LOS DELINCUENTES DEBEN IR A LA CARCEL

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SUPLEMENTO
ORGANO DE LA CONFEDERACIÓN GENERAL DE JUBILADOS, RETIRADOS PENSIONADOS Y ADULTOS MAYORES DEL PAIS
Año 66 - Nº 769 - Reg. de la Propiedad Intelectual Nº 269.007 - Septiembre 2014 - Sede Central: Perú 1738
LOS DELINCUENTES DEBEN IR A LA CARCEL
LA LEY DE ABASTECIMIENTO DE YRIGOYEN-ALVEAR-ILLIA-EL MUNDO DE HOY
LA HISTORIA DE LA LEY DE ABASTECIMIENTO
Nos llevaría todo el presente ejemplar, detallar la historia de esta ley, cuya sanción fue
obligada, siempre, por la especulación, el desabastecimiento y el agio, ejercido como
“modus operando”, “modus desestabilizanti” y hambreamiento del Pueblo, para mantener una suerte de sumisión, al mercado y
al imperio -siempre-. Esta suerte de delincuentes-empresarios, “formadores permanentes de precios” y de inflación, contra la
democracia y el país. Eternos conspiradores
y golpistas, que son -junto a USA, la CIA, la
Embajada y sus mercenarios-, el componente civil y político “de por vida”, de todos y
cada uno de los conatos y derrocamientos de
gobiernos, en este casi centenario período
contemporáneo argentino. Más precisamente, desde 1928 (en el ’30 voltearon a Irigoyen, el primer presidente del voto universal),
en que comenzó la conjura, que habría de
culminar en el golpe de José Félix Uriburu,
tristemente célebre iniciador de la década infame, a partir del fraude ejercido, proscribiendo a los radicales y arrebatando la victoria
a la Alianza Socialista-Demócrata Progresista (partidos inexistentes, hoy, más allá de que
su ideología permanezca en las cabezas de
muchos valiosos militantes, sumados a la inteligente convergencia gobernante. Antes de
pasarle la posta a Marcelo Torcuato de Alvear (su querido correligionario y amigo -el
más cercano a sus afectos, desde la gesta de
aquél 26 de julio de 1890, que marcaría el
nacimiento del más antiguo de los partidos
de corte nacional-), en 1922, Don Hipólito
dio vida a la primera Ley de Abastecimiento, para dar un corte a la avaricia, la mezquindad y la ambición feroz de los
empresarios delincuentes (los delincuentes,
decimos, ya que son muchos los que han hecho honor a la lealtad comercial). Sirvió a
ambos mandatos y al Pueblo, por cierto. Luego, durante largos años, la delincuencia tu-
vo vía libre. La iniciativa, pues, fue de neto
corte democrático, con el sello del gobierno
radical, tanto de Hipólito cuanto de Marcelo (No se tuteaban, pero se llamaban por el
nombre, afectivamente). Lo de Perón, es cierto, fue épico. Quienes vivimos -especialmente-, en esa época, recordamos algo que, por
narraciones, conocen muchos argentinos más
jóvenes. Ante el gran atropello empresarial
-también contra la democracia y el pueblo-,
puso en vigencia la ley radical. Pero fue más
allá (diríamos que a iniciativa de esa tea revolucionaria que fue Evita, dado que Perón,
siempre, tuvo cierta mesura, para el manejo
de los negocios públicos). Implementó una
campaña denominada “la batalla de los sesenta días”, contra el agio y la especulación.
Esa suerte de combate pacífico, pero decidido, se actualiza, en nuestra memoria y en
nuestra retina. El gobierno fijó precios máximos y sacó a la calle no solo a los inspectores, sino a los empleados públicos, a los
cuales se proveyó de una credencial provisoria, a ese solo efecto. El control de industrias y comercios debía ser estricto. Y como
se trata de personas que jamás respetan la ley
y evaden -siempre-, pero que -por lo mismo, son “hijos del rigor”, la famosa batalla de
los sesenta días, necesitó solo unos pocos,
para alcanzar sus objetivos. Cuando los especuladores vieron que la cosa iba en serio y
era absolutamente legal, clausurada alguna
fábrica y cerrados unos negocios, además de
las multas labradas, se detuvo la carrera delictiva, formando precios, desestabilizando
y creando inflación, artificialmente y sin sentido legal y honesto. Seguramente debemos
recalar, -muchos años después-, en otro gobierno radical de gran ejemplaridad, mas allá
de que aun se mantuviera proscripto el peronismo, por obra y gracia de gobiernos de facto y civil; el de Frondizi, pese a haber
ascendido, luego del pacto erróneo, que lo
llevó al poder, con los votos del propio peronismo (traiciones parecidas a las de “mi
voto no será positivo”, no?). Al Dr. Arturo
Humberto Illia, no le tembló el pulso, para
avanzar con la Ley de Abastecimiento y con
el control de los Laboratorios, la Patentes y
los Medicamentos, pese a que se trataba de
una mafia internacional (avalada por EE. UU.,
dueña, usurpadora y ladrona, en la materia).
Y sabiendo, casi, lo que le podía ocurrir. Y
le ocurrió. Ello le hizo entrar, definitivamente, en la Historia Grande y lo consagró, como grande. En este caso, todo ello se conjugó
con las directivas del imperio, que ya tenía
designado a Onganía, para poner en marcha
la ejecución del Plan Cóndor, que se demoró, por pocos años fuera de lo previsto por la
Junta Interamericana de Defensa. Lo que si
se produjo, para nuestra desgracia, fue el derrocamiento imperial-cívico-militar, del gobierno del médico de Cruz del Eje (nacido
en Pergamino); reconocido, por siempre, por
su honestidad, hombría de bien y generosidad. Perón, una vez más, se encargó de poner en práctica tal ley, en 1974. Como la
ignorancia supina de la oposición -particularmente la de los “radicales”-, es tan inmensa, les recordamos, como a todos nuestros
connacionales y no connacionales (infames
traidores a la Patria y de los otros), de qué se
trata, ya que están en contra de sus propias
iniciativas (originalmente, claro está); por
desconocimiento, acción, omisión o -reiteramos- infame traición a la Patria, como lo
señala el Artículo 28 de la Constitución Nacional, no porque se nos ocurra a nosotros,
“políticos de especie rara y de un nuevo cuño”, que jamás se informan de nada y desconocen todo; menos, claro está, las directivas
que les baja el imperio, a través de la CIA y
la embajada, recibidas en las tan asiduas visitas a su sede porteña y en la propia Unión,
en medio de sus repetidos viajes.
CONVOCATORIA
64º CONGRESO
GRAL. ORDINARIO
PALACIO SAN MARTIN
OCTUBRE 28 - HORA 10
INGRESO POR: ESMERALDA 1212
(FRENTE DEL PALACIO: ARENALES 1750)
HOMENAJE A
NESTOR CARLOS
KIRCHNER
En base al siguiente temario:
1) Comisión de Poderes e Informe.
2) Comisión de Propuestas e Informe.
3) Bienvenida e Informe Secretaria General.
4) Informe Comisión Revisora de Cuentas.
5) Consideración Memoria
y Balance 1-1/31/12/2013.
5) Asuntos Varios.
6) Plenario Abierto.
7) Informe Miembros
8) Comisión Organizadora 1º.
Encuentro Internacional de Comunidades.
9) Mensaje de Clausura Presidente Ejecutivo.
CARMEN PEREZ SECRET. GRAL.
OMAR ANGEL BATISTA VPRES. CONSULTIVO
RICARDO CAPDEVILA APODERADO GRAL.
CARLOS VALLE PRESIDENTE EJEC.
