Las Vanguardias - IES Pedro de Tolosa

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LAS VANGUARDIAS
En los inicios del sXX se agravó la crisis iniciada en el último tercio de la centuria anterior. El
mercantilismo y la cosificación, derivados de la pérdida de valores espirituales de la sociedad
capitalista, llevaron a cuestionar los principios que regían el mundo occidental. La Primera Guerra
Mundial (1914-1919) desencadenó entre los jóvenes europeos una conciencia de fin de época. Estos
reaccionaron contra el mundo de los “mayores”: contra sus presupuestos racionalistas y sus valores
pragmáticos, que habían conducido al desastre. En este contexto surgieron las Vanguardias.
CARACTERÍSTICAS DEL ARTE DE VANGUARDIA
Denominamos Vanguardias a los movimientos artísticos que se desarrollaron a principios del siglo
XX con voluntad de rebeldía frente a l concepción del arte basada en la imitación de la realidad. Estos
movimientos mantuvieron el gusto por lo excepcional y lo extraño heredado del simbolismo, y sus
programas ideológicos y estéticos se difundieron por medio de manifiestos y revistas de gran
importancia en la cultura de la época. Aun desde posturas muy diferentes, reunieron una serie de
características comunes que tuvieron profunda repercusión en el arte en general y en la literatura en
particular. Sus características son:
• Antirrealismo y autonomía del arte. El rechazo de la realidad se tradujo en la eliminación de
cualquier elemento que vinculara la obra de arte al mundo real. La obra de arte debía ser
autónoma y no perseguir otra finalidad que la meramente estética. En la poesía se eliminó la
anécdota y el sentimiento para liberar al poema de cualquier sentido realista o humano. Es el
ideal de la poesía pura, que perseguía el objetivo de crear mundos puramente poéticos.
• Irracionalismo. El deseo de que la poesía se sustentara en si misma potenció el culto por la
imagen, que permitía establecer conexiones entre seres y objetos que no se dan en la realidad. De
este modo los textos vanguardistas se impregnaron de irracionalismo.
• Afán de originalidad. Las Vanguardias buscaron la belleza en lo diferente u original. Los
artistas defendieron su individualismo y rechazaron la masificación de la sociedad. El resultado
fue un arte minoritario, destinado a un selecto grupo de entendidos. En la poesía, esta actitud
condujo al hermetismo del texto, solo accesible para una élite, y a un rechazo de la tradición
literaria en lo que respecta a géneros, temas y formas.
• Provocación. Los vanguardistas son provocadores. Desprecian al gran público y a la burguesía, a
la que pretenden escandalizar con sus actitudes insolentes y agresivas.
• Experimentación estética. Los movimientos de Vanguardia llevaron al límite el afán de
experimentación, que ya había caracterizado al Modernismo. El desarrollo de la pintura en estos
años atrajo a los poetas de vanguardia, quienes llegaron a concebir el poema como un objeto
visual. De esta manera, cobraron importancia la distribución en el espacio de palabras y frases, los
espacios en blanco, la tipografía… El deseo de experimentación es también observable en algunas
propuestas de abolición de los signos de puntuación. En la búsqueda de nuevas formas poéticas
triunfó el uso del verso libre, ideal para transmitir las asociaciones libres, es decir, aquellas que
no obedecen a ninguna causa consciente.
LAS VANGUARDIAS EUROPEAS
Los movimientos de Vanguardia, también llamados “ismos”, se sucedieron con rapidez y tuvieron
una desigual trascendencia. No tienen un carácter exclusivamente literario, sino que afectan a todas las
artes plásticas y proyectan su reflejo en casi todos los ámbitos culturales. No forman un conjunto
homogéneo, ya que los “ismos” son muy diversos y en ocasiones se oponen o contradicen unos con otros.
En la literatura, los movimientos vanguardistas europeos más relevantes son el Expresionismo, el
Futurismo, el Cubismo, el Dadaísmo y el Surrealismo.
• El expresionismo. No niega radicalmente la tradición artística sino que acentúa los rasgos ya
presentes en el Naturalismo. El expresionismo rechaza que el arte sea una mera representación
externa de la realidad, ya que ha de revelar la realidad interior para lo cual se resaltan hasta la
deformación aquellos aspectos que expresen mejor las características físicas o psicológicas de
lo que se describe. Abundan los personajes extraños, las descripciones intensas y a menudo
simbólicas, las caricaturas, los motivos grotescos, los rasgos distorsionados, las situaciones
absurdas. En esta atmósfera intelectual y estética debe situarse la obra de Franz Kafka.
• El futurismo. Surgió en Italia bajo la dirección del escritor Marinetti en 1909. En su manifiesto
se proclamaba su antirromanticismo y ensalzaba la civilización mecánica y urbana así como
las nuevas tecnologías. La literatura acogió nuevos temas: el automóvil, el avión, las fábricas, las
muchedumbres, el cine, el deporte, el riesgo, la violencia, la velocidad… En su afán de ruptura
con la tradición, los futuristas reclamaron una renovación total del lenguaje poético.
