Lírica de inicios del siglo XX

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LÃ RICA DE INICIOS DEL SIGLO XX A 1939
Modernismo.
Se desarrolló gracias a un grupo de poetas americanos que se pueden considerar premodernistas y gracias al
impulso creador de Rubén DarÃ−o, quien lo difundió en España.
Los temas más relevantes que podemos encontrar en los textos modernistas son:
· Exotismo y cosmopolitismo. Escapismo modernista en el espacio y/o en el tiempo y sentimiento de
pertenencia a una cultura común cosmopolita.
· SimbologÃ−a y mitologÃ−a. Uso de sÃ−mbolos y mitos clásicos para expresar el misterio humano.
· Indigenismo e hispanismo. Valoración de las culturas precolombinas frente a lo español, que
evolucionará hacia una valoración de la cultura hispánica en oposición a la cultura anglosajona por el
dominio estadounidense.
· Espiritualismo y erotismo. Exacerbación de sentimientos religiosos que recoge elementos cristianos,
budistas, pitagóricos…; el amor y el erotismo aparecen sublimados en la idealización femenina, o bien en el
hedonismo pasional.
En cuanto al estilo, los rasgos más caracterÃ−sticos son:
· Sensualidad. Se busca la belleza de forma sensible mediante efectos sonoros, sinestesias, y el cromatismo
de imágenes y adjetivos.
· Léxico. Utilización de cultismos, neologismos,…
· Innovaciones métricas. La importancia del ritmo responde a la necesidad de expresar vivamente los
sentimientos, por lo que se renueva la métrica recuperando versos antiguos y de procedencia francesa.
• Rubén DarÃ−o (Nicaragua, 1867).
Está considerado como el primer y más importante poeta modernista. Gracias a sus colaboraciones
periodÃ−sticas y a su amplia cultura literaria viajó por diversos paÃ−ses americanos y europeos, lo que le
permitió entrar en contacto con los autores más importantes del momento y sintetizar las tendencias
francesas e hispánicas con el decidido impulso de su estilo. Su arrolladora personalidad y su curiosidad
insaciable por conocer los misterios de la vida a través del arte le empujaron a una vida bohemia en la que
terminó siendo vÃ−ctima de sus excesos, que le llevaron a la enfermedad y a la muerte en 1916.
En su producción literaria destacan tres de sus obras, que constituyen tres etapas en la evolución de su
poesÃ−a:
· Azul (1888). Etapa modernista. Presenta una clara influencia del parnasianismo. Es un libro de poemas y
cuentos en los que se aprecia la aplicación de técnicas francesas al español.
· Prosas profanas (1896). Estética modernista. Los poemas de este libro pueden agruparse
temáticamente en tres bloques: poemas amorosos de ambientación irreal, poemas reflexivos sobre el amor
y la muerte, y poemas sobre la creación poética.
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· Cantos de vida y esperanza (1905). Es la obra cumbre. Muchos poemas mantienen los principios
anteriores, pro aparece una importante novedad: la conciencia colectiva. Se acentúan la angustia vital y el
desengaño.
Rubén DarÃ−o usa formas retóricas e infunde calidad musical. El enriquecimiento léxico de la
poesÃ−a queda también patente. En su estilo destaca el uso de la metáfora, el simbolismo de los colores,
la sintaxis impresionista,… Los temas son el erotismo, la preocupación social y el propio concepto de arte y
poesÃ−a.
• El modernismo en España.
Los poetas más relevantes del Modernismo español son Manuel y Antonio Machado, Miguel de Unamuno
y Juan Ramón Jiménez. Exceptuando a Manuel Machado, de adscripción exclusiva a la estética
modernista, el resto de poetas participarán con diferentes grados de implicación en este movimiento. En la
prosa modernista destaca la figura de Valle-Inclán.
Como precursores del Modernismo en España podemos citar al cordobés Manuel Reina (1856-1905) y al
malagueño Salvador Rueda (1857-1933), este último, claro poeta de transición entre el Romanticismo y
el nuevo estilo, muestra una abundante adjetivación colorista y sensual e imágenes sorprendentes,
mezclando el pintoresquismo de lo andaluz con una entusiasta admiración por la naturaleza y el erotismo.
