14 RAZONES PARA OPONERSE A TLC

Anuncio
El pasado 18 de mayo, el gobierno de Alvaro Uribe Vélez inició las negociaciones con Estados
Unidos para suscribir un Tratado de Libre Comercio, TLC. El programa gubernamental es culminarlas
en ocho o nueve rondas, cada una de cinco días, pactando un tratado que será decisivo para el
rumbo del país durante las próximas décadas. En este acuerdo se definirá qué se producirá en el
agro, si habrá industrialización, quién prestará los servicios públicos y con qué criterios, quién
resolverá las controversias económicas, qué papel jugará la inversión extranjera en el desarrollo, en
qué condiciones laborarán los trabajadores, cómo se manejará el medio ambiente y muchas otras
cosas más.
Como puede concluirse, el futuro del país está en juego, y también su soberanía, el papel del Estado
en la economía y el futuro del desarrollo productivo y social de la nación.
HAY MUCHAS RAZONES PARA DECIR NO AL TLC
Hemos escogido algunas sobre temas que afectan en forma directa, vitales
intereses nacionales:
1. Agricultura: pobreza, desaparición de la producción nacional y
pérdida de la soberanía alimentaria.
Con el TLC aumentarán enormemente las importaciones agropecuarias,
especialmente las de alimentos. Será eliminado lo que queda de cultivos ya
fuertemente golpeados como el trigo, la cebada y el maíz (de estos tres productos se importan
anualmente más de tres millones de toneladas) y se continuarán debilitando el arroz, la soya, el
sorgo, el fríjol y otras leguminosas de grano.
También están amenazados el algodón, la caña, la
papa, la palma de aceite, el pollo, la carne, pues
todos serán sometidos a la competencia implacable
de las importaciones masivas desde Estados
Unidos, potencia que -con agricultores altamente
subsidiados- vende por debajo de sus costos de producción. Nuestro país acabará de perder la
capacidad de alimentar a su propia población y la pobreza se generalizará en el campo.
Ya en la década pasada Colombia fue víctima y de la apertura económica, que llevó a que las
importaciones agrarias pasaran de 700 mil a siete millones de toneladas de alimentos anuales, y que
se perdieran más de 900 mil hectáreas de cultivos transitorios y 150 mil empleos. El TLC significa el
desmonte de los precarios mecanismos de protección que aun subsisten y busca que el campo se
especialice en la producción de frutas exóticas, plantas medicinales, flores y otros productos
secundarios sin mayor elaboración y poca demanda internacional, sacrificando la producción de
alimentos. Mientras que las beneficiadas con esta política son unas cuantas empresas
multinacionales productoras de alimentos, los perjudicados serán todos los vinculados al campo como campesinos, familiares y empresarios- quienes no tienen la capacidad de enfrentar toda la
fuerza económica de Estados Unidos y han sido desprotegidos por parte del Estado colombiano de
todo fomento en materia de producción, transferencia tecnológica, financiamiento y comercialización
de sus productos.
2. Desindustrialización
La industria también se verá afectada por la
avalancha de importaciones. Ya en el inmediato
pasado miles de industrias de todos los tamaños
han quebrado por la competencia con mercancías
importadas y han desaparecido las más
importantes
industrias metalmecánicas, de
confecciones y de calzado -entre muchas otrassin que se hayan creado fuentes alternativas de
empleo. Hoy Colombia tiene menos industria que
hace 14 años. Un estudio de Acopi mostró que el
39 por ciento de las pequeñas y medianas
industrias tienen hoy menos capital que hace diez
años y que en los últimos diez años se perdieron
1.057 empresas
manufactureras, incluyendo 88
grandes. Con el propósito de llevar la
desgravación a cero, desaparecerá la protección
que aún subsiste y la industria quebrará con lo
cual desaparecerán muchos empleos formales, el
país retrocederá en su desarrollo industrial.
