PATRIMONIO Desposorios de la Virgen . Pintura de la bóveda de la nave central. La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes En el año 1835 los monjes de Nuestra Señora de la Fuentes, como los de tantas otras comunidades religiosas en España, tuvieron que abandonar definitivamente los muros de su monasterio en los que quedaron los ecos de plegarias y mediy difitaciones, profundos y prolongados silencios, esperanzas cultades, y sobre todo las huellas de varios siglos de azarosa 1507, los Condes de andadura que se inició cuando, en el año la cartuja, primera de las aragonesas. El Sástago fundaron cultural, aunque de propieconjunto, declarado de interés azarosa historia. dad particular, cuenta con una tan rica como Texto e ilustraciones: Elena Barlés y José Ignacio Calvo Ruata Profesores del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza Trébede { `i m PATRIMONIO «E! siglo XVIII fue una centuria de relativa prosperidad para la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes» terrenos situados detrás del actual edificio de No era la primera vez que los religiosos se la Cartuja de las Fuentes. veían obligados a dejar su casa. Ya en 1563, tan El segundo abandono de la fundación tuvo solo 56 años después de la fundación, los carlugar en 1752. En esta fecha el Capítulo Genetujos abandonaron su cenobio por comprensiral de la Orden mandó que los miembros de la bles causas. Por una parte, su humilde cartuja, comunidad (con la excepción de muy pocos sita en las proximidades de la antigua ermita de monjes) se trasladasen a distintos monasterios la Virgen de las Fuentes, cerca del pueblo de de la provincia cartujana de Cataluña para Lanaja (Huesca), estaba enclavada en un lugar poder derribar el monasterio que amenazaba insalubre, de árido clima e improductivo suelo. ruina. En esta ocasión, sin embargo, los monjes Por otra, la prematura muerte de su fundadora no marcharon tristes y alicaídos, sino, por el Doña Beatriz de Luna y, posteriormente, la proncontrario, llenos de esperanza de volver a su ta desaparición de dos importantes benefactofundación y retomar su vida monástica en un res que financiaron las obras del monasterio, el nuevo y espléndido monasterio. En efecto, el Torrero (muerto por siglo XVIII fue una centuria de relativa prosperizaragozano Juaél valenciano Pedro de Peranenfermedad) y dad para la Cartuja de Nuestra Señora de las dreu (apresado por corsarios argelinos), dejadreu Fuentes. La disponibilidad de recursos econóron a la comunidad sin los recursos económimicos no sólo permitió que los monjes pudiera cos necesarios para subsistir y sobre todo sin vivir sobria, pero dignamente, sino que también medios para acabar la fábrica iniciada. Por foranimó a la comunidad a plantearse la edificatuna, los monjes encontraron un nuevo y adeción de un nuevo conjunto monástico en un cuado emplazamiento a orillas del Gállego, emplazamiento de mejores condiciones topocerca de Peñaflor (Zaragoza), donde poder consituado en gráficas y «más sano y ag tinuar su vida monástica. En este lugar, gracias un llano cercano al antiguo establecimiento que, a la iniciativa del generoso Arzobispo de Zaraa pesar de las mejoras introducidas en la segungoza Don Hernando de Aragón, vio la luz la funda mitad del XVII, no ofrecía, a comienzos del dación conocida como Cartuja de Aula Dei. Por siglo XVIII, ni el estado ni las condiciones necesu parte, el monasterio de Nuestra Señora de sarias para albergar a una comunidad cartujana. las Fuentes, ya desamparado, fue vendido en 1565 a la comunidad de Carmelitas de la ciudad En el año 1717 tuvo lugar la colocación, en solemne ceremonia, de la primera piedra del de Zaragoza. monasterio. Desde esa fecha hasta aproxima- La }obrera cle monasterio Quiso el destino, sin embargo, que este hecho no constituyera el fin de la cartuja monegrina. La necesidad de percibir una rica heredad, llamada Baronía de Parcent, que el benefactor Pedro de Perandreu había legado por testamento a la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, determinó que la Orden Cartujana