nona, décima octava, décima séptima, ni décima sexta. Comparamos su longitud respectiva, y no descubriendo alguna proporción de­ terminada j sino que á poca diferencia son iguales entre sí,, conocemos que esta planta no va compreendida en la clase décima quinta, ni décima quarta. Así pues, debemos resolver que per­ tenece á una de las clases, cuyo carácter se toma del numero de los estambres, que son las trece primeras j y hallando en la flor del Lino el numero de c i n c o , quedamos seguros de que la encontrare­ mos en la clase Tentandria ó de cinco es^ tambres. Hallada ya la clase, en lugar de ha­ ber de buscar esta planta en medio de mas de mil y trescientos géneros, la tenemos reducida entre menos de doscientos. Tratamos ahora de determinar el or­ den á que corresponde en la misma cla­ se, teniendo presente que el numero de pistilos establece los órdenes h y hallan­ do que tiene cinco j venimos en cono­ cí-