La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes

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PATRIMONIO
Desposorios de la Virgen .
Pintura de la bóveda de la nave central.
La Cartuja
de Nuestra Señora
de las Fuentes
En el año 1835 los monjes de Nuestra Señora de la Fuentes,
como los de tantas otras comunidades religiosas en España,
tuvieron que abandonar definitivamente los muros de su
monasterio en los que quedaron los ecos de plegarias y mediy difitaciones, profundos y prolongados silencios, esperanzas
cultades, y sobre todo las huellas de varios siglos de azarosa
1507, los Condes de
andadura que se inició cuando, en el año
la cartuja, primera de las aragonesas. El
Sástago fundaron
cultural, aunque de propieconjunto, declarado de interés
azarosa historia.
dad particular, cuenta con una tan rica como
Texto e ilustraciones: Elena Barlés y José Ignacio Calvo Ruata
Profesores del Departamento de Historia
del Arte de la Universidad de Zaragoza
Trébede { `i
m PATRIMONIO
«E! siglo XVIII
fue una
centuria
de relativa
prosperidad
para la Cartuja
de Nuestra
Señora de
las Fuentes»
terrenos situados detrás del actual edificio de
No era la primera vez que los religiosos se
la Cartuja de las Fuentes.
veían obligados a dejar su casa. Ya en 1563, tan
El segundo abandono de la fundación tuvo
solo 56 años después de la fundación, los carlugar en 1752. En esta fecha el Capítulo Genetujos abandonaron su cenobio por comprensiral de la Orden mandó que los miembros de la
bles causas. Por una parte, su humilde cartuja,
comunidad (con la excepción de muy pocos
sita en las proximidades de la antigua ermita de
monjes) se trasladasen a distintos monasterios
la Virgen de las Fuentes, cerca del pueblo de
de la provincia cartujana de Cataluña para
Lanaja (Huesca), estaba enclavada en un lugar
poder derribar el monasterio que amenazaba
insalubre, de árido clima e improductivo suelo.
ruina. En esta ocasión, sin embargo, los monjes
Por otra, la prematura muerte de su fundadora
no marcharon tristes y alicaídos, sino, por el
Doña Beatriz de Luna y, posteriormente, la proncontrario, llenos de esperanza de volver a su
ta desaparición de dos importantes benefactofundación y retomar su vida monástica en un
res que financiaron las obras del monasterio, el
nuevo y espléndido monasterio. En efecto, el
Torrero (muerto por
siglo XVIII fue una centuria de relativa prosperizaragozano Juaél valenciano Pedro de Peranenfermedad) y
dad para la Cartuja de Nuestra Señora de las
dreu (apresado por corsarios argelinos), dejadreu
Fuentes. La disponibilidad de recursos econóron a la comunidad sin los recursos económimicos no sólo permitió que los monjes pudiera
cos necesarios para subsistir y sobre todo sin
vivir sobria, pero dignamente, sino que también
medios para acabar la fábrica iniciada. Por foranimó a la comunidad a plantearse la edificatuna, los monjes encontraron un nuevo y adeción de un nuevo conjunto monástico en un
cuado emplazamiento a orillas del Gállego,
emplazamiento de mejores condiciones topocerca de Peñaflor (Zaragoza), donde poder consituado en
gráficas y «más sano y ag
tinuar su vida monástica. En este lugar, gracias
un llano cercano al antiguo establecimiento que,
a la iniciativa del generoso Arzobispo de Zaraa pesar de las mejoras introducidas en la segungoza Don Hernando de Aragón, vio la luz la funda mitad del XVII, no ofrecía, a comienzos del
dación conocida como Cartuja de Aula Dei. Por
siglo XVIII, ni el estado ni las condiciones necesu parte, el monasterio de Nuestra Señora de
sarias para albergar a una comunidad cartujana.
las Fuentes, ya desamparado, fue vendido en
1565 a la comunidad de Carmelitas de la ciudad
En el año 1717 tuvo lugar la colocación, en
solemne ceremonia, de la primera piedra del
de Zaragoza.