• El cubismo. Nació como vanguardia pictórica liderada por Pablo Picasso, Braque y Juan Gris. El
Cubismo suponía la descomposición de la realidad en figuras geométricas y ofrecía una nueva
manera de observación del mundo que implicaba la yuxtaposición de planos. Esta forma de
presentar el objeto sedujo a poetas como el francés Guillaume Apollinaire (Caligramas) en cuya
obra los textos se disponían como verdaderos objetos visuales.
• El dadaísmo. Surge en 1916 en Suiza. Realizan “veladas de aniquilación estética” en las que
componen poemas con palabras escogidas al azar o recitan al unísono sartas de sílabas sin sentido.
El nombre del movimiento es elegido al azar aunque se asoció al balbuceo de un recién nacido.
Las características del dadaísmo son el juego, la propensión al absurdo, la exaltación de lo
ilógico y el azar, el regreso a la pureza infantil, al primitivismo. Recurren a la incoherencia
absurda como modo de repulsa ante lo establecido por la sociedad. Renuncian al significado y se
reivindica la espontaneidad, la ocurrencia imprevista, la sorpresa, la incoherencia. Cualquier
cosa puede ser una obra de arte porque lo importante es el acto de crearla o concebirla.
• El surrealismo. Surgió de algunos componentes del grupo “dadá” cuando este entró en
decadencia y se convirtió en la más importante de las vanguardias. Su fundador fue André
Breton, quien redactó el primer manifiesto surrealista en 1924. Influidos por las teorías de
Sigmund Freud, la meta de los surrealistas fue la búsqueda de la verdadera realidad mediante la
exploración del inconsciente, del mundo de los instintos (no controlados por la razón), como
sucede en los sueños. Para tratar de transmitir la visión de este mundo que está más allá de la
realidad percibida por los sentidos, se recurrió a técnicas como la escritura automática, que
consistía en escuchar el curso del pensamiento y escribir todo lo que pasaba por la mente. Se creó,
de esta manera, un procedimiento que debía favorecer el acceso al inconsciente por medio de
imágenes y símbolos. El resultado era de una incoherencia lógica evidente, pero cargada de valor
poético.
LOS CALIGRAMAS
Un caligrama (del francés calligramme) es un poema visual en el que las palabras "dibujan" o conforman
un personaje, un animal, un paisaje o cualquier objeto imaginable.
Debemos al poeta vanguandista Guillaume Apollinaire la moda de la creación de este tipo de poemas
visuales en el siglo XX. La influencia de Apollinaire en la poesía posterior a 1918 supuso la creación de
numerosos ejemplos de poemas visuales en diversas lenguas y culturas.
Para crear un caligrama habrá que partir de una idea : una palabra, una expresión , un objeto que habrá
que transformar primero en imagen y luego en poesía.
Aunque los programas de tratamiento de imagen y de tratamiento de texto permiten realizar las formas
gráficas más complejas, es lógico partir de una realización manual del caligrama, y sólo en una segunda
etapa se puede pensar en la adaptación electrónica del mismo.
El punto de partida será pues un dibujo sobre papel que represente la idea original. Luego se escribirá el
poema siguiendo el contorno del mismo o llenando su perfil de manera que los versos no sobrepasen los
bordes fijados por el dibujo.
La última operación consistirá en borrar los trazos de lápiz con el que se fijaron los contornos del dibujo
para dejar visibles las palabras y los versos que conforman el caligrama.
LAS VANGUARDIAS EN ESPAÑA
Los ecos de las diversas vanguardias llegan pronto a España, aunque tarde en desarrollarse una
Vanguardia específicamente española. El primer propagador de esta literatura fue Ramón Gómez de la
Serna.
RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA Y LAS GREGUERÍAS
Las más tempranas manifestaciones de la vanguardia española se deben a Ramón Gómez de la
Serna. A través de la revista Prometeo y de su tertulia en el café Pombo, Gómez de la Serna ejerció una
importante labor creadora y de divulgación de los movimientos de vanguardia a principios de siglo.
Aunque su literatura muestra coincidencias con las distintas vanguardias europeas, su marcado
individualismo lo llevó a fundar un ismo propio: el ramonismo.
Gómez de la Serna cultivó distintos géneros, entre los que destacan las Greguerías, que él mismo
definió como metáfora + humor. Este sentido lúdico revela una concepción del arte como juego propia de
las vanguardias.
Las Greguerías son textos breves en los que, partiendo de objetos o circunstancias cotidianas, se
ofrecen asociaciones que no responden a la lógica de la realidad y que producen un efecto de sorpresa.
Con las Greguerías se expresa una visión fragmentaria de la realidad: transmiten sensaciones, pinceladas,
ideas, juicios, enunciados muchas veces a modo de sentencias o especie de refranes. Las técnicas para
transmitir esta visión son variadas:
• Metáforas y comparaciones, a veces hiperbólicas, y asociaciones ingeniosas: “De la unión de
viuda y viudo sale el niño vestido de luto”.
• Pseudoetimologías, paronomasias y dilogías:”Monomaníaco: mono con manía”, “Era tan moral
que perseguía las conjunciones copulativas”
• Desautomatización de frases hechas y refranes: “Más vale soltar el pájaro que tenerlo en la
mano”, “Nunca es tarde si la sopa (dicha) es buena”.