decidiera recuperar de nuevo el monasterio oscense. Y así fue, tras algunos años de pleitos, en el año 1589 fue declarada nula la venta del inmueble y, en consecuencia, la propiedad fue restituida a la Orden. instalados de nuevo en su antigua casa, los monjes vivirondurante tre mucho tiempo sumidos en la pobreza, otras causas, porque las inversiones realizadas con el dinero de la venta de la Baronía de Parcent no fueron rentables. Ya en la segunda mitad del siglo XVII, probablemente gracias a la aparición de nuevos benefactores, la comunitradad comenzó a superá^tr del año 1670, pudo yectoria e incluso, a p construir y mejorar algunas de las dependencias del que entonces era su monasterio, cuyas ruinas todavía pueden contemplarse hoy en unos 20 Trébede PATRIMONIO - Distintos aspectos de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, de propiedad particular como indica la imagen de la página izquierda. La fotografía del interior está tomada en el claustrillo de capillas. damente el año 1745, las obras se desarrollaron con lentitud, pero a partir de entonces la fábrica avanzó considerablemente gracias a la labor benefactora de los hermanos José Narciso, luan Andrés y José Comenge, infanzones de la villa de Lalueza y personalidades influyentes en la Corte. En 1756 la totalidad de los monjes que residieron temporalmente en otras cartujas de la provincia regresaron a la nueva cartuja, que fue bendecida con solemnidad. En aquel año el conjunto contaba con las dependencias imprescindibles para surtir las necesidades mínimas de los padres cartujos: al menos 11 celdas, incluida la prioral, buena parte del gran claustro, la sala capitular que ejerció temporalmente como iglesia conventual y una portería provisional. Entre 1756 y 1777 se acometió el grueso de la fábrica: la cerca del conjunto, la terminación del gran claustro con sus celdas, el claustrillo con sus capillas, el- refectorio y la cocina provisionales, el edificio de portería y hospedería y, como dependencia más importante, la imponente iglesia conventual que fue bendecida el 14 de septiembre de 1777. Las últimas obras que se realizaron tuvieron como resultado la construcción de un nuevo edificio de obedien- cias («oficinas»), concluido en 1797, en el que se distribuían las estancias para el uso de los criados y las dependencias para la habitación y trabajo de los hermanos quienes, de esta forma, por fin pudieron abandonar los edificios que aún quedaban en pie de la antigua casa que hasta entonces les habían servido de residencia. Lamentablemente el conjunto monástico no llegó a terminarse en su totalidad tal y como estaba planeado, ya que la falta de recursos y los hechos históricos que se sucedieron durante las primeras décadas del siglo XIX afectaron profundamente a la retirada vida de los cartujos monegrinos. Por tercera vez los monjes abandonaron la Cartuja a causa de la Guerra de la Independencia, en el transcurso de la cual el edificio debió de sufrir importantes daños. Desde que la comunidad regresó en 1814, quedó sumida en tal pobreza que en 1819 las instancias superiores de la Congregación ordenaron que los monjes se repartiesen por otras casas de la provincia tal y como había ocurrido en 1752. Gracias a la colaboración de las car-tujas vecinas pudieron regresar en 1820, pero por muy poco tiempo, ya que en aquel mismo año los decretos desamortizadores del gobierno español durante el llamado Trienio Liberal obligaron a los cartujos a dispersarse por espa- «El tercer abandono de la Cartuja se produjo a causa de la Guerra de la independencia» cio de tres años. Trébede 2 1 rz PATRIMONIO modo de vida de toda comunidad cartujana que, como bien se sabe, está conformada por dos familias de monjes: los padres y los hermodo manos. Los padres son religiosos que de ermitaños, dedican la mayor parte de su tiempo a la oración y meditación en absoluta soledad y aislamiento, y por ello residen indivi- Nacimiento de la Virgen. Capilla de la Asunción. A la derecha capilla y claustro de la Cartuja. «La Cartuja de las Fuentes, desde el punto de vista