MUJERES EN LUCHA POR EL SUFRAGIO
Sarmiento, contra la opinión internacional, permitió votar a las mujeres, en 1854, en la Pcia. de
San Juan, de la cual era gobernador. Casi cien años
después, luego de una tenaz lucha, María Eva Duarte de Perón impulsaría la ley por la cual todas las
mujeres de la Argentina habrían de conquistar el
derecho a sufragar y a ser electas, respondiendo a
los reclamos casi centenarios, de relevantes figuras de los movimientos feministas. Si bien muchos
socialistas centraban sus esfuerzos en la posibilidad de que, por encima del género, todos gozaran
de igualdad ante la ley; no solo en materia de derechos cívicos, sino, también, en términos laborales y de previsión, resultaba imposible, por entonces,
arribar a ese grado de justicia. Por ello, recordamos la decisión del Maestro, porque su pensamiento era firme, en este como en la absoluta mayoría
de las cuestiones que abordaba. Siendo Presidente de la República y ante la ausencia de mujeres en
la conducción del gobierno, no solo reclamó, sino
que afirmó que las mujeres, por su sensibilidad e
inteligencia, serían mayoría, tanto en los negocios
públicos, cuanto en los claustros. Debió pasar una
larga procesión, de cerca de un siglo y medio, para que una mujer se impusiera -y lo hiciera amplia-
mente- en comicios libres y con gran participación,
para que se consagrara Primera Presidenta de la
República. Y fue esta, nuestra actual Jefa de Estado, reelecta cabalmente, por casi el 55% de los votos, absolutamente lejos de quien ocupara el
segundo lugar, en los comicios que tuvieron lugar
en el año 2011. Casi sesenta años, asimismo, debieron pasar, desde la gesta de Evita, para que -la
más cabal de sus sucesoras- pudiera conducir los
destinos de la Patria. Mas, fueron muchísimas las
mujeres que, en la Argentina, enfrentaron todos los
riesgos que se pueda imaginar, en pos de éste y de
todos los logros conquistados, en más de 200 años
de vida independiente. Mencionaremos, pues, a solo unas cuantas de tantas y relevantes ilustres precursoras. Sabemos que nuestras mujeres de Mayo,
a puro coraje, no eran ajenas a esta ideología igualitaria; como Mariquita Sánchez, María Remedios
del Valle y la propia Manuela Sáenz (la de Quito),
además de toda una pléyade de notables, a las que
tanto debemos. Pero más acá, rozando el siglo XX,
o excediéndolo, seres de la condición de las hermanas Chertkoff (acriolladas); o Cecilia Grierson,
Alicia Moreau, Pascuala Cueto, de una larga lista,
lo dieron todo, como la propia Eva Duarte, para
que sus congéneres recibieran el reconocimiento
merecido, por su propia condición, que les otorga
el primer nivel, en esta escala humana queintegramos. PARA ELLAS, NUESTRO PERMANENTE Y TOTAL HOMENAJE, POR ESE APORTE
FUNDAMENTAL QUE CONSAGRO SUS VIRTUDES E INTELIGENCIA A LA VEZ QUE ENRIQUECIO NUESTRA EXISTENCIA E
ILUMINO EL CAMINO DE LAS MAYORIAS
POPULARES.
SIEMPRE HABREMOS DE VOLVER A LAS FUENTES
2
ESTAMOS CONTRA EL GOLPE DE ESTADO MERCENARIO
DUHALDE/BARRIONUEVO/MOYANO/VENEGAS/EMPRESARIOS/CORPORACION MAFIOSA/MEDIOS
FINANCIADOS Y CUMPLIENDO LOS PLANES DE USA A TRAVES DE LA CIA Y LA EMBAJADA EN CABA
Ya no se trata solo del “golpe suave”; como el pueblo les
da la espalda, permanentemente, pierden la paciencia y vuelven a su rutina de miserables
sirvientes y sicarios del imperio, implementando golpes de
estado. Su condición de genocidas, asimismo, les otorga licencia para matar. Todos ellos
fueron cómplices y partícipes
necesarios del proceso criminal
que vivió el país y su pueblo.
Delatores y simples “buchones”, en algunos casos. Para
ellos, la intervención de las FF.
AA., con directivas de la Escuela de las Américas (Junta Interamericana de Defensa), el
derrocamiento cívico-militar de
los gobiernos, les facilitaba la
tarea asesina, que llevó, sin excepción y en forma absoluta,
al total y permanente empobrecimiento; falta de empleo; de
salud; de educación. Dependientes del imperio, en tanto
ellos, viles entregadores, acumulaban más poder y riqueza
económica. Aquél que vivía en
una piecita, en el Partido de Lomas de Zamora -con su mujery provenía del Partido Demó-
crata Cristiano, debió pedir la
intermediación del justicialista
Mercuri, para solicitar el crédito que le había sido adjudicado
a Alvarez -Acción Social de la
comuna local-, “porque carecía
de vivienda” y hoy es multimillonario, habiendo usurpado, en
aquélla época (como episodio
posterior a la ayuda de Alvarez), primero, una concejalía y
-más tarde-, la Intendencia. Ello,
como paso previo a la vicepresidencia, en pago a su participación en el derrocamiento de
Alfonsín, junto a Menem, Cavallo y Guido Di Tella -entre
otros- y -siempre-, en comunión
y con los apoyos económicos y
logísticos de Estados Unidos
(totalidad de la corporación- político-sindical-mediático-mafiosa, en acción; como hoy).
Hubo otros conatos y golpes,
como ese, sin FF. AA. (corresponde que señale, en este punto que, así como “le dio una
violenta lección”, a López
Echagüe, quien debió refugiarse en el Uruguay, seguramente
no le tiemble la mano, para acabar con mi vida; espero que la
Justicia no sea cómplice de mi
asesinato, como lo ha sido de
todos los delitos que se han cometido, históricamente; sabrá
el Pueblo y -en especial-, los
diez millones de compatriotas
representados por la Confederación, que, de aparecer muerto, la “mano negra” es la de
ellos). Lo mío no se trata de un
exceso de coraje. Nadie arriesga su vida, frente a toda esa
mafia, sin temor. Pero, como
somos responsables del futuro de la Patria; de nuestro
Pueblo; de nuestros hijos, nietos y de todas las generaciones que habrán de sucedernos,
no podemos ceder, ni podemos renunciar a todo lo conquistado, pese a ellos y contra
ellos. Los que, entre mil plagas
más, convinieron con el Cartel
de Medellín, mientras caía, para recibir y brindar protección a
sus familias, a cambio del dinero del narcotráfico y su lavado.
Que se convirtieron en “capos”,
del Cartel de Cali, en el país; fijando “zonas liberadas”, para
que se efectuara el tránsito hacia otras naciones y Europa; permitiendo, asimismo y en forma
imperdonable, el tráfico inter-
no, bajo su exclusiva dirección.
Esto es lo de ellos. Entrega infame. Miseria para el Pueblo argentino. Vaciamiento del país
(aparato productivo, incluido,
para que la dependencia y la explotación sean totales). Quiebra
definitiva del Sistema Previsional. Tráfico de armas y trata de
personas. No más Asignación
Universal por Hijos. No más becas de estudio. Privatización de
la Salud; de la educación; de todos los servicios que el Estado
ofrece gratuitamente, para el crecimiento; el bienestar y la recreación de la población. Podría
continuar, pero todos debemos
ser partícipes del conocimiento
de la realidad y de la defensa incondicional de nuestra condición de vida y nuestra dignidad.
