LA INGLATERRA DE ENRIQUE VIII Autor: Jesús Antonio Gámez Lara. 1 ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN 2. INGLATERRA EN EL SIGLO XV 3. LA SINGULAR VIDA DE UN MONARCA, ENRIQUE VIII 3.1. 3.2. El gran duelo, Catalina de Aragón y Ana Bolena La gran desconocida y su gran amor, Jane Seymour 4. MARIA TUDOR, LA ANTESALA DE LA REINA VIRGEN 5. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA 2 1. INTRODUCCIÓN La vida de Enrique VIII ha sido llevada al cine infinitas veces como por ejemplo “Las seis esposas de Enrique VIII” dirigida por Naomi Capon y John Glenister en 1971 y por mencionar la creación más reciente, la serie “The Tudors” dirigida por Michael Hirst, aunque deja mucho que desear en cuanto a su adaptación histórica. Además de estos filmes, conocemos la historia de Enrique VIII por sus litigios con el Papa Clemente VIII por su perseguido divorcio o por los continuos cambios políticos una vez dirigidos hacia Francisco I de Francia o hacia el emperador Carlos I. La última noticia encontrada sobre el monarca trata sobre la solicitud de divorcio presentada por personalidades de la época al Papa Clemente VIII, siendo considerado este documento como el inicio del cisma de la iglesia Anglicana. Las autoridades vaticanas mostraron por primera vez en público una copia de este documento ante un grupo de estudiosos en la sede del Palacio de la Cancillería, edificio perteneciente a la curia romana. El documento original, de casi un metro de longitud y titulado "Carta de los pares de Inglaterra al pontífice Clemente VII para sostener la causa de anulación de matrimonio entre Enrique VIII y Catalina de Aragón". La carta, firmada por 83 miembros influyentes de la política y la sociedad inglesa de la época, solicitaba al entonces Papa que se anulase el matrimonio del Rey con Catalina de Aragón. En ella, argumentan cómo Enrique VIII solicitaba el divorcio de la reina consorte, con la que no había tenido hijos varones que heredasen el trono, para así poder casarse con Ana Bolena. 2. INGLATERRA EN EL SIGLO XV La historia de Inglaterra durante el siglo XV, es la historia de una guerra civil, la denominada “Guerra de las dos rosas”, dicha guerra duro treinta años, en ella se llevo a cabo una lucha implacable entre las dos ramas de la familia Lancaster, por un lado los Beaufort, cuyo jefe de fila era Enrique, obispo de Winchester y canciller del reino; y por el otro, Humphrey, duque de Gloucester, tío de Enrique VI. La mayoría de edad de Enrique VI en 1442 supuso el acceso al poder de un monarca inteligente pero con serios problemas psicológicos que le hacían perder el norte. El monarca se desposo con Margarita de Anjou, sobrina del rey de Francia, en un momento en el que Inglaterra soportaba continuas pérdidas territoriales en el 3 continente. Este matrimonio coincidió con el levantamiento en Kent provocado por Jack Cade y con el regreso de Irlanda de Ricardo de York, que se consideraba heredero del trono. El advenimiento del primer hijo de Enrique VI, coincidió con la primera gran crisis de locura de Enrique VI, este hecho decidió a Ricardo de York a tomar el poder por la fuerza de la armas. La guerra civil se había iniciado en 1453 y no finalizara hasta 1485. Ricardo de York, aprovechando la enajenación de Enrique VI, se hizo nombrar protector y presidente del consejo real. La recuperación de la razón por parte del rey cambio la situación, a pesar de ello los partidarios del monarca sufrieron una primera derrota, que devolvió el poder a Ricardo, que ya no reclamaba la regencia, sino el trono. Ricardo de York encontró la muerte en la batalla de Wakefield, el 30 de diciembre de 1460, lo cual no fue impedimento para que su hijo Eduardo obtuviera la victoria total en Towton (1461). Como consecuencia de ella, y ante la locura de Enrique VI, el caudillo de los York se hizo coronar con el nombre de Eduardo IV el 28 de junio de 1461. Un total de nuevo años duro el cautiverio de Enrique VI en la torre de Londres, siendo liberado y reinstaurado en el