• Manuel Machado (Sevilla, 1874).
Conoció, junto con su hermano Antonio, el simbolismo francés en su viaje a ParÃ−s de 1899. Publicó
varios libros de poemas y algunas piezas teatrales en colaboración con Antonio (La Lola se va a los puertos).
Abandonó su vida bohemia de tertulias en cafés y correrÃ−as nocturnas al contraer matrimonio. A pesar
de sus inicios liberales se adhirió a la sublevación militar del 36. Murió en Madrid en 1947.
En su obra podemos diferenciar varias tendencias: la poesÃ−a simbolista (Alma, Capricho); la poesÃ−a
descriptiva parnasianista e impresionista (Museo, Apolo, La fiesta nacional); la poesÃ−a popular andalucista
(Cante hondo), la poesÃ−a prosaica (El mal poema); la poesÃ−a reflexiva y melancólica (Ars moriendi) y la
poesÃ−a religiosa y patriótica (Horas de oro).
De sus libros destacan Alma (1902), en el que junto con resonancias del fatalismo romántico, encontramos
poesÃ−a simbolista, parnasianismo, técnicas impresionistas y el decadentismo como postura vital.
En su libro Los cantares (1907) y Cante hondo (1912) aparecen metros populares dentro del folclorismo de lo
andaluz al que el poeta aporta técnicas impresionistas.
Generación del 98.
Ortega y Gasset acuñó la denominación de Generación del 98, expresión con la que se recogÃ−a al
grupo inicial de AzorÃ−n, Baroja y Maetzu, más Unamuno, Antonio Machado y Valle-Inclán.
El 98, al igual que el Modernismo, reacciona contra la literatura y propone una renovación de los géneros
tradicionales:
· Novela. Destacan algunas figuras de transición entre el realismo naturalista y el modernismo finisecular
que posibilitan los elementos narrativos tradicionales del realismo por una condensación en muy pocos
personajes, en los que la trama se desarrolla internamente y se da un predominio abrumador del diálogo.
· PoesÃ−a. Se preocupa esencialmente por lo humano, pues mediante la poesÃ−a se accede a una nueva
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forma de conocimiento personal y universal.
· Ensayo. Es el género literario dominante, en una nueva concepción hÃ−brida de narrativa, lirismo y
expresión ideológica.
· Teatro. Sigue por un lado cauces comerciales, pero también intentos experimentales.
CaracterÃ−sticas generales de la Generación del 98:
· Asimilación de las corrientes ideológicas irracionalistas y de las tendencias de renovación estética
del fin de siglo.
· Preocupación por el porvenir de España en un plano idealista, no pragmático, que reflexiona sobre la
necesidad de europeización de España y de españolización de Europa.
· Reivindicación del paisaje español como tema literario, sobre todo de Castilla.
· Reconocimiento del magisterio de Larra como precursor de la necesidad de la regeneración del paÃ−s y
admiración por su capacidad de crÃ−tica e independencia.
· Renovación de la lengua literaria.
· Actitud reflexiva del autor que le lleva a plantearse cuestiones existenciales.
Elementos temáticos:
· El inexorable paso del tiempo.
· La soledad necesaria para el encuentro del hombre consigo mismo.
· El sueño o creación de una realidad alternativa para superar la angustia vital.
· La actitud de desengaño y pesimismo.
· El sensualismo y el amor por los placeres, que invita a disfrutar de la vida bohemia.
• Antonio Machado.
Nació en Sevilla en 1875. En 1833 la familia se trasladó a Madrid, donde Antonio será alumno de Giner
de los RÃ−os en la Institución Libre de Enseñanza. En 1899 acompañó a su hermano Manuel a ParÃ−s,
donde se ganaron la vida elaborando traducciones. AllÃ− conoció a Baroja, a Rubén DarÃ−o y a Oscar
Wilde. Al regresar a Madrid, trabó amistad con Juan Ramón Jiménez, Unamuno y Valle-Inclán. En
1906 ganó la cátedra de francés del instituto de Soria. AllÃ− se casó con la joven Leonor en 1909. Tres
años más tarde, al morir Leonor, solicitó traslado a Baeza. Después obtuvo destino en Segovia (de
1919 a 1932) y un año después se instaló en Madrid. Cuando se inició la Guerra Civil, Antonio
Machado puso su literatura al servicio de la causa republicana, por lo que tuvo que abandonar España en
1939. Poco después de instalarse en Francia, cerca de la frontera, murió en Colliure, donde reposan sus
restos.
