104 PARA CRECER EN UN VALOR Un valor para valorarme Ing. Ramona de Febres En esta sección, va a encontrar material teórico y práctico sobre un valor específico. El objetivo propuesto, es que al leer cada parte del texto ofrecido, pueda hacer pequeñas introspecciones y reflexiones que le permitan evaluarse en cuanto a ese valor y por sobre todas las cosas, crecer. Crecer en el valor propuesto, para que alcance la autorrealización. Anhelamos cumplir con este objetivo y felicitaciones por intentar a cada momento ser mejor. El Valor de La fortaleza ¿Cuánto dominio tiene sobre su carácter? ¿Le gusta asumir retos? ¿Cómo dirige su voluntad? ¿Su mente decide sobre su cuerpo o es todo lo contrario? Uno de los mayores atractivos de la visión consumista y hedonista del hombre en la sociedad actual, es que todo lo presenta fácil y cómodo. Sin embargo, todos sabemos que para obtener cualquier logro, por pequeño que sea, se requiere superación y esfuerzo. ¿Cuál es la diferencia entre un triunfador y un fracasado? En gran parte, la persona que fracasa, no tiene la fuerza necesaria para asumir los riesgos y enfrentar los retos que la vida presenta a diario; no ha aprendido a utilizar la fuerza interior que posee para encauzarse hacia lo que aspira alcanzar. Necesita fortaleza no sólo para impulsarse en la vida sino también para mantenerse en el camino que debe recorrer hacia el objetivo que se haya trazado. Mayores dosis de fuerza interior, es decir de fortaleza, para enfrentar retos, superar circunstancias difíciles y vencer obstáculos es la respuesta a la pregunta formulada. La fortaleza es la virtud que permite asumir retos, superar circunstancias difíciles, vencerse a si mismo y vencer los obstáculos que formarán parte obligada de su éxito. En su sentido etimológico, fortaleza significa fuerza, vigor, virtud. Es la que permite vencer el temor y mantener el ánimo en las circunstancias desfavorables. La fortaleza es inseparable de la perseverancia. No encuentra problema que no pueda resolver ni dificultad insuperable, porque está revestida de audacia y coraje. Citando a Bernabé Tierno se puede afirmar que Revista Educación en Valores . Universidad de Carabobo. Julio - Diciembre 2009 - Vol. 2. N° 12 Un valor para valorarme 105 “la fortaleza es voluntad-acción, dominio de uno mismo, temple de ánimo, superación y esfuerzo del día a día, control de instintos y emociones, perseverancia, tozudez inteligente y apasionada ante las dificultades, vigor psíquico, impasibilidad razonada, compañera inseparable del júbilo, fuerza moral, coraje y audacia, razón, reflexión y sentido. ... En definitiva, una mezcla de valor, de prudencia y de perseverancia en la misma proporción”. Lo primero que debe saber es que para no ahogarse en le pozo de la desesperación o de la impotencia, o peor aún de abandonar la lucha, debe desarrollar los siguientes atributos: No basta el conocimiento teórico de este valor, es necesario aprender a desarrollarlo para la práctica diaria de la vida, y poder además, enseñar a otros a que se conquisten a si mismos, ya que es más fuerte quien conquista su alma que quien toma un reino. • Siéntase capaz de enfrentar cualquier situación. Si cree que puede, ... podrá. ¿Cómo ser fuertes? ¿Cómo poder resistir y enfrentar los pequeños y grandes conflictos del quehacer diario? .¿Cómo fortalecer nuestra voluntad para enfrentar la lucha diaria de la vida? Con frecuencia vivimos una verdadera lucha interior. Desde los pequeños conflictos hasta los grandes huracanes requieren la dosis precisa de ánimo y fuerza para tener conciencia de que a pesar de todo, la vida es hermosa y vale la pena vivirla; y que sin obstáculos no habrían triunfos secretos ni públicos, ni la hermosa satisfacción de la superación. Soportar a un jefe lleno de defectos, tener una novia o un novio que hace cosas que nos desagradan, un esposo o una esposa en desacuerdos y controversias, o unos hijos que desearíamos cambiar, enfrentar una situación económica o de salud desfavorables, forman parte de nuestro ser; y de vivir la responsabilidad del desarrollo y la superación personal diaria. • Tenga fe en Dios, Él da todas las capacidades y posibilidades para vencer y ganar cualquier batalla por muy fuerte que sea el enemigo. Ninguna carga es más grande que las espaldas que ya ha desarrollado para cargarla. • Tome decisiones conscientes, no emocionales, y actúe mediante un buen programa de acción, en el que lo que desea lograr esté perfectamente definido. • Tenga paciencia y domine todo sentimiento negativo de derrota, incapacidad, nerviosismo o angustia. Su mente se hará ineficaz luchando con el problema y con sus sentimientos negativos. • Sea reflexivo, respire profundo y controle la impulsividad. • Tenga criterios propios, para que no se convierta en un barquito de papel que navega sin rumbo, dependiendo de lo que el viento