trono en 1470, teniendo Eduardo IV de York buscar refugio en Borgoña, hasta que con la ayuda de la Hansa y de la propia ciudad de Borgoña, volvió a Inglaterra y derrotó al duque de Warwick y un mes más tarde, en Texkesbury, a Eduardo, príncipe de Gales, que resulto muerto en el combate. La derrota de los Lancaster fue total y abrió una época de terribles represalias. Casi con toda seguridad, una de sus primeras víctimas fue el cautivo Enrique VI, que murió el 21 de mayo de 1471. La nueva dinastía no llegó a cuajar sólidamente, ya que a la muerte de Eduardo IV en 1483, dejó como herederos a dos niños de doce y diez años de edad. Ello planteó el grave problema de la regencia. En nuevo regente, Ricardo, duque de Glucester, tío de los niños y hermano del difunto Eduardo IV, fue un siniestro personaje que inició una espiral de usurpaciones para obtener la corona. El regente fue coronado con el nombre de Ricardo III en 1483, tuvo un reinado breve ya que el duque de Buckingham y los antiguos yorkistas, pusieron sus esperanzas en Enrique Tudor, desembarcando en Gales y derrotando a Ricardo III en Bosworth (1485), iniciándose de esta forma la construcción de un estado moderno, asentado sobre nuevas bases pero con el peso de la tradición. La nueva dinastía contó con el apoyo de la pequeña nobleza, que de simples escuderos o burgueses enriquecidos se convirtieron en sirs, formando mayoritariamente la representación de los Comunes en el Parlamento. El programa a aplicar en Inglaterra fue muy sencillo: - Orden en interior. 4 - Paz en el exterior. Mientras que el Parlamento se reducía a una sobra de lo que había sido, suplido por el Consejo Privado, además otro grupo de consejeros constituían la Cámara Estrellada de Westminster, verdadero tribunal supremo sometido a la voluntad real. 3. LA SINGULAR VIDA DE UN MONARCA, ENRIQUE VIII Accedió al trono tras la muerte de su padre, en 1509, el mismo año que contrajo matrimonio con Catalina de Aragón. Enrique en un primer momento participo en la política diseñada por los Reyes Católicos al enfrentarse con los franceses en la batalla de Guinegatte, obteniendo una importante victoria, pero esta situación duraría poco ya que pronto iniciaría una política ambigua, firmando la paz con Luis XII, aconsejado por su cardenal Wolsey, entregando su hermana María por esposa.. Años más tarde volvería a realizar una alianza con España, firmando con Carlos I el pacto de Gravelinas en 1520. Temeroso del ascenso español tras la batalla de Pavía, Enrique volvió a cambiar su destino, aliándose con Francia, de nuevo y con el Papado. Esta alianza con el Papado se produce cuando se está gestando su enfrentamiento con el pontífice debido a su intento de nulidad de matrimonio con Catalina de Aragón. En un primer momento se alineara junto al Papa Clemente VIII, nombrándole este Defensor de la Fe (Defensor Fidei) por sus escritos contra Lutero. Pero la nulidad del matrimonio no avanzaba, desesperando a Enrique VIII, por lo que las tensiones con Roma se agudizan, ya que el pontífice era más cercano a la postura del Emperador, que intentaba proteger los intereses de Catalina de Aragón y de España, iniciándose de esta forma un conflicto religioso que acabara con el cisma de la iglesia de Inglaterra. Tras la decapitación de Ana Bolena, acusada de adulterio, volvió a casar con Jane Seymour, breve fue el romance entre ambos ya que ella moriría días después del parto del hijo de Enrique. Su siguiente esposa fue la luterana Ana de Cleves, fue un enlace netamente político. Pero tras dos años de matrimonio, Enrique repudiaba públicamente a su esposa y se casaba con Catalina Howard, decapitada en 1542. La última boda del monarca fue con Catalina Parr, la única esposa que le sobrevivió. Enrique VIII, conocido por sus tensiones con el Papado y sus seis esposas, fue además un mecenas del arte, defensor de artistas como Holbein. Enrique formado desde una perspectiva humanística, tuvo en su corte a grandes personajes intelectuales de la época como Thomas Moro o John Colet, incluso destaco un español en la Universidad de Oxford como fue el humanista Juan Luis Vives. Su cultura e inteligencia no van reñidas con su carácter de monarca duro y tiránico, especialmente en los últimos años de reinado. Curiosamente, esto no resultó un contratiempo para contar con la fidelidad y el cariño de sus súbditos. 