monasterio. Desde esa fecha hasta aproxima-
La }obrera cle monasterio
Quiso el destino, sin embargo, que este
hecho no constituyera el fin de la cartuja monegrina. La necesidad de percibir una rica heredad, llamada Baronía de Parcent, que el benefactor Pedro de Perandreu había legado por
testamento a la Cartuja de Nuestra Señora de
las Fuentes, determinó que la Orden Cartujana
decidiera recuperar de nuevo el monasterio
oscense. Y así fue, tras algunos años de pleitos,
en el año 1589 fue declarada nula la venta del
inmueble y, en consecuencia, la propiedad fue
restituida a la Orden. instalados de nuevo en
su antigua casa, los monjes vivirondurante
tre
mucho tiempo sumidos en la pobreza,
otras causas, porque las inversiones realizadas
con el dinero de la venta de la Baronía de Parcent no fueron rentables. Ya en la segunda
mitad del siglo XVII, probablemente gracias a la
aparición de nuevos benefactores, la comunitradad comenzó a superá^tr del año 1670, pudo
yectoria e incluso, a p
construir y mejorar algunas de las dependencias
del que entonces era su monasterio, cuyas ruinas todavía pueden contemplarse hoy en unos
20 Trébede
PATRIMONIO -
Distintos aspectos de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes,
de propiedad particular como indica la imagen de la página izquierda.
La fotografía del interior está tomada en el claustrillo de capillas.
damente el año 1745, las obras se desarrollaron con lentitud, pero a partir de entonces la
fábrica avanzó considerablemente gracias a la
labor benefactora de los hermanos José Narciso,
luan Andrés y José Comenge, infanzones de la
villa de Lalueza y personalidades influyentes en
la Corte. En 1756 la totalidad de los monjes que
residieron temporalmente en otras cartujas de la
provincia regresaron a la nueva cartuja, que fue
bendecida con solemnidad. En aquel año el
conjunto contaba con las dependencias imprescindibles para surtir las necesidades mínimas de
los padres cartujos: al menos 11 celdas, incluida
la prioral, buena parte del gran claustro, la sala
capitular que ejerció temporalmente como iglesia conventual y una portería provisional.
Entre 1756 y 1777 se acometió el grueso de
la fábrica: la cerca del conjunto, la terminación
del gran claustro con sus celdas, el claustrillo
con sus capillas, el- refectorio y la cocina provisionales, el edificio de portería y hospedería y,
como dependencia más importante, la imponente iglesia conventual que fue bendecida el
14 de septiembre de 1777. Las últimas obras
que se realizaron tuvieron como resultado la
construcción de un nuevo edificio de obedien-
cias («oficinas»), concluido en 1797, en el que
se distribuían las estancias para el uso de los
criados y las dependencias para la habitación y
trabajo de los hermanos quienes, de esta forma,
por fin pudieron abandonar los edificios que
aún quedaban en pie de la antigua casa que hasta entonces les habían servido de residencia.
Lamentablemente el conjunto monástico
no llegó a terminarse en su totalidad tal y como
estaba planeado, ya que la falta de recursos y
los hechos históricos que se sucedieron durante las primeras décadas del siglo XIX afectaron
profundamente a la retirada vida de los cartujos monegrinos. Por tercera vez los monjes
abandonaron la Cartuja a causa de la Guerra
de la Independencia, en el transcurso de la cual
el edificio debió de sufrir importantes daños.
Desde que la comunidad regresó en 1814,
quedó sumida en tal pobreza que en 1819 las
instancias superiores de la Congregación ordenaron que los monjes se repartiesen por otras
casas de la provincia tal y como había ocurrido
en 1752. Gracias a la colaboración de las car-tujas vecinas pudieron regresar en 1820, pero
por muy poco tiempo, ya que en aquel mismo
año los decretos desamortizadores del gobierno español durante el llamado Trienio Liberal
obligaron a los cartujos a dispersarse por espa-
«El tercer
abandono de
la Cartuja
se produjo a
causa de
la Guerra de la
independencia»
cio de tres años.
Trébede 2 1
rz PATRIMONIO
modo de vida de toda comunidad cartujana
que, como bien se sabe, está conformada por
dos familias de monjes: los padres y los hermodo
manos. Los padres son religiosos que
de ermitaños, dedican la mayor parte de su
tiempo a la oración y meditación en absoluta
soledad y aislamiento, y por ello residen indivi-
Nacimiento de la Virgen. Capilla de la Asunción.
A la derecha capilla y claustro de la Cartuja.