de su distribución, presenta evidentes deudas con la cartuja de Aula Dei» 22 Trébede A este cuarto y quinto abandono, sucedió el sextó y definitivo en 1835 con motivo de la Desamortización de Mendizábal. Nunca más los hijos de San Bruno volverían a habitar estas dependencias. El monasterio, junto a otras propiedades de la fundación, fue subastado y adquirido por particulares en 1843. Hacia el año 1877 pasó a manos de Bernabé Romeo y Belloc quien tuvo la singular idea de explotar económicamente la cartuja convirtiéndóla en balneario. Con el propósito de poder financiar su rehabilitación Romeo pidió un préstamo al Banco Hipotecario de España, entidad que finalmente tuvo que secuestrar la finca por el impago de la devolución del préstamo con sus intereses. Subastado de nuevo, el monasterio fue adquirido en 1896 por la familia de los actuales propietarios que hoy utilizan el espacio de su entorno como finca agropecuaria. dos d nte en eralmente, con su respectivo os plantas gen huerto, que se disponen en torno a un gran claustro, sello distintivo de la arquitectura de todo monasterio cartujano, en cuyo patio abierto se sitúa el cementerio de la comunidad. No obstante, durante determinados momentos del día y primordialmente en los días de fiesta religiosa, los padres también realizan comunitariamente una serie de prácticas como son la celebración de algunas partes del oficio Divino y misa conventual en la iglesia, la comida en común en el refectorio, las reuniones en la sala capitular, etc. Todas estas dependencias de uso conjunto, así como las capillas en las que los padres celeisa individual, (en bran cotidianamente su pequeño organizan en torno ade acuerdo con la tradialgunos casos dos), ción benedictina. Por su parte, los hermanos son aquellos que teniendo como los padres una vocación eremítica, deciden entregar parte de su tiempo a los trabajos productivos y a las imprescindibles relaciones con el mundo exterior, que son necesarias para la subsistencia de la totalidad de la comunidad. Los hermanos desarrollan su vida y su trabajo en lo que suele denominarse «obediencias» o «procura», edificio o edificios donde se encuentran sus habio q taciones particulares (de menor taman las de los padres), los almacenes, bodegas, graLa arctttitectura c,,artujana neros, cuadras, hornos diversos, carpintería, Aunque buena parte de la cartuja de Nuesherrería, etc., y, en ocasiones, las estancias para tra señora de las Fuentes se encuentra en la el uso de los criados de la cartuja. Los hermaactualidad en ruinas, los edificios que todavía nos también se ocupan de otras dependencias permanecen en pie (cerca, portería-hospedededicadas a la relación con el exterior, como ría, edificio de obediencias, iglesia con su torre, la hospedería y la portería, ambas situadas en tribuna, capilla de sagrario y sacristía, claustrila zona cercana a la entrada al monasterio. AsiIlo, capillas, sala capitular, algunos pasillos, y mismo, realizan, tanto individualmente como parte de las galerías del gran claustro) logran en unión con los padres, actividades de carácdar idea del pasado de este conjunto de consiter religioso como la celebración de parte del derables dimensiones, singular tipología y Oficio Divino, de la misa conventual, reunioexcepcional valor artístico. nes y comida en común, etc. Todas las depenEl monasterio de Nuestra Señora de las dencias mencionadas están presentes en el Fuentes contaba con todas las dependencias conjunto monegrinoparticular necesarias para el desarrollo del PATRIMONIO;,_ Ahora bien, otra cuestión es cómo se disponen en planta dichas estancias. La Cartuja de Nuestra Séñora de las Fuentes, desde el punto de vista de su distribución, presenta evidentes deudas con las cartujas aragonesas de Aula Dei y de la Inmaculada Concepción que, construidas con anterioridad, fueron sus modelos y por ello comparten múltiples características. Al igual que ambas fundaciones zaragozanas, en el trazado de la planta de Nuestra Señora de las Fuentes se aplicaron criterios de regularidad, ortogonalidad y simetría. Este