Con esta publicacion se intenta hacer conoeer la obra, 13'1pensamiento y la vida del filosofo uruguayo don Carlos Vaz Ferreira, que fue destacado ma@stro de varias generaciones y filosofo eminente, creador y modelador de espiritus, a la vez que reformador de metodos y sistemas. Cumple Vaz Ferre-ira su cicio' en la tierra entre los afios 1872 -15 de octubre- y 1958 -3-de enero-. Muere, pues, despues de una larga e intensa actividad, que se mantuvo hasta poCO'sdias ante-sde su transito, sereno y natural, como habia sido su vida, y ocupando, a pefrtr de su anc¥nidad, leI carKOde decY:tnode ~ Facultad de Humanidades y Ciencias, que de todas las creaciones de orden super~or d.e la cultut\a que C'{Jncibioy realizo, fu't! ~ I~ que mas Ie prodigo energia y tiemp.o, siendo flambien, entre los tantoS problemas que Ie acudaron, ei que mas pre-ocup'aCion,y, ya en los tiltim,os afios de su lumi""osa exisAen'cta, Ie O'castono. Sus padres fueron Manuel Vaz Ferreira, de origen portugues, y su madre, Belen Ribeiro y Freire, de ascendencia portuguesa y espafiola.,que contaban Cion medios die-fortuna y que pertenecian a la clase media. Vaz Ferreifa estudio en Montevideo, ingresando a ensefianza secundaria en el afio- 1888, y graduandose de abogado en 1903. En el ano 1895 10 eneontramos ya como profesor de filosotia, a cuy~ actividad se dedicaba desde su adoleseencia y dos afios despues o~tuvo por concurso de oposicion, la catedra de filosofia, ~ publIco su pfimer libfO -1897-. Ya en los primeros anos e. su iniciacion, estaba poseido del "fervor de educar", como el ml~mo exprefa en uno de sus libros y de la imprescindible necesldad de comunicacion que debia existir entre maestro y alumno. quel primer cargo en fa eme-fianza fue de inflttencia decisiva ;'!t ~ tray~ctoria vital y filosofiea del eritieo y del profeso'/' univer'I p enamente desd13'su pu@sto, en comUnl'CaCl0n ' ., d'14fl0 . VIV 13',aSl, trecta cOn 13'1ambiente, y at par que perfecciona su ofido de 1 maestrO' y jilosojo, se e'n1'iquece con 'las vivencias del mundo cirmndante. ICuales eran las condiciones espirituales de nuestro pais, y cuates las corrientes de pensamiento elel la epoca? Desde el siglo XVIII, en que comienza a impartirse la ensefianza de la jilosojfa, no habfa aparecido una figura que reuniera las condiciones de inteligencia y capacidad de Vaz Ferreira, que se decidiera a dediC'arse, independienMmente, libre de doctrinas, escuelas y dogmas y tambien de influencias politicas 0 de grupos, a la ardua y diffcil tarea del fil'osofar. Dos corrientes antagonicas, opuestas, excluyentes, y qu~ no llegaron nunca a conciliarse, habfan dominado, influyendo en la direccion de nUeistfa ensefianza. Estas fuerzas desper*t1on largas, grandes, acaloradas y tenaces polemicas, que se alimentaban y fortatecfan por medio de la prensa 0 la conferencia. Ellas fueron el positivismo y el espiritualismo, que buscaban el dominio y la hegemonfa y se sustentaban en corrientes y esmelas europeas, cuyos orfgenes eran ya frances, 0 anglosajon. Uno y otro habfan, imperado hasta entonces, y habfan dividido Ja mltura uruguaya, que segufa los vaivenes de los maestros que la impartfan y las prefereneias que estO'sIe imponfan. En el momento en que Vaz Ferreira se iniciaba, el positivismo habfa perdido su vigor, y Vaz, con esa intuicion genial de que era poseedor, se propuso liberarse y liherarnos de ,el, para que alcanzaramoj una expresion original. Con el, podemos afirmar, se inicia nuestro hacer filosofico con' un fndice formal y libre, pues a p'esar de todas sus lecturas y de sus multiples conoeimientos en las diferentes diseiplinas del espfritu de todos los tiempos y lugares, llevaba en sf la fUI?Yza,el impulso que 10 llamaban a crear sin perder de vista su medio y las necesidades que de ese mismo medio surgfan. Libre, pues, de doctrinas, escuelas 0 cfreulos extranjeros, de el parte, tor primera vez, una labor realmente creadora. Por ello, su figura llega a ser tan importante para 10 nuestro y para todos aquellos que de una u otra manera Se interesan por nuestro aeervo cultural, como 10 es tambien para todo el wntinente, junto a los nombres de Kom, VaSconcelos, Varona 0 Caso 0 Ingenieros, que perte'neeen a pafse! am ericanos, hasta entonces dependientes de 10 extranjero, y qtlc elevaron S1l voz y trataron de dar consistencia, sentido y valor a sus respeetivas naciones con las armas mas puras y mas altas del pensamiento en