De su personalidad destaca la bondad, una gran coherencia vital y una firmeza ideológica compatible con la
amistad, la ironÃ−a amable y la discreción.
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Aunque principalmente cultivó la poesÃ−a, vertió sus reflexiones literarias en escritos en prosa breve de
tipo ensayÃ−stico: Los complementarios (1912-1926), Juan de Mairena (1936). También escribió varias
obras de teatro, casi todas en verso, en colaboración con su hermano Manuel: Juan de Mañara, La Lola se
va a los puertos, La condesa de BenamejÃ−…
Evolución poética. Tres etapas en las que el autor evoluciona desde un modernismo becqueriano y
simbolista hacia un lenguaje poético más depurado y conceptual.
· Primera etapa. Periodo plenamente modernista con su primer libro, Soledades (1903), cuarenta y dos
poemas de tono melancólico sobre los temas caracterÃ−sticos del posromanticismo. Aparecen también los
sÃ−mbolos caracterÃ−sticos de Machado (la fuente, el camino…). Con la publicación de Soledades,
galerÃ−as y otros poemas (1907) encontramos una revisión del autor de su estética modernista y la
aparición del paisaje castellano en los poemas añadidos.
· Segunda etapa. En 1912 se publica Campos de Castilla, que se ampliará en 1917, fecha en la que
Machado ya habÃ−a sufrido la muerte de Leonor y vivÃ−a las duras circunstancias polÃ−ticas del momento.
Son más de cincuenta poemas en los que el objeto poético se traslada desde el subjetivismo anterior a la
realidad exterior. El paisaje se refleja como el marco real en el que transitan personajes o historias. Se produce
una mayor confluencia ideológico-temática con el 98: el tema de España que se plasma en una mayor
atención al paisaje y a los temas polÃ−ticos y sociales.
· Tercera etapa. Encontramos la vertiente más filosófica y neopopular de Machado, Proverbios y
cantares, Nuevas canciones, asÃ− como poesÃ−a amorosa, inspirada por un amor de madurez del poeta. Sus
últimos poemas, PoesÃ−as de la guerra, expresan la dureza de la etapa de guerra y su breve exilio.
CaracterÃ−sticas de su estilo:
· EconomÃ−a métrica. Preferencia por el octosÃ−labo, endecasÃ−labo y alejandrino, con empleo tenue
de recursos rÃ−tmicos. También se sirvió de estrofas populares. Machado trata de utilizar libremente las
combinaciones que le parecen oportunas en cada composición.
· Llaneza. Facilita la comprensión: tono conversacional.
· Concisión. Frases nominales, esticomitia.
· Uso del sÃ−mbolo.
· Imágenes connotativas.
· Adjetivación y color de efectos impresionistas. EpÃ−tetos, sinestesias…
· Uso de contrarios. Paralelismo, antÃ−tesis…
· El tiempo. Intenta apresar el discurrir en sus poemas mediante el empleo de formas durativas, deÃ−cticos
temporales, uso de marcos espacio-temporales en las descripciones.
Novecentismo.
El término Novecentismo se emplea para referirse a una etapa de la literatura española (1914-1925), entre
el fin de siglo y las Vanguardias, en la que a un grupo de escritores, entre los que se encuentran ensayistas
(Ortega y Gasset o Eugenio D'Ors), novelistas (Gabriel Miró o Ramón Pérez de Ayala) y poetas (Juan
Ramón Jiménez) se proponen acabar con los ideales estéticos que habÃ−an dominado en el siglo XIX.
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Los rasgos que caracterizan este movimiento son:
· Sólida formación intelectual y cientÃ−fica. Muchos de los componentes del grupo se han formado en
universidades europeas y poseen una preparación intelectual que les permite enfrentarse a la realidad con
rigor y objetividad.
· Intelectualismo. En sus obras predomina la exposición de ideas, por lo que el género predominante en
la época es el ensayo.
