BI Impuesto· Unico érgano 1\iio II; ,,, mensual dl~ la Liga Española Gerente: !Suscrilción anual, 1'25 1\NTt'>l'\lIe> 1\LBBNOíN Precio, I.G Mayo, 1')12. 10 cénts. ----~ ..\'. --;--- ---- «Ven eonmi~'o, dijo it Jolm N(. robarás. de los (!onsumos de 1111:1fOS:l l\'lnj •.•,cs •• BI arbitrio de inq:uilinato en Madrid. Notas y c'lJmentarlos. Inf,rrnación del extranjero. -'lu'~str..Is t:eorias.-Voto de calidad. ~'\lnl~va tl'é!lducción española de ¿Vrotecclón ú libre cambio? ílnuncios. nl·j~'hl al apal'tnrse, con ('I corazón olll·jmjdo~ Las asociaciones de earidad. Un eif"mplo que deben seguir los socialistas eSI,añoles. La sustitución N~m. 6. ~r (IIH~ se :\(~aba~l lIiiío~ HIlIel'cn IIl~·lutt~l·t':l, de h:Ullhl'e dt· t:tp:u', d~ haJUJn'.~ Pl) hé ho pOI' las leyes. Ven c()nnli~o y no dcscans:ll'e~ mos hast a (lue ~og'r'cmos la :1 holiciÚn I de e~as les(~~,» Flobará.s POR HENRY GEORGE ~r]':'adu.cido por D. Francisco :u sl~,¡;undo meeting de la «sociedad contra la p/Jbrna» fué cel9IJrado en ~ueva York, en la «AcaèJ.erni:c de III mÚHica» on la tarde del domingo, co'reSPiln~ente al H de Mayo. Un auditoria verdaderamel te Illlrnet'O:;o se congregó en aquel lugar, hasta el l' lInto que lIlul1lta gente no pudo penetrar en él por halleroo IIElnado completamente el local. H 3nt'.{ Georg'B se dirigió á la concurrencia en los términos siguientes: ,,1:1 Doctor Me. Glynn, en el Chickering Hall, dijo la nO(lhe del ¡Jagado domingo que aquello era un acn:1t.eeimiento histórico. Llevaba razón, Porque un mir istra de Cdsto, dit'igiéndose desde una tt'ibuna p:ihlica, en un doming,) por la noche, á una gran et nCl!rrenci~, compuesta de mujeres y hombres de tod( s maticl3::;Y creencias, para predicar una cruzada el,car.linada:i la abolición de la pobreza, haciendo ,lU llamamiento á los hombres para marchar juntos r tl'~:bajar juntaR á fin de hacer venir sobl'e la tierra el reino cio Dios, marcaba, en verdad, un acontecI miento importantísimo. Las g'randes trHn!<formaciones sociales. dijo )lazini, naCa hm sido ni nada seráu sino la aplicación de granlies movimientos religiosos. (Aplausos). Ei día en q re Il democracia pueda llegar á la categoría de UB partido rE,ligioso, ese día habrá comenza- l Amaya Rubio do á hacer efectiva Sil victoria. (GrandAs aplausos)' y el más hondo significado del meeting de)a noche del pasado domin,¡;o, el significado de esta sociedad contra )a pobreza que nos congregó aquí á todos para su inauguración, no es otro que)a intI'Oducción del sontimiento religioso en el seno de )a lucha democrática, el sólo sentimiento entre todos los grandes sentimientos capaz de regenerar al mundo, (Aplausos), Los comentarios hechos sobre este 'illf.etill(J r sobre la institución de esta sociedad son m'IY sugestivos. Se nos ha dicho, en primer lugar, por los periódicos, que no podemos abolir)a pobreza por'· que no hay tanta riqueza para ello á nuestro alredejar. Se nos ha dicho que si toda la riqueza de los Estndos 'Gnidos se dividiera, apenas cabríamos á ochocientos dollal':) por individuo. Pues bien, si ello es así, lo más monstruoso entonce~ que puede concebir:;e, es la injusticia que permite hoy día á un solo indi viduo el poseer millones y de0enas de millones Y hasta centenares do rnilloneil. Si la riqueza es en efecto tan pequeña, como nos dicen, entonces mayor injusticia representarían esas grandes fortunas, Pero nosotros no nos proponemos abolir la pobreza dividiendo la riqueza existente, sino creando. El Impuesto l.Tnleo más riqueza. Nosotros nos proponemos abolir la pobreza buscando trabajo á ese vasto ejército du brazos ociosos,-que se elevaba el año pasado sólo en este paí,; ha,;tll á un mil1ün, -eil~ vaiito ejército que aguarda con ansia crear más y más riqueza, pero que ahora por el sistema que permite, como al perl'o del hortelano, monopolizar los dones de Dios, está privado de la oportunidad para ejercer el trabajo, (Aplausos). .IlespJl.á.~ I10S dice que no podremos abolir la pobl'eza porque siempre ha existido. Bien; si la pobreza siempre ha existido, mayor necesidad revestirán nUe::ltl'o movimiento y nuestros esfuerzos por abolirla, Si la pobreza ha existido desde ha mucho tiempo, nosotros debemos e,¡tal' cansados de soportarla; debemos hacer lo posible por Iibrarnos de ella, (Aplausos). Pero nosotros negamos que la pabl'eza, tal como nosotros la vemos en nuestros días, haya existido siempre, Jamás en la historia de la humanidad se ha conocido tal abundancia como la que hoy existe ni tal poder para pI'oducil' riq neza. Tan claro es e.>to, que mucha gente, que nos arguye que nosotros no podemos abolir la pobl'eza, la atribuyo á pa,¡o seguido nI exceso de producc¡'ón. Ellos virtualmente nos dicen que pOl'que el gé· nero humano produce mucha riqueza hay tantos pohl'e~; que porqne hay muchas COSAS que satisfucen los deseos humanos, los hombl'es no encuentran trabajo y las mujeres deben ser contenidas y sujetas. ¡Pùbreza atribuiùa al exceso de producción, pobreza en medio de la riquezll; pobre~a en medio de la ilustración; pobreza cuando 01 vap¡)r, la elec· trioidad y otro,; millares de inventos que econocni· "an e3fuerzo y tl'abajo, vienen en ayuda del hombre, de un modo tal como jamás se ha c<mocido en el m\lOdo! Indiscutiblemente, no hay raz¡'m ninguna en pro de su existencia, y ha llegado la h0ra de qua hagamos algo para abolirIa, (Aplausos). No hay instituciones caritativas capaces de SIlplir la demanda, pOI' caridad. Aquella es incapaz de ser t>llplidl.l, Existen nnones sobradlls pal'll mostrar á todr¡ hombre que piense y á toda mujer' que l'a· zoue, que es aosIllutamente impllsible destruil' la p:)breza por medir) de la cal'idaiÍ, como existen ig-ualmente para dern')strar á todo el que quiel'a Ilegal' hasta las raices del ma!, que lo qlle se necesita no es precisamente caridad, sino justicia, esto es, la conformidad de las institueiones hU11Hllla,; con las eternas leyes del derecho, (Aplausos), Pero cuandl) nosotros deci mos esto, cllando asentamos que la po!:>reza debe su existencia á la violación rie las leyes divinas, nosotros somos objeto de befa y lJUl'la. porque se no:'! tilda de pI'eten· del' conocer má>; que los hombl'es deben sabel' acerca de los dt!signios del Omnipotente. ~Iuchos se han forjado un Dios para quien es tanto más amable la pobreza, en cuanto que ella suministra al ri(l') ocasión pUl'U Illt)stl'UI' su bondad y benevolencia sin límites; y no tienen reparo en aducir la existencia de la pobreza, como una prueba de que Dios la quiere, Nuestra réplica es que la pobreza existe no por la voluntad de Dios sino por la desobediencia del hombre. Nosotros decimos que la voluntad de Dios es que no exista pobreza sobre la tierra y 10 decimos y conocemos, con la misma facilidad oomo conoceríamos oualquier hecho natural. Las leres del Universo son leres de Dips, Jo mismo en el orden social que en el orden físico. y Dios, el Creador de todas las cosas, ha dado hnbitaclón para todos, trabajo para todos, abundancia pa· l'a todos, Si hoy gentes viven amontonadM hasta tal punto que parece como si existieran demasiados pobladores en el mundo; si hoy miles de hom[-,res que trabajarían con gusto no lo hacen porque Ill> hallan oportunidades para ejercer su tl'au!ljo; si hoy la competencia en los empleos lleva 108 jornales hasta ese límite que no bastan para la subsistencia; si hoy en me.fio de la abundanoia de riquezas, exi:;ten en los grandes centros de civilización seres hu· manos que arrastran una vida peor que \ln salvaje, ello no es pOl'que el Creadol' haya sido UII avaro ni un tacaño; ello obedece simplemente á nue;;tra PI'Opia inj usticia: ello tiene pOI' ca usa el que nosotros no hemos llevado la idea de hacel' Ú los dermís lo que nosotl'Ol:l quisiéramos que hiciesen con nosotros mismos, al seno de nuestras leyes é instituciones. (Grandes aplausos). La sociedad cOllf)'(/ la }J()("'e:a no ha inventado ningún remedio para la pobreza. Nosotros no VI)mos fi proponer ninguna cosa nueva. Lo que nOHOtros deseamos es simpll.'mente que se haga justicia, El principio que proponemos sea llevado al sen\ de nuestras leyes no es ni má:; ni Illenos que e principio de la i'cgla de 01'0. Nosotros proponemos la abolición de la pobreza por el soberano remedio de haoer á los demás lo que nosutros exigimos que ellos nos hagan con relación de nosotros mismos, danãoà tod6efiñUüdõ 108 dèroohOs- qneen jusficIa " le pertenecen. y nuestro propósito es empozar asegurando á cada criatura de Dios, que viene al mundo, su ple-. na y legítima participación de la herencia común.; .que como (i tal hijo de Dias corresponde. jQue vivimos amontÙJllldus! ..,\Hay que sor-' pI'endel'se de que los hombres vivlIu poco me- i nos que hacinados, como pasa en esta ciudad, cuando vemos á muchos que lJt)seen mucha má:; tierra que 1:1que ellos pueden en modo alguno usar, arrondálldola por precír)~ enormes? Pon,luu ¿'1ué hubiera acontecido si cuando se abrieroll eslll:i plIel" tas, los pI'imems que hubiesen llegado se hublllSOl1 . apI'opiado todos los asientos del local y hubiesen exigido á todos los que Ilegarall después ciNt I 1)J'l~· cio por el ejercicio de un ùel'ccllO igual eXl'lCll\lIHm' te al suyo? Pues este es pl'cci:;amento el llIùdo co, I I i \ ·~I Imlluesto Unieo mo nosotros hemo's obrado en el mundo. Esta es la razón de por qué las gt1ntes viven amontonadas en miserablE's viviendas; este es el motivo de por ~ué es tln dificultoso encontl'ar trabajo; la causa de por qué apflrece, alÍn en los llamados buenos tiem· . pos, plélora de OCIlV8Ci">Il, y en los denominados malos, como los de depresión ind ustrial, miles y ciento,; èa mile:i de hombres que van vagando de lugar en lugar, sin Ollcontrar empleo ni ocupación. (Aplauso,) .. ¡Que no nay trabajo bastante! ¿Pero qué es el trabajo? :~l trabajo productivo es simplemente la aplicaci6r del es{uer'zo humano á la tierra; es simplemente la transforma,ción en formas adaptables para llati8facer los deseos humanos del material desnudo que EllOreador ha colocado sobre la tierra. ¿Y no exis~e oportunidad suficiente para ejercitar el trabajo en este pllís'? Supolliéndolo así, cuando millones dl heombt'es so encuentren sin empleo y malos tieml)Os reinen por doquier, nosotros podríamos en viar una comisión á la Corte Celestial que representa~e la miseri.!l y la pobreza de la gente de aquí abajo y que expusiese su incapacidad para encontrar Hcupación. ¿Qué respuesta se le daría'? No seria ciel't8mente: "tEstá toda la tierra en uso'?" «tE"tán todf s las mi nas explotadas? ¿No hay acaso oportunidades naturalos para poder ejercitar su tJ;'abajo'?»Qué podríamol:l nosotros pedir al Creador que nos sum.nistrase que no existiera sobre la tie· rra en abundancia? El nos ha dado el globo entero ampliamente provisto de tod·) aquel lo que sirva para satisfacer nuestras nenesidlldes. Si aparece la escasez, si hay necesidades, I;i existen hombres que no encuentran empleo, si hlY .gente oxtenuada y pereciendo en medio de la e::ubl~rante abundancia, ¿por qué ha de ser sino porql e lo que e! Creador ha hecho para todos ha sido Ilonvertido en propiedad de unos pocos? (Gl'ande.~ f' pla lISOS.) Al luchar (;OnLraesa ~~rande sin razón que nie. ~ al trabajo aJceso á las oportunidades naturales para Sil empleo. nosotros lunhamos en contra de la causa de la pob'ez8. Nosotros prop.Jnemos aboliria, elCtirparla, de raíz, abriendo Iibre y abundante acceso á todos 103 hombres que deõeell emplear su esfuerzo. Pet'O tam· bién es nuestro )ropõsiLo dejar intangible el sagra. do derecho de p;·opiedad. ~rosotros somos dofen::lores y partidarios de la subsistencia de tal derecho, siempre que por taille entienda el inherente á las cosas producidas por' su trabajo; el derecho que dá á cada cllal plena posesión de las casas que ha producido pvr su esfuer:w, contlriéndole potestad para darias, venderIas, etc., para hacer en suma lo que le plazca COD elb:s, uiempre que al ejercitarlo no ofenda derecho alguno ó análogo de los demás. El derecho de pre.piedad así entendido, lo defenderemos siemI,re;7 lo sostendremos en contra del mundo entero. Respecto de una casa, de un tra- 3 je, de un libro, cualquiera cosa debida al esfuerzo del hombre, siempre existe un título eviàente de poseElión que es inherente al hombre que lo haya hecho. Tal es la fuente del jU;¡to, del sagrado derecho de pl'¡)piedad, y no nínglIn8 otra; es decir, la relación de efecto á causa CJU respecto al hombre productor y la cosa producid!\. E!1tederecho des~ansa sobre el derecho individuai del hombre al U3a de sus pro pias facultades, sobre su derecho de desenvolverse por el ejercicio de su propio trabajo; más tquién puede aduoir tal dersJho de propiedad con relación á la tierra'? ãQuién puede ostentar título de absoluto do minio sobre la tierra, que se derive de Su condición de hombre que la haya producido? Absoluta mente nadie. Y así hasta que se nos presente un hombre que nos mues· tre un título originario del Hacedor del planeta; hasta que nos exhiba un decreto del Oreador por el que se declare que esta parcela de terreno, 6 este ó aquel solar, ó e;¡ta ó aquella mina de carbón, Ó este ó esotro pozo de petrole:), ha sido hecho para él, hasta entonces, todos tendremos el derecho de pens lI' que la tierra ha sido hecha para todos, absolutamente todos los hombres que la poblamos. (GranJas aplaus0s.) La religión natural y la religión revelada igual. mente nos enseñan que Dios no es considerad0r de personas; que El no hizo este planeta para unos pocos, con exclusión de los demás; que El no lo ciió tampoco á una generación con preferencia á otras; sino que Ello hizo para el u;;o de todos los pobladores que su providencia ha hecho brotar sobre la tierra. (Aplausos). Si esto es vedad, el niù') que nació anoche en en la más humilde vivienda del barrio más mísero de Nueva York, al venir á la vida, tiene tanto dereeho â In tierra de esta ciudad como cualquier Astor ó Rhinelander. (Aplausos), ¿Más cómo sabemos nosotros que el Todopoderoso es contrario á la existencia de la pobreza? ¿OÓmo sabemos que no está en concordancia con sus decretos el que la pobreza subsista? Nosotros lo sabemos pOI'que conocemos que el Oreador lo ha declarado a;;í. So ¡·OU (/l'ÚS, dice uno de sus preceptos. Y no hay duda que la pobreza que hoy existe en medio de la superabundancia de riqueza, no es más que el resultado de un sistema que eleva el 1'000 ã la categoría de un hecho legal. (Grandes ap!ausos.) Las muiel'es que pal' millares arrastran una existencia penosa doblada~ ante sus máquinas de costura, trece, catorce y hasta dieciseis horas diarias. Esas viudas obligaGas á un trabajo penoso, al mismo tiempo que se esfuerzan por educar á su prole desamparada, falta del que les gannba el pan con su sudor; ese enjambre de niños que se crían y desarrollan en medio de la hediondez y la miseria. sin ropas con qua cubrir sus carnes, sin alimento que llevar á SI: boca, sin educación para erevar el es- ·.:1 • n1lluesto piritu, hajl) ('I)!Hiiciones en suma en quo sólo un mi¡¡nede pre,;en'arles puros, y hajo la;; clIales mwen c')nd~lIa(ll),; de antemano á le il pI'o"idins y á las man\~ebía,¡, tuJo" ellu,; ::iUrl'Un, y llluellOS de ollas J:'U;l'lJ Hlt:u!llben, inicuament.e perm'tilllo,; que senn rouado:;, inicuamente despojados rle SIlS pl)I'qll~ nosotl'Ofl del'oeho,.; (lc (:unn, saqueado:'! por un sistema que deshereda la inmensa mayol'Ía dc- los sere;:; humano" ul !lq,:Cl' Sll apal'h:i"'1l cn el 'llllndo, (Gnmdc::I aplallfh/s,) lla:, elemenlos suficientes (lll el lllundo para !:'vilar esc llOrl'ilJle e,;pe'~tól:ulo.,. míu :>obran, Si torlo:'! lo..; deshare'lac1os tuviesen la illtegri(iad de sus deroeil!l!; cn el e:;tado en que el Cl'cadOl',;e los lJtOl'g{), al nflcer, no habría tieL'Il[l:> \'irgenes ohliga· (ln~ á ,1e;¡empeiÜ\l' ocnpaciolle;; i :n¡>ro[lin:> de :-iU ~exo, para prolongal' u!ln cxi,;te¡)l:ia cie lnr!'m'e~:nil llflbría infelÍl:es \'ill'h¡" qUê a!'!,I:;tnl"pll unf( "ida tan amal'ga para ¡>l,deI' I:tlval' ¡'I! pe,LWl dl: van <Í li)'; hijo,; Je su:; elltrafllH: JIll 1I1'.brí¡, e~a miKeria y 1Hllhedull1hl'e qlle olJRHl'ValllOK la,; más ~opuJare8 ciudHdes podredulllllI'c tanto y l'ie;)fi son mfis (~oridiflllal1lent.e !>l'ofundn. ,:nHllto mÚs ex· los ('e!ltro~ de ci\'i!izacitm !~lleSa'(l,; día;;, (tirandes aplan,;¡ "¡. 'r'Jins estas ('I)~as f;OIl )0'; 1"?8ultn¡)\1H do un t'Jl):;""; 18,-,f11, el fl'ulo Cil de .:\Il1Pl'ira; miseria.r del incnll1plilllie>;lt,) <le aquel de ¡'Olla [ll'CeCp- ,lice: ~\T() 1'(J¡lr~ ,',;,-;, \1 I:'! i,~,)mll se [W()5~Ulllbl'a j intüq)!'etm' h,).\' día e.B pre'>~Jlto aún Pl)l' los nlÍ,,!t'ill" que He jaetflll de sahùl' predieal' el EVlIngelio'1 S(!).!i'1Il eilo:'!, e:-ie pre. tJ qUH cel,t') ~i!.;nifi~n: r;,I1Î1't!rllt' ,le ¡'1ft! ..' eu ild /'t'f!, .•i,/,;u. (IU"a;;.) ~Iejor sitio no mel'll,;eU lIl11eiJu:; de ellos, ciertamente, Podéi,; rouar, ¡;egún eso, con tal que l'\)I.I~i~ en f.'r3n cant.idad, y no os eclwn el guante: cneima y teng,íi-; sitio de preferencia en el {unl,it.o (le la5 i~Je.~ia:;. :"l'a robad unos cuantos ¡]ollar3 jall\{b; eso sel'Îa lllUY peligl'oso; si tenói., ocasión tie robnrles á millün6:l y 11)'-\"1'a1' escapar cCtn éxito, ileg:u'éi,,:í :-ier .1:1.crelUiLde nl!~stra_H()ciedHd . .Yo !·¡¡//(lI·'; .•.•.... c:iBl.:..>re:cepto <ie Dios, ?,Qué significa ell!)? AQuiet'" decil' acaso (lue n', se debe ratear un \)o!sillo'1 ;.si~nil¡":\l'11 (,ui,,'\" que ni) so llélJen e,)llletet' L'O[¡U:-i Uti:lltall\lo las ,-ivien-ia;¡ Ó los ealllinos? Hay ciert.amente otras fut'ma;; de robo <J'w se prohiben p:lr t'"c prellepto dfl igual )ll,)do. El :-,i~niHca, si ha de tellel' algún ~i!Snilieaclo, (lue no debemail .iamã:; apropial'no,; aquello pam ]() ¡,nRI 11t>tenemos título de ninguna clase y qne rudunda en detrimento y despojo de IlJs dern~ís. (S" S:t~. (·ollfillll·(ní: ElllOlh'r' es llalt'Ïlnulliu d.~ l:t~ IIlaLI. (I"t~ la~ Op ••illH' ('~ ~n lu'upia i~·••or·aIH·ia~' Iniul)(~ (·;':;CJi~luo. 11"lu'l/ f~('fH'flf" U••leo las ftsociacione$, Oe CariOaa la carta ~e Mr. felS qu~ôó sin contestación En Î de Junio se reunió en Boston la :18.8 anual Naeional Coufel'oncia sllbre cal'idad y ~orrección. Durante :38 años estos representantes de las organizaciones cUI'itativas se han eslado reuniendo pal'a di;;cutir modo;; y medidas qua alivien Ja'miseria y el infortunio y ú pesar de todas sus deli,bm'sc¡ones !lay ahon tanta <') mÍls miseria qUI:I había cuando empezaron su primera reuni<Ín. Lo peol' de todo es que estas conferencias no han hecho nada para justifi'~ar Ia eHperanza de quo sel'únunf¡{ctoI' en hacer mejoral' la condiciÓn existente. ~[uy pocos SOil los afiliados ú estas asociaciones de cal'idad que se dan cnenta de que fil deber se descuida y tmtan de COllvenller fi sus.colaboradol'es . de la necesidad de hacer algï) pUI'a acabal' con la eau;¡a de la misel'Îa. Desgl'aeiarlamente sus esfnel'ZOS HU encuentran eco .. ';' ' .. Con esta misma intenciÓn .Ycon obj~to ayudarles, :\Ir. Joseph Pels de Fílarlelfia enviÓ lI11a ()urta á los ~t)cil)s de la antodicha Conferencia. Plu'ece se¡' que esta carta no ha sido leidRpúbli.calllente; pero no cabe duda de que tod{)s 1()ss~)(lÎos se ¡um enteràdo de su contenido de En esta r.a¡-ta, :\11'. FelR llanUlba la atenüÎón hacia cI hech/) de qne los cHl·itativos laborante::; es· taban haciendo poco ó nada para acah8r con lacllusa de la miseria y de quo muchos de elloR son indiferentes (¡ enemigos de toda reforma díl'igida á aquel fin. Hacía constar que ya no hay excusa alguna para alegal' ignorancia en estas Ilwtel'¡aS, .puosto que hace ya más de treinta aÙos quo Hen .•y GOIl\'ge demostl'!) Clal"amente en «p¡'ogl'eso y Miseria» cómo se abolirá la miReria, Ofrecía una PI'oposición qu~ ha venido á p(Jnel' á f)l'ueba actualmente la. pt)Cá vo¡un~ad de los socios para aprendel' cómo desapa. recel'Ía t<lda necesidad de caridad, EHta proposici(¡n era !lombral' Ull Comité para que inv.estigsMl cuida:dosamente los méritos de todos los pla.n~a. pI'OpUCS' tas pm'a flcabm' eon la misel'Ía.Y 4ue diera cnenta de su inve:iti!..{3,ci,Jn on la PI',:,xilllll Conferencia, El ad"iltal' est.a pr\)pUSi0i<'lll no> h·ubiera signiticado ninguna particular profesión dafé para est.!l AsnciaciÓn. El C,Jmiló hubiera tenido amplia lilJertad pHI'a investigar 108 lllÓl'itos del JI//'I)I(c.-;t()unico comparad,)s con lo,; deí .,ociuli-;lI!o. 'W«(j"juismo, 1:0. ledi1'Î.mw y demás plane,;, Lo que únicamente se pedía es que el Comité se eonstitllyer'a con todns las garantías de honl'adez .r sill'~or'idad cn su tra\;¡ajo. Cllalljuiel'U que huuiet'a :>idl) la decisión de l!,;te Comité, la siguiente Coafel'encia huJ¡iera e:>tl\llll ea'8ituaciÓn de adoptar alguna medida utH para el objeto de su institucicJll. Su ne;rati va :í. adoptar la pl'oposiciÚn d'e ~Iiste •• Fe1s justifica la sospecha deque lall1ayoria.delos socios lO se hller(lsan particularmente en abolir la miset'Ü" K.lto cnloe:. á loiÍ socios en una situación f falsa. ~:¡rehulHti1 hacel' todo cuanto puoden para :;¡lIU!il'1ft Illiseria, ,~\)nsel\uencia es que les cabe ciel'sa re~¡Jl1¡¡3~\)Üil~~d Cil ql\i~ continue existiendo. Por consig I ¡ente, Sil ,e~l'i.dad 110 tiene otra sÏ¡.;nificación práctiCl q Ile la d,~l !lila somhl'a de mdemnización pt)!' los :laf¡os y,lwrjuiclo,; call,;ados á II)S que la re· ciben .} enOl·:llerIl.ente de:lproporeionadli con los dr..1Ïo.>CI U/:liJd )s. A .liJa tal caridad no hay que conC\ederla linguna clase de crédito relativo á buenas intell~~io!les, ni merece ninguna gratitud por parte de los qlle rooiben Ja limosna. COllfe:¡tación á una carta pditoria MI.. ·'el~; no dll ni un eéntim') para limosnas. Saue qu::; ni la 0al'icl.ad de la AsoeiHd0n on cuyo nomlwe ::;scl'ibe. ;li la caridad de ningllna otra Asociación ó pal ticulaI' individuo, puede l1amw más que aliviar temp')I'almentc á unos cuantos dOilgraciados en caso de i -¡fol'tnuia, Sabe también 1\11'. Fe!s que lo que n'lcesita el po\>I'e no son limosnas sino un c!!