Descubriendo mi paternidad ¡Viviendo nuestra propia identidad! “Una vez mi hijo Carlos entró y nos encontró riendo, al preguntarnos el por que y saberlo, quiso inmediatamente contarlo, pero él no lo había vivido, solo le había sido contado. El Autor. De entrada cada persona ha sido influenciada en su interior, los elementos de la cultura están dentro, por que nos fueron infundidos, nada pudimos para que esto nos sucediese. Las normas, el folklore y los valores descansan o están ausentes de acuerdo a la manera en que nuestros padres o tutores los hicieron resaltar o pasar desapercibidos. Ahora funcionamos en base a este sistema que nos fue impuesto. Podemos entender que en base a lo que nos enseñaron deberíamos alcanzar nuestro máximo potencial… pero esto no es así. Pareciera que a alguien se le extravió el manual que hacia que la enseñanza dada produjera satisfacción y bienestar común…y la enseñanza que se llegó a mostrar después de esto fue la de defensa personal, ataque y estrategia de manipulación, y tal ves también nos dieron una materia parecida a esta: “El fin justifica los medios”. Descubriendo mi paternidad Los antecedentes del mundo no están de acuerdo a las expectativas de paz, armonía y salud; por el contrario cada vez que vemos que las escuelas de artes marciales, superación personal, mercadotecnia; promueven los conceptos de fama, poder y riqueza…menospreciando la actuación de los que se dan a favor de los necesitados y desvalidos. Esta enseñanza la tenemos metida hasta los tuétanos y bueno llegamos a ser también víctimas de ella, nuestros hijos cual esponjas absorben todo y cuanto a su alrededor tiene carácter de enseñanza, por que el agua es figura d enseñanza. Ser de una misma pieza o fieles a la enseñanza tradicional puede redundar en una desmedida amargura, ya que las enseñanzas tergiversadas de nuestra cultura no pueden satisfacer las necesidades elementales del ser humano. Ahora, cada vez que nos adelantamos a alguien más, nos medimos en relación con las cosas que tenemos y que él no tiene, con una mejor posición en el trabajo o mejores y refinadas amistades. Este es el estándar por el que nuestra sociedad califica nuestro desarrollo dentro de ella. Nos han enseñado a amar estos conceptos que se manifiestan en “apariencias”, un buen carro, una buena casa, un buen empleo, tarjetas de crédito etc. Podremos entonces, al entender esta enseñanza que nos ha disparado en direcciones peligrosas… (Por que raíz de todos los males es el amor al dinero), pedir la ayuda de otra enseñanza que nos encamine al servicio y a la edificación mutua, después vivirla y posteriormente al haberla comprobado y disfrutado…transmitirla por el ejemplo a nuestros hijos y seguir disfrutándola. Cada vez la comparación que en su interior nuestros hijos hacen de nosotros con los demás padres. Llega a ser dañina, les produce inconformidad, rebeldía. ¿Por qué mi padre no tiene lo que tiene el padre de fulanito? Pero la que importa es cuando ellos nos llegan a comparar en un sentido de servicio y escuchar decir: ¡Cómo quisiera que mi padre fuera como el tuyo! (que te hace caso, te atiende, confía en ti, se preocupa por ti, juega contigo, te ayuda con tus tareas, te da consejos y convive también con tus amigos). Descubriendo mi paternidad Toda esta opinión que los demás tengan de ti proporcionará a tu hijo herramientas suficientes de confianza y esperanza. Cuando el hijo promueve al Padre para que sus amistades le conozcan, hay crecimiento en la relación. ¿Tendría sentido de crecimiento y edificación, prestar un poco de interés en esta enseñanza de consuelo y habilitación? ¿De inteligencia de servicio? Y ¿De reconstrucción interior? Digo sí. Cuando mi hijo me escribió una carta revelándome su interés por mi vida, su amor, su comprensión, su apoyo incondicional y su arrepentimiento por alguna situación mal atendida…pude dar gracias a Dios… y llorar de agradecimiento; Pensar que mi vida estaba encaminada a la satisfacción personal y ahora gozar y comprobar