habilidades visoespaciales

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EDUCACIÓN ACCESIBLE
Desarrollo y manejo de
habilidades
visoespaciales
Por LTO Gabriela G. García*
D
ía a día retamos a nuestro cuerpo a realizar actividades complejas que consideramos sencillas al no percatarnos de la cantidad de componentes de la
ejecución que involucran, un ejemplo de ello es comer sopa con una cuchara,
la cual es una actividad que requiere de mucha coordinación y estabilidad en el movimiento de la mano, aunado a un fuerte componente visual y propioceptivo.
Al nacer, todas nuestras habilidades
se encuentran “inmaduras”; nuestro cerebro necesita desarrollarse e
irse adaptando a un ambiente multisensorial fuera del vientre materno. La maduración de la relación
ojo-mano se ha reforzado a lo largo
de años de uso y práctica de las experiencias motoras y sensoriales a
las que hemos sido expuestos a lo
largo de nuestro desarrollo. Para lograr la atención y el reconocimiento de colores, formas y objetos, nos
encontramos hoy en día materiales
didácticos coloridos, de diferentes
texturas, tamaños y pesos; ellos, junto con acciones motrices como el
gateo, contribuyen de manera significativa a la maduración de visoespaciales. El gateo es un factor muy
importante para la consolidación
de la relación ojo-mano, ya que
gracias a su componente cinético,
vestibular y propioceptivo hace que
los pequeños comprendan su entorno y “midan” su cuerpo gracias a la
retroalimentación del movimiento a
través de objetos.
Un ejemplo de la relación entre la
apreciación de las relaciones espaciales y la movilidad lo podemos encontrar en el estudio en lactantes de
Benson y Uzgiris (1985). Los sujetos fueron colocados detrás de una barrera de plástico y después observaron
a alguien que colocaba un juguete
debajo de uno de dos manteles. A
continuación se les permitió caminar
o gatear, o fueron transportados si no
tenían capacidad de desplazamiento. Se comprobó que los lactantes
transportados no tenían tanto éxito en
la obtención del objeto como aquellos que caminaban o gateaban (1).
Es muy importante la apreciación de
la relación del niño con los objetos
y el espacio, ya que estas experiencias perceptivas también quedan involucradas con la función motora. A
medida que el niño aprende a moverse a través del espacio, también
está aprendiendo a apreciar cuán
lejos está el objeto, cómo entrar en
las cosas y salir de ellas, cómo llegar
a la parte superior, debajo, alrede-
* Gabriela Granados García, Licenciada en Terapia Ocupacional e mail: [email protected]
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dor, detrás y cómo aprender muchas
otras relaciones con los objetos y el
espacio. Así el niño descubre sobre
las partes del cuerpo, sus relaciones
mutuas y también las relaciones de
su cuerpo con los objetos y el espacio
durante el desarrollo de la motricidad
gruesa y fina (2).
La integración sensorial juega un papel
muy importante dentro del desarrollo
de visualización del espacio y percepción figura-fondo. Podemos hablar de
la creación de ambientes estimulantes
si nos remontamos en la historia alrededor de la década de los setenta, cuando se creó la cámara de Snoezelen o
cuarto sensorial. Su nombre viene de
una palabra Holandesa que deriva de
los verbos “snuffelen” (buscar y explorar) y “doezelen” (relajarse). Estos cuartos cuentan con estímulos visuales importantes que contribuyen de manera
significativa al desarrollo de habilidades
espaciales. Aunado a la cuestión visual
se tienen estímulos táctiles, auditivos,
olfativos, vestibulares, que en base a
la intensidad pueden crear ambientes
relajantes que tienen énfasis en la concentración visual o ambientes activos
que inducen a los usuarios a interactuar
con los elementos en ella. Actualmente
se utiliza en personas de todas las edades y se han desarrollado diseños para
protocolos con adultos que presentan
demencia y reclusos.
