Dos Amores Y Un Camino

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Dos Amores Y
Un Camino
Fernanda Pardo
Dos Amores Y Un Camino
Si él me hubiese dejado ir quizás estuviésemos vivos, el en
cuerpo y yo en alma.
siete años antes del gran accidente de pripyat ucrania de
1986 conocí a un hombre esplendido, era pálido, de cabello
castaño y ojos azules, su nombre era Symon, me era familiar,
pues, había conocido a un niño con sus mismas cualidades
pero su nombre era Coley, del cual me había enamorado por
completo. En esa época ni él ni yo sobrepasábamos la edad
de ocho años.
Conocí Symon cuando caminaba por medio del parque de
diversiones, me dirigía hacia la ruleta pero algo llamo mi
atención, había una multitud aterrada, varios soldados
intentando que estos desalojaran la zona y un niño
desesperado que gritaba - Hay algún doctor, Mi madre está
muriendo. En ese instante corrí con gran desesperación por
ayudar aquel inocente niño, era enfermera del hospital
general. Al introducirme por la multitud llegue hasta donde
se encontraban los soldados, uno de ellos era Symon en
aquel entonces simplemente éra un desconocido, me tomo
por la fuerza para alejarme, intente soltarme hasta lastime
mis brazos sin obtener respuesta y lo único que se me
ocurrió fue gritarle- ¡Rayos! soy enfermera, déjeme ayudar.
Fernanda Pardo
El avergonzado me dijo - Lo siento señorita, haga su mejor
esfuerzo.
Fue entonces que pude observar a una mujer tendida en el
piso y un niño impregnado de lágrimas y sangre, aquel niño
me miro como si fuese su única esperanza, su madre como él
le llamaba ya estaba muerta, mostraba indicios de
intoxicación, un corte mortal en la carótida y múltiples
heridas en su espalda que llegaban casi a cincuenta. A simple
vista, observe manchas de sangre bajo uno de los
contenedores de aquel lugar y halle una pequeña sevillana
que podría ser el arma homicida.
El niño me abrazo en un pequeño instante con tal fuerza que
me era imposible respirar y susurrando dijo: -Mi nombre es
Ángel un ser no amado y la única que me amaba se ha ido.
Recuerdo que Ángel como me dijo que se llamaba, me
observaba con una tristeza profunda que congelo todo mi
ser.
Por las condiciones físicas de la mujer se infirió que había
muerto a la Una y media o dos de la tarde, el cuerpo de la
víctima fue retirado por los soldados al igual que el centro de
diversiones. Me quede con el niño por un buen tiempo,
limpie la sangre que cubría su rostro, ayude a cambiar sus
prendas ensangrentadas, insistí varias veces que confiara en
mí hasta el punto de rendirme, inclusive quedo
completamente dormido, quizá por el dolor que sentía su ser.
A lo lejos se podía ver como llegaba un Audi AG plateado
de vidrios oscuros, me pareció algo sospechoso, venía a una
gran velocidad que inclusive se pudo escuchar un estruendo
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cuando freno. De este auto salió una señora de alto prestigio,
tenía un gran sombrero, una chaqueta y una falda que hacían
la combinación perfecta. Esta mujer pertenecía al centro de
investigación
criminalística, estaba en el parque de
diversiones por Ángel, pues, esperaba interrogarle para
poder atrapar al asesino, antes de llegar a nosotros pregunto
varias veces y a diferentes sujetos: ¿Quién era Ángel?,
¿Quién era Yo? ¿Qué sucedía? Así que simplemente dio la
orden de arrebatarme de las manos al niño, por suerte el no
despertó, parecía que había entrado en un pequeño mundo
del cual era difícil despertarle. Claramente no podía hacer
nada así que me dirigí a dialogar con la mujer del Audi AG
plateado pero solo evadió la única pregunta que alcance
hacerle antes de que sus escoltas o Gorilitas se interpusieran
en mi camino.
Dado lo ocurrido estaba decidida a marcharme cuando
alguien me toma de mi mano y me dice: -Admiro su
persistencia, su ternura y su aroma a vainilla, aturdida gire
para mirar quien tomaba de mí y note que era el soldado al
que horas antes le había gritado, él se presentó muy
decentemente y así fue como supe que su nombre, Symon,
allí comenzó Todo.
Aun me encontraba enojada con este soldado por lo ocurrido,
sin embargo comprendía que solo hacia su trabajo, por tal
motivo solo dije un gracias y un lo siento, con el fin de dar
aquella pequeña conversación por terminada. Pero no fue así,
tenía órdenes de llevarme a la jefatura para dar testimonio de
la víctima, en el camino me pregunto varias cosas de mi vida
que ahora son insignificantes, tales como mi edad.
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Al llegar a la jefatura dije lo que lo observe, sentí, presencié
y encontré, dure allí por mucho tiempo que inclusive
oscureció, cuando me permitieron salir note que Symon, el
soldado, estaba en una de las sillas del establecimiento, sin
embargo continúe mi camino, pero nuevamente el me
detuvo, pues me había estado esperando para llevarme a
casa. Claramente jamás me hubiese ido con un extraño, pero
dadas las circunstancias acepte que Symon me llevara, tenía
miedo de que me hiciera daño, pero le temía más al asesino
suelto que quizás me había observado cuando intentaba
ayudar aquella mujer.