· Cosmopolitismo. Manifiestan en sus obras el gusto por lo universal, el rechazo de las expresiones locales
y de cualquier forma de casticismo.
· Preocupación por España. Se proponen intervenir activamente en la vida polÃ−tica de España para
modernizarla a través de la cultura y de la ciencia.
· Defensa del arte puro. Entienden que la finalidad del arte es primordialmente estética. Para ellos el arte
es capaz de crear su propia realidad autónoma.
· Preocupación formal. Se observa un empeño por lograr una obra bien hecha.
• Juan Ramón Jiménez (Huelva, 1881).
Consagró su vida a la creación de una obra poética que lo ha convertido en uno de los grandes
renovadores de la lÃ−rica del siglo XX y en el maestro de varias generaciones.
à l mismo diferenció tres etapas en la evolución de su obra poética:
· Primera etapa (1900-1915). Incluye sus primeros libros de poemas entre los que destacan: Arias tristes
(1903), Jardines lejanos (1904), ElejÃ−as (1908), La soledad sonora (1911) y Poemas mágicos y dolientes
(1911). Estas obras sitúan al autor en la lÃ−nea de la poesÃ−a modernista: adjetivación brillante,
musicalidad, empleo de la sinestesia, evocación de ambientes melancólicos y de paisajes en los que el poeta
proyecta su estado de ánimo.
· Segunda etapa (1916-1936). En los libros que corresponden a esta etapa se observa el abandono definitivo
de la estética modernista y la evolución hacia la poesÃ−a pura: eliminación de lo anecdótico y de lo
sentimental, depuración expresiva y predominio de lo conceptual. Los tÃ−tulos más representativos de esta
segunda etapa son Diario de un poeta recién casado (1917), Eternidades (1918), Piedra y Cielo (1918),
PoesÃ−a (1923) y Belleza (1923).
· Tercera etapa (1936-1958). En la última etapa se agrupan los libros escritos durante el exilio Animal de
fondo y Dios deseado y deseante (1949), obras en las que el poeta manifiesta el gozo del hallazgo de lo eterno,
lo infinito o lo invisible. En esta etapa destaca el poema Espacio (1954), un largo poema en prosa en el que
los efectos rÃ−tmicos se consiguen mediante recurrencias fónicas o sintácticas y en el que se suceden
metáforas sorprendentes o de imágenes visionarias.
Las vanguardias.
En las primeras décadas del siglo XX proliferan en Europa una serie de movimientos artÃ−sticos que
buscaban la renovación estética a partir de la ruptura con todo el arte anterior. La palabra con la que se
denomina a estos movimientos, vanguardia, hace referencia al carácter combativo de estos movimientos
posicionados en la primera lÃ−nea.
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Los movimientos de vanguardia empiezan a surgir un poco antes de la Primera Guerra Mundial, viven su
apogeo en los años 20 y desaparecen en la década de los 30. Presentaban las siguientes caracterÃ−sticas
comunes:
· Formación a partir de manifiestos, obras de carácter teórico en las que se explican los principios
estéticos del movimiento.
· Rechazo de toda la estética anterior y especialmente del simbolismo.
· Carácter elitista: los vanguardistas proponen un arte alejado de los gustos populares, dirigido a una
minorÃ−a.
· Exaltación de la imaginación creadora y defensa de la autosuficiencia del arte, que aparece
desvinculado de la realidad.
· Defensa a ultranza de la experimentación y de la renovación de las formas artÃ−sticas.
• Las vanguardias europeas.
El futurismo.
Es un movimiento vanguardista de origen italiano encabezado por Filippo Tommaso Marinetti, que se dio a
conocer en 1909 mediante la publicación del Manifiesto del futurismo.
Los rasgos más destacados de este movimiento son:
· Rechazo de la estética simbolista.
· Exaltación de la acción, las máquinas modernas y la velocidad.
· Empleo de recursos tipográficos y de signos matemáticos.
· Destrucción de la sintaxis mediante la eliminación de elementos de relación.
· Supresión del adjetivo.
· Búsqueda constante e imágenes sorprendentes.
El cubismo.
Surge en las artes plásticas en 1907 con Las señoritas de Avignón de Picasso y que en literatura se
desarrolla entre 1917 y 1920. El cubismo literario tiene como máximo representante a Guillaume
Apollinaire, creador del caligrama, un tipo de poema que por su disposición gráfica es también un
dibujo.