decida hacer con él. • No utilice atajos. El camino del menor esfuerzo no es el que produce el mejor resultado. Enfrente las situaciones tal como son, en la certeza de que nada será insuperable. • Venza la pereza, domine su voluntad para encauzarla hacia lo que desea. Sepa escoger entre Revista Educación en Valores . Universidad de Carabobo. Julio - Diciembre 2009 - Vol. 2. N° 12 106 lo fácil y lo cómodo que cualquiera puede hacer, y lo que requiere el kilómetro extra que pocos se atreven a transitar , pero que es lo que diferencia lo ordinario de lo extraordinario. • Concéntrese en la solución de los problemas y resuelva uno a la vez. A pesar de que uno de los grandes retos de este milenio es desarrollar seres humanos con multihabilidades; la mente trabaja en forma secuencial, por ello, no disperse sus fuerzas mentales. • No pierda el coraje, ni el temple, y mantenga la ilusión y el entusiasmo. Con las alforjas de la mente y el corazón llenos de estos principios, tendrá la fortaleza que desea para ganar la mayor batalla: vencerse a si mismo para convertirse en un triunfador. ¿Cómo desarrollar estos atributos para adquirir la fuerza y el ánimo que exigen nuestros retos? La educación para la virtud o el valor de la fortaleza debe empezar desde temprana edad, al igual que todos los valores. Se inicia con comprender que toda persona está hecha para hacer algo grande, para esforzarse en función de sus ideales. Esto supone que se debe conocer qué se quiere y porqué se desea luchar, es decir: tener claras las razones por las que vives y los ideales que te mueven. Aunque los ideales cambian a lo largo de nuestra vida, es indispensable que desde la niñez se desarrollen habilidades para establecer y alcanzar metas, para dominar los instintos y controlar la voluntad. Por ejemplo, no usar más pañales, supone un gran esfuerzo; el niño debe entender que cambiar la comodidad de orinar en el lugar en que se encuentra, asimilar el control del esfínter y dirigir su cuerpo al baño, vale la pena si a cambio evitará Ing. Ramona de Febres la incomodidad de estar húmedo y la satisfacción del autocontrol y crecimiento como persona. Si ese esfuerzo se enfoca como logro de una meta y se recompensa, su hijo se sentirá victorioso e irá aprendiendo que puede lograr lo que se proponga. El ser humano necesita ver recompensado su esfuerzo. Premie cualquier esfuerzo por pequeño que sea, obviamente con proporcionalidad y justicia. Muestras de fortaleza son: devolver el juguete de otro, dominar el deseo de comer muchos caramelos o helados, aceptar el alimento que no le gusta, o la vacuna que necesita para prevenir enfermedades, levantarse con agrado aunque sea temprano, cambiar la televisión por el estudio o la lectura, obedecer normas, en resumen: poder orientar la voluntad hacia el bien que se aspira, renunciando a la comodidad o placer inmediato. Saber entender a los hijos frente a un error o una derrota, explicándoles el aprendizaje que proporciona cada experiencia por negativa que parezca, hará crecer en ellos la confianza y la fortaleza para superarlos. Para continuar desarrollando este valor, es necesario saber que la fortaleza requiere resistir un impulso y responder al mismo con alguna acción que supone esfuerzo. Es decir, resistir y acometer. Veamos ¿qué significa ... resistir?. Resistir obviamente es la parte más difícil. Royo Marín nos explica que es más penoso y heroico resistir un enemigo, que por el hecho mismo de atacar se considera más fuerte y poderoso que nosotros; que atacar al enemigo, a quien por lo mismo que tomamos la iniciativa contra él, lo consideramos más débil que nosotros. La palabra enemigo debe entenderse como el impulso a ven- Revista Educación en Valores . Universidad de Carabobo. Julio - Diciembre 2009 - Vol. 2. N° 12 Un valor para valorarme cer o dominar. Tener fortaleza, en primer lugar, significa resistir el abatimiento, los embates de cualquier naturaleza, frenar los instintos corporales y controlar las emociones negativas. ¿Cómo se siente? Con mayor fuerza y ánimo. Felicitaciones. No olvide que la fuerza está dentro de usted. Sólo tiene que descubrirla y usarla a cada instante para adquirir el hábito de la fortaleza. Utilice su fuerza de voluntad para alcanzar sus objetivos. Veamos cómo usar esa fuerza. Todo esfuerzo requiere de fuerza física y moral. El caso más ejemplarizante es el de la actividad deportiva. Dominar la fatiga, el cansancio, la flaqueza, la derrota, supone una lucha de superación física y un empuje de la voluntad para la firmeza en el obrar. Alcanzar un bien o destruir un mal, nos exige tener iniciativa, capacidad de decisión y por supuesto acción. Siempre es emocionante iniciar algo: existe una gran ilusión, sueños y esperanzas. Ese “algo” puede ser un nuevo trabajo, mudarse de lugar, conocer a una persona que potencialmente puede ser nuestra pareja, un nuevo proyecto de trabajo. Sin embargo, fácilmente comenzarán a existir resistencia y problemas. Cada iniciativa supone cambios y cada cambio trae consecuencias. En el nuevo trabajo, habrán personas y circunstancias que no nos agradan, toda mudanza trastorna las costumbres y el ritmo de la vida. Tras el “enamoramiento” inicial, comenzamos a descubrir que esa persona ideal no lo es tanto y que en su personalidad hay aspectos que nos incomodan. Aquí entra en acción el segundo componente de la fortaleza: la capacidad para tomar decisiones. Cada iniciativa supone riesgos y consecuencias. 