último criterio se aprecia en la existencia de un eje ordenador de todo el conjunto que coincide con el eje de la portería, de la iglesia y del gran claustro ubicado detrás de su cabecera, con arreglo al cual se sitúan las demás dependencias del monasterio. Probablemente, al igual que en Aula Dei y en la Concepción, en Nuestra Señora de las Fuentes estaba prevista la ubicación simétrica de dos pequeños claustros, el llamado de capillas, que hoy podemos contemplar, y el llamado del refectorio, el cual no llegó a edificarse por falta de recursos económicos, hecho que obligó a situar definitivamente el comedor común con su cocina en uno de los extremos del gran claustro. También la simetría se hubiera aplicado, como en la Cartuja de la Concepción, en la disposición del edificio de obediencias y el edificio sí que se levantó, de hospedería . El primero pero no así el segundo , circunstancia que puede explicar por que se integraron algunas habitaciones para huéspedes en el edificio de portería, a la entrada de la cartuja. En lo que respecta a sus alzados , la cartuja, construida principalmente en ladrillo , se caracteriza por su sencillez, desornamentación y pureza . de sus volúmenes exteriores de claras y netas líneas. Las dependencias de mayor mérito artístico son la iglesia con la capilla del sagrario, el camarín , la tribuna y la torre, así como el claustrillo con sus capillas . Todas ellas obedecen a un barroco tardío de tendencia moderada o clasicista , fuertemente influenciado por los trabajos del arquitecto Ventura Rodríguez en la Santa Capilla y en la reforma interior de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza (mediados - segunda mitad del siglo XVIII), obras que, como bien se sabe, constituyeron un hito decisivo que impulsó a los maestros de obras aragoneses a decantarse decididamente por las nuevas formas del barroco clasicista y moderado y a abandonar el barroco decorativista y recargado todavía en boga en la región. Trébede 23 z;, PATRIMONIO 22 PLANTA GENERAL DE LA CARTUJA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS FUENTES ( HUESCA) 1 Entrada al monasterio2 Portería3 Hospedería. 4 Dependencias construidas en el siglo XX, utilizadas 3 actualmente para guardar el ganado. 5 Edificio de obediencias. su interior en la actualidad se encuentra remodelado. 6 Muralla. 7 Atrio de la iglesia. 15 Pasillo de comunicación entre el claustrillo y el gran claustro. 8 Iglesia. 16 Atrio de la sala capitular y sala 9 Capillas que forman la llamada "tribuna" que sirve para acoger a los seglares cuando se les permite participar en los oficios. 10 Capilla del Sagrario. 11 Sacristía. 12 Claustrillo. 13 Galerías del claustrillo. 14 Capillas. 24 Trébede capitular. 17 Distintas dependencias de la celda prioral. Su interior está remodelado . 18 Celdas (en ruinas). 19 Cocina. 20 Refectorio. 21 Cementerio. 22 Antigua cisterna, hoy en ruinas. Dependencias en pie Dependencias en ruinas (Reconstrucción hipotética) 0 , 10 15Escala PATRIMONIO W También es destacable el llamado camarín de la Virgen, estrecho espacio de planta rectangular ubicado en alto, en el muro que separa el. presbiterio y la capilla del sagrario, lugar donde se colocaba la milagrosa imagen de la Virgen de las Fuentes que así podía contemplarse desde la nave de la iglesia. De esta imagen sólo ha quedádo la cabeza que se guarda en la parroquial de Sariñena. Aún se conservan, sin embargo, parte de las espléndidas pinturas que ornarrientan sus paredes y bóvedas. No así el mobiliario que se encontraba en su interior, como las sillerías del coro, facistol y altar mayor, y el magnífico retablo, obra del importante escultor Carlos Salas, destruido en la guerra civil española. Afortunadamente sobrevivió el tabernáculo, también del mismo autor, que se situaba en la capilla del Sagrario y que actualmente podemos ver en la capilla de Santiago de la Basílica del 1 Entrada al monasterio y portería. 2 Casa hospedería. 3 Iglesia y sus dependencias. 4 Jardín. 5 Capillas. Pilar de Zaragoza. 