sus siglas en inglés), que es una organización de poder ciudadano multirracial y multireligiosa de todo el Distrito de Columbia, integrada por congregaciones y asociaciones locales. La WIN echa mano de la organización comunitaria para apoyar la vivienda económica, la creación de empleos y los programas para jóvenes en el Distrito de Columbia, y forma parte de la Fundación de Áreas Industriales. En lo principal, la Iglesia San Esteban apoya a la WIN participando en grandes actos de acción a nivel de toda la ciudad unas cuantas veces al año. El Ministerio Samaritano de la Zona Metropolitana de Washington. A partir de los 1960, la Iglesia San Esteban respondió a las dificultades económicas del vecindario abriendo sus puertas a los necesitados. La clerecía y el personal de la parroquia hicieron lo mejor que pudieron por responder con una despensa de alimentos y otros servicios, pero, a fines de los 1970, el entonces rector Jack Woodard vio la necesidad de una formalización y consolidó las labores de acercamiento de la iglesia en una sola organización unificada llamada Ministerio Samaritano, misma que él consiguió ampliar con financiamiento externo. Con el tiempo, conforme las necesidades iban en aumento, el Ministerio Samaritano buscó y atrajo la participación de otras congregaciones y, finalmente, se separó como una organización aparte que adoptó el nombre de Ministerio Samaritano de la Zona Metropolitana de Washington (SMGW, por sus siglas en inglés) y se mudó a un local más grande calle arriba por la 16. La Iglesia San Esteban sigue siendo una parroquia afiliada al SMGW, contando con un Page 16 miembro en su Consejo Consultivo, junto con más de 50 parroquias episcopales de la zona metropolitana del Distrito de Columbia. St. Stephen’s Housing. St. Stephen’s Housing, Inc. (Vivienda de San Esteban), una filial de la Iglesia de San Esteban, tiene una casa adosada de dos unidades en la calle Newton que se usa como vivienda provisoria para las familias que están saliendo del desamparo. Las familias que habitan las dos unidades, una de ellos un apartamento de cuatro recámaras, pagan $300 de alquiler al mes y reciben servicios de apoyo por parte de Esperanza y un Hogar, una organización independiente que arrienda la casa por un alquiler simbólico. IX. El camino que nos depara Pregunte a los feligreses de la Iglesia San Esteban que es lo que más les gusta de nuestros servicios religiosos y es muy probable que le cuenten cómo es que, en la mayoría de las misas, nos reunimos en torno al altar para celebrar la Sagrada Comunión. Este círculo eucarístico es una imagen medular central de la iglesia de San Esteban, nutriéndonos en nuestra identidad común como miembros vivos del Cuerpo de Cristo y recordándonos visualmente que hay lugar para todos a la mesa del Señor. Pero el círculo necesita crecer aun más. A medida que seguimos creciendo en nuestra identidad como una iglesia bilingüe, debemos acercarnos más los unos a los otros como parte de un círculo común, entablando relaciones a través de las diferencias raciales, idiomáticas y culturales mediante la práctica de la convivencia, viviendo con un conocimiento consciente los unos de los otros. Aunque hemos tenido algunos éxitos notables en la convivencia, como leyó en la Parte VIII, aún nos queda un largo camino por recorrer. En una evaluación de la parroquia que se realizó en preparación para la campaña capital de “Ampliando el Círculo” se propuso la creación de un equipo bilingüe que se centrara en las oportunidades para tender lazos. La junta parroquial afirmó la importancia de formar semejante grupo haciendo de esto una prioridad para el próximo año. El progreso ha sido lento y buscamos nuevas ideas sobre cómo construir juntos esta importante parte de nuestras vidas. La afluencia de jóvenes a la congregación en los últimos 10 años ha sido una gran bendición para la parroquia, pero también un reto, porque los jóvenes con frecuencia se mudan para continuar su educación o en busca de oportunidades de trabajo en otras partes de los Estados Unidos o del extranjero. Esto, y un contingente de la parroquia que ha venido envejeciendo, han resultado en los niveles relativamente estancados de la congregación de habla inglesa desde hace varios años. Dado este desgaste previsible entre estos grupos etarios clave, creemos necesario explorar nuevas formas de dar a