¡Manténgalo Fresco! Entender el papel que juegan el tiempo y la temperatura es una pieza clave para proteger los productos agrícolas desde la granja hasta el tenedor. Escrito Por: Art Davis Los productos agrícolas frescos están vivos. El considerar ese factor hace que los enfoques apropiados a la mayoría de los asuntos de calidad e inocuidad alimenticia, asociados con productos agrícolas frescos se vuelven mucho más evidentes. El mantener los productos agrícolas vivos y, hasta cierto punto, saludables es la llave para mantener la calidad organoléptica. El control de la temperatura es un factor muy importante para alcanzar estos objetivos, y también es útil para aumentar la inocuidad alimenticia. Aunque tendemos a considerar los productos agrícolas frescos como un sector de mercado semejante a los sectores de panadería y carnes, tal vez sea útil el ver esto un poco más a fondo. Una vez que has visto unas cuantas panaderías, entenderás el diseño general y flujo del producto en la mayoría de las panaderías que encuentras. Igualmente, operaciones de procesos de lácteos y carnes son generalmente similares en términos de entrada, flujo del producto y equipo. Sin embargo, en la industria de productos agrícolas frescos un conocimiento riguroso de la cosecha, almacenamiento, clasificación y empacado de manzanas le dará una comprensión limitada de los procesos que se utilizan para preparar espárragos frescos para el mercado minorista. El conocimiento de cualquiera de estos dos procedimientos probará ser muy limitado en valor cuando este visitando a un productor de ensaladas en bolsa, el cual puede suministrar una variedad de productos pre-cortados al mercado minorista y a mercados de servicios de alimentos. Las operaciones de productos agrícolas frescos tienden a ser muy específicas al producto, desde la plantación hasta la cosecha, siguiendo con almacenamiento y una variedad de procesos antes de venderse. TIEMPO Y TEMPERATURA El control de la temperatura para productos agrícolas frescos por lo general quiere decir frío pero no congelando, con la excepción de productos tropicales. La temperatura entre 32 °F y 40 °F (0 °C y 4 °C) mantiene óptimamente la vida, la salud y la calidad de casi todos los productos agrícolas frescos. El control de temperatura también es importante para productos tropicales, como los plátanos y los mangos, pero a temperaturas más altas. De hecho, el enfriamiento de productos tropicales a temperaturas de refrigeración puede causar quemaduras de hielo que pueden ser perjudiciales para la calidad del producto. El control de la temperatura es crítico para la vida y salud de productos agrícolas frescos, porque es el control primordial de respiración del producto después de la cosecha. Es muy útil el pensar en productos agrícolas como una entidad viviente la cual es cortada de cualquier recurso de nutrientes al ser cosechada. La calidad y la vida del anaquel de un producto cosechado son más que nada una función de qué tan rápido la energía y nutrientes disponibles que pueden proveer la energía son consumidos. Una analogía razonable es el pensar que un producto cosechado es una máquina con combustible limitado. A como se consume el combustible la máquina caminará sin problemas; pero, cuando el combustible baja, empezará a caminar con dificultad y finalmente llegará a un alto. En el caso de productos frescos, la buena calidad se puede retener hasta la etapa “difícil” en la cual habrá un deterioro rápido, durante el cual el artículo empieza a perder su energía y se acerca a su deceso. Conforme la temperatura de un producto fresco empieza a caer, la tasa de respiración (la tasa a la que consume sus recursos) es reducida. Una característica importante de este fenómeno es su no-linealidad. El cambio en la tasa de respiración a través de un ámbito de 6 grados, por ejemplo, entre 32 °F y 38 °F (0 °C y 3 °C) es menos el cambio entre 38 °F y 44 °F (3 °C y 6 °C). Esta respuesta a la temperatura no-lineal es particularmente evidente en productos frescos bajo la temperatura de ámbito de 35 °F a 50 °F (1 °C y 10 °C). Éste es el ámbito de temperaturas exactas que por lo regular encontramos en productos frescos expuestos que se venden al por menor, con un desafortunado número de ellos tendiendo hacia lo más alto de la escala. Dependiendo del producto fresco específico, la tasa de respiración a los 50 °C (10 °C) puede ser de dos a cuatro veces la tasa a los 35 °F (1 °C). Los espárragos, por ejemplo, son productos que respiran rápidamente en lo más alto de la escala en donde una zanahoria sin la parte superior (con la parte verde cortada) se inclinaría más a un valor más bajo. La diferencia en la tasa de respiración normal y la respuesta a la temperatura es, en parte, una función de la sección de la planta que nos interesa como artículo fresco, y la fase de crecimiento en que se encuentra al ser cosechado. Un tallo de espárrago es el tallo estructural de rápido crecimiento de la planta de espárragos. Una cabeza de brócoli es la parte florar (reproductiva) de rápido crecimiento de la porción de este vegetal. Dicho tipo de producto fresco tiende a tener una tasa de respiración muy alta. Esta tasa alta, conjuntamente con el almacenamiento limitado de nutrientes dentro de la estructura de la planta, crea una combinación que resulta en una vida de anaquel intrínsecamente corta luego de su cosecha. Los productores hacen un gran esfuerzo en mover estos productos rápidamente de la cosecha a los sistemas de enfriamiento para reducir la temperatura interna (conocido en la industria