«La Cartuja de
las Fuentes,
desde el punto
de vista de su
distribución,
presenta
evidentes
deudas con
la cartuja
de Aula Dei»
22 Trébede
A este cuarto y quinto abandono, sucedió el
sextó y definitivo en 1835 con motivo de la
Desamortización de Mendizábal. Nunca más
los hijos de San Bruno volverían a habitar estas
dependencias. El monasterio, junto a otras propiedades de la fundación, fue subastado y
adquirido por particulares en 1843. Hacia el
año 1877 pasó a manos de Bernabé Romeo y
Belloc quien tuvo la singular idea de explotar
económicamente la cartuja convirtiéndóla en
balneario. Con el propósito de poder financiar
su rehabilitación Romeo pidió un préstamo al
Banco Hipotecario de España, entidad que finalmente tuvo que secuestrar la finca por el impago de la devolución del préstamo con sus intereses. Subastado de nuevo, el monasterio fue
adquirido en 1896 por la familia de los actuales
propietarios que hoy utilizan el espacio de su
entorno como finca agropecuaria.
dos
d
nte en eralmente, con su respectivo
os plantas gen
huerto, que se disponen en torno a un gran
claustro, sello distintivo de la arquitectura de
todo monasterio cartujano, en cuyo patio abierto se sitúa el cementerio de la comunidad. No
obstante, durante determinados momentos del
día y primordialmente en los días de fiesta religiosa, los padres también realizan comunitariamente una serie de prácticas como son la
celebración de algunas partes del oficio Divino
y misa conventual en la iglesia, la comida en
común en el refectorio, las reuniones en la sala
capitular, etc.
Todas estas dependencias de uso conjunto,
así como las capillas en las que los padres celeisa individual, (en
bran cotidianamente su pequeño
organizan en torno ade acuerdo con la tradialgunos casos dos),
ción benedictina. Por su parte, los hermanos
son aquellos que teniendo como los padres una
vocación eremítica, deciden entregar parte de
su tiempo a los trabajos productivos y a las
imprescindibles relaciones con el mundo exterior, que son necesarias para la subsistencia de
la totalidad de la comunidad. Los hermanos
desarrollan su vida y su trabajo en lo que suele
denominarse «obediencias» o «procura», edificio o edificios donde se encuentran sus habio q
taciones particulares (de menor taman
las de los padres), los almacenes, bodegas, graLa arctttitectura c,,artujana
neros, cuadras, hornos diversos, carpintería,
Aunque buena parte de la cartuja de Nuesherrería, etc., y, en ocasiones, las estancias para
tra señora de las Fuentes se encuentra en la
el uso de los criados de la cartuja. Los hermaactualidad en ruinas, los edificios que todavía
nos también se ocupan de otras dependencias
permanecen en pie (cerca, portería-hospedededicadas a la relación con el exterior, como
ría, edificio de obediencias, iglesia con su torre,
la hospedería y la portería, ambas situadas en
tribuna, capilla de sagrario y sacristía, claustrila zona cercana a la entrada al monasterio. AsiIlo, capillas, sala capitular, algunos pasillos, y
mismo, realizan, tanto individualmente como
parte de las galerías del gran claustro) logran
en unión con los padres, actividades de carácdar idea del pasado de este conjunto de consiter religioso como la celebración de parte del
derables dimensiones, singular tipología y
Oficio Divino, de la misa conventual, reunioexcepcional valor artístico.
nes y comida en común, etc. Todas las depenEl monasterio de Nuestra Señora de las
dencias mencionadas están presentes en el
Fuentes contaba con todas las dependencias
conjunto monegrinoparticular
necesarias para el desarrollo del
PATRIMONIO;,_
Ahora bien, otra cuestión es cómo se disponen en planta dichas estancias. La Cartuja
de Nuestra Séñora de las Fuentes, desde el
punto de vista de su distribución, presenta evidentes deudas con las cartujas aragonesas de
Aula Dei y de la Inmaculada Concepción que,
construidas con anterioridad, fueron sus modelos y por ello comparten múltiples características. Al igual que ambas fundaciones zaragozanas, en el trazado de la planta de Nuestra
Señora de las Fuentes se aplicaron criterios de
regularidad, ortogonalidad y simetría. Este último criterio se aprecia en la existencia de un eje
ordenador de todo el conjunto que coincide
con el eje de la portería, de la iglesia y del gran
claustro ubicado detrás de su cabecera, con
arreglo al cual se sitúan las demás dependencias
del monasterio. Probablemente, al igual que
en Aula Dei y en la Concepción, en Nuestra
Señora de las Fuentes estaba prevista la ubicación simétrica de dos pequeños claustros, el llamado de capillas, que hoy podemos contemplar, y el llamado del refectorio, el cual no llegó
a edificarse por falta de recursos económicos,
hecho que obligó a situar definitivamente el
comedor común con su cocina en uno de los
extremos del gran claustro.
