Nº 641, 31 de mayo del 2010 EL CASO RIVERA. LA IMPUNIDAD COMO RESULTADO DE LA CORRUPCIÓN Equipo del Área Legal Hace algunos días una noticia causó revuelo en los pasillos del Poder Judicial. El vocal Malson Urbina La Torre, integrante de la Tercera Sala Penal de Reos Libres de Lima, denunció de manera directa al Presidente de dicha Sala, el magistrado Jorge Aguinaga Moreno, como el autor de las constantes amenazas de muerte que venía recibiendo, las mismas que se habrían producido por el hecho de que el vocal Urbina no habría cedido a las presiones para absolver a Luis Valdez Villacorta del proceso penal por el asesinato del periodista Alberto Rivera Fernández. Cabe recordar que el 08 de febrero del presente año esta Sala Penal, en una sentencia sumamente cuestionable, absolvió a Luis Valdez Villacorta y Solio Ramírez Garay por el asesinato del periodista Rivera Fernández con dos votos en mayoría, emitidos tanto por el magistrado Jorge Aguinaga Moreno (Presidente y Director de debates), como por el vocal provisional Víctor Carrera Conti. El vocal Malson Urbina La Torre emitió un voto singular por la condena de los acusados. Un tribunal parcializado La denuncia de este magistrado no hace más que corroborar una serie de irregularidades perpetradas durante la realización del juicio oral contra Valdez Villacorta y encaminadas de manera escandalosa a favorecer al principal acusado. De hecho, la principal irregularidad fue la sistemática negativa de la Sala para aceptar algunas pruebas fundamentales presentadas por la parte civil al juicio. Solo dos buenos ejemplos. 1) La parte civil demostró que existía una animadversión de Valdez Villacorta hacia Alberto Rivera y para ello presentamos una carta firmada por Valdez dirigida al Ministro de Justicia, de fecha enero de 2004, en la cual sin prueba alguna sindica al periodista como un terrorista. De la manera más arbitraria esa carta fue desestimada como prueba. 2) El tribunal también negó el derecho a la parte civil de interrogar a Valdez sobre ese documento. Un ejemplo más. La parte civil demostró que en los últimos tiempos muchos periodistas habían sido asesinados solo por denunciar a narcos, pero también la sala desestimó el documento. Como se puede apreciar, la Sala -y de manera especial el magistrado Aguinaga- estuvo “trabajando” la absolución de Valdez desde inicio del juicio. Claro, si esto fue así, el resultado sería inevitablemente la absolución del acusado. Para que no queden dudas, el IDL denunció todas esas irregularidades a la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA), la cual hasta la fecha viene desarrollando la investigación. El quiebre del juicio oral A ello debemos agregar que el vocal Carrera Conti -que también forma parte de las acusaciones que ha realizado Urbina La Torre- fue integrado a la Tercera Sala penal de Reos Libres, luego que el 16 de octubre del 2009 este Colegiado de la manera más arbitraria decidiera quebrar el juicio oral, bajo el pretexto de que el Fiscal Superior Ramiro Salinas llegó 10 minutos tarde a una sesión de la audiencia en el Establecimiento Penitenciario Miguel Castro Castro. De esta manera el ingreso de Carrera al tribunal fue pieza clave para la absolución de Valdez Villacorta. Lo cierto es que todo indica que se fueron creando las condiciones y solo se esperó la oportunidad precisa para que éste pudiera hacer su ingreso. El Presidente de la Tercera Sala Penal con Reos Libres y ahora denunciado Jorge Aguinaga Moreno, ya había venido disponiendo semanas antes del quiebre del juicio la programación de las sesiones cada 8 días. Tiempo límite establecido por la norma procesal para la realización de sesiones del juicio oral, un tiempo mayor acarrearía el quiebre del juicio por falta de continuidad. Este escenario se produjo el 16 de octubre del 2009. El Colegiado solo permaneció 16 minutos en la Sala de Audiencias del Establecimiento Penitenciario Miguel Castro Castro para luego retirarse. No hubo comunicación previa con el Ministerio Público para conocer de su retraso. Con ello pusieron el juicio a fojas cero y todo debía realizarse de nuevo. Si bien solo dos semanas después -el 30 de octubre de 2009- el juicio se reinició, la novedad es que por razones hasta la fecha desconocidas sacaron del tribunal al magistrado José Chávez Hernández y en su reemplazo fue designado el magistrado Víctor Carrera Conti, el que votó por la absolución de Valdez. Valdez sí fue investigado y denunciado por narcotráfico A ello debemos añadir que la tesis de defensa de Valdez Villacorta durante el juicio oral -antes y después del quiebre- se centró