accion. pertenecia Vaz Ferreira a la generaci6n del 900, formada por grupo compacto de<ciudadanos heridos en su sensibilidad mas honda por los divers os problemas sociales, politicos, morales y educacionales, Y que en nuestra agitada y aun no definida personalidad se sentian acuciados e instados con avidez ontologica a solucionarlos,aclararlos y definirlos. Ante's que hto's y que el mismO Vaz, otros habfan intentado tan laboriosa empresa, pero les falt6 la fuerza del rayo que 10 atraviesa todo y la voluntad de persistencia, junto a la certeza de la verdad que defendian. Fue Vaz quteff, en toe/os {tqtfellrospt1Obtem'as,pnesento ,en form'{t primigenia, como necesidad esencial, como inicio, la de sostener un pensamiento propio, y como prime'ra instancia encarar nuestra ensefianza e impartirla, acorde con el instante de esperanzas previsibles, en el devenir de 10 nuestro. Asi inicia su filoso/ar, con una manera muy original de pensar, sentir y decir, muy diferente del filosofar y pensar de los maestros que 10 antecedieron. Aquet!os eran mas bien que filosofos en sf mismos, divulgadores a propagadores de doctrinas de europeos, dedicados a esas disciplinas mas bien que cre'adores 0 pensadores, y aunque de gran merito y respeto y con derechos lealmente adquiridos de que se les tenga muy bien en cuenta, no alcanzaron a dar una fisonomia indf!<pendiente u original, que el destino y la civilizacion de aquel instante ya exigian. Era hora de razonar y pensar en forma propia, sin olvidar, como expresa el mismo Vaz, "que para atacar doctrinas corrientes e<nnombre de atras nueV/M qtfe se crf!'e:nverdaderas, se neresita sin duda independencia de criterio y caractern• Vaz Ferreira comprendi6 el caracter existencial que debia tener la filosofia y las nuevas directrices que debfa tomar; por ello 10 consideramos un precursor autentico de nuestra filos.ofia, que sus la~gos sesenta anos de magisterio Ie permitieron d,e<sarrollary amplrar, con prodigalidad inigualada, en actitud permanente de maestro y con rectoria espiritual que, hasta hoy, no ha sido superada. Vida fecuneta, muchas vdices eercada 'en for~ dramJtica, por fracaslos, diatriblas e<incipmpl'fnsiones, que nio logttJ4'on veneer su rortaleza, debilitar su fe y abandonar la idea propuesta. Y en esa ucha.: en vigilia de dias y horas, fueron concretandose planes de ensenanza, creadas escue'las experimentales, impuesta la e'xoneracion en los examenes, y junto a esto, nuevos planM'OS de problemas Pedag6gicos, conferencias, libros, con aquel sentido finol de comIItl .~ ltJ ff ~ .~ ~:~J~ 1i..( () 0G '\ S~ ('/ V ~ v·- 1 ~ Q .J m L.U,,:-_/. 'y \ C '.<.e \\ _t"J .~;. "',., . , "i \ '.. :1' '\ ~ ! ~ C' i ~. I J prensian, con aquella intuicion, que 10 empujaba a enseiiar, no a saber proMemas, sino a saber de 101sproblemas, y en su aft!ln de hacer usar de la razon, de hacer discurrir al alumno, 10 incitab4 a usar librem.e<ntede ella, para que cada uno, con su esfuerzo, diera sus propias soluciones y se Ie hideran presentes, asimismo, sus propias, incitantes y provechosas dudas. A vivir libremente en pensami,e.nto y accion iban dirigidos todos sus afanes, que la incomprension de unos y la torpeza de otros, hizo decir mas de una vez: presenta problemas, no da s01uciones. A esto contesta Vaz: "Segun algunos, enseiiar a pensar bien, y por consiguiente a actuar 10 mejor posible, examinando las ventajas e inconvenientes de las diversas solueiones, es «ensenar a vacilar»". Era tiranica y agotadora su labor, p,ero segufa con nuevos replanteos del problema, con nuevos razonamientos, y agregando a sus preoeupaeiones do centes, con calido acento pe'1'Sonal,su intento de organizar mentes de. manera que htas no perdieran el contaeto con su medio, ni dejaran inaetivo el instrumento pensador. Fue su libertad de pensar, la que 10 lIevo a crear su sistema, ,no eolsis· tema como se entiende, sino como '10 entendio Vaz, "sistemas que compre.nden e integran todo", es deeir, con una ordenaci:on, con una logica de pensamiento no enclaustrado, sino libre y haciendo todos los eaminos de la reflexion con libertad, vivos y actuales, segun las neeesidades () adpntecim~entos que vlan presentandose en el devenir de ho'mhres y heehos. Su pensamiento alerta, su intufeion sensible, su ordeonamiento de aeonteeeres, son lo's pilares con los que se acerea a la eerteza que sera si,empre en eJ aecion, aecion de" hombre con responsabilidad frente a la