conocer la Buena Nueva a sectores más amplios de nuestra comunidad para crecer, asegurándonos al mismo tiempo de que quienes visitan las distintas congregaciones sigan sintiéndose personalmente bienvenidos. El viraje del vecindario hacia alquileres más altos y residentes predominantemente angloparlantes, junto con el envejecimiento natural de la congregación, también ha conducido a un cambio en nuestra diversidad: como se indicó en la Parte III, en la actualidad el 17% de nuestros feligreses son afroamericanos o caribeño-americanos, una disminución desde el 46% en los últimos 30 años, que se refleja más que nada en la congregación de habla inglesa. Nosotros creemos que una rica diversidad es una fuente de fortaleza y da un profundo testimonio de la naturaleza del Reino de Dios, pero no hemos abordado esta realidad de la disminución de la feligresía entre los afroamericanos y los caribeño-americanos, y cómo esto afectará a aquellos para quienes la diversidad racial de la parroquia reviste una gran importancia. Cuando se le preguntó cuál era el mayor desafío que enfrentábamos, uno de los feligreses lo planteó así: “Aumentar el número de feligreses, y mantener nuestra alegría, solidaridad, fe y amor por el prójimo. ¿Cómo vivimos tanto una invitación como una convivencia? ” Otro dijo: “Tenemos que profundizar nuestro crecimiento espiritual, nuestro compromiso el uno para con el otro, y para con nuestros propios valores y prácticas espirituales. Si podemos SER la iglesia los unos para los otros, la comunidad crecerá”. Estamos preparados para un futuro radiante, colmados del poder del Espíritu y listos para cumplir la obra de Dios en el mundo, ya sea de las viejas maneras conocidas o de nuevas formas que aún no hemos imaginado; buscamos a nuestro Page 17 próximo sacerdote mayor; acogemos con gusto ojos frescos, una mente abierta, un aprecio por nuestro modelo de liderazgo compartido y un corazón amoroso. X. Descripción de trabajo del Sacerdote Mayor En estrecha colaboración con el administrador de la parroquia, los clérigos afiliadas, líderes laicos comprometidos, y las organizaciones de la comunidad sin fines de lucro que comparten nuestro espacio, el próximo sacerdote mayor ayudará a la parroquia en construir en la base de su historia y su identidad única para crecer y profundizar sus congregaciones, compartiendo la buena noticia liberadora de Jesucristo con sus vecinos. Esta es una nueva posición; actualmente empleamos un sacerdote mayor de medio tiempo que principalmente sirve feligreses de habla inglés, mientras que la misionera latina diocesana lleva nuestro servicio en español. Habilidades y calificaciones deseadas • Habla inglés y español con fluidez • Experiencia en situaciones litúrgicas, sociales y pastorales que involucran múltiples culturas, con preferencia especial de tener experiencias con latinos / latinoamericanos y afroamericanos. • Experiencia en el ministerio entre los adultos jóvenes, familias con niños pequeños, y en los barrios urbanos. • Sentir cómodo en compartir tomar decisiones con una variedad de grupos de interés internos y externos. • Habilidad demostrada en la identificación y desarrollo de líderes voluntarios en el ministerio. • Apasionado por la justicia social, especialmente en lo que expresa a través de la comunidad del edificio. • Especialización en brindar atención pastoral a los feligreses. • Capacidad de apoyar los feligreses con vocaciones en el servicio social y el cambio social. • Cómodo y con experiencia en la liturgia tradicional y contemporánea. Responsabilidades Nota: El modelo de liderazgo de San Esteban es diferente de la parroquia episcopal típico. La autoridad de tomar decisiones, que normalmente se delega a un rector, se comparte entre un equipo de liderazgo compuesto por el sacerdote mayor, administrador parroquial (que es supervisado por la junta parroquial), guardián mayor y guardián júnior. • En colaboración con el equipo de liderazgo y la junta parroquial, desarrolla la visión de la parroquia para los planes estratégicos del ministerio y de largo plazo. • Convoca un equipo de voluntarios de los sacerdotes afiliados y comparte con ellos en predicar, celebrar la eucaristía, y otros ministerios sacerdotales / sacramentales. • Dirigir los conexiones de la parroquia a la comunidad de vecinos y más amplio, en colaboración con el administrador de