El TLC agravará esta situación aún más, pues
elimina la capacidad del Estado para fomentar la
industria, suministrar crédito barato, preferir a los
nacionales en las compras estatales e impide que
el Estado promueva la creación de
nuevas
industrias avanzadas, que satisfagan necesidades nacionales tales como la producción de
maquinaria, la petroquímica, la informática, etc. Todo proyecto de industrialización dependerá de la
inversión extranjera.
El TLC, en el mejor de los casos, le apuesta a la creación de algunas plantas de ensamblaje
(maquiladoras) que, usando insumos importados y mano de obra barata, se dediquen a exportar.
3. Menos y peores empleos
El TLC implica intentar competir en el mercado
internacional con mano de obra barata.
Mientras menores salarios, menos sindicatos y
menos garantías laborales existan, los gestores
de este tratado creen que podrán competir
mejor en el mercado internacional. La apertura
económica de los años noventa, que se
profundizará con el TLC, significó la pérdida de
900 mil empleos en la industria manufacturera
con el cierre de miles de empresas y la
eliminación de miles de empleos como producto
de las privatizaciones y los recortes en la planta
de trabajadores estatales.
Más de tres millones de colombianos están dedicados a las actividades improductivas y de
supervivencia del llamado sector informal de la economía. La propuesta del TLC implica continuar la
"flexibilización laboral" -como se conoce la falta de estabilidad, prestaciones y garantías de
organización para los trabajadores-. Esta política está causando en la práctica la desaparición del
contrato individual de trabajo y amenaza con exterminar la contratación colectiva. Los países
atrasados competirán entre sí para ver cuál puede pagar menos a sus trabajadores y desparecerán
garantías de seguridad social como las pensiones de jubilación, el subsidio familiar y entidades como
las Cajas de Compensación, el Sena y Bienestar Familiar. Las eventuales maquilas proporcionarán
unos cuantos trabajos rutinarios en condiciones de superexplotación y sin ninguna clase de
seguridad social, y en todo caso en un número que no será comparable con la pérdida de empleo,
producto de la desindustrialización y del recorte de la actividad del Estado. EL TLC significa
trabajadores desorganizados, sin estabilidad, con la escasa formación que requieren labores
mecánicas y rutinarias y un aumento del desempleo, el cual en la última década se duplicó.
4. Pobreza incontenible.
Los niveles de pobreza en Colombia alcanzan
niveles nunca antes vistos, afectando al 60% por
ciento de la población. Esta pobreza está
determinada por la quiebra del aparato
productivo y por la incapacidad del Estado de
promover el desarrollo económico, acentuando
la prevaleciente e inequitativa distribución del
ingreso. Con el TLC, se disminuirán aún más los
recursos estatales, se eliminan definitivamente
los subsidios en áreas como los servicios
públicos, la educación, la salud, el transporte y el
consumo de bienes esenciales. Se limitará la
actividad estatal a un papel asistencialista sobre los más pobres de los
pobres. Servicios que antes eran prestados precariamente por el Estado,
como la construcción de vivienda popular, los hospitales y escuelas públicas,
serán marchitados o definitivamente eliminados en la medida en que se
entrega todo a la iniciativa privada con ánimo de lucro. Menos fuentes de
empleo, menos producción y menos actividad estatal significan mayor
pobreza.
5. Menos y más caros servicios públicos domiciliarios.
Los servicios públicos en Colombia se han privatizado en gran medida.
Ello ha generado inmensas ganancias a empresas multinacionales las
cuales -sin crear un solo empleo- se han apoderado de sectores
estratégicos como la generación de energía, los acueductos y la
telefonía, entre otros. La privatización de la recolección de basuras ha
sido fuente de gigantescas ganancias para el sector privado. En el TLC
se impide la acción estatal en estas áreas y se le entrega a la iniciativa
privada, especialmente de las multinacionales.
Aunque mucho de esto se ha venido realizando en el país en los últimos
catorce años, las estipulaciones del TLC en materia de servicios los
convierten definitivamente
en empresas que no se interesan por el
bienestar de la población sino por el lucro privado. El efecto será la
desnacionalización, el aumento de las tarifas, la eliminación de los
subsidios y la disminución del cubrimiento. El aumento escandaloso de
las tarifas ha sido particularmente gravoso para los pequeños
industriales y comerciantes.