realidad, a la cual imprimio el acento de su moral inflexible, pero reflexiva, que Ie permitio tratar con purificada virtud lo's multiples problemas de su aetiva existencia. Elegir ideas y enlazarlas con su razonamiento logico y de aeuerdo con sus con· vicciones morales, fue su mas alta y sagradapreoeupacion vital. Junto a ellas, su d.esvelo por no perder en ningun momento el sentido practico, concreto y dentYO' de un humanismo real y posi. ble, verdadero. En ningun momento puede deeirse que fueron en 10 fundamental abstracto's y no coneretables su.s pYO'ye'ctos.Allf e'stan sus obras hechas realidad, que, durante ano's, con una tenaz, segura y firme vision, dejendio, como los parques ese01ares, y la lueha tam bien ardua y a veees desalentadora para que al fin sur- 'era la Facultad de Humanidades y Ciencias -1943-, que Ie flevo treinta largos anos. p,IJIfO Vaz, desde su hogar de estudioso en Atabualpa, hermoso barrio de Montevideo, tornando a la reflexion de su proyecto, ratificaba esto, rectificaba aquello, leia y releia y vo/via en el momento qut'ocreia preciso, con tenacidad ejemplar, con su proyecto baj(J el braz(J, can. aquella su timidez desnuda, con su voz debil, con su gesto nervioso, a la lucha y a la espera paciente de quien cree y sabe que no esta equivocado, porque esta gu/ado de "ciertos sentimientos buenos en si ) eficaces para el bien", como dice en su Fermentario. Y asi fueron surgiendo informes y pro'yeetos, demostrables al fin, y que admitiendo' correcciones, modificacione'S, nuevas planteamientos 0 nuevas meditaciones, po'cas vecoeslIevaron el camino de la supreSion. AI iniciar su olicio de filosofo, ya se habia propuesto tam bien renunciar a formulas consagradas y a soluciones ya hechas, soste'niendo y afirmando que el saber problematim no' puede tener fronteras y que su estado permanente ha de ser "fermentario" y que el problema debe estar en el mismo ser, en su misma sustancia, en el (?oxistirde cada uno, con la libertad de cada uno. Libertad fue StI norma en el aspecto real, social y politico. Libertad en todos sus temas, ya sean los de logka, psicologia, esthiea (] moral, y libertad su actitud frente al golpe de' Estado de 1933, donde retoma con valentia, con palabra serena y medular su tema "Sobre la libertad". La democracia y la fibertad son para et, las bases, los fundamentos, los principios esenciales, para la conservacion y el acrecentamiento valorativo' de los pueblos, para un posible futuro mejor, 0 como' el mismo expresara, con ellos, esto'S paises nut'ostros "tendrfan el signo del bien". Vaz Ferreira realizo su empresa en beneftcio de la comunidad, abarcando' todos los ordenes de la sabiduria, pues ya venia dotado del poder misterioso' que la intefigencia superior que gobierna el :osmos, hace aparecer en el seno de las razas para sublimarlas por mtermedio de esos tip as, que se llaman Socrates, Platon, Descarte<s, Kant (] Bergson. Tamas un bombre Mn biel'fJ'conform'ttdo tara ,ei penMm~ento puro Se entrego con tanto afan al trabajo del pensamiento' transmisible, educador, extensivo, en beneficia de sus conternporaneo'S, de su Pais, de los dominios culturales de su ambito y su epoca. Su experiencia en los tres graJos de nuestra ,ensenanza: prima ria, secundaria y superior, fue enorme, y ocupo en ellos -dign mente- altos cargos, ya como profesor en 1888 y sucesivamem el de catedratico, maestro de conferencias, consejero, decano y ree tor de la Universidad en 1929 y nuevamente reelegido en los ano 1935-38 y 41. Sin tregua fue su ejercer de maestro', constante su preocupaci6n ante los problemas educacionales y multiples sus series de argu. mentos para sus reformas. En todas elias, su iniciativa, su origi. nalidad y su libertad de plantear los problemas -apoyados 0 com. batidos- gravita"ron y dieron su acento de honestidad, de teson y de accion, elevando las categorias cultura/es de nuestro pais alii donde su ~oz sencilla, clara y logicoase ckjo oir. Es posible que los contemporaneos no hayamos tenido la percepcion clara de esto, perO' una comprension mas seria de sus obras mayores nos nevelaran que u~ mo·Jalidad excepcron.tJisima de. genialidad filosofica hizo el d.espliegue delicadisimo de sus alas bien al lado nuestro, al encarnarse y enraizarse, en esa figura tan rartl y fragil al parecer, que como una llama corporea en trance de encenderse 0 apagarse, de encende1'nos 0 arrojarnos ceniza, transi· taba a nuestro lado.