-n~bio (11 1'\5 condiciones sociales tal, que haga innecesaria la .limosna. Para esto eil para lo que ~Ir. Fels da l)uanto puedo, para la abrdgacióll del sistema dJI monopolio y del privilegio. ViniEndü al <.lasode vuestra Asociación, vernoil que lo qu ; ustedes tratan de hacel' es consoI'vm' una ínstitució l qua' tiene á su cargo el cuidado de los enfel.-mos pot res. Pe,ro ustedes seguramente saben que las condi,;iones Elll quo vi ven y trabajan los po_ bres conô ·.lcen inevitablemente á la tuberculosis y la miseria Usted lS deben conocer que un sistema social q~e restringe tan brut.almente las ocasiones de empleo que á miles se cuentan los que aceptan contentos la suerte de trabaj:u' en las condiciones más insaLubres. l'odeados de los mayores peligros, tiene que conducir inevitablemente fi la propagación de la :ubel"culos ii. ustedes deben saber que un sistema que premil el secuest:~o de tierras tiene que producir ia agloneración de miles de seres humanos en viviendas Ilalsanas productoras de enfermedad, Ustedes SabGll tc.do esto y sin embargo se imaginan que han eu :lplido con su deber al anunciar sus pl'Opósito!i de tamal' á su cargo el cuidado de cincuenta víctimas (le este infame sistema. Parece quo no se les ocurre á ustedes que la causa de est!t c8.\amidad puede ser extirpada de modo que se ae abe con la p¡Oùducción de la tuberculosis y de modo que p€,rmita á los parientes de los actuales tÍsi\\os obtener 01 necesario bionestar para no necesitar la asiateneia de instituciones como la vuestra. Otra carta Contest2 ndc. á una carta firmada por el Doctor Paul G. Wac Hey, presi(J:eute del Hospital de Cincin· nati, Mr. Dar:el Kiefer, presidente de la Comisión del Fùndo, José guiente carta: Fels de América le envió la El- ·Diciembre 6·1911. lk Paul 0, W,)(lJley, presidente del HospitnI de la As )t~iaci'-lIl del Servicio Social. Cincinnati. E:;limadn seÜ'll': Me pregunta V. en su carta del 2D :'\)viell1bl'e: ?,Tiene V. hoticia do que en las am· plia:; crl\~ias del hospital hay padres de familia qU3 al ser dados de alta no saben dando se han de buscal' la vida paea subvenir á sus necesidades y j Jas de Sil família'? Ciertamente que lo sé. Hace mucho tIempo que yec' e! desarrollo de la miseria y el infortunio e:1 esto país. También só que los obreros gRnan tan poco que cuando les ataca el infortunio de modo que les obliga á l'eeurrir á vuestas instituciones, va:1 despro\'istos de tal modo que cuando son dados de alta no saben de donde ha de venir la comida dcl sigu.iente día ni la renta del casel'O para el siguien- te mei!o C')nozco todo esto y estoy haciendo cuanto puedo por I'emediarlo. También me ocupo en que el ¡;rójimo se interese y h'ato de obtener su cooperación Call el resultado de que Jas que son mós Bct;\'OS en el sostenimiento de las instituciones de ce.ridad, son, genOl'almente, los que menos desean el cambio de condiciones para hacerlas innecesarias. Si no oxistieran las leyes que dan á una minoría privilegiada el poder de apropiarse legalmente las ganancias de los trabajadores sin la debida compensllción, estos no se veríall obligados á depende,de la caridad cuando les ataca la enfermedad, Si no estuvieran monopolizadas las ocasiones de producir riquezas, si no mantuviéramos un sistema de impuest:)s que es una multa á la industria y un premio ¡.;ara el que la obstruye; sí no pet' mitióramos las tarifas de aduanas que roban al trabajo; si mintié. ramo., menos cuando hablamos de ellas como ]JI'Gteccio/!ista,,; si no permitiéramos qua las empresas particulares monopolizaran los servicios públicos y, finalmente, pagáramos los gastos del Presupuesto tomando para uso público el valor del suelo en vez de gravar estúpidamente la industria y sus productos. tendríamos abierta:; toda$ las ocasiones para el emp leo de todos los que quisieran trabajar y no hauría ocasiones para que los Im,ts y monopolios robaran nada de las ganancias del trabajo, Yo trabajo pal'a traer á la realidad este cambio por medio de la Comisión del Fündo ,Tosó Fels, Uno de 10lS obstáculos que tenemos que vencer es la firme oposieión de los hombres que más contribuyen ã las Ï1Btitu0ionos de caridad, de los hombres que están d:spuestos á hacer por los pobres t.odo lo que no sea dejar de que soan bestias de carga. Me parece que usted debiera reducir sus peticiones para el sostenimiento de Jas instituciones tales como la vuestra, solo á los hombres que defienden la institución del monopolio del suelo y que El Im)Juesto (Toleo son, por consecuencia. en [a medida de sus facultades, responsables de la miseria causada por la fundaoión de los demás monopolios. Debe usted dirigirse á los defen80res de las tarifas proteccionistas que son los responsables peraonalmente de las víctimas que tan infame sistema causa. Debe V. dirigirse li todos aquellos que se oponen á la sustitución de tos impuestos sobre el trabajo y sus productos por el Impuesto único sobre el vahw del suelo. Todod estos, con intención ó sin ella, están impidiendo el empleo de los capitales en uso produotivo y eatán conservando en el páro forzoso á miles de hombreR que son capaces y desean trabajar. Deb~ V. dirigirse á los partidarios de las em· presas que monopolizan los servicios públicos, puesto que estos como aquellos se ocupan en empobrecer al trabajo. Todos estos que se ocuran en crear la miseria que su institución se encarga de aliviar solo en una parte infinitesimal son los llamados y moralmente obligado,; á sostenel'lo á V. y á otros como usted. No tiene V. obligación de agradecerles nada por lo que den, puesto que sus donath'os no son más que una Rombra de indemnizaciÔn desproporcionada con los daiíos hechos. Nunca insistit'ã usted demasiado para hacerles comprender .que en tanto les quede Iln centavo y haya nn ca!'iO de infortunio sin aliviar, no cumplen con su obligación moral. Pero para nosotros los que trubajam,)s por acabar con la causa de In miserin, sería una falta imperdonable el dedicar ni un céntimo (que tanto necesitamos para la ohm en que nos ocupamos) al pago de las obligaciones personales de todes aquellos que se oponen á nuestra obra y la estorban. De usted afectísimo, Un ejemplo que deben seguir lo~ ~º.ciaIistasespañoles El Dl'.. TlI'3to, adalid del partido socialista de HU9no;;·Aire=" ùst:l haciendo rampaila para la adopci6n dRI Im pu esto T' nieo. Yéase la conferencia qUEl di,) en el loral del partido en In nllchB del 27 oa ,jllii,) ,1H 1911 Y qUIJ tl'ansCl'Íbill1o$ del periódico L~l ,·.r a~iâll. LOS IMPUES1'OS PÚBLICOS eonferencia del Dr. Justo En elloc.l1 rlGI partido socialista, el Doctor Justo diu ::lh.Jl;!l'J lllla cOllfel'cncia soore 10:3 illlpuesto~ qu'~ 1)('';''\!1 s(,bl'o el I'uehlo. d-bbla!' ,¡,_, jlIl~\'OS imp',lestos, comr.llz6 diciendo, cwmdo :mo no os lllini:'itl'o de IhciulJda, puedè pas~\' ;l()' ;,1 coimo de: f>XeL'SO till (·elo. 8n realidaù, lo Illil' importanh' l'fll'ft 01 pueblo tl'abajador, en i1~:1t·,:· h cie i III plll'~L(lS, es C(H10CC1' las gabelas que encarecen la vida y el trabajo, y ~ritar contra ellas. Hay que cegar las malas fuentes de impuesto, para que el fisco descubra las buenas y se abreve en ellas. «Ne('esita el pueblo, en segundo lugar, SRber en qué se invierten los dineros del Estado, y mientras estos alcancen para favores oficiales, iglesias y paradas, será más urgente protestar contI'a esos despilfarros que propidal' nuevos impuestos. «Sin embargo, agregó. para los que hemos llegado á ese grado de conciencia política que permite apreciar los servicios públicos y desear su ampliación y perfeccionamiento, es siempre oportuno el estudio de las nueva~ rentas públicas que sería posible obtener. «Seg-uramente, son muchos en esta asamblea los que saben que en la República Argentina del Centenario no hay escuelas sino para la mitad de los niños en edad escolar. En 1909, de 1000 niños de û á J4 ailos, sólo 590 tenían cabida en las escuelas, Estoy en lo cierto tambión de que todos los ciudadanos aquí presentes consideran urgentísimo el establecimiento de las 10.000 escuelas que faltan. Queremos también majores servicios de higiene y asistencia pública, y al mismo tiempo, privar al fisco de las más copiosas de SIIS actuales fuímtes de recursos ,,¿Cómo sustituirlos'? -Reiteradamente hemos propuesto en su reemplazo el impuesto sobre los valores terl'Ítoriales, üll diversas formas, la más nueva de las cuales os la del impuesto sobre el incremento del valor del suelo, una de las muchas y buenas ideas quo lanzamos á la circnlación.» R':llata en seguida el confel'enciante un experimento sabt'e el anmento del valor del suelo, que acaba de lle\Tar á buen termino. "He vendido en 11 veces más lo que me COtitó un tetTeno que compré hace 5 y 112 aflos, Cada seis meses, el valol' de ese terreno se ha acrecido en una suma igual á sn premio pdmiti vo, el 200 por ciento anua!.» "y 01 Estado, que d.urante este tiempo me ha cobrado altísimas sisas c~da v~~.que he. CQIDprado tin vestído para mis nijos, no me ha quitado, de esa ganancia gl'atuita de 80.000 libras sino 540 libl'as. exactamente lo que me ha exigido en estos afws bajo el nombro de patente, para darme pel'miso de ofl'ecer mis servicios profesionales. Yeso no lo ha tomado el fiseo como su parte del nuo\'o valor. sino como un estorbo á la tl'al1:3misión de la pl'opiodad,'pues- lo misino hubíel'a debido yo pagarIa si el torreno qUH vendía en 90 mo hubiel'a costado 100. A tal pnnto cs absurdo y falto de equidart nuestl'O sistoma de impuestos! ., Después de rcfel'irse al 'origen de la renta del slwlo, dijo: "Pero nunca puclo confundit'de el suelo con los n1t.~,lí()sdo pl'Odllcción cl'eados por el hombl'c, h<lgta el punto de ocultat' estos tres caractel'es nega.tÍ\'os, pOI'O fundamentalos: el precio del suelo f!;'; ante todo pl de la pla.taforma terrestre, pl'oexistonte á todo trabajo humano; el suelo es , El Iml.uesto (Jllico inamovible; SllS (llememos esenciales no se pueden destruir. Nadie hace el suelo, nadie lo mue· ve, nadiG lo eonserVll. Y la idea del Impuesto único sobre a l"3nta dl~l suelo ha renacido con lilás fuerza, ebcuentemElnt.e expuesta por Henry Geol'/;e. Qomo IUlllbién otras ideas fundadas, pero unila'torales, (¡sa media-verdad politiea ha toma· do ell los paí~Ls an:;lo' sajones el carácter de una l'cligilÍn,'Geol' ~e deriva todos los males sociales ùe la apl'opind611 privada de la tierra y todos los rouiedios de 1:1confiBcaci6n de la l'enta. Sus discípulos no ven en la historia sino una cuestión de impuentos, Y proclaman la <single tax .• como la únic:l salvación contra el privilegio, contra la espe ~ulHci6n, eontra la corrupción política, contra la miseria de las masas, <Ardientemente sostenida por organizaciones podel'osas yaetivas. esa idea va abl'iéndose rápidamente m mino en lo que tiene de substancial. Las Ligas pal'u el impuesto á los valores territoriales demuestran COll cifras que los ten'atenientc~ sa alll'opian on última instancia todos los beneficios dBI pl'ogreso social, bajo lu forma de nuevas y rrás altas rentas, con la valoriza ciÔn cOllsiguie 1te de sus tierras, pues el valol' del suelo do pende de la rElUta y no ésta de aquél, como s1101e pretenderse toclayía en algún gran dial'Ïo argentir.o. En la~1 ciudades enriquecen gratuitamente á los pl'Opilltal'Íos todos los gastos públicos en nU\lVall vías, en plazas, en puertos, etcétel'a, Los <:;ingle tax3r3~ ingleses exponen elluc!'o inmenstl que ha reportado á los dueños del Sllf\lo la con,trucci6n en Londres del <Thames Enbankment» .. <Dm'ante les años 1901-1906, la poblaci6n de las ciudades que han €·stablecido el impuesto sobre el valor del suelo exclusivamente, ha aumentado 20 por tOa, mientras la de las ciudades qtle aplican el antiguo sisl;ema de gravar también las casas, solo aument,:) lõ,5 por lOa, El valor de las constr .lcc::ones y mejoras en el pt'Îmer grupo de ciudad'3s aumentó 82,3, aumento que no pas6 de 36 p(lr 100 en ,31segundo grupo. Y ,el vala!' del suel(, de las ciu.dades donde el suelo . soporTa ha toda ]a (larga 11scal, aumentó 105,2 por 100, mientra:l que ese incremento se limitó á ¡j1,9 pol' 100 en as ciudades que mantenían el viejo sistema de m puestos. ~Este último dato comprueba algo que te6ricamente el'a ya evidente; para una masa dada de impuestos cOllvione también á los JJl'opietarios que olla sea sacada dEldonde sale con menos pél'dida, eon menos per'juicio para la colectividad; de la renta del suelo, Hasta un buen sistema de impu ~sto les aprovecha en última instancia también á E,lIos El doctor Justo t9rminó diciendo: «Combatamot todo impuesto sobre la vida y el trabajo .. Mantengamos la eontribuci6n directa basada en llna exacta valuación, IibJ'ando de ese gl'avámen el valor de les edificios y mejoras, . 'Estable~m~s para la propiedad rural el Impuesto territorIal progl'esi va, que acelere la di visión de los lati:undios. ~y mediante el impuesto sobre el incremento del valor del suelo, confisquemos una parte cada yez mayor del nuevo valor que confiere á la tiBl'!'a el progreso humano . • DeielAos en cambio, libre de trabas fiscales al capital, pal'a qlle este afluya del exterior en abundancia. y los empl'esarios se dediquen con mayor estímulo á las buenas fOl'mas de la comlJetonClia. ~H(3 ~rmlllado á grandes rasgos la teoría según la (Ual el interés del dinero tiende á confundirse <onlas ganancias rutinarias del capital, y su tasa baja j unto con la de éstas al acelerarse el progrero técnico-econÓmico. «Me \alaga la esperanza de que la política obrera ar~entina aplique ei'a teoría argentina del interé! y de su decrecimiento. cLle\t1UlOsla guerra política contra el capitalismo ellero, «pero una guerra inteligente, que distingue y separa las partes del enemigo para b::ltirlo me j 01'». e y 1'911unciemosá todo propÓsito de introducir aq~ la -income tax, que grava sin discernimieIl\o las entradas, fomenta el fraude·y alejaría del país al capital.» 1¿3supresión de los eonsumos fi arbitrio Ô~ inquilinato en Maõriõ El arlitrio de más importancia consignado en la ley pan la sustitución del impuesto de consumos en la~grandes ciudades, es el que recae sobre el inquilinlto. Era natural. Dos grandes necesidades mat~les tiene el hombre: nutrirse, cobijarse. y en un sstema de impuestos que toma como última base a necesidad, aunque á veces la apariencia semeje que recae sobre el producto, la carga aliviada áûna de esas' dos necesidades había de caer forzo¡amente sobre la otra. Es una consecuencia indecllablc de unos principios financieros irracionales êínjustos. Susta1cialmente, el arbitrio sobre inquilinato, de igual nodo que la contribución urbana, es un impuesto cc consumos y produce idénticos efectos que éste enel sostenimíento de la vida física, siéndole comunes las injusticias y las desigualdades_ Desde luego en la distribución del patrimonio ó haber iamiliar tiene igual repercusión: abaratados los alimentos y enea recida la vivienda hay que cercenar de la parte destinada á la adquisición de aquellos la correspondiente á la elevación de esta. quedando la cantidad de alimentos adquiridos, la misma; ó por.el contrario, para adquirir mayor cantidad ,de alimentos es preciso reducir la cantidad destinada á vivienda descendiendo en condiciones higiénicas y en todas las resonancias que en la vida iamiliar y moral tienen la holgura E11ml)uesto Unlco comodidad é independenc:a de la habitación. De suerte que si la supresión éel impuesto de consumos aspira à me.iorar las condiciones sociales de IdS clases humildes, sing llarl11ente la fustitución por el arbitrio sobre inquilinato anula ese efecto, dejando como rastro del tránsito la perturbación tributaria aparte de otros perniciosos efectos de que á continuaciÓn hablaremos. La princiral de lasnjusticias quthacen reprobable el impuesto de L:onsumos cs qle resulta progresivo al rC\'és; es ta:1Ío más gra\'o50 cuanto menor es el patrimonio COll relación á lIs necesidades, segÚn se atestigua en el mismo preámbulo que explicaba el proyecto _Este defecto subsiste en el impuesto de inquilinatc como en la c03tribución urbana. En la mayoria dl los casas, la enta de la habitación no cs la señal del patrimonio. pues para que lo fuera se necesitaría otro término fijo: la igualdad en la necesidad de cada LIllOde los indiv¡duos. El alquiler pagado es sicmpre la;esultante del patrimonio en relacilln con la necesidad; por esto la p:ute destinada á vivienda fhdua enormemente en la distribución de los habees familiares. El jcîc de familia numerosa I1cœsita casa más holgada que el indi\'idl,o aislado cua1luiera que sea la diferencia de sus haberes. El arhtrio sobre inquilinato gravará más al primero queal segundo, exact:mlCllte lo mi,mo que el de :onsumos, cuando Ii jllslicia exigía quc no fuesen gravados en proporción igual á SIS haberes sino desigualmente en razón inversa de sus necesida,es. Todo lo contrario de lo legislado. \' lo miiÏ10 puede afirmarse respecto de los alquileres e.igidos no por la aspiración individual ó la cOil1odC:ad.sino por necesidades del trabajo profesional (llor la adscripción á determinados centros, fábrica~ó talleres que reclaman del individuo una viviend, próxima, ~-~:;;-q.tn 'L.~I!k>~,~~~iusticía, con r~rcusión'" social, existe otra, común á casi todos lo; impuest()S actuales fundados fn Ú¡timl) térmitF sobre la necesidad. A medida q.le se desciende en las categorías económicas la disminución del haber individual ó familiar lim ta los gasto:> más estrechamente á la satisfacción de las necesidades nnteria· les. J\1ientras el rico r uede destinar parte de sus ingresos á subvenir á ;u existencia material y otra parte mayor á la expansión de SllSaspiraciones espirituales. el pobre ha de concentrar su haber en ¡as pri ,n;;;"a:i; y re..:a.'cnuo la tributación sobre aquellas, esta grava p)r entero ese haber mientras èeja librc, rclatl\'ame¡ te, grail parte del Inbèr del rico. esto es: ell el pa rimonin del pobre la vivienda represcP.ta ulla pal te propor-:ionalmente mayor que la mismJ r.ec~siJad Cil el patrimonio del rico; y, por consecuencia, el arbitrio sobre aquella significa un gravámen mucho mayor proporcionalmente para el pobre que para el rico. Es la desigualdad característica de todos los impuestos indirectos y aún de aquellos que llamándose directos como la contribución urbana, no lo son en realidad. Tan ostensible y conocida es esta injusticia que la ley de abolición de consumos ha tratado de obviarla. ¡,Cómo? Autorizando la exención de los alquileres inferiores á cierto tipo; y la minoría republicana, para reforzar ese deseo, pidió y obtuvo la ampliación de los alquileres desgravables hasta el tipo de SO pesetas mensuales. El remedio adoptado es de un infantilismo económico sólo comprensible en las personas extrañas á este linaje de cuestiones, pero completamente inexcusable en los que, por deher, han de examinarias detenidamente por corresponderles las responsabilidades cn las modificaciones tribl1tarias. Es una regla sin excepción que todo tributo impuesto sobre la necesidad, mediante la repercusión y traslación del impuesto. se desparrama y distribuye entre todos los que participan de esa necesidad. cualesquiera que sean las excepciones que en la carga quieran introducirse. Y esto ocurre con el impuesto sobre el inquilinato Veámoslo: El primer efecto socíal del arbitrio sobre inquilinato es elevar el precio de la vivienda, la cantidad total complexiva que el consumidor ha de desembolsar con destino al propietario, á la Hacienda y al Municipio para vivir en un determi· nado t¡pù de habitación. La misma ley, pbr cuya \'irtud á toda elevacíón en el precio de las cosas sigue una reducción en el consumo, hace que la elevación en el desembolso exigido por un tipo de vivienda, ejerza sobre la masa general de los aiec-lII tados por ese arbitrio una presión err·et-sentido 1feimpulsarles á buscar un tipo de vivienda inferior. Di ,'¡didas las habitaciones de Madrid en ocho, en diez categorías con rclacir)n á sus precios, la implantación de este arbitrio ha producido tina corriente cn sentido inverso al del- tipo del alquiler. Ilaciendo que los inquilinos de I~ pl:i mera categoría procuren acomodarse ell las casas de la segunda para contrarrestar el aumento de desembolso y eluùir cn parte el gravamen. Pero esta mayor demanda' de las casas de inferior categoría, permite al propietario también en ,'¡rtud de la ley de la oferta y ,la demanda, exigir lIna proporcional elevación de precio y ejerciéndose la presión de categoría en categoría lIel{a ¿lcentuada y aumentada á aquellos tipos de Ca~as que por e3tar cxceptuadas y gozar de Un -pl'ivilegio, l,' :,: , .. .:1 Impuesto UBico .por consiglliente, son las más demandadas, y por tanto las (ue proporcionalmente padecen mayor elevación aún ,in gravamen tributario. De suerte que si se elceptúan lüs alquileres hasta 25 pesetas mensuales, cuantos o:upen viviendas de 30 á 35, 40 pesetas ll1er:suales, padecerán al mi sma tiempo la tendencié. al alza de, su vivienda por la presi6n que todas lés gerarqufas superiores se van transmitiendo y J recargo introducido en su desembolso por e\ n .