CHAMUYANTES INEPTOS
Y POLITICOS DE OCASIÓN
En realidad, por encima de esa condición que los priva de condición alguna-, se trata de
mercenarios de ocasión y testaferros del imperio. Todos los “cabezas”, de la oposición más
pobre de la historia, demuestran un desconocimiento de cómo se organiza y conduce el Estado, por mandato del Pueblo, que no puede ser
de otra manera. Manifiestan no saber que el Estado se financia con tributos, de diverso orden,
aportados por absolutamente todos los ciudadanos del país, sean ellos trabajadores, consumidores, comerciantes, empresarios, productores
agroganaderos. También todo lo que hace al
movimiento económico y financiero, de diversa naturaleza; se trata de aportes que vienen de
todas las actividades y de los distintos patrimonios. Macri, Massa y el resto de todos los los
integrantes de un mismo pelo, ya son mercenarios y testaferros del imperio y pregonan por la
abolición de todos los impuestos. Sabemos,
quienes dirigimos el movimiento de jubilados,
por elección y respetando el mandato de nuestros representados, que sin el pago de tributos,
el sistema provisional argentino se fractura, definitivamente, terminándose las jubilaciones y
pensiones. En los ’90, derrotamos al sistema,
que quería, con el sumiso aval de Menem, pagar solamente una pensión a la vejez, de 50 a
80 dólares. Quienes proponen la eliminación de
los tributos, o su reducción, tienden a ello; más
allá de que digan representar a jubilados, o apoyarlos. No es así. Conciente o inconcientemente, son parte de la conjura en contra de la
soberanía argentina y de la desaparición del derecho previsional y las conquistas que hemos
logrado, en estos más de diez años. Los gobiernos pueden, o no, pasar, pero nuestros avances
deben defenderse, a costa de cualquier sacrificio. Chamuyantes ineptos, ellos, mercenarios
y grupos serviles, al servicio de los opresores
y genocidas del mundo. Si se ejerciera el oficio de pensar, tanto miserable no tendría lugar, ni tribuna alguna. Pero, de idiotas útiles
al sistema y a sus “empleados” locales, está
muy saturada la “actividad política” de todos
los ámbitos. Lo cierto es que la oposición
marcha al ritmo de la corporación políticomediático-sindical-mafiosa, bajo la batuta de
Héctor Magnetto. Como el mismo Eduardo
Alberto Duhalde, otro de los “intermediarios”, que va y viene, en permanentes viajes
al norte, para traer dólares cuantiosos y directivas precisas y renovadas, para los mil intentos de desestabilización y golpe suave, que
se reiteran en forma periódica. La inseguridad mas segura es que tengan éxito, ya que
enfrente tienen al Pueblo y a las verdaderas
instituciones. El proyecto destitutivo tiene que
ver con la propia impotencia de los mentirosos chamuyantes y su manifiesta ineptitud.
No obstante, hay expresiones
del Pueblo y de la juventud, que
nos hacen sentir seguros de que
seguirá habiendo futuro, porque
hay presente. Además, porque
nadie está decidido a permitir
que se nos arrebate la vida. A fines del 2002, yo era un muerto
civil. Con la desesperación de
ver que estábamos al borde de
la disolución nacional; impotentes; sin fuerza ni reacción posible. Jamás olvidaré -porque
tengo memoria, claridad y experiencia-, que hubo quien “nos
devolvió la vida”.Que hubo alguien que nos fortaleció el espíritu y retempló esa condición de
luchadores, que signó nuestra
existencia, uniéndonos, para la
Victoria. Primero convergimos;
luego avanzamos. De a poco, pe-
ro sin pausa, nos pusimos de pie
y volvimos a creer. Sentimos
que era posible y lo hicimos posible. La construcción fue, entonces, colectiva. El hombre de
esta historia, en esa nueva aurora, contó con nosotros y entre
todos pudimos. Néstor será esa
guía formidable, en estos nuevos y vibrantes tiempos. La gran
estadista de esta historia. La
mater et magistra -excepcional e indiscutible-, tomó la tea
y engrandeció esa obra. Una
obra que debe ser para los
tiempos. El Pueblo saldrá victorioso, como la Argentina
misma, frente al embate vil,
canallesco, vesánico y estéril,
de todos los infames traidores
a la Patria; miserables enemigos del Pueblo, sin destino.
CLARIN ESTAFÓ A
LOS JUBILADOS
Y PRETENDÍA
EMITIR MONEDA
NO LE PERDONAN A AMADO BOUDOU HABER
EVITADO NOS SIGUIERAN ROBANDO Y SE QUEDARAN CON LA CASA DE MONEDA ESTOS MERCENARIOS MISERABLES AL SERVICIO DEL IMPERIO
TAMPOCO QUE LES QUITARA EL NEGOCIO DE
LAS AFJP PARA EVADIR DEL PAIS EL DINERO DE
LOS APORTANTES COMO EVADEN AL FISCO EN
MATERIA DE IMPUESTOS Y APORTES JUNTO A “LA
NACION” “LOS DEL CAMPO (¿)” MUCHOS EMPRESARIOS Y UNA LARGA LISTA DE DELICUENTES
CONTINUAMOS RECLAMANDO LA EQUIPARACION: EL HABER JUBILATORIO
MINIMO Y EL SUELDO MINIMO Y VITAL DEBEN SER DEL MISMO MONTO
Tal es nuestro requerimiento permanente, en virtud de que, antes del acto de
la puesta en vigencia de la Ley de Movilidad, no se había efectuado la necesaria y obligatoria recomposición de
haberes jubilatorios, la cual hubiese determinaba un piso más elevado, en cuanto al monto inicial, o base, de la aplastada
pirámide, para determinar correctamente -y con justicia- la posterior prestación.
También, en virtud de que lo vital es vital, como cifra mínima, para poder sufragar el costo de una supervivencia
digna, que no tiene nada que ver con la
edad de quien recibe tal remuneración,
sino con su derecho a la existencia. Y
requerimos tal decisión, con la plena memoria de lo que nos ocurrió, hasta el 25
de mayo del 2003. Cuando no existíamos y padecimos 15 años, con $ 145.+ $ 5., que daba PAMI. El reclamo va
mas allá de tal circunstancia, dado que
todo cambió y que los mayores tienen
todos los derechos del resto de la pobla-
ción, por los menos. En el país de la
libertad, que hemos construido entre
todos, gracias a esa inteligente convergencia de ideas y de voluntades, que
se transformó en esta realidad que vivimos. Jamás habremos de negar estas
realidades, que son obra del esfuerzo común, mancomunado con todas las muestras de la capacidad; el esfuerzo y el
patriotismo puesto de manifiesto por la
conducción de los destinos del país, en
estos más de once años de gobernantes
populares y democráticos, con absoluto
respeto por el mandato recibido de nuestra parte y por el resto de las manifestaciones de otros sectores.
Consideramos que la medida requiere cierta urgencia, ya que los empresarios delincuentes, formadores de precios,
no tienen consideración alguna, por nadie; tampoco los especuladores del mercado y la producción agrícola; quienes
no solo han sobrevaluado el dólar, tras
la operación del presidente de SHELL,
Aranguren, con el banco Francés y otras
entidades, agregando, como los propios
formadores de precios, cifras a la inflación, en forma artificial, para aumentar
las riquezas de unos pocos, a costa del
hambre de unos muchos. El Estado tiene la obligación de enviar a prisión a todos los delincuentes. Más aun a quienes
perjudican al país y a la mayoría del
Pueblo. Sin consideración alguna, habida cuenta de que buena parte de estos
personajes, integrantes de la corporación político-sindical-mediático-empresarial-mafiosa, son los mismos que
integraron las filas del genocidio y la
entrega durante el proceso y en los ’90
+ ‘99/25 de mayo 2003 y lo hicieron en
calidad de cómplices y partícipes necesarios. Todo esto debe estar presente en
nuestra mente y contra ellos debemos
luchar, permanentemente. Pero el Estado debe pensar, con mayor compromiso, aun, en los mayores, jubilados y
pensionados; en la realidad de su enve-
jecimiento -cada vez más pronunciadoy en la necesidad de construir nuevas
políticas de Estado -justamente-, para
que perciban prestaciones más justas y
puedan optar por una vejez activa -en
algunos casos- y productiva, cuando
puedan y deseen hacerlo, para poder enfrentar los serios compromisos que la
política previsional tiene ante si. Y que
resultan crecientes, día tras día. Para
que ello ocurra, en el menos tiempo posible, se debe consultar a los interesados. Más que testigos, los mayores
deben ser protagonistas del cambio, junto a mandatarios, legisladores y funcionarios. La Patria y el futuro demandan
urgentemente tal actitud.
