Viudas o la felicidad tal vez sí existe

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Ta n i a C á r d e n a s P a u l s e n
Viudas o la felicidad tal vez sí existe
Obra escrita gracias a la beca de escritura otorgada por el
Ministerio de Cultura de Colombia y el FONCA de México.
Residencias artísticas México-Colombia. 2003.
Teatro Colombiano
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Personajes
Lisa
Brenda
Teresa
Paolo
Juan
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T
a n i a
C
á r d e n a s
P
a u l s e n
Música a todo volumen. Varias parejas bailan en la penumbra.
Calle
Al fondo, muy al fondo, se sigue escuchando la música. Una voz desafinada
canta en voz alta. Lisa, sola en medio de la nada, busca con la mirada.
Espera. Camina un poco. Aunque intenta evitarlo, los tacones de sus
zapatos hacen demasiada bulla. Escucha algo. Unos pasos que se acercan
apresurados. Lisa desconfía, intenta huir, pero una mujer la retiene
tomándola por el brazo. Es Brenda. La mujer, mientras habla, mira a lado
y lado y ante cada pequeño gesto de Lisa se sobresalta.
Brenda: No se asuste. Soy yo. Brenda. No le voy a hacer nada.
Lisa:
¿Quién le dijo que estoy asustada? ¿Usted quién es?
Brenda: No debió venir. ¿No ha oído las noticias? ¿No ha leído
los periódicos? En todos los aeropuertos hay carteles
previniendo a los turistas. ¿Cómo se le ocurrió venir a un
lugar como este y con todo lo que está pasando?
Silencio.
Brenda: ¿Lisa?
Lisa:
No soy turista.
Brenda: Perdone la demora, hubo disturbios y cerraron todas las
carreteras. Yo soy la persona que la va a llevar a donde tiene
que ir. ¿Vamos?
Lisa:
Yo no tengo que ir a ningún lado. Por lo menos no con
usted.
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V
i u d a s
o
l a
f e l i c i d a d
t a l
v e z
s í
e x i s t e
Brenda: ¿Está desconfiando de mí? ¿Cree que le voy a hacer algo?
¿Tengo cara de querer hacerle algo?
Lisa:
No. Claro que no. Pero…
Brenda: Su amigo me llamó. No pudo venir.
Lisa:
¿Paolo?
Brenda: ¿Paolo es su amigo? Shh. No. No. No me dé información.
Entre menos sepa yo de usted y usted de lo que pasa aquí,
es mejor para todos. Sígame.
Lisa no se mueve.
Brenda: Entienda una cosa. Si usted me tiene miedo a mí, yo le
tengo miedo a usted. Hoy en día, no se puede confiar en
nadie. Óigame bien: en nadie. En un lugar como este, es
mejor cuidarse hasta de los mejores amigos.
Brenda se abre un poco la chaqueta y le enseña una pistola que carga en el
cinto. Lisa no se mueve.
Brenda: ¿Por qué no se pone en mi pellejo? ¿Cree que este trabajo lo
hago por gusto?
Silencio.
Brenda: Se lo suplico, deje de mirarme con esa cara.
Brenda toma del brazo a Lisa e intenta arrastrarla lejos de allí.
Lisa:
¿Para dónde me lleva?
Brenda: Shh. Si vuelve a gritar, me largo de aquí y usted queda de
la mano de Dios. Así que déjese ayudar. Andando, que el
camino es largo y retrechero.
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