A Josías (640-609 a.C.). El último rey bueno de Judá. A los 8 años

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A Las acusaciones de Satanás:
 Un cerco alrededor. Job 1.
— Job había sido cercado alrededor por la divina mano protectora, tenía un carácter
justo y servía fielmente a Dios. Pero, ¿serviría Job a Dios si no recibiese esas
bendiciones?
— Aunque el carácter de Job estaba siendo puesto en tela de juicio por Satanás, el
ataque estaba dirigido hacia Dios mismo. ¿Había sobornado Dios a Job para que le
sirviese? ¿Querría alguien amarle si no recibía nada a cambio?
 Piel por piel. Job 2.
— Aun habiendo quedado desacreditado ante todos los seres celestiales, el diablo se
obstina en buscar nuevos argumentos contra Dios. «Piel por piel»; cada persona
tiene su precio. ¡Nadie –según Satanás– puede servir a Dios de balde!
— El problema sigue girando alrededor del carácter de Dios, el Plan de Redención
incluye la vindicación del verdadero carácter de Dios.
B La integridad de Job:
 Job y Adán.
— Dios dejó en completa libertad a Job para seguir sirviéndole o rechazarle.
— Adán y Eva, seres sin pecado en medio de un verdadero paraíso, transgredieron y
cayeron en el pecado por causa del ataque de Satanás; Job, en medio del dolor, la
tragedia y una ruina terribles, permaneció fiel a Dios a pesar de los ataques de
Satanás.
 Job y su esposa.
— A pesar del primer ataque de Satanás, Job había retenido su integridad (Job 2:3).
Tras su segundo ataque Satanás pregunta a Job, a través de su mujer: «¿Aún
retienes tu integridad?».
— Desesperada y llena de dolor, la mujer de Job no pudo comprender cómo su
marido seguía honrando a Dios cuando, según le parecía, les había arrebatado
todo.
— Como Pablo lo hizo siglos más tarde, Job había aprendido a confiar plenamente en
Dios y a contentarse en cualquier situación (Filipenses 4:13).
 Job y Jesús.
— Al final de cada una de las dos pruebas, se dice expresamente que Job no pecó
sino que retuvo su fidelidad.
— En este sentido, puede verse a Job como una especie de símbolo, un débil
ejemplo de Jesús, quien, en medio de pruebas y tentaciones terribles, no
renunció, no cayó en pecado, y refutó así las acusaciones de Satanás contra Dios.
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