I ¿Cómo podemos conocer nuestra prehistoria?. Introducción. La alumna le preguntaba al profesor -¿Cómo podemos saber lo que sucedió con las personas antes de que inventaran la escritura? El Profesor se disponía a explicarlo cuando Pepito hizo la misma pregunta y el coro compuesto por el resto del alumnado que había en el aula interrumpió la clase coreando la misma cuestión cuando el sonido estridente de la sirena indicaba el final del tiempo dedicado a esta materia. Al día siguiente el Profesor comenzó su clase aclarando la cuestión. -Queridas alumnas y alumnos la humanidad y el resto de seres vivos dejamos siempre restos con las actividades que realizamos en el planeta Tierra. Esos restos son el resultado de una forma de vida y el tipo de vestigios que encontremos en el lugar donde han habitado esos seres vivos o esas personas nos van a servir para conocer el pasado. De esta forma el Profesor consiguió hacer comprender cómo podemos indagar en el pasado más remoto de la humanidad. Pero quedaba mucho por explicar, de la actividad humana sobre un medio natural sólo queda representada por algunas de sus acciones y algunos de los materiales que se han transformado por las personas. No obstante tenemos suerte, hasta cierto punto, porque los agentes erosivos que hay en este planeta van permitir que esos materiales indicativos de la actividad humana queden conservados junto con otros sedimentos producidos en la época en que se han depositado. Se genera una dinámica en la que se van formando durante años, cientos de años y miles de años capas que se corresponden con distintos periodos de nuestra Historia o Prehistoria. Por ello, normalmente, las capas con características comunes de sedimentos superiores son más modernas que las inferiores, aunque esto no siempre es así, y podemos deducir la antigüedad de los materiales que hay en cada una, esta es la Ley de superposición. Desde el Renacimiento se produce el interés por la Antigüedad y sus restos en lugares de Europa como Italia donde el contacto con estatuas, ruinas y la cultura creados hacia más de mil años en la época clásica era constante y directo. Este gusto por lo antiguo, Anticuarismo, fue dando lugar a una nueva disciplina científica dedicada a la investigación de los restos del pasado, la Arqueología, sobre todo cuando en el siglo XIX fueron progresando otras disciplinas científicas como la Geología o la Biología. La Arqueología se dedica a investigar los restos del pasado leyendo un libro donde cada página es una capa de sedimentos o estrato de la que hay que extraer la mayor cantidad de datos posible, porque según se lee esa página o se investiga esa capa, se está destruyendo. Por fin aquellas alumnas y alumnos sabían cómo se puede conocer el pasado cuando no tenemos datos escritos ya sea en la Prehistoria o en la actividad de una Fábrica del siglo XVIII, pero ahora tenían que conocer cómo funciona la investigación arqueológica para llegar a reconstruir nuestro pasado como han visto en lugares como Numancia (Garray, Soria) o en el Parque Arqueológico de Pinto (Madrid). Reconstrucción de una vivienda celtíbera del siglo II a. C. en Numancia (Soria) Fuente: http://www.turismocastillayleon.com/cm/turcyl/tkContent?pgseed=1078970039013&idContent=5682&lo cale=es_ES&textOnly=false Reconstrucción de viviendas visigodas en el Parque Arqueológico de Pinto (Madrid). Fuentes: http://www.arqueopinto.com/plano.htm# y http://www.educa.madrid.org/web/cepa.pinto/Archivos/lacolonial_revista_cultural/UN_PASEO_POR_L A_HISTORIA_1.htm ¿Qué es el patrimonio arqueológico y cómo podemos conservarlo? Para conocer nuestro pasado es necesario conservar los restos arqueológicos ya sean construcciones, objetos o pinturas. Estas manifestaciones del pasado cobran valor en el momento en que comprendemos como alguien las realizó hace mucho tiempo y que son el reflejo de una actividad humana, ya sea una bala de una batalla de la última Guerra Civil española, una vasija para guardar grano del siglo I de nuestra era, una pintura rupestre datada en el año 1800 antes de Cristo o una piedra de sílex tallada en el 12.000 antes de Cristo. El valor de lo que podemos considerar restos arqueológicos se ve incrementado cuando además percibimos lo singular de los mismos, lo escasos que son y que además son una de las maneras que tenemos de comprender nuestro pasado. Por todo ello los restos arqueológicos tienen un valor cultural y científico que lleva a las administraciones públicas a protegerlos, es lo que denominamos Patrimonio Arqueológico. Cuando se trata indebidamente a estas manifestaciones del pasado se pueden destruir o tratar sin la investigación científica oportuna invalidando buena parte de su valor. Para dar a conocer y conservar el Patrimonio Arqueológico se inventaría reconociendo la existencia de las manifestaciones del pasado que lo componen. También se investiga aquella parte del mismo que corre peligro, es necesario dar a conocer o se puede destruir. Por último se protege, ya sea conservando en museos los restos materiales o cercando y vigilando lugares con materiales arqueológicos que además se pueden adaptar para la visita. Plano del proyecto de registro e investigación del Patrimonio Arqueológico del sureste de la Comunidad de Madrid. Fuente: CHAPA BRUNET, Teresa, BERMÚDEZ SÁNCHEZ, Jesús y MAYORAL HERRERA, Victoriano; 2005.Conclusiones al análisis espacial del poblamiento prehistórico del bajo Jarama: gestión e investigación del Patrimonio Arqueológico. En Actas de las Primeras Jornadas de patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid. Pág.: 9