PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Vicios de nulidad La teoría jurídica de las nulidades ha de ser aplicada con moderación y han de ponderarse las circunstancias concurrentes. Sentencia del Tribunal Supremo, Sección 6ª, Sala tercera, de 19 de noviembre de 2013 (Roj STS 5507/2013). Antecedente normativo Cita: -Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. -Ley de 16 de diciembre de 1954 sobre expropiación forzosa. 1. Planteamiento. ¿Todo vicio de procedimiento comporta la nulidad de actuaciones? El Tribunal Supremo responde a esta cuestión planteada como consecuencia de la impugnación de una vía de hecho en que habría incurrido la Administración en el momento de proceder al levantamiento de las actas previas a la ocupación de unos terrenos en un procedimiento expropiatorio. Al parecer, la Administración citó correctamente a los afectados, con indicación del lugar donde se procedería al levantamiento de las referidas actas; a consecuencia de la situación de protesta generalizada puesta de manifiesto por trabajadores y por directivos de las empresas afectadas por la expropiación y con conocimiento de todos los afectados, los funcionarios actuantes en este trámite se vieron obligados a trasladarse para su práctica a otro edificio. Una de las empresas afectadas, contraria a la expropiación, no acudió al lugar. Más tarde, en base a este cambio de lugar para el levantamiento de las actas, esta empresa impugnó la vía de hecho en que habría incurrido la Administración. El Tribunal Superior de Justicia, en resolución del recurso contencioso administrativo negó la existencia de la vía de hecho y, en consecuencia, negó que se incurriera en causa de nulidad alguna. Contra esta sentencia, la empresa interpone recurso de casación; uno de los motivos es la infracción de los artículos 21.3 y 52.3 de la Ley de Expropiación Forzosa y jurisprudencia del Tribunal Supremo pues la sentencia impugnada permite a la Administración actuar al margen de toda legalidad en el acto de levantamiento de las actas previas de ocupación. Los referidos artículos establecen lo siguiente: Los artículos 21.3 y 52.3 de la Ley de Expropiación Forzosa establecen lo siguiente: Artículo 21.3: 1 “Además habrá de notificarse individualmente a cuantas personas aparezcan como interesadas en el procedimiento expropiatorio, si bien en la exclusiva parte que pueda afectarlas.” Artículo 52.3. “En el día y hora anunciados se constituirán en la finca que se trate de ocupar, el representante de la Administración, acompañado de un perito y del Alcalde o Concejal en que delegue, y reunidos con los propietarios y demás interesados que concurran, levantarán un acta, en la que describirán el bien o derecho expropiable y se harán constar todas las manifestaciones y datos que aporten unos y otros y que sean útiles para determinar los derechos afectados, sus titulares, el valor de aquéllos y los perjuicios determinantes de la rápida ocupación. Tratándose de terrenos cultivados se hará constar el estado y extensión de las cosechas, los nombres de los cultivadores y el precio del arrendamiento o pactos de aparcería en su caso.” 2. Consideraciones del Tribunal Supremo El Tribunal Supremo parte del contenido del concepto de vía de hecho para centrar la resolución de la cuestión planteada. En este sentido, con cita de la sentencia de la misma sala del Tribunal Supremo de 5 de febrero de 2008, reiterada con posterioridad en otras resoluciones, afirma que dentro del concepto de vía de hecho se incluye “tanto la actuación material de las Administraciones Públicas que se producen sin haber adoptado previamente una decisión declarativa que le sirva de fundamento jurídico, como aquella otra actividad material de ejecución que excede evidentemente del ámbito al que da cobertura el acto administrativo previo, es decir, la vía de hecho se configura como una actuación material de la Administración que actúa desprovista del acto legitimador o de cobertura (falta de derecho -manque de droit-) o con tan graves vicios o defectos que supongan la nulidad radical o de pleno derecho (ausencia de procedimiento -manque