5 3.1. El gran duelo, Catalina de Aragón y Ana Bolena Catalina de Aragón y Trastámara de Castilla, hija pequeña de los reyes católicos, nace en Alcalá de Henares, el 16 de diciembre de 1485. Estudió lenguas, como el castellano, el catalán, el francés, el inglés o el latín. Aprendió danza y música. Físicamente, Catalina era de estatura mediana, con los ojos marrones y el pelo castaño-rojizo. Ante los problemas políticos acaecidos en 1488 con Francia, sus padres deciden casarla mediante el “Tratado de Medina del Campo” con Arturo, príncipe de Gales, con el pretexto de que los ingleses accedieron a ayudar a España contra Francia. Se casó con Arturo de Gales en la catedral de St. Pablo de Londres el 14 de noviembre de 1501. Entonces su esposo se encontraba parece ser bastante enfermo, notica que no llego a los Reyes Católicos La muerte del príncipe inglés, no se hizo esperar, cayendo Arturo en desgracia en el castillo de Ludlow el 2 de abril de 1502. Se preparaban de esta forma los esponsales para un nuevo casamiento, entre Catalina de Aragón y el futuro Enrique VIII. El lugar elegido fue la capilla de Grey Friars el 11 de junio de 1509 pero esta vez la ceremonia fue mucho más sobria que la anterior. Tenemos indicios que los primeros años del matrimonio fueron felices, pero desde un principio se conocían las infidelidades del monarca inglés, algo que crispaba a la nueva reina de Inglaterra, pero su carácter bondadoso, acomodado y discreto hizo que la reina se comportara como si aquellos deslices no le importara, al menos, hasta que llegó Ana Bolena. Catalina había sido madre en seis ocasiones, pero los bebes o nacían muertos o sobrevivían poco tiempo. El primero fue un niño que nació en 1510, llamado Enrique que murió al poco tiempo; el segundo fue un varón al que le pusieron por nombre, Enrique y que nació el 1 de enero de 1511 que murió antes de llegar a su tercer mes de vida . Al cabo de dos años nacería otro Enrique pero tampoco sobrevivió. En 1514 nació una niña a la que parece ser también nació muerta. El 18 de febrero de 1516 nació la única hija de Catalina que sobrevivió, la futura María I de Inglaterra, la última reina católica que tuvo Inglaterra. Tras la imposibilidad a concebir un hijo varón, los escarceos de Enrique VIII, eran cada vez mayores. En 1519, el rey formalizó sus relaciones con Isabel Blount, que le dio un joven varón y fue aceptada como favorita hasta por la propia Catalina, que asistió al bautizo del niño, poco después el monarca convertiría a María Bolena como su querida pero esta relación termina por la irrupción de su hermana, Ana Bolena. 6 Ana Bolena era hija del duque de Norfolk y de Isabel Howard, que ya había mantenido una relación con el rey. Cuando Ana empezó a ser cortejada por el rey en 1526, no deseaba seguir el camino de las anteriores amantes que fueron abandonadas o casadas rutinariamente. Coqueteó y se dejó querer, pero no cedió a los requerimientos de Enrique hasta que estuvo segura de una promesa de matrimonio. En 1528, Ana Bolena actuaba ya como si fuera la reina de Inglaterra. Se sentaba en el asiento de ésta en los banquetes, y lucía espléndidas joyas y suntuosos vestidos de color púrpura. Se le rendía mayor homenaje que a Catalina de Aragón, cada vez más apartada, pero esto fue sólo el principio, más tarde llegaría la nulidad del matrimonio con la princesa española. Catalina atribuyó su desgracia a la malevolencia del poderoso cardenal Wolsey, este se limitaba a cumplir los deseos de su señor y, por tanto, el verdadero responsable de lo que iba a ocurrir fue su marido. Enrique estaba cada vez más preocupado por el problema de la sucesión, más aún, cuando después