siempre en sostener que el móvil que manejaba el Ministerio Público y la parte civil no se ajustaba a la verdad, porque Valdez Villacorta nunca fue investigado, denunciado o procesado por la incautación de container de su propiedad con más de media tonelada de droga, durante el 2004, hecho que fue denunciado de manera reiterativa por el periodista Rivera Fernández en su espacio radial. Lo cierto es que Valdez Villacorta si fue investigado y denunciado por el Ministerio Público por el delito de Narcotráfico, por el hallazgo del container con droga –delito distinto al de lavado de activos que viene afrontando y que motiva su actual reclusión en el Penal Miguel Castro Castro-. Esta denuncia fue formulada por la Segunda Fiscalía Provincial Penal del Callao en marzo del 2009, un mes antes de que se iniciara el juicio oral por el asesinato de Rivera Fernández ahora en la ciudad de Lima. La Fiscal investigó a Valdez Villacorta en mérito a la disposición de la Segunda Sala Penal del Callao (29/05/2006) que conoció del proceso por narcotráfico, por el hallazgo de droga en un container de su propiedad, al disponer que dada la cantidad y magnitud de droga incautada resultaba más que evidente que los procesados solo eran un eslabón de la cadena de una red que tenía a otros actores de mayor envergadura involucrados. Se determinó así que tanto Luis Valdez Villacorta, como Luis Humberto Carpena Rojas y Roger Javier Poémape Chávez, eran presuntos autores del delito de Tráfico Ilícito de Drogas en su figura agravada. La denuncia fue presentada ante el Juzgado Penal del Callao. Por la cantidad de droga comprometida en el hallazgo del container, la competencia debió ser asumida por la Sala Penal Nacional, a través de sus Juzgados Supraprovinciales. Sin embargo, varias maniobras se hicieron para que el expediente se quede en competencia del Octavo Juzgado Penal del Callao, el cual auspiciosamente el 28 de octubre del 2009 dispuso no abrir proceso penal contra Valdez Villacorta y los demás denunciados. Esta resolución fue expedida dos días antes de que se reiniciara el juicio oral contra Valdez Villacorta por el asesinato del periodista Rivera Fernández, luego del quiebre del juicio oral y con la presencia del nuevo vocal Víctor Carrera Conti –actualmente suspendido por su presunta intervención en la decisión de un juez para variar el mandato de detención por comparecencia a su hermano, quien enfrentaba un proceso por la violación de su propia hija-. Todo estaba muy bien orquestado para que las piezas y decisiones judiciales encajaran perfectamente. La sentencia no estuvo lista el día que se leyó el fallo absolutorio Finalmente, es de anotar que durante la lectura de sentencia realizada el 08 de febrero del presente año por la Tercera Sala Penal de Reos Libres de Lima, no se dio a conocer la valoración probatoria realizada para arribar al fallo judicial absolutorio. Más allá de sostener que las pruebas aportadas por la parte civil y el Ministerio Público no eran suficientes para condenar a los acusados y criticar la participación del Ministerio Público. La parte civil tuvo acceso a la sentencia en fecha posterior a la requerida para fundamentar el recurso de nulidad (04/03/2010). De su lectura se desprendió que los argumentos allí vertidos no fueron los que se leyeron el día 08 de febrero en las instalaciones del Centro Penitenciario Miguel Castro Castro. Esta sentencia, que cuenta con más de 100 hojas, no fue dada a conocer en su integridad en dicha fecha, por el contrario, solo se conocieron partes de lo que allí se sostiene e inclusive, se mencionaron hechos que no han sido recogidos en la sentencia escrita. Ello sin tomar en cuenta que más del 40% de dicho documento era la reproducción literal de la acusación fiscal. Este es un nuevo hecho irregular, que sumado a todas las denuncias que hay en torno a este proceso –como la del vocal Malson Urbina La Torre- hacen más que evidente la nulidad absoluta de este fallo judicial que ahora están en manos de la Corte Suprema resolver. ************************************************************************************************************* El Instituto de Defensa Legal es una voz desde la sociedad civil, independiente de los partidos políticos, abierta a las opiniones plurales de muchos, que trata de combinar capacidad de propuesta con la más exigente fiscalización a los responsables de los asuntos públicos. Los artículos firmados en Ideelemail representan exclusivamente la opinión de sus autores y no necesariamente las del Instituto de Defensa Legal. 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