6. Mala y poca educación.
El futuro de un país depende en gran medida de que su aparato educativo
proporcione a los ciudadanos una formación técnica y científica del más alto
nivel. El TLC hace depender todo desarrollo científico de la iniciativa privada,
particularmente de las empresas multinacionales norteamericanas, con lo cual se
priva al sistema educativo de una fuente fundamental de desarrollo. Por otra
parte, la adopción de programas de estudio y criterios de desarrollo profesional
regidos por patrones norteamericanos hace perder a la educación sus
posibilidades para contribuir al desarrollo nacional.
Una educación básica de mala calidad para la mayoría de la población,
privatizada en gran medida e inaccesible-especialmente en los niveles de
educación superior- para la mayoría de los habitantes, será el resultado de
plantear la educación no como un requisito indispensable para el progreso de la
sociedad, sino como una actividad con ánimo de lucro, con lo cual se abre el
sector a la inversión extranjera y se proporciona a algunos ciudadanos una educación de carácter
operativo e instrumental que perpetúa la dependencia científica y tecnológica del país. Además,
desaparece la acción financiera del Estado en este campo. El capital extranjero está particularmente
interesado en la educación superior y paradlo ya se empiezan a estandarizar los contenidos de las
carreras para homologarlos con los de las universidades de Estados Unidos.
En síntesis el TLC implica la privatización de la educación, con el desmonte progresivo de la
financiación a los establecimientos públicos, la creación de líneas de crédito en costosas
universidades privadas, la implantación de la educación virtual a través de establecimientos de todos
los niveles, convirtiéndose los entes privados en compradores de los paquetes educativos y
renunciando Colombia a la investigación y formación educativa de acuerdo a nuestros recursos y
potencialidades.
7. Deterioro del medio ambiente y depredación de los recursos naturales.
Las selvas, los ríos, la privilegiada posición
geográfica, el agua, el oxígeno, serán tratados en el
TLC como simples mercancías, convirtiendo en norma
su explotación irresponsable y en beneficio de unos
pocos. A las empresas norteamericanas no se les
exigirá cuidar el medio ambiente, pues hacerlo podría
vulnerar sus ganancias. El medio ambiente solamente
se preservará cuando sirva a las ganancias de las
multinacionales, y los recursos naturales -uno de los
platos más apetecidos en este tratado- serán
saqueados. Los proyectos de entregar los ríos en
concesión, los parques nacionales y la biodiversidad
al sector privado forman parte de esta tendencia. En
el TLC los derechos de los inversionistas estarán por
encima de la protección del ambiente. Los minerales,
el níquel, el petróleo y otros serán extraídos al ritmo y
cantidad que requiera Estados Unidos. La capacidad
colombiana de transformarlos e industrializarse con base en ellos será eliminada y, como lo muestra
la reciente legislación petrolera, la norma será disminuir la acción de las empresas estatales y otorgar
vía libre a las inversiones extranjeras. El TLC significa la desnacionalización de los recursos
naturales, la privatización y apropiación del patrimonio ambiental y cultural, los cuales representan la
base de la soberanía nacional. Están en grave peligro riquezas tan importantes como el petróleo, el
agua, recursos forestales, la biodiversidad y los parques naturales, entre otros.
8. La salud se privatizará y se dificultará el acceso a buenos servicios.
La mercantilización de la salud se convertirá en norma con el TLC. En
Colombia ya se ha avanzado mucho en el camino de la liberalización del
sector salud con la destrucción de la red hospitalaria, el marchitamiento y
deterioro del Seguro Social y el predominio del sector privado como
prestador de servicios de salud, lo cual ha dejado a 20 millones de
colombianos sin acceso a los servicios básicos
de salud y a los medicamentos esenciales.
El TLC considera que la salud es una actividad que debe ofrecerse con
criterio de rentabilidad y con la menor participación del Estado.