Los aspectos más relevantes de la estética cubista son:
· Presentación de fragmentos superpuestos en forma de collage.
· Eliminación de los signos de puntuación.
El cubismo influyó en algunos de los poetas del 27, especialmente en Gerardo Diego en su obra Manual de
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espumas (1924).
El dadaÃ−smo.
Surge durante la Primera Guerra Mundial en la ciudad suiza de Zurich. Su principal promotor fue Tristan
Tzara, autor del Manifiesto Dadá (1918). En este manifiesto se recogen las destructivas propuestas del
movimiento:
· Deseo de destruir el arte y la literatura creados por la sociedad burguesa, por considerarlo agotado y
decadente.
· Defensa de lo absurdo y lo irracional.
· Desarrollo de una creatividad que se exprese al margen de cualquier norma.
El surrealismo.
Surge en Francia en el año 1924 cuando André Bretón publicó su primer manifiesto. Este nuevo
movimiento de vanguardia, basado en las teorÃ−as de Freud y del marxismo, intenta superar el nihilismo
destructivo del dadaÃ−smo a través de la búsqueda de un nuevo lenguaje que permita la expresión del
mundo subconsciente.
Se emplea el arte como medio de liberación de los sentimientos reprimidos. El acceso al mundo
subconsciente permite al individuo alcanzar un conocimiento de una realidad al que no se accede mediante la
razón.
Empleo de la técnica de la escritura automática para conseguir liberar el contenido del subconsciente.
Trajo consigo una renovación expresiva y favoreció la rehumanización de las expresiones artÃ−sticas.
El surrealismo llegó a España hacia 1925 y fue recibido con entusiasmo por pintores como Salvador
DalÃ−, cineastas como Luis Buñuel o poetas como Federico GarcÃ−a Lorca.
• Las vanguardias hispánicas.
El creacionismo.
Surge en 1918 impulsado por el poeta chileno Vicente Huidobro y por los poetas españoles Gerardo Diego y
Juan Larrea. La estética creacionista se basaba en la idea de que el poeta ha de ser el creador de nuevas
realidades y no se debe limitar a imitar la realidad.
Sus rasgos más destacados son:
· Eliminación de lo anecdótico y lo descriptivo.
· Yuxtaposición de imágenes sorprendentes, que solo tienen sentido dentro del propio poema y a partir
de las cuales el poeta crea su nueva realidad.
El ultraÃ−smo.
Aparece en España en 1918. Recoge las aportaciones de las vanguardias europeas y del creacionismo. El
autor más destacado es Guillermo de Torre.
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Sus caracterÃ−sticas son:
· Rechazo del sentimentalismo y de la estética modernistas.
· Gusto por los objetos.
· Defensa del carácter autónomo del arte.
· Empleo de nuevas disposiciones tipográficas.
· Empleo del verso libre.
· Creación de neologismos y gusto por el empleo de palabras esdrújulas.
· Protagonismo de la metáfora y de la imagen.
Generación del 27.
El grupo poético del 27 reúne a una serie de poetas que asumieron la renovación expresiva propuesta por
las vanguardias sin renunciar a la herencia de la tradición literarias española de la que eran profundos
conocedores.
Entre los numerosos componentes del grupo destacan por la brillantez de su obra: Pedro Salinas, Jorge
Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Federico GarcÃ−a Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre y
Dámaso Alonso.
Aunque cada uno de los poetas del 27 muestra en sus obras un marcado carácter personal y un estilo propio,
es posible señalar una serie de rasgos reconocibles en la mayorÃ−a de ellos:
· Se proponen renovar la poesÃ−a, para lo que asumen principios estéticos de las vanguardias, aunque
sin rechazar la tradición literaria española.
· Empleo de la metáfora.
· Utilización de una métrica variada.
· Preocupación por los aspectos formales de la poesÃ−a.
Evolución.
En la obra poética de los autores del 27 se observa una evolución desde una poesÃ−a pura y
deshumanizada hacia una poesÃ−a que se hace eco de los problemas del ser humano en su dimensión
individual o social. Se pueden distinguir tres etapas:
· Predominio del arte nuevo. Abarca los primeros años de la generación y aparece marcada por la
influencia de las vanguardias y de la poesÃ−a pura. Son los años en los que los poetas empiezan a publicar
sus primeros libros, influidos por Juan Ramón Jiménez y por la estética gongorina y vanguardista.