LA EXPERIENCIA ES PRODUCTO DE LOS AÑOS EN QUE MAS
QUE PERMANECER HEMOS EXISTIDO Y NADIE MEJOR QUE NOSOTROS SABE CUALES DEBEN SER
LAS SOLUCIONES A NUESTROS
PROBLEMAS.
CONFEDERACION
GENERAL DE
JUBILADOS
RETIRADOS
PENSIONADOS
Y ADULTOS
MAYORES DEL PAIS
PRIMERA ORGANIZACION
A NIVEL MUNDIAL
FUNDADA EN 1948
FUNDADA EL
30 DE SETIEMBRE
DE 1948 PERSONERIA
JURIDICA
DECRETO Nº 13-419/59
INSCRIPCION R.N.E.J.P.
N1 01-001-001-006
EL GOBIERNO QUE MÁS HIZO POR NOSOTROS...
3
POR QUE DIGO LO QUE DIGO
BUENOS AIRES COMUNIDAD DE NACIONES HERMANAS DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE
SETIEMBRE 2014 - CARLOS VALLE
ANTECEDENTES
Como nací antes de la guerra y mi padre biológico partió el 16 de noviembre
de 1940, mas que joven y adherido a las
ideas de Alem, no es preciso aclarar que
provengo de antes del peronismo-antiperonismo que, para muchos, trasciende ciegamente los tiempos y las acciones, de
manera tan irracional, que no les permite
entender y los obnubila, de forma que no
puedan utilizar la inteligencia, para reconocer los hechos y las diferencias; las realizaciones y los avances. En materia de
mayor cantidad y reivindicación de derechos; de conquistas sociales; de un progreso educativo sin límites; de todos los
descubrimientos técnicos y científicos; de
la contención previsional, cercana al 100%,
de adultos mayores, jubilados, pensionados y con acceso a prestaciones de salud,
cultura, recreación, educación, asistencia
social y todo un mundo nuevo, debido a las
luchas y requerimientos de todos. La negación impide entender que la autoría es colectiva. No anida en mi, por todo ello, ni el
odio; ni el rencor; ni el veneno; ni el rechazo del otro, o por el otro que, en definitiva,
soy yo. Yo soy el otro, razón por la cual, no
debo, ni puedo, ni acepto el repudio inconciente por el otro. Ese es el ser mas entrañable de mi yo, que soy yo mismo. Es
genético. Es racional. Es profundo. Y es,
por tanto, ideológico. El hombre es un animal político y sus acciones no pueden desconocer, o rechazar, su propia condición.
El hombre se conforma ideológicamente.
Por si, o por la influencia externa. Mas, su
pensamiento es ideológico. Cree en los movimientos sociales, o los niega y se niega;
prestándose, pues, a los mandatos del imperio; a la dependencia y sumisión de las
naciones y, por ende, a su propia esclavitud, dado que no puede evadirse de la realidad. Aunque se aisle, o entre en estado de
inanición. Ello solo lo puede acercar, mas
rápidamente, al abandono de la existencia,
a su muerte, o a la del conjunto animal-humano, del cual es parte.
LA VISION AMPLIA Y LA INTELIGENCIA MERIDIANA
El hombre nace con tales elementos,
o puede adquirirlos; acceder a ellos. Lo
menos que puede hacer es abrirse. Abrir
su mente. De no ser así, jamás podrá formarse, avanzar, entender. Será permanente presa de los ancestrales enemigos de la
humanidad. En nuestro caso, de los “infames traidores a la Patria”, que pululan,
sin espacio, ni tiempo, en todos los ámbitos. Medios, política, gremios; como mafia y en mafia, usando al resto y contra ese
mismo resto, que sólo se da cuenta cuando se encuentra al borde del abismo (como ocurriera entre fines del ’89 y mayo
del 2003), o ya en las fauces del abismo
y sin retorno. Al ir reconociendo al otro,
supe del reconocimiento y el amor hacia
los creadores; los constructores; los libertadores; los educadores; los luchadores;
los talentosos; los geniales; los estadistas;
los luminosos iluminadores; los fraternales; los amistosos. Los que hacen de su vida una tea revolucionaria, en pos de la
emancipación de sus congéneres, entregando su propia existencia. La de los trabajadores, sufridos y consecuentes, que
crean la riqueza de las naciones y el progreso de los pueblos. Y reconocí la grandeza de quienes hacen un culto de la
amistad y se entregan, para siempre. Pero, como repito, reiteradamente, no se trata, aquí, de referirme a mi vida. Tema a
abordar en otras líneas. De lo que se trata, si, es que se comprenda que no digo lo
que digo por animadversión por nadie, sino en base a los hechos históricos y a las
características y la actuación pública de
los propios protagonistas de esa misma
historia. Nada mas lejos de mi intención
que la de intentar desconocer o tergiversar la actuación; la personalidad, o las manifestaciones de nadie. Si, siento afecto y
reconocimiento intelectual, por Leandro
Alem y Aristóbulo del Valle; por Juan B.
Justo y Nicolás Repetto; por Lisandro de
la Torre y Enzo Bordabehere como por todos los luchadores y militantes de la izquierda auténtica y revolucionaria (de
cambio), de ayer y de hoy; mal podría hablar desde la superficialidad y el vacío irreflexivo. El duro oficio de pensar debe
ejercerse siempre y en profundidad. En el
presente caso, me referiré solo a la realidad y los acontecimientos que la gente conoce, para llegar a mis afirmaciones de la
actualidad y su porque. Trataré de no interferir, con mi pensamiento, lo mas posible, para que sean ustedes quienes
deduzcan, con el simple análisis que resulta menester. Seguramente, convendrán
conmigo en que no todo pasado fue mejor. Solo basta para ello, recordar, tan solo, las épocas de Onganía, Videla y
Menem, para no ir mas lejos. No obstante, en este caso, retrocederemos a la etapa contemporánea que cubre, casi, un siglo
y que comienza con la puesta en marcha
de la Ley del Sufragio Universal, Secreto
y Obligatorio (rememorada como “Ley
(R.) Sáenz Peña”). Don Juan Hipólito del
Sagrado Corazón de Jesús Yrigoyen Alem
(Irigoyen, es lo mismo, decía “Don Hipólito” y estaba en lo cierto), será, pues, el
primer protagonista de esta historia. Historia que habrá de llegar a nuestros días,
prologando las conclusiones definitivas.
Sucesivamente, viajaremos juntos por el
espacio de la memoria, para vivir las presidencias de Marcelo Torcuato de Alvear;
Juan Hipólito Irigoyen (por 2ª. vez) y
Agustín P. Justo; Roberto Marcelino Ortiz y Ramón S. Castillo (vicepresidente de
aquél-que asumió a su muerte-); Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi; Arturo
Humberto Illia y Héctor José Cámpora;
Juan Domingo Perón (por 3ª. vez) y Raúl Ricardo Alfonsín; Carlos Saúl Menem
y Fernando De La Rúa; una sucesión de
varios, que culmina con Eduardo Alberto
Duhalde (como de facto, pero civil) y Néstor Carlos Kirchner; desde 2007 y hasta
hoy, Cristina Fernández de Kirchner (primera Presidenta de la República).