Como producto de la "flexibilización laboral” los aportes al sistema de salud
disminuirán. Los administradores de los servicios privados de salud afiliarán a personas con
capacidad de pago y poco riesgo ya que así aumentarán su rentabilidad. El plan obligatorio de Salud
será cada vez menor con riesgo a desaparecer.
Los subsidios a los pobres se extinguirán. Disfrutar de buena salud dependerá de la cantidad de
dinero que se tenga.
Otorgar a las multinacionales nuevos derechos de propiedad intelectual significa impedir el acceso de
la población a medicamentos genéricos mucho más baratos e implicaría sobrecostos anuales
superiores a los 700 millones de dólares, los cuales saldrían de los bolsillos de los ciudadanos para
engrosar las arcas de las multinacionales. Esto encarecerá enormemente los costos de la salud y
desterrará definitivamente el concepto del derecho a la misma. Continuará la agonía de los planes
estatales para asegurar la salud de la población.
9. Feminización de la pobreza.
Las mujeres serán particularmente afectadas por el TLC a través
de políticas como la pérdida de derechos de organización, el
aumento de las jornadas laborales, los bajos salarios, la
vinculación a trabajos rutinarios de baja calificación, la
inestabilidad, la subcontratación y formas no laborales de
vinculación al trabajo (cooperativas de trabajo asociado, por
ejemplo).
El deterioro en los servicios de salud y educación, la privatización
de los servicios públicos, y la quiebra de la economía campesina,
agravarán la discriminación y exclusión de las mujeres, hecho más preocupante en tanto que en el
país la cantidad de mujeres cabeza de familia continúa creciendo. El TLC significará no sólo que las
mujeres trabajarán más para recibir menos, sino que tendrán que asumir –sin reconocimiento algunolos programas sociales que el Estado paulatinamente ha dejado de desarrollar. La pobreza y la
exclusión las afectarán más por ser especialmente vulnerables y encontrarse de antemano en
situación desventajosa.
10. EL TLC a espaldas de la población. Nuevo golpe a la democracia.
El TLC comprometerá al país con una política
económica neoliberal, aun por encima de la
Constitución, de tal forma que los futuros
gobiernos tendrán que sujetarse a los
lineamientos del Tratado. Por otra parte, los
conflictos que se presenten en la aplicación de
éste no serán resueltos por la justicia colombiana,
atendiendo las necesidades del país, sino por
tribunales privados y determinando simplemente
si los inversionistas obtuvieron las ganancias que
esperaban o si el Estado ha puesto obstáculos a
los negocios privados.
El Tratado esta siendo negociado en forma
secreta, sin consultar a las fuerzas vivas del país y sin consagrar mecanismo alguno de aprobación
que involucre a la población. Por su parte, el Congreso de la República simplemente podrá decir si o
no al final del proceso, sin introducir modificaciones
11. Amenaza de desaparición de las comunidades indígenas y afroamericanas
Las más de 120 comunidades indígenas y los miles de afrodescendientes que han sido desplazados
a regiones apartadas y en condiciones adversas han intentado preservar sus costumbres, lenguaje,
tierra, territorio y autonomía. Con la supremacía absoluta de los derechos de los inversionistas, la
legalización del saqueo de los recursos naturales, el deterioro del medio ambiente y la generalización
de los criterios de la supremacía del mercado, el TLC se constituirá en un factor decisivo en
deteriorar aún más las condiciones geográficas, ambientales, culturales y sociales de estos
colombianos.
Casos como los de la construcción de represas, explotación petrolera y saqueo de material genético,
así como el patentamiento de especies vivas, principios activos de plantas y usufructo de la sabiduría
milenaria de estos pueblos en bien de unas cuantas empresas, pueden convertirse en la norma que
determine el exterminio de las minorías étnicas.