Aquí podemos ver unos cuantos ejemplos de las Greguerías.
Hay tipos a los que es tan difícil sacarles una idea de
la cabeza como el tapón que se ha hundido en la
botella.
Al cine hay que ir bien peinado, sobre todo por
detrás.
No confiéis demasiado en vuestro propio corazón,
porque él os fallará en definitiva.
Me gustaría pertenecer a esa época del futuro en que
la historia tendrá doscientos tomos, para ver cómo se
la aprenderán los niños.
Los ceros son los huevos de los que salieron las
demás cifras.
El ventilador debía dar aire caliente en invierno.
Astrónomo es un señor que se duerme mirando las
estrellas.
La morcilla es un chorizo lúgubre.
Entre los carriles de las vías del tren, crecen flores
suicidas.
Trueno: caída de un baúl por las escaleras del cielo.
El agua se suelta el pelo en las cascadas.
Los recuerdos encogen como las camisetas.
El sueño es un depósito de objetos extraviados.
Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de
saludarte.
La gallina está cansada de denunciar en la comisaría
que le roban los huevos.
Aquel tipo tenía un tic, pero le faltaba un tac; por eso
no era un reloj.
Los globos de los niños van por la calle muertos de
miedo.
Roncar es tomar ruidosamente sopa de sueños.
Las espigas hacen cosquillas al viento.
Los que matan a una mujer y después se suicidan
debían variar el sistema: suicidarse antes y matarla
después.
La O es la I después de comer.
El lápiz sólo escribe sombra de palabras.
El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo
pasajero.
Las pasas son uvas octogenarias.
EL CREACIONISMO
Hasta el final de la primera Guerra Mundial no surge en España un movimiento vanguardista
organizado. Es entonces cuando, camino de su país, procedente de Francia, pasa por Madrid el poeta
chileno Vicente Huidobro, uno de los iniciadores en París del Creacionismo.
Durante su estancia en Madrid difundió los principios de la estética creacionista, según la cual el
poeta no ha de imitar a la naturaleza sino que debe crear él mismo nuevas realidades. Para ello se
prescinde de lo anecdótico y lo descriptivo con el ánimo de que el poeta provoque emoción por el valor
de la creación misma. El poeta recurre a la imagen, pero no al modo tradicional como alusión a un
referente real sino en ilógica asociación que rompa con lo esperable y lo verosímil. Recuperaron del
simbolismo la intención de crear una realidad propia en el poema.
El poeta se concibe como un ser con potencialidad divina que podía crear mundos con su poesía.
Influido por la pintura y la música, Huidobro fomentó el empleo de dos recursos:
• La superposición de imágenes, a semejanza del cubismo, que debían crearse sin referentes
reales y basarse en puras asociaciones fónicas o en relaciones semánticas inusuales.
• La creación del ritmo por medio de la disposición tipográfica y espacial del poema y una
cuidada selección y posición de las palabras.
ARTE POÉTICA
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente que temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis a la rosa, ¡oh Poetas!
Hacédla florecer en el poema:
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El poeta es un pequeño Dios.
Estamos en el ciclo de los nervios,
el músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
PAISAJE
FRÍO
La pared inclinada
no se cae
AL ATARDECER NOS PASEAREMOS POR RUTAS
PARALELAS
La lluvia tiembla
como una oveja
EL ÁRBOL
ERA
MÁS
ALTO
QUE LA
M O N T A Ñ A
Hace tanto frío
que se abren las hojas
de los libros nuevos.
Mi mano
El río
Aquella cabeza
se desinfla silbando
Entre mis hojas
una lágrima muerta.
PERO LA
MONTAÑA
ERA TAN ANCHA
Q U E
E X C E D Í A
L O S
E X T R E M O S
D E
L A
T I E R R A
CUIDADO CON
JUGAR EN EL PASTO
RECIÉN P I N T A D O
UNA CANCIÓN CONDUCE A LAS OVEJAS HACIA EL
APRISCO
La luna
donde
te miras
EL ULTRAÍSMO
El ultraísmo recoge ingredientes de las diversas vanguardias con la intención de encontrar
caminos diferentes a los del Modernismo. Utilizó como cauce de expresión las revistas literarias, muy
numerosas y, en general, fugaces: Cervantes, Grecia, Cosmópolis, Ultra, Reflector, Tableros, Alfar,
Horizonte y Plural. Algunas de ellas, además de recoger las inquietudes de los ultraístas, dieron cabida a
poetas consagrados, como Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado, y publicaron textos de otros más
jóvenes que pronto se convertirían en las figuras centrales de la lírica española: Federico García Lorca,
Rafael Alberti, Jorge Guillén…
Los ultraístas rompieron el discurso lógico y dieron especial importancia a la percepción y a la
metáfora. En lo formal introdujeron innovaciones tipográficas hasta llegar al caligrama. La producción
de los ultraístas fue escasa: desarrollaron una tarea más bien teórica, divulgativa y de agitación. En esta
tendencia se inscriben Guillermo de Torre, Pedro Garfias y Jorge Luis Borges.
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