\ev.) arbitrio; tenderán á instalarse en una casa de menosdíl 25 pesetas y estas subirán; de ese modo se trasladará la carga á las casas de tipos inferiores aunque se las incluya en una excepción y cc n tanto más imperio y agudeza cuan· to más con~.iderable sea el privilegio de que disfruten. En este orden, la~; clases humildes no solamente no h¿ n sido beneficiadas sino que perjudi· cadas porql e, resumiéndose en ellas la presi6n ejercida por el retroceso de todas las clases superiores, la calga que padecen es proporcionalmente mayor en r rovecho de los propietarios de casas de tipos ínfimos y no e:l el de Municipios tampoco. El arbitrioiobre inquilinato anula y deshace de este modo Cllanlos esfuerzos vienen reali zándose para la resolllci6n del problema de la vivienda ba-rata, y empeorando en conjunto las condiciones de la habitaci6~. en Madrid tcndrá hondas y fatales repercusione:i en los problemas de la mortalidad y de la moralidad de nuestra vida urbana. Pero ade más ocasiona otro perjuicio á la clase modesta. Al retroceder la:; clases sociales en el tipo de vivienda que ocupó 11,la edificaci6n de lujo padece el contragolpe; es .lba11donada. En productos de otra índole, produciría esto la baja en el precio de esas habitaciones para restablecer el equilibrio; tratándose de vivienda es lin :lecho observado y comprobaùo, de fáCil"í'xplicaci6n aunque extraño á este razonamient(" que el propietario resiste y se resigna á la pérdi la de la rénta durante cierto plazo á cambio de c(nservar los tipos de la misma. Esas viviendas de alte· precio permanecerán desalquiladas hasta qu ~la presi6n del aumento de población y del aumento d~ rique;:a nivelen las posibilidades económicas :le la ciudad con la cuantía de esas rcntas urban:!s. Pero, m entras llega tal momento, la construcc¡lln está panlizlda en Madrid. Esta paralizaci0n lallza á la huelga forzosa gran número de los obreros proft sionales; la de estos determina la de todos aquell( s él rtesanos y menestrales empleados en ahastecerlcs. á cails;;. de la repercllsi6n que al través del ellgranaje de todos [os oficias existe; todos esos at "en)s yarlesanos en huelga, necesi- 9 tados de salario, serán un elemento concurrente con les otros obreros empleados en distintas profesiones en busca de trabajo, determinando por la competencia una baja en la remuneraci6n. Son, pues, efectos sobre el arbitrio sobre inquilinatos con relaci6n á las clases humildes los siguie;¡tes: elevaci6n en el precio de la vivienda, paralizaci6n del trabajo, baja en los salarios. Estos razonamientos tienen por basc el supuesto de que el arbitrio sobre el inquilinato es pagado una sola vez; pero inexorablemente, este mismo arbitrio es pagado por un mismo inquilino y sin darse cuenta dos veces: una al municipio y otra al casero. El habitante de un determinado tipo de habitaci6n, será, conforme hemos visto anteriormente, víctima de la demanda que de ese tipo de habitaci6n hagan las clases que ocupen habitaciones de categoría superior. Esto determina el encarecimiento de su vivienda, encarecimiento mayor 6 menor según sea mayor 6 menor también el gravlmen establecido. Entre la cuantía del arbi· trio, la fuerza de retroceso en cada una de las categorías econ6micas con respecto á la vivienda y el aumento en el precio de estas viviendas inferiores por efecto de la mayor demanda, hay una correspondencia exacta. El inquilinato, pues, pagará como consecuencia del arbitrio: primero, un aumento de alquiler proporcionado á ese arbitrio, de· hicndo precisarse que, si bien quedaran vacantes algunaE casas de alto precio, y por tanto habrá algunos propietarios que no se beneficien con ese aumento de alql\ileres, no quedará inquilino alguno que no padezca el gravamen. de suerte que la carga Eerá para todos los inquilinos aunque los perceptures del derecho correspondiente á esa carga no sean más que los propietarios de las casas que subsistan ocupadas; segundo: el importe del arbitrio sobre inquilinato proporcionado no ya al alquiler que hoy se paga sino al alquiler que después de aquel encarecimiento de las casas se habrá de pagar. Por consiguiente, un mismo impuesto se pagará dos veces aunque con diversas formas y con distintos perceptores; una para el Municipio. otra para los caseros. Pudiera atenuarse el vituperio que tal sustituci6n merece. si quedara la más remota esperanza de que sustituido el impuesto de consumos por el de inquilinato hubiera de bajar el precio de los alimentos. Pero no solo no puede quedar esa esperanza, sino que puede predecirse U!Ja elevací\5n de preci)s, hasta en aquellos articulas industriales que. pOi no estar en litigio, deberían al parecer qucJar i ndiferentes ante esa transformación tribu - to .•~I I ••apuesto U••ico taria. ¿Cuál es el efecto que inevítablemente produce el arbitrio de inquilinato sobre la vida dél comercio y por tanto sobre los precios de las cosas? Dos influencias recibcn estos: El arbitrio so· bre el inquilinato produce, como hemos visto, estos dos efectos: encarecer la viv;enda, aumentar la carga tributaria. Es ley común la tendencia de ca· da uno dc los que reciben este gravamen á recha· zar el peso que sobre ellos rf:cae trasladándolo á yuiencs con ellos ticnen cOl1lluicación ccon6mica. ~.CÓI110se traslada';' El camino directo es elevar el precio de las mercancías. El comerciante cuyos g-rav<1menes alimentan, acrece también el prccio de los artículos que expende,! de uno en otro va trasmitiéndose la carga hasta llegar al que la recibc finalmente, que es el que tiene LIlla mercancia que ha de expenderse ell el acta. que no puede guardar: esta mercancía es el trabajo humano. Por eso el 4l\C recibe en último término todo el peso de los nuevos gravámenes trasmitidos mediantc Ulla elcvacion de los precios de las cosas, es el trabajador; los gravámenes se transforman en encarecimiento de la vida. y por tanto. si la desgravación de consumos produce una tendencia transitoria al desccnso, la repercusión del tributo produce una tendencia al alza que anula los posibles efectos de la primera. Circunstancias especiales, condiciones singularísimas de momento y de localidad pueden impedir que parte del gravamen se transmita al precio de algunos artículos y triunfe la resistencia del consumidor; pero entonces la traslación toma otra forma más disimulada pero no menos efectiva: la inhibici6n del capital. Si el comcrcio de un determinado ramo no puede trasladar sus gravámenes á sus artículos porque. lq.l.ml'~ . l~ s.oI1).Qetencia_.exteLior, por ~ê!émpfô,·aquê1 comërélo"que ·sc contrae en pro por..:i6n exacta á la del gravamen 6 los ocupados en aqucl comercio reducen su cCJnsumo de otras cosas también en la medida del gravámen repercutiendo en otras industrias. su contracción y dejando eil huelga parte del capital destinado á la producción de aquellos articulas de consumo cuya destrucción se reduce. Pero la huelga de esta parte del capital supone la falta de empleo para cierto número de traba.iadores y, en definitiva, ó bien el padecimiento de estos hasta que la restauración de la actividad econ6mica les dá empleo, ó bien hasta que su competencia por cncontrar trabajo hace descender el salario general. Y de este modo el gravamen se traslada directamente encareciendo la vida, como en el primer caso 6 indirectamente dismi nLlyendo el sa- lario y conteniendo sus legitimas aumentos, pero siempre, en último término, pesando sobre el trabajador. La se-gunda inîll1encia que este arbitrio ha de ejercer sobre los pre':los d e las cosas es la siguiente: hemos visto que encarece la vivienda, aumenta el paro forzoso y tiende á disminuir los salarios. Todo esto equivale ~ rcducir I~ cuantía de los recursos de la colectividad que esta destiliààl consumo de los diierentes artículos así alimenticios como industriales. Ell la producdón y expendici6n de esos artí~ culos. tanto la industria como el comercio tienen dos clases de gastos: una los especiales de ese artículo, otros los generales de cada establecimiento~industrial 6 mercantil, gastos generales que van desde la contribuci<in y la subsistencia del industrial ó comerciante hasta el interés del capital representado por las merca ndas en dep6sito, en espera del comprador. Estos gastos generales se distribuyen entre los artículos dc consumo aumentando su precio con un tanto por ciento; pero reducido el consumo y subsistente la misma cantidad de gastos gene· rales, el tanto por ciento correspondiente á cada unidad de consumo será mayor y, por lo mismo, aumentará en mayor número el precio de las cosas. De manera, que el arbitrio sobre inquilinato se relaciona con el precio de las cosas de estos dos modos: aumentando la cuantía de las cargas que sobre ese precio han de recaer y aumentando, por la restricción del co nsul11o, el tanto por ciento de gastos generales del comercio y de l<.tindustria que en el precio de las cosas se ha de distribuir: por consiguiente las encarecen. He ahí los efectos seguros, inevitables de una sustitución impremeditada, absurda; acrecentar las dificultades del vivir urbano, lanzar obreros á la miseria, disminuir salarios, encarecer la vida, lo cual en def initiva, es fortificar repentina y violentamente todas las causas que están produciendo los actuales conilictos de 1a ciudad; la crisis que hoy padecemos se hará tan grave que producirá un sacudimiento ó una extinción. (Se continuará) ",.It'oulero .".,ogPlIle Para las l'ci"ol'luassociales nada de J'llidos y alboJ'olus, (lu£,.'a8 ni denuncias, i'ol·nlación d.> Il:Wtidos ni or~anizncióu de I'evoluciones, sino dt.>sllcrtalldo ell~ensami.~nto J' por el pro~reso dc las Idcas, Ilt·,u·11 (;e9'Oflt~ El Impuesto Uulco NOTAS Y CO]~ENTA~IOS La causa del gcorgismo en España está de enhora. huena. Decía Henry George que ,~ldía en que el monopolio abra polémica para intenta:r defender sus privilegias aquel día empieza su agonía. Pues bien, parece que esle momento se acerca á juzgar por el siguiente te:1egrama que copiamos de La Correspondencia rie Bs[.·mla: "ll1armé! dE!los I,rotecdonistas BARCELONA (Lunes, tarde.) En las entidades económicas de esta (apital se nota cierto desasosiego, con motivo de las teorhs librecambistas, defendidas por don Baldomero Argentn en la tradu.cción de una de las obras de Henry GC:lrge,)or ,~reer5eque aquéllas serán futuras orientaciones econé micas de 10H elementos jóvenes de la mayoría parlamentiria. en la que goza cierto prestigio el Sr. Argente. A consecuenci~ de ello, las cntidades económicas llamarlin la atención de los catalanes que forman parte de la Junta de Arance:es y Valoradones, para que salgan al paso de estas teoria l, que tratan de resucitarse con perjuicio de la industr'a nacional., No se les pod'á ocurrir nada que más favorezca á nuestros propósitos que el salir al ¡HIso y abrir discusión. No deseamos o ;ra cosa. -.-- Un repubEcano corno hay muchos Los republican(·s espafloles que se pasan la vida diseutiendo materias a )stnctas, sllelen ser en materias de Economía política más reaccionados que Fernando VII á quien igualan en ( ultura económica. Ejemplo de ello ten\~moscon la (lesastrosa gestión de la mayoría radical del Ayuntamiento rle Barcelona que en media de lá indifeJ enc::a gene::'al está realizando d3l1os incalculables. El más reciente 3S e' aplazamiento ùe la reversión de los tranvías, acuerde qu'~ no cOll.l~ebimoscomo ha pasado sin que se levante g01eral proteEta de indignación. Otro ejemplo lo dar: los Ayuntamientos de;l\Iadrid y Málaga, cuyas mayodas repblicanas nu aciertan ni á proponer Ull impuesto Clcional con motivo de la sustitución de los consumo::!, Tampoco se les oye :í los diput.ldos republicanos tronar en el Con~reso c )ntra el bárbaro sistema ùe im puestos que nos ri¡se. y pm' último, to :las las energías del diputado sellor Zuluet.'!, las está em¡lealldo en crear un llueva monopolio (~onel título de« Banco Nacional agrario del que dice I,r¿ Hel'ista .1ferumtil d.} Vallad 1Jiù, lo siguiente: -- "Un embolado.--El rie él. A ~'ueHade mucho preámbulo y de luengos artículos, vemos claramente á través de la urdimbre tosca en que están enganados los hrillantes párrafos, que se trata de explotar á la agricultura patria, poniéndola al servicio del capital extranjero. Es una Empresa parisiense que se propone pedir á las Cortes espaflolas autorización para introducir de contrabando por la frontera del Pirineo 100 millones de pesetas á cambio de prestar á los Sindicatos y Cajas rurales de España, y á todos los agricultores, al tipo de 5 por J (10 anual, por allora (luego subirá el tipo) y con otro 1por 100 por comisión y gastos de administración. Es simp:emente una Asociación de crédito extranjero una Sociedad puramente mercantil, que tendrá un gobernador, dos subgobernadores, :lO consejeros y dos delegaciones, una eu París y otra en la capital de Cataluña, según reza el artículo ~.o,todos los cuales percibirán grandes sueldos p ,ra ver cómo los rentistas franceses sacan bonitamente y gratuitamente, cuando menos, el li por 100 á nuestros pobres labradores. Es un monopolio que se quiere crear, para entregarlo al extranjero; un engendro que no ha debido tolerar el Gobierno en el Parlamento; un privilegio irritante, por cuanto, teniendo carácter puramente mercantil, como otras Sociedades, Sil le quiere sacar á flote con la exención de impuestos, que pagan todas sus similares. ~{onopolio abusivo y dictadura sindical, en perjuicio y desdoro de muchas entidades legalmente constituidas. Un ne:-(odo como otro cualquiera, pero negocio del extmnjer(}, que serviría para colocar hermosamente francos desocupados, ó ya colocados á más pequeiio interés. y pam lj ue ese negocio exótico cuole más fácilmente en España, se pretende que el Estado espanolle conceda el uso dp.firmas, con escudo y COrO/lrL Teal ... y jes un diputado r(nl/lbli(~l(lw, como Zulueta, el que lo pide! Por lo visto, cuando se trata de dinero, aunque el dinero sea de fuera, la forma de gobierno es accidental. Es un embolada que se ha corrido en el circo ó Cámara popular, para hacer las delicias de los profe:;ionales. :'Ira; no pu(ùe titularse Banco Nacional Agrario de España, psa f,íJ'l1l1.l1a de mcrcantilismo extranjero, esa ~o ciedad (oms/p.m, li ue, disponi:õndo de UIIcapital de 1.000 m;II<)l1csy no pagando tributos, pondr:i ricos ã unos cuantos Sel1ores,dejando hecho un guiñapo el crédito y el 'Jllen nOlllbre de nuestra patria. y p:l.l·ecementira que el confp.r:cionaclor (nos valdrcDlOS también r.e 1111 vocablo exótico) de todo esc potaje u;rl'Osocialsea IIIlespai1oI..,para sus fines particulares. Por eso debemos ¡:edh' todos, á viva "oz, que no prevalezca ~se Banco particular, ese 13ancodel Sr. Zulueta y de los ntr')", de l'B (IJ J'((slt: ros . P'l!' ho,\' hasta. Otro día Bel'emosmás extcll:;OSsobre este .asunto. ,,'(U'fHI B:anco de Zulueta 1labíamos oído labIal' de la ,~rraci(inde un Banco N'neÎl~mll Agrario; pel'( cuando lo hemos vistu anunciado profusamente, Iison le bllm bo y platillos, y cuando hemos cstu.liad(~á f'}neloel p"an folleto d,~tujn, suscrito por el patr()(~inadorde h id la, I:OS hemos ¡\>;c~lma(hy ... jtatc, fl)1l0n~i('os!sacamos CI, cOllsecueneia riU<" el dicho!'loBau('o no debe llevar lilás tí 'clIopersonal que (~ld~ H'lw'o ¡/e /'1/I itP-t,l, Así le bautiz 1 tall\ lJién lin pp,!'Ïódicl).r nnsotros cont!'ibllírnl)s á espardr el tÏllllejo, nlic:audn dl' parll'in0s II eentro de suscripciones y il,;" adhesiones :)"sùc l·o.\' r Ilenta la Lif/a espanola }lara, el Impllcs',j .' ',i ¡I'!) (~{)Il " 1 importante ceniro en :lladrid para las ..,:~I:(!~hlll',.;:íla :.iga y suscridones al periódico. D. r·'rar,~i~,~.) Beltr{in que acaba de editar tall primo¡W4;J,:-pnt(' h (,xI~elelltctl'arlucciClllde.; Proteé'l;irín (í I ihrli ':,,:~I,;<I~ ,í q\ll' (~n IIU'O lugar nf):; refel'illlOS, ha a(~epta(l() :'" l':")ro~j,'i,"ll d ~ ¡,('('ogeren !'u acreditada Iibrc¡'ía de la :,-,]):!·¡el Pl'ín'j¡w, nÚ:IIPI'O :r" cuant~s·811,.;cricion0sr ad- 1<:1 Ilupue~to,Lllit·n he~itlll\';; ;;e presenten para el WI'i,Hi(,o y la Liga, Ila('Plllo;; VOtllS porque (I l;~it,) Cil la J1ubli(~acicin de la alltf.,jj"ha traducciClIl ll~allime Ú "p,~uir "ditando todaH las dl'llI:ís riel illlllurtal H,mry Oelfrg'e pam lo li Ile le ofre(:ellHl:; la;; faciliùades llue ad lalnH.'nte pue<ia dar la Liga. --- Nuevo periódico en eâdiz Nuestro correligionario D.• Juan A. Hanlall.!l'r ¡';Ado de la Liga, acaba de empn!n IcI', aywia(lo P'H' lin grupo !ibn •. dl) obreros, la publil'~II'i('ll1 dl! lill pcriódi('() qlw HC titula (..'! i"'lllttrl/' d <¡ue dir ~'e C.-lll aci(~rt'), S,: puillíl'a ('inca VeeeH a IllCS y dl'dica en lodos sus nÚllwros una ;;ecdún:í TIlw,lra pro [>ag-aJl(la, Jlor Jo que llWrl'('UI pl:iclmlCH el Sr. SaILtalldc:r Y HUS l'lliahOl'adores. LlOs dl',(':lUIOS el éxito lll:ís c, IIlpleto. Efectos -' de un buen artículo El Sr, G. N. ;\Iacintosh e ltllsiasta siugle-taxl'l' tic Buellos.U!'.:s ha dil'igido :í D. EmWo H. dl'l \'illar la "i).!llil'lIll! ('[\l'ta de l'"lidtacián )OJ'su artíclIlu J,oJ.~ J'({s:'//I"ÎI:lus (IL HIII'IIIJS ./iJ't's: ",'Ù,,!' Pl ,,:lIllY mio: l'(,l'lllítal!le feli(~itarle por :';1Iarticulo (iPl X(({'I'I) .1/ /Indo, ~i tU\'Ïl~ram()s aquí llllll'hos ]¡ombl'c:-i '1;](' rf',~nnucicJ':\Jl eUIHU ustf«I que el P.llO,'lllC allmcnto d,' vlllor (le los terrcnos !la SI' debe al esfue¡'zo particular ;:;ino :í la industria dl! la COlllunidad entE'r:,'y por consignil'utl' L"'; vencI'o apropiado para sacar los impue,.¡los neeesarios para biS necC'sidades comuna1t!s, nUt'·,tm pro~reso scría lll:ís s(,lido de If) que es. La posieilin ccouúmif'a del trabnjndor en la Arg'(mtina es h"y 11Iucho peur que Ilace :i') año.~. El mouopolio de la tier:'a cstii aplastando la vida y el progre,;o del paíl:'. Todo pl que edifique una casa para sí ¡¡ para alfluilarla tiene que pagar impuestos cxllOrbitantes, mientras que el propietario de un t'ol.\r de alIado, (Ille ni mejora el suelo ni ¡.¡ermite que le lIIejoren otl'OS, e"'l~apa pdetiea_ mente dI' tmlo impuesto. Aquí el :\Iunkipio mul:a COll los mayoz'($ nrbitl'ios:í todo aquel que intentl elllilelfecpr la cindarl ó edifica¡' higil~nic:l¡'; l~a;;as qlle permiLm:í I')il habitant,,:, de Buenos '\ ;~~,..., ...fI'r,n .•~ ....:I ••...•. "'~r~.'" ~.... .......a.~;¡: I~ J ~ 1 I ••. RC'pito Illis fclir.itaciOllès por Sll ob!':! p.dn(~ativa y le de:-;('lJ lllUChll éxito en la p' 'Ilosa tal'l!a q lIC Si> le ofrece CIl las raza:-; latinas, Suyo afectísimo., Información del extranjero Oj~aaa g~nual por Louis f. J'ost El incanl'able editor ,lei periódico semanal Tile P/IChil:ago dice en pl número del;) de Abril lo si~uiente: (Por doquier va credendo la percepción de que la causa prin]('J'a de todo des0l'den social es el monopolio de la tierra r al mismo cOlllp:is crece la afecdún por el único remcdio 'hase de todas las sollldones ó sea la propiedad ('ornún de la renta !lel suelo. El especificar sería catalogar. Pero bast.a con citar la nueva política ns(~al de las gran/¡fir' de des nacionel:' Inglaterra y .\lelllunia, la de pueblos que despiertlll COnlO China, la de E~taùos americanos como Ü¡'èg:m y I~olonias C'lIllO Austmlia y Nueva Zdanda. Talllhi('1l se pueden ('iUtl' dudad(·s del Canad:í con(, \"aneOll\'(~r y ,:lU;; \'ecinas :lllleril:anm; eOlllO lI()u~ton (lIlt' ha ini(,jadu ya la reforma y ::)(:attle qne talll[¡il~1I se est'nl'rza en illiciarla, Hemos \'Jsto que l'sta in!Iuencía ha llegado :i :\rí'~iCl) y r.:cientelllente Jleg:11l noticias de! l:rnguay que dan cm'lIla de qlle el pre~id"nte de esta naeilin es~í haeil'ndll una ('\':lluación del territorio con intención de aplicarh~ u:.: i:)llmeMo sollre el valor del suelo. 1',<1'0 la pxprcsión Ul:íH significativa eH el siguiente e.,mL'llT;¡!'io C¡lJ;~heJ1lqg visto referente Ú la huelga de mi_ Iwr"" l'l! J:¡ (;r>ln Bl'l,taiia: "La nran Bretaña está sufrien,d •• una )!l';llJ saelldida; no Iluedar:í en el mismo c,:;ta,lo :i < la t,~rllJin:j('i(ll1 de ]a huelga; la opinión públiea est:Î nuís despierla que nunca en lo referente á la doctrina de la 'l'l'<1pil'dad ('omún <le la renta del suelo. El sistema anli~u" s.' cae fi pl!rlazos y los nUl.tel'iales provistos por ,I [·'ur.,· (;eorge sp.['\"irán para la fundaciÓn del nueVI) sis.le'lla. llLEMj¡Nlll Lrt po(bl'osísima Li~a Bund dl'/' BodenrefOl'llll!l' cele_ Ll'ú sn sl'gunda Al:'amblea de l'aSI:lI3 sobre estu<1i,)s econlÍlllico~, eívicos y de oratoria en Be/'lín en lo,:; día,.; \) al l .• de .\hl'il. A la del afio último concurrieron :{OOsocios de :\lnoo;; sexos procedentrs de noventa y seis (>¡udade" alelllanas. Entre los temas ¡¡liC se discutieron podemos citar .EI significado de Ia edueaciún política de nuestro pueblo, ,Los problemas soeiales d,' nup.stl'o tiempo, J' los, Principio,; de Economía política», Terminada la Asamhlea Sl~ organizaron visita;:; dl' inspecdún con expertos guías:í los más importantes estaolecimientos induHtriales é institutos de Berlín. lIode¡¡re(orm, el órgano de la Liga alemana en HU número del 5 de Febrero da cuenta de los resultados dl'l nuevo impuesto imperial sobre el aumento dc \'a]or del suei'), Este estudio COlllprendc los cuntro últimoil meses de 1\J1\ y se reduce á unos cuanTOS suhurbios de Berlín Este impuesto (Iurante el último tercio de I\l i 1 ha h ••••. ho >lllll,p.ntar los ingrp.~os de ;l dedlchas villas tomadas en conjunto (:\Jariendo/'f, Schmargendorf, Steg1itz, lkitz y Grune\\'udl) en un total dp. 31:l~.!)IO marcos. De esta Huma el Tesoro imperial toma la mitad y la administración local recibe la otra mitad, Sllllla que todo el mundo puede yer aliviará al trabajo de l'argas ." mejorará las eondiciones de vida. Otro capítulo del mismo número empieza con una tahla muy interesante de valol'es del suelo en el Berlín may!)r. Casi todos estos municipios gravan el terreno vacantp. á una cuota más elevada que el editlcado (en muchos casos dobles), El propio Berlín es uno de los pocos municipios que no evaluan ni gravan ¡¡or separado el te, rreno y el edifil'io. :\Iuchas ciudades empezarán á cobrar el nuevo impuesto en el a¡)o actual. Entre ellas está la de Schonebcr~ la cual además de este elevado impuesto general ha establecido una cllota aún más elevada para todo terreno vacante en los sitios en que aumenta la demanda por la construcción del nuevo parque y de las estaciones del ferrocarril. El Inll)UestoUnieo aA.N.ADà La pl ~spHiaaa I~e la tiUD3D Dz Vancouv~r La llÎutad ùe Van cou ver en la Colom bia inglesia sigue pros,erando de un modo extraordinario, En solo vciute añoô quc: lleva de existeucia !la logrado una población de 140 noo habitanœs. Se ha I e::h) una ciud.ad de gigantesco tráfico, una ,dudaù l~OSlllnpclita con magníllcos edificios que ha dejado att'L\s li b " dl' Portland, Sp,)kane Seattle, etc John :.Iorlon que v)cIavía JIO es ll1uy viejo vive en Vancou\" T en el mislUo sitio en (lue hace 23 ailos aealllpó gui;.do por uu i!l'lio que necesitó de toda su vivez;\ para l"liade por d intrincado camino del bosque próximo ni 'I ue hoy se aL-:a el más alto edificio del Impe. rio brit:lnicc . El mara ,'illc,so desarrollo de Vancouver empezó realmente en l~) l!l, :\110 en que cmp3zó la r<:lforma del illlplle"to terril :\,[a:, En dicho aiill el coste de las edificadoIlBS en la (~illd11 fUti 7,:¿:íi,OùJ dut'os; al año siguiente aUTllentlÎ ¡í 1:;!;j~,O¡)ll de dlU'03 y el ailO pasadJ el aumento fué en lila mI' pl'Oporc:.