También la simetría se hubiera aplicado,
como en la Cartuja de la Concepción, en la disposición del edificio de obediencias y el edificio
sí que se levantó,
de hospedería . El primero
pero no así el segundo , circunstancia que
puede explicar por que se integraron algunas
habitaciones para huéspedes en el edificio de
portería, a la entrada de la cartuja.
En lo que respecta a sus alzados , la cartuja,
construida principalmente en ladrillo , se caracteriza por su sencillez, desornamentación y pureza . de sus volúmenes exteriores de claras y
netas líneas. Las dependencias de mayor mérito artístico son la iglesia con la capilla del sagrario, el camarín , la tribuna y la torre, así como el
claustrillo con sus capillas . Todas ellas obedecen a un barroco tardío de tendencia moderada o clasicista , fuertemente influenciado por los
trabajos del arquitecto Ventura Rodríguez en la
Santa Capilla y en la reforma interior de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza
(mediados - segunda mitad del siglo XVIII), obras
que, como bien se sabe, constituyeron un hito
decisivo que impulsó a los maestros de obras
aragoneses a decantarse decididamente por las
nuevas formas del barroco clasicista y moderado y a abandonar el barroco decorativista y
recargado todavía en boga en la región.
Trébede 23
z;, PATRIMONIO
22
PLANTA GENERAL DE LA
CARTUJA DE NUESTRA SEÑORA
DE LAS FUENTES ( HUESCA)
1 Entrada al monasterio2 Portería3 Hospedería.
4 Dependencias construidas
en el siglo XX, utilizadas
3
actualmente para
guardar el ganado.
5 Edificio de obediencias. su
interior en la actualidad
se encuentra remodelado.
6 Muralla.
7 Atrio de la iglesia.
15 Pasillo de comunicación entre
el claustrillo y el gran claustro.
8 Iglesia.
16 Atrio de la sala capitular y sala
9 Capillas que forman la
llamada "tribuna" que sirve
para acoger a los seglares
cuando se les permite
participar en los oficios.
10 Capilla del Sagrario.
11 Sacristía.
12 Claustrillo.
13 Galerías del claustrillo.
14 Capillas.
24 Trébede
capitular.
17 Distintas dependencias de la
celda prioral. Su interior está
remodelado .
18 Celdas (en ruinas).
19 Cocina.
20 Refectorio.
21 Cementerio.
22 Antigua cisterna, hoy en ruinas.
Dependencias en pie
Dependencias en ruinas
(Reconstrucción hipotética)
0 , 10 15Escala
PATRIMONIO W
También es destacable el llamado
camarín de la Virgen, estrecho espacio de
planta rectangular ubicado en alto, en el
muro que separa el. presbiterio y la capilla
del sagrario, lugar donde se colocaba la
milagrosa imagen de la Virgen de las
Fuentes que así podía contemplarse desde
la nave de la iglesia. De esta imagen sólo
ha quedádo la cabeza que se guarda en la
parroquial de Sariñena. Aún se conservan,
sin embargo, parte de las espléndidas pinturas que ornarrientan sus paredes y
bóvedas. No así el mobiliario que se encontraba en su interior, como las sillerías
del coro, facistol y altar mayor, y el magnífico retablo, obra del importante escultor Carlos Salas, destruido en la guerra
civil española. Afortunadamente sobrevivió el tabernáculo, también del mismo
autor, que se situaba en la capilla del
Sagrario y que actualmente podemos ver
en la capilla de Santiago de la Basílica del
1 Entrada al
monasterio y portería.
2 Casa hospedería.
3 Iglesia y sus
dependencias.
4 Jardín.
5 Capillas.
Pilar de Zaragoza.