que esta enseñanza funciona y no por solamente portarme ante sus ojos “aceptablemente bien”; ¡Esta enseñanza si funciona!. Si tu y yo, no pedimos estar en acción en este mundo y menos aún, no escogimos la enseñanza que debería promover en nuestro interior el máximo desarrollo a favor de los nuestros y de los necesitados…¿Por qué ahora tendríamos que ser los malos de la película? Creo fervientemente en la justicia de Dios, (y en una dirección de: darnos), habiendo ya conocido la injusticia de la falsa enseñanza de competencia y comparación y condenación…(dándonosla él)… la oportunidad clara y congruente de recibir otra enseñanza, que esté aislada de la conducta y las apariencias. Nos se trata de ser bueno y portarse bien sino de estar totalmente integrado a una mayor y mejor identidad, la identidad de la que solamente los verdaderos hijos de Dios gozamos; Una pertenencia total a su reino y la participación de su poder y su gloria aún en medio de una generación que camina en sentido contrario. La identidad verdadera que nos fue robada, pero que ahora podemos llegar a recuperar gozándonos con ella y aprendiendo inteligentemente a darnos a favor de nuestra familia sin tener el temor de haberlo hecho mal. Descubriendo mi paternidad La objetividad de esta enseñanza es la que mas me impresiona, no habla de cosas tan raras y peligrosas como, “todo te va a salir bien” o “del cielo te caerá dinero”, fatales y espeluznante son todas esas macabras enseñanzas de manipulación basadas en el temor y la falacia de la abundancia económica por hacer lo que un brujo o manipulador profesional dice. Por ejemplo: “Si das tu dinero ahora en una pruebe de fe, tendrás abundancia, pero si no lo haces tendrás pobreza”, ¿Cómo sería posible que Dios avalara esta afirmación de su poder y la gente por el solo hache de dar dinero tendría bendición, aunque estuvieran violando, martirizando, golpeando y burlándose de la necesidad de los demás. Totalmente ridículo. Por eso mismo no eduques a tus hijos para la carrera armamentista, sino para la que los sacará poderosamente de la depresión cuando esta aparezca en su vida. Y podrá ser levantado a suplir necesidades y dejará la auto conmiseración. No podrá siempre que él renga una buena calificación canjearla por un regalo, pero podrás darle regalos aún y cuando él no sacare una buena calificación. En ocasiones y caminando por el tianguis he llegado a ser oprimido por la necesidad insatisfecha de mis hijos… ¡Quiero un mono, quiero una mona, o un helado o un carrito! etc. ¿eres buen padre si lo compras o malo sino lo compras? ¿Bajo el sistema mides el poder comprar o no poder comprar? ¿Hacia donde te diriges cuando no puedes hacerlo? ¿A aceptar la culpa de ser un bueno para nada o a gritarles a tus hijos que entiendan que no puedes comprarlo? Recuerdo que a los nuestros solo llegábamos a decirles “no se puede” y proseguíamos con nuestra armonía familiar. En otra ocasión mi hija Merari recibió por parte de sus abuelos maternos un billete de $500.00, ella por supuesto estaba contenta, pero pude percatarme que no del todo, temía que su dinero le fuera quitado (por sus padres), la observe no sin que mi dolor apareciera, ¿Cómo era posible de que algo que debiera ser gozado la mantuviera ahora alejado de sus padres? Le llamé y le pregunté si tenía dinero, ella titubeo y me dijo que no, mmmm, bueno si, (su mirada era retadora), ¿Cuánto tienes? Le pregunté; me respondió que $500.00 con la voz entrecortada, bueno, mira le dije- vamos a hacer una dinámica-. Descubriendo mi paternidad Pon tu dinero en tu bolsa, ve al espejo y mírate y regresa. Lo hizo; Ahora –le dije- Regresa pero lleva el billete en tu mano y mírate en el espejo y regresa, y también lo hizo, cuando regreso le pregunte: ¿Cuál es la diferencia entre tener dinero y no tenerlo?...