ón aún, Los im[1lestos'y artJitrios lIIunicipales se han sllstituido en su totalidad pOI' e~ Impuesto Unico sobre el valOl' de los :I)rrcno" y en uu peI'Íodo de 23 aJ10s se habrá realizado pO' completo la lllunicipalización de los servidos de agua, tmavias, luz y fuerza, Aún este periodo ha parecido largl y la pública opinhÎn pide que la revol'silÍn pneela h:wers ' en eualquil~r tiClllPO, Lo:,; capit·¡\es amcl'Ïeanns i\f!u'yen :í Vancouver y una corriente de ,:mig¡'¡wión trae á hl ciudad miles de ameri(:anos para es Ib)I'(;er5e er~ dIa ó cnlm; campos de la pro\'incia, la campaña i)~ Mr, 1os~ph fels '!'ranseril irn')s ùel Plll'Îúdien Ottrlll'(J Cithell lo siguiente: < El Impu ,sto l'nieo ES un ligero cambio en las leye;; fiscalos, una r !'op:lganda política, una tilosofía ó una religicin sogún COlla 'I uiem con"ider<Írsele Fué expuesto ante. el flIundo por lin pensador osado .Y original quien lo pre"cute', en form I cid más euicladoso y elaborado análisis .Y rcducdcn á RU'; lógicas cenc1usiones ùe la E\.,'OnomÍa politi(lll geueralllll nte aceptadas por los pensadores en atIuel tiempo, Poro su (nidados!) y corree~to razonamiento no fué ,ir} n,\!.l'atlo del JI,(wln jJ!'ríc!im. Y como en resumen la cOl1elusi'lll e" "implemente que siendo osto mundo un elllp0l'Ío de ri juo,:as proouridas por el trabajo, todo lo que hay qne h·LCer es dej~r al trabajo como suyo lo llue ha pl'Oduei(lo.: en tonces t.odos lo;; trabajadores estarán en la ahundam 'a, aluí no JI<¡brá 11I'18que el aserto sencillo y daro de t;lla sUllla en una simple división allinal de' capitulo trai capitnlo de laboriosa discusión, A tan sene Ha :r dara ¡:.roposición nada podía cantes· t:l1'iit', .\sí es qu ')1) único qlle pudo hacer el Mllndo jJl"líctil,) hé califica e' la idea de IIllÎjJÏI:a y á sn autor de visinnl/r,:u y volvl:1' ¡ati,~aelo al~umuito de los negocios, Pero he ae¡ I í q·le en Ottawa tenemml hoy el perturbador é inqnietan.e hecho de la presencia de un adalid dE'1 ,HI/wlo /JJïídit,) qlO viellE,:í insistir en que el Impue;;to [Tllie() no es IIII-! utopia y que el filósofo que lo prnpnso no fu,; un visio:\arin sino un activa rofol'/IIista dl' la pr:íctica ;:\:1S loealizalJle. 13 :\11',.Joseph Pels dice que desea ser conocido como el hom-;)re que trabaja (;atorce honu; diarias y no COIllO un millonario Pero el hecho es que 1111',Fels es un millonario; oSlmismo hizo su fortuna en negocios fahriles y tuvo éxito por su incesante tl'abajo, ing-enio y sentido }Jc<Íctico en los negocios, Pues este fnerte.r afortnnaùo hombre de negocios se ocnpa actualmente en dedicar catorce horas diarias toda su tntJ1end:\ energía y torln el dinero que [losee eJ! hal~er llegar:í sus s~~nwiante,; la huena llueva que éi apl\~ndi"l I) sea (IUC Iajllsti,·ill hará imposiLle el privilegio, aholir;l la miseria yestablecer:í la vordadera demo(~rada en la qU<l todos 109 horn bres 8er:íu igualeR realmente á pesar d.e RUS distintas (~lIalidaùes. lIlr. Fá; habla an te hnrn bl'es de negocios como llllO de ellos. dac:! t~J Impuesto Unieo de t.;n gitio en la Filosofía y lo presenta como nna simple proposición de negocio,' EST 11 NIDOS ~,00S"U ..... " ~.•................ - •.... ,....,.....", .~~, La :lh'llJoria del KCg'ociado de Contrivueiones del E,,ta,io de KUOYi\York c(lIltiono cn un bl'C\"Oresumen la suficiente inJ'o!'1l1aci,În para demostrar qno sería mucho mejor para lo,; propieta\'Ïos ùe nrbana y pan to(los aq ue]1os que tiencn "II tierra en cI Uf'o m:ís completo el adoptar el w(,tocto tlsl;al de la nindad de Vallcollver, Para all':mz:lr la misma slIma qne hoy se sacrl dol illlpue'ih soure In propiedad ell genem), si so alloptase el im puesto ,;"l,,'e el vaio!' dol suelo únicamente, solo ge l'eIjlwl'iría una (·.llota de] tres pUl' cionto en los di"tl'itos ùe :\lan;l:lttan, Bronx y QlIeens .Y un poco mayor on Brooklyn y Riehr'10nlL Esta diferencia (~sdebida al coste di..,tinto del gobicrno lncal en los distinto;; distritos de la duda,!. La adopci(În dl, este sistema di:';llIiuuiría las (;ontribucÏones II J (:l,[¡iel'no Centl'al de todos los distritos excepto :\Ianl\at.l.an; pem el inoremento en este distritn rccaeria sobre los conccilionarios ùe monopolios y sobre el suelo vacante {l :í medio uso, El yalor de lo:.; solares absolutamente yacantes sin la menor t.;olllbl'a de lIlejora cie ninguna especie asciende en la ciudad de Xueva YOl"ki'i ~,:¿l.!;\; ,:H 1 (le dolla!'s, La adopciÓn (kl impuesto sobre el \'allll' del suelo haría aumental' lOi; i¡jgl"(~so" desde \).ü(;IiOÛU dollars ii. que actualmente as. dClHlen, :l más de I;),000000 de f\ollar:.;. I'~Iv.llor de las concesiones de monopolios esti'i actualrnente fijado en '!'í3,;le)\J.OUI)dallar,;. Estos pagaron en 1910 im~uesto!:l par valor de ~.218,1\J1 dollars, TIajo el l'figillH'n dE'l Impuesto único pagarían 1:~.5\j8.4Ii2 dollars. En los dbtritos residendalos los impue8tos detwenderían not:\blemellte, Así, por ejemplo. eu Brooklyn el pago total en i \Jll) por los IH'opieta!'ios que han mejorado y edifieaclo sus t.:1Teno;; en concopto de impuestos rué de 21.a/;'¡,i/::~ dollars, mientloas que si se hubiese,adoptado el sistema do Yancouvcl' el impuesto sobre estos terl'tmos no hubiera J egallll ml\s que it l4.4\;\l.\~ô dollars, En una se~ción de Brooklyn mal'cada ~on cI número .¡ en la citada 1Ilemoria v situada ent!'e las Avenidas Pl'OSpoct, Atlantic y Fl'anklin.la conh'ibución te1'l'itllrial importó 1.16R.;;:28 dallar;; mientras que si hubiera pag-ado solo por el valor del sueI,) el importe hubíera sido lie ,1\J,;;l5 dallar,;. E~I.a.5cifms dan Ulla ¡,lea del enorme beneficio que disfrutarían los propietarios de UI'ltana bajo el sistema del Impuesto l'nicn y es Ulla l:í~til\\a que no se haya enviado una copia (le esta :\I~mol'ia :í cada tlllO de ellos, Cualquiera sería :~;¡paz con solo un paprI y un lápiz y con la inrm·- • .& .:1 Impuesto Ullieo maclOn que ofrece dicha Memoria para saber á cuanto ascendería pl importe del impuesto bajo el nueuo sistema con el resultado de que inmediatamente se crearía un poderoso sentimiento á favor de la reforma tal que no habría medio de que lo anulara la prensa plut¿crata por mucho que mintiera y desfigurara las cosas. Si los agricultores del Estado de Nueva York leyeran esta memoria aprenderían que el valor total del suelo de la ciudad es superior á 4,OOO.OOO,lJOO (cuatro mil millones de doUars) suma mayor que la de todas las granjas reunidas. Apren-lido esta, el primer prevaricador que intentara decirlcs que el impuesto único dañada á los agricultores, correría gran peligro de encontrarso con ser él el único dafl.ado. individuos (lue forman cI Estado~' los ele.nentos Iluhll':lles que le rodeaD y la relë,ción entre .Lichos indivíduos que forman el Esblllo. Lo (lile ataña :l hl Iwimel'a es PI·ul)inmente obrn del 60biel'no centl'al, y lo que ataña á la se#l,'lIoda,pertene(~e al t.obierno loeal ~,. á los individll:alcs intereses. Nada I)uede 81'regl:lI'se hasta que la primC1'4 deestas cue~ tiones (IUede justaJuente establecida. Totlo lu demás es seeunda-riu y de menOI- importancia. INGLJlTERRA NUESTRAS TSeRÎAS l'Ir. James Dundas White miembro de la Cámara do 108 COlllllne3y autor de varias obras de propaganda (la más redente es el A B e de la Cuestión de 1ft tierra que :l~mos traducido al espal1ol) ha presentado á dicha Cáma1'1\ un proyecto de Ley quc secundan los diputados Mister Ojeando las páginas de una revista, que ~onSuthCl'land, Mr. Murray l\lacdonald, Mr. Barnes, mister servo cuidadosamente para saborear los interesan:\1'Callulll, :\11'. Wilkie, Mr. Charles Price, :\11' Watt, Cotes trabajos en ella publicado~, me he detenido anronel Greig, :\11'. Godfrey Collins, Mr. Mac !;allmn Scott te unas Hneas admirables, como escritas por quien y :tIr. Ducan Millar para la evaluación del suelo de Escocia y los propósitos que se derivan. ocupa un sitial preferente en la historia científica Este proyctco ha sido impreso por orden de la Cámaespañola. ra con fecha:> de Marzo y se envía un ejemplar acompaNo quiero privar á los lectores de EL bIPUESTO ñado de las observaciones de MI'. Dundas White á todo el ÚJIlICO del placer de conocerlas, pues las. cra9di-gnasque lo pida á las oficinas del Comité Unido para el Imde ser escul pidas como axioma incontrovertible: puesto Unico, 1; Tothill Street Westminster London S. W. De las observaciones de MI'. Dundas White entresacamos la siguiente: «La tiel·,·a pal'u todos, las er/el'gias natU/'ales paLa evaluación del territorio por la ley que ahora está J'a todos, el ta lellto pal'a todos: he ahí la hermosa en operación aunque muy beneficiosa en muchos modos, divisa del jloi'venir, Urge, pltes, reintegra¡' el hombre est:l dirigida para establecer una base para el impuesto en las leyes de la evoluciúrt, devolvcr el capital secuessobre aumento de valor y sobre tierras sin desenvolver i,'ado en pl'uceellO de unos pocos, al ace¡''t'ocomÚn de más bien que para constituir un nuevo régimeu fiscal. No III colectividad ...• » estará concluida hasta :914, cuando muchas evaluaciones El fil'mante de tan sublimes palabrai! es, nada. tendrnn tres, cuatro y aún cinco afias de fecha y es evimenos que el ilustre y eminente histólogo. D. Sandente quo despuéHse necesitarán algunos lilás afl.úspara tiago Ramón y Cajal. ___ ~~v.is.!\!'!~O'I1_er~~__ al. ~f!'.~vpreJl~!:las pa~ el _o---,b"-·-=.,ct;-,,o_+__ ~H¡-e._-vieto su autorizada firma alpi6 del Ma-fiscal. ¡Mientras crece la yerba, la yunta se muere de hambre! niliesto de la Liga española para el Impu8ílto Uni¿Por qué ha de esperar Esc\)cia tod') este tiempo y co, ni tengo noticia de ·su adhesión: pero ello es cosacorrer el ricsgo de los cambios y ocurrencias de la polítiinsignificante para un sabio que dedica su existencia ea? Kuestro registro fiscal es casi perfecto y solo le falta al estudio de las células, colocando el nombre de añadirle una columna en que se especifllItle el valor del España á una altura insuperable, suelo sin mejoras. Su confor midad absoluta con las teorias que El preilentc Gobierno reconoció que esto es practicadefendemos. está expuesta de una manera conclu. hie cuando en 1\1017 y en 1908 hizo aprobar en la Cnmara yante en el párrafo que he copiado, No cabe una de los Oomunes un proyecto de ley muy parecido á este y mayor ni más entusiasta adhesión. se hubiera llevado á cabo á no ser por que las dos veces Y es, que estas doctrinas son en España tan anlo rechazó la Cámara de lad Lores. Ahora ha llegado el tiguas, que la constitución de la propiedad de la tiempo para continuar la obra interrumpida ya que han preparado el camino la Ley del presupuesto y la de la tierra fué comunal, siendo esta la forma que rigió reforma del Parlamento. primitivamente para su apropiación. Leyendo las obras del grandioso polígrafo don· Joaquin Costa Martínez, tituladas «Derecho consueEII.riIDer·n)' .nás iml)or·tant<- debel" tudinario de España y «Colectivismo agrario en Esde todo (iobiet'no dt>. un l)aí!OÕ cidlizndo, paña» queda co mprobBdo 10 arraigado que en el es l'e;.;·l:uuentar )' dal'sc cuenta •.~on setemperamento y costumbres populares 58 hallaba la base de esta escuela, que resuelve la cuesti6n de la. ~'ul'id:ul de la l'elaciÚr.t.insta ('nh'e los VOTO DE CALIDAD .EI Impuesto IJnieo 15 ---_._---'--------------:----------------------tierra de la m:is radiclal de las' maneras; incautándose de la .'enta el ES1;ado, por entender que no ha· ce más que recuperar lo suyo. Doctrina Hustentada en la « Economía Política" del Sr. Flól'ez Estrada y en diversos trabajos de variú5 escri toros de nuestro país, Por toe o esta, no es de extl'añar que la mayor celebridad cie:'ltífica española, alce su autorizada voz para p€ dir que la tiel'J'a sea de todos, considerando estajlls~H devoh~ción oomo la hermosa divisf)',' del pOI'ueni¡' Cuando la más legltima gloria de España coincide con el (redo cc.m1Ín de los georgistas, es obligación de la Liga española para el Impuesto Unico trabajar sin descanso para procurar tener la satis· faJción de incorporar á nuestras leyes el espírittV de «Progreso y Miseriíl» y poder decirle al ilustre sabio Ramón y Cajal: Señor, nosotros pusimos ·cuanto teníamoB y valemos para que el primel' español vea re:lizf~da, siquiera sea en parte, la Bubli· me visi in que tllVO del porvenir. 1"a,o,ia ••.o f.,oLw;a O,.Qo NUfV~ TR~l)UCCJON fSPJiROLli - [)E - .¿l9roJecriÓn Ú libre ralnbio? ll~ Jhnr y G\~orge pi)r 8alllomero Arg~nt~ (Bibliotew moderna de ciencias sociales) Un tomo 1m 4," .le 40) páginas, precio, en todas las lillrerías de Eapaila, América tranjero y en la €ditorial de D. Franoisco Príncipe, 16, Madl'id, 6 pesetas y el exBeltrán, A punto d 3 agotarae ,) ya agotada la descuidada é inèompleta t:'adllcción ,,¿Protección ó libre cambio? que había adi ~ado la Msa "La España Moderna» viene á Bustituirla oon ventaja grande la de nue,;tro querido amigo .Y c')rreligionario D, Baldomel'o Ar~ente, hecha con el gran conooimiento de oausa y autoridad que (lá el venir ocupándose de la propagandli en la prE nsa y en lE;tribuna desde hace años sin desmayal' ellla empresa, No solamelte hemos ganado en el texto sino en el pl'ecio, pues ~l rie 9 pesl3taa q ua antes costaba la ed iciôn de «La I :-;pañíl moderna" q lled::.r reducido en esta de D, FI'an( i:lCOReltrán á fi pesetas, lo cual también contribuid á que se Elxti9nda la circulación. La 'lhl'a est í presentada con elegancia y gusto t.i¡¡ográfico que en nada desmereoe de las del ext-l'fllljero. FOl'llIll un VQlnm'3n en 4,° de unas 41)0 páginas y se vend ~ell todas la» li brerías de E':\pafla, América y el ex ranjera y 1m la eàitorial de la calle ciel Pl'ín~ipe, nÚ'ne\',) lti, :\:!a'lt'id. Ln obra de 'lue se tratE. il" ulia de las mejo\'os de Helll'y Georg~, K;tá mara VillOS~1JllCnteescrita y o;:;tan intel't~"ant3 cr.,mo unll novela. Su aparicióI1> en España coincide con la de una edición económica heoha en los Estados Unidos por la Comisión del Fondo José Fels, de Cinoinnati (Ohio) al precio inverosímil de dos y medía centavos Õ sea 40 ejemplares por un dollar. El efecto en la próxima oampaña presidencial serã decisivo como lo fué hace veinte años, De su éxito dá idea el hecho de que sus tiradas solo han sido sobrepujadas por dos obras: «Progreso y mise· ría» dol propio Henry George y «La Riqueza de las Naciones" de Adam Smith, A continuación transcribimos la carta circular que Hem'Y George (hijo, actual miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos) ha repartido pI'ofusamente: Carta lle Henry Georg~ (h ijo) Cà,ma.m de Representantes. Washington 1.° Marzo 1912 «Querido amigo: Hace veinte años que seis di· »putados del Congreso de los EstaJoa Unidos va»liándose del privilegio que tienen los diputados "para imprimir sus informes en los debates Y publi»carlos £lU el COII[J}'essioJ!al. 1!ecOí'd, aprovecharon un »debate sobre la:>tarifas de las lanas, para publicar "como informe entre los seis en el antedicho órgano "de la Cámara el libra entel'O de Henry George »¿PI'oteccilÍll Ó libre cambio'?)) »E,¡tos diputados fueron: " \11'. Tom, L. J\Jhnson de Ohío. »;\lr. William J. Stone de Kentuechy. »Mr Joseph E. W,lshington de Tennessee, "Mr, George W, Fithian de Illinois. ,,1\1r, Thomas Bùroman de Yows, y »Mr. Jel'l'y Simpson de Kansa-i. »Por un artículo del Reglamento, todo lo que »se publica en el l-leco}'d tiene franquicia postal con »10 que «¿Protección Ó libre cambio~» alcanzó este »privilegio. "Se a.Jrió una susoriciÔn pública para costear »Ios gastad de impre:>iJn yen forma de folleto de »sesenta .r Cllatro páginas se hizo una tirada de »1062000 '3jemplare;; que circularon profusamente »en la campaña presidencial donde lucharon Grover »ClevelAnd y Benjamín I1arrison. »GI'over Cleveland rué elegido presidente y el »partido demócrata ganó las elecciones. Tom. L· »Jonhson y muchos otros afirmaron que este resul»tado se dobi6 á la profusa circulación de ,,¿Protec»ción Ó libre cambio?» »La historia se repite. Para la actual campaña "presidencial, la cuestión de las tarifas es la domi»nante. El pueblo sufre por la carestíll de la vida. "Lu!'l tOl'jfa:; de ad uanas sem IllS responsables en el »más alto gr'Ado, pnesto que fomentan los t¡'usts los »cuales \'endon muy caros su'" pt·"dllctoS en el inte· »rior y muy baratos en el extranjel'o. El pueblo ne»cesita que se le aclAre este punto t:lon sólidos prin· »cipillS y argumentos, no cnn los abol'tos y sofismas .de Ciimal'fS de Comercio y malabaristas do e.sta- 16 ndísticas. r,D,inde ¡,Jllede ellcllnt:'lll''¡:;O la verdad más »sencillamente ex¡.>licfll1aqne 011 ¿Protección ó libre »cambio'1" "El F')l1do ,José Fels cuya romi:5i6!1 central está '<en Cincinnati (Ohío) ha empezado nna campaña de «educación call una nueva edirión de dicha obra do "la que espera colocar un millon de ejemplares, El "precio no puede ser más ec'¡n{¡mico (d,)s y modio »centavos) que únicamente cubre el ¡,{ast'l de illl·<presi'·lu. ~J pt)!' eso desmerecen los impresos. "Cada Ii bro va con sn cnbhrta fl'antI neada pros»to para {Janel' Jas senas y enviar ul' COI'I'OO. "Yo ospero 'Ille usted ayu·.lal'á en osta obi'll de "ed 1l<~Hci6n sllscri biéndose PilI' ta ntas ejomplal'os »COIllO le sea Il ¡sib'o y l'e.ll):llan hnr:l,} á SIl" amigos "hagan lo mismo. "La (li/socha dI) tal obl'a sOI'á sin duda Úpima, "Préstellos su corl'lz'lJl y :lUS mano,;. "DB udred afe\~tísill1l), lIe,I/'Y (;eu/'y/! .J,'.» El Fondo J,lsé Fels de Cincinnati (OhiIJ) envía V)da clase ,ie Iiter¡\[,\II'l\ reElIl'o}nto al ¡,n!11l9::lt') úníclJ. L'l'; pago; p~hl,ten l1aMI'.,o 011 bille~e::l. che:¡ue::l. letras. 11lIn'lS, postales 6 scll !,; dê cr)l're)~. ¿Cuandu e::ltal'á la Liga E;paiwia ell posíci6n de contratar con D. Fólix: B3ltrtÍn una tarea parecida? Por el dose,) de sus actuales soc:h::l, mañana mismo. l Nueva edición inglesa de «Vrogres() y miseria» La mas económica de todas. Editor, ,John Bagot.--Middleton. , Lancashire, UI1 tomo 5 peniques y medía, Pída¡,;e a la Liga inglesa para l'lI Impuesto único: 376 y 377 Strand. Londres. W, C. ". LOS LlBROS DE HENRY GEORGE Progreso y miseria .. 1 chelín. La cuesti6n <le la til'ITa , 4 peniques. Problemas sociale" . 1 chelín. ¿,Protección Ó lihr,' cambio'1 .. ~ peniques. 'La propiedad pl'ivada de la tierra. 4 poniques. La condición Jel lI'ahaja. 6 peniques. Cn filósofo perplej" .... 1 chelín. La Ciencia oe la Eeonomía política 6 chelines. Píóan<:;e las oficinas oel Comité Cnido pal'fi. ni IllIpllt'stO único: 11 Tothill Street. \Ve8tIllin~t.pr (,Ol1dl'(>H S. \y, ó á las de la Liga ¡no-Iesa: :371) y ~l77 Stl'and. Londres W. C. o EL IMt?UEST0 ÚNle~ ergano mensual de la Liga Española Es el lazo de unión entre todos los que se interesan por estas ideas. Su sllscriciÓn es la mínima cuota con que por ahora contribuye cada socio. Se admiten suscriciones en casa del gerente, Medez N(¡i1cz. 2J.-Ronda, y en la librería de don Francisco Beltrán, Príncipe. I£J,-Madrid. folldoS O~ propaganOa para la Liga Española TraOuciOos y arreglaOos por /intonio Alb~nOín "Del modo de hacerse rico sin- trnba-j-a!'",--2-&---eclIt~' "Los fisi6cratas modernos" .. , 50 "Extracto de «Progreso y Miseria" 25 "El Credo del Georgismo, , 50 "El A B C de la Cuestión de la Tierra" .. :;0 ,. "Extracto de la Ciencia de la Economía política." 1 peseta. Pedidos: Méndez Núñez. 21.-Ronda. yen la librería de D. Francisco Beltrán. Príncipe, 16,Madrid, IMPRENTA RONDE~A.-PLAZA DEL AYUNTAl\lIF.NTO. RONDA Librería española y extranjera Príncipe, 16, MADRID Editora de « ¿Vrotección TRADUeID1\ veR Principe, 16. ó libre cambio?» BALDeMERE> 1\RGENTB (lo. ton~o ~n 4.° de Un&5S 400 P@~il1&~, ---« Pf'O~f'~~O y mi£'eriet» ~dición Selupere, 6 pe£'etet~ 2 pe£'et&};-- Centro de adhesiones á la Liga Española para el Impuesto Único y de suscri<'ion es al periódico 6rgano de la misma ~rín.cipe, 1.6.-lVIA.:I:>Fl.II:> El Impuesto [Juico 4~rgano mensual de la Liga Española 1\ñ,~ II. ------- Gerente: S\Js(~rición anual, -- -' __ 1\NTeNIe> 1\LBBNVÍN Núm. 7. ~~'-._--'-'-------.---------.--------.----..•..•--.------ -----------.""-""-------------. --------o ._' 1.0 Junit;,. 1'25 - • -- - 1912. Vrecio, Cou rl"eelu'lH~ia No J·obilrás. de los consumos.=EI de inquilinato Nue "tri'oría!\i Not. s eóm()~ .s I Misu Yo/ ••• en Madrid. •• Tradiciones aelltari arbitrio (CONCLUSIlíN.) españolas. tis. , pod"IUOS de hac:lllÏlnl(>s •• Jn- nÚuH"I'O ln:ís !OÕ(~ dice t"'J ,':dol' (Ine CI'e:ln esos habitantes. 11("10:l(Iuí: "'",hw d,,1 slwlo d~' las ~'rmHlcs ciudéllllc!oi: -,¡an por nuestra .le I,it Liga. propaganda los Nueva York Londres. ¡¡Oaris •••• i::.~ lInul c ,.~ ~--~-=-==~----- ~_ -=-_-=-~ SP I'cpite,;y Icei' en tod:ls lleu·tes el hi tuntcs dt· Ins ~'randes (CO:'<CLUSIÓN.) La l.usfitud611 le cénts. ~-_._. ~' ---------:M • ll.ooo.ooo.ooo de doUars • de libras est. de francos. Mad¡-id ••• 1.120.000.000 de pesetas. .--- ...-----.