6 Refectorio
7 Cocina.
PLANTA GENERAL DE LA
8 Celdas.
CARTUJA DE AULA DEI
9 Huertas.
«El fraile cartujo
Manuel Bayeu,
es responsable
de las pinturas
murales que
decoran la
Cartuja de las
Fuentes»
ZARAGOZA, 1852
En este sentido es necesario comentar que en la
fábrica de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes trabajaron, entre otros maestros de obras, Juan
Yarza y Romeo, Domingo Yarza y Maestro, Francisco
Marcellán, José Julián Yarza y Lafuente y, probablemente, Agustín Sanz, maestros éstos dos últimos que
estuvieron estrechamente vinculados a las reformas
efectuadas en el Pilar por el citado arquitecto de
Ciempozuelos. De todo el conjunto, sin duda, destaca por su belleza la iglesia que presenta una estructura muy simple, consistente en una planta de cruz
latina con una sola nave y con una interesantísima
capilla del sagrario detrás de su cabecera, capilla típiy «celda»
ca y característica de las cartujas españolas
del Cuerpo de Cristo, primero de los cartujos. Dicho
templo se cubre con bóvedas de cañón con lunetos,
a excepción del crucero que presenta cúpula hemiesférica. Todavía se conserva en la iglesia el tabique
que separaba el coro de padres (espacio cercano al
altar) y el coro de hermanos (espacio a los'pies del
templo), así como una «a modo» de nave adosada a
la nave única del templo, denominada «tribuna»,
que servía para que los huéspedes o visitantes de la
cartuja pudieran asistir a las ceremonias religiosas sin
En cuanto al claustrillo, constituido por
cuatro galerías cubiertas con un pequeño patio de planta de cruz griega, la sala
capitular y la serie de pequeñas capillas
que se abren en su en torno, comparten
el mismo lenguaje formal con la iglesia.
Lo más destacable de esta parte del conjunto es el completísimo programa pictórico que decora sus muros y bóvedas, realizado por Fray Manuel Bayeu, profesor
de la casa y autor también de las pinturas
del templo.
Bayeu y las
pinturas murales
En ocasiones se ha afirmado que el
fraile cartujo Manuel Bayeu, responsable
de las pinturas murales que decoran la
Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes,
vivió aislado entre los muros de su convento y ajeno a las corrientes artísticas
de su tiempo. Pero es una afirmación que
falta a la verdad. Ni vivió tan encerrado
como pudiera suponerse en un cartujo,
ni quedó atrapado en un estilo retardatario.
ser vistos por los monjes.
Trébede 25
PATRIMO(`IIO
Jesús en casa de Marta y María.
Capilla de la Magdalena.
A la derecha autorretrato
de Fray Manuel Bayeu.
Capilla de San Bruno.
«Fray Manuel
disponía de un
conocimiento
de la actualidad
artística más
privilegiado que
la mayoría de
sus colegas
zaragozanos»
26 Trébede
aunque también alimentado de resabios rocoLa orden Cartujana, con ser una de las más
có. Fray Manuel disponía de un conocimiento
rígidas que en cuanto a observancia han existide la actualidad artística posiblemente más prido, atravesaba en nuestro país durante el siglo
vilegiado que la mayoría de sus colegas zaraXVIII por una etapa azarosa que acabó condugozanos, gracias ala permanente relación que,
ciendo a la segregación de una Congregación
a pesar de las distancias, mantuvo con su herNacional Española (1784), independiente del
mano mayor instalado en Madrid, el célebre
Capítulo General de Grenoble. Numerosos
pintor de cámara Francisco Bayeu.
aquel
cios apuntan a que los Estatutos en aq
No conocemos documentos efectivos, pero
época no siempre eran respetados con el rigor
existen fundadas razones para pensar que
debido. Con mayor motivo afectaba la situaambos hermanos se cartearon profusamente
ción a los hermanos conversos, quienes en la
hasta la muerte de aquél (1795). Elocuentes
Provincia de Castilla promovieron a partir de
son las palabras que fray Manuel escribe a Marinci1759 el llamado «recurso de los legos». El
tín Zapater, no sólo amigo de Francisco de
dente es revelador acerca de la libertad y poder
Goya sino también de los hermanos Bayeu,
que ejercían los legos en el seno de la orden,
diciéndole que las obras que poseía de su heraunque no por ello debemos suponerlos abumano Francisco las estimaba como su escuela.
sando de su condición de forma generalizada.
