Propósito: Debemos comprender que somos hijos de Dios, por lo

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Hijos disciplinados por Dios
Texto: Hebreos 12:4-11
Propósito: Debemos comprender que al ser hijos de Dios, no será extraño que seamos
disciplinados por nuestro Padre celestial. ¡Dios nos está criando!
INTRODUCCIÓN
A. Los padres tienen la labor de criar a sus hijos:
1. La Escritura es elocuente (Prov. 23:12-16; 13:24; Ef. 6:4).
2. Muchos padres no cumplen con esta labor, y sus hijos crecen menospreciando toda
forma de autoridad.
B. Si Dios es nuestro Padre, no pensemos que nos dejará sin su disciplina (cf. Deut. 8:3-5).
C. Definiciones:
1. Criar: Alimentar a la madurez, educar.
2. Disciplina: La formación, instrucción y educación de los hijos. El programa que
involucra leyes, instrucción, dirección y ejemplo.
3. Amonestación: Instrucción de palabra, tanto si es de aliento, como en caso necesario,
de reproche. Impartición de verdades positivas expresadas para que sean grabadas en
la mente, mediante la reprensión o la advertencia.
I. TODO HIJO DE DIOS SERÁ DISCIPLINADO POR EL SEÑOR
A. Los hermanos hebreos debían: recordar (v.5). soportar (v.7). subordinarse (v.9). apreciar
(v.10-11).
B. La disciplina del Señor es imprescindible para nuestra formación:
1. Dios no nos dejará sin disciplina (v.8).
2. Dios nos tratará como a hijos (v.7).
II. TODO HIJO DE DIOS APRECIARÁ LA DISCIPLINA DEL SEÑOR
A. La disciplina no es un fin en sí, pues busca lograr nuestro bienestar.
1. Nuestro Padre nos ama (v.6).
2. El buen hijo entiende este proceso (v.5).
B. Todos los hijos de Dios han sido disciplinados (v.7).
1. Dios nos disciplina para nuestro provecho (v.10).
2. La disciplina de Dios dará fruto en quienes la valoran (v.11)
III. TODO HIJO DE DIOS PUEDE OBTENER GRANDES BENEFICIOS DE LA DISCIPLINA
DEL SEÑOR
A. Beneficios de la disciplina del Señor: 1) Ser corregidos. 2) Ser tratados como hijos. 3)
Aprender la obediencia. 4) Participar de la santidad de Dios. 5) Dar fruto apacible de
justicia. 7) Agradar a Dios.
B. Para obtener estos beneficios:
1. Optimismo frente a la corrección de nuestro Padre (v.5-6).
2. Apreciar lo necesario de la disciplina (v.7-8)
3. Valorar la disciplina como un medio, no como un fin en sí (v. 11).
CONCLUSIÓN
A. Somos hijos de Dios. No esperemos vivir sin su disciplina.
B. Es bueno aceptar la disciplina del Señor. Con actitud apacible, sumisa y obediente. “Con el
tiempo la disciplina trae su fruto, produciendo en el cristiano que la acepta una vida más
pura, devota, muerta al pecado, y viva a Dios. Produce paz en el corazón y con Dios”
(Notas sobre Hebreos, Bill H. Reeves).
C. Si usted no es hijo de Dios, hoy puede ser adoptado por el Padre celestial si usted decide
nacer de nuevo (Jn. 3:3,5; 1:12).
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Por Josué Hernández
www.JosueEvangelista.com
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