------.. -- -"------&50.000.000 12.000.000.000 ~-_ F=lobal~as FOR ::a::E~rRY C3-EORG-E Traducido por D. Francisco E,;tam<lS efl un d€lsierto. Una caravana transita él. Un:, cuadrilla :lo bandolel'os la divisa. Ellos l'le dicen mlttu3111ente: mirad; una rica caravana vione pOt' allí. Démonos prisa para roharla y matemos á los !loHlb13s que la componen, si fue:le necesal'io, despojérnos'e de SUi! riquel.l:ls, Je sus camellos y caballos.Y par.amos en sH¡!Jida call nuestro botín. Más linn de los hnnclidos dice: jOh! eso no lo debelllos de !latler: no e,;tá bien; eso es rabat'. En vez de obral así, lo que debemos de hacer es adelantarnoi'i y I'0sesionarr:.ofl de ese manantial, el único ciertamenl:e que existo en este dilatado desierto y adonde f,.r;:,HlHmente Ita de it, la caravana &n busca de agUR. It·)deéIlH·sle con una valla y lIamémosle en se· ¡.;uida nuestl' I: cuando lleguen los caminantes no led dejemos t·ttllllr 1I1l11pi-.ca de agua hasta que nos ·antreguell to\las las riquezas de que sean portadores. Esto sería m:ís gentil, m{is cortés y más serio. no hay eluda. i Pet'o acaso dejaría pOI' ello de ser 'u~ í~obo? (Grande; aplausos.; iYeste robo, acaso ne diferencia en algo dol que se comete, cUHndo los hombres adelantándose al inerementù ],6 poblacitSn adquieren tiel'ras que no han de usar y (mando la población aumenta repOl' 1\maya Rubio husan entregarias á los demás, sí no es mediante un precio exorbitante? Esta es la expoliamón sobre la cual nuestras primeras familias se fuudaron. Obrad en consonancia call los precoptos de ese falso c.'idigo de moralidad que domina hoy día, y se pre;sonarã en altas voces vuestra previsión y vuestros esfue\'ws y se dirá que si habéis hecho di· nero es porquo snis seres superiores á Ins demás y que si eualquiera hace lo propio es solo porque es trabajador é industrioso. (Risas y aplausos.) ;\lás ello en puridad no es otra cosa que una violani{¡n del preoopto divino, So ¡'OÚIO'fÍS, tan evidente y tan clara como si tomásemo~ por la astuCiR (¡ por la fuerza el dinero del bolsillo ajeno. ( Aplausos.) No ¡·OÙf)I·ÚS. Esto signifina, por supuesto. que no debemos robar. ¿:\-Iás no signi ficaría también que no debAmos en modo alguno consentir que los demás sean robados, si es qne podemos impedirIa? ¿No podría, pues, expresarse diciendo, lto consenti¡·ú~ni '/I/e te l'obeit ni que los demás sean rabadas? Si ello es así, jah! entonces, todos, absolutamente todos, pobres y ricos son responsables de ese crimen social que produce la pobreza. No serán, pues, soJnmente los culpables los monopolizadores de la tiel'ra, no solo ellos serán acreedores á la cen- ó El Impuesto Ulll~o sura, sino en un grado mayor, nosotros que se lo permitimos somos copartícipes ó encubridores de esa expoliani6n social. El cl'i,¡tiano que ignora esa responsabilidad social, demuel'tra que se ha despojado de la enseñanza de Cristo, En el pasaje del Evangelio donde El habla del jl11cio, la pregunta que El había de dirigir á los humbres no era jamás, ¿me nlabaste en la tierra? ¿Me rogaste en tus necesidades'? tCreiste en esto ó aquello'! sino esta otra: ¿Qué hiciste para ali, vial' la miseria? ¿,Qué para abolir la pobl'eza? Para los condenados en aquel trance supremo el eterno Juez se l'epresenta diciéndoles: Te,tia ham/H'e 1j ¡lO me dil'teis de comel'; Tenia sed!J ¡tu me disteis de ueuel'; g~tll/nt e//{iwmo U eltnJ.l'celado !J no me vísittislei.s A lo que los réprobos responden: Seii.o)', Se,i.ol", >.r:l(tÍlldo deja¡¡¡o., dc IlIlcede ¡WI:; cosas todos enferman, gimen y se destruyen, Al tener ante nuestros ojos ese espectáculo ¿fi qué nos asiríamos para decir que no somos responsables individualmente de que reinen esas condi· ciones en la tierra? Según el espíritu de la parábola de San Mateo, ¿cuál sería entonces la respuesta que nos diera el Eterno Juez? ¿No sería ciertamente: Yv he p/'Oveidl» aU1wdanlemente para todos; l/l tíe¡-ra que hice es más que sobrada pm'a P¡'opVl'cioIHll' allJeJ'gue ci todo:;; los malel'Ïales 'lue e.cisl.en en ella 1;0/1 nuis 'lue IlUficiellte pal'u subveni¡' á las necesidades de todOl;? ¿Habéis le- vantado ó no vuestra voz en contra de la sinrazón que los despojó de la parte proporcional que mi Providencia ha destinado para la subsistencia de todos? (Grandes aplausos.) Sf) ¡'ollal'ás El robo y la expoliación son los que producen la miseria, el vicio y el crímen entre nosotrol;, Y solamente por virtud de IllS leyes debemos rehabilitarnos, el que no levanta su voz en contra' de este crimen demuestra que es un cómplice de esa maldad, La bandera se ha desplegado ya, la cruz de la nueva cruzada se ha erguido por fin, Algunos de nosotl'Og, muchos de nosotros he· mas jurado en lo profundo de nuestro corazón que no pet'maneceremos munho tiempo en las cnndiciones en que ahora vivimos y lucharemos l'lin desmayo hasta abolir esa iniquidad y esa injusticia, Guerra á muerte le hemos declarado á la expCJliación, Los que no estén con nosotros, los declararemos en eontl'a de nosotros, A nU9stt'O lado n,) queremos Vl\ci lantes ni comprometidos ni á quiene;; no se ~ientan con fuerzas para no volver jamás la espalda hasta Ilegal' hasta el fin. (Grandes aplnusos y aclamaciones,) No hay razo'¡n que justifl(IUe la pobreza en nuestl'S civilizaci,ín, 'lile Y el eterno Juez contellte: /<;'1 C/taillas oC·hsio¡le.s dcjdstp-is de /¡acel'lo COll el Ùlti//w de los /tomul';::s, <lejÚsleís ttllllúÍt:n de Itlu·e,·/o PVI' mi, Marchad, marchad malditos al in fiemo COll Satanás y sus ángele:>. A su die~tra mano, I,)s bienaventurados son acogidos en estas palahl'a~: Tel/ia /tam/JI'c !I me dis_ tei, l/e CVI/l'~I'; Tenia ~ed !J Ille di8t"is de uellCl'; l~'sta/it( desaltdv !/ Ille di8tei~ COli (lile ec.,U,·lIw; ¡';strl/J/.t enfel'nW !I e,lc'o'cellldo il lile clln.,ol(Íslf~i, COlt 1'IIe~tra" visi. tas, Y cuando aquellos le dicen: S'l'-IOI', 'SC'-IO,', ,:CII,i,¡do le ¡'¡',i¡¡ws lus r.o~(.t.,'IIIC ¡IV" U/,.tlll(~:) Siempre que lo hicÍ:iteis con el últi IllO de vue~tl'()S hel'manos, Jo hicísteis conmigo; - Les responde Dios. -He aquí el esp:ritu esencial del cristianismo. La e"enuia de su enseñanza no ec; (·cuida de tn cuerpo y salva tu lllma» sino ,,!lllS cnanto püedas para hacer esta munllo almejO!' posible.,Ello rué una protesta contra la d.)Ctl'Ína de que «cada UWI para sí )' el diahlo se lIel'a al último,» ElL) fu;; la pl'oclam:lCi.'Jn de la paternidad común de Dio,,; y de la paternidad univel'~al de los homl>res. Por 'HO fué por lo que el rico y él poderoso, los pon· tífice3 y legisla dore:s persiguie·ron {¡ los' cristianos á sangl'a y fuego. Lo que hoy se conoce con el nombre de religión en nuestrns iglesias no fué lo qne persiguió la Roma pagana, sino lo que hoy se nos dice que es comunismo y socialismo, la doctrina de la igualdad de los deœchos J¡umal1os, (Gl'andes aplausos.) Imaginemos por un momento que cuando com· parelcamos los hombres y mujeres de hoy ante un solemne tribunal, que observamos Ins almas de aquellos que en nuestt'o tiemp0, bajo lus condicio nes de nuestro sistema social actnal, se entregaron al crímen, (le aquellos que padecieron hambre en su cuorpo y hambre en su alma, de esa infiniG.ad de niños que por millares y millnres abnndonan el munùo, cuando apenas salioron :\ la luz de él, porque nl) tuvieron ni alimento bastante, ni ah'e suficiente, ni IU:l abundante, porque il'Íun amontonados en esos mísel'od distritos buj,) condiciones en las que HOS ¡'ep/"Iiclws? j E.'Xiste una provisión acord ..ada en vi.rtud de las leyes de la divina providencia que Ilsegura á los ·-(fè8ampar'ãdõilTodo Jo que eltos necesitad, q1rn-dj-to-suficiente y más que suficiente para su bvenir á todas las ne~esidades sociales. Esos pequeños infantes que muel'en en nuestros dist.ritos más poblados por falta du albergue y de aire pUl'O. son los herederos desheredados d~ una gl'an fortuna. ¿No habéis nunca considerado el hecho significati YO de que á medida .que el progl'eso avanza, á medida que la pol>lación cree y la civilización se desarrolla, la única C03a que crece más y má!" en valol' cs la tierra? Los especull!dores de todos los pa\se~ conocen esto perfectamente. Donde quiera quo existe alguna probabilidad para èOlldensarse allí la población; donde quiera que un ferrocllrrH se construye ó una gl'an ciudad e::ltá llamada á acre. centarse; donde quiel'a que alguult nueva señal de la b')udad del Creador se deilcubre, ya sea ell una rica mina de cal'bóll Ó de hierro, Ó en un pozo de petrúleo ó en un depósito lle aceite mineral, allí el 3 especula ior sienta .iUS reaJes, la tierra aumenta en valor, el cercamiento Jo sucede, y Jas hombres se encnentt'llla ln [J0.3tre enOl'mementa ricos, sin ha· uer hèCh'l de su part.e lo más mínimo para producir €sa I'ili ue ~a. Ahor': hien, es pOI' virtud de una ley natural por In qlll la tierra nu/wmta CI)ngtantemente en va· lOf, li mel i(la qllO la pLlblación cl'eec; á medida que las illvenl 'Olles 8e dE,sflrrollan; á medida quese de;;~ul)l'en nl dITOS 1'a,;(,ro,; do la bllndad del Creadul' en los depõsi;os que él ba establecido sobre la tierl'a para nuos.ra uso común. Todo ego se traduce en un aumenl I) d91 valor de Ir. tierra y m:da más q lIe da la tierr::. Este h ~cht) naturlll es lin efecto do una le.v t.amhién natl1l';1I r¡ 'Je e,,; en Al misllJo grndo llna ley del CI'c:,;àlll' como lo os ln lll\' do !!r':I'litnciiín 1Jr1ivCI'"al. ?~Lís e l:tl l~S el fin de e~a ley'? ¿~I) se ve claramente un e ia t:.I1U pr()visi:1l\ pnrn atenrlel' á 11\"ne· cesidf.(les f JlIilLle:;?¿Esta pl'ovi:;i,ín q\le va do annHHlto ell a lInento siguiendo la marcha progl'osiva de lé: civiliz:.cién, no ':IS una prueha manifiesta oe CJl1~ e.;;tj (h"tinatla á la sa:,isfU'~ciÚn de necesidades púl}li(las, de (llHl es \lll hndo común pel'teneciente al (lOlljUl1to ;ocial, lion el qlle podremos atender al :'Imparo de I ~s viudas y da los huérfanos, Çon el que pndremos s'¡bv3nir á h in:;tl'ucciól1 pública, hacer fl'ente {i tod)s !:ls ga::lt)g públicos, y llevar á cabo todas &(IUell~s cpsas qUi:l un estado de civilización adelnn'tada !lICe 'fiás y más neco;;ada en la sociedad en beneficio 1e EllS miemuros? (Grandes aplausos.) lIllY el \ alOI' del sanlo de la ciudad de Nueva York aumena \ln centanar de millones pOI' año. iQuien ha cl'md<l ese valol'¥ ¿Es acaso porque viven en ella UIIOS pocos de propietarios'? ¿No es por el cOfitrario, sino pOl'que lu poblaci6n entera de la ei udad se aIm :ltona sobte sus solares? ¿Por qué esta gran ei udao. e i el centro tIel p.am bio para la mayor pm'te del cant nente'? Caê'.a niilo que nace cada dia, c.da persona ( ue so establece en Nueva YOI', n0 aumentan et va 1)[' de esta tiena? ¿No deben, pues, ellos. Rer parti:;ipllntas dEl ese benefioio'? ¿Y no son ellos despojad( '3 cllando en lugar de usar ese valor para tal propÓt ito, ciertos indi viduos pri vilegiados se han pennitil'o ~.propiál'selo? ~ osntros pIde ~nos tO',nar ese vasto valor pal'a pa~al' necesidades públic.'!:; y con él podíamos haCCI' de Coit8eiuèad ana como jamás se hubiese visto en el mundo; UJa ciudad e.spaciosa. limpia. saludable, hermosa, llena de g)'andes pal'ques; sin casas de vecilldad, ql3 fuese dll,~iia de sus medios de comunicación, de los rer['oca;~ri les que lleval'Ían á sus habitantes treinta Ô cuarenta millas distantes del city haU, en mel os de media hora, y que los condujesen de balde d31 mismo modo yue lo hacen los as-censores de nuaHron grand'3$ edifiicios, una ciudad Call grandes mlseos y bibliotecas públicas, con gimnasios con (;dificios pd.llicos, sacado todo de -ese gra.n fondo Cllmt.n que e¡; de todos y no de las donncione;; de los ciudadanos ricos. Con ese caudal social, nosotros podríamos proveer á Ja!>POht'Cil viudas y á los desamparados huél'falus de lo que IHS hi(~iese falta, y 3segurar á cada ciudadanll de ost.a gran población que cuand(¡ la muol'te cerra:;él SIIS ujos, su mujer y sus hijos no cael'Îan en ia miseria, no se degradarían implorando la cal'idad, sin') q:le como ciudadanos de una comt:nida<l rlea, como coherederos de una gran fortuna tendrían lo suficiente pal'a subsisti:', y nosotros har'íamos estas co¡;as no solamente sin imponer gabelas sobre la producción, no solamente sin poner' obstáculos al justu derecho de propiedad, sino todo lo contrario, asegurando al mismo tiumpo mucho mejor que lo está actualmente ese derecho .Y abolienrlo los impuestos que gravitan s~bl''' 1;-(pr,),'lI¡,:ci·j.1. N.)sotrùs lit) tenemot\ que hacer sino acabar con las cf)lltribucione" (1110 pesan sol11'e los productot: de la acti vi(lad h u mana; cesal' du m nHar al hombre que le"o'anta un edificio ó hace cualquiera otra cosa que so traduzca en un aumento de la riqueza colectiva; cpsar do Hgúhia¡' con impuestos fi los que importan ri(l\leZa" dol exterior ó las crean en el inte-' rial', y refundil' todos nuestros t¡'ibutos en el que gl'a vite sobre el valor' de la tiel'ra, en una palabra, colectur esas enormes reatas debidas al crecimientc de poblaciùn para provecho y beneficio de la comunidad que las ha creado. (Aplausos.) El doctor Nultyobispo de Meath, ha dicho en una carLa dirigida al clel'o y á los seglares de su di6cesis que esta p¡'evisión del Creador, la previsión que se manifiesta por el aumento de valor de la tierra é. medida que la población crece, le parece la más bella de todas Jas leyes sociales; y á mí me parece que es lo que más claramente demuestra la beneficullcia y la inteligencia del esp íritu creador; porque eBta provisión prueba que bajo las leyes de la justicia y equidad, el progre!::io tiende hacia la igualdad de los hombres, en vez de tendel' como sucede hoy cada vez más á la mãs munstrl;osa desigualdad. El mismo buen obispo católico en esta misma carta decía: «Así pues, la tierra de cada pais es de la cclmún propiedad de sus pobladores, puesto que HU dueño real es el CreadlJr que la ha hecho, la ha d:1do como un don de su voluntad á ellos. La tierra la dió El á los hijos de los hombres». "y como cada criatura humana es un hijo de Dios y como todas sus Cl'iatUl'as son iguales ante El, cualquidl'a posesión de la tierra de é;;t& ó aquél país que excluya al humilde de su igual participación en esta herencia común, no es solamente un agravio inferido á sus hombres, cualquiera que sea, sería una impía violación de la intención benévola del Creador." (Grandes aplausos.) y así continúa el obispo Nulty para mostrar que el modo de asegurar iguales derechos á la tierra, no es por la parcelación en partes iguales, sino .t~1Ilnpuesto Un leo tomando para necesidades públicas el valor inherente al suelo. E,;te es tambión el método que propone esta sociedad. ~t):lotru:s Uu aspiramos á dividir la tierra en partes igualeg, sino dividir la renta proveniente de la tierra; y esto es una empresa sencilla. Nosotrüs no molestm'emos á nadie en su posesión, no pondremo" obstáculos á los progresos de nadie ni á las edificaciones de ninguno. Xosotl'OS solo quere· mas tl'asladar los impuestos de tonas las mejoras que se tl'aduzcan en producción de ¡'iqueza, y ha· cel'los gra\'itur sobre el valor del suelo, desnudo de toda mejol'aj así que el perro dpl hortelano que posee una exten:-;ión vacante Ó impl'()ducti va hab1'á de pag-ar III mismo que si s,)bro ella so le,'antara Ull adi ficio. Del mismo modo nnsotros tr;¡taría1l1()s toda la tiel'L'a pel'teneciente :í la comunidaJ, COIIIO hemos heJho Jon esa pal'c6la, como la comlÍn f,n'tulla de todos lo,; miembrrls de la misma Y ¡l;;í er)iUO 91 Gran A~il() de lo" ~larin()s, por ejemp:'}, CDn la ¡'8nta dB una peq ueiHl extensión de terren'l de X ueva ¥.)rk pucde mantener eSíj hel'ml3;) establecim¡entr> s,)bre la i;;ia àe Estaten, donde vi \'en con· Lwtablemento nn gr'an nllmero de dej')s mat'incros, flsí nos ltroil podl'Íl'lmoH hacer de la ~indad de Xue,-a York un inlllen,i() albergne dondc bdo.; vivic;;en con cOlludidad, . 8: ¡nebIo (le Xlleva York puc,le lllanejat' su fortuna del rni;;m'l modo que la maneja una c,)rpol'aci,)ll euaLluic!"1 ó cualquiet, familia ¡lt'ivada. Pa •.a qnc entra em propiednrl de lo qne Ci; sUYI) no es necesal'Ï') el manejll emharazoso de la propiedad de su tierra. XI) se necc:;ita deeirle á hs pl'opietarios actllates, esa tielT<l no es vuestra, "ino nuestra. Polem )" dejade;; HUS títulos talc,; com') nh'H'a los tienen, Pde~n')il dejal'lm; qUI' se llamen )lt'opietarios del Slle~tl; l,) que hemos de procurar c;; eobral' el valor unual pmùl1cirlil p'lr la tiel'I'a. X,) se entienrie, con oih, et val!)r qlle hit sido . pr,)lÙiJ) P-)l' 'el ~Ú<)pietat'io, afIliei ~alo; de uiás que pt',wiene de las mejoras, sino simplemente el valot' de la tier'l'u deSiluda, proveniente \lolltecho de la aglomel'a',~i{¡n de habitante:>.Y que e. inherente al suelo en virtud del cl'eaimiento de !)I)blación. y cuando nosotl'03 tOnl')!]lOS ese vall)l', entrm~es todo aliciente para m'l11opolii\ar la tierra ,;erá vano; entoncei1 esos cahalleros digní3im,)s que han apropiado la mitad del úrea de ~ueva Ylrk, dejándoIa inactiva y vacía se hallarán con que los impuestos gravitan sobt'a ellos de tal ma!1el·a. que tendrán que pedir su concurso al tr:J.bajo ó tendrán que edificat' sohre los Rolares ó vender la tiel'l'l1,'y si no la pudiesen vender, la tendrían que entregar á los que edificarían sobre ella. (Grande;; aplansos.) y así en todo el país. Id á PAnsih-unia y al1í po· dréio:¡ vel' grandes extensiones de'tetTenn que contienen enormes depósitos de carbón pertenecientes á corporaciones é indi dcluos que 3penas han tl'aba- se jado para adquirir!as. En estaf' grandes propiedades á la mayoría de los ciudadanos americanos que trabajan en las minas no se los permite _ni aún arrendar un trozo da terreno, solo se les doja comprarIa, Ellos no pueden, por consiguiente, sino vivir en casas de vecindad; y se les permite solo permanecer en ellas á condicirín (como se les bace firmar en un áocumento) de que pueden ser despedidos en cierto tiempo dándvles un plazo de cincu día!', Las clllupaùÍas minoras "o coligaD allí para elevar arti licialtnente el precio del carbón y hacer escasas también las oportunidades para emplearse. Ahora bien, ¿,por qué estos minel'os que gastan la mitad de su vida tmbajando en las mina!', por qué esos hombres DO habían de trabajar en medio de las tinieblas del seno de la tierra, p:>l'a extraer e~ carbón. pat'll ellos mismos'? (Aplausos.) ¿,Qui(~n ha hecho el carbón? Solo existe una respnesta para esta pregunta. Dios In ha hecho. iY para quién lo hizo Dios? Cualquier niño ó cualquier simple diría qlle Dios lo ha hecho para los habitantes de la tierra que un día habrían de poblada, Pero las leyes de Pcnsilvania, como las leyes de Xueva YI)rk dicen que Dios ha hecho el carb{lIl pllr3 ésta ó a'luella cOl'poración, para éste ó aquel individuo; y a"Í unos pocos se permiten prival' á los hombres del trabajo y hacer artificialmente caro el cal'h/in. Hace unas cuantas semanas, durante mi viaje por Illinois, \ln joven penetró en el ('arrllaj~t en una de las ci udades mineras que visitaba y entramos peonto en conversación. El me dijo que iva cn busca de tl'ahajo. )le informó de la condición pOl' que atravesaban los mineros que 1I1'enns POdÍllll vivir, ganan(lo jornale" miserables y trabnjando 8013111ente la mitad dcl tiempo de que disponían. Y ù le dije que habiendo gran abundancia de carb<')ll que ¿por qué no se empleaùan á sí mismos extrayéndoltJ por su cuenta? El me replicó que los trabajadl)l'cs habían formado ulla sociedad coopel'aUva- y fUeron ã ver al duenoiiEdatïërra ya Jnquiril' de él el precio que exigiría por abrir un pozo de mina pal'a extraer carbón. El propietario les pidió Î ..jOD dollars por afío, Ellos no podían satisfacer esa suma exorbitante. Impóngase un impuesto á la tierra por su valor pleno y entonces ¿cuánto tiempo tardarían estos perros del hortelano en ceder la tierra á los tl'aba. jadoees pUl'a extraer de ella el carbón? y cuando todos los hombres que quiet'an trabajar encuentren medio de proporcionárselo con facilidad, entonces, ¿habría centenares y millares de hombres sin empleo en los Estados Unidos? (ApI3usos) La relación de empleado y patrono es una releción de conveniencia. No está impuesta por el orden natural, Los hombres vienen al mundo con facultad de emplearse ri sí mislUos en donde quiera que las oportunidades naturales no les han sido ce· lU 1".I)ue~toU nico nad TS. Ningún hombre tiene del'echo por naturaleza 'Jara demandar trabajo de otro, pero cada hombre l:on'3 nil derecho natlU'al, un derecho inalienable, dl derecho ()tOl'~adl) por el Creador de deman<1al''. ~Ol·t\lllidad pal'a emplearse á sí propio. Y des· de e\ me·mento en <¡ ue e::;te derecho es reconocido, desd, el momento en que los hombres que necesitan t 'abajar eneuentl'en oportunidades para ocupar:';fl, e; Lonces habd tanta competencia entre los pa· tronc s ell demanda de tl'abajo, como la hay actualment J e atre lai; tl'abajadores, para buscar ocupa· ción. Los jornalel¡ ge elevarán así al tipo verdadero que t J corresponde, al tipo pleno que debe ser la re· com::ensa natlu'al de] tru,bajo. },,,t,) he~ho, pOI' merlin de ]a cobranza de ese fond,) Aocial á qtle hem!),.; aluoido, In pobreza ser;í abo]i,la yen nil til!lllpO no larg-d, llegará :í ser cunsider Ida como nosotros consideramos ahora In es· clnvitll,I, como ruminiscencia de una edad sumida en ]a~ tinieblas del errOl' y la ignol'ancia (Grandes aplan ;os.) \ o l'30Ue1'd(" y mejor que yo lo reeor(la1'á este homLl'e (volviéndose á 1\11'.ReopatlE') pnesto qne éi fué ULO tie los que presentó las atrocidarles de la escl:l\ itlld hnm3.na aute e] corazón y la conciencia del ~ flrte, yo recuerdo bi on como él lo recordará tamlli)n y como r.ecordarán todos ]OR homhres y mnjel es de cierta edad que asisten á esta conferencia, clmo la propiedad sobre la carne y]a sangre huma ,8 fué dllfendida como ahora se defiende la pr,)pi"dad privada sobre la tierra; cómo las mismas acnsa,~iones ~esaban sobre los que protestaban contra ta 3sclavitlld humana que ahora gravitan sobre lOS que intentan Ilegal' á la abolición de la esclavitud inJustrial. Nosotros recordamos cón},) las dig. nidad'ls €,clesiásticas y la opinión de los miembros rico;, de Ill'; iglesias tildaban de disturbiadores y de injl1l'Ï lfiol~es de la religión á los sacerdotes y ministl'OS q1le se atl'evieron á proclamar la verdad evangélica ,le 'lIle no pu.lo haber nunca ni ]a podrá ba· ber ja nás, propiedad de derech,) sobre]a carne y la salH:re 1\llllann .. (A.plausos) D,\ ig lai moJo, se ha dicho ahora que los hombres q Ile protestan en contra del sistema actual fJ 110 es otr: fOl'ma de esclavitud, son horn bres que Pl'Oponen robar. Df, eim modo el precepto di vino No ¡'ollfll',is dehen r'ldantarlo en esta otra forma: No ill!pildi¡'ris el roÙei. CL 'lnè~o nosocrod.proponemos alcanzar nuestros derechos, cuando nos esfol'zamos por procurar que les Selln <loncedidos á cada niño que viene á la exister. cia, tal gente habla de nosotros como si fué· ramos par¡;idarios da la confiscacitin, nos acusa de qne so nos unos denegadores del derecho de propiedad La verdad efElcti va es que nosotros deseamos aseglll';¡r El: justo derecho de propiedad y que lo qne 4ueremo~ e;; impedir el rùbo.La esclavitud no fué otra cosa también que un robo del peor género que pnerie i ma.