De hecho, se constatan en la producción de
Simplemente, se vivía una coyuntura favorable
Manuel abundantes planteamientos pictóricos
para que honrados hermanos legos, como sin
que recuerdan a Francisco, incluidas copias
duda lo fue fray Manuel Bayeu, disfrutaran
directas de algunas obras. Pero Manuel Bayeu
persona core
mayor libertad de acción. En su
disfrutó además de parentesco y trato con uno
creta, además, se sumaban las circunstancias
de los más grandes pintores de la historia, su
de ser pintor de oficio, tener carácter extrovercuñado Francisco de Goya. Está probado docutido y poseer un aceptable nivel cultural, todo
mentalmente que Goya envió algunos bocetos
lo cual le propiciaría ventajosas licencias en su
e ideas a su cuñado el cartujo y que existió
vida cotidiana como cartujo.
entre ambos relación epistolar. Sugerentes
A partir del panorama expuesto, se comobservaciones debemos a Ricardo del Arco y a
prende que fray Manuel Bayeu pintara tanto y
Enrique Lafuente Ferrari, que ven en Manuel
en tantos lugares, ajenos muchos de ellos al
Bayeu a un genuino representante de los llamados pintores de la «veta brava», más próxiámbito estrictamente cartuj no. Y pintó no
como un artista aislado y provinciano,
mo por su desenvoltura y espontaneidad
de la admidemostrando ser permeable a las corrientes de
ración que a Francisco Bayeu a pesar
su tiempo (último tercio del siglo XVIII), que
ración que profesaba por este último.
corrían mayoritariamente por los derroteros de
urr barroco academicista, de corte clasicista
PATRIM ONIO 4
1'i ota o11isrno cle la Virgexl
Sería impensable dar razón pormenorizada
en estas breves páginas de todo el conjunto
pictórico mural de la Cartuja de Ni Sa de las
Fuentes, formado por más de 250 composiciones independientes, total o parcialmente conservadas, sin contar otras que han desaparecido por completo. Seleccionado algunos de los
aspectos temáticos más llamativos, habrá que
empezar por resaltar el predominante papel
otorgado a la Virgen María, de cuya vida y gloria nos hablan las escenas de las bóvedas de
la iglesia y las capillas de la Inmaculada y de la
Ascensión, estas últimas en torno al claustrillo.
El protagonismo de María, madre de jesús,
suele ser relevante en iglesias y monasterios en
general, pero con mayor motivo, si cabe, lo es
en las fundaciones cartujanas. La especialísima
devoción de los cartujos hacia la Virgen María
se remonta a aquella tradición según la cual
acogió bajo su protección a los monjes de la
primera comunidad de Grenoble, que habían
caído en el desaliento por la ausencia de su fundador y guía San Bruno, llamado a Roma por el
Papa. Muy significativa es la abundante literatura mariana debida a los más esclarecidos
escritores cartujanos como son Ludolfo de Sajonia, Dionisio Rickel o Lanspergio, como significativa es la permanente presencia de María en
las oraciones de los cartujos.
Notable interés tiene, asimismo, el amplio repertorio de alegorías de virtudes que se sitúan
en las bóvedas del crucero de la iglesia y en las
bóvedas del claustro de capillas. Son represen-
tadas, en la mayoría de los casos, como hermosas muchachas que van acompañadas de
los objetos o atributos que las hacen inteligibles. Las representaciones alegóricas, género
artístico que alcanza notable auge en el barroco tardío, se inspiraron en la abundante literatura emblemática que entre los siglos XVI y
XVIII vio la luz en toda Europa. Particularmente, destaca el tratado llamado Iconología del
italiano Cesare Ripa, por primera vez impreso
en 1593, si bien alcanzó numerosas ediciones en
los dos siglos siguientes, habitualmente ilustradas con grabados. Ripa describe un largo repertorio de virtudes morales, así como cualidades,
vicios y otros conceptos, con arreglo a la apariencia figurativa que deben presentar.