como la “pulpa”) muy por debajo de 40 °F (4 °C) y en ocasiones cerca de 32 °F (0 °C). MÁS EJEMPLOS. Otros productos frescos, tales como las zanahorias, papas y manzanas, son, desde un punto botánico, estructuras reproductivas y / o de almacenamiento. Su tasa de crecimiento es muy lenta al cosechar y su tasa de respiración mucho más baja que una estructura con rápido crecimiento. Estas tasas pueden reducirse aun más durante el almacenamiento después de la cosecha a través del control de la temperatura y, en algunos casos, la composición atmosférica. Aunque los productos frescos con tasa de respiración alta se extienden para alcanzar 14 días de vida de anaquel, los productos con tasa de respiración baja pueden mantenerse por meses. Algunas variedades de manzanas y papas son guardadas hasta por un año en cámaras de almacenamiento muy controladas. De nuevo, el control de la temperatura es una clave principal para mantener la calidad de un producto fresco. Este control debe empezar inmediatamente después de la cosecha y mantenerse en el transcurso del proceso, despacho, almacenamiento y exposición. Existen varios tipos de sistemas de enfriamiento que son usados para rápidamente reducir la temperatura del producto después de la cosecha. El más simple de estos es el de cascadas de agua fría en diferentes diseños. Son conocidos generalmente como “hidroenfriadores” y toman ventaja de la alta capacidad termal del agua para rápidamente remover el calor de los productos, tales como los espárragos, que no son dañados al ser expuestos al agua y las pequeñas cantidades de cloro normalmente añadidas por motivos de sanidad. Algunos productos, tales como las fresas, son susceptibles a enfermedad si se mojan y son demasiado delicadas para pasar por hidroenfriadores sin que sufran daño. Dichos productos son enfriados con sistemas de aire forzado. Estos sistemas son diseñados para jalar aire frío en grandes volúmenes a través de un montón de cajas entarimadas de producto. Se debe ejercer cuidado cuando se refiere a la temperatura del aire entrante para prevenir el congelamiento. Estos sistemas también tienen por lo general un método de hidratación en el aire entrante para reducir la pérdida de humedad del producto por medio de evaporización. Enfriamiento por vacío de productos frescos usa un vacío alto para reducir la temperatura hirviente del agua al punto que enfría el producto conforme se evaporiza. Esto funciona muy bien para algunos productos, especialmente lechuga tipo iceberg y de otras variedades. Los sistemas de aspiración son llamados “tubos” en la industria de productos agrícolas frescos ya que son comúnmente de estructura tubular con un diámetro muy grande, capaz de retener de cuatro a ocho tarimas de producto ya en cajas. Los sistemas de inyección de hielo utilizan una cámara sellada para contener una tarima de producto en cajas, tales como brócoli, mientras una mezcla de hielo y agua a presión es forzada a través de conductos de ventilación en las cajas. A como la mezcla fluye, hielo es depositado en los huecos libres entre el producto ya en cada caja. Mientras el producto empacado en hielo procede a través de las etapas de almacenamiento y despacho y goteará agua conforme se va descongelando. Este es un método efectivo para enfriar algunos productos. En los sistemas de despacho y almacenamiento, los productos enfriados de esta manera tal vez den una indicación de abuso de temperatura, muchas veces visto como descongelado excesivo de hielo. También ocasionan un desorden durante la transportación y el almacenaje y requieren cajas de cera, las cuales no son fáciles de desechar a través de los canales normales. Todos estos métodos han sido desarrollados para asegurar que los productos frescos puedan ser enfriados rápidamente en las condiciones apropiadas para el producto específico. Una vez que los productos agrícolas frescos han sido enfriados a la temperatura conducente para el almacenamiento largo, es crítico mantener la “cadena fría” a través de despacho y almacenamiento. Hay un número de innovaciones recientes en el manejo de productos frescos, destinadas a mantener la calidad del producto durante un período extendido de vida de anaquel. La mayoría de estos son relacionados a poner en bolsas o en otros contenedores los productos frescos, estas bolsas o contenedores son hechos de un material que influye la composición del gas en la atmósfera, dentro de las mismas. Estos sistemas de empaque generalmente proveen algún beneficio siempre y cuando la temperatura del producto se mantenga en una gama de enfriamiento apropiado. Si se permite que el producto agrícola fresco suba a temperaturas de refrigeración más altas de las normales, su tasa de respiración aumentará y el valor del empaque exótico será en su mayor parte perdido. CONCLUSIÓN. Hay dos dichos en la industria de productos agrícolas frescos. “Huélalo o véndalo” se refiere a la naturaleza perecedera del producto. El otro dicho indica que hay tres preocupaciones al mantener la calidad del producto fresco, “Temperatura, temperatura y temperatura.” Estos dichos van con las dos cuestiones más críticas en cuanto a la calidad del producto agrícola fresco en el mercado se refiere: tiempo y temperatura. A través de la gran variedad de productos, recursos y procesos que conforman la industria de productos agrícolas frescos, un control firme del tiempo y de la temperatura es un requerimiento primordial para tener éxito. El autor es Vicepresidente de Operaciones en Shall Group. Su correo electrónico es [email protected]