~i nal'se. Aq ne] sistema que hacía de prüpietl:\ll parr.ienlar los seres humanos, que permL tía á un !t')!Jl:ll'O vender á otro, que lo autorizaba para despoj31':o del fl'uto de su trabajo, que legalizaba el arranr:·al' los niños de] seno de sus madréS y que daba atl'ibuciones á los llamados amos para eazUt' como fiems á lo:; inf\3lice3 que escapaball de su tiranía, esa forma de ~sclavitud ha sido abolida. Hasta esto límite ha sido llevado el precepto No ¡'Oùlll'ás ; pero existe otra forma de esclavitud. Nosotros estamos vendiendo ahora grandes extensiones de terreno á ciertos lores y capÏ1aliôtas ingleses que están viniendo sin cesar aquí y eSlán compl'llndo extelllÕiones más grandes que ]as moyol'e;; de 111~latel'l'n ,'. [,'!anc!n. ;,~o se os ha ocurrido nunca que e305 señores no necesitan esa tierra que (}ompl'al1? Ellos no han de usar la tierra de América. Ellos no so pl'oponen venir aquí y vivir entre è10sotros; tampoco se pueden llevar ]ll tierra á su país. NI) es PUHd, la tiel'ra ]0 ({ne ellos quieren. Lo que ellos van buscando es la renta proveniente del suelo. Ellos las están nomprando, no pQrque ellos las vayan á dedicar á algún uso, sino porque á medida que la pJblación crez~a, los habitantes de América necesitarán esas tierras y entonces esos propietario::! les dirán: «Podeis usar estas tierras eon tal que nos pagueis la mitad de lo que produzcais en ella.» Lo que nosotros, pues, estamos vendiendo á estos señores extranjeros y á esos capitalistas no es realmente la tierra; lo que nosotros les vendemos es el tl'abajo de ciudadanos americanos, es el privilegio de exigir, sin ceder nada por su parte, el producto del trabajo de nuestros hijos. (Ap]ausos.\ Continuam(lnte estaréi::l leyendo en los periódicos de Nueva York que el pl'ecio de ]a tierra se Vil elevando incesantemente . .J ohn Jones ó Robert Brown se han encontrado con 100.000 dollars de más en el espacio de un ano, como efecto del crecimiento de] valor del suelo. ¡¡Qué significa eso? Pues ello significa que sus propietarios han adquirido el po_ del' de adquirir más vestidos, más cigarros, más vino, más caballos, más coches, etc., que antes; es decir, que ellos gozan de una facultad, en virtud de su propiedad, que les permite tomar muchos más productos del tl'abajo humano que antes tomaban. ¿Más que han hecho para e::lo? ~ada. Ellos podrían haber estado en Europa ó en Oriente, ó podrían haberse qnedado en su casa cómodamente. Si ellos no han hecho nada para adq uil'ir ese crecimiento do renta, ¿de donde procederá ese aumento? La::!cosas que son producto del esfuerzo humano, alguien ha trabajado para hacer]as. Cuando el hombre que no trabaja las adquiere, necesariamen-. te los que las producen tienen que tener menos de lo que debieran. (Aplausos.) Este es el sistema al que la "Sociedad contra la ~I .lnJtUesto IT oleo 6 pobreza. ha declarado)a guerra, y os invita á que engroséis sns filas. Esta es la más noble causa que puede defende.' el esfuerzo humano. ¿Qué, después de todo, exi"te en )a vida que sea comp~rable á Ulla lucha como ésta'? Cna cosa, una solamente, es absolutamente cierta, para todos los que llOS congregamos aquí, como para todo el ¡!énbrO humano. Esa cosa es la muerte. ¿Qué nos aprovochará en unos pocos anO:i tie vida cuanto hayamos dejado sobro la tierra? ¿No e,; pues, el mejor y más noble uso que podamos hacer de la vida. 01 emplearlu en hacer algo para mojorar' la condición de los que nos sucodan, combatiendo contra la injusticia, i1ustl'ando la opinión pública, haciendo en suma, todo lo que podamos para dar al trasto con un sistema que de· grada y amarga {Jal' igual la suerte de tantas y tantas criaturas? 'Aplauso~ ) Una larga y dUI'a pelea se presenta ante nos· otros. Probablemente,la mayoría do nos(ltros no veremos el triunfo Hllal de la contienda. ¿Pel'l) qué importa? No deja ,io ser un privilegi,) el tornar intervenciÓn en tal hecho. Nosotros podt'omos facil· mente reconocorque este no t'S má" que una parte de )a gl'ande, ~e la inmensa, de la incesante lucha, en que el bien y la justicia de cada odad han estado empeñarl.os; y nosotros, ill tomar parte en ella, habremos hecho algo, en la medida de nuestras humil· des facultado;;. para traer dohr'e la tierra el reino de Dios, para hacer' la cnndici,'JIl de la vida de a(juellos que vengan tras de nosotros, análogll á la quo cOufiam!)" prevaleeel'á en los Ciolos. (Grandes y continuados aplausos.: La supresión de los eonsumos El arbitrio ae inquilinato en Ma~ria II (CONCLUSl(í~) ¿Es preciso renunciar ála sustitución del i~lpuesto de consu mas'? ¿Son inc\"itables estas consecuencias de una transformación tributaria como la que se desca'~ Resueltamente, absolutamente debe contestarse que no. Mantener el impucsto de consumos es una injusticia rayana en la infamia Sustituirlo por el dc inquilinato, es una locura. Pero hay un sLlstitu· tivo, uno tan solo que produce efectos diametralmente contrarios á los del arbitrio de inquilinato porque sustancial y fundamentalmente es un tributo de naturaleza también contraria á la contribución urbana y á cuantos impuestos con este 6 con el otro nombre significan tan solo gravámenes sobre actividad productora. Este tributo es: el impuesto directo y proporcional sobre el valor del sucIo de la ciudad. Con- siste dicho impuesto en quc cada solar, tenga ó no edificio, comprendido en cI término de Madrid, contribuya á las cargas del Municipio con una cantidad proporcional á su valor en venta. Produce como efectos, los de activar la construcción, abaratar la vivienda, aumentar los salarios. reanimar la industria y el comercio de la ciudad y abaratar los precios de las cosas con todas las repercusiones que estos efectos tienen en la salubridad, cn la moralidad y en la cultura. Su ca:-aderística es la de ser intransmisible recayendo y tcrminando en el mismo propietario sobre quien se impone y gravando el valor social, la renta económica que se percibe en la ociosidad en vcz de gravar los productos del trabajo y del capital. propiamente dicho. Veamos, ante todo, la justicia de esa imposición, porque no hay tributo admisible si no es justo, cualesquicra que sean las ventajas de otro orden. Primitivamente el suelo de la ciudad no tie· ne valor apcnas. El valor qu~ ha tenido. el que tiene hoyes la consecuencia de la presencia de todos los habitantes de la ciudad y de los gastos realizados por el Ayuntamiento para los diferentes servicios municipales. Ese valor no es algo adscripta al suelo por el curso de los siglos, sino que cada día se crea nuevamente y por las mismas causas. Si la mitad de los habitantes dc Madrid se ausenta, el valor del suelo de Madrid decrece; si desaparccen todos los habitantes. ese valor se extingue. Pues lo mismo ocurre con los gastos municipales. Si el Ayuntamiento sl1spende todos sus servicios. desde el alumbrado á la seguridad, desde la organización administrativa á la urbanización, el valor de ese suelo disminuye rapidísimamerlÍe. Es pues, notaria que los gastos reali~'!.'1os . constantemente por el Ayuntamiento son los que también de un modo constante dan ese valor al sllclo de Madrid como si cada día lo crearan. Cada gasto nuevo del Ayuntam iento se transforma también en aumento de ese valor. La apertura de una calle, el trazado de una plaza 6 de un jardin acrecienta el valor de los terrenos aledaños según ostensiblemente se ve en la elevación que experimenta el alquiler de las casas limítrofes. Los cálculos económicos de algunas empresas particulares de urbanización están fundados exclusivamente sobre ese aumento de valor. Igual efecto se produce cada vez quc se ex· tiende la nueva zona el alumbrado público, la alcantarilla. la línea de tranvías. ;-"¡ingúnobservador atento puede desconocer que si las mejoras materiales de la ciudad aumentan el valor de los terre- .:1 Ilnl»uesto U••leo nos, bmtién lo éllllTICntan las mejoras administrativas. En un barrio peligroso é inseguro, los terreno~ vaien poco, el alquiler es pequeño. ClIando se extende la seguridad á ese barrio y después de hacerl) s<:guro se le dota de escuelas, de mercado, de bibliotecas populares, de toda otra ventaja de orden ad,ninistféltivo ó de orden material, los terrenos aumentan de valor. Y se produce la siguient~ iniquidaè: todas esas mejoras materiales y admin'strativas s,~ realizan con dinero que el municipio extrae mediante el tributo, cercenando los productos de los trabajadores y capitalistas dedicados ã h producciÓn; y todo el beneficio y el rendimiento de esas mejoras pára en poder de los propietarios de los terrenos. que, en cuanto :'i propietarios, nada haccl para recibir tal ventaja y aún la COSt chan estailllo perpetuamente ausentes de Madrid. La correcci:':ln de semejante í njusticia consiste e 1 que los ,:lUmentos de valor del terreno se dediqu,:n á. sufragar los gastos con que el Ayuntamiento prcduce f:SOS aumentos, dejando exentos de carp, d trabajo y al capital, tanto porque no son ell(ls quienes reciben directamente el beneficio cuanto por 10 que importa al bien social no deprimirIas li desalentarias. El procedimiento rudimentario para obtener esa jusl icia consis:c en recoger del duei10 del terrenú cuant0 signifi~a aumento de valor ell este. Pero ta procedimiento. dificil y sobre todo irregular y, p lr tanto i¡;.apropiado para fundar sobre él los cálmlos ordinarios de la Hacienda local, es sustitui'¡o Jar estt: otro: impuesto proporcional al valor. Todos los alimentos qlle el terreno recibe se acuI1ulan formando el valor de este; pero el valor d( un terreno 110 es nada en sí, es una ficción cce Ilómica representativa del poder que atribuye al¡)ropietario para obtener una renta por el uso de ~u terreno. El ;,npuesto proporcional al valor es una coparticipación del Municipio 6 del Estado en esa renta ql ~ el propietario obtiene ó pucde obtener la coparticipación tanto más justa cuanto ljue 110 :la sido el Jropietario, sino la colectividad la que ha contribllido á forzar ese poder de obtención de renta. R :scatan. pues, de tal modo el Estado ó el Municipo parte, nada más que parte, de lo que ellos hall creado. El impuesto no solo es justo sino que de t aber injusticia consistiria esta en permitir que todavía siga el propietario percibiendo la ma· yor part.: de esa reJta actual ó potencial. Esta segunda fe rma de obtención, ticne la ventaja de que da norm1lidad á la~; previsiones de presupuestos y de que e ude la reclamación que el propietario haœ para a devolución de los aumentos pagados cuando el terreno desciende en valor, porque sienc.o el impuesto proporcional á este, sigue de cerca y equitativamcnte sus alzas y bajas posibles. En cuanto {¡ sus condiciones técnicas como impuesto, es el único que se ajusta exactamente ã las cinco condiciones que la ciencia económica exige á los tributos para ser perfectos: Primero: que dificulte lo menos posible la producción de la riqueza; esta regla es exactamente cumplida porque no solo no la dificulta sino que la estimula; en efecto, el estímulo para la producción de la riqueza es que el productor de ella obtenga la mayor parte posible del fruto de su capital; el fruto se distribuye en: remuneración del trabajo, inteiectual ó material; remuneración ó beneficio del capital y renta, los tributos actuales SOil una merma de la pute dcl producto atribuida al capital y al trabajo, y por consiguiente, disminuyen su estímulo; el impuesto sobre el suelo recae sobre la renta, es lira disminucicín en ]a parte atribuida á este factal' pasivo de la producción y. por tanto. no solo no disminuye el èstímulo del trabajo y del capital sino que, permitiendo dejar á estos libres de carga, acrecienta ese estímulo aparte de darles mayores facilidades para producir, porque contraria y dificulta el monopolio de los agentes naturales, monopolio que sustrayendo á la circulaCl6n parte :le esos agentes, acrcce artificialmente la renta. Segundo: que sea susceptible de la más barata recaudación. El impuesto sobre el suelo de la ciudad, no requiere ninguno de los grandes apara· tos administrativos que encarecen la recaudación de los impuestos indirectos, porque todo su artificio estriba en la valoración y en la expcdiLi6n de ¡OS oportunos recibos; no hay tributo cuya percepció:1 pUçda ser m is segura y m1s econ6mica, y por tanto, cs un impuesto por el cual no se tom,. del haber colectivo cantidad mayor de la requerida para los gastos municipales. Tercero: que recaiga sobre el contribuyente que lo ha de pagar definitivamente, para evitar de este modo las injusticias y los aumentos que la traslación produce. El impuesto sobre el suelo de la ciudad, no puede trasladarse: ha de pagaria el propietario. Porq:Je de dos maneras se elude un impucsto; ó aumentando el precio de la base contribJtiva Ó 5ustrayéndola á la contribución. El propietario tendería á aumentar el preci0 del sajar. Pero, gravitando el tríbuto lo mismo sobre el utilizado que sobre el vacante, la concurrencia del solar vacante impediría que el dueño del solar utilizado transmitiera ese tributo á la ren· ta de las casas; y á medida que fuera más fácil, en el caso de que pudiera realizarse, la traslación de El Im.tuesto (Jni~o ese tributo del solar utilizado á quienes lo utilizan los consumidores, sería más fuerte también la competencia de los solares vacantes para eludir ellos su carga y èsta competencia, haciéndose más activa y más fuerte, contrarrestaría toda facilidad para la transmisión. Hoy, el dueño de un solar sobre el que se ]evanta un edificio. puede transmitir á los inquilinos todo aumento cn el precio de este, merced á la facultad que el propietario tiene, precisamente por ]a ausencia de este impuesto sobre el suelo, de sustraer á la circulación parte de los solares de la ciudad, produciéndose una necesidad artificial que se convierte en carestia y que 110 cesa hasta que el propietario obtiene por el sudo la renta que reclama. El impuesto sobre el vaJor de] suelo suprime esa facultad. devuelve á la circulación ¡!)s solares retenidos, aUlllenta en el mercad!) la oferta de solares; ~',por tanto,en vez de traducirse el gravamen en aumento de precio y, por tanto, de alquileres, ~c traducc en una oferta de solares y b:lja del precio de estos, La baja en et precio del solar significa una disminución cn el capital complexivo que ha Je dedicarse {¡ ulla cOllstruCJióll y como el alquiler no es más que el interés proporcion¡d debido á la totalidad de ese capital, la disminución de éste entrafIa la disminución del alquiler. Es decir: que el impuesto sobre el solar, edificado ó no. producc en el precio de las \'Ï\'iendas los efectos diametralmente opuestos a los de la contribuci¡'II1 urbana y á los del arbitrio de inquilinato: estos las encarecen; aquel las abarata; constituye la Única solucir'ln dcl problema de ]a vivienda y al mismo tiempo del de ]a higiene, porque cuando se ab<!rata la vivienda. _~_L.inquilino_ª<iquiere @.Qosibilidad de Ulla mcjora de habitación. Cuarto: que sea cierto, seguro en sus rendimientos. Ningullo hay que pueda avclltajarle en esta condicil)Il, porque no hay base impositiva más segura y más fija que el suelo de la ciudad. Este es el único que no puede sustraerse por el fraude, que no puede desaparecer por un desequilibrio económico, que no puede aniquilarse por Ull siniestro; el único susceptible en cada momento de una comprobación exacta y de una fiscalizaci6n no \'ejatoria para el productor. Quillto: que sea equitativo. Siendo el valor de los terrenos el resultado de los beneficias que estos terrenos reciben de la colectividad, y siendo el tributo proporcional á ese valor, claro está que la colectividad toma en cada caso y de cada terreno una parte igllaI y exactamente proporcional á los y son en definitiva beneficios que el propietario ha recibido de ]a colectividad. Por consiguiente, el beneficio y la carga se corresponde en todos los casos y con respecto á todos los contribuyentes de un modo igual y jllsto. A estas ventajas fundamentales puede añadirse la rapidez en la organización, porque, hecho el plano parcelaria de la ciudad, no requiere otro trámite que la valoración, practicable en término brevísimo, mediante la declaración jurada del propietario y disfrutando la administración pública de un plazo casi indefinido para rectificar esas valoraciones. Un mes basta en Madrid para montar todo el apara to de ese i IIIpuesto, consistente en un simple registro de parcelas donde figure el nombre del propietario 6 responsa ble financicramente y la valoraci6n jurada. Y nada más. Para estimular á los propietarios á la veracidad. pued0n seguirse dos procedimientos que simplifican extraordinaria· mente toda fiscalizaci6n. Lino el de Berlín que autoriza para expropiar por el vaJor declarado por el propietario; otro el utilizado por Lloyd George en Inglaterra, consistente en acompañar al propuesto directo y proporcional a] v,lior del suelo una participación de los aumentos de valor com· putable cada cinco años y por el quintupla de ese impuesto, con lo cual la administración fiscaliza la veracidad de las declaraci ones ó bien en cada transmisi6n de dominio 6 bien en cada valoracinn quincenal, resarciéndose autol11áticdmente de toda declaración falsa hecha en su daño. y debe adiciollarse como otra de SllS ventajas la de qlle siendo proporciona] en su aplicación, con lo cual se evita el arbitrio legislativo, resulta progresivo soéialmente y en razón inversa de ]as necesidades, cosa contraria á 10 que hoy ocurre _cQnJ.ª contrib.uçión urbana y con el. .arbitrio sobIe..el inquilinato. La raz6n es la siguiente: Es un hecho estadística mente demostrado y objeto de minuciosas investigaciones científicas sobre todo ell los Estados Unidos, especialmente en los de New-York y Michigan, que en el valor de una casa de alto precio y en el de una casa destinada á viviendas pobres entran en diferente proporciÔn las sumas representadas por el suelo y por el edificio. En las casas ricas, el suelo vale proporcionalmente más; en las casas pobres e] suelo va]e menos proporcionalmente al edificio. Cuando el tributo grava conjuntamente la renta del suelo y del edificio, como ocurre en la contribución urbana )' en el arbitrio sobre el inquilinato, por lo me· nos hay entrc el pobre y el rico igualdad propor· cional de tributaci6n; más cuando grava tan solo la renta del suelo, la parte gravada al pobre es .~I Impuesto Unico menor proporcionalmente que la gravada al rico; y, aún siendo el impuesto proporcional, resulta gradualmente progresivo, conforme á la mayor riqueza (e la habitaci6n. Esto es: financieramente, es proporcional; s,)cialmente, sigue una justa progresi6r, Nada es menester consignar expresamente despuéE de lo dicho sobre los efectos sociales de ese imp lesta; ni sohre su efecto en los precios de las cosa3, puesto que disminuyendo la carga del productor y no s:'endo transmisible, no recarga esos pre:ios y, abaratando la vivienda y facilitando el tra)ajo, aum<;:nla la cuantía del consumo to· tal con lo que disminuye el tanto por ciento de gastos generales y contribuye á abaratar las ea· sas. Deb\~ ta:1 solo examinarse su rendimiento posible. Con~;tituye la superficie total del término de Madrid, ,in la Casa. de Campo, según datos de la Dirección de Vías p,íblicas municipales, entre interior, ensa:lche y eXl;-;¡rraùio, 53.035.006'75 metros cuadrado~. Debe deducirse la superficie ocupada por vías, paseos, Retiro, parque del Oeste, MoneJoa, Asile de Santa Cristina, estaciones, ladera de Rosales. (:ampo del Moro, Virgen del Puerto, Cuesta de la 'lega, Kibera del Manzanares, dehesas, necrórolis, pradera de San Isidro y otros, apro· ximadame lÍe 24.465 100'40 metros cuadrados Es decir que la superfide edificada y edificable del término de Madrid asciende â 28.;) 71. CJ06' .~.) metros cuadrados. Los datos adquiridos en distintas ZOl~asde Madrid para blsc;lr un valor medio arrojan el de 50 pesetas pOI m~tro cuadrado AÚn deducidas lO pesetas ó s::a el 20 pür 100 de la cantidad global como l11arg'~llci e errar, quedan 40 pesetas por metro cuadrado, l nas .3 pesetas el pie, que tomando . por base del cálculo 2~ millones de metros cuadra· dos en núml~ro~ redondos, dan lin valor total á la superficie de Madrid d,~ 1.120 millones de pesetas. Reducido el tribdo sobre el suelo al medio por 100 que aUlorin la ley de abolición de consllmas para los solares vacantes daría. por consiguiente, un rendímien::o de 5 millones y medio, aparte de los demás beneficios obtenibles. Mantenida la cifré señalada en la ley de reforma de la contribuCÎ6n territorial de 29 de Diciembre último, Jey que pront:> fcé derogada en ese extremo por la de Consumo:;, d.Hia UI1)S 10 millones de pesetas porque el tipo que aquella ley señalaba, era el 1 por 100. ¿Sal e:(cesivo3 estas tributos? No !lay que recordar bs que rige:n en Australia, en Canadá, en Nueva Zeland;!, en algunas localidades de los Estados Unidos, ahora en Inglaterra. No es nece· 9 sario señalar que como factor esencialísimo de la Hacienda local rige exclusivamente en Vancouver en que desde 1906 se ha ido desgravando el edificio para que en 1910 pesara la carga sobre el suelo al tipo del 2 por 100 de su valor. Bastará recordar que ese tributo, en cualquiera de las tres distintas formas en que pueda cobrarse, es factor del erario comunal en más de JOO municipios alemanes que sobre él han cimentado su hacieilda, municipios tan importantes como Francfort, Colon ia, Dusseldorf, Maguncia, Estrasburgo. En Berlín los solares edificados pagan el medio por 100; los vacantes el 1 por 100; en Breslau, la misma cllota; en Essen el 1 por 100, los vacantes, mientras su precio no ex cede de 3.000 marcos el tlrea y el 2 por 100 si traspasan ese precio. Alemania ha llevado el sistema á sus colonias yen Kiau-cha:'l, los solares pagan 2 por 100 por traslaci6n de dominio, 33 y tercio por 100 del au· mento del valor más el 6 por 100 de su valor anual· mente, sicnùo este valor revisable cada trienio. Y el desarrollo ùe là ciudaù ha sido sorprendente. 