LA VANGUARDIA DOMINGO, 15 OCTUBRE 2006 dinero 5 LICENCIA DE ‘CATEGORY KILLER’ Para que FNAC se compre su licencia de ‘category killer’ cultural ha de almacenar la mayor selección de libros, CD, DVD y electrónica en el área a la que se sirve. De 30,000 a 150,000 ‘skus’ (títulos diferentes de libros); de 16,000 a 63,000 CD ; de 6,000 a 15,000 DVD; y entre 5,000 y 13,000 referencias de electrónica, incluyendo 130 modelos de televisores, 140 de cámaras fotográficas, y 50 modelos de ordenadores personales. En su sitio de internet, FNAC.com ofrece en estos momentos 100,000 ‘skus’ que puede servir en 24 horas, y promete que puede servir cualquier otro de los millones de productos culturales que existen en el planeta en plazos más prolongados. Los dueños de FNAC han pedido los servicios de Goldman Sachs y UBS para que dirijan el proceso de venta EFE ‘ASESINOS’ CONVERTIDOS EN VÍCTIMAS El aparatoso destino de FNAC El propietario de la cadena, PPR, ha decidido poner a la venta la marca paneuropea José Luis Nueno arecía que el futuro era suyo. El anuncio de que PPR (Pinault-Printemps- Redoute) ha pedido los servicios de Goldman Sachs y UBS para que dirijan el proceso de venta de FNAC a los private equities nos coloca frente a un enigma comercial. ¿No eran estas fórmulas, los category killers, el rodillo más temible para el pequeño y mediano comercio local? ¿No se iban a a quedar con todas y cada una de las divisiones del consumo? Detallistas como Toys 'R' Us, Decathlon, Ikea, PC City, Media Markt, Sephora o Leroy Merlin son hoy sinónimos de las gamas a las que sirven. Sin embargo, hoy vemos cómo a algunos sus gestores les retiran la confianza mientras los consumidores aún hacen cola pacientemente ante sus cajas registradoras. FNAC no es el primer detallista que ha caído en manos de esos fondos de inversión privados: Toys 'R' Us ya lo hizo hace unos meses. Virgin hace unos años. En España, KA Internacional (los de kilo americano), o Cortefiel, son ejemplos de esta ola global de adquisiciones de tenderos que fueron una vez temidos por su dominio indiscutible de las líneas que abarrotaban sus estanterías. Pero además, asistimos también a los problemas que atraviesan otros, como Office Depot que abandonó el mercado español hace unos meses, y otros que empiezan a cerrar tiendas P que habían abierto hace poco. Como no son los únicos ni serán los últimos, conviene entender qué hay detrás de esta tendencia. Un category killer, o en castellano, un asesino de categorías, es un detallista, generalmente, en cadena, cuya oferta es muy especializada, pero de una profundidad tal que cualquier otra tienda que pretenda vender algo similar en su proximidad sucumbe. Aunque los consumidores resulten mejor atendidos, y el producto de consumo también. De media, los 50 detallistas más dinámicos del mundo han crecido a una tasa anual del 24%, en el primer lustro del milenio. Los 10 que crecen más rápido lo hicieron al 41% anual. Los 10 más grandes en tamaño de sus ventas, 8% anual. PPR, la holding de FNAC, está en el 4%. Pero FNAC está poco menos que estancado alrededor de los La FNAC no es el primer detallista que ha caído en manos de los fondos de inversión privados De media anual, los 50 detallistas más dinámicos del mundo crecen a una tasa del 24% desde el 2000 4,000 millones de euros por tercer ejercicio consecutivo. En la primera mitad de 2006, FNAC afirma haber crecido un 6%, pero ¿qué es eso comparado con el 21% de Gucci, el 79% de Bottega Veneta, o el 18% de YSL, todas ellas enseñas de lujo en la escudería de PPR? Algo que los banqueros han identificado y los tenderos aún no, es que en casi todos los rubros el potencial de crecimiento de los detallistas es muy grande. Salvo, quizás, en el alimentario, nadie tiene cuotas de ningún mercado por encima de 10% y eso da mucho recorrido para ganar dinero con una mejor gestión. Pero, entonces ¿por qué puede resultar interesante vender una de estas presuntas joyas? ¿Cómo es posible que se paguen 900 millones de euros por los Donuts y el Bollycao, marcas respetables pero con mercados muy locales y que por tanto lo van a tener duro para crecer, mientras que sólo se pagan 2.000 millones por una marca paneuropea del prestigio de FNAC? ¿Dónde está la píldora envenenada que destruye tanto valor? Hace tres años, Serge Weinberg, a la sazón presidente de PPR, explicaba que la estrategia de FNAC no era ser número uno en televisores, pero tenía un 7,5% en las entonces carísimas pantallas planas. No querían ser líderes en CD de música, pero tenían 30% del mercado de sellos discográficos independientes, que en Francia representa el 20% de toda la música que se vende. Hoy Weinberg ya no está en PPR, de donde salió bastante precipitadamente para pasar a dirigir, (sí, ya se Quedar excluido de las ventajas del aprovisionamiento global es una carga demasiado pesada hoy Europa ya no es una fábrica, y parece que ni tan siquiera es tampoco un hipermercado lo imaginaban) un private equity. Un killer como FNAC tiene problemas serios ante sí. En primer lugar, los consumidores han buscado formas nuevas de consumir cultura. Así, las ventas de libros en Francia -el 78% del total- les han caído un 2% este primer semestre. El menor consumo de fondo editorial y mayor de blockbusters hace que la competencia de comerciantes no especializados pero competitivos en ese 2% de los títulos que es el 50% de las ventas, les hace daño. Por otra parte, los consumidores también consumen productos culturales, (CD y DVD) de canales informales, o descargas legales on line. A FNAC eso le supone perder 6 y 11% de ventas, respectivamente, este primer semestre de 2006. Donde mantienen sus ventas es en electrónica y fotografía, pero estos negocios son en el fondo, un talón de Aquiles. Sin ir más lejos, PC City, filial del grupo Dixon´s de Reino Unido, un killer de informática con ventas de casi 3.000 millones de euros que crece al 8% anual, ha anunciado su apertura en Illa Diagonal, con 2.000 metros cuadrados de informática y electrónica. A diferencia de los casos de Decathlon e Ikea no se puede mandar a fabricar libros y discos a Asia, y venderlos luego con marca propia, cosa que sí hacen los killers de material deportivo y mobiliario. Quedar excluido de las ventajas del aprovisionamiento global es una carga demasiado pesada hoy. El mayor problema de un killer es que le desempaqueten la oferta. A Toys 'R' Us le hundieron los hípers de aquí y los mass merchandisers de EE.UU. Haciendo crecer su oferta en las 6 semanas de Navidad, cuando se venden tres cuartas partes de los juguetes. Por tanto, un consumidor menos sofisticado en el consumo de cultura, más dispuesto a leer, escuchar y ver lo que todo el mundo lee, escucha y ve; la piratería; la revolución digital que cambia el modo de consumir cultura; la imposibilidad de acceder a marcas propias y el desempaquetamiento de la oferta reducen el precio global de FNAC, que seguramente es mayor del que parece que se va a pagar. Europa ya no es una fábrica, y parece que ni siquiera un híper. No parece que haya una fórmula que dé a sus tenedores una licencia vitalicia para operar. Mucho menos para matar. Se pasa de asesino a víctima rápido, y a veces injustificadamente.