de procédure-).” En el caso concreto planteado, la vía de hecho que se denuncia se refiere a la actividad de la Administración realizada sin acto legitimador, es decir, “es uno de los supuestos de vía de hecho que consagra nuestra Ley Jurisdiccional en los artículos 25.2 y 30 y que la jurisprudencia de este Tribunal Supremo admite cuando se prescinde del procedimiento legalmente establecido o de sus requisitos sustanciales, concretamente cuando falta la declaración de utilidad pública o interés social, cuando las obras comienzan sin el cumplimiento de las formalidades legales exigidas para la ocupación de los bienes expropiados o cuando se ocupa un bien que no está incluido en la relación de bienes y derechos expropiados.” El Tribunal Supremo niega que en el asunto analizado se haya prescindido del procedimiento y, respecto al vicio alegado por el recurrente relativo a que las actas previas integran irregularidades determinantes de nulidad del procedimiento expropiatorio, recuerda la doctrina sobre la nulidad o anulabilidad procedimental de los actos administrativos y afirma que en la esfera administrativa “ha de ser aplicada con moderación la teoría jurídica de las nulidades, advirtiendo que en la apreciación de supuestos vicios de nulidad ha de ponderarse la importancia que revista el derecho a que afecte, las derivaciones que motive, la situación y posición 2 del interesado en el expediente, y en fin, cuantas circunstancias concurran, resultando contraproducente decretar una nulidad del acto que conllevaría una nulidad de actuaciones con la consiguiente reproducción de las mismas, para desembocar en idéntico resultado, lo que desaconseja la adopción de tal drástica medida, siguiendo lo propugnado por el artículo 52 de la Ley de Procedimiento Administrativo de 1958 y el 66 de la actualmente vigente y la filosofía de que el derecho no es un fin en sí mismo, ni los trámites pueden convertirse en ritos sacramentales, disociados, tanto en su realización como en su omisión, de los efectos que produzcan, toda vez que el culto a la forma ha de ser rendido en cuanto sirve de protección y amparo frente al ejercicio precipitado o desmedido de la potestad administrativa.” Concluye que “no puede confundirse el vicio de nulidad, derivado de la omisión total y absoluta del procedimiento establecido o de los demás supuestos contemplados en el artículo 47 de la entonces vigente Ley de Procedimiento Administrativo, con la simple irregularidad formal no productora de indefensión.” 3. Conclusiones del Tribunal Superior de Justicia En consecuencia, el Tribunal desestima el recurso y considera conforme a derecho la conclusión del Tribunal Superior de Justicia en la que se negó la existencia de vía de hecho, al considerar probada la correcta citación del recurrente al levantamiento de las actas previas y de su conocimiento cierto del traslado de lugar y de éste mismo -del nuevo lugar- por hechos extraordinarios concurrentes en el momento y lugar de levantamiento. Estima correcta esta conclusión máxime cuando la recurrente reconoce que fue correctamente citada para el levantamiento de las actas previas en el marco de un procedimiento expropiatorio. A este razonamiento añade que la Ley de Expropiación Forzosa, en su artículo 1251, limita la vía de hecho a los “supuestos de incumplimiento de los requisitos sustanciales de declaración de utilidad pública o interés social, de necesidad de ocupación y de previo pago o depósito, sin que en este caso se denuncie ninguna irregularidad en esos tres momentos.” 1 El artículo 125 de la Ley de Expropiación Forzosa establece lo siguiente: “Siempre que sin haberse cumplido los requisitos sustanciales de declaración de utilidad pública o interés social, necesidad de ocupación y previo pago o depósito, según proceda, en los términos establecidos en esta Ley, la Administración ocupare o intentase ocupar la cosa objeto de la expropiación, el interesado podrá utilizar, aparte de los demás medios legales procedentes, los interdictos de retener y recobrar, para que los Jueces le amparen y, en su caso, le reintegren en su posesión amenazada o perdida.” 3