IMPACTO AMBIENTAL EN LOS MARES DE CANTABRIA_ comite

Anuncio
Impacto
ambiental
en
los
mares
de
Cantabria.
Para
fabricar
las
bolsas
plásticas
se
necesita
de
un
precioso
recurso
natural
no
renovable,
el
petróleo,
que
además
de
ser
un
combustible
fósil
que
genera
contaminación
se
está
acabando.
Alrededor
de
100.000
animales
marinos
como
pingüinos,
ballenas,
tortugas,
focas,
peces,
marsopas,
aves
marinas
y
delfines
mueren
cada
año
debido
a
la
ingesta
de
bolsas
plásticas
que
se
han
convertido
en
basura
y
que
llenan
mares
y
océanos
y
lo
peor
es
que
una
vez
que
su
víctima
ha
muerto
y
se
descompone,
la
bolsa
plástica
no
se
degrada
y
vuelve
a
ser
un
elemento
mortal
para
otros
animales.
En
el
mar,
la
contaminación
por
crudo
es
sobre
todo
dañina
para
los
animales
de
superficie,
en
especial
para
las
aves
marinas,
el
petróleo
daña
su
plumaje
y
también
pueden
ingerirlo
al
intentar
limpiarse.
En
la
costa
hay
ciertos
hábitats
especialmente
vulnerables
y
sensibles
a
este
tipo
de
contaminación.
Algunos
de
ellos
son
los
corales
y
los
manglares.
Los
arrecifes
coralinos,
ecosistemas
marinos
de
altísima
biodiversidad,
resistentes
a
la
erosión
y
tormentas,
son
estabilizadores
de
las
líneas
de
costa,
especialmente
en
zonas
tropicales
bajas,
son
altamente
afectados
por
este
tipo
de
contaminación.
Hacen
falta
décadas
para
que
un
arrecife
se
recupere
después
de
un
derrame.
En
los
componentes
vegetales
del
arrecife
hay
una
reducción
en
la
tasa
de
fotosíntesis.
Se
produce
un
mal
desarrollo
del
tejido
reproductivo
y
la
atrofia
de
las
células
reproductoras;
dichos
efectos
pueden
durar
algunos
años
después
del
contacto
con
el
crudo,
reduciendo
la
tasa
de
reproducción
y
por
lo
tanto
la
densidad
de
población.
El
petróleo
produce
alteraciones
en
la
composición
de
las
especies
y
en
el
hábitat.
En
el
caso
de
los
manglares
los
derrames
de
petróleo
son
muy
importantes
en
varios
sentidos
ya
que
es
un
ecosistema
de
gran
importancia
social,
económica
y
ecológica.
Es
el
hábitat
de
muchas
especies
de
peces
y
mariscos,
y
por
esto
también
es
una
fuente
de
materia
prima
para
muchas
actividades
productivas
de
las
comunidades
asentadas
en
su
entorno.
Las
actividades
petroleras
en
el
manglar
producen
interrupción
del
flujo
del
agua
dulce,
del
mar
hacia
los
manglares
y
dentro
de
ellos,
lo
que
altera
la
forma
de
drenaje,
la
vegetación,
el
suelo,
y
produce
la
inestabilidad
general
de
la
zona.
La
perforación
se
hace
por
dragado,
para
hacer
más
profundo
y
ancho
los
canales
existentes,
lo
que
puede
destruir
totalmente
la
zona
afectada.
Se
produce
erosión
a
gran
escala,
muerte
de
la
vegetación,
interrupción
en
el
crecimiento
de
las
plántulas,
sofocación
e
intoxicación
de
las
raíces
zancudas
y
disminución
de
las
raíces
absorbentes.
La
recuperación
del
manglar
puede
tardar
varias
décadas;
además,
hasta
ahora
no
se
conoce
ninguna
manera
de
limpiar
la
contaminación
del
sedimento
sin
destruir
el
bosque.
Otros
ecosistemas
afectados
por
la
actividad
petrolera
son
los
lechos
de
los
pastos
marinos,
que
crecen
en
aguas
someras,
sobre
todo
de
costas
tropicales.
Los
lechos
de
pastos
marinos
estabilizan
el
fondo
marino,
sirven
de
trampa
de
sedimentos,
mejoran
la
calidad
del
agua
y
alimentan
directamente
a
más
de
340
animales
marinos,
que
sufren
cuando
se
interrumpe
la
cadena
alimenticia.
Algunas
especies
muy
susceptibles
mueren
en
contacto
con
el
crudo
y
se
recuperan
muy
difícilmente.
Finalmente,
en
ecosistemas
costeros
el
petróleo
afecta
gravemente
a
las
especies
que
anidan
en
la
arena.
Los
huevos
absorben
la
humedad
del
ambiente
que
les
rodea,
por
lo
que
pueden
absorber
los
hidrocarburos
presentes.
Si
hay
contaminación
en
zonas
de
anidación,
el
impacto
puede
ser
catastrófico
para
la
reproducción.
La
contaminación
por
petróleo
retarda
la
eclosión
de
los
polluelos
y
produce
anormalidad
en
el
carapacho
de
las
tortugas,
especialmente
cuando
la
exposición
ocurre
en
las
etapas
tempranas,
que
es
cuando
éste
se
forma.
Cuando
se
produce
un
derrame
de
petróleo
no
sólo
mueren
gran
cantidad
de
peces,
aves
y
otras
especies
de
pequeña
dimensión,
que
no
son
visibles
para
nuestra
vista,
sino
que
también
las
ciudades
toman
el
agua
de
los
ríos
o
los
mares
y
son
víctimas
de
posibles
contaminaciones.
No
cabe
duda,
pues,
de
que
la
actividad
petrolera
pone
en
peligro
varios
de
los
ecosistemas
más
importantes.
Los
mares
constituyen
una
gran
fuente
de
recursos
naturales
para
miles
de
poblaciones.
Sin
embargo,
la
actividad
petrolera
produce
impactos
sociales
y
ecológicos,
tanto
por
accidentes
como
por
prácticas
rutinarias
de
la
operación.

Descargar