'N'\M He aquí lo qne es sURtancialmente el problema n~ In sustitución de Jas consumo~: un problema ir'reHolllhlo dentro de los actuales principios do tl'ibutaei6n, en ellYos límites se ha querido sol ucionar por temür á los propietarios del slwlo, lin \ll'oblGtna de solución flicit y ventajosa cnando ne Yel'as se trnta de aliviaJ' las car·g-as del trabajo y del capital I)l'oductivo, para hacerlas eal~r s"bl'e lus l'entas de! monopolio y de la ociosirlad. hwo esto requiere admitir resueltamente los nuevos principios económicos y tributarios, Hobra ,os clIa/es la~ naciones progresivas, Inglatena y SUg colonias principalmente, van asenT.ando la Hacienda de la democracia, que es la Hacienda del pOl'nmir . IItfldtuup,'O NUESTRAS it "f/f'U'f~ TEORIAS Tradiciones españolas 'fade, el qno haya estudiado la Historia verá confirma~o el :1<;el·tn de Henry George de que la propiedad de 1m; elementos naturale:! ha sido siempre comunal y solamente se debe su transformación en privada, al egoísmo de pervcl'tiria;; ni vi1izllcÎones ap: .yado por la fUI'l'zu. L'l pcrcepr,i,Îll Je que la propiedad de los elementos nuturale>\ debe Sl~r cO!llÚn, cs n:¡tural :lI hombre. Sahid,) <.'sqne cn E,;;paña cI I'~gimcn de la propiet1:\d privaria dt~ !:\ tinrn fné introducilio p'n··los romanos. Sa. bido cs tnlllbiél\ que d(>srl·~entllnceH hasta lluestNs días 10>\alzaluh,nt')<; :,' la reheliÙn c:mtra l:ll régimcn, h:lll sida HUIllO!':);·');; y sangrientos. 10 :t~1Impuesto U••ico A través de todas las vicisitudes porque nuestra na· ción ha pa:>ado, aún conserva vesti¡.{ios del régimen natural de propiedad comunal. Las minas pertenecen dI Estado, quien las concede á los explotadores sub-conditione. En muchos Ayuntamientos todavía quedan bielles de propios cuya renta constituye su prindpal ingreso; aún existen dehesas boyates donde todos los vecinos tienen derecho de llevar á pastar á sus ganados sin pago de r~nta alguna; aún quedan muchos eJidos donde se puede tri· llar la miés libremente y todavía existen butdíos que se dilStribuyen periódicamente entre lo;! lahriegos. Es verdad que nI paso que vam,)s no quedarán ni rastros de estos vestigios pues desde 1-;1'\·" en que el funesto Camacho empe7.ó á dictar leyes para enagenar las dehesas bnyale.'l hasta l 'l\JI en que se di~,tó un último plazo para que In:> Ayuntamient0s enagenas¡,n los bienes de pl"Opim;, ha quedado sentada una jurisprudencia que logrará dar fln de los bienes comunaleR. El parlamento permane(~e fiel á SUR tradiciones de cuna sin dar sci'lales de arrepentimiento ni de enmienda. y sin emhargo, nuestros filósofos y economistas, lIuestras mayores glorias naeionalen, siempre subordinaron la propiedad del ¡meIo al interés general y siempre prcdicarou y en su;; escl'itos pued!' ver~e que llaman al disfrute del Huelo :i todos los hombres, COllll) que la adopdún <ici lmlJl/esto ('nico no será ni lilás ni menos que volvt.lr Ú las tradieionel:l del antiguo régimen del que han apartll!lo cada vez tn¡is á los hombres su perversión y su ignorancia, .Joaquín Costa, en su libro El Colectit'is1/!.:J (([j1"(trio resume perfectamente en cuatro grupos las ten<iezwias de la e¡"euela ccomílllica española para el tratamiento ùe la tierra agrícola COlllOpropiedad común: 1.° Disfrute mancomunado de pastos por todo el vecinJ.ario y sorteo periódico de las tierras de labor (predicado pOl' Peelro ne Valencia, Caxa ne Lentela, Floridablanca, Juan A. Ponce, p, Quintero), zoo Constitución de Suertes permanentes y fijas para todos los eultivudores, cedidas á cen,;/) cnfltéutico ó en arrcndamiento quasi-enfitéutico, y según Ins más, con carácter de inalitmablcs, indivisibles, inacumulables y libres de toda responsabilidad por deudas (Deza, Ola vil le, Aranda, Campornane,;, Cicilia, Calatrava. Franco Salazar, etcétera y Florez Estrada respecte) de los bienes nacic>nalcs en \836). - 3,° Acensualniento forzoso de las tierras privadas, ó alTendamiento Obligatorio de ellas cou car-deter de perpetuidad T1J¡,diantelos privilegios de po!;esión y tasa, pagando el colono ó enfiteuta una renta ó pensión al llamado todavía úlleilo y á sus s\wesot'"s (Ola vide, Can:pomanes, Sáenz de Pedroso, COITp.gidor de Badajtlz, ,Jnnta general el•. COIncrdo, I ntendentes de Cllr<loba y Granada, Cicilia Coello, Pérez Rico, Vaniel Sanzo etc). -l," Arrendamiento por el Estado de las tierras públiCilS en la haja de labor del :\\10 (Pérez Quintero) y de las de dominio privado previamente nacionalizadas mediante compra (Romero del Alamo, Florez Estrada desde 1839,) Se ve pue;;, que desde .Juan Luís Vives en 15~(), hasta Alvaro Florer. Estrada en 18:~9, todos nuestros filósofos y economistas seilalaban con unanimidad la verdadera causa del malestar social y ele la miseria y el vicio. Como hayan podido caer en un olvido tan prnfundo estas enseñanzas y cómo nos hemos ido alejando cada vez máR de sus tendencias es cosa difícil de explicarse á no ser por las admirables palabras de Henry George en su libro Progreso y ¡lIiseria, (libro X capítulo 5.°): ••Fué la energía de ¡;U antigua libertad la que en el momento en que alcanzó unidad hizo de España el poder más grande del mundo solo para caer en lo más pr')[Ulldo de la debilidad cuando la tiranía sucedió á la Iibpl"lad .• Claro está que las ['eformas preconizadas por los ('Itatro grupos citados, unas, como la naeionalización de la tierra mediante compra por el Estado, son de imposible realización y las otra~ 81n mero,; rnliativos que no resuelven el problema. X,) hanían dado nuestros filósofos y economistas eon la solue¡Ún; pero sí con la causa du la miseria y malestar social. El mismo Joaquín Costa al ex. tractaI' las doctrinas de Henry George en su citada obra ColedillislllO rtf/rario no se dió cuenta de la colosal importancia de la doctrina que tenía entre manos y cayó en el errnr d'l (~l"eer que su autor y sus discípulos soIn lo aplicaban al terreno ag t'Íco}a. El mismo título de la obra y el mezclar las teorías de Colins, Flórez Estrada, Gossen, Stuart Mill, Henry George, Wallace, Walras y Flúr¡whcilll como pertenecientes al mismo sistema, el no citar para nada á los fisiócratas fance3es y otros detalles que el silly/et/n:er descubre en seguida, muestran la confnsión que reinaba en las ideas dcl compilador respecto á lo que es colectivismo, JUlcionnli.:rtdón Iff: la, tierra é lmlmesto l'nico. Toda esta, confusión y el no haber dado lOR filósofos y economistas españoles eon la verdadera solución, aunt¡ ue á ella se acercó 111 ueho Flórez Estrada, provielle de que siempre se ha considerado la tierra por unos y otros desde el punto de vista agrícola y toda la obra de Costa no la trata en otro sf'ntido. A este fin dice Henry George en su monumental tratado d.a Ciencia de la Ecnnomía política. q Ile la causa de que la propaganda del I IItP/(p.sto l!nico en(ment!'e tanta resistencia es debida á \jue en todas parte'! se trata de la tierra COIllO del uso ag-rícola y los que se oponen á la propaganda propagan la falacia de que los únicos interesados en la cuestión de la tierra son los agl'icult()l'cs )' de que concentrar los impuestos en la tierra no significa lllás que aumentar el impuesto de las propiedades rurales. Ahora bien cualquiera que se tomo la molestia de leer la lista de los valores del suelo en las grandes dudades que aparece á la cabeza de este número verá que el valor de todas las propiedades rurales de uua nación reunidas """iu"jguiiimlnte comparaùo cun-eld6 llll8 ôittè88ilEJ. En las ciudades, es donde la tierra toma más .•.. alor y allí es donde está el ven'~ro de donde principalmPllte hall de salir las rentas públicas. Por eso, con muy buen sentido, es en las ciudades donde ha empezado la reforma tributaria en Ale 1ll:lUia, Inglaterra y El Canad:í. ¡Lástima grande que Jnaquín Costa no se dit'ra euenta de la import~mcia del I 1It11//esto t'nicol Si en voz dI' dedicarse 9. fundar la Uniiin Nacional con su marai'la de pro_ gralllas y reformas ímposibles de acometer á la .•.. ('z ~. que solo sirvió de escabel para que unos cuantos jl[)lítkos alcanzasen altos puestos hubiera concentrado su talento y energías en nuestra propll~anda, (,Quién sabe hasta dónde la hubiera llevado? Otra sería nuestra situación ,'II estos momentos. Breve reseña biográfica de los autores citados Juan Luís 'del descubrimiento Vi¡Jes.--Nació en Valencia en ) ·I\I~, a110 de ,América y de la conquista de GtOa- El .Inpuesto (Juico nada. Estu(lió yensefiÚ en Pal'Ís yen Lovaina, Fué preceptor dur mte algÚn l;iemp:> de la princesa María hija de Enrique VIn de Inglaterra, Tomó ~stado y residió una gran parte de su vida en Rru).!ghe (llruj;ls) ciudad de Flandes, ahora belga, tenida por él en c >nCE'pto de segunda patria. En 152) cuando llevaba l4 ailas de residencia en Brujas, imprill ió HU farnmlo libro, ])e subventione Paupernm sivl!'¡~ Hlfmanis ne(:(!situt-ibus en el que expuso su 'listt'ma soe al. ~l udó e tl 1~-lOde3put:>. de escri bir numerosas obras y haber alcamado g¡'an fama como fl1(¡sofo. .JUfl'/ .'e J[arialw.-Nació en Talavera en 1536. Estudió en Alrlalá de Henares. Fué gran historiador y ·economista, "rolesó en la Compai'Ha do Jesús. Enseñó en la Universidad de París .Y pasl) los últimos cincuenta años de su I.¡rga y provechosa vida, en la ciudad de Toledo, e.õcribiEndo numerüsas obras de historia, de economía. de polnea, de teología y de tIlosofía, Falleció en I(;:!;~á Ins ~l d\m; de edad. Er: su où -a: J)f~ Rege et Regis institutione que publicó en 1599 ?stá \1 expueHtas sus teorías sociales. Pe Ira de J'(u'encia.--NaeiÚ en Córdoba en 1554. Escl'ibió numer( sas :>bras. El Rey Fclipe III le llamó á 1\'ladrid n:1l1lbrán'lole su nroni!4ta, el cual.:argo desempeilaba cuanllo falleci i en 1\;20 á los nô afios tie edad. JUfJllel C.ïXfl de /_en~el'l. -, AutOl' del libro: Restaurc.t!:Î,j¡¿ r/r 1ft C,,'}(!lHÚtn¡)n dp. Esp(lÍi(~ edita do en Nápoles en lIi:l: y del cual ,e han hell10 dos ediciones en Madrid, en 1"723 y 173:! }lorirlrfÚlr'll'·f,~.-Nació en :llurcia en li28, murió en 1~08. Fué mucllOS aflos ministro de Carlos III y su embajada!' en ROl ia, fué lll')d~l() de estadistas y constituye .Illa tic las más pu!'as glorir,s de España. Sn Iliù, sinud •• fiscal dol Consejo, emitió dictámen en su célebre R-:.~pllesta /is~(tl en el expediente sobre la crisi;; agrícola àll EHtremadura, }',.,/ro RoddY/lez CW,lpollwl¿e8.-(172:1-1802.) Deselllp~Üó import¡1.tísimos cal'gas públieos. Fué abogado y Académico de la Historia, A.sesor de CorreoR, Fiscal del Consejo de Ca~,iIla y Últimamente Consejero. Escrillió numerosas obra:; y :lÏempre defendió las más sanas teoríaR. F rll/lf'ism lV'6/'tinn;; Jlft1'infl -Fné canónigo de San Isidro é individuo dll la Real Academia de la Historia. Ell 1813 pub icô su ohra: Teoría rip. [(~8 Cortes en la que r.laramente {Xpl'3Ra que la miseria y el malestar social {ll'.wienen <l) la injusta distrilluciÚn de la riqueza. Prop\l~o ;Í las C( ;'tes los siguientes remedios: 1.0 Poner en ~ultivo todas !:ts titlrras q u,~ no lo estuvieran arrendúndolas ri Estado ~in ('Ompens:lciún á Ius duei\os, :!.O Prohibieit,n terminan te de 13)Seel' grandes extensiones de terreno t¡ latifundio, por UI1 solo dueño. Fué el oráeul ; y guía de la l'evolución espaíiola. Su citada ,¡bm se reil :primió en ] H20, .~ll){lro Flóre.: f';si'ra;/ft.--Nació cn Asturias. Se hizo un ccnnnm ista de rran fama mm'ced á su libro Cursu dd EeuII·nl/fl/. poUlie" que puhlicó en i8~8 y del que existen siete ediciones espa'iolLs impre,3uR, en Londres la primera (ln Parí!i la segund.\ el' I ~:{1 y las cinco restantes en l\Ia~ dl'id àllsde IK3j fi pn:!. Fué traducido al f('l.IUcés por L. Ga!ibert en 183:l. En IH30 puhlïc.\ un folleto con el título La Cl/fistión .~odfLl que quedó ínct.rporadc· al Cm'so de Economi« po/í.tÙ"~ desde la e lició;l de \84-), tI En ambas obras desarrolla una teoría análoga á la de Hem'y George Robre la propiedad territorial y llega á la misma consecuencia ó sea que esta propiedad debe ser comÚn; pero como antes decimos siempre trataba la tierra d.esde el punto de vista agrícola. El problema de la renta aunque le preocupaba no llegó á dominaria, le asaltaron duda!; y retrocedió sin llevarlo á cabo. Por eRto se decidió por la nacionalización de la tierra (siempre en sentido agrícola) y algunas reflexiones que había estampado acerca de los terratenientes y la renta en la cuarta edici,in de su cita,ia obra, desaparecou, suprimidas, en las posteriores ediciones . En 1~:~6 desarrolló cn el periódico El Espa/lol, un plan económico conforme el cual, el Estado asumiría la propiedad de los bienes nacionales cediéndolos á los colonos en censl) enfitéutico, Este plan fué sometido á las Cortes no logrando en su favor más que una quincena de votos. El fracas\> de este proyecto le afectó de tan cruel ma11el'a que le hizo retirarse de la política y á su retiro de Grado, le siguió amarg-ándole sus días hasta el Último instante la memoria de su den'ota que consideró como una gran desgracia para la nación espai'lola. En su folleto f.a Cuestión soei«1 compara aquella ley hebráica que prohibía la venta perpetua de las heredades, declarando que la tierra no puede ser propiedad del hombre y qne este es un mero colono é instituyendo el jubileo (Ierra I//(0'llte nOli vendetllr 'in perpetuar, quirt 1/ter.t e.~tet 110S ad /'e/tl.u' et coloni rnei estis) (Levítico cap. XXV, 23) cou la ley espanola de 1\l de .Febrero de 1836 que disp.)nía la venta de los bienes nacionale.c;: aquella (decía) declaró inalionables los dones de la Naturaleza para que todos los asociados pudieran con su trabajo obtener de elIoJs lo l)!'eciso fi su subsiBtencia, mientras que esta acuen!a su veota con el fin disolvente de hacerlos propiedad ex<liusiva de una dase ociosa; aquella hace imposiùle la mendicidad, esta la h'lce inevitable; la primera cierra la puerta á la ociosidad y al crimen, la segunda se la abre y aún l1l;ís bien lORfomenta, En lS;11 fué elegido Correspondiente de la Academia france~a de Ciencias ~Iorales y políticas en Rustitucióll de Federico llaRtiat. Apesar de su rp.nomurada fama, sería en Espal1a :Jompldamente dosconocidu á no haber resucitado su me Iloria y sus obras Joaquín Costa á quien tam_ biéu debemos In admirable recopilación de las leyes ospaJ10las t¡ue sancionaron en bU tiempo el principio natural de la propiedad común de la tierra. NOTAsrCOMENTA~IOS El parto Ô~ los nlont~s MÛR(le dos meses se ha mantenido cuidadosamente p.1secreto de los nuevos preRupuestos generales de la nación para 1\)13. La eircunstancia de haber sido el Ministro de Haciencia el presirleute de In Comisión que estudió el modo de sustitui!' los Consumos y (~lautor de la correspondi(mto l\IClllorin Cil la que sp citall las reformas fiscales alemanas fi inglesa~ y el habo!' ali t'mado varias veces el Sr. Canalej<ls en sus conversacÎtmes con los periodistas que e;;t:\\)'l dispuesto :i realizal' cn nuestl\) país reÏormas an:llol{:\s ;lIas que realIza Lloyd George en Inglaterra, hi<:ieron t:re¡ll' á h opinión p~lblica 'lue, en efecto, en estos presupucstos se inic.iarian <lièhas refornas. Cual DO habr:í sid,) !l1JP:;lro aso!llbro al ver Ijue, lejos de reformar en e8tp s!:utido, se reforma al estill) (jel fun'~'"'to Villaverde, !lasta el puuto de qU(' parece que no pal'au ai'ios por nosotros. Se rècarga el impuesto sobre el alumbrado y se refuerza el impuesto sobre la sal. Hc aqui las dos únicas reformas qne contiene el presupuesto. ¿Y para esto tan misterioso secreto que no parecía sino que se estaba elaborando cuidaùoS3111cnte una ùelicaria reforma? r,Y para ('sto ha entrado en el Gobierno el lIlayor prl~8tigio ¡¡nanci"ro del partido? KI) Ii) entendemos. Se esc.uda el :Ministro dkiendo que nuestras costumlIres no consienten tal ¡¡nllje de reformas y que en dos !Ileses apenas hay ti¡>mpo para nada, CI-Ce1ll0Sque estas (:uestinncs que tanto afectan á la vio a de la Naeiún n'l lnwden tratal-se así.· ¡;i no pueden h,lcprse en dos llle~('s empléense cnatm ú die", lÍ los (lue ha¡!an falta y en cuanto tÍ que llnestrlls eostumbres !la consientan t31es refllrmas lladie ha cntp.lltli<l() In que ha lJUf'rido decir (:on pso pl :\linistro de Hacie!llla, Xo es propie) de grandes prestigios, e"pprar;í que la opilli<'in públÏ<>a re('hllllP ('CJIlenergía una reforUla. Elonri" dû lo;; prestigios (...;acldantal'Si\ :í la vor. (~Iamorosa de la opinión. Ciert:lIIlCllte que cuando la "pilli"ll! públiea lo l'l'dame l'on urgPlll:ia y enel-~ia, cualquier'a que spa la pPrs,malidad ll\W esté (,li el G,)bierllO, aÍln la JIl'ís insignificante ¡.qué remedio tE'ndrn sino acatarIa y cumplir!ll? Pero aquí lo entendemos· de lltro lJlod~), Justo es decir tamuién qlw "i pl Parlamento aprueba estos presupuestos sin enrnien<la, le alcanza la responsabilidad en mayor grado y cn Último término toda la culpa recae so1>rl'la lllwión que elige tales parlamento" de ignorancia cconcími{'.a vcrdadel':lmeute escandalosa. El Ministro Oe ttacienõa se ô~clara parliOario 02 los impuestos inOirectos En el prpÁítubulo de las reformas que contiene el pr~ !mpucsto recientemente presentado al l'al'Janll'nto declara el )Iinistro de I-laeienda Jo siguionte: <Suprimido pl impuesto de Consumos por la Ley de l'¿ de Junio de I ~lll quedará en I ma implantada esa reforllla en casi todas las capitale:> de provincia y en la!; poblal'¡onl's asim;Jao:\8; Y('.()1IIO no ""eYÍrL l¡(I."i!J/J:.".1Ù:r1J.Z.Ollfl-. hie satisfacer las nece¡:;idarles del Estado (~()n los rendimientos de las contribuciones directas exclusivamente, forzoso es reconstituir :v vigOl'i"ar los tributo¡; indirectos,Apurado se vería el Hr. )linistro :si se viera obligado á <lelllllstrar que ua es II,siuie ni 1"(IZO/l(/I)lf' ~atisfacer las nCl'csidades del Estado I'OIl lcH rel1dilllientlls de las COIllrill1lcil'lll'S rli"ectns, Ilncf'l" esta allrlllación es f:íeil; pero demostrar su certeZ:1es imposibl~, Xo puede darse nn critério más conservador y reaccionario en materia de impuestos. Ya en I k35, el ilustre economista espa1'\ol D. Alvaro }<'lorE'zEstradn, tan olvidado en nuestro tiempo, decía lo siguiente: ,La renta es lo qUE'queda df'spués de cubiertos Ins gastos de pl'odu(,l'ic'in,' . El Gobierno por media de la cf!l1tribuciÔn territf)rÎal puede absOl'ber tOlla la renta de la tierra pNpiamente dicha. ,Un impuestü sobre la renta de la tiel'rl\ por considerable que fuese no detiene el vuel" de la industria porque los propietarios en vez de ser verùaderamente produl'torcs no hacen sino 'recibir parte de la riquer.a quI' otr();; producen, mientras qne la;: utilidades del capital ~. del tl'abajf) son indispensahles pam que la ill<lustria :,ubsista y progl'('!;e., ,l-:I pl'Opietario perdue su l'l'nt:! l'n la oeiosidad sin intervcJ)l'.iúJI personal; las utilidad·',.; rid capital y del tral.Jl¡jfl SOil <'l producto de una al'ti\':dad ~. de I Jla flltig- a c<J!l!;tant.'s. /.(1 rentll deul: cil 1111)/"1)/;;··,1:111 desde IIICf/() terTite·riall:.'! {íJ")' /(( (!tfnri¡}n la l"iqlll'Z;f rlr~ ias !/obierllIJ8 (/11" 'lU''. quieran estable(~p.r el siqoma mewls incompatible eon lo,.; jll'ogresos de la industria y que haga Ill:ís sOjlortable¡.; Ins sacrificios exigirl;)!; (le la nación, Todas las demás l:olltrihlltÏones, aÚn cuando no ~e atendiera más que al j¡Jtl'f1'·S de la clase IWojlietaria deben ser consideradas como 51:' pletorias., (C I( r,~,) dl; Er'O/lOIllÙt po/íti('(t. !\ladrid I >;J;J, TOlllO II, p'íg-in:Jss :{tj~)·8(\7) Este I'S el lll'ograma del liberalismo moderno y no se {"onei!>edmo Ull gobierno liberal puede oponerse á (,1. jngr~sos en nuestras fijas lIemos redbido la valiosa adhesión del distillguitlü illdu3triaJ, abog'ado y diputado provincial por Haro, don Felix :\Iartíllcr. Lacuesw, persona de h'T3n prestigio en la provincia de Lúgroi1ll. Pnr su actividad y conocimiento de las cuestiones econólllic.as esperamos que este ingreso en nuestra Liga ha dp. ser tri uy eficaz para la propaganda de n lle¡;tra!' doetrinas en la Hioja. Sea bien ve nido el nuevo correligion3rio_ Lo mismo drcimos de los seflores recientementr in, gresados en la Liga, D. José Capitán Fernández, a1>ogado y D, Federico Sanromán, de Ecija, D. José Manaut Nogues, abogado de Valencia, D, Enrique Gómez Asencio, abl'gado de Lérida, D. José Rubio G3li. abogado y Don Antonio Ariza médico de Sevilla, D. Juan Bauti"ta l'ere)JÔ, de Reus y de los nuevos suscritores al periódico para cuya lista no tenemos espacio y que confiamos serán también muy pronto sodos de la Liga. A todos la bienvenida y la enhorabuena_ Una agra~able visita ª~~ __ , l~emos tmidO p.I gU¡;;to de conol:er YSfljJl_(t!l!_~_ da ã dos com'picuos single taxer,'! de MontevIdeo, D.-·Ma-~ nuel Herrera Reissig, Doctor en Derecho y D. Benjamín Fernández )ledina, Subsecret3rio del Ministerio de Rela, cione¡; exteriores de la República Oriental del Urugu3Y. Acompai'lados de sus di~tÍllguidllS f2miJi:1s han pasa do dos días Pli Ronda, admirando las bellezas del paisaje y conferEnciando sobre el movimiento georgista. Visitar:ín á su pafo por las capitales de Espail.a á cuantos sillflle taxe·rs puedan. 10 mif'mo hariín en Jas principales capitales de Europa donde pal'arán seis meses antes de rl'tornar á :Montevideo, donde daron cuenta de sus impresiones 1\1 Dr. Felix Vitale, ya conocido por sus trabajoil por nuestros lectores y á quien deben su conversiGn al georgismo. A nuestros requerimientos, nos han propordouado unos breves datas biográficos que publicaremos en el próximo mi mero, así como unos apuntes sobre la vida y obras de Andrés Lama,;, economÏtita uruguayo, quien como nuestro Flórez Estrada, vió claramente la injusticia de la propiedad privada de la tierra y propagó en nume- .;1 Imptle~to Uoieo rasos eseri ;0:3 la idea dl31 ::etorno á la propiedad común de lcs dones (.) la Naturalcila principio que comenzó á llevar :í. laR leyes cn 182G Ri ••adavia, el primer Presidente de la República Ar~:entina. E~ta 'J'Jlilica fué dcspués abandonada y sustituida por el desl,i1farro y la ellajenaeión de tierras públicas á II);; eRpecu\adores, lo cual ha constituido el origen de las !.