6 Refectorio 7 Cocina. PLANTA GENERAL DE LA 8 Celdas. CARTUJA DE AULA DEI 9 Huertas. «El fraile cartujo Manuel Bayeu, es responsable de las pinturas murales que decoran la Cartuja de las Fuentes» ZARAGOZA, 1852 En este sentido es necesario comentar que en la fábrica de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes trabajaron, entre otros maestros de obras, Juan Yarza y Romeo, Domingo Yarza y Maestro, Francisco Marcellán, José Julián Yarza y Lafuente y, probablemente, Agustín Sanz, maestros éstos dos últimos que estuvieron estrechamente vinculados a las reformas efectuadas en el Pilar por el citado arquitecto de Ciempozuelos. De todo el conjunto, sin duda, destaca por su belleza la iglesia que presenta una estructura muy simple, consistente en una planta de cruz latina con una sola nave y con una interesantísima capilla del sagrario detrás de su cabecera, capilla típiy «celda» ca y característica de las cartujas españolas del Cuerpo de Cristo, primero de los cartujos. Dicho templo se cubre con bóvedas de cañón con lunetos, a excepción del crucero que presenta cúpula hemiesférica. Todavía se conserva en la iglesia el tabique que separaba el coro de padres (espacio cercano al altar) y el coro de hermanos (espacio a los'pies del templo), así como una «a modo» de nave adosada a la nave única del templo, denominada «tribuna», que servía para que los huéspedes o visitantes de la cartuja pudieran asistir a las ceremonias religiosas sin En cuanto al claustrillo, constituido por cuatro galerías cubiertas con un pequeño patio de planta de cruz griega, la sala capitular y la serie de pequeñas capillas que se abren en su en torno, comparten el mismo lenguaje formal con la iglesia. Lo más destacable de esta parte del conjunto es el completísimo programa pictórico que decora sus muros y bóvedas, realizado por Fray Manuel Bayeu, profesor de la casa y autor también de las pinturas del templo. Bayeu y las pinturas murales En ocasiones se ha afirmado que el fraile cartujo Manuel Bayeu, responsable de las pinturas murales que decoran la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, vivió aislado entre los muros de su convento y ajeno a las corrientes artísticas de su tiempo. Pero es una afirmación que falta a la verdad. Ni vivió tan encerrado como pudiera suponerse en un cartujo, ni quedó atrapado en un estilo retardatario. ser vistos por los monjes. Trébede 25 PATRIMO(`IIO Jesús en casa de Marta y María. Capilla de la Magdalena. A la derecha autorretrato de Fray Manuel Bayeu. Capilla de San Bruno. «Fray Manuel disponía de un conocimiento de la actualidad artística más privilegiado que la mayoría de sus colegas zaragozanos» 26 Trébede aunque también alimentado de resabios rocoLa orden Cartujana, con ser una de las más có. Fray Manuel disponía de un conocimiento rígidas que en cuanto a observancia han existide la actualidad artística posiblemente más prido, atravesaba en nuestro país durante el siglo vilegiado que la mayoría de sus colegas zaraXVIII por una etapa azarosa que acabó condugozanos, gracias ala permanente relación que, ciendo a la segregación de una Congregación a pesar de las distancias, mantuvo con su herNacional Española (1784), independiente del mano mayor instalado en Madrid, el célebre Capítulo General de Grenoble. Numerosos pintor de cámara Francisco Bayeu. aquel cios apuntan a que los Estatutos en aq No conocemos documentos efectivos, pero época no siempre eran respetados con el rigor existen fundadas razones para pensar que debido. Con mayor motivo afectaba la situaambos hermanos se cartearon profusamente ción a los hermanos conversos, quienes en la hasta la muerte de aquél (1795). Elocuentes Provincia de Castilla promovieron a partir de son las palabras que fray Manuel escribe a Marinci1759 el llamado «recurso de los legos». El tín Zapater, no sólo amigo de Francisco de dente es revelador acerca de la libertad y poder Goya sino también de los hermanos Bayeu, que ejercían los legos en el seno de la orden, diciéndole que las obras que poseía de su heraunque no por ello debemos suponerlos abumano Francisco las estimaba como su escuela. sando