107 Decidir racionalmente sobre estos aspectos, le permitirá caminar con éxito y alcanzar las metas que derivan de cada iniciativa. Decidir no es fácil, si se trata de cambios trascendentales en nuestra vida. Mantener las decisiones es aun más difícil. Por ello es indispensable en la formación del carácter y la personalidad educar en la creatividad y en la toma de decisiones. Si una persona abandona un trabajo porque su jefe no le agrada, regresa a su lugar de origen porque se sintió rechazado o abandona a la pareja porque “no es perfecta”, no solo falla en la perseverancia, sino que se sentirá derrotada, vencida y frustrada por no haber luchado por algo que valía la pena. Debemos tener la fortaleza de no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo, a cambio de obtener algo más grande y mejor en el futuro. Si vemos la vida con superficialidad entonces nos dejaremos llevar por las cosas inmediatas. Tomar y mantener decisiones tiene que ver con la acción. La fortaleza requiere que los retos se enfrenten con hechos. Que sea capaz de actuar para vencer el mal o alcanzar el bien que lo motiva e inspira. Los deseos son excelentes para motivar a la acción, pero si no se actúa: se perderán las fuerzas y energías que existen en su interior para triunfar y escribir la excepcional autobiografía que le corresponde. Para finalizar, comentaré acerca de las tres fases que permiten crecer en fortaleza, es decir, los elementos que fortifican la voluntad frente a las cargas y obstáculos que necesitamos vencer para obtener la mayor riqueza, que son nuestros triunfos cuando alcanzamos el bien propuesto. Se requiere entonces: tener iniciativa, capacidad de decisión y acción. Revista Educación en Valores . Universidad de Carabobo. Julio - Diciembre 2009 - Vol. 2. N° 12 108 La fortaleza no se debilita por factores externos, sabemos que somos dueños de nuestro interior. Su debilidad está en nuestra debilidad, cuando se pierde el coraje interior, la fuerza interna que impulsa a la acción. La fortaleza desafía hasta el más poderoso destino cuando es voluntad-acción, dominio de si mismo, superación y esfuerzo constante, control de instintos y emociones y sobretodo terquedad inteligente y apasionada frente a las dificultades. Obviamente esta gigante interior, tiene muchos enemigos. Fantasmas que hay que enfrentar día a día, si nuestra vida está enrumbada en un proceso de mejoramiento continuo. Descubra y conozca bien esos enemigos para que continúe avanzando, enfrentándolos y ganándoles la batalla. Analice los ocho enemigos que le presentamos a continuación y rételos de una vez, seguro de su triunfo. Ing. Ramona de Febres ciencia, el nerviosismo, la angustia. Sea rápido, pero tranquilo. No hay que preocuparse sino ocuparse. Planifique su acción y proporciónese mucha paz interior y fuertes dosis de paciencia. ¿Es muy impulsivo? La ligereza y la poca reflexión, destruyen la fuerza interior. Piense, luego actúe. ¿Se deja dominar por la pereza, por el camino de menor esfuerzo? Nunca mucho, costó poco. Los grandes éxitos requieren grandes esfuerzos, venza la pereza. Contra pereza: diligencia. ¿Quiere abarcar mucho y dispersa sus esfuerzos? El que mucho abarca, poco aprieta dice un sabio refrán popular. Enfóquese en el objetivo definido y Concentre sus energías y fuerzas hasta alcanzarlo. ¿Tiene poca confianza en si mismo y se siente incompetente?. Es el primer enemigo, combátalo aumentando su autoestima y repitiéndose cada día soy capaz, yo puedo. ¿Tiene entusiasmo? Si no se dedica plenamente en cuerpo y alma a lo que desea obtener fracasará. La motivación interior derivada del entusiasmo le permitirá perseverar. ¿Es indeciso?. La indecisión es el segundo enemigo a combatir. Decida, no importa que se equivoque. El mundo va a la velocidad del pensamiento, dividido en dos bandos: los rápidos y los lentos o muertos. ¿Se siente débil, sin coraje? Ánimo, la fuerza está dentro de usted. Saque valor de sus propias flaquezas. Convierta sus debilidades en fortalezas. Como tercer enemigo a vencer, aparece la impa- Si vence estos 8 enemigos, el triunfo y la superación propia serán su mayor recompensa. Espero que así sea. Revista Educación en Valores . Universidad de Carabobo. Julio - Diciembre 2009 - Vol. 2. N° 12