12 DE OCTUBRE 1916/1922:
D. JUAN HIPOLITO DEL SAGRADO CORAZON DE JESÚS YRIGOYEN ALEM.
Don Hipolito fue un personajes de características particulares. No únicas, pero
si poco comunes. Comisario de la circunscripción 14ª., antes de la federalización de
Buenos Aires, fue, también, maestro, estanciero, abogado; profesor de la escuela
superior, que tuvo, entre tantos alumnos,
a Alicia Moreau, quien lo recordaba muy
bien, cada vez que ofrecía una charla, sobre su aprendizaje. Pasó por diversas agrupaciones políticas de la época, hasta
acompañar a Alem y a del Valle, en las
fundaciones de la Unión Cívica (de la Juventud) y en la Unión Cívica Radical, que
sucedió a la Revolución del ’90 (1890),
con la presencia, en el mismo Parque de
Artillería, de personajes de la valía de los
formidables médico-cirujanos Juan B. Justo (maestro y figura central de las ideas
sociales, en la Argentina y una de las diez
mentes mas brillantes del socialismo mundial) y Nicolás Repetto, su permanente
compañero, en la ciencia y en la política.
También fueron de la partida, Marcelo Torcuato de Alvear, el propio Hipólito Yrigoyen y otra figura relevante de la política,
Lisandro de la Torre. Claro, las afirmaciones de Leandro Alem y del Valle, aparte
de sus actuaciones destacadas, en todos
los órdenes, eran sumamente atractivas.
Señalar que se trataba de “la lucha de la
causa contra el regimen” y -además-, afirmar que se trataba de “la causa de los desposeídos”, eran harto auténticas
invitaciones a la acción en pos de la justicia social que, en realidad, brillaba por su
ausencia. Pero D. Hipólito era disconformista, por naturaleza. Cambiaba de escenario, a menudo. Y tuvo constantes
desavenencias con su tío; por su propia rebeldía y por considerar que Alem tenía al-
gunas debilidades, en materia de liderazgo; mas allá de que se tratara de un conductor de multitudes -para la época- y de
que fuera, Alem, quien acuñó la condición
de “intransigente”, bajo cuyo paragua se
alinearan la mayoría de los radicales, históricamente. Don Hipólito, sin embargo,
contrastando con la extroversión y los valores dialécticos y oratorios del gran polemista que fue Alem (ya que él era poco
afecto a los discursos y prefería los acuerdos a nivel personal, o en grupo, lo cual
le ganó el apodo de “el peludo”, por el animalito, que se mantenía aislado y dentro
de su cueva), produjo las disidencias entre lo nacional y lo provincial (después del
’80) y supo disentir y acordar, con enfrentamientos y acercamientos (con Mitre, por
ejemplo); levantar en armas y convenir, a
su tiempo. Contra la opinión de la mayoría y pese a los interregnos en materia de
algunos encuentros personales -que no
fueron-, apreció, admiró y tuvo afecto por
“Marcelo”, superando disidencias. Tomando distancia de todo ello, ambos reconocían -tal vez en el fondo-, la matriz ejercida
por Alem y del Valle, en tiempos de amistad con Alsina y concordando -en algunas
cosas-,con el propio Mitre -un “zorro” absolutamente capaz, dotado de condiciones indiscutibles-. Desde el Partido
Autonomista Nacional y el Partido Republicano, Alem y del Valle, con Marcelo e
Hipólito -por un lado- y Mitre, acordando con Alsina -por el otro-, arriban a la
Unión Cívica, que sería el nacimiento de
la U.C.R. (Alem-del Valle) y de la Unión
Cívica Nacional, orientada por Mitre, por
el otro. Lo cierto es que existían diferencias y formas de accionar, mas, en el fondo -siempre-, existieron algunos lazos
fraternales, difíciles de romper. En el camino, Sarmiento había designado a Irigoyen como Presidente del Concejo Escolar
de Balvanera. Además de la tarea legislativa, Don Hipólito fue -como señaláramos
antes-, titular de diversos empleos, abandonados, regularmente, por la propia rebeldía y rechazo a la rutina, considero. La
desaparición de del Valle y de Alem -en
ese orden-, deja a Irigoyen, con el apoyo
de Marcelo, al frente del radicalismo, aunque -como fue su estilo-, desorganizado y
sin proyecto, pero aguerrido, siempre. Obvios detalles inconducentes (como acostumbraba, él mismo, a decir). Nadie,
supongo, puede echar sombras sobre la
persona de Irigoyen. Mi abuelo materno,
Juan Llanos Paleo -muy joven, por entonces-, era un acompañante leal (murió yrigoyenista, “hasta la muerte”, justamente,
pese a su amena relación con Perón, nacida antes del ’40) y era poco reflexivo,
en materia de críticas al caudillo, dado que
su entrega -a esa lucha/pasión- impedía
posibilidad alguna de comentario, sobre
su jefe y amigo. Lo que si reconocía, era
la conjura y traición de círculos que se hallaban en cercanías del conductor intransigente, algunos de cuyos miembros eran
integrantes de su gabinete, particularmente el del ’28, que contribuyó a su caída,
obrando por el propio Yrigoyen. Cabe sí
recordar, en este punto, que hubo una influencia determinante, a la luz del día, o
en las sombras. Ello, desde su aparición,
temprana, sin duda, teniendo en cuenta
que fue el presidente mas joven de la historia. Me refiero a Roca -el “gran zorro”,
mas por sus operaciones políticas que por
sus campañas al desierto, finalizando la
tarea de Rosas, Calfucurá y Alsina, entre
otros-. Seguramente, la irrupción del sufragio universal -por el cual bregaban radicales y socialistas, fundamentalmente-,
hubiera dado por tierra con sus procederes. No obstante, desde otro lado, por cierto, debemos reconocer la brillantez de
Roca que -muy lamentablemente-, caminaba por otra vereda, aunque muchos, ajenos a “su estilo”, debieron mantener
conversaciones con él, colocado como eje
-por él mismo-, de cuestiones que debían
destrabarse acordando, ante la falta de peso de la opinión pública, que, pese a todo,
ya se iba manifestando, tratando de ganar
protagonismo. Todo esto forma parte de
una historia anterior, que no abordo en esta contemporaneidad de los hechos y personajes. De cualquier manera, en aquéllos
tiempos se forjaba la personalidad y la trayectoria del primer presidente ungido, absolutamente, por el pueblo, a través de su
primera irrupción electoral masiva y libre.
El 12 de octubre de 1916, justamente, Yrigoyen se hace cargo del gobierno, con 63
años de edad y una experiencia de lucha
de cerca de 50, habida cuenta de la proximidad permanente con su tío Leandro N.