de su condición de forma generalizada. De hecho, se constatan en la producción de Simplemente, se vivía una coyuntura favorable Manuel abundantes planteamientos pictóricos para que honrados hermanos legos, como sin que recuerdan a Francisco, incluidas copias duda lo fue fray Manuel Bayeu, disfrutaran directas de algunas obras. Pero Manuel Bayeu persona core mayor libertad de acción. En su disfrutó además de parentesco y trato con uno creta, además, se sumaban las circunstancias de los más grandes pintores de la historia, su de ser pintor de oficio, tener carácter extrovercuñado Francisco de Goya. Está probado docutido y poseer un aceptable nivel cultural, todo mentalmente que Goya envió algunos bocetos lo cual le propiciaría ventajosas licencias en su e ideas a su cuñado el cartujo y que existió vida cotidiana como cartujo. entre ambos relación epistolar. Sugerentes A partir del panorama expuesto, se comobservaciones debemos a Ricardo del Arco y a prende que fray Manuel Bayeu pintara tanto y Enrique Lafuente Ferrari, que ven en Manuel en tantos lugares, ajenos muchos de ellos al Bayeu a un genuino representante de los llamados pintores de la «veta brava», más próxiámbito estrictamente cartuj no. Y pintó no como un artista aislado y provinciano, mo por su desenvoltura y espontaneidad de la admidemostrando ser permeable a las corrientes de ración que a Francisco Bayeu a pesar su tiempo (último tercio del siglo XVIII), que ración que profesaba por este último. corrían mayoritariamente por los derroteros de urr barroco academicista, de corte clasicista PATRIM ONIO 4 1'i ota o11isrno cle la Virgexl Sería impensable dar razón pormenorizada en estas breves páginas de todo el conjunto pictórico mural de la Cartuja de Ni Sa de las Fuentes, formado por más de 250 composiciones independientes, total o parcialmente conservadas, sin contar otras que han desaparecido por completo. Seleccionado algunos de los aspectos temáticos más llamativos, habrá que empezar por resaltar el predominante papel otorgado a la Virgen María, de cuya vida y gloria nos hablan las escenas de las bóvedas de la iglesia y las capillas de la Inmaculada y de la Ascensión, estas últimas en torno al claustrillo. El protagonismo de María, madre de jesús, suele ser relevante en iglesias y monasterios en general, pero con mayor motivo, si cabe, lo es en las fundaciones cartujanas. La especialísima devoción de los cartujos hacia la Virgen María se remonta a aquella tradición según la cual acogió bajo su protección a los monjes de la primera comunidad de Grenoble, que habían caído en el desaliento por la ausencia de su fundador y guía San Bruno, llamado a Roma por el Papa. Muy significativa es la abundante literatura mariana debida a los más esclarecidos escritores cartujanos como son Ludolfo de Sajonia, Dionisio Rickel o Lanspergio, como significativa es la permanente presencia de María en las oraciones de los cartujos. Notable interés tiene, asimismo, el amplio repertorio de alegorías de virtudes que se sitúan en las bóvedas del crucero de la iglesia y en las bóvedas del claustro de capillas. Son represen- tadas, en la mayoría de los casos, como hermosas muchachas que van acompañadas de los objetos o atributos que las hacen inteligibles. Las representaciones alegóricas, género artístico que alcanza notable auge en el barroco tardío, se inspiraron en la abundante literatura emblemática que entre los siglos XVI y XVIII vio la luz en toda Europa. Particularmente, destaca el tratado llamado Iconología del italiano Cesare Ripa, por primera vez impreso en 1593, si bien alcanzó numerosas ediciones en los dos siglos siguientes, habitualmente ilustradas con grabados. Ripa describe un largo repertorio de virtudes morales, así como cualidades, vicios y otros conceptos, con arreglo a la apariencia figurativa que deben presentar. La mayoría de los objetos y atributos con que fray Manuel Bayeu dota a cada una de las virtudes que pintó en la Cartuja se reconocen como extraídos de Ripa. Las alegorías de la iglesia están vinculadas, directa o indirectamente, a