· La rehumanización. Se inicia un progresivo abandono de la poesÃ−a entendida como un juego estético
y una mayor presencia de contenidos humanos, lo que da lugar a la aparición de una poesÃ−a
neorromántica o de compromiso social y polÃ−tico.
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· La dispersión. Al estallar la Guerra Civil el grupo se dispersa y sus componentes continúan su
evolución personal en solitario. GarcÃ−a Lorca ha muerto asesinado; Alberti, Cernuda, Salinas y Guillén
continuarán su obra en el exilio y sólo quedan en España Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y
Gerardo Diego, que se convertirán en los maestros de sucesivas generaciones de poetas.
Tendencias.
· La poesÃ−a pura. El ideal poético de la poesÃ−a pura influye en la etapa inicial de casi todos los
miembros del grupo. Pedro Salinas y Jorge Guillén. CaracterÃ−sticas:
- Empleo de un lenguaje conciso y reducido a lo esencial.
- Supresión de la anécdota, de lo descriptivo y de lo sentimental.
- Tendencia a la abstracción y a lo intelectual.
- Predominio del sustantivo y ausencia de verbos.
- Simplicidad sintáctica.
- Formas poéticas breves y versos de arte menor.
· La poesÃ−a vanguardista. La huella del futurismo se observa en numerosos poemas de Fábula y signo
(Pedro Salinas, 1931), y son considerados ultraÃ−stas y creacionistas los libros de Gerardo Diego titulados
Imagen (1922) y Manual de espumas (1924).
· Surrealismo. Aunque ninguno de los poetas del 27 practicó la escritura automática se observa la
influencia de la estética surrealista en obras de Alberti (Sobre los ángeles), Cernuda (Los placeres
prohibidos), GarcÃ−a Lorca (Poeta en Nueva York) y Vicente Aleixandre (Espadas como labios).
CaracterÃ−sticas:
- Empleo del verso libre y del versÃ−culo.
- Paralelismo.
- SÃ−mbolos, metáforas e imágenes irracionales.
- Asociaciones Insólitas entre las palabras.
- Lenguaje no comunicativo.
- Hermetismo.
- Poemas largos.
· Neopopularismo. La poesÃ−a tradicional y el folclore popular sirvieron de fuentes de inspiración para
algunos poetas del 27, especialmente para Alberti (Marinero en tierra, 1925) y Federico GarcÃ−a Lorca
(Canciones, 1927; Romancero, 1924 y Poema del cante jondo, 1931). CaracterÃ−sticas:
- Formas métricas tradicionales.
- Rima asonante.
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- Recursos expresivos propios de la lÃ−rica tradicional.
- Aparente sencillez expresiva.
- SÃ−mbolos tradicionales.
• Grandes poetas del 27.
Pedro Salinas (1891-1951).
Nació en Madrid y fue profesor de Literatura Española en varias universidades españolas y extranjeras.
Tras la Guerra Civil se exilió en Estados Unidos, donde continuó su trabajo como escritor y como profesor
hasta su fallecimiento. Destacan tres etapas:
· Primera etapa (1923-1931). Incluye sus tres primeros libros, Presagios (1924), Seguro Azar (1929) y
Fábula y signo (1931).
· Segunda etapa (1933-1938). La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936) y Largo lamento (escrito
entre 1936 y 1939, pero publicado posteriormente).
· Tercera etapa (1940-1951). En su obra del exilio destacan El contemplado (1946) y Todo más claro
(1949) dentro del cual destaca el poema Cero.
Jorge Guillén (1893-1984).
Nació en Valladolid y recibió una amplia formación intelectual dentro y fuera de España. Fue profesor
de Literatura Española en Murcia, Sevilla, Oxford y ParÃ−s y, tras la Guerra Civil, se exilió en Estados
Unidos, donde siguió trabajando como profesor. Tras la muerte de Franco regresó a España y residió en
Málaga hasta su muerte.