La percepción innata del espacio
se obtiene mediante una combinación de convergencia de los ojos,
acomodación y estereopsis (visión
estereoscópica). Puesto que cada
ojo ve el mundo desde un ángulo ligeramente distinto, existen pequeñas
diferencias entre las imágenes retinianas derecha e izquierda. Las habilidades visoespaciales son aquellas que
nos permiten ubicarnos en el espacio
auxiliados por la retroalimentación visual, vestibular y propioceptiva que al
apoyarse de las funciones manuales
nos permiten alcanzar objetos, colocar, subir, bajar, ubicar nuestro cuerpo en el espacio desarrollando así el
esquema corporal y la lateralidad, así
como la variada relación con los objetos que manipulamos todos los días.
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Varios ejemplos del desarrollo en habilidades visoespaciales pueden ser
encontradas en los deportes, desde
chutar un balón, encestar una canasta, hacer un home run, hasta el
tiro con arco (como uno de los más
complejos) son ejemplos de la importancia entre la coordinación de
la visión con el componente motriz.
Algunos componentes que ayudan
a conocer las habilidades visoespaciales pueden ser medidos por los siguientes elementos:
• Visualización del espacio
• Percepción de fondo y figura
• Percepción manual de la forma
• Precisión motora
• Copia de diseños
• Praxis de la construcción(3)
La estimulación temprana es fundamental cuando existen riesgos de
daño neurológico para desarrollar el
componente visoespaciales en los pequeños, de igual manera se pueden
encontrar alteraciones en las habilidades ojo-mano en la edad adulta,
siendo un caso típico el glioblastoma
multiforme, que es un tipo de tumor
que altera la percepción viso-espacial
y esto se desencadena en un fracaso
de la actividad, pongamos por ejemplo a un paciente que trabaja constantemente en la computadora y un
día se percata que en lugar de escribir
la letra “A” del teclado, está escribiendo la letra “Z” que se encuentra justo
debajo, pero el paciente no logra percatarse de que el problema se haya
en la percepción viso-motriz, atribuye
la falla al teclado. Es por ello que consideramos que las alteraciones en las
habilidades ojo-mano pueden ser signo de daño neurológico y/o visual.
Volviendo al tema de la sopa, ¿te has
puesto a pensar si las personas ciegas
pueden comer sopa sin derramarla?
Para fines prácticos: ¿has intentado
comer sopa con los ojos cerrados?
¿crees que sea posible lograrlo sin
ensuciarte la ropa? La respuesta a la
última pregunta es Sí, porque como
mencionaba al principio, existe un elemento llamado propiocepción que es
un sistema encontrado en los músculos (gracias al órgano tendinoso de
Golgi) que se encuentra cerca de las
articulaciones y nos da la noción de
la posición de nuestro cuerpo, prescindiendo de la parte visual. Por eso
podemos hacer tantas cosas con los
ojos cerrados, o sin poner la vista en el
objeto (al abrocharnos las agujetas, al
escribir en un tablero, etcétera).
Es importante, como siempre, recordar que existen muchos ejercicios para mejorar las habilidades
visoespaciales, principalmente con
objetos de figura-fondo, como los
rompecabezas (existen muchos tipos en base a la edad del desarrollo que se desee), ensambles (tipo
lego o megablocks) ejercicios de
dibujo, tiro al blanco, etc. Existen
muchas opciones para fortalecer
las habilidades visoespaciales, no
olvides acercarte a algún especialista en el área de rehabilitación si
necesitas ayuda al respecto.~
Referencias
1.- Rehabilitación Neurológica. María Strokes. Primera Edición. Editorial Harcourt. Página 276
2.- Tratamiento de la parálisis cerebral y del retraso motor. Levitt. Quinta edición. Editorial médica panamericana. Página 263
3.- Terapia Ocupacional, Willard/Spackman. Octava edición. Editorial médica panamericana. Página 477
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