Alem -hermano de su madre y un trabajador rural, empleado del pulpero y terrateniente Antonio Alen, beneficiado por
Rosas y compañero de Cuitiño, en la mazorca, ajusticiado con él, en la plaza pública, por todos los asesinatos cometidos
por la organización, motivo que, por la
vergüenza y el trauma que lo abatía, llevó a Leandro a cambiar su apellido Alen,
por Alem, dejando la incógnita, que perdura hasta hoy, de la N que, si no era de
Nicéforo nunca pudo desentrañarse de que
se trataba-. Don Hipólito, que había dudado de las condiciones de Alem, como
conductor, tuvo la mejor intención, como
gobernante, pero le tocó un período de
transición, de una dependencia tal -en lo
interno-; de falta de información y desconocimiento de los sucesos que se iban desencadenando que, mas allá de que
conservaba su prestigio y su calidad carismática, se le fue de las manos el control de la policía y el Ejército; una represión
sistemática y sintomática; el asesinato de
los miles de trabajadores, a raíz de las huelgas, en Buenos Aires, Santa Fe, Santa Cruz
y Córdoba, donde los blancos de la represión fueron los estudiantes pese a que Irigoyen veía con buenos ojos la Reforma,
mas no podía regular la violencia desplegada por las policías y los militares. Un
ciudadano honesto y entregado a la causa, como era su amigo leal, Elpidio González, Jefe de la Policía, debió recurrir,
para recuperar el orden, al Jefe del acantonamiento de Campo de Mayo, general
Luis Dellepiane cumpliendo con las directivas del propio presidente. Ante tal circunstancia, que mostraba la debilidad de
Irigoyen, pese a todas sus demostraciones
de buena voluntad y deseos de acordar con
todos los trabajadores y estudiantes (aunque negándose a comprender que la importancia histórica y social que iban
adquiriendo las organizaciones obreras era
irrefrenable; los sindicalistas socialistas y
anarquistas de la época estaban generando nuevas condiciones de vida, para todo
el pueblo; esto, mas allá de su voluntad,
en el sentido de que él quería, también,
que la gente viviera mejor y que contara
con mejores salarios y derechos). No dejó de ser un freno, para su gestión, el tener que estar de acuerdo con algunas
imposiciones del conservadorismo, al no
contar con el número necesario de legisladores, para aprobar determinadas leyes;
debiendo, asimismo, designar cinco terratenientes ganaderos, del mismo orígen político, en calidad de ministros, en un
gabinete con ocho carteras. Tal vez haya
sido el gobierno con mayor cantidad de
decretos de intervención de las provincias,
que haya existido. Es cierto que casi todos ellos, conservadores y radicales, tenían un no muy claro orígen legal, ni
democrático. La presión era mucha y contínua. No obstante, se dejó informar mal
y -con la mejor buena intención,pero erróneamente- accedió a autorizar las represiones, que no deseaba, durante la huelga
de la metalúrgica Vasena -conocida como
“la semana trágica- (contaba abuelo Juan
-antes mencionado, como devoto yrigoyenista-, que gran cantidad de cadáveres
era arrojada a “las chatas”, imponentes carros, tirados por varios pares de de caballos percherones, para ser llevados a
depósitos, en donde se los ubicaba en los
ataúdes, a fin de trasladarlos, en medio de
manifestaciones populares, a distintos ce-
menterios; siendo también reprimidos esos
cortejos); luego, en los alzamientos obreros de Santa Cruz, donde la memoria colectiva denuncia los fusilamientos que
causaron mas de dos mil muertes, a cargo del ejército nacional y con la designación, suscripta por el propio presidente,
de una serie de jefes y oficiales, finalmente a cargo del Tte. Coronel Héctor Benigno Varela, quien se prestó a la masacre
históricamente inolvidable -mas aun, para el pueblo santacruceño-; Irigoyen no
avaló la acción asesina y vesánica, pero,
tampoco, impulsó la causa criminal, ni las
sanciones condignas, ante tal inescrupuloso acto (Varela había actuado a favor de
Irigoyen, en la revolución llevada a cabo
por él, en 1905). Cabe recordar que el general Dellepiane fue instado a derrocar al
presidente, luego de tener la misión de pacificar Buenos Aires; mas se negó, rotundamente, por ser radical y admirador de
Irigoyen. También corresponde poner de
manifiesto que grupos civiles -con la actuación de militares, a veces-, se encargaban de hacer fechorías de todo tipo; de
atacar y matar, según el caso, a personas
e instituciones; entre ellas, la tristemente
célebre “Legión Cívica”, antidemocrática y totalitaria -de carácter nazi, cuyas semillas le habían dado orígen-. Este tipo
de grupos e individuos eran, también, responsables del clima de desorden, que generaban, sin pausa Irigoyen, en definitiva,
fue impedido de gobernar, pero no pudo
dejar de ser responsable, por acción, omisión, o presión, de gran parte de la represión desatada entre 1916 y 1922, que
-seguramente-, jamás deseó. No corresponde dejar de lado el hecho de que a él
se debe la creación de Y. P. F. y la designación, a su frente, del General Enrique
Mosconi; la creación de alguna Universidad, como la del Litoral; se impuso la ley
de voto secreto y obligatorio, en la ciudad
de Buenos Aires; decidiendo la aplicación
de representación proporcional, para el
cuerpo de su Concejo Deliberante, entre
otras iniciativas. En el plano internacional, Irigoyen demostró que la dignidad argentina no debe perderse. Con la
irrenunciable decisión de continuar con la
neutralidad impuesta por el presidente Roque Sáenz Peña y ratificada, a su muerte,
por su sucesor, Victorino de la Plaza, Yrigoyen mantuvo una posición intransigente, de indudable valor, reafirmando la
condición independiente y soberana de la
Argentina.
Cabe recordar -como herencia positiva, para el siguiente período, ante especulaciones de empresarios, particularmente
con los alimentos- que Irigoyen impulsó
y sancionó la primera Ley de Abastecimiento, para su aplicación futura. Iniciaría así, don Hipólito, una tradición para la
defensa de los consumidores, la cual sería ratificada, mediante otra y con todo coraje, por Arturo Humberto Illía, -el hombre
de Pergamino, recordado, también, como
el médico de los ferroviarios y los pobres,
por su dedicación y entrega en Cruz del
Eje, su tierra de adopción-, al ejercer, patrióticamente, la Primera Magistratura del
país.
ALGUN HISTORIADOR SUPO DECIR: YRIGOYEN GOBERNO CON
SUEÑOS Y NOS LEGO SUEÑOS. EL
GOBIERNO DE ALVEAR, POR SU
PARTE, FUE DE INNUMERABLES
REALIZACIONES; OBRAS PUBLICAS; INDUSTRIALIZACION; IMPLANTACION DE LA INDUSTRIA
AUTOMOTRIZ; CREACION DE LA
FABRICA MILITAR DE AVIONES Y
ENTREGA DE LA PRIMERA AERONAVE CONTRUIDA ALLI: UN AVION
AVRO GOSPORT, DE ESMERADA
TERMINACION, COMO OCURRE
CON LO MANUFACURADO EN EL
PAIS; AVANCE FORMIDABLE DE
Y.P.F., BAJO LA CONDUCCION DEL
Continúa en pág. 4
TIENE FUNCIONARIOS QUE NO HAN ENTENDIDO ....
4
GENERAL MOSCONI Y MUCHISIMOS EMPRENDIMIENTOS MAS; ORDEN, CONQUISTAS SOCIALES;
PROGRESO Y RESPETO, POR LA
LEY Y POR LAS INSTITUCIONES.
IMPERÓ LA DEMOCRACIA Y EL
BUEN SENTIDO; LA LIBERTAD Y EL
ENTENDIMIENTO. EN UN SIGLO DE
REPRESIONES Y GOLPES DE ESTADO, FUE UN EJEMPLO DE GOBIERNO DE PAZ.
12 DE OCTUBRE 1922-1928: MAXIMO MARCELO TORCUATO DE
ALVEAR
Tras el primer gobierno radical de Hipólito Yrigoyen, se planteaba el problema de la sucesión presidencial. Ante
las disputas en el seno del partido, en
marzo de 1922 la Convención Nacional de la UCR, Yrigoyen resuelve dar
apoyo a Alvear, en ese momento embajador en Francia, por considerarlo el
dirigente mas capaz y con mayor trayectoria, participante de la revolución
del ’90 -líder de la juventud, con sus
22 años de edad y cofundador, siguiendo las directivas de Alem y del Valle,
tanto de la Unión Cívica, cuanto para
de la Unión Cívica Radical-. La Convención Nacional lo eligió candidato
a Presidente de la República, en marzo de 1922 por 139 votos contra 33
(que reunieron diversos candidatos).