Durante el largo trascurso de la jefatura a mi residencia note
una calidez por parte de él, en varias ocasiones se refería a
mí como la chica persistente, pero abrumada de aquel suceso
le dije mi nombre: - Elizabeth, al decirle mi nombre él
sonrió, callamos y seguimos caminando. Aquel silencio fue
roto por una pregunta tan desvergonzada que aún resuena en
mi mente.
Symon - ¿Que se siente ser la chica solitaria de la que todos
hablan?
Elizabeth – ¿Es usted una persona que no siente acaso?
Symon -¿A qué se refiere?
Elizabeth – Si, imagine que usted es la persona solitaria,
imagine que sentiría, que haría.
Symon - Ya… ¿Y ahora?
Elizabeth – Ahora, Nada, Simplemente tiene la respuesta a
su pregunta
Symon – Como sabré si es la respuesta correcta si ni conoce
lo que paso por mi mente
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Elizabeth –No hace falta que yo lo sepa si usted sabe bien
que haría o sentiría es suficiente
Symon -Es usted muy fría ¿sabe?
Elizabeth – No soy fría, soy realista, he visto sentido y visto
muchas cosas que ningún ser humano sería capaz de
soportar
Symon - Como ¿Cuáles?
Elizabeth – Temo que no podre dar respuesta alguna a su
pregunta, y si no es molestia le pido amablemente que me
deje caminar sola a mi residencia pues aproximadamente
faltan 8 pasos
Symon se despidió adecuadamente, un beso en su mano y un
hasta pronto.
La investigación del asesinato se llevó a cabo.
Fue larga la espera, los investigadores habían emprendido
una búsqueda hacia lo desconocido, pues, la creencia de una
fuente sobrenatural del mal no es necesaria, el hombre por sí
mismo es muy capaz de cualquier maldad.
Las conductas del hombre habían permitido avanzar en la
investigación, se determinó que era psicópata, le seguían la
pista desde el sur de california, siempre dejaba su marca
<< Un trébol de cuatro hojas>>. En el asesinato más
reciente, el de aquella mujer, demostraba a simple vista la
satisfacción que sintió, esta había sufrido más que las demás.
En primera instancia los investigadores pusieron
seudónimos, el primero fue solo para llamar al caso, << En
experiencia >> y por último se le considero << seducción
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cruel >>. El individuo nunca bajaba la guardia por presuntos
indicios de estrés. Lo más traumático de la investigación era
que ninguna víctima tenía familiares, hasta ahora, además
ninguna se vinculaba.
Todo era cuestión de adivinanza tras adivinanza.
Tuve que declarar más de una vez frente a un estrado, ver
aquel niño que hizo temblar mi ser y estar al lado de Symon
hasta el punto de convertirnos en íntimos, las pruebas
recopilaron datos claves para establecer un perfil, sin
embargo no se puede negar que hubieron muchos errores por
parte de los investigadores y de la mujer que me arrebato a
Ángel.
Las pesquisas determinaron que mujer identificada como
Anna había conversado minutos antes del asesinato con un
sujeto, el individuo la había seguido y frecuentaba su lugar
de trabajo. Se corroboro que el joven sindicado autor
material del crimen presentaba heridas en los brazos,
además, encontraron en su residencia un par de zapatillas
manchadas con sangre.
Al saberse el asesino de Anna no podía dejar que quedara
impune pues el joven de 25 años había dejado a un niño con
traumas psicológicos incorregibles, el nombre del asesino era
Adam Agust Leonel Crap, fue sentenciado a 60 años de
prisión, jamás se defendió, el solo con una sonrisa en su
rostro decía - Cuando veo a una mujer, algo me dice, que
chica tan bonita, pero mi otro ser me dice, apúrate bastardo,
en tu lugar ya hubiese la matado.
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Visitaba a Ángel con mucha frecuencia en mis días libres,
Symon me acompañaba para protegerme o bueno eso decía
él. Dado que me habían seguido desde el asesinato de Anna.
Nos habíamos convertido en una especie de familia
conformada por padres y un hijo, pero al solo imaginar esto
me causaba gracia, entonces solía preguntarle a Symon -¿Yo
una enfermera de tan solo 21 años con un hijo y un esposo?
El solo reía, pero recuerdo que una oportunidad me dijo - No
sería imposible, no sería tan malo ni bueno si como lo veas
Lizz.
Desde aquel punto me imagine como una madre, sería tan
dulce y tierna pero no era el momento de pensar en ello,
pues, mi futuro aún estaba en juego, por tal razón en mis
días libres era practicante en el orfelinato pero sin dejar mi
carrera de enfermera a un lado, primero debía comprender
por completo a los niños así que me empeñe en dar un
primer paso, Niñera.
Al principio fue difícil, no comprendía el lenguaje y las
pataletas de los pequeños, me daban nauseas cuando
escupían los alimentos o cuando ensuciaban la ropa con sus
mismos desechos. Aun así no me rendí a la idea de mejorar y
enseñarles, pero era tan difícil aceptar la idea del cariño de
un niño al que en unas horas dejaría, lo intentaba y deseaba
pero no podía dejar mi anatomía y ciencia aun lado, así que a
cada cosa que hacia un pequeño la relacionaba con algo que
había practicado y visto en el hospital.
Visite más de cuatro veces a Adam Agust Leonel Crap en la
penitenciaria para saber las causas del asesinato, jamás me
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