La mayoría de los objetos y atributos con
que fray Manuel Bayeu dota a cada una de las
virtudes que pintó en la Cartuja se reconocen
como extraídos de Ripa. Las alegorías de la iglesia están vinculadas, directa o indirectamente,
a la Virgen María quien, como ya hemos visto,
es asunto principal. Cuatro alegorías hay en los
brazos del crucero que se relacionan con el
Castidad) y con
Sueño de San losé (Consuelo,
Cielos
(Esperanza,
Gozo
María como Reina de los
Espiritual), mientras que las cuatro Virtudes Cardinales (Prudencia, justicia, Fortaleza y Templanza) y .otras complementarias pintadas en
la cúpula, se asocian a las cuatro heroínas bíblicas de las pechinas (Débora, Joel, Judit y Ester),
las cuales a su vez, en clave simbólica, son consideradas prefiguraciones veterotestamentarias
de la Virgen María. En cuanto a las quince alegorías que recorren las bóvedas del claustro de
Trébede 27
PATRIMONIO
capillas, parece que pretenden compendiar
todas aquellas que el buen cartujo, debe observar para alcanzar una perfecta vida virtuosa,
con arreglo a las exigencias de su religión. Particularmente cobran pleno sentido, con arreglo a esta interpretación, alegorías como la
Oración, el Silencio, etc.
Humildad, la Pobreza, la
No podía faltar en el extenso repertorio iconográfico que contiene el monasterio monegrino un capítulo dedicado a los santos cartujanos, empezando por San Bruno de Colonia,
fundador de la orden en el siglo Xl. Efectivaes el titular de
mente, San Bruno en la gloria
una de las diez capillas del claustrillo, acompaRosalina de
ñado de San Hugo de Lincoln, Santa
(de la rama femenina), y los beatos
Villanueva
Fenoglio. En esta
Nicolás Albergati y Guillermo de
misma capilla quiso auá°leta t cargada dolores
Bayeu, llevando una p 9ada
para dejarnos claro testimonio de la labor pictórica que había acometido en su monasterio.
Amargas circunstancias impidieron a fray
Manuel Bayeu acabar pacíficamente
tos esfuerzos su casa de profesión, a la que tantos e er
zos había dedicado y en la que había consagrado su vida religiosa. Al parecer murió en
1809, iniciada ya la Guerra de la independencia, que obligó a muchas comunidades religiosas a abandonar sus monasterios, como ocurrió con la Cartuja de las Fuentes. No obstante,
no podemos precisar, porque las fuentes de información son confusas, si el fallecimiento de
Bayeu sucedió estando todavía en la Cartuja
monegrina o habiendo buscado refugio en otro
lugar, acaso en Zaragoza. ■
Nota: La Cartuja de las Fuentes se abre al
público la mañana del 15 de mayo, con
motivo de la romería que se celebra
en Lanaja (Huesca) por San Isidro.
Fray Manuel Bayeu en la Cartuja de
N` Sa de las Fuentes
Cronolo la
1740 Manuel Bayeu y Subías nace en Zaragoza.
1760 Manuel Bayeu, pintor de oficio, ingresa como
probante de donado en la Cartuja de Na S' de las
Fuentes.
1772 Fray Manuel Bayeu hace profesión de hermano
converso en la Cartuja de N' S' de las Fuentes.
1775 Año en que se fecha la primera de las sesenta y
cinco cartas conocidas que fray Manuel Bayeu
envió desde la Cartuja a su amigo Martín Zapater.
La última data de 1795.
1777 Bendición solemne de la iglesia de la Cartuja,
estando totalmente "adornada y compuesta".
Todas sus pinturas murales, así corno las de la tribuna, camarín, capillas del sagrario y sacristía, estarían ya realizadas.
H. 1779 Manuel Bayeu pinta una serie de cuadros de
caballete sobre la vida de San Bruno con destino
al claustro de capillas de la Cartuja (la datación
h. 1788, reiteradamente publicada, carece de fundamento).
1784 Fray Manuel Bayeu inicia la decoración mural del
claustro de capillas y de sus diez capillas (aunque
en 1780 consta que intervino en la Capilla del Santo
Cristo). Esta labor durará hasta el año 1796.
Penitencia. Alegoría
pintada en la bóveda
del claustrillo, y postal
con el mismo título,
de Cesare Ripa.
1787 Bendición solemne de la Capilla de San Pedro
Arbués en la iglesia parroquial de Lalueza, cuyo proyecto arquitectónico y pinturas murales fueron realizados por fray Manuel Bayeu a instancias de los
hermanos Comenge, benefactores de la Cartuja.
1804 Fray Manuel Bayeu viaja a Mallorca para pintar
en la Cartuja de Validemosa. Vuelve a la Cartuja de
Na S' de las Fuentes en 1806.
1809? Fray Manuel Bayeu muere en la Guerra de la
Independencia.
28 Trébede
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