Alvear de origen social patricio y terrateniente, y con menos vínculos con
la base popular del partido que su antecesor, demostró comprensión y una
gran sensibilidad, reconociendo las luchas de los sindicatos socialistas sancionando y respaldando las leyes que
los legisladores de esa extracción presentaban. Alvear triunfa sobre los conservadores en las elecciones del 2 de
abril de 1922, accediendo a la presidencia al triunfar con el 47,5 % de los
votos; el 12 de junio 235 electores radicales, sobre 88 opositores, consagraron a Alvear como Jefe del Estado
Nacional. La Radio Argentina trasmitió la ceremonia del traspaso del mando. Por primera vez en la historia de
nuestro país, Argentina escuchó la voz
de su Presidente por, radio. Yrigoyen
y los correligionarios de su entorno
(especialmente éstos) habían designado a Alvear, como candidato, con la
errónea intención de que este acepte
órdenes impuestas, pero esto no fue
posible, dado que se trataba de un dirigente con una marcada personalidad,
no solo conformado ideológicamente
-a la medida de Alem-, sino con una
clara convicción, respecto a como se
gobernaba; contrastando con quienes
se habían dejado avasallar por hacendados y conservadores, en el ejercicio
del gobierno. De allí, la serie de represiones sociales, contra la voluntad, o
la falta de información del caudillo,
que era quien autorizaba, con su firma, tales excesos. El periodo de gobierno alvearista, comenzó justo cuando
terminaba la crisis mundial de la posguerra, lo cual le permitió mejorar la
economía y las finanzas, mas allá de
que el mundo comenzó a declinar, poco después, pese a lo cual, nada, ni nadie frenó la gestión. La economía
argentina alcanzó durante su gobierno
la situación más próspera que jamás haya tenido en su historia, el PBI por habitante para 1928 alcanzó el sexto puesto
entre los más altos del mundo, además
durante tres años el intercambio comercial había sido positivo. Estas condiciones se dieron fundamentalmente gracias
a las políticas agroexportadoras. En materia de obras públicas se inició la construcción de los ministerios de Hacienda,
Obras Públicas, Guerra y Marina, el
edificio del Banco Nación y las destilerías de petróleo de La Plata. El establecimiento potabilizador de Palermo,
en Buenos Aires, llamado Planta Potabilizadora General San Martín, de
una concepción y dimensiones poco
comunes, para la época, fue una de las
últimas realizaciones de su gobierno,
mas allá de que Obras Sanitarias de la
Nación era una empresa estatal conso-
lidada, considerada cabeza de las administradoras del país y una de las mas
importantes del mundo (nuestro país
fue el primero de América en poseer
servicios de potabilización de agua
(Sarmiento fue su gran impulsor y el
país se adelantó, en unos años, a Estados Unidos). Todas y cada una de estas
edificaciones resultaron fundamentales,
no siendo las únicas desarrolladas en
este período, que supo de construcciones de viviendas, a través de planes a
los que se llamaba de casas baratas,
por ejemplo (hoy lucen, mas de 90 años
después y recicladas, en muchos casos, como casas de muy buena calidad). Las digresiones, aunque no hacen
a lo que promovió esta obra, si tienen
que ver con un mayor y necesario conocimiento público de cuestiones histórico-político-económicas, que resulta
útil conocer, o recordar, según el caso.
Se sancionaron leyes de previsión social, ellas fueron: la 11371 (1924) que
reglamentó el trabajo de menores, la
11278 (1925) que reglamentó el pago
de salarios. En 1923 se aprobó la ley
11289, que fue un avance hacia la jubilación universal y obligatoria -aunque la Unión Industrial consiguió
anularla en 1925 aduciendo lo costoso que resultaría a los industriales su
aplicación-. Parte del movimiento obrero, también, renegó de ella. No querían que se descontara de sus salarios el
5%, correspondiente a los aportes previsionales. También otras, de gran interés. Una vez finalizado su gobierno,
Alvear se radicó en París, durante el
año 1929. Sabido era, que esa ciudad
lo apasionaba. Instalado en Europa, sus
allegados, desde Argentina, le mandaban cartas explicándole la caótica situación de la política argentina, como
la deteriorada figura de Hipólito Yrigoyen. Así fue como se enteró del golpe de Estado de José Félix Uriburu,
este hecho no lo sorprendió, ya que la
situación de Yrigoyen en el poder se
había deteriorado rápidamente, debido al choque que había tenido la Crisis de 1929, el tremendo entormo que
en forma permanente lo rodeaba, desinformándolo y a su propia falta de
reacción, ante una suerte de enfermedad y debilidad, explotada por el grupo. Digamos aquí, que la amistad entre
ambos líderes radicales duró hasta que
Yrigoyen partió físicamente de este
mundo (ya que es un inmortal, como
todas las grandes personalidades, mas
allá de sus diferencias y consideración
pública, que deben surgir de un verdadero conocimiento de los hechos y actitudes y no de las falaces afirmaciones
de individuos que difunden, concientemente o no, versiones que conducen
a la anatematización de muchos y a la
exaltación incorrecta de otros, sin fundamento alguno). Los dos se atraían y
Don Hipólito -según versiones de los
allegados, no comprometidos en conspiraciones- sintió admiración -siempre- por el joven Marcelo quien,
reitero, arribaba a los 22 años, en las
jornadas del Parque de Artillería, a poco de ser parte de la creación, junto a
aquél, de la U.C.R. Es el viejo líder el
que impone a Alvear, en el ’22, ya que
su polémico amigo era ajeno a toda esa
disputa, siendo su embajador (del país, claro está) en Francia. Ello, aunque
sea cierto que no seguía sus directivas,
ya que Hipólito Yrigoyen mantuvo su
postura, en el sentido de que no era
menester un programa de gobierno
(plataforma) y solo bastaba con tener
la constitución bajo el brazo. También
afirmaba que mas que ser un conocedor acabado de todo lo que hace a una
buena conducción, se debía contar con
buenos asesores, para los distintos temas (muchos de esos asesores, lo empujaron en la caída, impidiéndole
escuchar las voces de su gente mas leal y de todos los opositores que querían impedir el golpe). Alvear, por su
parte, creía en las planificaciones (pese a su aparente condición de play-boy,
despreocupado) y echaba mano de personas que consideraba capaces, para
integrar su gabinete. El les daba plena
libertad, para crear; desarrollar iniciativas y proyectar; de manera de sacar
de ellos lo mejor. Pero el gobernaba,
consideraba, opinaba y daba la última
palabra. Nadie escapaba a su férrea
conducción. Que respondía a lo que
era la doctrina radical y al ideario de
Alem, del Valle y el propio Irigoyen.
Nadie podría decir que no era un idealista; ni que carecía de pragmatismo.
No fue posible una continuidad, porque muchos de quienes rodearon al
mas grande líder radical, lo entornaron mal. Y le doblaron el brazo. Un
análisis mas profundo, daría por resultado -probablemente-, que el personalista era Alvear. No por su
concepción, que se mostraba absolutamente democrática, sino por su forma de ser, que era muy contenedora y
abarcativa, pero que -férreamente- ordenaba y gobernaba. Pese a ser bastante conocido, hay facetas poco
difundidos de su actitud permanente y
de su relacionamiento con el resto. Don
Hipólito, por su parte, aunque estuviera rodeado de multitudes y de sus mas
íntimos, carecía de ese manejo absoluto -quizá por exceso de confianza;
tal vez por inseguridad; la misma inseguridad que lo llevó a dudar de la
fortaleza de Alem-, lo cual permitía
que algunos actuaran por él, a veces,
en forma non sancta. Marcelo se hacía
responsable y lo era. En cambio, él, tenía responsabilidades, por diversas situaciones ajenas a su persona. Lo mas
grave, seguramente, fueron las represiones no deseadas por él, mas efectuadas en su nombre, a través de sus
propias órdenes y de directivas y resoluciones firmadas por el mismo. No
obstante ello, fue un ciudadano bondadoso, democrático y muy honesto.
Marcelo -que fue un decidido difusor del deporte y practicó la mayoría
de los que tenían popularidad, por
aquéllos años-, triunfó en la primera
carrera de autos que se realiza en la Argentina, en 1901; fue boxeador, nadador y esgrimista, además de un gran
jinete hípico. Al margen de ello, lo que
resulta anecdótico es que, siendo un
asiduo concurrente a la denominada
“Casa del Angel”, que lo contaba como un animador, junto a amigos como
Jorge Nebwery y otros famosos, esgrimistas, en su mayoría, departía, muchas veces, con Alfredo Palacios
(quien, también,“se prendía en todas”).