(I'Jnrles fOI wn iS de 10,1 pl'ivileKiado¡¡ de la. Argentina. Tamhi,in reproltuciremos una serie d) interesantísimos arthuh3 ,;obre est~!'1 tradieioucs y la reCorma tribu· taría eu Iu¡:latcrra, (lebilbs nI distinguido jUl'Ísconsulto n. Manuel {erJ'era y Reissig, en que de una manera ma· gistt'a' anal ¡,:\ '~stc movimiento social y da cuenta de los t.rabajos de RÍ'.'adavia y L'lmas en la América del Sur, trabajos qu IJnbían caido en el olvido ,p.ás proCuntlo y ~iue estos (OlS 'lntusiasta~ y acti\'Os colegas se eneargan ùe l'c~ucita', Cilmo nuestro Costa ha resucitado 108 de Flórez Est!' Ida. Dichos lrtículos CUHon pub)h~ados en el periódico de :\Iclntevideo El ;:;i!Jlo Call :mtfJ ~xito que se agotaron r:ípidarnente liS tiradas. falll cimiento õe Eèlwarõ ftom2r Bailey U)!Il ¡s:;id'l t¡'i,;tell:~r;t~ St)¡'prcll<lidos pal' la noticia op] falleci'll lllltr, del aut,)!· del adllllt',iule folleto ùe propaganda Del 1/ (Hl" <le hr£cer"e r ¡co sill I r((/¡I~iar que se ha \ .echfJ c1ásic , y 'la dado:í e071nCer el nom bre de Homm' !lailey por tr<lo III ll1undo. Actualmeltte se está tratlnciol1do al chino. Coma el ./')!'.llstoll"L /)f, 1I1)('l'Itl c~aliftcó al Colleta, es lIna simple ;. cO·lvincen1.e historia d,~ cómo obra un mal sistema soch : y (lS Ull digno monumento á la memoria de ,;u ant"r qui'lI! logró con (.I Il1nChllS aclictos al georgis/lIo. :No hace 11Iltc:ho, al saber q ne lO'labíamIJs traducido .r ]l1Iblicado !11 Espaila, ~1()" envió ua delicado saludo en qlM nos pal'tcipaba habE-\' sido Illuy agradablemente sor· prPI1!iÏdo a] eneI' noticia <lp la tra<lucci()n ~. publicación <if' su obra e I e>pal10l y I1gradecía altamente el reconoci· llliento que s: hacía de Sil I'SfUllfZO. En COllll :liií~. de su hermano .ilIr. 'Varren Worth Hai· ley editaba el pcr'iódico Juns!lllr¡¿ ])em(lI'l'IIf el primero dt' los diariO!' qllo l'cpl'e~<lntan el egpíritu d'~rnÚCl'hta entre I(,s pèriódicm alLiados á dioho partido en Pcnsilvania. Enviam"s á Sil hermann el testimoniu de nuestro pësallle más I entido. Cómo trabajan plJr nuestpa pFopaganda los SOGilJS do la Liga En Madrid Nuestr ¡ querido amigoy correligionario don .José Ruiz (~astizoJ Catedrático de la l.:'niversidad de Madrid, ;mblica en el Mundo GráfÜo del 24 de Abl'iI del c:H'riente all!) un he['moso artículo en que pl'egon 1 la inntilidad de la obra de la Caridad pÚblicf y obligat:>ria á la que califica de "i¡¡pendia social, falsa virtud y ofensa á Dios. puesto que acusa en la sang['e del organismo colectivo ur a gl'ave infecciÓn moral donde toman origen las I agas qne eon la caddad pretendemos encubrir. Para remediar estas malAs preconiza como úniea solución la de extender y difundil' las doctrinas del inmortal IIenry George con lo que nos atraeremos las masas redimiéndolas de la pesadilla sindicalista y dol lltópico socialismo, Después nos pinta magístl'f\lmente el ofecto de las reCormas que predicamo~ y á continuación fi liade: «y entonces bastará una generación para ver dllSatlèU'ecer por inÚtiles ó reducirse hasta la insignifkancia, todo lJse inmenso ctímull) dd instituciones benéficas, hOtipitales, hospicios, inclusas. eomedol'es y roporos de polwes, cantinas e~'· colares, otc., etc., que pl'osumienrlo de perfecciones Ron en el fondo elllldibt'io d~ nuestra civilizacién pOr(lllO denuncian á las claras el cáncer que la COl'I'oe. ') ~otabilísima es la campaiía l'ealizada por nueS'TO queddo amigo y c01Teligionai-io D. Baldomflro Ar'gente en el periódico El Imparcial, dO'lde t'3['0 era el día en que no publicaba algÚn al'tíclllo de vnlgarización de nuestras doctrinas. r~'ambiéa colabora asídualllente en ott'OS pe· ri6dicos y desde el nÚmero pasado habrán p\Jdido .eel' Illlcstl'OS lectores sns artículos en nues· tras colllmnus, ~,élhid() os qlle se ocupa también en traduch' las obl'as de IIomy George, habiendo empezado por ¿e¡'otección 6 libre cambio? cuya primeru edicir.n se agotará pronto. En Salamanca Otro cort'~ligionario no meno" entusiasta. el DI'. H. n Pinilla, catedt'ático de la Universidad de t;alamanca, acaba de dar una conferencia muy notabie sohre el g(\OI'gi~mo, en Fuente do San Esteban nn 01 lo<:alde la Sociedad olwera La Hu· manitaria. La sig'llionte !'eseÜa lu copiamos del porió(~ieo La Ciudad de Salamanca: d<~1l opinión del Sr. Pinillu, ni el colecth"ismo marxista ni el comunismo de Fourrier y de tantos otros, ni el actual régimen de capitalismo que eng-endra la lucha d~ elases y no extirpa el pal'asitislllO social, pueden ser fórmulas que resuelvan el malestar econ6mico, Es en cambio partidario entusiasta de las doctrinas del sabio reformador eeonomista Hen· l'y Goorge; es decir, partidario del Impuesto Único, que es :m resultado y su f(¡l'mula financiera, HI))" pal' hoy-afirma en su discurso el conferenciante-es esta tendencia,escuela Ó sistema, el georgismo, el que presenta maY0l'es ventajas y medios más pr<\cticos y !'encillos para llegar á establecer la igualdad entl'e los hombres, base necesa¡'ia de Sll libertad efectiva, dlljando á tod0s y á caela uno las oportuniondes naturales para el tl'abajr es decir, dando facilidades al trabajadol' pal'a qllO pneda laborar y poseer la tierra. E,.¡te sistema se Cnnda en la idna religiosa y filosófica de que la tierra. como ei airo y la IU7-, es obra de Dios, y no siendo d8 nadie en particulur, debe ser dH todos. En un libro del Antiguo Testamonto .. El Lel; .~I111I1_uesto Unieo vitico, se lee: ~la tiena ne. SR venderá tam poco para siempre, porque mía eR, y vosotros sus extranjpl'os y colonos; por)o cllal toda region de vuestra posesión será venclida bajo eondicion de rcdeucion.» (Capítulo XXV--23 y 24 ) De aquí que la tierra debe sel' propiedad nel Estado, que solo la otorgaría á modo de en fiteusis á sus fertilizado res, El georgismo no quierl~ el reparto de ]a tierra en troms má!'; o menos ig-uale1';, cosa que rÍ'sullaría inútil y pueril; no quiere que sea trabajndn ('n eOllllín pur:! aprovecharse luego, también en común do SIIS fl'lIt(ls, porque esto sería dar los mismos (hwecJ¡l1s al holgazán qllO nI laborioso. ]>n,t('nne, en cambío, hacor quo siga trabajando la tif·na el qlle flctualmente la I'eellnda, pagando por pila lin impuesto módico al Estaùo y slIprimiendo por lo tanto, la renta y ei propietario. !Jo esta manera el Estano ronullciaría á. todos los d(\llul~ imp\wsloS, y el traha.io tie vel'Ía libre dl~ unormps eargn.s qll~ sobre él )Hlsall.' La c('llfl'l'éllt'ia tipI doctor Pinillll, <¡\lO:siu\.etiw IlIOShl'üVl'nlf'lI te, fuÁ i nterl'Ulll pida '."uri::!s\,l)ce~ pOI' :iU 1l1lmerOSOauditorio, y ado s<'j..nlido (,()l1st.illl}'llSOon el mismo loc-al---un f1:11pliosall'ln de Ia fonda·café de Ortega-la Asoeiacil)ll benófica ú que al principio aludimos y que yn euenta con 200 so<,ios. ~lerecen. pues, una entusiasta enhl)\'ahuena los \'ccillo::,; de Fuente, y se la enviamos muy cumplida. Pill cnnfel'cncinnte, que es parte y muy estimada de esta casa, no cs oportuno deeir lhljeti\'os. A él, quo es pródigo do Sll espíritu, le molestaría quo lo fuéramos nosotros de retórica para COIlél. M. En Zaragoza l}j~ ~ lles1.l'O acti vo cOl'reli¡:;ionario D. ;Uan !leI Mal'raco dió Ulla conferencia en el eentl'o de la Fedoración Patmnal el día I!) de ?layo, acerca del toma ~1<:1 Ayuntamiento Oll el problema de las ca::sas baratas». .x>m pleto del las (:asas baratas, y una se saquen del trab:Jjo, cuando debiera estar libre en absoluto, por tlller derecho los actÏ\'os trahajadores al uso y propiedad legítima del fl'uto de su esfuerzo. Utilizando un relato fantástico de la R.evue del Impat Unique lleva al cOllvencimiento de!, auditorio, lo ilegal l~injusto de las leyl'!s qlJe permiten á unos poco,.; privilf'giado;; ~I apropiarse latierra, que no es otra CORaquo lu !Hwencia comÚIl de todos los hOl\lhl"l~s, y call ejemplos prucba la gmll relación que existe ('ntre la renta y lu miseria. ena prolongada ovaci6n premió sus Últimas palabras, ell las qlle reclamaba la municipalizaciÓn del suelo y la implantacion del Impuesto Ií.nico snore el valor dol mismo. El éxito indiscutible que alcanz6 el Sr. Marraeo., no hemos de decirlo nCJsotros para que no se juzguo inter'esado; pero recogeremos dos notas que lo atestiguan_ Al daI' por terminado el acto el seÙor Presidente de la Federacijn Patronal, felicitó efusivamente á nuestro culto correligionario y rogó á todos los socios qno para lo antes posible, ele"en fi ln pl'esidellcia do la Federaeion â una persona de talento, ideas y voluntad, que IZO puede ser lilás que D. Manuel Marraca, CIlya capacidad lú haœ indiscutible :.Textual.) El Heraldo de Aragón al reseñar la conferencia dijo: «Este pnnto do la conferencia (oi Impuesto Único) de grandes yuo]os y extremada IJIf'irlez, produjo vPl'dadf'\,f) encanto fi los oyentes." La f'onferencia del Sr. 1\larraeo será publieuda y divulgada con profusion, por lo cual hemos de sentil'1l0R satisfechos los georgistas.ya quo f'onstituil'á lin folleto rle propaganda de La Liga Espu1lola para 01 Impuesto Unico A las mnchas felicitaciones que ha recibido el Sr, Mal'meo, una la nllestra sincera, cariÜosa y fratt'rnal, rogúndole que este triunfo le sin-a de estím \lIn para conseguir otros nuevos en actos parecidos. M. G. E). -,.Su .dis:..'ll'i9.ci ..iin FnQ uu g,¡,¡turiio problema munieipal y propaganda entusiasta del g-eorgismo, Demostró la imposibilidad en que so hallan los Ayuntamiento" de resolver dieho problema, por causa de las trauas y diticnltades que les illl ponA la loy municipal y por la sitn3ci<Ín especial ùtJ Sll Ilacil·ntla, fiel reflejo del bárbaro sistema de illl[JlI,·:-;tos qlle padecemos HiZl> cullstar 01 carácter de supervalfa de la reeienttl lo)' de casas baratas, y definió la supor· valía como engendro del monopolio, fustigando elocllenternente todos los monopolios y en especial el do la tierra. Abogó por la total municipalización de serviciosyen particular la del suelo. como'único medio de resolvel' la cuesti\)o de las casas haratas yel problema slIcia 1. DividI! á los hombres en dos grupos: los acti vos-trabajadores y los inacti vos-rentistas; pasa á demostrar la enormidad de que los impuestos 1¡liscelál)ea Siguen las felicitaciones al autor llel articulo ••Los Rasca·cidcs en Buenos lUres,,, ~Ir.. Jllsep Fels ha dirigido III Sr. YilJar, 3ntl,;rc.ld rdt·rido artkulo, la siguientl' carta de fe!idtaeióu: Sr. D. Flllilio H. dl'! \'illar. HcdaccÎúll del Nuel'v JIIJ11dv.-~lu<lri·.L :'lIuy Hr. mio: Se IIII' ha lIamaJo la atenÓlin llUcia el articulo pu blicll(lo por ustcd en NueI'CJ i1Iuw/o, reft'n:ut(~ al movimiento del IlIlpue!<to sobre el vRlor del suelo. Mi fllUiO'o y colt·ga Mr. ,Jolm Paul, Rccretario de '¡¡l'ho movimiento l'Il lug-later! a y editor del órgano ml'lI~ual Land l'allies tienc ya tina traducción del articulo para publicaria en dicho órgano. COillOuno de los que están mils profundulJIcnte inten:sados en elulovimiellto citado y que se Jedica al lIti"Ulù así como grandes cantidades Ùl' ùinero á la causa, no puedo El Impuesto IZi UIdeo -----.---.---------------;------------------------wenos ,le felicitarle esperando que continúe por el camino emprendido t1 tan buena obra, que con tanta ¡-apidez se está pxtenditnno por ellllundo civilizado. IIllce yaielllpo que tlisfruto de las relacioncs y coope .. peraeiÓn del :l'. Il. Antonio Alhendin, de Ronda (Andalucía) España, .. tengo el gUBto de Vt'r qne BUperiódico dediefldo li.unest\(\ causa en vuestro paiA se está haciendo una pn blicación I til II influyent~. POI'ellttl l1i8l.10eorreo y en paquete separado le envío varios folletc.~ l'Il in!!lé~:, que confio encontrará intere¡.lante~. Acabo de reg¡'eSl\r á Inglaterrra desde los Estados UniJos. ;\li tioUlI'O lo divido '~l1tre este país, el Continente y c\ mérica. .:vIcofrez( o suyo afectJ'si mo Un suelto de eontaduria Hac'~ poco más de un meR qne en todos ios pedóùicos ha podidJ leerse ulla espede de reclamo de más de una colulllna en q Ile se hâcla la Jescrl pción detallad,~ de los 2ó cocheR quo harán ci nl('oniJo Sol--Vel:ízq.wz·-Serrano y GoyaRORlIlci'. lnc.udn.hltmlOnte todos lORque lo lean se quedaràn con la !JOCl!ahierta aileeI' tanta maravilla. y (\ice el referido suelto: «Cllda tranvía pnesto tln mar. cha ha costado 27.000 pesetas. Es decir tll importe total de los 26 tnmvln.s nuevos se lo'levaá C,7ó.000 peseta!;. ¡Algunos vinjps hall de hacpr los lIuev·)s vehiculos hasta qne reporten gananciuf-;! ,) Mr. Fets ,li bordo del "Mauritania" Ell la ma lana del sábarlo 27 de Ahril todos los pasajeros de csto m:guíko vnpor recibieron una tarjeta impresa 'lue decía así H.. ~. S. "Mauritania" MI' .TO!Pph ~'<·lH. MaR ó !llenos conocido cailla rdormista tel'l'itlrial y fit:lealen aJllb<.lAContinentes, dará \\na con':erellda con el titulo de "(I lIudo de hal:erse rico sin trabajar" c'lI el slllón-(omec.!or, hoy sábado á las 3'30 de la tarde. 1:1omelor invita :í abrir discusión y l'CSponderlÍ lÍ cnantu!< objecionef' y preguntas se le hagan I' '¡;pe~~toal I1lt)\';miento gcol'gista. l'or I'efell'ncias pnrtieulares Je ('ste Lenemùrito apóstol ,1,·1 georgÎ!!Ilu, sILbemos «ue el auditorio fué numerosísilllO. E~tu \'d k_blando <lul':lTIteJos bol'lls y la viva discusión soLre la cuostión del Illlpl1(·!!to enico duró otro tauto. Casi toel( s lo:; oyenlt,1l oran ricos y àll·. Fel,. notó que en llllldlOS dt dIos bicie\'l)u gran impresión efltas ideas. Tt'l'lllinll ;u carta con frascl; <lesatisfacción por la repidez con t¡tH creee ellJlovimiento. Anuucia unn próxima \'iRita lÍ. ERP: ña y <lit'e: "~e vu ensanchando ya tRnto el ulunI'o de mi trllbajo qUE' c:~si me eli imposible aharcar toda Ild corre 'polllleucia y dar lí caJa país la atl'nción quI' tau bra\'awel te meleee.» Vropélgand;l libre=cambista T.:t1:\IIn\'" de illlpreRo~, tamllûo tarjcta de visita y cuyo t"xto tI': Ilucimo~ ti continn;\ci<'Jn, se estlí n'partiendo actnalllllmtp. 1'01'los ¡':'-<ladosUnidos: 1\ todos aquellos que ven claro El '¡"I'(l cIe lIelll')' George «¡.Protección Ó ¡¡hre c'aunlO'!" ha sido puhlicado en el Congrp-sioil'll .l~e':(.rd. lb aùquiri<lo. lmes, franquicia po:;tal y todt'~ lo~ diputados puoden enviarlo "on et Únic" co-te del ~j('mplar que ('s el insignifiennt,.IIf' dos y nll·dio ecntavol'. Esc'ilm ust!,tl lÍ Sil dipntu(lo y que ha~lIn lo .lIislttO '·IlS f n¡jgOl', pidiélldoles ejelllplaref<. E~to le dl·IJ,o'lr(\rá el intmél' qne sus dectores to,nan en la II:, ha pOI'pl libre cambio y le proveerá dt·1 !llejor :tlgu 1I1pntoI'ontra pl proteccioni"llIo. ¡Y8,se necesita ser papanatas para tragarse tan infantiles señJelo'l y permitir que lollmonopolio d•• J08 tmndas siga en manos particulares! En Gla"'gow en IR94 Ja Compafiía de trlluvías venía gestionlllHlo una prólToga de la ('oncesióll. 'l'cdos sus eUlpl'~ados trabajahan doce y catorce hIJra8 y estaban mal pagados. En 1~\)4 el mnnicipio acordó la reversiÓn con éxito inlllediflo y CJlosul. Mejoró la condicióll de los empleados y !<irviú desde entolH'eS a! pÚhlico con más Injo y c:olllodidades )' llIucho WÚlibarato. ERt" ('xperiUleulo de Glasgow fué hien pronto seguido por laR dellllÍA cilld'lde~ de la Gran BretaÜa. Los conlribuyentps E-llIpe7.aronti darse cuenta de la l'stupide?: de permitir <¡nI' nna ('olllpaÜía privada Fe apropie las gllnancias de un monopolio que pertel1ece á la eOlllunid'ld. Al cabo de ùiez afins, es decir en 1904 elllúmero de tranvías públicos cm de le:! )' hoy día todas las principales ciudades con exe3pci,jn de Edimhurgo, Dublin, Bristol, Carlisle, Cork y CovclIlry poseen y explolan sus Ilneas de tranvia". La explotacióll de lOR tranvias está ya aceptada por todo el 'Hunùo COIIIO una función Illunicipal, llIellOS en nue"tro pai" donù,' ~Oll posibles ~uelto" como el t¡ue acahalllos de citnl'. ))1' cómo practica el servicio esta ('o~I'afiín darán idea los siguientes sueltos que lmnscribimos rie Ln Correspondendrt de ¡-Jsjlmlu: Queias del vecindario AIJlfS()Sdfl lu N;npresa de tnmvius. -Dos C1l80Btengo <¡IHl;'elatllr, que bien merecen los !tonOI'eHde la publicidad. COli IllUt \'0 .I.., la colocación de dohle VÍll en la calltl de ¡·arn,tll', eHa Ell1preSa, dueíia y seilora del trállsito en ,Mu<lrid.,1m cortarlo la circulación p,lr dicha calle. Lo'" (rallda,: ,h, Atocha "alen de la pl:lza de Antóu Martín; 1"'1'0 OCUlT\'que centenaret:l ùe emple:ldos de los ministeriol' de In,:t,'ucción Púhlica y Fomento y de oticilJa,; de la COJllpaï1Ï:1lIe ¡'\,rrocllrriles del l\Ie,liodia tienen :l<lquirid03 unos pas..,,, trillw,trales y. por tanto, pagaùo ,,1 trayectc deF.le It, Plwrtu. del :'01. I'l\rece natuml que Ill.eml're,a Rutorizase Ú lo" pOl:iecdorl's dl' estos pases il. utilizar 10Fcarr,J:ljes qll<' pOl' la c:l!lt' di' ..\kaIÜ y Paseo del I'Jado vuu li b 1'1I"I't:lde Atocha. Pu..,,, 110 lo autoriza. Ath en "'"lp t'''''tl florld:t hah..,r estahlecido el servicio ,les,l" I" alto de la c'alh~ de Carr ••t:l" l'Il "u cOI.tlllellci:t <""il hl <h, .\'_och:l, ~';\<lile alii tiene <le8\"ios_1','1'0I.p:tra qué'! Ya eobrci ¡"S I'a~f~~y nlllla le impurta Clllllplir Sil eOlltr:lto :'11 la parI!' 'lll!' obligll :ll:\ EIIII'I'l·S:l, OlIO abuso e;; la ""l'H'"it\n del "ervicio ell h\ lille:\ (le t6 San F1'lIllcisco. Claro cinco Cél1tilllOS cueflta abajo, por de~ùe es C/l1P ,i lus I,onego!; un de ('entenar tm.yecto la pam,la <le la plaza ta San Frallc:i~co, 1l0S tmte l'omo ¡';mpre¡;a COll !lU lJHí!l aIto dl'~precio. Este vado servicio ó Lien do SUIl Francisl'O llegando los que 'loclda carruaje;. ]lreci~o qué? Seria diF1currir d lil'lIl]lo u]Jrovccliar distinga hal,el'l'l' hasta por ntl'nrler en dis~n1Tir li lIt'v,'nclolo al pJÍl,Jiro y es /)('dJW de las Ill:!" Em- En •.ll'l'ilJliti," l'n'cio ¡Ii,'ru:; la mi8ma minoH ju~tu Ú Ú menor de que millas ,;c atil'llda llllP.~ la razllll Ó d" Indllfltriale¡.l, ~;l··('il) d{· I'uel'dl' pan',:" O'~;) c1pl ¡llIiùo, tlespués S/1,"" c:llnl)(J':'l de ¡"¡l,,,t' dp l':'l\.:'t\rj y cOIl"l'rlido 1~IPllt:l{'i (}n, 'Ille no l'on para utilidad pÚblil'fl algnna, Y 'lne no ha ~i,lo m:i8 '1ne una conde'(;('!lcia tic dicbn E~C'lll'h, ('onll'slall á nne¡.;tra instan<.:Ïa diciendo ~(' pida al Ay"nl:t1llí('l.tu didla t'ehaja, '.(inó tiene Adl'lWís, qUl' Vl'r el .\yulltamiento COll la rebaja '111(' pedimos do alguno pel'judical.!:t lo", alllll'IlU~ tomarían ni la cllurllt ('011 t'so'? 1:0 l'aldria ('n mo- la Comp:tñíll, pl tranvía, l'ne" ('ntolll'eS t"d·,s cosa qlll' ahora no 11:1I,,'n parte. Es lIlá~, pudil'!'ll asegurarl'() 'Ill!' saldrí,t t\'allv¡'~s ].,'ndic::tIla. del gRfl y laf< ('afie- l:t fÚbrica li 'li\(' •.nto. el Munic:i¡,io de Ilna rebaja alndirnos á camhio pf< tI('eil', una Hombra de pretexto re. ell el l'ara •.lnll('Yo l'lllltrato en el año (.ue viene. del ;!:ts ~er:í duefia en ahsolnto d •. lo Il'" III em; de Ia~ fá hl'Í<.::ls y de laR til hería ••. ulgo pr¡)rrog'11 pl .\YlInt'lIl1iellto l'>; ,',;"ihltivc solil'itc', y d •.l ('011- Pl c1t'~l'uj,). Espel'l'lJ1os Ù(', allÙlog:o cllando pida lu (;OIJ(;('~i é'lI como la Compañía ya lo ha de realizado ,le Barcelolla. LOS LIBROS DE HENRY GEORGE d., Ca- l'l'ti~iÚn. ÚltimamE!nt". i4:~cnt'la, tp.rrpno~ [JI.!.!"l)- pUl'~ h di~ta!lcia alguna, I'l'll(>\'ación á la reversión 'I (H' antp~ I'f\r l'Il (', trayel.'lo f-il~~IHlo (,I la ,le PUE!rta <lui ~"I-E~('Ut'la :i nlll'l'bt PUl'S bil'n; la ESI'llP!:1., y nu cxí~tielldo Ilf's¡,tas, J", :\f:Idl' d. ,h· l'sa (\'1lll'nflia cl~ In E"'::¡'lH')a .Il' d,>1 tran\'Ía Agl'ÚIlOfllOS la I'ehaj:l ia tlt'l :--;01 rí dicha contrato Cnalld" t¡"alice C~JI4) 1:\ CUlJ1p:tllía de la Mondoa el,. la r:Oll1pa11la el" Tram';a;. Vn- AgrÔnomos. se perpet!'óUIl verdaelero despojo, delnÚ:O:. p:l~U pntre la indifel't'ncia gl'- 10;-': ri:l~ ("r,lt) 1'l>\'l,.'til,I,'~ al AY"llt:tllli rpaliza!' l:t,!)('ti,!a" Vl'('l'fl "e ha 8olieit:lllll lo., pr'of£.'~on's, .nhlIJlllO~.V P(\J'~()Jl:tI tie IIl:¡cnipros ¡wm] , En PETICION JUSTA tt)tl'.Js (~OJno nuneió S,'f¡OI' dirpctor j'.\:'/te/¡l y ("'Il I"te Illotivl\ qUt) Vistill(/~ El tranvía df' hl llIH'fl· suyos, Ilhet' tl'ece alIU~ '1'1" la CUlllj}añía del (jas ohtuyo e1,·1 ,\ynnt:lllli,·"tl) ci•. :\laclrid la renuvación trato c,'nllo l'x]llolarlo. al "ùl,lico !lO ontcllcll'i:t Ill:ífl 'lllf' el ar1a\lflo, ~. reslIItn Cl'lIlOÙO dedicurst' {¡ sl'l'vir los int('l'fst'~ ell' ¡:l "od,'rusa l'resa.-l'¡¡ favorahlelllcntl' iOl'csquedan De como cuida el municipIO de Madrid los intereses de la ~omunidad cie la pntpr,HSP nil "1'1101''l'W cliCl'1l qne I'S .1••1 fl('l'vic'io dé tl';tnvía;.; ]lero si sirvipse delegado ll;s"I\'erá I"'~,()IH'S aut" la y de toùo ùl'bl'ría ('ollc,'jal plH.'~. 'jI\(' por las rilJS alI/lilI/liS cOllser- ,·1 d""vío calle de Atocha, frente al edificio ciE' la llel1lb, ,i In l'uertu del 801, frente á GObl'l'!l;Ir.i(IIl. ¿.Para trll peticiÓn dI' la (' ••bacia ha~- taIl'fl y nos E~pl'l':Illllo, pllgallloP de metros, P,'og'I'P'SO y mis(~ria • 1 chelín. Ln. cu<~stí\)lI,le If) tierra 4 peoiques. Pl'Oblemas socia les 1 chelín. t.Protección ó libre cambio'1 9 peniques. La propif'dad pl'Í\'ada cie la tierra. 4 peniqlles. La cnndiciÔn del trabajo. 6 peniqlles. Cn filósofo perplAjo. 1 chelín. La Ciencia de In Economía política 6 chelines. Pídanse las oficinas del Comité Gnido para el Impuesto úni('o: 11 Tothill Street. 'Vestmim;tflr Lonctre¡;; S. W. Ó á las de la Liga inglesa: :376 y an Strand. Londl'es W. C. IMPRENTA R()XDEÑ.~.-PLAZA DEL AYUNTAMIF.NTO. RONDA ----Líbr-e-rí a es pañola-y'e'xtra.nJera--Príncipe, 16, MADRID Príncipe, 16.. Editora de « ¿ I?rotección ó libre cambio?» TR1\DUeID1\ peR B1\LD~MER~ 1\R6ENTE (In ----«Pro~re~o t01120 eJ2 4.° de un¡;u~ 400 p@~in&.~, () pe£'etél~ y mis:,eriél» edición Ben1pere, .2 tJe~et&.s --- Centro de adbesiones á la Liga Española para el Impuesto Único y de suscriciones F»rín.cipe, al periódico órgano de la misma 1.6.-J.VJ:A.J:>:FlIJ:)