de un accidente que podía haber sido fatal. La edad de Catalina hacia difícil la cuestión de la sucesión por lo que el cardenal Wolsey comento a Enrique de la posibilidad de dar como nulo el matrimonio, la escusa presentada seria la dispensa del Papa Julio II de 1503, por la que se declaraba la virginidad de la reina tras cinco meses de matrimonio con el difunto príncipe de gales no era validad, por lo que Enrique VIII, estaría cometiendo incesto al casarse con la esposa de su hermano. El monarca inglés no contaba con la oposición de la iglesia y el ferviente amor del pueblo por Catalina. Ana Bolena consiguió la caída de Wolsey, que para ella enquistaba la cuestión del divorcio, en realidad este no quería provocar un cisma con la iglesia y presentía las ansias de poder de la Bolena. El nuevo consejero del reino sería Thomas Cromwell, que había sustituido a Thomas Moro tras la dimisión de este por el problema de la nulidad. Cromwell propuso solucionar el pleito de nulidad alentando la reforma religiosa anticlerical. En abril de 1533, el Parlamento aprobó el acta de Restricción de Apelaciones que desafiaba 7 abiertamente la jurisdicción de Clemente VII, la ley prohibía que el Papa interviniera en el pleito de nulidad del rey que Catalina apelara al Vaticano. Pero Enrique VIII tenía prisa. Ana Bolena estaba embarazada y el heredero esperado debía nacer de un matrimonio legítimo. El mayo de 1533, el arzobispo Cranmer, afín al consejero Cronwell, convoca un tribunal eclesiástico que dictamino el día 23 que la unión del rey con la reina era nula. Luego, el tribunal declaró legítimo el matrimonio de Enrique con Ana Bolena y el 1 de junio esta fue solemnemente coronada. En 1534, el Parlamento aprueba el Decreto de Supremacía pro el que Enrique VIII y sus sucesores se constituían en jefes supremos de la iglesia de Inglaterra. Todo súbdito leal, al ser requerido, debía jurar que aceptaba estas disposiciones. La mayor parte del pueblo obedeció, pero tanto Catalina como su hija María se negaron a prestar juramento y el rey sabía que no podía recurrir a la fuerza, toda vez que el emperador Carlos I era un freno poderoso. Desde hacía unos años Catalina sufría un cáncer incurable, confinada en una habitación del castillo de Kimbolton, falleció el 7 de enero de 1536. Entre los objetos que se enviaron a Enrique VIII, había una última carta de su ex esposa en la que esta juraba: “Mis ojos te desean por encima de todas las cosas” Como no, la carta iba escrita de forma desafiante, “Catalina la Reina”. La victoria de Ana Bolena, no duraría mucho, tras sufrir varios abortos y no conseguir dar el heredero varón que ansiaba el rey, este inició un romance con Jane Seymour. El fuego amoroso del rey con su esposa ya se había extinguido. El 30 de abril de 1536, mientras Ana, embarazada de nuevo, estaba en Greenwich Park, Cronwell le tendió una trampa y presentó ante el rey pruebas al parecer incontestable de que la reina había seducido a Smeton y a otros miembros de su Consejo Privado, incluido su propio hermano. Aún más, había tramado un regicidio para casarse con uno de sus amantes y gobernar como regente del hijo que llevaba en su seno. 8 Óleo por Pierre Nolasque, 1814. Ana Bolena sufre una crisis nerviosa en la Torre de Londres al conocer su condena de muerte. La mayoría de los historiadores considera infundadas las acusaciones de adulterio que se presentaron en contra de Ana Bolena y es improbable que conspirara para asesinar al rey, que era su principal valedor y fuente de poder. Sin embargo, su reputación de mujer frívola, su gusto por la compañía masculina, y su indulgencia con el galanteo y los juegos del amor cortés hicieron que el monarca y muchos otros la creyeran culpable. Un tribunal presidido por su tío, el duque de Norfolk y en el que figuraba su propio padre la condenó a muerte. Fue decapitada el 19 de mayo de 1536; Enrique VIII sólo esperó diez días para casarse con Jane Seymour. 