¿Se puso tu piel más blanca? ¿Te cambio el color de los ojos? ¿No? Entonces, mamita, ¿Por qué si tienes dinero cambias tu manera de caminar? ¿Por qué haces caso a instrucciones que no promueven la armonía familiar? Que en vez de unirte a tu familia te separan y te aíslan en una cueva que se llama egoísmo. Nosotros tu mamá y yo no te vamos a quitar tu dinero… ¿Quién te enseñó eso? Ahora, quisiera por favor que lo gastes en lo que hayas decidido, y regreses a ser la hija amada y preciosa que eres. ¿Estamos de acuerdo? Y así sucedió. La enseñanza que promovemos no son normas de conducta, ni la mejor lista de cosas que no debamos hacer, eso no es el evangelio de Jesucristo, sino una mejor manera de vivir con los demás, interesándonos por sus necesidades sin quedar cautivo de sus emociones. Ministrando a unos pequeños adolescentes puede darme cuenta de sus conocimientos internos, por la manera en que hablaban. Les pregunte su opinión acerca de la sociedad. De sus padres, de sus hermanos, de ellos mismos, de Dios. Solamente en la última pregunta pude ver alguna manera de amabilidad. Dijeron: Dios es el único que me comprende…Ahora al llamarles la atención acerca de sus pensamientos les dije: Tú y yo podemos pensar de algo o de alguien cuando hemos sufrido un impacto, conocimiento o evento acerca de la persona o la cosa. Cuando opino basado en lo que los demás dicen de esto o de lo otro, podría decir: …Bueno esto es lo que he oído de esa persona o esa cosa… pero hasta que no entre en contacto directo con el evento no podré tener una opinión personal, sino influenciada ¿Realmente conocen ustedes a Dios? ¿Les habla? ¿Lo ven? ¿Dialogan con él? ¿Cómo es él?, ¿Cómo es su voz? ¿Se dan cuenta que su opinión de Dios es la mas religiosa y la menos real de todas las que han dado el día de hoy, y que lo único real que ustedes viven es el pasatiempo de los necios que es estar enojados todo el tiempo? Bueno, pues siendo honestos, ustedes podrían decir: ¡La verdad es que ni siquiera creo que Dios exista! Descubriendo mi paternidad Entonces podríamos entrar en materia y yo poder decirles: ¡Si es verdad, he platicado con él! Y ustedes tendrían derecho a réplica, llegando a un punto en la discusión… tendría que comprobarlo ustedes mismos. Esto se llama fe, basados en una necesidad y las ganas de que sea suplida, escucho opiniones, tomo decisiones y actuó… no hay otra manera de comprobar de que Dios me ame. Y un punto para terminar es que Dios no existe….¡DIOS ES! El no necesitó de un creador para existir como tú y yo, él es el creador. Su naturaleza es amor así que cuando estamos atentos a esta enseñanza, nuestros pensamientos sufren una transformación que afecta en forma positiva y sobrenatural nuestras decisiones y promueva acciones de amor. Acciones a favor de los demás que redundan en beneficio para nuestra próxima actuación. Esto es poder comprobar el amor y la eficacia de la enseñanza de Dios. La adolescencia es una etapa de explosiones emocionales atómicas, que no solo afectan al adolescente sino que impactan a todos los que nos rodean. Estas reacciones pueden llegar a esquematizar la vida de uno de estos preciosos jóvenes y llevarlos a creer realmente que ellos son lo que la gente opina de ellos, promoviendo en su interior pensamientos nocivos que los llevan a tomar decisiones malas y a mostrar emociones reactivas. He podido ver como los niños y jóvenes rebeldes se identifican con símbolos de muerte como el de la “suástica” la cruz del cruel y diabólico régimen de Adolfo Hitler, creo que bastaría con enseñarle todo lo que esta cruz significa, llevándolos a ver documentales, escuchar testimonios y ver el final que esos asesinos tuvieron. Esto cambiaria su manera de pensar que esta influenciada. No somos lo que la gente dice que somos, somos producto de la enseñanza ala que hayamos estado sometidos, pero en esta etapa de justicia de Dios, podremos manifestar su enseñanza al estar atentos a ella y al comprobarla, vivir libres de la competencia, la comparación y la condenación siendo agentes de justicia y bienestar social. Descubriendo mi paternidad “El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y de los hijos hacia los padres.” Mal. 4.6