Un joven militar -amante de la esgrima, asimismo-, que solía acercarse al
grupo y que trató con ambos, aunque
el correr del tiempo los vió por distintos caminos (pese a que tuvieran muchos puntos de coincidencia, los tres
y entre sí), se llamaba Juan Domingo
Perón, protagonista futuro de estos recuerdos, para que se active la memoria de nuestra gente y se informen, mas
y mejor, las generaciones mas jóvenes,
que hacen vibrar y oxigenan la vida
política, con su acción decidida. Alvear -que supo ser Secretario de Alem-,
recorrió el país, en sus últimos años,
en compañía de jóvenes relevantes, como fueron, entre otros, Ricardo Balbín, hijo de un ferroviario y porteño,
aunque se radicara en La Plata, donde
descansan sus restos (lamentablemente, estará ausente de estas páginas, ya
que nunca llegó a ser Presidente de la
República) y Crisólogo Larralde, también hijo de un obrero, en este caso
anarquista, quilmeño, fallecido en Berisso y -como debía ser- en una de las
mil tribunas que lo vieron pregonar su
verdad, su lucha y la defensa del pueblo trabajador. Muerto Alvear, ambos
constituyeron el movimiento de Intransigencia y Renovación, sumando a un
talentosísimo joven, Moisés Levensohn, bahiense, que se radicó en Junín,
desde donde trascendió, por su magnífica y encendida prédica revolucionaria; hijo de inmigrantes judíos, fue
profunda y sentidamente argentino, dejándonos excesivamente temprano, en
1953, luego de que la cárcel debilitara en exceso su condición física (los
menciono porque, como decía de Balbín, estarán, de hecho, ausentes de una
reseña que les es ajena, habida cuenta
que solo los jefes de estado son rememorados, habrá tiempo y lugar, si tengo vida, para volver a ellos, a quienes
conocí y a los cuales aprecié y quise,
en gran medida).
12 DE OCTUBRE 1928 AL 6 DE SETIEMBRE 1930: 2ª. PRESIDENCIA
DE HIPOLITO YRIGOYEN “EL
PLEBISCITO”
Hasta aquí, el caudillo había legado
los sueños -que viven, aun, en muchos de
los argentinos-, en tanto que Alvear había gobernado; construido, creado, avanzado; en su período se habían logrado
avances sociales; conquistas laborales; movilidad social; progreso. Y se había logrado con plena libertad y democracia. Con
el pleno ejercicio de los derechos. Por ello
afirma el compatriota historiador Lucio
Luna: “El gobierno de Alvear, en la memoria de los argentinos, se mantiene como uno de los períodos políticos mas
felices de la historia nacional. Democracia consolidada, reivindicaciones sociales
y prosperidad económica fueron características de la gestión de un hombre que hizo de la legalidad y la ética política
directamente un estilo de vida”. Quien juzga esta conclusión de Lucio Luna haciendo abstracción de pasiones y preconceptos,
luego de la investigación detallada y objetiva de hechos historia mensurables de
la historia, no puede menos que coincidir
con tan honesto trasmisor de la historia.
Es cierto que, seguramente, sin Alem, del
Valle e Yrigoyen no hubiera habido Alvear Presidente. Y si lo hubiera, tendría
que haber sido total su esfuerzo, para llegar allí. Su imagen y reconocimiento eran
tan grandes que es factible que llegara. En
tal sentido, la acción de Yrigoyen debe ser,
también, muy reconocida, dado que la presión que ejerce, políticamente y por las armas, redunda en la aceleración de los
tiempos y en la conquista de la Ley del
Sufragio, para que el pueblo pueda expresarse libremente y elegir sus representantes. También Roque Sáenz Peña puso lo
suyo, ya que reconocía tal derecho que tenía la ciudadanía, a elegir y ser elegido.
Con Roque Sáenz Peña y con Carlos Pellegrini, había logrado establecer una profunda amistad (ambos eran íntimos amigos
de un hermano de don Hipólito, trágicamente fallecido). Diríase que el caudillo
había tenido una gran influencia en el avance y la democratización de la política pero que, por la forma de actuar y sus propias
características personales, tendría que haberse consolidado como jefe del movimiento del cual había sido co-fundador, a
la muerte de sus dos máximas figuras,
Alem y del Valle. Y ese gran movimiento
nacional, además, era necesario que concibiera programas de acción y planes de
gobierno, para que los pequeños conciliábulos no fueran quienes quisieran imponer temas, en forma tan improvisada y sin
fundamento que, como expresaba el mismo líder, resultaran inconducentes. Y ser
él, con su imponente presencia, quien condujera y trasladara toda esa planificación,
a quien ejerciera el gobierno nacional.
Considero que Alvear -ni ningún otro mandatario-, hubiese rechazado los programas
de gobierno que aprobara la Convención
Nacional. Creo que la historia hubiese sido otra. Y el radicalismo que tuvo grandes políticos, científicos, técnicos, militares,
economistas y exponentes de otras disciplinas, pudo imponer sucesivos gobiernos, con el control y los aportes, legislativos
y de todo orden, de los socialistas y de
otras agrupaciones políticas progresistas,
democráticas y populares. No obstante,
esta es solo una concepción personal y la
historia marca too lo contrario. Las cosas
son como son. Y no se puede retroceder
un siglo y modificar los hechos (al menos,
por ahora). La realidad indica que la Constitución Nacional adolece de algunas fallas, que son parte de la responsabilidad
de muchos fracasos. Qué sentido tiene la
alternancia en el poder?. Ninguno. La alternancia tiene que ver si, con la falta de
orden e ideas de un gobierno, que marque
la decadencia y caída de un país. Pero la
democracia tiene sus remedios, que deben
ponerse en práctica respetando el mandato popular y nunca a espaldas del pueblo.
Los golpes de estado no deben justificarse jamás y si los partidos y sus dirigentes
son democráticos e inteligentes, nunca
pueden llegar a consumarse. Estamos hablando de partidos y dirigentes nacionales, porque todos los mercenarios que
pululan en el país y actúan accionados desde las sombras, con las bajadas de línea
del imperio, son capaces de cualquier cosa y son las propias instituciones y el pueblo, quienes deben ponerlos en evidencia
y ejercer su propia defensa. Es cierto que
la segunda presidencia -o “el plebiscito”de don Hipólito Irigoyen, fue un verdadero desgobierno. Que el caudillo estaba superado, por el cansancio moral; por las
inclemencias del violento destino que le
tocó vivir; por las tantas luchas que debió
acometer; por las exigencias a que se vio
sometida su mente; por las decisiones que
debió tomar en soledad; por el abandono
de algunos; el acoso de otros y las negociaciones y acuerdos, a sus espaldas. Mucha conspiración y engaño. Todo eso era
cierto, pero los militares no estaban (ni deben estarlo nunca) para tomarse atribuciones propias de la Constitución y de la Ley.
La primera década infame prolongada hasta el 4 de junio de 1943, será tratada en la parte inicial de otra entrega,
dedicada exclusivamente a las dictaduras y a los períodos de facto que, aunque
deberían de haber finalizado el 10 de diciembre de 1983, tuvieron una réplica civil, financiera -a fines de los ’80- y otra,
de diversa índole -entre fines del 2001 y
el 25 de mayo del 2003-. Esos dos últimos casos, se tratarán en esta misma obra.
Bunge define el golpe del ’30, de forma
terminante demostrando que se trató de
un hito fatal, en la historia de nuestros
pueblos.
STAFF
Camila Gómez
de Acción de Jubilados
Equipo
Suplemento - Agosto 2014
Año 66 - Nº 769
DIRECTOR:
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COORDINACION
DEL PROYECTO:
Camila Gómez
COORDINACION
ADMINISTRATIVA:
Paula Maldonado
REDACCION:
Jorge Trinkler
Pedro Facio
Pamela Gómez
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DIAGRAMACION:
Manuel González
R.P.I. Nº 269.007
D.D.D.A. en trámite
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