la parroquia, con un énfasis principal en invitar a nuevos miembros a unirse a la comunidad parroquial. • En colaboración con el equipo de clérigos y laicos voluntarios, supervisa toda la planificación litúrgica y ministerios relacionados (música, sacristanes, la cofradía del altar, etc.) • Supervisa la educación cristiana y la formación espiritual tanto para adultos como para niños • Supervisa el personal de música y el ministerio de niños. • Supervisa el cuidado pastoral, proporcionado por los sacerdotes y laicos. • Fomenta la convivencia, la construcción de comunidad entre ambos feligreses de habla español y de habla inglés y la incorporación de nuevos miembros en la vida parroquial. • Apoya el compromiso de la parroquia a la diversidad racial y cultural a través de la extensión a la comunidad, dando la bienvenida a nuevos miembros, y la garantía de que nuestros diversos orígenes culturales se reflejan en la liturgia, la educación cristiana y la vida parroquial. • Proactivamente identifica y desarrolla voluntarios laicos capaces de liderar nuevos y existentes ministerios. • Ayuda a los feligreses a discernir como Dios los está llamando a los ministerios de justicia social y reconciliación en sus propias vidas y en la comunidad. Page 18 XI. Organizaciónes en San Estebán Brainfood (Alimento para el Cerebro) ofrece programas escolares o extraescolares dirigidos a estudiantes de secundaria. Brainfood utiliza nuestra cocina para enseñar destrezas para la vida mediante el arte culinario.. CISPES (Comité de Solidaridad con el Pueblo de El Salvador) es una organización de base popular dedicada a apoyar la lucha del pueblo salvadoreño para la autodeterminación y la justicia social y económica. HacDC es uno de los primeros espacios de aficionados de la informática en el país, impartiendo clases relacionadas con la tecnología y ayudando a mantener la infraestructura de comunicaciones de la Iglesia San Esteban. Homeless Children’s Playtime Project (Proyecto de Recreo para Niños Desamparados) ofrece oportunidades de juego y es un enérgico defensor de los más de 600 niños que viven en albergues para desamparados en el Distrito de Columbia. Thrive DC ofrece programas de servicio social que asisten a las personas necesitadas. Thrive ofrece desayunos para todos y cenas para mujeres y niños entre semana, además de servicios de duchas y lavandería, acceso a computadoras, servicios legales y psicológicos, y asistencia social. We Are Family proporciona apoyo a las personas mayores que viven en el vecindario de San Esteban. Positive Force s un colectivo activista que busca el cambio radical social, el crecimiento personal y la capacitación de los jóvenes. Organiza beneficios y conciertos gratuitos, exposiciones de arte, proyecciones de películas, protestas y eventos educativos y al mismo tiempo proporcionándoles con servicios directos a las personas que los necesitan. Story District organiza eventos hablados por todo el Distrito de Columbia. Washington Peace Center es una organización multi-tema, anti-racista, de base, que trabaja por la paz, la justicia y el cambio social no violento en el área metropolitana de Washington DC desde 1963. Words Beats & Life (Palabras, Ritmos y Vida) es una organización para jóvenes que toma la cultura hip-hop como base para sus actividades de danza, fotografía, mezcla de música y clases, a fin de crear un vehículo que transforme tanto las vidas individuales como las comunidades. Page 19 Colabradores Brian Best, Jane Bishop, Sarah Bushman, Luis Correa, Irma Cruz Chavez, Shirley Evbuoma, Kaaren Holum, Cosby Hunt, Fern Hunt, Linda Kaufman, Phil Kennedy, Kim Klein, Susan Kyle, Jane Lincoln, William MacKaye, Hugh McElroy, Laura Moye, Atiba Pertilla, Michael Sherrard, Laurna Strikwirda Comité de Büsqueda Ellen Baynard Luis Correa Irma Cruz Chavez Cosby Hunt Fern Hunt Phil Kennedy Susan Kyle Jane Lincoln Hugh McElroy William MacKaye Michael Sherrard Mauricio Vasquez Laura Moye Junta Paroquial Sacerdote Mayor Guardián Mayor Guardián Júnior Secretario Junta Parroquial De Officio El Rev. Frank Dunn Michael Robbins Sandra Moore Laurna Strikwerda Tom Bell Sarah Bushman Nigel Collie Boris de Paz Elizabeth Finley Gay Gellhorn Raphael Jackson James Laws Sarah Stewart Brian Best, Administrador de la Parroquia La Rvda. Sarabeth Goodwin, Misionera Latina Atiba Pertilla, Tesorero Page 20 Page 21