3.2. La gran desconocida y su gran amor, Jane Seymour Jane Seymour fue la tercera esposa de Enrique VIII, madre del futuro Eduardo VI, murió a los pocos días de dar a luz al próximo monarca inglés. Jane fue la cuarta de los nueve hijos de John Seymour de Wiltshire y de Margaret Wentworth, sirvió como asistente de Catalina de Aragón y de Ana Bolena, con la cual no compartir las nuevas ideas protestantes. El deseo de Enrique VIII de casarse con ella, aceleró las falsas acusaciones de adulterio de la reina Ana, como anteriormente hemos comentado once días más tarde de la ejecución de la anterior reina, el monarca se casa con Jane en el palacio de York, muy pronto quedaría embarazada. 9 Jane Seymour fue una tuvo un corto periodo como reina, en el cual tuvo un carácter estricto y formal e hizo todo lo que estuvo a su alcance para diferenciarse de su predecesora, rodeada de escándalos, por ello, sus amistades eran solo femeninas. La vibrante vida social de la casa de la reina que tan bien había controlado Ana Bolena, fue sustituida por una atmósfera estricta, casi opresiva. Desesperada por parecer una reina, se obsesionaba por los mínimos detalles, como cuántas perlas debían coserse a las faldas. Prohibió la moda francesa, introducida en la corte por Ana. Políticamente conservadora, su única intervención en el reino finalizó cuando el rey le recordó que la última reina había perdido la cabeza por entrometerse en los asuntos políticos. Como comentamos al principio, Jena Seymour murió dando a luz al heredero de la corona, su memoria fue tomada por sus hermanos Thomas y Edward, que abusaron de ella para aumentar sus propias fortunas, los cuales fueron más tarde ejecutados. 4. MARIA TUDOR, LA ANTESALA DE LA REINA VIRGEN Tras la ruptura de Enrique VIII con Roma, su hija María Tudor, hija también de Catalina de Aragón, deseaba recuperar la confianza del papado y regresar a la órbita del catolicismo, este será el objetivo fundamental de su política, para ello no dudaría en realizar persecuciones y ejecuciones de protestantes, lo que le valdría el apelativo de María la Sanguinaria María había nacido en 1515, pronto se pensaría en su casamiento con Calos I, desde ese momento se iría formando con su esmerada educación, aprendiendo latín, francés, castellano e italiano. Pero el emperador rompió su compromiso y decidió 10 casarse con Isabel de Portugal, además el enlace del padre de María con Ana Bolena, provocaba la declaración de esta como hija bastarda. Con la llegada al trono de su hermano Eduardo VI, hijo de Jane Seymour, María será acusada de provocar revueltas para volver al catolicismo lo que motivará su encarcelamiento. Tras la muerte del monarca en 1553, María contando con el apoyo popular accedió al trono. Mas tarde, María se caso con Felipe II en 1554, Felipe no aceptaba de buen grado este enlace, llegando a decir "que partía para Inglaterra como el que parte para una cruzada". En 1555 Roma levanta la excomunión a Londres, provocando una abierta caza de protestantes a pesar de las recomendaciones contrarias del propio Papa Paulo IV, persecuciones que se hicieron mayores tras la marcha de Felipe II a tierras españolas debido a la abdicación de su padre, tras dos años este regresa a Inglaterra, ahora como rey de España, pero su estancia será breve. María profesaba un gran amor por su marido y movida por ello decidió unilateralmente apoyar a su marido en las guerras contra Francia, pero la perdida de Calais, provocó el distanciamiento con su pueblo, indicando que la política seguida era errónea. María moriría el 17 de noviembre de 1558, posiblemente víctima de una peritonitis tubercul0sa, llegando al trono la hija de Ana Bolena, Isabel. 5. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA - CLARAMUNT, S. PORTELA, M. GONZÁLEZ, M. et MITRE, E. Historia de la Edad Media, Barcelona, Ariel historia. - FLORISTAN, Alfredo. Historia de España en la Edad Moderna. Barcelona, Ariel. - FRASER, A. Las seis esposas de Enrique VIII. Barcelona, Ediciones B. - ULARGUI, L. Catalina de Aragón. Barcelona. Plaza & Janés. - www.artehistoria.es 11