· Cántico (iniciado en 1919 y ampliándose hasta 1950) es su obra fundamental y más representativa de
la poesÃ−a pura.
· Clamor (1957), se observa una evolución hacia una poesÃ−a deshumanizada.
· Homenaje (1967), es el libro más largo.
Gerardo Diego (1896-1987).
Nació en Santander y fue catedrático de instituto en varias ciudades españolas, hasta que en 1939 se
instaló en Madrid, donde vivió hasta su muerte. El rasgo más caracterÃ−stico de su poesÃ−a es la
variedad. Cultivó tanta poesÃ−a vanguardista como la poesÃ−a de corte clásico.
· Imagen (1922), Manual de espumas (1924) escritas bajo el influjo del ultraÃ−smo y del creacionismo.
· PoesÃ−a de inspiración clásica: Versos humanos (1925).
Federico GarcÃ−a Lorca (1896-1936).
Nació en Fuente Vaqueros (Granada). En 1919 se trasladó a estudiar a Madrid y se instaló en la
Residencia de Estudiantes, donde trabó amistad con Salvador DalÃ− y Luis Buñuel y entró en contacto
con otros poetas del grupo del 27. En 1929, tras una crisis personal, viajó a Estados Unidos, donde
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permaneció hasta 1930. Destaca como poeta aunque también se dedicó al teatro. Además de escribir
obras dramáticas, desde 1932 dirigió el grupo universitario «La Barraca», con el que difundió el teatro
por los pueblos de España. Murió fusilado en Granada.
· Neopopularismo: Canciones (1927), Romancero gitano (1928), Poema del cante jondo (1931), obras
inspiradas en la poesÃ−a tradicional castellana, el folclore andaluz y el cante jondo.
· Estética surrealista: Poema en Nueva York (1929).
· Tradición de los sonetistas españoles: Llanto por Ignacio Sánchez MejÃ−as (1935), Sonetos del amor
oscuro (que no se dieron a conocer hasta 1984).
Luis Cernuda (1902-1963).
Nació en Sevilla y se dedicó a enseñar Literatura Española en varias universidades, primero en Europa
y después en Estados Unidos. Murió en México.
· Primera etapa. Evolución desde una poesÃ−a pura y clasicista hacia una poesÃ−a influida por la
estética surrealista. Perfil del aire (1927), à gloga, elegÃ−a y oda (1928), Los placeres prohibidos (1931).
En 1936 reúne todos los libros bajo un solo tÃ−tulo: La realidad y el deseo.
· Segunda etapa. Se inicia con la Guerra Civil y el exilio. Se agudiza el tono nostálgico y elegÃ−aco. Las
nubes (1940), Desolación de la quimera (1962).
Rafael Alberti (1902-1999).
Nació en Puerto de Santa MarÃ−a (Cádiz). En 1917 se trasladó con su familia a Madrid, donde se inicia
en sus dos vocaciones artÃ−sticas: la poesÃ−a y la pintura. En 1925 le conceden el Premio Nacional de
Literatura por su obra Marinero en tierra. Su compromiso polÃ−tico con el régimen republicano le obligó
a abandonar el paÃ−s en 1939. Durante los años que duró su exilio vivió en Argentina e Italia y no
regresó a España hasta 1977. Murió en su pueblo natal.
· PoesÃ−a neopopular: Marinero en tierra (1924).
· PoesÃ−a neogongorina: Cal y canto (1929).
· Influencia del surrealismo: Sobre los ángeles (1929), Sermones y moradas, Yo era un tonto y lo que he
visto me ha hecho dos tontos.
· Poeta social: El poeta en la calle (1935).
· En el exilio: Entre el clavel y la espada (1941), A la pintura (1948).
Miguel Hernández (1910-1942).
Nació en Orihuela (Alicante) en el seno de una familia humilde. Desde niño fue pastor y su afición por la
lectura de los clásicos fue la única base de su formación como poeta. Durante la Guerra se alistó como
voluntario en el ejército republicano y tras la derrota fue detenido y encarcelado. Murió de tuberculosis en
una prisión de Alicante.
· PoesÃ−a neogongorina: Perito en lunas (1933).
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· Elementos simbólicos: El rayo que no cesa (1936).
· Tono combativo: Viento del pueblo (1937).
· Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941).
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