12. Mercantilización y desnacionalización de la cultura.
Al ser tratada como una mercancía
más, la cultura nacional - creación
colectiva de un pueblo y reflejo de su
identidad – será arrasada a través del
acceso ilimitado de inversionistas
extranjeros
a
los
medios
de
comunicación, los programas de
televisión, las películas, la edición de
libros y la imposición -ya muy
avanzada- de
las pautas culturales impuestas y
vendidas desde Estados Unidos.
El TLC significa que el Estado
abandone la promoción seria de la
cultura nacional, se haga a un lado y ceda este campo, considerado como uno de los más apetecidos
por las multinacionales.
La homogenización cultural bajo criterios puramente comerciales eliminará la diversidad cultural y
sofocará la cultura nacional haciendo prevalecer costumbres y valores comercializados por los
apologistas del libre comercio.
13. Menos ciencia y tecnología cuando más se necesita.
En esta época la investigación científica y el
desarrollo tecnológico ocupan un papel esencial en
el progreso de los pueblos.
Con las definiciones que serán adoptadas en el TLC,
se garantiza a las multinacionales el monopolio de
este desarrollo e incluso se abre la posibilidad de
que los recursos biológicos y el saber ancestral de
las comunidades sea patentado en beneficio de
tales empresas. Al desmonte de la capacidad del
Estado de fomentar la investigación, se añade que la
poca que se hará se realice exclusivamente con
fines de lucro inmediato y nuestro país se limite a
comprar tecnología producida en otras partes.
Asimismo, la enorme variedad biológica que
constituye una de nuestras mayores riquezas será
aprovechada por unas pocas empresas en provecho
propio. Los profesionales colombianos no tendrán
garantías para ejercer su profesión en Estados
Unidos, pero los estadounidenses sí podrán venir
libremente a Colombia. Los criterios de desempeño
y formación profesional serán adaptados a las
normas norteamericanas.
14. Pérdida de soberanía y del mercado interno.
Un país moderno requiere una variada gama de relaciones internacionales para aprovechar sus
potencialidades e incorporar los progresos hechos en otras latitudes. EL TLC legalizará una relación
exclusiva y excluyente con Estados Unidos, hasta el punto que nuestra economía se convertirá en
satélite de la de esta potencia y nuestro aparato económico se moldeará de acuerdo con sus
requerimientos. Los defensores del TLC ven como única posibilidad de crecimiento económico las
exportaciones a Estados Unidos y la recepción de las inversiones desde ese país. Renuncian a la
ampliación y fortalecimiento del mercado interno y están dispuestos a abandonar a cualquier costo
los pocos vestigios de soberanía nacional. Renuncian a la posibilidad de diversificar las relaciones
internacionales y de fortalecer la unidad latinoamericana y andina. Estados Unidos pretende allanar
el camino para que sus corporaciones puedan apropiarse de una parte sustancial del presupuesto de
la nación, los departamentos y municipios por medio de las compras estatales y la contratación
pública desplazando a los proveedores y a los contratista nacionales que generan desarrollo, ahorro
e inversión pública. Se trata de volver irreversible el modelo neoliberal a través de un tratado
internacional.
Para rematar, el gobierno de Uribe Vélez ha emprendido una negociación apresurada, sin
preparación, aceptando de antemano todas las exigencias estadounidenses, a espaldas de la
población y en secreto. Ha esgrimido argumentos comprobadamente falsos como que a México le
fue muy bien con el Nafta o Tlcan, que tenemos gran capacidad exportadora, que la inversión
extranjera será nuestra redención. El eje de la política económica del gobierno radica en
acondicionar el país para convertirlo en una colonia norteamericana.
Por estas, y muchas otras razones, invitamos a la población a oponerse radicalmente al
Tratado de Libre Comercio.
Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el Alca,
RECALCA
Información: Teléfonos: 2443516, 2080080, 2884772.
Página web: : www.recalca.org.co
Correo electrónico: [email protected]
[email protected]
Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el Alca,
RECALCA
Información: Teléfonos: 2443516, 2080080, 2884772.
Página web: : www.recalca.org.co
Correo electrónico: [email protected]
[email protected]
Descargar