la Virgen María quien, como ya hemos visto, es asunto principal. Cuatro alegorías hay en los brazos del crucero que se relacionan con el Castidad) y con Sueño de San losé (Consuelo, Cielos (Esperanza, Gozo María como Reina de los Espiritual), mientras que las cuatro Virtudes Cardinales (Prudencia, justicia, Fortaleza y Templanza) y .otras complementarias pintadas en la cúpula, se asocian a las cuatro heroínas bíblicas de las pechinas (Débora, Joel, Judit y Ester), las cuales a su vez, en clave simbólica, son consideradas prefiguraciones veterotestamentarias de la Virgen María. En cuanto a las quince alegorías que recorren las bóvedas del claustro de Trébede 27 PATRIMONIO capillas, parece que pretenden compendiar todas aquellas que el buen cartujo, debe observar para alcanzar una perfecta vida virtuosa, con arreglo a las exigencias de su religión. Particularmente cobran pleno sentido, con arreglo a esta interpretación, alegorías como la Oración, el Silencio, etc. Humildad, la Pobreza, la No podía faltar en el extenso repertorio iconográfico que contiene el monasterio monegrino un capítulo dedicado a los santos cartujanos, empezando por San Bruno de Colonia, fundador de la orden en el siglo Xl. Efectivaes el titular de mente, San Bruno en la gloria una de las diez capillas del claustrillo, acompaRosalina de ñado de San Hugo de Lincoln, Santa (de la rama femenina), y los beatos Villanueva Fenoglio. En esta Nicolás Albergati y Guillermo de misma capilla quiso auá°leta t cargada dolores Bayeu, llevando una p 9ada para dejarnos claro testimonio de la labor pictórica que había acometido en su monasterio. Amargas circunstancias impidieron a fray Manuel Bayeu acabar pacíficamente tos esfuerzos su casa de profesión, a la que tantos e er zos había dedicado y en la que había consagrado su vida religiosa. Al parecer murió en 1809, iniciada ya la Guerra de la independencia, que obligó a muchas comunidades religiosas a abandonar sus monasterios, como ocurrió con la Cartuja de las Fuentes. No obstante, no podemos precisar, porque las fuentes de información son confusas, si el fallecimiento de Bayeu sucedió estando todavía en la Cartuja monegrina o habiendo buscado refugio en otro lugar, acaso en Zaragoza. ■ Nota: La Cartuja de las Fuentes se abre al público la mañana del 15 de mayo, con motivo de la romería que se celebra en Lanaja (Huesca) por San Isidro. Fray Manuel Bayeu en la Cartuja de N` Sa de las Fuentes Cronolo la 1740 Manuel Bayeu y Subías nace en Zaragoza. 1760 Manuel Bayeu, pintor de oficio, ingresa como probante de donado en la Cartuja de Na S' de las Fuentes. 1772 Fray Manuel Bayeu hace profesión de hermano converso en la Cartuja de N' S' de las Fuentes. 1775 Año en que se fecha la primera de las sesenta y cinco cartas conocidas que fray Manuel Bayeu envió desde la Cartuja a su amigo Martín Zapater. La última data de 1795. 1777 Bendición solemne de la iglesia de la Cartuja, estando totalmente "adornada y compuesta". Todas sus pinturas murales, así corno las de la tribuna, camarín, capillas del sagrario y sacristía, estarían ya realizadas. H. 1779 Manuel Bayeu pinta una serie de cuadros de caballete sobre la vida de San Bruno con destino al claustro de capillas de la Cartuja (la datación h. 1788, reiteradamente publicada, carece de fundamento). 1784 Fray Manuel Bayeu inicia la decoración mural del claustro de capillas y de sus diez capillas (aunque en 1780 consta que intervino en la Capilla del Santo Cristo). Esta labor durará hasta el año 1796. Penitencia. Alegoría pintada en la bóveda del claustrillo, y postal con el mismo título, de Cesare Ripa. 1787 Bendición solemne de la Capilla de San Pedro Arbués en la iglesia parroquial de Lalueza, cuyo proyecto arquitectónico y pinturas murales fueron realizados por fray Manuel Bayeu a instancias de los hermanos Comenge, benefactores de la Cartuja. 1804 Fray Manuel Bayeu viaja a Mallorca para pintar en la Cartuja de Validemosa. Vuelve a la Cartuja de Na S' de las Fuentes en 1806. 1809? Fray Manuel Bayeu muere en la Guerra de la Independencia. 28 Trébede